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Subsecretaría del Graduado Ocupemos nuestro lugar Prácticamente todos concuerdan en que la Argentina atraviesa un proceso de recuperación. Luego de emerger de una profunda crisis económica y social, se ha alcanzado un quinquenio de crecimiento económico ininterrumpido a tasas elevadas, o “tasas chinas”, como algunos señalan. Pero una cosa son los hechos y otra las interpretaciones que de ellos podemos hacer: las coincidencias no son tales a la hora de explicar el fenómeno, y es lógico que esto suceda. Autor: Ing. Carlos Castillo. (graduados@rec.utn.edu.ar) Prestando atención, escucharemos distintas y hasta opuestas interpretaciones acerca del crecimiento: explicaciones sobre cómo llegamos a esta situación, definiciones sobre la misma y, lo que es más importante, pronósticos acerca de su evolución. Hay voces que anuncian una rápida desaceleración de la economía, que alertan sobre el riesgo de una caída en el precio de las exportaciones o que presagian el colapso de la infraestructura. No pretendemos hacer aquí un examen exhaustivo de la situación en su conjunto, sino proponer algunas líneas de análisis y exponer nuestra visión sobre el protagonismo que debemos desempeñar en ella como Universidad Tecnológica Nacional. TU&E Nº 26 57 Subsecretaría del Graduado Tomando como referencia los valores del presente año, vemos que los índices muestran una importante recuperación del empleo: con la creación de 953.000 puestos de trabajo durante el último año y una porción record de población ocupada, la tasa de desempleo en los aglomerados urbanos se redujo a un 9,8% durante el primer trimestre del 2007, su menor nivel en 14 años[1]. Pasando al terreno de lo proyectado para el 2007, según datos relevados por una consultora privada [2] el 38% de los empleadores de la Argen-tina previó para el segundo trimestre un aumento en la contratación de personal en las seis regiones encuesta- das. Los del Noroeste Argentino (NOA) fueron los más optimistas, con una expectativa neta de empleo de +38%; para el Área Metropolitana de Buenos Aires, al igual que para la región Patagónica, se pronosticó una suba de +36%; la región Pampeana manifestó una intención de contratación de +34% y la de Cuyo +27%; lo que da como resultado un Promedio Nacio-nal de +35%. Comparando sectores económicos, la expectativa neta de empleo más fuerte fue expresada por las áreas de Finanzas, Seguros y Bienes Raíces con +45%, seguidas por Minería y Construcción con +42%, Agricultura y Pesca con +36%, Manufacturas con +35%, Comercio Mayorista y Minorista con +34%, y Servicios Públicos con +32%; lo que arroja un Promedio Nacional por Sectores de Actividad de +35%. Hasta aquí vemos signos inequívocos de un proceso que redunda en un beneficio para la población. El año 2006, del cual existen estadísticas completas, mostró un crecimiento cercano al 8,5%, con un aumento acumulado de 39,4% en el PBI con respecto al peor momento de la crisis. Calculando un piso de crecimiento base de 7% para este año, es muy factible que la tasa de desempleo se mantenga en un dígito. ¿Entonces, todo está bien? ¿Y si todo está bien, por qué Estimador mensual industrial. Desestacionalizado. “La producción industrial acumula un 66% de crecimiento desde el primer trimestre de 2002, equivalente a una tasa anual de aproximadamente 11%”. Fuente: Ministerio de Economía, “Argentina. Indicadores económicos. Mayo 2007” 58 TU&E Nº 26 Evolución del Empleo entre el 3° Trimestre de 2005 y el 3° Trimestre de 2006. Total Población Urbana continúa habiendo pobres? ¿Por qué la distribución de la riqueza no alcanza a todos? Sin lugar a dudas, estos son los interrogantes de nuestro presente. El rol de la Extensión Universitaria hoy: oportunidades y desafíos Para la mirada que se concentra en el desenvolvimiento de la economía, uno de los principales escollos que hay que superar es la dificultad derivada de la demanda insatisfecha de mano de obra. La insuficiente cantidad de profesionales ya es un problema crítico en diversos nichos productivos —tales como el informático— y la necesidad de darle una adecuada solución tiene una importancia doble: se deben subsanar los inconvenientes actuales y anticiparse a una demanda futura que tenderá a incrementarse. En la medida en que la economía siga creciendo, la demanda de profesionales también lo hará[3]. Observando el mismo fenómeno desde el punto de vista del empleo, la recuperación de la economía genera un momento propicio para la inserción ocupacional de los profesionales tecnológicos, lo cual puede interpretarse como una suerte de reivindicación