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VI ENCUENTRO INTERNACIONAL DE ECONOMÍA POLÍTICA Y DERECHOS HUMANOS Eje 6. El Estudio de la Economía y el Derecho Alfabetización económica de estudiantes de escuelas medias en contextos de pobreza1 Prof. Romagnoli, Vanesa Cecilia2 Resumen: Este escrito busca compartir los primeros lineamientos de un proyecto de investigación denominado “Alfabetización económica y escuela media: Un análisis en torno a las representaciones sociales sobre el concepto de pobreza”. El objetivo es presentar el concepto de alfabetización económica y vincular esta temática con las situaciones de precariedad vividas por nuestros alumnos para posibilitar la superación de las mismas. Por esto, trabajaremos en primer lugar con el concepto de alfabetización económica y la importancia de la misma en las sociedades modernas. A continuación, se tratarán distintas nociones de pobreza y la importancia de las representaciones sociales en torno a la misma. Y, para finalizar, se presentaran los primeros avances del trabajo realizado en base a la temática. Palabras claves: Alfabetización económica. Educación. Pobreza. Representaciones sociales. Propuesta pedagógica. 1 Primera versión de este trabajo presentado en las V Jornadas de Economía Crítica: La crisis global como crisis del pensamiento económico. 23, 24 y 24 de Agosto de 2012 en FCE de la Universidad de Buenos Aires. Se autoriza su publicación. 2 Romagnoli, Vanesa Cecilia: Maestranda en Ciencias Sociales con orientación en Educación FLACSO. Prof. Universitaria en Economía. Becaria de la Univ. Nac. de Gral. Sarmiento. Instituto de Desarrollo Humano. Güemes 3590, San Miguel. Te: 15-6615-8899 Mail: vanesa_romagnoli@yahoo.com.ar Introducción En la década del ’90 se produjo en nuestro país la mayor transferencia de riquezas hacia los sectores económicos concentrados, aumentando la desigualdad y la pobreza, entre otros problemas sociales como el aumento de la precarización laboral y la exclusión o marginalización de una parte importante de la población. En este contexto, uno de los grupos más vulnerables es el de los jóvenes. De acuerdo con datos del INDEC, los jóvenes entre 15 y 19 años representaban el 8.79% de la población del país en el año 2001. Estas estadísticas también se reflejan en la provincia de Buenos Aires con el 8.46% de la población y en el Conurbano bonaerense con el 8.57% de los habitantes. (Feijoó, 2005) 3 Lo alarmante es que: “…se verifica la concentración de los jóvenes en los grupos de menores ingresos, sumergidos en el ambiente de la pobreza y de la indigencia.” (Feijoó, 2005: 4) Esto queda claramente expresado en los datos arrojados por la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) de 2003 en la que el 32.4% de los jóvenes de entre 15 y 17 años de la Ciudad de Bs. As. es pobre y los indigentes representan el 12.9%. Esta situación es más grave aún en el Conurbano bonaerense en el que estas cifras ascienden al 76.3% cuando hablamos de jóvenes pobres y al 44.9% de jóvenes indigentes. (Feijoó, 2005) Acordamos con Feijoó “…el problema con los adolescentes y jóvenes bonaerenses no es un problema con ellos, sino con una estructura social que, tanto desde el punto de vista de la distribución espacial como desde el de la distribución del ingreso, es la que configura el problema. Dicho de otra manera, el problema no son los jóvenes pobres, sino la pobreza misma.” (Feijoó, 2005: 4) Como docentes nuestra profesión nos acerca a la cotidianidad de trabajar con público en su mayoría joven. Esta realidad social nos interpela cada día en el aula y es de suma importancia que comprendamos el peso de la escuela en el futuro de estos alumnos. La escuela se convierte en un factor elemental en estos casos ya que 3 En base a datos del INDEC, 2001. “… las regiones de menor riqueza relativa presentan un mayor peso de las variables asociadas a la escuela, mientras que en las de mayor riqueza ocurre lo contrario. Así, esto sugiere que el trabajo realizado dentro del aula impacta con mayor fuerza sobre los resultados de los alumnos que residen en las regiones más pobres. Por lo tanto, parecería que la escuela, como vehículo de promoción social, forma una parte importante de las políticas de igualación de oportunidades en las regiones pobres.” (Gertel y otros, 2006: 11)4 Los alumnos a los que hace referencia la siguiente ponencia son adolescentes de entre 15 y 19 años que cursan en escuelas medias del conurbano bonaerense. Como ya lo mencionamos anteriormente, es aquí donde se concentra un gran porcentaje de jóvenes pobres e indigentes por