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Yoghurt Batido Svelty® Sin Lactosa Porción: 1 unidad (120 g) Porciones por envase: 1 Envase de 120 g. Sabores: Frutilla, Vainilla y Frambuesa. Descripción: Yoghurt Batido Svelty® sin lactosa. INFORMACIÓN NUTRICIONAL Sabores Frutilla - Vainilla - Frambuesa 100g 1 porción Energía (Kcal) 51 61 Proteínas (g) 3,5 4,2 0,37 0,44 8,3 10,0 5,0 6,0 Sacarosa (g) 0,27 0,32 Lactosa (g) 0,35 0,42 Sodio (mg) 80 96 Calcio (mg) 135 20% (*) Grasas totales (g) H. de C. disp. (g) Azúcares totales (g) Propiedades Nutricionales: 0% grasas totales. 0% Azucar. Sin lactosa. Sugerencias de Consumo: Para pacientes intolerantes a la lactosa. En chile, se estima que un 56% de la población adulta tiene algún grado de intolerancia a la lactosa (*). Beneficio Activo: Svelty sin lactosa no tiene fructosa dentro de sus ingredientes. Estudios han demostrado que el alto consumo de fructosa que se usa frecuentemente como endulzante puede disminuir la sensibilidad a la insulina, aumenta el riesgo de padecer prediabetes(**), además de incrementar la concentración plasmática de triglicéridos(***). (*) Rollan A. Revista Médica de Chile. Vol 140, núm 9 (2012). (**) Miller A & Adeli K. Curr Opin Gastroenterol. March 2008; 24(2):204-9. (***) Tappy L, Lê KA, Tran C, Paquot N. Nutrition. 2010 Nov-Dec;26(11-12):1044-9. doi: 10.1016/j.nut.2010.02.014. (*) % en relación a la Dosis Diaria de referencia establecida para Chile para mayores de 4 años. Ingredientes: Sabor Frutilla: Leche descremada reconstituida, concentrado de proteína láctea, espesante (almidón modificado de maíz), saborizante idéntico a natural, enzima lactasa, preservante (sorbato de potasio), cultivos lácteos, edulcorante (SUCRALOSA 10 mg/100g ; 12 mg/porción -IDA máx. 15 mg/Kg. peso corporal) y colorante (carmín de cochinilla). Puede contener trazas de soya y sulfitos. Sabor Vainilla: Leche descremada reconstituida, concentrado de proteína láctea, espesante (almidón modificado de maíz), saborizante idéntico a natural, enzima lactasa, preservante (sorbato de potasio), cultivos lácteos, edulcorante (SUCRALOSA 15 mg/100g ; 18 mg/porción -IDA máx. 15 mg/Kg. peso corporal) y colorantes (cúrcuma y annato). Puede contener trazas de soya y sulfitos. Sabor Frambuesa: Leche descremada reconstituida, concentrado de proteína láctea, espesante (almidón modificado de maíz), saborizante idéntico a natural, enzima lactasa, preservante (sorbato de potasio), cultivos lácteos, edulcorante (SUCRALOSA 12 mg/100g; 14 mg/porción -IDA máx. 15 mg/Kg. peso corporal) y colorante (carmín de cochinilla). Puede contener trazas de soya y sulfitos. Abstract 1 Abstract 2 Fructose and metabolic diseases: new findings, new questions Dietary fructose and the metabolic syndrome Tappy L1, Lê KA, Tran C, Paquot N. Miller A1, Adeli K. There has been much concern regarding the role of dietary fructose in the development of metabolic diseases. This concern arises from the continuous increase in fructose (and total added caloric sweeteners consumption) in recent decades, and from the increased use of high-fructose corn syrup (HFCS) as a sweetener. A large body of evidence shows that a high-fructose diet leads to the development of obesity, diabetes, and dyslipidemia in rodents. In humans, fructose has long been known to increase plasma triglyceride concentrations. In addition, when ingested in large amounts as part of a hypercaloric diet, it can cause hepatic insulin resistance, increased total and visceral fat mass, and accumulation of ectopic fat in the liver and skeletal muscle. These early effects may be instrumental in causing, in the long run, the development of the metabolic syndrome. There is however only limited evidence that fructose per se, when consumed in moderate amounts, has deleterious effects. Several effects of a high-fructose diet in humans can be observed with high-fat or high-glucose diets as well, suggesting that an excess caloric intake may be the main factor involved in the development of the metabolic syndrome. The major source of fructose in our diet is with sweetened beverages (and with other products in which caloric sweeteners have been added). The progressive replacement of sucrose by HFCS is however unlikely to be directly involved in the epidemy of metabolic disease, because HFCS appears to have basically the same metabolic effects as sucrose. Consumption of sweetened beverages is however clearly associated with excess calorie intake, and an increased risk of diabetes and cardiovascular diseases through an increase in body weight. This has led to the recommendation to limit the daily intake of sugar calories. PURPOSE OF REVIEW: Fructosa y enfermedades metabólicas: nuevos hallazgos, nuevas preguntas Fructosa dietaria y síndrome metabólico Tappy L1, Lê KA, Tran C, Paquot N. Abstract: Abstract Actualmente ha habido mucha preocupación por el papel de la fructosa dietaria en el desarrollo de enfermedades metabólicas. Esta preocupación surge por