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Conferencia “Perspectivas Económicas de América Latina” • Expertos que participaron en ella sostienen que la región vive una recuperación económica, pero tienen dudas sobre si esta situación será sustentable en el tiempo Seis destacados economistas latinoamericanos de México, Perú, Venezuela, Uruguay y Argentina coincidieron en que Latinoamérica atraviesa por un buen momento económico, aunque advirtieron que aún subsisten dudas sobre si esta recuperación será sustentable en el tiempo. Esta fue la tesis que los expertos sostuvieron en sus respectivas ponencias en la conferencia “Perspectivas Económicas en América Latina”, organizada el viernes 13 de mayo por la Sociedad de Fomento Fabril (SOFOFA) y Expansiva. Esta conferencia reunió a más de 150 ejecutivos y empresarios en el Centro de Conferencias de Sofofa y fue inaugurada por el secretario general del gremio empresarial, Andrés Concha, y el vicepresidente de Expansiva, Jorge Marshall. La jornada contó con las exposiciones de Enrique Mendoza (México), Profesor del Departamento de Economía de la Universidad de Maryland; Eduardo Morón (Perú), Profesor del Departamento de Economía de la Universidad del Pacífico; Francisco Rodríguez (Venezuela), Profesor del Centro de Políticas Públicas de IESA y ex economista Jefe del Congreso de Venezuela; Eduardo Fernández-Arias (Uruguay), Asesor Económico Regional del BID; Eduardo Levi-Yeyati (Argentina), Profesor de la Escuela de Economía de la Universidad Torcuato Di Tella y ex economista jefe del Banco Central y Ricardo Hausmann, Profesor de la Kennedy School de la Universidad de Harvard. Enrique Mendoza destacó la economía mexicana, la que calificó de estable para lo mal que ha funcionado el sistema político de su país. Es así como señaló que la recesión vivida por México durante el período 2001-2003 fue tenue si se la compara con la crisis de la deuda durante los ’80 o los ’90, al tiempo que el combate a la inflación ha sido exitoso. Pese a esto, reconoció que existen tres reformas estancadas (reforma tributaria, reforma energética y reforma de pensiones), las que, sumadas a una alta deuda pública e ingresos fiscales extremadamente bajos, lleva a preguntarse cuál es el nivel sostenible de la deuda fiscal que afecta a ese país. Eduardo Morón, por su parte, también destacó los avances conseguidos por Perú en materia económica, pese al estado de incertidumbre que reina en el terreno político. Entre otros elementos mencionó el crecimiento del PBI, el boom de las exportaciones en los últimos años, el control de la inflación, los niveles record de reservas internacionales y la recuperación de la inversión privada que acompaña este crecimiento sólo desde el tercer trimestre de 2004. Si bien Morón sostuvo en su intervención que todos los números son hasta ahora positivos en su país, reconoció que existen problemas económicos no resueltos. Entre ellos, la ratio Deuda/PBI (≈ 45%), a lo que se une los problemas políticos por los que atraviesa el país vecino. Entre otros, quién será el próximo Presidente e incertidumbre en las reglas básicas (una nueva Constitución, la reforma del Congreso y una nueva ley de partidos políticos, además de ex Presidente por extraditar y probablemente un futuro ex Presidente por llevar a juicio). Francisco Rodríguez, a su turno, indicó que si bien Venezuela ha hecho un manejo económico poco ortodoxo, presenta un crecimiento muy grande que lleva el promedio de la región hacia arriba (el PIB no petrolero venezolano creció a una tasa de 17,8% en el 2004, en tanto que para el 2005 se espera que crezca entre 5%-7%). Un éxito al cual se suma la creciente popularidad del gobierno de Chávez, con un apoyo cercano al 70%, cifra que, a su juicio, es insólita si se considera que el producto per cápita de ese país está ¼ por debajo del que existía cuando este llegó al poder. Pese a esto, Rodríguez señaló que Venezuela vive un estado de franca recuperación económica la cual, sin embargo, podría ser minada, entre otros factores, por el aumento del gasto fiscal -a la par de los ingresos de ese país- y la caída de su producción petrolera (Venezuela no cumple su cuota de la OPEP de 3,1 MMBD). Eduardo Fernández-Arias, por su parte, destacó el gran apoyo que concita el nuevo gobierno de izquierda de Uruguay, lo que augura una muy buena capacidad de gobernar, así como la continuidad de las