lo que consideramos de suma relevancia hacer hincapié en las temáticas que afectan a estos sectores y buscar herramientas educativas que habiliten oportunidades para estos jóvenes. Para esto presentaremos en primer lugar, el concepto de alfabetización económica. Más adelante, se presentará el concepto de pobreza y la importancia de las representaciones sociales en torno al mismo. Y para finalizar se realizarán algunas reflexiones preliminares sobre nuestra disciplina y las tácticas pedagógicas más aconsejables para trabajar estos temas en el aula desde una perspectiva crítica, problematizadora e inclusiva junto a los primeros avances del trabajo de campo realizado en base a encuestas sobre la temática. ¿De qué hablamos cuándo decimos “alfabetización económica”? La escuela y la alfabetización estuvieron desde un principio ligadas. En un primer momento, la alfabetización en la Antigua Grecia tenía que ver con el dominio de la lectoescritura y era la puerta a la ciudadanía. Más tarde, se sumó la formación moral cuando la Iglesia necesitó durante el siglo XVI alfabetizar para formar cristianos. Con el 4 El estudio citado intentó determinar la relación entre el rendimiento en las pruebas estandarizadas en Lengua y un conjunto de variables representativas de las características del alumno y su entorno familiar, del aula, del docente y de la escuela. tiempo la escuela también alfabetizó para el trabajo y para la formación de ciudadanos con sentimientos nacionalistas a pedido de los Estados Nación. Hoy en día estas alfabetizaciones ya no resultan suficientes y la escuela se encuentra ante alfabetizaciones emergentes y múltiples. Podemos encontrarnos con una alfabetización tecnológica, una alfabetización mediática y una alfabetización económica entre muchas otras. (Dussel y Southwell, 2008) Si bien el uso indistinto del término “alfabetización” es a veces criticado por no acotarse a la lectura y escritura, adherimos a Buckingham (2007) al pensar que “Introducirlo implica darle legitimidad a estos saberes e incorporarlos a un curriculum básico que deben aprender todos los ciudadanos”. Estos nuevos modos de leer y escribir corresponden a construcciones sociales; cada contexto social, histórico y cultural construye nuevas formas de alfabetización correlativas a sus necesidades. Como mencionamos anteriormente, estas alfabetizaciones ya no se encuentran acotadas al lenguaje oral o escrito sino que tienen que ver con aprehender otros lenguajes: “Es más lo que se gana que lo que se pierde en esta adopción de la metáfora de "alfabetizaciones" para hablar de los saberes básicos que hoy debe transmitir la escuela primaria. Hablar de alfabetización permite referirse a la necesidad de aprender lenguajes, y estos lenguajes no son solamente, ni deben serlo, los del lenguaje oral u escrito. Buckingham señala que la alfabetización hace referencia a la posibilidad de acceder a un código o lenguaje y también de comprenderlo y usarlo creativamente. Creemos que en torno a esas tres acciones (acceso, comprensión y creatividad) podrían estructurarse contenidos interesantes y relevantes que aporten a la formación intelectual, ética y estética de los estudiantes…” (Dussel y Southwell, 2008) Diversas investigaciones muestran niveles alarmantes de fracaso escolar e iletrismo a pesar de que cada vez se extiende más la escolaridad obligatoria. Vemos que la alfabetización escolar ya no alcanza para la vida cotidiana y la escuela cada vez se aleja más de la necesidad de preparar ciudadanos para el mundo contemporáneo. “Si la escuela no alfabetiza para la vida y el trabajo… ¿Para qué y para quién alfabetiza?” (Ferreiro, 2001) Desde nuestra disciplina cabe preguntarnos si la escuela está alfabetizando en economía. La alfabetización económica hace referencia a la posibilidad de acceder al lenguaje económico, a la posibilidad de comprenderlo y utilizarlo. En nuestro país no se han realizado estudios significativos sobre la necesidad e importancia de esta alfabetización para la formación de ciudadanos que sean capaces de participar activamente en las discusiones y decisiones vinculadas con las actividades económicas, tanto a nivel individual y familiar como a nivel colectivo. Según Denegri Coria y otros (2006): “En un escenario social y cultural altamente complejo, la comprensión de la economía se ha convertido en una necesidad básica de adaptación social y ejercicio de la ciudadanía. (…) Tal escenario ha complejizado las competencias que requieren los individuos y colectivos para participar de los procesos de desarrollo. Un aspecto crítico de estas