el aumento continuo en el consumo de fructosa (y en el consumo de edulcorantes calóricos) en la reciente década y por la mayor utilización de jarabe de maíz alto en fructosa (HFCS) como edulcorante. Una gran cantidad de evidencia muestra que una dieta alta en fructosa conduce al desarrollo de obesidad, diabetes y dislipidemia en roedores. En humanos, hace algún tiempo se sabe que la fructosa aumenta la concentración de triglicéridos en el plasma. Además, cuando se consumen grandes cantidades como parte de una dieta hipercalórica puede causar resistencia hepática a la insulina, aumento del porcentaje de grasa visceral y total y la acumulación ectópica de grasa en el hígado y en el musculo esquelético. Estos efectos tempranos pueden ser causantes, en el largo plazo, del desarrollo del síndrome metabólico. Sin embargo, existe sólo evidencia limitada que la fructosa en sí, cuando se consume en cantidades moderadas, tiene efectos nocivos. Varios efectos de una dieta alta fructosa en los seres humanos se pueden observar en dietas con alto contenido de grasa o alto contenido de glucosa, lo que sugiere que un exceso de ingesta calórica puede ser el factor principal implicado en el desarrollo del síndrome metabólico. La principal fuente de fructosa en la dieta es a través de bebidas endulzadas (y con otros productos en los que se han añadido edulcorantes calóricos). Sin embargo, es poco probable que la sustitución progresiva de sacarosa por el (HFCS) sea la involucrada directamente en la epidemia de las enfermedades metabólicas, porque (HFCS) parece tener básicamente los mismos efectos metabólicos como la sacarosa. El consumo de bebidas azucaradas está sin embargo claramente asociada con la ingesta excesiva de calorías, y un mayor riesgo de diabetes y enfermedades cardiovasculares a través de un aumento en el peso corporal. Esto ha llevado a la recomendación de limitar la ingesta diaria de calorías provenientes de azúcar. Fructose, a naturally found sugar in many fruits, is now commonly used as an industrial sweetener and is excessively consumed in Western diets. High fructose intake is increasingly recognized as causative in development of prediabetes and metabolic syndrome. The mechanisms underlying fructose-induced metabolic disturbances are unclear but are beginning to be unravelled. This review presents recent findings in this field and an overall mechanistic insight into the metabolic effects of dietary fructose and its role in metabolic syndrome. RECENT FINDINGS: Recent animal studies have confirmed the link between fructose feeding and increased plasma uric acid, a potentially causative factor in metabolic syndrome. Advanced glycation end products are also implicated because of their direct protein modifications and indirect effects on inflammation and oxidative stress. Human studies have demonstrated fructose's ability to change metabolic hormonal response, possibly contributing to decreased satiety. SUMMARY: There is much evidence from both animal models and human studies supporting the notion that fructose is a highly lipogenic nutrient that, when consumed in high quantities, contributes to tissue insulin insensitivity, metabolic defects, and the development of a prediabetic state. Recently evidence has helped to decipher the mechanisms involved in these metabolic changes. Miller A1, Adeli K. PROPÓSITO DE REVISIÓN: La fructosa, un azúcar que se encuentra naturalmente en muchas frutas, se utiliza comunmente como un edulcorante industrial y se consume en exceso en las dietas occidentales. El alto consumo de fructosa es cada vez más reconocido como el causal en el desarrollo de prediabetes y síndrome metabólico. Los mecanismos que subyacen a las alteraciones metabólicas inducidas por fructosa no están claros, pero se están empezando a desentrañar. Esta revisión presenta los hallazgos recientes en este campo y una visión general de los efectos metabólicos de la fructosa dietaria y su papel en el síndrome metabólico. HALLAZGOS RECIENTES: Estudios recientes en animales han confirmado la relación entre la alimentación con fructosa y el aumento del ácido úrico en plasma, un factor potencialmente causante de síndrome metabólico. Los productos finales de glicación avanzada, también están implicados debido a sus efectos directos en la modificación de proteínas y por sus efectos indirectos sobre la inflamación y el estrés oxidativo. Estudios en humanos han demostrado la capacidad de la fructosa para cambiar la respuesta hormonal metabólica, posiblemente contribuyendo a la disminución de la saciedad. RESUMEN: Hay mucha evidencia en modelos animales y estudios en humanos que apoyan la noción de que la fructosa es un nutriente altamente lipogénico que, cuando se consume en grandes cantidades, contribuye a la insensibilidad a la insulina en los tejidos, defectos metabólicos, y al desarrollo de un estado prediabético. Recientemente evidencia ha ayudado a descifrar los mecanismos implicados en estos cambios metabólicos.