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Colección Trabajos Clave Serie Efectos Inmunomoduladores de los Probióticos TC Efectos del Consumo Prolongado de los Probióticos en la Inmunidad de las Mucosas Centro de Referencia para Lactobacilos (CERELA-Conicet); Universidad Nacional de Tucumán; San Miguel de Tucumán, Argentina y otros centros participantes Immunobiology 213(2):97-108, Mar 2008 Sociedad Iberoamericana de Información Científica Sociedad Iberoamericana de Información Científica Efectos del Consumo Prolongado de los Probióticos en la Inmunidad de las Mucosas Resumen objetivo elaborado por el Comité de Redacción Científica de SIIC en base al artículo Effect of Long-Term Continuous Consumption of Fermented Milk Containing Probiotic Bacteria on Mucosal Immunity and the Activity of Peritoneal Macrophages de los autores de Moreno de LeBlanc A, Chaves S, Perdigón G y colaboradores integrantes del Centro de Referencia para Lactobacilos (CERELA-Conicet); Universidad Nacional de Tucumán; San Miguel de Tucumán, Argentina y otros centros participantes El artículo original, compuesto por 12 páginas, fue editado por Immunobiology 213(2):97-108, Mar 2008 Los probióticos consumidos durante períodos prolongados provocarían efectos inmunomoduladores en la mucosa intestinal sin efectos adversos. Los probióticos son suplementos dietarios formados por bacterias vivas que mejoran el balance microbiano del intestino en el animal huésped. En 2001, la Organización Mundial de la Salud propuso una nueva definición en la que se considere probióticos a los microorganismos vivos que, administrados en la dosis apropiada, confieren un beneficio para la salud del receptor. Según distintas publicaciones, estas ventajas en la salud se deben, al menos en parte, a la capacidad inmunomoduladora de algunas cepas de bacterias probióticas. Dado que la administración por vía oral es la habitual, el estudio de la inmunidad de la mucosa intestinal es esencial para comprender los efectos sobre el huésped. El tubo digestivo protege al organismo a través de la microflora, la barrera mucosa y el sistema inmunitario, formado por el tejido linfoide asociado a la mucosa. De esta manera, las células M de las placas de Peyer pueden actuar como células presentadoras de antígenos. Por otra parte, la inmunomodulación producida por las bacterias lácticas depende de la interacción de estos organismos con el mencionado tejido linfoide. Este proceso ha sido evaluado en modelos de experimentación animal y se ha observado que la interacción es diferente para cada cepa bacteriana. De esta manera, algunos antígenos microbianos sólo se asociaron con las células del sistema inmunitario, presentes en las placas de Peyer, mientras que en otros casos se describió la interacción con células de la lámina propia del intestino delgado y del colon. Además, la administración por vía oral de algunas cepas puede estimular el sistema inmunitario en otras mucosas, como la bronquial y la de la glándula mamaria. Del mismo modo, la leche fermentada tiene otros componentes no bacterianos que contribuyen a la inmunogenicidad y que tienen propiedades antitumorales. Los autores refieren que, en estudios previos, realizados en su laboratorio, determinaron que la administración cíclica de una cepa del probiótico Lactobacillus casei se asoció con fenómenos de inmunomodulación. En el presente ensayo, se proponen evaluar, en un modelo animal, la influencia del consumo diario y prolongado de leche fermentada comercial en la mucosa intestinal, bronquial y mamaria, así como la activación de otras células del sistema inmunitario, como los macrófagos peritoneales. Materiales y métodos Se seleccionaron de manera aleatoria 140 ratones BALB/c de 6 semanas de edad, de entre 25 y 28 g, que fueron divididos en 2 grupos de 70 animales cada uno. Se los alimentó con una dieta sólida convencional y se les permitió el libre acceso al agua. Para esta experiencia se utilizó leche fermentado de uso comercial que contenían L. delbrueckii subespecie bulgaricus, Streptococcus thermophilus y L. casei DN-114001, en todos los casos con concentraciones de 108 UFC/ml. En el grupo elegido para el estudio, se diluyó el producto para obtener una concentración de 107 UFC/ml de L. casei en el agua de consumo, en tanto que el grupo control recibió agua sin el agregado de la leche fermentada. Fueron sacrificados por dislocación cervical 5 ejemplares de cada grupo en los días 