competencias está vinculado con el desarrollo de destrezas y actitudes que permiten regular la conducta personal y colectiva hacia un uso racional de recursos económicos escasos en un medio ambiente en constante deterioro y, por ello, a la preparación real que poseen los ciudadanos para enfrentarse a un mercado creciente que presiona hacia el consumo”. Desde nuestro punto de vista, analizar las características de la alfabetización económica permitirá innovar sobre las temáticas curriculares en el nivel medio, logrando enfatizar en los contenidos que los alumnos necesitan para desarrollarse económicamente a futuro. De este modo, la enseñanza de la economía en la escuela se traduce en alfabetización económica y proporciona instrumentos para entender nuestro entorno social y el mundo económico en particular, desarrollando las competencias necesarias para tomar decisiones personales y sociales sobre la diversidad de problemas económicos que se encuentran en la vida cotidiana. (Denegri Coria y otros, 2006) La mayor parte de los estudios sobre alfabetización económica pertenecen a académicos chilenos que se encuentran desarrollando diferentes propuestas en educación económica. En particular, los trabajos de Marianela Denegri Coria y sus colegas forman parte de las investigaciones desarrolladas desde 1997 a la actualidad.5 Como muestran estos estudios, el desarrollo cognitivo de conceptos económicos está estrechamente vinculado con los procesos de socialización tanto en niños/as como en adolescentes. En este sentido, la socialización puede definirse como un proceso por medio del cual los individuos aprenden a interactuar con la sociedad a través de la incorporación de los conocimientos y destrezas que en la sociedad son predominantes. (Denegri Coria, 2010) Sin embargo, a pesar de que la esfera económica es fundamental en la vida cotidiana de los ciudadanos de nuestras sociedades modernas, “es comparativamente muy pequeño el número de estudios que se han preocupado específicamente de la socialización económica en las distintas etapas de la vida y del cómo son adquiridos los conceptos y estrategias que permiten el conocimiento y uso del dinero.” (Denegri Coria, 2010) Desde esta base, consideramos que trabajar con los niños/as y adolescentes distintas categorías económicas es esencial para comenzar con un plan de alfabetización económica en la escuela media que les permita desarrollar diversas competencias necesarias para su futuro como ciudadanos. Creemos que La identificación de “las formas específicas de pensar, sentir y actuar de los jóvenes representa una condición necesaria para diseñar formas pertinentes y eficaces de intervención”. (Arango Correa, 2008) Desde el campo educativo, consideramos pertinente tener en cuenta como antecedentes las investigaciones realizadas en torno a las representaciones sociales de los agentes educativos: alumnos, docentes, autoridades. 5 Este grupo trabaja las siguientes línea(s) de Investigación: Psicología Económica y del Consumo; Constructivismo y Procesos Pedagógicos en Educación Económica; Construcción del Conocimiento Social y Representaciones Sociales. Por un lado, tenemos las investigaciones realizadas desde el campo de la Psicología Económica por Denegri Coria y equipo. Cabe mencionar los siguientes proyectos de investigación: El desarrollo de conceptos económicos en la infancia. Estudio evolutivo con niños y adolescentes chilenos. (1997) Socialización económica: un estudio descriptivo de las estrategias y prácticas socializadoras y de alfabetización económica en familias de una ciudad multifinanciera. (2003) Yo y la economía: diseño, aplicación y evaluación de impacto de un programa de educación económica en escolares de 6° año básico de Temuco. (2006) Alfabetización económica y patrones de consumo y endeudamiento en estudiantes de pedagogía: hacia un modelo explicativo. (2009) Diseño, validación y evaluación de un modelo pedagógico de alfabetización económica en la formación inicial de profesores. (2011) En Amar y otros (2001; 2003), Amar Amar y otros (2006), Denegri Coria y otros (2006; 2008) y Denegri Coria (2010) se analiza la comprensión de conceptos económicos en diferentes grupos -niños/as, adolescentes, estudiantes universitarios- en torno a los conceptos de dinero, sistema bancario, ahorro, consumo, pobreza y desigualdad social. En estas investigaciones, los objetivos giran en torno a la búsqueda de una propuesta de educación económica que “… está vinculado a con el desarrollo de destrezas y actitudes que permitan regular la conducta personal y familiar hacia un