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III Congreso de la Asociación Hispano-Portuguesa de Economía de los Recursos Naturales y Ambientales Palma de Mallorca, 4-6 de junio de 2.008 VALORACIÓN DEL AGUA DE RIEGO EN LA CUENCA DEL GUADALQUIVIR. APLICACIÓN PARA EL ESCENARIO 2015 Mª Azahara MESA-JURADO (*) Juan Máximo PISTÓN Julio BERBEL Dpto. Economía, Sociología y Política Agrarias ETSIAM-Universidad de Córdoba Giacomo GIANNOCCARO UNIFG- University of Foggia (*)Autor para correspondencia: g02mejum@uco.es Abstract This paper reviews the application of scenario for 2015 agricultural policy and markets for the irrigated agriculture in Europe. Scenarios for irrigated agriculture 2015 are also described in detail including Reformed CAP and biomass demand. It is applied at the basin level for the Guadalquivir River in southern Spain. The methodology is based upon residual value of water and it combines budget and farm analysis at municipality level, with the Guadalquivir basin divided at 60 county, in each of them 24 possible crops are selected with specific county data bases. The 2015 scenario studies the present level of water use and value, and makes an analysis for 2015. Model allows the knowledge of water value and irrigated agriculture at county level and ‘aggregated basin level’. Keywords: Water pricing, Irrigated agriculture, Value of water, Scenario analysis Resumen Este trabajo revisa la implementación de la metodología de escenarios para el 2.015, analizando la situación de la política agraria y los mercados para la agricultura de regadío europea. Para ese horizonte se intenta describir en detalle el escenario 2.015, teniendo en cuenta la Reforma de la PAC, evolución de precios agrícolas y costes de explotación, demanda de biocarburantes y demás factores que puedan influir en la demanda de agua. Ésta se ha calculado mediante la metodología del Valor Residual del Agua desarrollada por Young (2005). El valor del agua puede calcularse como la diferencia entre los ingresos del cultivo y todos sus costes (incluidos los costes de oportunidad de tierra, capital y empresario) excepto el agua. La zona de estudio es la Cuenca del Guadalquivir, situada en el Sur de España. La investigación se ha detallado hasta el nivel municipal, abarcando las 60 comarcas en las que se encuentra dividida la cuenca y los 24 principales cultivos de la zona. Los resultados nos muestran el nivel actual del uso del agua y su valor y hace un análisis para el 2015. Además el estudio permite el conocimiento del valor del agua y de la agricultura de regadío a nivel comarcal y a nivel agregado de cuenca. Palabras clave: Valoración económica, Agricultura regadío, Valor del agua, Análisis de escenarios 1 III Congreso de la Asociación Hispano-Portuguesa de Economía de los Recursos Naturales y Ambientales Palma de Mallorca, 4-6 de junio de 2.008 1. – Introducción El agua es uno de los recursos más abundantes de la Tierra, pero la mayor parte no es apta para su uso, de modo que la proporción que hay disponible para el hombre no llega al 1% del total. La competencia por este recurso es cada vez más acusada, y como consecuencia, a pesar de que el agua es, además de un bien económico, un patrimonio natural y cultural (Directiva Marco de Aguas DMA, 2000), no obstante, en este trabajo nos centraremos en el valor de uso del agua de riego, ya que podemos afirmar que: “El agua tiene un valor económico en todos sus diversos usos en competencia a los que se destina y debería reconocérsele como un bien económico”. Cuarto Principio Rector de la Declaración de Dublín sobre el Agua y el Desarrollo Sostenible (1.992) 1 . De todos los sectores que utilizan agua dulce, el sector agrícola- al que corresponde aproximadamente el 70% de la extracción mundial de agua- es el menos rentable. Basándose en estos datos, algunos defensores de la valoración económica del agua intentan fomentar los “mercados del agua”, que al tener en cuenta el valor económico de ésta, intentan derivar este recurso desde usos de escasa hacia otros de elevada rentabilidad, como está ocurriendo con el aumento de los cultivos hortícolas, y de las zonas rurales en general a los sectores industriales y urbanos (FAO, 2006). No obstante, la ausencia de “mercados de agua” reglamentados ha contribuido a crear grandes distorsiones que imposibilitan determinar un precio eficiente de este recurso. Actualmente se riegan en España unos 3,4 millones de hectáreas, lo que representa el 7% de la superficie nacional y el 13% de su superficie agrícola útil (SAU). A pesar de su limitada extensión, estos sistemas agrarios suponen aproximadamente