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en profundidad Economía, modelo productivo y sostenibilidad: por un empleo más que “verde” Cada vez se hace más patente la necesidad de afrontar un cambio de modelo de producción, consumo y distribución en el contexto de un desarrollo sostenible, inclusivo y resiliente1. hipocarbónica y economía circular, que además de ser “ecológicamente racionales”, muestran capacidades para ser socialmente más inclusivas y generar nuevos empleos más estables y de mayor calidad. Las claves del proceso de transición residen en definir las prioridades del cambio de modelo productivo-consuntivo mediante patrones económicamente más Luis M. Jiménez Herrero Presidente Asociación Sostenibilidad y Progreso Sociedades (ASYPS) Profesor Honorífico de la UCM Ex Director del Observatorio de la Sostenibilidad (OSE) D esde un punto de vista estratégico, es esencial abordar las nuevas oportunidades que se abren en el proceso de transición socioecológica hacia una verdadera “economía de la sostenibilidad integral”, donde se aglutinan las nuevas denominaciones de economía verde, economía 28 · Catalunya empresarial · 2015 la innovación tecnológica, en combinación con el cambio de comportamiento socialmente responsable, tienen que ser impulsadas por nuevos esquemas de gobernanza y reformas políticas (nuevas políticas y nuevas formas de hacer política) para hacer viable una economía de la sostenibilidad que minimice los impactos ambientales y opere en niveles seguros dentro de los límites biofísicos de la biosfera. competitivos, socialmente más integradores y con un mayor valor añadido ambiental en el uso de los recursos (y residuos) que promueva la generación de nuevos yacimientos de empleos sostenibles (no solo “verdes”). Una producción con una menor intensidad en materia, energía, carbono y territorio, “ecoeficiente” (haciendo lo suficiente con menos y desacoplando la prosperidad respecto de las presiones ambientales) y con “metabolismo circular” (reciclado total), acompañada por un consumo más racional y formas colaborativas que promueven el “bien común”, conducirían a un modelo de sociedad con unas dinámicas más sostenibles y resilientes que, necesariamente, incluyen mejores oportunidades de trabajo con mayor estabilidad social. Reformas políticas Las transformaciones estructurales de la economía productiva, conjuntamente con “Las claves del proceso de transición residen en definir prioridades del cambio de modelo productivo-consuntivo” La nueva economía en clave de “sostenibilidad integral”, asume que sus dimensiones ambientales, económicas, sociales e institucionales tienen que abordarse simultáneamente y que éstas tienen la capacidad de reforzarse mutuamente en círculos virtuosos. En base a ello, los escenarios de futuro orientados hacia modos sostenibles conllevan la mejora de la eficiencia de los recursos que, a su vez, tienen efectos positivos sobre la eficiencia energética, que, al mismo tiempo, favorece un mix energético Precisamente, ya tuvimos ocasión de plantear algunas consideraciones sobre esta temática en esta misma revista hace unos años, en otro artículo del autor sobre “Economía verde ante la eco crisis global”, (Catalunya Empresarial, Nº 234, Mayo-Junio 2012, pág. 42-45), donde se destacaban las oportunidades de una economía ecológica, que mejora la productividad, genera empleo y que favorece el progreso humano. con predominio de las energías renovables y reduce el uso de combustibles fósiles y, con ello, las emisiones de gases de efecto invernadero que provocan el cambio climático. Es del todo imprescindible y necesario, aprovechar la actual transición hacia la economía de la sostenibilidad en sus diferentes facetas complementarias (economía verde/ hipocarbónica/circular) para abordar la transición con la propia refundación del capitalismo, empezando por la “refundación ecológica” de la economía en clave de sostenibilidad integral. Para mover la economía en la dirección de la sostenibilidad integral y aprovechar el potencial de generar considerables beneficios económicos y sociales, se requerirían medidas políticas comprometidas con la gente y con el planeta, así como inversiones específicas para la gran transición. Conjuntamente con los objetivos am- bientales de reducir los flujos de energía y materiales en la sociedad, es de vital importancia favorecer prioritariamente la productividad de los recursos, tradicionalmente marginada frente a la obsesiva promoción de la productividad del trabajo, y plantear un escenario de futuro sostenible. Es decir, no solamente como una solución a un problema ambiental, sino como una parte integral de las estrategias socioeconómicas de competitividad y de creación de puestos de trabajo, con una visión sistémica. Demanda mundial Es fundamental para aprovechar el tirón de la demanda mundial creciente e impulsar los factores de liderazgo haciendo valer la capacidad tecnológica y la situación de exportador avezado que estén bien respaldadas por una regulación ambiental fuerte (como de hecho se puede LIDERAZGO EN EL SECTOR AMBIENTAL Reciclado, eficiencia energética, agua y renovables Se reconoce ampliamente que las empresas europeas, en general, y las españolas, en particular, ya son líderes mundiales en el sector ambiental, especialmente en reciclado, eficiencia energética, agua