uso racional de recursos económicos escasos y por ello la preparación real que poseen las personas para enfrentarse a un mercado creciente que presiona hacia el consumo”… (Denegri Coria y otros, 2006) Esta alfabetización económica incluye competencias, habilidades, hábitos y conductas de consumo racionales y eficientes que se van adquiriendo en la socialización económica a lo largo de la vida. El enfoque teórico adoptado en estos trabajos es aquel que considera que: “Todo conocimiento social se origina y sustenta en la inserción de un medio social, se desarrolla en el contacto con un <otro> e incorpora en sus contenidos el discurso social del grupo de referencia.” Es así que “los individuos construyen representaciones del mundo que los rodea, las cuales al nutrirse del transfondo conversacional que subyace a las interacciones sociales, llegan a constituirse en compartidas y adquieren así el estatus de representaciones sociales.” (Denegri Coria y otros, 2010) Por ello consideramos que la alfabetización económica puede jugar un rol importante en la construcción de las representaciones sociales sobre el mundo económico, especialmente en edades tempranas como la adolescencia. Representaciones sociales y educación Las teorías económicas han orientado la forma de medir y reconocer la pobreza y las políticas públicas que la atañen. Y, a su vez, han derivado en determinadas representaciones sociales sobre esta problemática social y quienes la padecen. Para Doise: “Las representaciones sociales constituyen principios generativos de tomas de posturas que están ligadas a inserciones específicas en un conjunto de relaciones sociales y que organizan los procesos simbólicos implicados en esas relaciones.” (Doise, 1985, en Ibañez, 1988: 172) Según Schwartz estas representaciones sociales surgen de los conocimientos, información y experiencias que adquieren los sujetos durante su vida. Estas representaciones sociales son un modo de conocimiento socialmente elaborado y compartido que se recibe en forma de tradición, de comunicación social y de EDUCACIÓN. Además, agrega que “las representaciones sociales no solo reflejan la realidad sino que intervienen en su elaboración”. (Schwartz, 2005) En consecuencia, debemos comprender el rol fundamental que tenemos los docentes en la conformación de las representaciones sociales vigentes y la importancia de trabajar en las mismas. Desde hace varias décadas predomina en la enseñanza de la Economía -en todos los niveles del sistema educativo- una determinada visión de esta disciplina que es acorde con el paradigma hegemónico: la teoría neoclásica. Desde este paradigma, y su influencia sobre el currículum de Economía6, existe una exclusión de las cuestiones sociales como problemas económicos. En particular, según Wainer (2010) y Rodríguez y Rodas (2010) en un análisis realizado sobre el diseño curricular y los manuales escolares de Economía, la problemática de la pobreza y de las desigualdades sociales están prácticamente ausentes o solo se presentan como explicaciones neutras que involucran aspectos técnicos (por ejemplo, cómo medir la pobreza) dejando fuera toda posibilidad de discusión y reflexión crítica respecto del orden social vigente. Por ello consideramos pertinente comenzar a trabajar desde una pedagogía diferente, que contenga una visión emancipadora y crítica de la realidad, especialmente para alumnos marginados y en contextos de pobreza. Consideramos que: “La pobreza es la expresión de una forma degradada de la condición humana. (…) es una carga de fracaso y marginación, ajena a su voluntad y que contrasta con la opulencia y la satisfacción de otros de sus conciudadanos. La pobreza testifica y a la vez denuncia los resultados más despreciables de los modos de organización de las sociedades contemporáneas.” (Lo Vuolo y otros, 1999: 11) En otras palabras, “La pobreza, en realidad, es una de las tantas expresiones de un problema más complejo: los modos de inserción social de las personas y las formas en que se mantiene la cohesión en sociedades profundamente desiguales.” (Lo Vuolo y otros, 1999: 13) Como docentes tenemos la oportunidad de combatir los prejuicios y las desigualdades existentes desde la educación. Desde nuestra práctica docente se pueden discutir y desnaturalizar problemas socioeconómicos e intentar persuadir a los alumnos para que desde una mirada crítica se busquen herramientas alternativas que transformen la realidad. Paulo Freire desde su pedagogía liberadora propone una concepción problematizadora de la educación. Se trata de exponer a los alumnos a la realidad