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Es el momento de aprovechar
la coyuntura favorable
Economía al día:
Dólar a la baja,
¿enfermedad
holandesa a la
vista?
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Uno de los temas que más preocupa en la actualidad,
sobretodo al sector exportador, es la marcada tendencia a la baja del dólar nominal, fruto de la abundancia
de divisas como consecuencia del enorme superávit
comercial que la economía viene experimentando,
gracias al alza de los precios de los minerales, nuestros
principales productos de exportación, entre otros. La
caída del precio del dólar (medido en moneda nacional) afecta directamente la rentabilidad del sector.
Uno de los temas que
más preocupa en la
actualidad, sobretodo al
sector exportador, es la
marcada tendencia a la
baja del dólar nominal.
Pero más preocupante
aún es la posibilidad
de que aparezca lo que
en economía se conoce
como enfermedad
holandesa.
Si bien el tipo de cambio real no necesariamente presenta un retroceso en su cotización, no es fácil de explicarles a los exportadores que sus ingresos medidos
en términos reales no se ven afectados cuando el diferencial de inflaciones interna vs externa les favorece.
Pero más preocupante aún que la baja en la rentabilidad del sector exportador es la posibilidad de que
aparezca lo que en economía se conoce como “enfermedad holandesa”*. ¿De qué se trata este fenómeno?
Grafiquemos el escenario donde un país repentinamente se ve beneficiado con el descubrimiento de un
abundante recurso natural (no renovable), lo que origina que se trastoque el funcionamiento económico
del mismo. Asumamos que en ese país existen varios
sectores: exportador (de recursos primarios principalmente), industrial (que fabrica productos no sólo para
el mercado interno sino también para el de exportación), el sector construcción y el sector gobierno.
Gracias al descubrimiento en cuestión, los agentes
económicos vinculados al sector exportador y en especial a la actividad del recurso natural se ven favorecidos ya que sus ingresos se incrementan significativamente; de esta forma, dirigen su consumo, entre otros,
hacia el sector construcción, incrementando la demanda de viviendas, con lo que los precios de las mismas
se ven incrementadas. También dirigen su consumo a
PAD • REVISTA DE EGRESADOS • OPINIÓN
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productos importados. El gobierno
también ve incrementadas sus arcas,
gracias a los impuestos que se les
cobra a los exportadores con lo que
tiene recursos para gastarlos en diversos rubros, sus cuentas presentan
superávit luego de mucho tiempo.
El boom exportador trae como consecuencia abundancia de divisas en
la economía, con lo que el precio de
las mismas se desploma. Esto afecta al sector industrial ya que pierde
competitividad ante productos importados que tienen costos baratos
(dólar bajo), y se le hace menos rentable dedicarse a fabricar productos
para exportación, por lo que deja de
producirlos. Asimismo, la mano de
obra calificada ha sido absorbida por
los sectores en auge, por lo que el
sector industrial pierde de esta forma
aún mas competitividad.
Esta situación de abundancia de divisas, con sectores en auge tales como
el exportador primario, el gobierno y
la construcción genera un crecimiento espectacular en la actividad económica, el mismo que perdura mientras el recurso no se deprede.
Pero como todo recurso no renovable tiene que acabarse, llega el día
en que el boom desaparece, y la actividad económica debe acomodarse a la nueva realidad: los precios de
las viviendas caen, el gobierno debe
despedir gente para equilibrar sus recursos y en el camino el sector industrial prácticamente ha desaparecido.
De esta forma, el país en cuestión
experimentó el virus holandés, lo
que se tradujo en gran crecimiento a corto plazo desapareciendo su
sector industrial, lo que trae como
consecuencia que la generación de
empleo y el crecimiento a largo plazo se reduzcan significativamente.
Cabe preguntarse que tan lejos
está la economía peruana de verse
afectada por este fenómeno, todo
apunta a que el valor del dólar nominal siga cayendo, y que el auge
exportador se mantenga por un
tiempo más; sin embargo, ¿qué sucederá al día siguiente de que, por
ejemplo, los precios de los minerales
se desplomen?
El antídoto contra la enfermedad
holandesa radica en, por el lado externo, diversificar las exportaciones,
esto es, no depender de los productos naturales en cuestión para generar las divisas necesarias; asimismo,
el superávit fiscal que se presenta
no debe dirigirse a gasto corriente
(incremento de planillas, por ejemplo), sino más bien a mejoras de
infraestructura y a buscar la eficien-
cia en el sector público. Por el lado
industrial, la orientación del sector
hacia productos de exportación con
mayor valor agregado debe marcar
la pauta en su accionar. En el sector
construcción, la “burbuja” especulativa de precios de los inmuebles no
debe estar acompañada de deudas
en moneda extranjera que los agentes económicos asumen con el afán
de comprarlos.
Todo esto debe ir de la mano con
la búsqueda de nuevos mercados
para nuestros productos, donde el
rol activo del Estado promotor debe
estar a la orden del día (acuerdos
comerciales con otros países). Si no
tenemos claro lo que se tiene que
hacer en la coyuntura favorable,
el ajuste consecuente que tarde o
temprano tendrá que venir, podrá
alcanzar dimensiones impensadas y
la enfermedad podría convertirse en
epidemia.
Mirko Urljevic
Economista
Profesor del PAD-Escuela de Dirección
* Fenómeno conocido como “dutch
desease” que se dio en la economía
de Holanda como consecuencia del
descubrimiento de reservas de gas en
el mar del norte durante la década de
los 70s.
Enero - Abril 2007