0, 2, 5, 7, 10, 14, 28, 42, 56, 70, 84 y 98, luego de considerar como día 1 aquel en el que se inició la administración de los probióticos. Sobre las muestras de intestino delgado, colon, pulmón y glándula mamaria se realizaron preparados histológicos y, a través de inmunofluorescencia directa, la determinación de las células positivas para inmunoglobulina A (IgA) y para los marcadores CD4 y CD8. Además, mediante métodos indirectos se detec- Trabajos Clave, Efectos Inmunomoduladores de los Probióticos tó la presencia del factor de necrosis tumoral (TNF-α), interferón (IFN-γ) y de las interleuquinas (IL) IL-2, IL-4, IL-5, IL-6 e IL-10. Por otra parte, se evaluó ex vivo la capacidad de fagocitosis de los macrófagos peritoneales con la incubación de estas células en medios con cepas opsonizadas de Candida albicans. El proceso estadístico de los datos reunidos se realizó con un modelo lineal de análisis de la varianza y se estableció un valor significativo de p < 0.05. Resultados La cantidad de células positivas para IgA no varió en el grupo control a lo largo del estudio, a diferencia de lo observado en el grupo que recibió la leche fermentada, en el que se verificó un aumento significativo. La mayor parte de estas células se obtuvieron a partir del intestino delgado en los días 2 y 5, mientras que la diferencia tuvo significación estadística para la mucosa bronquial entre los días 5 y 10 de la administración (p < 0.05). El número de linfocitos T CD4 + y CD8 + se encontró aumentado en la lámina propia del intestino delgado y del colon de la mayoría de las muestras de los ratones que habían recibido leche fermentada. Este aumento alcanzó niveles significativos después del día 10 del estudio. No se observaron diferencias de relevancia estadística en la mucosa bronquial entre ambos grupos. Cuando se evaluaron los niveles de citoquinas, se observó que la cantidad de células positivas para IL-2 e IFN-γ había aumentado en ambas porciones del tubo digestivo en los animales que habían ingerido leche fermentada (p < 0.05), a lo largo de todos los días del estudio. Por su parte, el TNF-α se incrementó de manera significativa en el intestino delgado en el grupo de ratones que recibieron la leche fermentada hasta el día 56, a partir del cual el número de células fue similar a la de los roedores del grupo control. Este fenómeno resultó similar en las muestras del colon, pero sólo hasta el día 42. Por su parte, la IL-10 aumentó en ambas regiones del tubo digestivo de los animales tratados, en comparación con los del grupo control. Los autores señalan que los resultados obtenidos en la mucosa bronquial fueron diferentes, dado que ninguna de las citoquinas evaluadas se incrementó de manera significativa. Lo mismo sucedió en las glándulas mamarias (p > 0.05). Por otra parte, el examen de la actividad de los macrófagos peritoneales demostró un aumento con relevancia estadística desde el comienzo de la ingesta de leche fermentada hasta el día 14 (p < 0.05), momento a partir del cual la actividad fue similar para ambos grupos de ratones. Discusión Distintos trabajos han mostrado que el consumo de productos que contienen probióticos mejora la salud intestinal. La leche fermentada que incluye estos organismos se encuentra en la alimentación de muchos indivi- duos, pero existen pocas publicaciones que describen los efectos sobre el sistema inmunitario del tubo digestivo asociados con el consumo prolongado. En el presente ensayo, los autores evaluaron esta actividad en ratones convencionales con el uso de una leche fermentada comercial que contenía el L. casei DN-114001. En el examen histológico del tejido intestinal de estos animales se demostró que el consumo prolongado (98 días) no produjo efectos inflamatorios no deseados, pese a la constante estimulación antigénica. No se observaron diferencias de significación estadística entre el grupo control y los animales tratados. Por otra parte, se recuerda que la IgA secretoria es la principal molécula efectora de la inmunidad en las mucosas y ejerce un papel relevante en la defensa contra las infecciones, ya que permite la neutralización de antígenos en la luz intestinal, en la lámina propia y en las células epiteliales. En algunas publicaciones previas se había demostrado que la administración cíclica de yogur aumentaba el número de células positivas para IgA en el colon de los roedores. En este trabajo, se observó una asociación entre la ingesta de leche