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Exposición de Apertura del Congreso Internacional de Educación, celebrado en Puerto Madryn (Chubut – Argentina), con la participación de expositores de Colombia, España, México y Venezuela, celebrado en la última semana de noviembre del año 2011. “Es la hora de empezar a trabajar en serio en materia educativa” Dr. Lino Marcos BUDIÑO Rector de la Universidad Atlántida Argentina La Argentina no es una isla en este dificultoso campo de la Educación. La ineficiencia del los sistemas educativos viene preocupando a todos, y en especial a las grandes potencias, desde hace casi dos décadas. Una de las primeras medidas que tomó Bill Clinton cuando asumió la presidencia de USA, fue el de convocar a expertos para tratar de encontrar soluciones. Como en la mayoría de las naciones, los “expertos” suelen ser personas que conocen bien la ruta, pero que no saben manejar. En Economía Política, otro campo parecido al de la Educación Popular, viene sucediendo lo mismo, y un claro ejemplo son las recetas para la reactivación sugeridas por los organismos internacionales de crédito, que están poniendo de rodillas a Europa, como antes lo hicieron en nuestro país. Una visión sencilla y desprovista de solemnidad, permitió – en el caso de la economía – poner los puntos sobre las íes, mediante el empleo de un criterio en donde el sentido común y el amor al prójimo, dio por tierra con las propuestas y recomendaciones de los conocidos “expertos” que diariamente ocupan los espacios de diarios, radios y televisión. Argentina superó y aplicó, y si esto se logró en el marco de un campo minado por presiones internacionales, intereses bastardos y deficiente formación profesional – al menos de baja calidad en lo que se refiere al interés nacional - menos dificultades tendremos en el ámbito educativo, en donde se aprecian muy pocos disvalores, ya que la comunidad educativa en general padece de enfermedades internas, locales y acotadas. Naturalmente, las tareas de reconstrucción no son sencillas, pero me refiero a que no hay presiones externas, tampoco oposiciones doctrinales internas, y sí, una buena – aunque complicada – necesidad de opinar con disímiles argumentos. En esta breve exposición, necesito hacer referencia, a los temas más complicados, más prejuiciosos y más reiterados. Carteras Ministeriales Una lógica administrativa familiar o doméstica nos indica que las carteras ministeriales se agrupan por funciones y categorías. De esta forma, todo lo atinente a la cuestión militar pasa por el Ministerio de Defensa, lo vinculado al campo y a la pesca por el Ministerio de Agricultura y la gestión sanitaria por el Ministerio de Salud. Sin embargo, el Ministerio de Educación reduce su actividad a los niveles clásicos de la enseñanza. Los niños y jóvenes judicializados, los que están en situación crítica, aquellos en condiciones de vulnerabilidad, los que sufren en los “reformatorios” y los presos que necesitan ser reeducados, cuando existen estructuras, están repartidos en diferentes organismos del gobierno. Nuestra idea es que el Ministerio de Educación, incorpore a su estructura los servicios correccionales y penitenciarios, y todas aquellas entidades englobadas en el término: Minoridad. La educación, de ninguna manera se reduce a la enseñanza de números y letras, luego a conceptos y destrezas, y por último a profesiones vinculadas con el Trabajo. Presupuesto Educar significa obtener del ser humano lo mejor de sí mismo, desde que hace el ingreso en este mundo hasta que lo abandona. Es bien sabido que el Estado, vale decir: los tres poderes constitucionales, no establecen una clara relación entre el costo y el beneficio, y esto se aprecia claramente en el Presupuesto Nacional. Dentro del Poder Administrador, la cartera educativa gasta mucho y mal, y por las circunstancias de inestabilidad política y de heterogeneidad ideológica que hemos soportado los argentinos, sus titulares diseñan políticas impulsadas por lo que se “puede hacer” y no por lo que se “debe hacer”. La palabra educación se utiliza con demasiada frecuencia en los discursos de campaña, en las promesas al electorado y en los anuncios publicitarios, pero ha llegado la hora de trabajar en serio en esta materia. Educación Organizada Hay países que disponen de varios Ministerios: unos de educación pública y otro de privada; uno de educación básica y otro de educación superior. Al respecto, sería muy útil que en nuestro país la cartera educativa incorporara todas las variantes desde una sola visión global, y que luego fuera desagregando por especialidades los campos complementarios, ya sea en línea de mandos o por acuerdos interinstitucionales. Por ejemplo: las Fuerzas Armadas – especialmente en estos momentos en donde las hipótesis de conflicto han disminuido y la tecnología de guerra es inalcanzable para la inmensa mayoría de los países pacíficos – carece de sentido seguir educando para matar, antes que prepararse para mejorar la vida humana. Si el Ministerio de Educación y el Ministerio de Defensa, lograran algún acuerdo operativo, se podría cambiar drásticamente el perfil de los cuadros uniformados, sin vulnerar su sistema de conducción militar, la estructura logística, el reclutamiento y los alcances