la mitad de la Producción Final Agrícola, dada su elevada productividad. Hay distintos ratios que indican el aumento de productividad de la tierra y el trabajo ligados al regadío, entre ellos tenemos: 1 En virtud de este principio, es esencial reconocer ante todo el derecho fundamental de todo ser humano a tener acceso a un agua pura y al saneamiento por un precio asequible. La ignorancia, en el pasado, del valor económico del agua ha conducido al derroche y a la utilización de este recurso con efectos perjudiciales para el medio ambiente. La gestión del agua, en su condición de bien económico, es un medio importante de conseguir un aprovechamiento eficaz y equitativo y de favorecer la conservación y protección de los recursos hídricos. 2 III Congreso de la Asociación Hispano-Portuguesa de Economía de los Recursos Naturales y Ambientales Palma de Mallorca, 4-6 de junio de 2.008 • Plan Nacional de Riegos, Horizonte 2008: Como promedio una hectárea de regadío obtiene una producción 6 veces más valiosa que una hectárea de secano (datos 1996). • Berbel, (2007): El margen neto medio en 2002 del regadío frente a secano crece 4,4 veces de media (oscilando este ratio provincial entre 1,1 y 50). La DMA destaca la importancia de realizar un análisis económico de los recursos hídricos y sus usos para lograr alcanzar los objetivos económicos, específicamente la recuperación de costes por los servicios derivados del agua, incluyendo los costes medioambientales del recurso para cada uno de los tres sectores: agricultura, industria y uso urbano. El significado de esta afirmación viene definido en detalle en la guía WATECO (CIS, 2003) que desarrolla el concepto de “recuperación total de costes” basado en el concepto de recuperación de costes relacionado con los “servicios del agua”. En cualquier caso, la DMA reconoce el hecho de que la gestión de los recursos hídricos debería incluir un análisis económico de las alternativas. Siendo más urgente en regiones donde la escasez del agua es un problema crítico como sucede en las zonas mediterráneas. El presente trabajo utiliza dos instrumentos para estudiar la demanda de agua en la Cuenca del Guadalquivir (Sur de España). El valor para el ser humano de los bienes o servicios que proporciona un determinado ecosistema (como el agua o cualquier otro factor de producción), es justificado si se tiene en cuenta la función de utilidad (Brown et al, 2006). El valor económico de algo es una medida de su contribución al ser humano. En la teoría económica, el valor del agua puede ser tratado como una “renta económica”, por ejemplo, podría ser considerado como un factor de producción similar a la tierra. El uso agrario del agua (Garrido et al., 2004), a diferencia del uso para el consumo humano, se utiliza como bien intermedio o factor de producción, por lo que su valor y por consiguiente, la demanda que se hace de este bien por parte de los agricultores, es consecuencia de su contribución para la obtención del valor de la producción agrícola. Heal et al. (2005) proporciona una detallada descripción de métodos que hacen posible la evaluación de los bienes y servicios que obtenemos de los ecosistemas y otras fuentes bibliográficas disponibles nos permiten obtener descripciones completas, a partir de aproximaciones de la función de producción que se usa para la estimación del valor de factores de producción para un determinado bien de mercado. 3 III Congreso de la Asociación Hispano-Portuguesa de Economía de los Recursos Naturales y Ambientales Palma de Mallorca, 4-6 de junio de 2.008 2.- Caso práctico: La Cuenca del Guadalquivir La Cuenca del Guadalquivir se localiza en el Sur de España, tiene una superficie de 57.527 Km2 y una población de más de 4,2 millones de habitantes repartidos en 476 municipios (Figura 1). El Plan Hidrológico del Guadalquivir recoge la gestión general de la cuenca y nos indica que la media de recursos hídricos renovables de la cuenca (superficiales y subterráneos) está alrededor de 6300 hm3/año (Ministerio de Medio Ambiente, 2006), mientras que el consumo bruto para el 2002 fue estimado en 3583 hm³/año (82% superficial y 18% subterráneo). La cuenca está altamente regulada. La regulación superficial es del orden del 51% de la aportación natural y la utilización media de los acuíferos unida al flujo de base de los cauces, procedente del drenaje de aquellos, del orden del 55%, lo que indica un nivel de utilización de recursos elevado, con la consiguiente vulnerabilidad del sistema ante sequías. El nivel de extracción es alto y existe una gran fluctuación de precipitaciones, por lo tanto, el reparto de los derechos de uso de agua no está garantizado. Figura 1. Distribución provincial y autonómica de la Cuenca del Guadalquivir. Fuente: Confederación Hidrográfica del Guadalquivir La agricultura es el usuario más importante de los recursos hídricos (alcanzando un consumo del 86% del agua de la cuenca). El siguiente mapa nos muestra la localización de las principales zonas de regadío (Figura 2). Para un análisis más detallado de la escasez en de las distintas regiones europeas que incluye un estudio de la situación del Guadalquivir, ver Strossner et al, (2007). 