y renovables, sería necesario estimular la “ecoinnovación" para convertirla en una de las fuerzas motrices más importante para cambiar la forma ineficiente del uso de los recursos. Para ello, se requieren condiciones financieras favorables e incentivos para la inversión en I+D+i, reduciendo también los obstáculos y barreras que subsisten para desplegar este potencial tecnológicoambiental y hacer frente a los nuevos competidores que están surgiendo. Pero esto, conlleva, a su vez, la urgente prioridad de reajustar los aspectos formativos de las nuevas cualificaciones profesionales en relación con los nuevos mercados de trabajo donde se insertan los empleos ambientales; es decir, favorecer las nuevas competencias de los sistemas educativos y formar la mano de obra especializada de las nuevas profesiones tecno-ambientales. Por ejemplo, los empleos verdes derivados de la rehabilitación eco-energética a gran escala, requieren mejorar el conocimiento sobre los nuevos materiales de aislamiento y de construcción, incorporando nuevos enfoques para el diseño, la ingeniería, y el conocimiento de la legislación. n 2015 · Catalunya empresarial · 29 en profundidad dar en la UE). Una regulación ambiental más estricta, permite conseguir cuotas de competitividad internacional para los países y obtener “ventajas competitivas” para consolidar precisamente la “ventaja competitiva del pionero”, según la tesis de M. Porter; máxime, cuando otras regiones mundiales desean importar productos en la UE y están adoptando gradualmente las normas ambientales europeas. “Cultivar el tirón de la demanda mundial, impulsando factores de liderazgo valorizando la capacidad tecnológica” Con ello se pueden propiciar importantes elementos de cambio para generar nuevas oportunidades de negocio y de creación de empleo con carácter general, pero que favorecen de manera especial a la modernización e internacionalización de las PYMES, que acaparan una buena parte del mercado ambiental y que también juegan un importante papel en el desarrollo de productos limpios. Se trata, no sólo de propiciar los nuevos inventos y diseños ecológicos, sino también de favorecer la difusión de nuevas tecnologías verdes y fomentar las capacidades profesionales de empleo sostenible. La economía de la sostenibilidad pasa necesariamente también por una Reforma Fiscal Ecológica como palanca para mejorar la eficiencia de los recursos y reducir las emisiones. Pero no es un asunto de aumentar simplemente la tributación am- 30 · Catalunya empresarial · 2015 UE de 3 a 4,2 millones, y un 20% durante los años de recesión (2007 – 2011). La Comisión Europea considera que la economía verde será uno de los tres motores principales de la economía en la próxima década, junto con el sector sanitario y el de las tecnologías de la información y la comunicación. Y se estima que de 2014 a 2020 se podrían crear hasta 20 millones de empleos verdes, especialmente en la gestión de los recursos energéticos. La Asociación de Cámaras de Comercio e Industria del Mediterráneo (ASCAME), organizó el pasado 27 de noviembre el II Foro Solar del Mediterráneo, que debatió los nuevos modelos de "energías". biental sobre los hechos contaminantes (impuestos “pigouvianos”, según el principio quien contamina paga”), sino que se trata de mantener la neutralidad fiscal con la sustitución de unos impuestos por otros con un “doble beneficio” para la ecología ypara la economía. Gravar más el uso de los recursos naturales y la contaminación (beneficio ecológico) y utilizar estos mayores ingresos para desgravar más el factor trabajo sobre el que recae mayoritariamente la carga fiscal y, así favorecer la creación de empleo (beneficio económico). En general, los impuestos ambientales podrían alentar la creación de empleo, pero hasta ahora son sub-utilizados en la UE (alrededor del 2,5% del PIB), y en mucha menos medida en el caso de España, aunque las últimas iniciativas en este sentido han tenido un carácter marcadamente más recaudatorio que ambiental. Además, puede haber otros beneficios adicionales, dado que países con mayores impuestos ambien- tales también parecen ofrecer un marco de mayor potencial para las eco-innovaciones, el aumento de la productividad y la mejora de la competitividad internacional. Yacimientos de empleos Uno de los cimientos del cambio puede definirse sobre las bases de la “ecologización” del aparato productivo, la reconversión industrial y agraria, el uso de las tecnologías ambientales y de información y comunicación, y la profundización en la llamada “sociedad del conocimiento, con todo lo cual se generan potencialidades para nuevos yacimientos de empleo de calidad, estable y duradero. Precisamente por eso, hay que subrayar que el alcance de la economía ecológica/ verde, en sentido genérico, es mucho más amplio que el de la denominada industria ecológica o “ecoindustria”, y las correspondientes actividades de los sectores ambientales tradicionales, como la “agricultura ecológica” y la gestión de los recursos naturales.Hay que advertir, asimismo, que no basta con un simple “reverdecimiento” de la economía a partir de algunos cambios superficiales, sino que, hay que afrontar un cambio profundo del modelo productivo con un sentido de mayor “sostenibilidad estructural”. No obstante, los sectores económicos vinculados con actividades