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5. Reseña de libros 251 Economía del desarrollo Junio 2003 Debraj Ray Esta obra recoge una visión del con‑ cepto de desarrollo económico estu‑ diando la transformación económica de los países en vías de desarrollo. Por lo tanto, en este estudio el plan‑ teamiento del desarrollo económico es el principal objetivo de la mayoría de los países del mundo. Sin lugar a dudas esta hipótesis no tiene ninguna controversia, pero ¿cómo se mide el desarrollo? En las clases de pregrado y posgrado se considera que para medir el grado de desarrollo de un país se deben enfocar los aspectos de la renta, el bienestar y la capacidad económica, con el fin de minimizar aquellas nece‑ sidades básicas para la población. Por eso, esta obra empieza haciendo una introducción a los conceptos teóricos de desarrollo económico planteados por diferentes instituciones como Na‑ ciones Unidas y el Banco Mundial y el acercamiento a un entorno y contexto internacionales. El manual consta de dieciocho capí‑ tulos en los que se introduce primero una visión panorámica del desarrollo económico y luego los conceptos teóri‑ Revista de Economía & Administración, Vol. 5 No. 1. Enero - Junio de 2008 252 Debraj Ray cos de crecimiento económico, y mide el grado de relación que existe entre desarrollo y crecimiento económico. En los capítulos 3-5 se aborda el estu‑ dio del crecimiento económico desde varios ángulos. En los capítulos 6-8 se analiza la desigualdad del desarrollo, considerando que estas desigual‑ dades pueden influir, a su vez, en la evolución del desarrollo. En el capítulo 10 se estudia la des‑ igualdad desde el punto de vista de los cambios estructurales, como qué tanto significa la transferencia de re‑ cursos de un sector (agrícola) a otro (industrial y servicios). Este capítulo obliga a estudiar atentamente el sector agrícola, en el que vive y trabaja la mayoría de la población de los países en vías de desarrollo, especialmente los pobres. En los capítulos 11-15 se estudian los mercados informales, con énfasis en el sector rural en el análisis de los mercados de la tierra, el trabajo, el crédito y los seguros. En el capítulo 16 se estudia el comercio y su grado de relación con el desarrollo, y el 17 analiza los instrumentos de política comercial que se pueden utilizar en un país en vías de desarrollo. Por último, en el 18 se estudia la política comercial desde una perspectiva multilateral y regional. En años anteriores fui a la búsqueda de obras sobre el estudio del desarrollo económico, por lo cual considero este libro de excelente calidad y de gran utilidad como material de consulta para profesionales especializados en esta área, así como material docente en cursos de postgrado para estudiantes de todas las disciplinas. En opinión propia y como conclusión final consi‑ dero que del crecimiento económico se llega al desarrollo con decisiones políticas y económicas adecuadas y racionales para el bienestar de la población. Reseñó: Mauricio Torres Velasco Estudiante Maestría en Economía Universidad Autónoma de Occidente. Docente hora-cátedra programa de Economía, Universidad Autónoma de Occidente. Correo – e: trhuzz@hotmail.com Revista de Economía & Administración, Vol. 5 No. 1. Enero - Junio de 2008 253 El Cisne Negro El impacto de lo altamente improbable Nassim Nicholas Taleb Para Taleb un Cisne Negro es un suce‑ so con tres atributos: rareza, es decir, que nada de lo que ha ocurrido en el pasado indica de una manera convin‑ cente la posibilidad de su ocurrencia; impacto tremendo y predictibilidad retrospectiva lo cual significa que des‑ pués de que el hecho se presenta sur‑ gen toda clase de explicaciones que lo hacen predecible. El hundimiento del Titanic, el atentado terrorista del 11 de septiembre de 2001, la crisis econó‑ mica mundial, la quiebra de General Motors, son ilustraciones de Cisnes Negros causados y exacerbados por el hecho de ser inesperados. La lógica del Cisne Negro es que lo que no