fermentada y el incremento de la cantidad de estas células en el intestino delgado y en el colon en distintos momentos del estudio. Este efecto se observó en las otras mucosas (bronquial y mamaria) sólo en la primera fase de la experiencia. Del mismo modo, el análisis de las poblaciones de linfocitos T CD4 + y CD8 + mostró un incremento del número de estas células en el tubo digestivo de los ratones que recibieron la leche fermentada (p < 0.05), mientras que esta acción no se comprobó en los otros órganos evaluados. Estos resultados coinciden con la falta de estímulo local necesario para inducir la migración celular, como lo propone la teoría de los compartimentos de las mucosas. Además, para evaluar la importancia de los linfocitos T CD4 + en la respuesta inmune innata, se analizaron los niveles de diferentes citoquinas, entre ellas, la IL-2, que actúa como un factor de crecimiento para las células T. Esta citoquina aumentó en la población que ingirió la leche fermentada, en coincidencia con el incremento en el número de linfocitos. En cuanto al TNF-α y al IFN-γ, se incluyen dentro de las denominadas citoquinas inflamatorias, producidas por células activadas durante la inflamación. Si bien ambas citoquinas aumentaron en los animales tratados con leche fermentada, las células productoras del TNF-α disminuyeron hacia el final del experimento y no se observaron cambios inflamatorios. Por lo tanto, se sugiere que estas moléculas pueden producir otros efectos sobre el intestino, o bien que sus efectos proinflamatorios fueron modulados por la IL-10, que se encontraba elevada en la mucosa intestinal (p < 0.05). Es sabido que esta interleuquina ejerce efectos reguladores en el tubo digestivo, asociados con la tolerancia a la flora local y con la inducción de la producción de IgA por parte de los linfocitos B. En cambio, las citoquinas evaluadas no presentaron diferencias significativas en sus nive- Sociedad Iberoamericana de Información Científica les en la mucosa bronquial y en la glándula mamaria de los animales que recibieron leche fermentada. Para evaluar el efecto del consumo sostenido de estos productos fuera del tubo digestivo, se analizó la actividad fagocítica de los macrófagos peritoneales, que sólo aumentó durante los primeros 14 días del estudio. Los investigadores relacionan este incremento con la elevación del IFN-γ, que puede ejercer efectos a distancia sobre las células del sistema inmunitario y favorecer la activación de los macrófagos. Conclusión Los autores afirman que, de acuerdo con los resultados obtenidos, la administración prolongada de esta leche fermentada tiene efectos moduladores sobre el sistema inmunitario asociado a intestino y sobre células distantes, como los macrófagos peritoneales. Del mismo modo, sostienen que no se observaron efectos secundarios indeseables. Proponen que la ingesta de estos alimentos puede contribuir a mantener los mecanismos de vigilancia contra los estímulos dañinos sin afectar la homeostasis del tubo digestivo. Por otro lado, estos productos pueden proteger la mucosa bronquial y la glándula mamaria a través del aumento en la síntesis de IgA. Así, los investigadores señalan que esta mejoría en la respuesta de la mucosa intestinal puede provocar la migración de células del sistema inmunitario desde el tubo digestivo hacia otras mucosas. De esta manera, sugieren que el consumo sostenido de esta leche fermentada puede ser un adyuvante útil para la inmunidad en la mucosa intestinal. Además, afirman que se necesitan más estudios, en especial en seres humanos, para demostrar esta hipótesis. Copyright © Sociedad Iberoamericana de Información Científica (SIIC), 2008 www.siicsalud.com 2008-TC-ACM-001 El presente artículo de Trabajos Clave (TC) fue seleccionado de la base de datos SIIC Data Bases por la compañía patrocinante de este ejemplar. Los artículos de la colección TC son objetivamente resumidos por el Comité de Redacción Científica de SIIC. El contenido de TC es responsabilidad de los autores que escribieron los textos originales. Los médicos redactores no emiten opiniones o comentarios sobre los artículos que escriben. Prohibida la reproducción total o parcial por cualquier medio o soporte editorial sin previa autorización expresa de SIIC. Impreso en la República Argentina, agosto de 2008. Colección Trabajos Clave (TC) Registro Nacional de la Propiedad Intelectual en trámite. Hecho el depósito que establece la Ley Nº 11.723.