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Razones para amar a México
Después de 2 meses en México me encontré con una cantidad ilimitada de las cosas que me parecían
extrañas día a día... Fue a México junto con otras 40 personas de todo el mundo para enseñar a los
niños de los alrededores de la ciudad de México el respeto a otras culturas e inculcar la curiosidad.
Dábamos las clases de arte, de educación física y clases de música y estábamos ayudando a los más
pequeños a almorzar. Fue una tarea muy difícil ;) Los niños saltaban, hablaban con la boca llena,
corrían alrededor de la mesa, por eso toda la comida duró normalmente una hora.
Cultura
La primera razón por la que se puede amar a México es la cultura. La historia y la cultura de México
son extremadamente ricas. Se entremezclan aquí la cultura de la antigua civilización prehispánica y la
de la España católica. El lugar más importante para visitar en la ciudad de México es El Museo
Nacional de Antropología que reúne las colecciones más ricas de arte prehispánico en el mundo. Me
impresionó el Bosque de Chapultepec. Las impresionantes vistas del castillo y la vegetación de los
alrededores de allí se conocen como el pulmón de la ciudad.
La Comida
tortas
tostadas
tacos
tamales
Hay cosas que sorprenden: el perro vestido como si fuera el invierno y el tipo de publicidad de
empresas diferentes. Pero los chicos limpiando los cristales de coches en la luz roja es la imagen que
conozco de Wroclaw.
El viaje a Acapulco y vivir en un pueblo casi desierto son unos de mis mejores recuerdos. Me sentía
como en un paraíso, donde te servían para la cena un pescado fresco bebiendo agua de coco. A
alguien que nunca había visto otra playa que en nuestro Mar Báltico, puedo decir que relajándose a
orillas del océano en la hamaca bajo una palmera hace que no se quiera volver a la vida cotidiana.
Para los mexicanos, el fútbol es tan importante como para los brasileños. Tuve la oportunidad de
visitar el tercer estadio de fútbol más grande en el mundo – El Estadio Azteca.
Pero el recuerdo más importante es la gente que conocí allí.
Al final yo misma puedo añadir que en México el sol no siempre brilla…;)
Anna Kożuch