con la 6 Ver en Wainer, Urquiza y Martínez (2011) un análisis del predominio del paradigma neoclásico en los diseños curriculares de Economía en Argentina tanto en el currículum prescripto a nivel nacional y provincial como al nivel de las planificaciones en las escuelas. que se enfrentan y tratar de enseñar partiendo desde los problemas que traen los educandos desde el respeto es parte de una pedagogía diferente que reniega de la educación bancaria en la que el sujeto de aprendizaje es siempre pasivo. En la concepción problematizadora los contenidos están vinculados a lo que los educandos elaboran, las reflexiones que los educandos generan se convierten en los contenidos que se trabajan en clase. De esta manera tanto educador como educando “aprenden” uno del otro y descubren en este proceso educativo que no existen ni sabios ni ignorantes sino sujetos activos en búsqueda de concienciación Teniendo ya en claro el tipo de pedagogía que nos interesa implementar podemos comenzar a rever/revisar nuestra disciplina y su currículum para replantearlos desde los contextos de emergencia en los que nos encontramos insertos durante nuestra práctica docente.7 En primer lugar, es importante señalar que cuando se trabaja en contextos sociales críticos, de pobreza y/o marginalidad debemos ser cuidadosos en nuestra manera de tratar los contenidos ya que la escuela es de por sí una institución que ejerce la violencia simbólica y que estructura el psiquismo de los niños/as y adolescentes. Como dice Rosbaco: “Si la violencia es excesiva, puede cobrar un carácter desestructurante de todos los procesos psíquicos que en el niño se vienen realizando, produciendo <<desnutridos escolares>>. En muchas ocasiones en que la escuela no respeta el origen sociocultural de los niños, desvalorizando sus modismos, sus costumbres, sus creencias, sus valores, o simplemente desconociéndolos, imponiendo un lenguaje, incurre en un exceso de violencia simbólica. Este exceso de violencia puede producir el aniquilamiento del sujeto. Aniquilamiento no significa muerte, sino anulación del sujeto deseante…” (Rosbaco, 2000) Podemos notar la importancia de utilizar otras estrategias didácticas que ayuden a recuperar la cultura marginada de estos alumnos para que los mismos se sientan motivados 7 Nos referimos en particular a los graduados del Profesorado Universitario en Economía, de la Universidad Nacional de General Sarmiento, quienes se desempeñan en escuelas de los partidos aledaños a esta universidad, como José C. Paz, Malvinas Argentinas o San Miguel, estando estos entre los partidos más pobres del conurbano bonaerense. a aprender. La pérdida del deseo por aprender es un factor común en jóvenes que viven en extrema pobreza y resulta frustrante ver cómo no se atiende a las necesidades de los mismos para evitar el fracaso escolar. En nuestra disciplina nos toca explicar temas delicados para este sector como son la distribución del ingreso, el desempleo, trabajo precario, indigencia, etc. Si bien es importante plantear estos temas porque el currículum así lo exige, consideramos que es imprescindible trabajarlos desde la concepción problematizadora que nos propone Freire. Un niño que cartonea junto a sus padres para subsistir entiende bastante de pobreza pero nuestro papel es que comprenda cómo llegó ahí y qué puede hacer para mejorar su situación. Alfabetización económica no es sinónimo de respuestas pero puede servir como un disparador, es dar herramientas para comprender el mundo que los rodea e invitarlos a pensar alternativas, concientizarlos de sus derechos sociales, culturales y económicos, mostrarles que “… En el momento en que se instaura la percepción crítica en la acción misma, se desarrolla un clima de esperanza y confianza que conduce a los hombres a empeñarse en la superación de las “situaciones límites.” (Freire, 1970) Por esto mismo, es imprescindible encontrar opciones pedagógicas que busquen enseñar partiendo de los problemas que puedan plantear los educandos, respetando sus conocimientos y el lenguaje que traen estos jóvenes que obviamente difiere del que manejamos en la escuela y en las disciplinas escolares. Como docentes podemos continuar repitiendo los formatos que ha impuesto la escuela, seguir reproduciendo la cultura hegemónica, con sus modos de enseñar al estilo comeniano, sin pensar en los intereses y necesidades del educando. O dejar de lado el modelo y buscar desde nuestra práctica docente herramientas que le permitan al alumnado responderle al mundo. A su vez, además de incorporar las experiencias de vida de nuestros