sabemos es más importante que lo que sabemos. La idea central del libro de Taleb es nuestra ceguera respecto a lo aleatorio, en particular las grandes desviaciones. Cuando se aborda el tema de la incertidumbre se tiende a descartar lo extraordinario y a centrarse en lo normal. Casi todo lo concerniente a la vida social es producto de choques y de saltos raros pero trascendentales; no obstante, cuando se estudia la vida social la Revista de Economía & Administración, Vol. 5 No. 1. Enero - Junio de 2008 254 Nassim Nicholas Taleb tendencia es a centrarse en lo normal. Taleb hace a lo largo de su libro una crítica contundente a los métodos de inferencia de la campana de Gauss, porque ésta ignora las grandes desvia‑ ciones; además, no las puede manejar. Sin embargo, nos lleva a la confianza que la incertidumbre ha sido domesti‑ cada. Taleb llama a lo anterior “el gran fraude intelectual” y concluye que el mundo está dominado por lo extremo, lo desconocido y lo muy improbable. Considera que la geometría mande‑ lbrotiana abre una esperanza frente a las consecuencias e injusticias que producen los Cisnes Negros. El capítulo 1 está dedicado a una des‑ cripción de hechos vividos por el autor, que él denomina “El aprendizaje de un escéptico empírico” y que le permitie‑ ron moldear la anatomía de un Cisne Negro. El capítulo 2 describe el caso de una novelista poco conocida, sin ninguna novela publicada. Presentó su libro Historia de la recurrencia y recibió el rechazo de los editores, por lo cual lo colgó en la Red y se constituyó en un éxito. El libro de Yevguenia, nombre de la novelista, es un Cisne Negro. En el capítulo 3 el autor presenta los escenarios en dos entornos que él denomina Extremistán y Mediocristán. En Extremistán estamos sometidos a la tiranía de lo singular, lo accidental, lo imprevisto y lo no predicho. En Mediocristán tenemos que soportar la tiranía de lo colectivo, la rutina, lo obvio y lo predicho. En Extremistán las desigualdades son tales que una única observación puede influir de forma desproporcionada en el total. Extre‑ mistán puede producir Cisnes Negros, ya que unas cuantas ocurrencias han influido colosalmente en la historia. El capítulo 4 el autor lo dedica a cues‑ tionar el problema de la inducción o el “problema de Hume”, que Taleb asocia al problema del pavo. Al pavo se le da de comer todos los días. Cada vez que le damos de comer el pavo confirma su creencia de que la regla general es que a uno lo alimente un miembro del género humano que “vela por sus intereses”. Pero la tarde del miércoles anterior al día de Acción de Gracias al pavo le ocurrirá algo inesperado, algo que conllevará una revisión de su creencia. El animal aprendió de la observación (método científico). Su confianza aumentaba a medida que se repetían las acciones alimentarias. El sentimiento de seguridad alcanzó el punto máximo cuando el riesgo era mayor. Lo que se ha aprendido del pasado puede resultar irrelevante, falso o engañoso. El problema del Cisne Negro en su forma histórica es la dificultad fundamental de generalizar a partir de la información disponible, o de aprender del pasado, o de lo visto (dimensión finita), para abordar lo des‑ conocido (dimensión infinita). El capítulo 5 está dedicado a las con‑ secuencias que se producen a partir de lo visto para generalizar en lo no vis‑ to, a lo cual el autor llama el “error de la confirmación”. La confirmación, por muy arraigada que esté en nuestros hábitos y nuestra sabiduría conven‑ cional, puede ser un error peligroso. Revista de Economía & Administración, Vol. 5 No. 1. Enero - Junio de 2008 El Cisne Negro El impacto de lo altamente improbable Podemos acercarnos más a la verdad mediante ejemplos negativos, no me‑ diante la verificación. Por ello el autor destaca la técnica llamada falsación de Karl Raimund Popper. El capítulo 6 se refiere al hecho de engañarnos con historias que sacian nuestra sed platónica, denominado por Taleb “la falacia narrativa”. Esta se dirige a nuestra escasa