4 III Congreso de la Asociación Hispano-Portuguesa de Economía de los Recursos Naturales y Ambientales Palma de Mallorca, 4-6 de junio de 2.008 Figura 2: Regadío en la Cuenca del Guadalquivir (Ministerio Medio Ambiente, 2006) Los seis cultivos más importantes de la cuenca representan el 81 % de la superficie de regadío y un 82% de la demanda de agua. En primer lugar nos encontramos con el olivar que ocupa un 45% de la superficie de regadío (supone el 31% de la demanda de agua), algodón ocupa un 10% de la superficie (17% de la demanda de agua); arroz ocupa un 5% de la superficie (12% de la demanda de agua); maíz ocupa un 6% de la superficie (10% de la demanda de agua); hortícolas ocupan un 6% de la superficie (7% de la demanda de agua); y cereales de invierno (principalmente trigo) ocupan un 8% de la superficie (6% de la demanda de agua). La actual política de la cuenca se ha basado en una mejora de los sistemas de regadío a nivel de parcela (promoviendo el cambio a riego por goteo) y también la modernización de los sistemas de distribución (redes a presión). Cada agricultor recibe una cantidad de agua asignada por la autoridad de cuenca como un “derecho de riego” o concesión. Las concesiones de agua normalmente asignadas para un año estándar son de 6000 m3/ha, sin embargo, en el Guadalquivir raramente se recibe el derecho completo y a menudo se permite solamente usar una dotación mucho menor. 3.- Métodos de valoración económica del agua Los recursos naturales son susceptibles de ser valorados económicamente. Existe una amplia literatura sobre valoración del agua de regadío en la que aparecen métodos de valoración que difieren tanto en la aproximación utilizada como en los resultados obtenidos. Una revisión de 5 III Congreso de la Asociación Hispano-Portuguesa de Economía de los Recursos Naturales y Ambientales Palma de Mallorca, 4-6 de junio de 2.008 estos métodos la encontramos en los trabajos de (López y Berbel, 2002) y Young (2005) y que resumimos en: 1- Método del valor residual y sus variantes. 2- Métodos basados en la productividad marginal • Trabajos basados en la función de producción. • Modelos econométricos. • Modelos de programación matemática. 3- Métodos basados en otras metodologías. • Precios hedónicos. • Valoración contingente. El método del valor residual se describirá en el siguiente apartado, ahora pasamos a desarrollar los demás métodos. En el caso de utilización de funciones de producción, éstas se estiman a partir de datos de campo en donde va variando la cantidad de agua aportada a la explotación, el agua es la variable explicativa. Multiplicando dicha función por el precio del producto obtenemos la función de ingresos, y al derivar con respecto a la cantidad de agua utilizada obtenemos el ingreso marginal, asignándolo al valor del agua (Garrido et al., 2004). Un ejemplo de este enfoque es Gibbons (1986) para obtener el valor marginal del agua. El uso de modelos econométricos requiere de observaciones reales y se basa en analizar el comportamiento de la demanda de agua ante variaciones en las cantidades consumidas de este recurso y los respectivos costes de explotación. Un ejemplo del uso de este método podemos verlo en Renzetti (1992) en un estudio sobre la demanda de agua en Canadá. Por otro lado, los modelos de programación matemática permiten calcular funciones de demanda de agua mediante relaciones matemáticas, asumen que el agricultor busca maximizar los beneficios de su explotación teniendo en cuenta una serie de restricciones como agua, tierra, maquinaria y mano de obra. (Varela-Ortega et al., 1998). 