alumnos, es necesario comprender las representaciones sociales que tienen sobre estas temáticas a trabajar. Como ya mencionamos, no existen trabajos de campos en los que se indague a los alumnos sobre sus creencias en torno a los problemas socioeconómicos y consideramos imprescindible comenzar a avanzar en este ámbito tanto desde el ámbito académico como desde la práctica cotidiana de cada docente. Estos conocimientos nos permitirán encarar la educación financiera y la alfabetización económica desde una postura incluyente e integradora. Reflexiones preliminares y propuesta de trabajo para la escuela media Entre las reflexiones preliminares podemos resaltar principalmente desde el nivel institucional la importancia de revisar, investigar y comprender las representaciones sociales que poseen nuestros alumnos (y nosotros mismos) sobre la situación social que padecen. En especial, conocer y entender las representaciones sociales que poseen nuestros adolescentes respecto de las concepciones sobre la pobreza nos permitirá pensar estrategias que propicien el cambio de las creencias (y prejuicios) en relación con la desigualdad social buscando así lograr cambios duraderos y profundos en la educación que propicien la reflexión crítica con respecto a nuestro entorno social. Por ello consideramos de gran importancia la tarea de desnaturalizar determinadas visiones que traen los jóvenes, como por ejemplo sobre la pobreza, no sólo como estrategia para la emancipación sino también para la transformación de la realidad y del orden social vigente. Del mismo modo, compartimos la visión de Freire (1970) de la necesidad de analizar las situaciones vividas por nuestros alumnos para posibilitar la superación de las mismas. Creemos firmemente que la alfabetización económica es uno de los medios para lograrlo ya que consideramos que desde la educación se pueden generar opciones que permitan modificar estas realidades. En virtud de las reflexiones anteriores y lo desarrollado a lo largo de esta ponencia, exponemos a continuación algunas sugerencias que consideramos pueden ser de utilidad a fin de llevar a cabo un proyecto de alfabetización económica en escuelas medias: Propuesta de revisión curricular y elaboración de un plan institucional que atienda a las necesidades de los sectores más vulnerables. Desde la escuela se deben impulsar proyectos y propuestas que atiendan a la sociedad en su conjunto, buscando que los sectores más vulnerables tomen la escuela como un ámbito de integración que critica la inequidad social. Incorporación de las familias a los programas de alfabetización económica Es necesario que las familias formen parte de los programas de alfabetización económica ya que esta educación es tarea compartida de padres y docentes. Los padres son los principales formadores de conductas económicas pero han demostrado que no logran realizar esta tarea correctamente (Denegri Coria, 2006) por lo que también es necesario educarlos en el manejo de dinero, ahorro y consumo al igual que a sus hijos. De este modo, es imprescindible que las familias en su conjunto formen parte del programa. Fomentar la investigación en la temática. Como docentes es imprescindible la constante actualización y la búsqueda autónoma del conocimiento. Adentrarnos en la investigación nos permite palpar las problemáticas vigentes y comprender mejor las experiencias de nuestros alumnos y su entorno. Por otro lado, a nivel individual consideramos necesario: Revisar desde la propia práctica docente contenidos curriculares, estrategias didácticas, planes de estudios. En caso de no contar con el apoyo institucional para la implementación de un plan alternativo, tomar el compromiso personal desde la práctica docente y adaptar los contenidos, estrategias didácticas y currículum a la problemática que deseamos trabajar. Esperamos que esta ponencia sirva como aporte para futuras investigaciones vinculadas a la enseñanza de la economía. Bibliografía Atria, Fernando (2002): “¿Existen derechos sociales?” Ponencia presentada en las XIV Jornadas Argentinas de Filosofía Jurídica y Social. www.cervantesvirtual.com/descargaPdf/existen-derechos-sociales-0/ Disponible en: Consultado el 22/09/11. Charry Joya, Carlos (2006) “¿Nuevos o viejos debates? Las representaciones sociales y el desarrollo moderno de las ciencias sociales” Revista de Estudios Sociales, diciembre, número 025, Universidad de los Andes. Bogotá, Colombia. Pp. 81-94 Denegri Coria, M. (2010) Introducción a la psicología económica. Edición electrónica gratuita. 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