para quienes sufrieron tantos “Entre el 4° trimestre de 2005 y el 4° de 2006 se incorporaron 477.000 personas al mercado laboral (público y privado), destacándose el mayor empleo “pleno” (ya que hubo menos planes de empleo) y el de carácter formal”. Fuente: Ministerio de Economía, “Argentina. Indicadores económicos. Mayo 2007” avatares a causa de las políticas de estado de la década de los noventa. Tomando como punto de partida la actual generación de empleo genuino, resulta pertinente implementar acciones que permitan dar una respuesta sistemática a las diversas necesidades y desafíos que enfrentan los profesionales, integrando a trabajadores y empleadores en condiciones de generar y sostener el empleo. Sin lugar a dudas, hoy las Ingenierías son consideradas áreas de formación prioritarias para el desarrollo del país. Y en particular, nuestros ingenieros están siendo cada vez más demandados por los distintos actores relacionados con el mundo del trabajo. La Universidad tiene aquí una tarea evidente e insoslayable: cumplir con el requerimiento de continuar formando profesionales. Sin embar- go, su papel no debe limitarse al de proveer mano de obra calificada para el mercado de trabajo. Por el contrario, las universidades —en especial, las públicas— tienen la facultad de intervenir, en su rol de institución de la sociedad civil, como actores muy influyentes a la hora de impulsar los procesos de desarrollo desde distintos ángulos. Al hablar de desarrollo estamos pensando en un proceso, en un camino a recorrer para lo cual es necesario dar una serie de pasos, algo diametralmente opuesto a los fenómenos que se pueden generar como producto instantáneo de determinadas decisiones. Alcanzar la meta del desarrollo implica necesariamente tiempo. Tiempo y continuidad en las políticas de estado, y que las voluntades de las instituciones y los individuos que las conforman se orienten en TU&E Nº 26 59 Subsecretaría del Graduado un sentido preciso. Resulta evidente que el crecimiento económico es condición necesaria pero no suficiente para el desarrollo: la distribución del ingreso y las políticas sociales encargadas de enfrentar a la pobreza y el atraso, serán sin duda pilares fundamentales para un progreso de características inclusivas. Contamos con el triste privilegio de haber sido protagonistas de una de las peores crisis que registra la historia moderna, y una lección aprendida: no hay atajos. Ser parte del primer mundo por decreto es, en el mejor de los casos, una fantasía. Lo expresado hasta el momento nos sirve como marco para explicar la manera en la cual concebimos nuestra Secretaría de Extensión Universitaria. Establecemos alianzas estratégicas de cooperación con ministerios y otros organismos del Estado. Contribuimos a apuntalar el desarrollo local a través de nuestras Facultades Regionales y Unidades Académicas, efectuando transferencias tecnológicas que estimulan el desarrollo regional. Trabajamos con el Tercer Sector, colaborando con instituciones que están abocadas a aspectos fundamentales para nuestro futuro, como el desarrollo sustentable y el cuidado de los recursos naturales. Llevamos adelante proyectos de investigación apli- 60 TU&E Nº 26 cada que son el vehículo para fomentar la conexión de nuestra comunidad académica con el mundo productivo, a la vez que expanden las oportunidades educativas para los grupos sociales más vulnerables. Las actividades son muchas y variadas, pero apuntan en una misma dirección: estar presentes y hacer nuestro aporte allí donde podamos ser útiles. Parte de nuestro desafío es, entonces, analizar y decidir qué rol social cumpliremos como integrantes de la Universidad Tecnológica Nacional. Atravesamos un presente que sigue dando muestras de que con participación colectiva y voluntad política, la reconstrucción social y económica es posible. Debe-mos ser nosotros mismos protagonistas activos para propiciar este cambio. Como en nuestros orígenes, esta Universidad nacida Obrera debe apuntalar el desarrollo socio-productivo de la Nación, con equidad social. No debemos aguardar, sino conservar la iniciativa. En eso consiste ocupar nuestro lugar. Referencias 1- Si se adhiere a la discusión que contempla a los beneficiarios de planes Jefas y Jefes de Hogar como desocupados, la tasa sería del 11,1%. 2- Encuesta de Expectativas de Empleo Manpower Argentina, Q2/2007. 3- El problema de la demanda insatisfecha ha sido desarrollado con mayor amplitud en: “De graduado a graduado”, Revista Tecnológica, Universidad & Empresa Nº 25 - 2006. Disponible en: http://www.utn.edu.ar/download.aspx?idFile =3533 (archivo pdf, 184 kB).