6 III Congreso de la Asociación Hispano-Portuguesa de Economía de los Recursos Naturales y Ambientales Palma de Mallorca, 4-6 de junio de 2.008 Otro enfoque de valoración del agua sería el de los precios hedónicos, es un método de valoración indirecta. Determina de que manera el uso de un recurso como es el agua influye en el precio de un mercado bien definido como es el del precio de la tierra. Está basado en comparaciones entre precios de fincas de regadío con precios de fincas de secano de similares características, de forma que al calcular la diferencia podríamos obtener el valor del agua (Young, 1996). Un ejemplo de este método es Petrie y Taylor (2006) y Mesa y Berbel (2007) que realizan una aplicación para la Cuenca del Guadalquivir. Finalmente se encontraría el método de valoración contingente, es muy usado para la determinación del valor económico de bienes ambientales. Es una medida monetaria del cambio en el bienestar de un individuo ante un cambio en la disponibilidad de un servicio ambiental. Permite estimar empíricamente funciones de demanda a partir de los valores de disposición al pago expresados por los usuarios del agua a través de encuestas, su utilidad en la valoración del agua de riego ha sido cuestionada a pesar de que existen ejemplos en la literatura. 4.- Metodología aplicada: El método del Valor Residual Para la realización del presente trabajo se ha optado por utilizar el método del valor residual, según Pérez Roas (2003) es el más aplicado cuando se trata de valorar agua de riego. Con este método se obtiene la contribución de cada insumo en el proceso de producción de un determinado cultivo. Consiste en imputar como valor económico del agua la diferencia entre los ingresos y todos aquellos costes excepto el del agua, el remanente final se equipara al valor económico de este recurso. Un ejemplo de su aplicación es el estudio de Bate y Dubourg (1997), donde obtiene la disposición a pagar en la región East- Anglia del Reino Unido, Calatrava y Sayadi (2005) tiene un ejemplo en la Costa Tropical de Granada y Mesa-Jurado et al (2007) donde se hace una primera valoración del agua de regadío de la Cuenca del Guadalquivir. Para la aplicación de esta metodología es necesario una búsqueda exhaustiva de información sobre costes y producciones de las diferentes comarcas objeto de estudio. La hipótesis en la que se basa este método forma parte de la Teoría Neoclásica Económica, esto es, los productores maximizan sus beneficios y el valor total de la producción puede ser asignado a cada factor de producción de acuerdo a su productividad marginal. La expresión matemática (1) recoge lo anterior: 7 III Congreso de la Asociación Hispano-Portuguesa de Economía de los Recursos Naturales y Ambientales Palma de Mallorca, 4-6 de junio de 2.008 Y = f ( X M , X H , X K , X L , XW ) (1) Donde Y es el producto que de los diferentes factores de producción: materiales y equipamientos (XM), capital humano (XH), capital propio (edificios, herramientas, vehículos…) (XK), tierra (XL) y agua (XW). Si nosotros consideramos que el nivel tecnológico es constante y el resto de factores variable, tenemos que el valor total de la producción es (2): (Y ⋅ PY ) = (VMPM ⋅ X M ) + (VMPH ⋅ X H ) + (VMPK ⋅ X K ) + (VMPL ⋅ X L ) + (VMPW ⋅ X W ) (2) Donde Y ⋅ PY representa el valor de la producción de Y; y VMPi es el valor del producto marginal de cada uno de los factores, asumimos la hipótesis de que el total de la producción puede ser asignado a cada uno de los factores de producción de acuerdo a su productividad marginal. Teniendo en cuenta la hipótesis de maximización del beneficio, se deduce que la solución óptima es el punto donde el agricultor consumirá cada factor hasta que VMPi =Pi, por lo tanto si sustituimos Pi por VMPi en la ecuación (2), tenemos que: (Y ⋅ PY ) = ( PM ⋅ X M ) + ( PH ⋅ X H ) + ( PK ⋅ X K ) + ( PL ⋅ X L ) + ( PW ⋅ X W ) (3) Si somos capaces de obtener una buena estimación de todos los precios y cantidades de cada uno de los factores, excepto del agua, despejando en (3) obtendremos la contribución del factor agua en el valor total del producto: ( PW ⋅ X W ) que es la única incógnita de la ecuación. Como el consumo de agua por cultivo es conocido, podemos conseguir el valor unitario del agua o precio sombra del agua PW : PW = (Y ⋅ PY ) − [(PM ⋅ X M ) + (PH ⋅ X H ) + (PK ⋅ X K ) + (PL ⋅ X L )] XW (4) La expresión (4) es la base del método del valor residual (Young, 2005) consiguiendo finalmente el valor residual del agua (€/m3). Partiendo de (4) el valor por hectárea de todos los factores puede ser calculado; la ecuación (5) supone un perfeccionamiento de ésta. Esta 8 III Congreso de la Asociación Hispano-Portuguesa de Economía de los Recursos Naturales y Ambientales Palma de Mallorca, 4-6 de junio de 2.008 modificación es necesaria para que el valor del agua pueda ser calculada en “alta” o en “baja”; si usamos la primera alternativa tenemos que: R W 1 = [Y ⋅ PY ] − [(PM ⋅ X M ) + (PH ⋅ X H ) + (PK ⋅ X K ) + (PL ⋅ X L ) + C + E ] (5) E se asume como el coste de oportunidad o, en algunos casos, remuneración