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EL DESEMPLEO Y LA INFORMALIDAD LABORAL EN COLOMBIA Y EN CARTAGENA: UN RESULTADO LETAL DEL LIBRE COMERCIO. LEONARDO JIMÉNEZ MOLINELLO. INVESTIGADOR DE CEDETRABAJO CARTAGENA. Uno de los principales flagelos que afectan a los colombianos, y por supuesto a los cartageneros, es el desempleo y la informalidad laboral. Según la tecnocracia neoliberal, estos fenómenos son el producto de una economía que aún se encuentra en los umbrales del desarrollo. Ello se confirma al constatar los datos más recientes sobre la situación laboral del país, cuyo hecho más significativo es la poca generación de empleos al disminuirse la población ocupada de 21.022 millones de personas a 20.988 entre junio de 2012-2013. Estas realidades –agregan-, obedecen a una situación temporal, mientras las políticas económicas vigentes impacten en la dinámica productiva, y esta a su vez, genere los empleos de altísima calidad. Del total de ocupados, más de 7.440 millones de personas son subempleados subjetivos, es decir, personas cuya ocupación no está acorde a su nivel de formación profesional, o cuyos ingresos son insuficientes, y que a su vez, están tratando de conseguir un mejor puesto de trabajo. Culpan del atraso en el cumplimiento de estos objetivos a las rigideces de las estructuras del mercado laboral, y, en ese sentido, identifican al salario mínimo como una de estas trabas, cuya remoción se hace necesaria para la consecución del objetivo de la “formalización” y la “creación de trabajo” en el país y en la ciudad. Sin embargo, un estudio de la Firma Ernest and Young, indica que el costo laboral en Colombia es uno de los más competitivos gracias al modelo económico actual, que ha consolidado al país como unos de los paraísos de los salarios más bajos en América latina. Aseverar sin la más mínima vergüenza que la existencia del salario mínimo es uno de los causantes de la caótica situación del panorama laboral en Colombia, no resiste análisis. Como si esto no fuera suficiente, existen más de 2.623 millones de colombianos que a pesar de estar en esta circunstancia de inconformidad laboral, no realizan, por distintas razones, alguna gestión para conseguir una opción de trabajo más adecuada. Esto obedece a que la rama de la actividad económica que concentró la mayor ocupación de los colombianos fue el comercio, restaurantes y hoteles, con un 27 %, y la posición ocupacional que registró la mayor participación con un 42 % fue el trabajador por cuenta propia; esto es, en definitiva, empleos de muy baja calidad y sin ninguna clase de estabilidad laboral, en donde brilla por su ausencia como regla general, el salario mínimo. Asimismo, se presentó en el país un aumento significativo en más de 766 mil personas en la categoría de inactivos, al pasar de 12.394 millones de personas en el 2012, a más de 13.161 millones en 2013. Estos inactivos, como eufemísticamente los denomina el DANE, son aquellos colombianos que, estando en capacidad de trabajar, y a pesar de haber buscado de manera permanente opciones de trabajo, no logran conseguirlo; y que desisten continuar en la búsqueda, después de 5 o más años, ante la realidad de que el aparato productivo no logra vincularlos productivamente. Igualmente, la cantidad de personas que estuvieron en búsqueda de un empleo -que se mide atraves de la tasa general de participación, fue inferior en un 1.6 % con relación al año anterior, con una reducción en la tasa de ocupación del 2 %, al caer del 58.8 % en junio de 2012, a 57.8 % en junio de 2013, y con un desempleo estructural que afecta a más de 2.136 millones de personas en el país. (GEIH-DANE, 2013) (Grafico 1). más que se le continúe inyectando la misma dosis letal llamada libre comercio. De otra parte, al examinar la situación laboral de Cartagena, encontramos que, según una investigación reciente desarrollada por el Observatorio del Mercado Laboral en Cartagena y Bolívar, 2013, se indicó que de un total 435.340 mil personas, que representan la población económicamente activa, sólo 395. 482 mil están en algún tipo de ocupación. De estos, 296.375 personas son inactivas, y la tasa desempleo en la ciudad se registró en 11.2 %, superando en ese sentido a la media nacional (Grafico 2). Cartagena de Indias. Población económicamente Activa e Inactiva. Ocupados y Desocupados por Sexo. Fuente: Observatorio del Mercado Laboral en Cartagena, 2013. Fuente: DANE –GEIH, 2013. De este panorama, podemos señalar que no es cierto el planteamiento, según el cual, lo que está ocurriendo en el país, en el ámbito laboral, es producto de una economía que se encuentra en proceso de despegue. Por el contrario, estos resultados en los principales indicadores laborales, son la manifestación de un aparato productivo en franca colisión y que no resiste Con el condimento perverso que de este universo de personas que están desarrollado alguna “ocupación” en la ciudad, el 60 % -esto es 222.256 mil personas –son trabajadores de carácter informal -, cuya composición factorial del trabajo se refleja en las precarias condiciones remunerativas, la ausencia en el acceso a la seguridad social, y sus niveles de productividad son exageradamente bajos, lo cual les impide generar ahorro y acumulación. Con la características de que en Cartagena el 14 % de estos informales tiene estudios de educación superior o universitaria, el 31.60 % tiene educación media y el 24.87 % tiene Básica secundaria (OML, 2013). Nivel educativo de los Trabajadores informales en Cartagena. . Fuente: OML, 2013 En conclusión, la situación de desempleo y de informalidad laboral en el país y en Cartagena no son más que el resultado letal de las políticas del libre comercio.