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POLÍTICA NACIONAL MANUAL DEL AHORRO KIRCHNERISTA El vice de Economía invierte en Uruguay El funcionario al que escuchan Cristina y La Cámpora acumula dólares y tiene dos terrenos en Colonia. Cuando criticaba al “modelo”. xel Kicillof (41) espera sentado en la A antesala del despacho presidencial. No usa saco, tiene una camisa negra y sus ojos claros están focalizados en los papeles que tiene en sus manos. Lleva estudios y gráficos para que la Presidenta los analice. Ella lo recibe sin intermediarios, una rara excepción en la lógica kirchnerista. La escena, según los habitués de la Casa Rosada, se dio unos días antes desde su desembarco como viceministro de Economía y se repite cada semana: es una muestra de la confianza que le tiene Cristina a la hora de hablar de números. A pesar de la buena sintonía que mantiene con la Presidenta, el joven economista prefiere el perfil bajo, fiel al estilo camporista. Sin embargo, su última declaración jurada presentada ante la Oficina Anticorrupción expone un contradicción entre su vida priva- Al igual que buena parte de la clase media argentina, Kicillof decide ahorrar en la moneda norteamericana: US$ 37.000. da y el “modelo” que defiende desde su despacho en el Palacio de Hacienda. No escapa a las máximas del clan Kirchner: prefiere ahorrar en dólares e invertir en inmuebles. Pero no apuesta por el país, sino que tiene parte de sus ahorros y su refugio en Uruguay. PREVISOR. Para desenchufarse de las presiones, Kicillof solo tiene que cruzar el Río de la Plata y llegar hasta El Ensueño, un tranquilo balneario ubicado a 20 kilómétros de Colonia, Uruguay. Según la última declaración jurada, el funcionario tiene una casa de 840 metros cuadrados que compró en el 2005 por 74.822 pesos. En rigor, Kicillof declara que adquirió la propiedad por 13.222 pesos, por lo que se desprende que ese monto co36 FOTOS: rresponde solo al terreno y que luego realizó mejoras en la casa por un total de 61.600 pesos hasta alcanzar el valor que declara. Pese a todo, según cuentan en las inmobiliarias de la zona, es un precio bajísimo para una propiedad rodeada de robles, sauces, araucarias y ubicada a pocas cuadras del río. En el 2007, el economista decidió ampliar sus intereses en las afueras de Colonia y adquirió un nuevo terreno de 420 m2. Esta vez, desembolsó 14.017 pesos. A escasas cuadras de sus propiedades, vive el humorista Luis Landriscina. A pesar de los datos que se desprenden de su declaración patrimonial, Kicillof, según los pobladores, debería haber doblado o triplicado el valor de compra. Las mejoras en la infraestructura y el mayor interés de los argentinos en la zona aumentaron los precios de las propiedades. Durante el invierno, El Ensueño queda despoblado y solo viven unas 100 personas. En verano, en cambio, unos cuatro mill argentinos llegan para disfrutar de las vacaciones, lejos del bullicio y el caos de Buenos aires. Kicillof es uno de ellos. Sin embargo, sus inversiones en Uruguay no son el único pecado en el relato kirchnerista que condena a quienes buscan descansar en esas costas. En tiempos donde los verdes billetes no abundan y el Gobierno reforzó los OTROS TIEMPOS CRÍTICAS A LOS K ndudablemente, desde el 2007 comenzaron a observarse señales contundentes de desgaste en el esquema económico. Una de sus manifestaciones más claras fue la irrupción de un marcado proceso inflacionario, asociado al elevadísimo crecimiento del producto “ I que se mantuvo durante cinco años consecutivos. En ese marco, empezaron a producirse fuertes choques de los diversos sectores que inicialmente habían apoyado el nuevo esquema, entre sí y con el Gobierno”. El párrafo es inapelable: así pensaba Axel Kicillof a fines de junio del 2009, cuando no formaba parte del Gobierno. Por ese entonces, el economista preferido de La Cámpora cuestionaba a la Casa Rosada desde el desaparecido diarrio Crítica de la Argentina. Eran A otros tiempos. o DURÍSIMO. En D una u columna que escribió en el 2009, e Kicillof criticaba K al a Gobierno por la inflación. in controles l para la l compra de d divisas, d el viceministro de Economía declara ahorros por 37.000 dólares. Previsor, al igual que buena parte de la clase media argentina, decide refugiarse en la moneda norteamericana. PATILLAS. Kicillof parece más joven. Rara vez se lo ve con saco y los memoriosos no recuerdan haberlo visto siquiera una vez con corbata. Prefiere las poleras, las camisas oscuras y los jeans. Se distingue distingu por las patillas que ganan buena parte par de sus mejillas. Al Ministerio de Economía llegó en diciembre pasae do, tras su paso como do subgerente general en su la estatal Aerolíneas Argentinas y luego de Ar su publicitado desembarco como direcem tor en representación del Estado en la multinacional Techint. En tina tin el Palacio Pa P de Hacienda lo d de definen como uno de los ““cuatro ministros”, a la a par p del ministro de Economía, Eco on Hernán Lorenzino, renz zin el secretario de Hacienda, Juan Carlos Hac PARAÍSO. En su PAR declaración jurada, Kicillof decl reconoce 2 propiedades en reco Uruguay valuadas en solo Urug 88.839 pesos. 88.8 FOTO: MARTÍN ARIAS. Pezoa, y ell poderoso d secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, el único que le hace sombra. El economista, egresado de la UBA, había dado sus primeros pasos como militante cuando creó la corriente Tontos pero No Tanto junto al fallecido Iván Heyn. De su paso por la facultad recuerdan cuando una patota de Franja Morada le dio una brutal golpiza durante una disputa por el centro de estudiantes de la Facultad de Economía de la Universidad de Buenos Aires. De corte más técnico, desde que asumió como viceministro se mantiene alejado de las posiciones políticas. Participa poco en las reuniones con los hombres de La Cámpora, aunque les reconoce su poder. Kicillof se había hecho escuchar cuando denunció, fuera de la estructura del Gobierno, los desmanejos en el INDEC y cuando, desde los diarios, advertía que durante el primer año de Cristina Fernández el “modelo económico” mostraba signos de desgaste. Por ese entonces, agitaba sus dardos desde el Centro de Estudios para el Desarrollo Argentino, un think tank heterodoxo (ver recuadro). Ahora que forma parte del Gobierno dejó atrás las críticas a la política económica. Tiene su propia receta para no descapitalizarse: invertir en Uruguay y ahorrar en dólares. ● FRANCISCO ZOROZA fzoroza@perfil.com 37