del empresario y C como el capital propio de la finca (intereses al capital). Si dividimos la renta del agua en alta (RW1) por W (consumo de agua por hectárea) obtenemos el valor del agua (€/m3). La aplicación del modelo es sencilla una vez obtenidos todos los datos necesarios. Según Young (1996), algunas dificultades que podemos encontrar al utilizar el método del valor residual, son la alta necesidad de tomar en consideración todos y cada uno de aquellos costes no ligados a factores de producción materiales, dificultando la obtención de un buen estimador del valor del agua. Si no conocemos la función de producción del cultivo, el valor residual o precio sombra del agua obtenido es independiente de la cantidad de agua utilizada. La dificultad es mayor en el caso de sistemas productivos multi- output. Pese a todo, es una metodología utilizada por Agencias Públicas de todo el mundo para establecer sus tarifas de uso del agua de riego (Calatrava y Sayadi, 2001). 5.- Elaboración del escenario tendencial 2015 El análisis de escenarios no constituye una herramienta para “predecir” el futuro. Por el contrario, la finalidad principal de estos métodos basados en escenarios es realizar un trabajo de prospectiva de dicho futuro de cara a orientar la toma de decisiones en la actualidad. Nuestro objetivo es analizar la demanda de agua de riego y la evolución del valor del agua para el horizonte 2015, coincidiendo con una de las revisiones de la DMA y justamente posterior al final del período 2007-2013 de perspectivas financieras de la PAC. En la literatura encontramos muchas referencias con respecto al diseño de escenarios, que nos han permitido tener una visión global acerca de la gran utilidad que tienen para el diseño e implementación de políticas. Algunos de los más importantes son Foresight Futures de la UK 9 III Congreso de la Asociación Hispano-Portuguesa de Economía de los Recursos Naturales y Ambientales Palma de Mallorca, 4-6 de junio de 2.008 (Berkhout et al., DTI: 1999, 2002), Scenar 2020 (Comisión Europea, 2007), “Informe FFRAF” (Foresighting Food, Rural and Agri-Futures) (SCAR, 2007), Prospect for Agricultural Markets and Income (2006-2013) in the European Union (Comisión Europea, 2006), OECD-FAO Agricultural Outlook 2007-2016 (OCDE-FAO, 2007), Ethanol expansion in the United States publicado por USDA (2007) y el proyecto WADI (Berbel, J. y Gutiérrez, C., 2006). Para la construcción de nuestro escenario 2015 nos hemos basado en la metodología utilizada en los trabajos anteriormente citados. En primer lugar, hemos estudiado la tendencia de los últimos años (2001-2004) de forma que la extrapolamos al año 2015, obteniendo como resultado un Escenario Base o Tendencial. La caracterización del escenario se ha hecho tanto de forma cualitativa como cuantitativa. En una primera fase, se lleva a cabo el desarrollo de textos que describen los escenarios de futuro elegidos que serán analizados. En una fase posterior, se han estimado los valores de los precios, insumos clave y las superficies para nuestro escenario basándonos en los valores encontrados en las distintas fuentes de información. Como primer paso para la caracterización cualitativa debemos identificar las fuerzas motrices que van a intervenir en la definición del escenario. Las decisiones de los agricultores a la hora de planificar su cosecha vienen influidas por factores como los precios de venta de los cultivos, los precios de los insumos intermedios necesarios, el riesgo que se asume con determinados cultivos, muchas veces influido a su vez por el nivel de protección institucional que tengan, la cuantía de las subvenciones y la forma en la que se perciben además de otros muchos otros factores que pueden venir de restricciones externas. Entre las fuerzas motrices podríamos diferenciar entre los condicionantes externos a la Unión Europea y los internos. Entre los externos, el más importante es la Política Comercial, influida fundamentalmente por los acuerdos de la OMC, actualmente en la ronda de Doha, y acuerdos preferenciales con terceros países como MERCOSUR, ACP, Mediterráneo... Podríamos considerar también como factor externo la ampliación de la Unión Europea hacia los países del Este, dado que el simple hecho de esta ampliación puede suponer una reducción en las ayudas dirigidas a España al situarse por encima de la media de renta europea, dejando de ser Objetivo 1 buena parte de las regiones que antes lo eran. 10 III Congreso de la Asociación Hispano-Portuguesa de Economía de los Recursos Naturales y Ambientales Palma de Mallorca, 4-6 de junio de 2.008 Entre los internos, podemos considerar