políticas macroeconómicas que llevó a que este país tuviera más de un 12% de crecimiento del PIB durante el 2004, en tanto que para este año se proyecta un 6% de crecimiento. Luego de la crisis de 2003, agregó el economista, Uruguay sanea hoy sus carteras bancarias, al tiempo que lentamente retornan sus depósitos bancarios, normaliza sus tasas de interés, su deuda pública parece sostenible, en tanto que su prima por riesgo país baja a nivel de Brasil y, por último, recupera el acceso al crédito externo mientras se repatrían los capitales. Cuando hoy en Uruguay casi todo apunta hacia arriba, Fernández-Arias se pregunta si es posible mantener el esfuerzo fiscal en la actual coyuntura. Específicamente, respecto de dos frentes: las demandas sociales y políticas, más allá del Plan de Emergencia Social, y la contención salarial y de pensiones, este último factor complicado debido al fuerte retraso de los salarios reales (20%). Por último, Eduardo Levi-Yeyati, se preguntó cuál es el horizonte del gobierno argentino considerando la situación de sobrecalentamiento en un año electoral. ¿Política contracíclica o cosmética estacional? También se refirió al riesgo que existe de un error de diagnóstico. Frente a la pregunta de por qué este país no ahorró antes, Levi-Yeyati fue enfático: “Porque se pensó que se iba a seguir creciendo al 7% durante 10 años, cosa que no fue así”. A juicio de este economista, hoy hay tres temas que quedan abiertos en la Argentina de la post-crisis: el modelo de tipo de cambio alto y salarios bajos, en tanto que por otro lado se pretende tener tasas bajas y nivel de consumo alto (una situación que en su opinión no termina de cuadrar); el contexto externo, el cual en el corto plazo se ve bien, aunque permanece la duda en el largo plazo (todavía no está claro cuál es el costo del prolongado default de Argentina) y otros temas como la independencia económica, la calidad de las instituciones, la estabilidad y previsibilidad y la productividad laboral. Ricardo Hausmann “Latinoamérica copió el modelo chileno, pero no sus resultados” El Profesor de la Kennedy School de la Universidad de Harvard, Ricardo Hausmann, cerró la conferencia con un panorama general de la región. En su intervención señaló que, en general, Latinoamérica ha recuperado sus términos de intercambio, así como su apetito por el riesgo. “Si el período 1998-2003 fue de recesión, los años 2004 y 2005 son de recuperación”, expresó. Este escenario, sostuvo el economista, plantea la pregunta de si esta situación obedece a un dejavou o bien se trata de la nueva libertad de América Latina del yugo de las crisis macroeconómicas. Refiriéndose a los países participantes en esta conferencia, indicó que México experimenta una recuperación apasionadamente modesta considerando la recuperación económica latinoamericana. “En este ambiente genial esta economía crece al 4%”. Respecto a la situación económica de Perú, Hausmann se mostró escéptico frente a qué tan generalizado pueden ser las cifras agregadas del crecimiento y actividad económica en Lima. Sobre Venezuela, en tanto, se preguntó que tan efectivo puede ser que un país adopte un marco de políticas el que si bien le ha dado popularidad al gobierno ha destruido las bases de una recuperación económica sostenida. En cuanto a Argentina, finalmente, aunque le reconoció un cierto dinamismo exportador, también advirtió que este no va a ser suficiente para sostener su ritmo de crecimiento. Más cuando su política fiscal se ampara en un impuesto de un 30% a las importaciones. “En este país vemos una recuperación muy impresionante, pero con patas relativamente cortas”. Hecha esta revisión, el economista hizo referencia al modelo chileno y a la copia que Latinoamérica hizo de él. “Latinoamérica copió el modelo chileno, pero no sus resultados”. Convencida de que este era el modelo a seguir, el experto señaló que AL copió su disciplina fiscal, su apertura comercial, sus privatizaciones, su liberalización y regulación de su reforma financiera y sus privatizaciones en el ámbito de la seguridad social. Las decisiones de política en estos ámbitos, sin embargo, no dieron los mismos resultados. En opinión de Hausmann, esto se debe a dos elementos que serían parte del “secreto” de Chile en materia económica y que fueron difíciles de reproducir para los países de a región: su lucha por tener un tipo de cambio competitivo y su disciplina fiscal.