geográficos de aire, mar y tierra, educando para la Defensa Civil, mediante la formación de funcionarios encargados de los servicios sociales, concretamente con niños y jóvenes en condiciones de vulnerabilidad, pero solo para empezar. Los nuevos directores de la Educación Especial, serían los Generales, Almirantes o Brigadieres que ganarían en los campos de batalla, hoy dominados por la droga, el desamparo, la ignorancia y la insensibilidad humana. Los cuarteles dejarían de almacenar armas, para levantar pupitres, los regimientos de comunicaciones, dispondrían de la tecnología educativa de alto rango y enorme efecto de cambio, y la mayor función – además de la asistencial, formativa y solidaria – sería la de “luchar” en contra del enemigo común que es el permanente y suicida ataque al Medio Ambiente, cosa que se logra a partir de nuevos paradigmas educativos. Por razones de tiempo, no incorporamos a esta reflexión a los medios masivos de comunicación social que – en algunas ocasiones – se comportan como una contracultura educativa, que hace pedazos lo que se enseña en los hogares prolijos y en las escuelas y lo que se intenta lograr en las instituciones – como la Fundación Ceferino Namuncurá - de recuperación de jóvenes y niños. La carencia de una educación organizada que atienda al rubro de estas Jornadas acusa un atraso de seis décadas, concretamente desde el Golpe de Estado de 1955, en donde se anularon los derechos de la Ancianidad y el privilegio de ser Niños. Poco sirvieron dos o tres administraciones posteriores. El vaciamiento económico y las ideologías apátridas, siempre impusieron el modelo nacional en donde la pobreza, la vulnerabilidad y la falta de respeto por los necesitados, eran la Columna Vertebral de lo que es su momento se llamó Dependencia. La economía antisocial No hay cálculos precisos, pero el gasto de una persona encarcelada equivale a la inversión de 38 niños que cursan la escuela primaria. Es decir: un preso es igual a casi cuarenta niños. ¡Todo un desatino! Desde el punto de vista exclusivamente monetario, conviene educar antes que encerrar gente y financiar – indirectamente – la capacitación delictiva en las cárceles. Es muy cierto que el desempleo favorece el ingreso al mundo del delito, del que – luego – es muy difícil salir. Pero es una reducción inapropiada relacionar una cosa con otra. Nuestros antepasados inmigrantes que llegaban de Europa con dificultades culturales e impericia laboral, lejos de caer en el delito, edificaron esta Nación, fundidos en una cultura del trabajo. Hoy día, trabajos y esfuerzos no son estimulantes para un sector de la población, resentido por lo efectos de las políticas neoliberales que – sin solución de continuidad – se vienen aplicando desde hace más de medio siglo. Naturalmente, ese largo período de humillación colectiva que se frenó en el 2003, estuvo acompañado por la falta de políticas de protección, asistencia y promoción de la minoridad, por las drásticas reducciones del empleo y la flexibilización de los derechos de los trabajadores, que derivó en la situación que hoy apreciamos como grave. Reconstrucción de valores La Argentina necesita, desde sus bases, reconstruir valores y costumbres y la Educación es el camino prioritario. No debemos seguir asociando el término educación con guardapolvos blancos, pupitres y maestras. Si no hablamos de EDUCACIÓN con las palabras correctas, nos estamos refiriendo a una simple oferta de lecciones. Para terminar con esta exposición y poder ingresar al mundo de lo práctico, concreto y posible, es necesario hacer saber que – con la Fundación Namuncurá - estamos trabajando en una carrera universitaria, que se iniciará con una Diplomatura hasta llegar a la Licenciatura, sobre la base de un programa elaborado aquí mismo, basado en las experiencias de estos años de trabajo y con una visión prospectiva. No es nuestra intención, ni de la Universidad Atlántida Argentina ni de la Fundación Ceferino Namuncurá, aislarnos académicamente y competir con otras instituciones, porque eso corresponde a los parámetros de una sociedad declinante que debemos abandonar rápidamente. Nos encontramos, ahora mismo, en las aulas de esta querida Universidad Nacional de la Patagonia, que es producto de una fusión entre la decisión gubernamental de un Gobierno Federal y la de los pioneros salesianos y laicos que la fundaron a fines de la década del Cincuenta. Tengo el altísimo honor de manifestarles que el nombre de San Juan Bosco, fue el producto de un acuerdo con el ex presidente Juan Domingo Perón, que cumplimos y protocolizamos el entonces Rector Ingeniero Silvio Grattoni y yo como Rector de la Universidad Católica. A pesar del Golpe de Estado, ese convenio se mantuvo, y hoy podemos decir que el pueblo del Chubut y de la Patagonia toda, tiene a esta institución como una prolongación de su propio hogar. La Fundación Ceferino Namuncurá, que ha tomado un nombre, también salesiano, le ha añadido el “espíritu de la tierra” al denominarla con un homenaje a los Pueblos Originarios. Nada es casualidad. “Dios escribe derecho con líneas torcidas”, y quizás desde lo Alto nos ilumine para empezar a trabajar el serio en materia educativa. Muchas Gracias, Dr. Lino Marcos BUDIÑO, Rector Universidad Atlántida Argentina