tres políticas como las más influyentes a la hora de construir nuestros escenarios. Por una parte, y con un peso específico muy alto, se encuentra la Política Agrícola Común, que influye notablemente en la decisión de cultivos del agricultor. Por otro lado se encontraría la Política ambiental, principalmente representada por las directivas europeas más importantes en esta materia como la Directiva Marco del Agua o la Directiva de Nitratos, además de las medidas ambientales que ya incorpora la PAC (condicionalidad). Por último, la Política energética tiene influencia en las decisiones de cultivo en tanto en cuanto los biocombustibles van tomando protagonismo en la planificación energética. El escenario cualitativo, como hemos mencionado anteriormente, se traslada al escenario cuantitativo para poder proceder a la modelización de los resultados. Hemos utilizado el informe de la Agricultural Outlook FAO-OCDE corregido con lo recogido por Gohin (2006) y USDA (2007). Hay un acuerdo generalizado a la hora de determinar que el precio de las materias primas va a experimentar un incremento (por ejemplo, trigo y maíz aumentarán su precio alrededor de un 7% con respecto al nivel del 2005); también la soja y la colza incrementarán su precio debido al impacto de la demanda para biodiesel. Con respecto a los factores de producción consideramos la tendencia actual observada por Eurostat, donde encontramos que el precio de los factores energéticos aumenta mientras que los factores no dependientes de la energía fósil disminuyen su precio. Suponemos constante los rendimientos de los cultivos y la tendencia observada durante el periodo 2001-2004 para cultivos permanentes. La siguiente tabla ilustra el incremento de precios para los principales cultivos e insumos: 11 III Congreso de la Asociación Hispano-Portuguesa de Economía de los Recursos Naturales y Ambientales Palma de Mallorca, 4-6 de junio de 2.008 Tabla 1: Parámetros de definición de escenario tendencial Nivel 2015 (% sobre 2005) PRODUCTOS INPUTS superficie precios (% sobre 2005) Precios Maíz 125 107 Semillas y plantas Trigo 128 107 Energía 103 Olivar 125 104 Abonos 103 Cítricos 125 102 Pesticidas 95 103 Maquinaria 98 Remolacha 0 OTROS 94 Algodón 25 103 (% sobre 2005) Arroz 90 103 Rendimiento 100 Girasol 165 105 Mano de obra 100 Frutales 135 108 Superficie regadío 107 Fuente: Elaboración propia El coste unitario de la mano de obra se ha considerado constante ya que el incremento previsto de salarios es compensado por un aumento de la productividad. El Escenario Tendencial 2015 asume un total desacoplamiento de las ayudas para ese año, de forma que no existirán ayudas vinculadas a la producción y el apoyo por parte de la UE vendrá dado totalmente en forma de pago directo. El “Chequeo médico de la PAC” que tiene lugar este año 2008 estima una reducción del 13 % del importe de pago único debido a la modulación, esta cantidad se destinará a financiar el 2º Pilar de la PAC. Para la construcción de la curva de demanda y el cálculo del ingreso del agricultor nos hemos basado en una descripción completa del escenario tendencial 2015 (descripciones cualitativas y parámetros cuantitativos) que pueden ser encontrados en Mesa-Jurado y Berbel (2008). Con respecto a las condiciones locales, la superficie de regadío de la cuenca crece un 7% con respecto a la situación del 2005 debido a la superficie que está en proceso de puesta en riego actualmente. Las nuevas superficies de riego se van a dedicar casi en su totalidad a cultivos leñosos (olivar y cítricos), se reduce la superficie dedicada a algodón, remolacha (desaparece totalmente) y arroz (debido a su baja rentabilidad) que será sustituida principalmente por trigo, girasol y maíz incentivados por los altos precios de las materias primas y las ayudas a cultivos energéticos de la Directiva Europea de Biocombustibles 2003/30/CE. 12 III Congreso de la Asociación Hispano-Portuguesa de Economía de los Recursos Naturales y Ambientales Palma de Mallorca, 4-6 de junio de 2.008 6. – Resultados Los datos utilizados para la aplicación del modelo están basados en fuentes secundarias para las funciones de producción, precios de insumos y productos, coeficientes técnicos y superficies de cultivo. El punto de partida para el análisis del valor residual es el año 2005. La figura 3 ilustra el valor del agua para el olivar que varía según en la comarca en la que nos encontremos debido a las condiciones específicas de cada una de ellas. La media por comarca es de 0,47 €/m3 y la media de comarcal del valor residual global arroja un valor de 0,25€/m3. La figura también nos muestra la