capacidad de fijarnos en secuencias de hechos sin tejer una explicación o sin forzar un vínculo lógico, una flecha de relación entre ellos. En el capítulo 7, denomi‑ nado “Vivir en la antecámara de la esperanza”, Taleb hace hincapié en que lo relevante es lo sensacional y en las no linealidades en la vida diaria. El capítulo 8 está dedicado a profundizar en la circunstancia de que lo que vemos no es necesariamente todo lo que existe. Es decir, que la historia nos oculta los Cisnes Negros y nos da una idea falsa sobre la probabilidad de esos sucesos; a lo anterior el autor lo llama “la distorsión de las pruebas silenciosas”. El capítulo 9 se refiere a “La falacia lúdica”, es decir, que nos encanta lo tangible, la confirmación, lo visible, lo concreto, lo arraigado. Somos su‑ perficiales por naturaleza, pero no lo sabemos. El capítulo 10 se ocupa de dos temas a saber:1) la arrogancia epistémica: somos arrogantes en lo que creemos que sabemos; y 2) la arrogancia tie‑ ne implicaciones en las actividades relacionadas con la predicción. La arrogancia puede llevarnos a presumir 255 de la información que disponemos, sin caer en la cuenta que la información puede ser un impedimento para el conocimiento. Cuanta más información se nos da, más hipótesis formulamos y peores serán. El capítulo 11 profundiza sobre las limitaciones de nuestra capacidad para predecir. Hace alusión además a los descubrimientos inesperados, a los hallazgos fortuitos mientras se está en busca de otra cosa. El viagra, que cambió las perspectivas men‑ tales y costumbres sociales de los varones jubilados, se concibió como un fármaco contra la hipertensión. Thomas Watson, fundador de IBM, predijo en cierta ocasión que solo necesitaríamos un puñado de ordena‑ dores. IBM reconoció su error después de haber perdido participación en el mercado. Los estudiosos entusiastas y maniáticos se concentran en cate‑ gorías escuetas y olvidan las fuentes de incertidumbre, es decir, en opinión del autor tunelan, o sea, se mantienen en el túnel de sus posibilidades. Antes de que se supiera la existencia de las bacterias y el papel que desempeñan en las enfermedades, los médicos criticaban la costumbre de lavarse las manos porque para ellos no tenía sentido, pese a la evidencia de una disminución significativa en el número de muertos en los hospitales. El capítulo 12 está dedicado a profun‑ dizar en dos conceptos: 1) la humildad epistémica, practicada por el erudito que no se compromete, a quien le preocupan las consecuencias de estar Revista de Economía & Administración, Vol. 5 No. 1. Enero - Junio de 2008 256 Nassim Nicholas Taleb equivocado, que introspecciona; 2) la epistemocracia, es decir, la provin‑ cia en que las leyes se estructuran teniendo en cuenta este tipo de fali‑ bilidad humana llamada la humildad epistémica. El capítulo 13 el autor lo denomina “Apeles el pintor o qué hacemos si no podemos predecir” , en el cual plantea algunos trucos frente a este problema, tales como: a) establecer una distin‑ ción entre las contingencias positivas y negativas; b) no buscar lo preciso ni lo local, no ser de mentalidad cerrada; c) aprovechar cualquier oportunidad; mu‑ chas personas no se han dado cuenta de que han tenido un golpe de suerte cuando lo experimentan; d) tener cui‑ dado con los planes precisos de los gobiernos; a los funcionarios guberna‑ mentales les interesa perpetuarse, no llegar a la verdad; e) no desperdiciar el tiempo intentando luchar contra los vaticinadores (analistas de bolsa, eco‑ nomistas, científicos sociales). El capítulo 14 se refiere al paso de ida y vuelta de Mediocristán a Extremistán. o cómo el mundo, que es cada vez más obra del hombre, puede evolucionar y alejarse de la aleatoriedad suave para acercarse a la desenfrenada. La participación desproporcionada de un grupo reducido en la influencia inte‑ lectual es aun más perturbadora que la distribución de la riqueza, porque contrariamente a las diferencias en los ingresos, ninguna política social puede