ambientales están progresando continuamente con importantes beneficios socioambientales. El volumen del mercado mundial de la tecnología ambiental y de la eficiencia de los recursos fue de 2,5 billones de euros en 2013. Y se prevé que el volumen de este mercado seguirá creciendo, según el Informe de Roland Berger (2014). En 2025, los seis mercados líderes enume- rados en el estudio (energías renovables, eficiencia energética, ecodiseño, movilidad sostenible, residuos y agua) probablemente tendrán un valor de 5,4 billones de euros, en total, con un promedio de 6,5 por ciento de crecimiento anual en el período de 2013 hasta el 2025. “Los cimientos del cambio pivotan sobre las bases de la “ecologización” del aparato productivo y reconversión” La cuota de mercado europea representa aproximadamente un tercio del mercado mundial. Algunos países europeos, como es el caso de Alemania, se sitúan en la vanguardia de este mercado mundial con una importante repercusión en la economía nacional, donde este sector representa casi el 11 % del de PIB alemán y se espera que suponga más del 20% en 2025, La “ecoindustria” europea, conformada por el conjunto de las industrias ecológicas dedicadas al suministro de bienes y servicios ambientales, se ha convertido en un sector económico de primer orden que se sitúa por encima de los sectores siderúrgico, farmacéutico o automovilístico. Actualmente, la ecoindustria europea genera una facturación anual que puede estimarse superior a los 400.000 millones de euros, lo que aproximadamente suponía el 2,5% PIB de la UE, con un crecimiento en los últimos años en torno al 8% anual. Los “empleos verdes” están entre los de más rápido crecimiento de la economía europea. Han crecido incluso durante la crisis. Entre 2002 y 2011 han pasado en la Energías renovables En el caso de España, a pesar de las dificultades del ciclo recesivo, también contamos con grandes potencialidades en el campo de las energías renovables (solar y eólica), con empresas de vanguardia a nivel internacional, así como en otros campos tecnológicos como en el de tratamiento de aguas, desalación, construcción y residuos. No podemos olvidarnos tampoco del mercado de productos sostenibles. Experimentaron en el año 2013 un crecimiento nueve veces superior al de las marcas que no lo son. Las marcas sostenibles crecieron ese año un 7 % en España. Las nuevas tendencias en el contexto de la economía de la sostenibilidad ofrecen grandes oportunidades económicas sociales y ambientales. La construcción sostenible en la UE, podría aportar 15 millones de empleos, dando salida al sector muy afectado por la crisis. La “economía verde” en el marco financiero plurianual 2014–2020 de la Unión, prevé la inversión de cerca de un billón de euros en crecimiento sostenible, empleo y competitividad, en consonancia con la estrategia “Europa 2020”. Por otro lado, la “Bioeconomía”, ofrece la creación de dos millones de puestos de trabajo y oportunidades de negocio por un volumen anual de 22 000 millones de euros, según estimaciones de la CE. El planteamiento europeo de la “economía circular”, que implica una mayor eficiencia en el aprovechamiento de los recursos, ahorro de costes para la industria europea y nuevos mercados, presenta un enorme potencial de crecimiento y creación de empleo (en la actualidad, el 60 % del total de residuos no se recicla, composta o reutiliza), En esta línea, adicionalmente, la Hoja de Ruta hacia una “economía hipocarbónica” competitiva en 2050 de la UE, se contempla un aumento sustancial de las inversiones de capital, del orden de 270.000 millones de euros al año en los próximos cuarenta años. En este ámbito, las energías renovables, podrían aportar en ESPAÑA, PIONERA EN EMPLEO VERDE Nuestro país contaba en la primera década de siglo con 550.000 empleos verdes”. Según el informe Empleo Verde en una Economía Sostenible del lamentablemente desaparecido Observatorio de la Sostenibilidad en España (OSE, 2010), España contaba en la primera década de siglo ya con 550.000 empleos verdes, habiéndose registrado un aumento del 235% sobre el último decenio, lo que significaba un 2,62% de la población ocupada. Pero se debe diferenciar el empleo verde relacionado con actividades ambientales tradicionales con respecto a los nuevos yacimientos de los sectores emergentes que aportarán empleos verdes nuevos, innovadores y adicionales. Así, destacan las nuevas actividades específicas vinculadas con la mitigación o adaptación al cambio climático, la sostenibilidad energética, la movilidad y el transporte sostenibles, sobre todo con el impulso de sector de los vehículos eléctricos. Igualmente, es destacable el campo de las biotecnologías y de las tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC), especialmente aplicadas a las “ciudades inteligentes”, así como la rehabilitación–edificación sostenible con criterios eco-energéticos. n 5 años, de 230.000 a 550.000 empleos. En definitiva, estamos ante la gran oportunidad de encarar la gran transición económica hacia la sostenibilidad integral con una visión a largo plazo para, como se indica desde la UE, “Vivir Bien”, respetando los límites de nuestro Planeta, utilizando la innovación y el conocimiento en favor de la resiliencia de la sociedad. n http://www.sostenibilidadyprogreso. org/ 2015 · Catalunya empresarial · 31