variabilidad del valor del agua entre cultivos y entre comarcas. Figura 3. Valor del agua para el olivar (aceite) y la media comarcal del valor del agua Fuente: Elaboración propia Para la agregación de los valores residuales a nivel cuenca hemos utilizado 50 unidades territoriales (comarcas con aproximadamente 10 municipios cada una de ellas), en cada una de esas comarcas se pueden dar 24 posibles cultivos por lo que teóricamente trabajaríamos con 1200 posibles valores residuales de agua, pero en la práctica esta cifra se reduce ya que alguno de esos cultivos no son viables en todas las comarcas de la cuenca. El arroz, por ejemplo, 13 III Congreso de la Asociación Hispano-Portuguesa de Economía de los Recursos Naturales y Ambientales Palma de Mallorca, 4-6 de junio de 2.008 solamente puede ser cultivado cerca del estuario del río (comprende 4 comarcas), las plantaciones de cítricos están restringidas por el clima a unas 10 comarcas y el olivar no es posible cultivarlo en las zonas bajas de la cuenca. Por lo tanto, finalmente tenemos alrededor de 600 valores residuales, cada uno de ellos asociados a un determinado consumo de agua. Integramos estos datos para calcular el valor agregado con respecto al consumo de agua en la cuenca; esto recoge en la figura 4 que se muestra a continuación. El resultado obtenido es un valor residual medio de 0,25 €/m3 y 0,19 €/m3 para el 2005 y el escenario 2015, respectivamente. El valor del agua disminuye un 30%, así es que teóricamente la nueva PAC debería reducir la presión ejercida sobre el recurso. Figura 4. Escenarios de VAB-Consumo para el agua de riego en el Guadalquivir 2005/2015 Fuente: Elaboración propia La figura adjunta recoge una simulación, en base a los datos anteriores, de la evolución de la relación VAB/demanda de agua. Hay que entender que la demanda es superior a los recursos disponibles para riego (estimados como diferencia entre recursos totales menos usos prioritarios y con el valor de 2.854 hm3 para 2008), que se supone que no cambian sensiblemente en relación a las disponibilidades para riego, ya que los nuevos embalses compensan el aumento de recursos destinados a usos ambientales, urbanos e industriales. Contamos con la existencia de un ‘contexto de escasez’ por el cual las dotaciones reales que reciben los agricultores implican el riego deficitario de los cultivos, especialmente de aquellos que se adaptan bien a la sequía 14 III Congreso de la Asociación Hispano-Portuguesa de Economía de los Recursos Naturales y Ambientales Palma de Mallorca, 4-6 de junio de 2.008 (trigo, girasol, olivar). Los datos que han permitido generar este cuadro se muestran en la tabla que define el aumento de superficies de 2015 respecto a 2005. Por otro lado, hay que tener en cuenta que la superficie total prevista para 2015 es de 770.000 ha. Se representa la demanda potencial de agua basada en la ETP según Penman (metodología del MMA). En esta figura ya se incluye un mayor aumento de la superficie de riego (60.000 ha sobre la base de 2005) y una mejora de la eficiencia del transporte y riego. Hay que tener en cuenta que el consumo de agua es inferior al que estimamos según la ETP, ya que los cultivos se adaptan a las dotaciones disponibles, inferiores a la ETP máxima, especialmente con los cultivos mediterráneos y/o adaptados a la sequía: olivar, trigo, girasol que aunque podrían consumir hasta 5.000 m3/ha de una forma económicamente rentable, en la práctica suelen conformarse con dotaciones muy inferiores (p.ej. 1.000 m3/ha), consiguiendo, no obstante, rentabilizar el agua aportada. La base del modelo es la teoría del “agotamiento del producto”, esta está definida en la ecuación (5), y la distribución del margen neto entre los factores de producción para el 2005 es la que sigue: el agua se lleva el 62%, tierra 20%, mano de obra familiar 8%, remuneración 5% y capital propio es 4%. Los valores cambian en 2015, pasando a ser 62 % para el agua, la tierra disminuye a 12 %, la mano de obra familiar aumenta a 13%, remuneración 6% y capital propio es 8%. La figura 5 muestra el cambio en la distribución del margen neto entre los factores de producción. Figura 5.Distribución del margen neto entre los factores de producción 2005 vs. 2015 1.400 2005 2015 1.200 1.000 €/ha 800 600 400 200 0 Mano de obra familiar (€/ha) Remuneración (€/ha) Capital propio (€/ha) Tierra (€/ha) Renta del agua en alta(€/ha) Fuente: Elaboración propia 15 III Congreso de la Asociación Hispano-Portuguesa de Economía de los Recursos Naturales y Ambientales Palma de Mallorca, 4-6 de junio de 2.008 Se observa en la figura como la reducción del margen neto