eliminarla. El capítulo 15, llamado “La curva de campana, ese gran fraude intelectual”, lo dedica el autor a profundizar sus crí‑ ticas a las deducciones de la campana de Gauss. Afirma que las mediciones que se basan en la curva de la campa‑ na simplemente ignoran la posibilidad y el impacto de los grandes saltos o las discontinuidades y, por consiguiente, no se pueden aplicar en Extremistán. Cuanto más raro es el suceso, mayor será el error en nuestra estimación de su probabilidad. El capítulo 16, llamado “La estética de lo aleatorio”, es dedicado por el autor a la descripción de la geometría man‑ delbrotiana, desarrollada por Benoit Mandelbrot. Fractal es la palabra que acuñó este científico para describir la geometría de lo áspero y roto. La fractalidad es la repetición de patro‑ nes geométricos a diferentes escalas, que develan versiones cada vez más pequeñas de sí mismo. El conjunto mandelbrotiano se ha hecho popular entre los seguidores de la teoría del caos, porque genera imágenes de creciente complejidad, que muestran que algo se puede replicar a sí mismo de manera infinita. Taleb explica que los fractales se aplican a la rama de la incertidumbre, que él opina debería lla‑ marse la aleatoriedad mandelbrotiana. La aleatoriedad fractal es una forma de reducir o de mitigar las sorpresas, características de los Cisnes Negros, y por lo tanto de disminuir las conse‑ cuencias y los daños e injusticias que provocan. Es volver los Cisnes Negros Cisnes Grises. Los Cisnes Negros aparecen porque ignoramos las fuen‑ tes de aleatoriedad. Un Cisne Negro Revista de Economía & Administración, Vol. 5 No. 1. Enero - Junio de 2008 El Cisne Negro El impacto de lo altamente improbable se refiere a sucesos desconocidos; un Cisne Gris, a sucesos extremos modelables. Mandelbrot se ocupa de Cisnes Grises. Mandelbrot ha domes‑ ticado a muchos Cisnes Negros y ha planteado un rayo de esperanza sobre los problemas de la incertidumbre. El capítulo 17, “Los locos de Locke o las curvas de campana en los lu‑ gares equivocados”, es una critica documentada a los trabajos de Henry Markowitz y William Sharpe, quienes construyeron modelos hermosamente platónicos sobre una base gausiana para estructurar la teoría de la cartera de valores. Markowitz y Sharpe reci‑ bieron el Nobel de Economía después del crack bursátil de 1987. También cri‑ tica los desarrollos de Myron Scholes y Robert C. Merton, premios Nobel de Economía en 1997, relacionados con mecanismos de valoración de opcio‑ nes. Robert Merton hijo y Myron Scho‑ les, socios fundadores de la empresa de especulación en bolsa Long Term Capital Management, o LTCM, la cual quebró en 1998, arrastrando al sistema financiero. LTCM era un Cisne Negro. Sin embargo valora el Nobel de Eco‑ nomía concedido al psicólogo Daniel Kahneman y al reflexivo economista Friederich Hayek. 257 autor a comentar el caso de filósofos y científicos sociales que se ocupan profesionalmente de cuestionar lo que damos por supuesto; sin embargo, creen ciegamente en la bolsa y en las habilidades del gestor de su plan de pensiones, es decir, practican la falacia lúdica. En el capítulo 19 el autor presenta su punto de vista referente a la ecuanimi‑ dad con el Cisne Negro y específica‑ mente que uno tiene más control de su vida si decide por sí mismo y según su criterio. Es muy difícil perder en un juego que uno mismo haya planteado. Concluye que la madre naturaleza nos ha dado algunos mecanismos de defensa, como en la fábula de Esopo, uno de ellos es nuestra capacidad de considerar que las uvas que no alcanzamos o que no conseguimos alcanzar, están verdes. Reseñó: Jorge Enrique Bueno Orozco Economista, Universidad del Valle; Esp. en Finanzas Universidad ICESI; MBA, Universidad ICESI. Docente de planta, Universidad Autónoma de Oc‑ cidente. Investigador Grupo GIED Correo – e: jebueno@uao.edu.co El capítulo 18, denominado “La incer‑ tidumbre del farsante”, lo dedica el Revista de Economía & Administración, Vol. 5 No. 1. Enero - Junio de 2008