implica un decremento en el valor para alguno de los factores de producción, especialmente la renta de la tierra (regadío) y el valor residual del agua mientras que el resto de factores (mano de obra, remuneración, interés del capital propio) mantienen el mismo nivel. El margen neto es el valor de la producción agrícola menos los costes variables y fijos y se considera que es la remuneración de los factores fijos (clásicamente tierra, trabajo y capital). En la figura 6 podemos observar la reducción de determinados indicadores económicos agrarios, especialmente el valor de la producción experimenta una gran caída debido a que las ayudas en el Escenario Tendencial 2015 ya no están vinculadas a la producción. El escenario predice un cambio hacia cultivos leñosos (olivar y cítricos) que tienen un alto valor añadido y bajo porcentaje de subvenciones pero la reducción en mano de obra es muy pequeña. Figura 6. Comparación entre indicadores económicos para el 2005 vs. 2015 Indicadores económicos 2005 vs 2015 3.500 3.000 €/ha 2.500 2.000 2005 1.500 Escenario 2015 1.000 500 0 Producción VAB Margen Neto 2005 vs. Margen Neto+Pago único 2015 Mano de obra Indicadores económicos Fuente: Elaboración propia La figura 6 muestra la comparación entre el Margen Neto 2005 y el Margen Neto + Pago único correspondiente al Escenario 2015 de forma que se puede observar el ingreso derivado de la actividad agraria familiar. 16 III Congreso de la Asociación Hispano-Portuguesa de Economía de los Recursos Naturales y Ambientales Palma de Mallorca, 4-6 de junio de 2.008 Una debilidad del análisis es que hemos supuesto un crecimiento en cultivos permanentes de acuerdo a la actual tendencia, lo que implica que la superficie de olivar y cítricos se incrementaría en un 25% para el periodo 2005-2015 ocupando las nuevas superficies puestas en regadío y sustituyendo parte de la superficie ocupada por cultivos herbáceos. Se considera que el agua se traspasa de cultivos con bajo valor (cereales) a otros con un valor más alto (cítricos y olivar). Al tener en cuenta la tendencia observada en el pasado reciente no estamos teniendo en cuenta quizás este proceso que se aceleró por el impacto de la nueva PAC. 7.- Conclusiones En nuestro trabajo presentamos el análisis de la demanda del agua bajo diferentes escenarios. El valor agregado a nivel cuenca es obtenido a partir de la función que relaciona el valor del agua (precio) con el consumo del regadío. Podemos destacar que el valor del agua se reduce como consecuencia de la nueva política agraria, sin embargo, la demanda de agua sigue siendo la misma a efectos prácticos. El análisis del escenario tendencial muestra que no puede confiarse en la reducción de la rentabilidad de los cultivos para esperar que se reduzca la presión sobre el recurso, ya que lo que va a ocurrir previsiblemente es que la rentabilidad relativa regadío-secano se mantenga en los diferenciales actuales (como media en esta cuenca el ratio de riego/secano en VAB es 4,5 veces). Por otra parte, la demanda ‘potencial’ entendida como el suministro a los cultivos de la cantidad de agua correspondiente ETP máxima es muy superior a las dotaciones existentes actualmente, y esa situación se mantiene en el escenario 2015 tendencial. En consecuencia, las medidas de ahorro y eficiencia que se están llevando a cabo actualmente deben partir de que la situación de presiones sobre el recurso y de dotaciones escasas se mantendrá previsiblemente en el futuro. Teniendo como resultado que los recursos disponibles para riego seguirán siendo menores en esta cuenca que la demanda existente. Finalmente, queremos resaltar que el valor del agua contribuye al VAB de la agricultura de regadío en el Guadalquivir en un 30% lo que evidencia la importancia de este recurso como creador de valor en el sistema agrario. 17 III Congreso de la Asociación Hispano-Portuguesa de Economía de los Recursos Naturales y Ambientales Palma de Mallorca, 4-6 de junio de 2.008 8.- Agradecimientos Este trabajo ha sido posible gracias a la financiación del proyecto FUTURPAC (Análisis Prospectivo de la Sostenibilidad de los Sistemas agrarios nacionales en el marco de la PAC). Nº de Referencia: AGL2006-05587-C04-02/AGR y del proyecto VANE del MMA coordinado por la Universidad de Alcalá de Henares. Referencias Bate, R. N.; Dubourg, W. R. (1997). A net-back analysis of irrigation water demand in East Anglia. Journal of Environmental Management, 49 (3), pp. 311-322. Berbel, J. y Gutiérrez, C. (2004b): I Estudio de Sostenibilidad del Regadío del Guadalquivir. Fenacore, Sevilla. 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