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CASO ANÁTOMO-CLÍNICO . HOSPITAL URGENCIA ASISTENCIA PUBLICA - DRA. VICTORIANA ACEVEDO G. y col. CASO ANÁTOMO-CLÍNICO HOSPITAL URGENCIA ASISTENCIA PÚBLICA Dra. Victoriana Acevedo G. (1), Dr. Gonzalo Gacitúa P. (2), Dra. Luisa Maren Solis S. (3), Dra. Maria Eugenia Casanova K. (4), Dr. Domingo Arriagada M. (5) CASO CLÍNICO Hombre de 63 años, sordomudo como secuela de meningitis en la infancia, hipertenso y sometido a una colecistectomía 4 meses antes del ingreso en la cual se habría encontrado una fístula colecistocoledociana. Consultó en Hospital de Urgencias Asistencia Pública (HUAP) por cuadro de una semana de evolución de distensión y dolor abdominal, asociado a constipación. Al ingreso se encontraba en regulares condiciones generales, enflaquecido, con frecuencia cardiaca (FC) de 116 latidos/ minuto y presión arterial de 110/62 mm/Hg. En el examen físico segmentario destacaban unas escleras anictéricas, yugulares planas, examen cardiopulmonar normal y un abdomen distendido, globuloso y sensible difusamente a la palpación, con ruidos abdominales presentes y signo de blumberg dudoso. Ingresó al Servicio de Cirugía con la hipótesis diagnóstica de abdomen agudo, donde se instaló una sonda nasogástrica que mostró salida de contenido de retención. El laboratorio al ingreso destacaban: leucocitos 13,900 de predominio polimorfonuclear, hematocrito 46.8%, creatininemia 1,6 mg/dl, nitrógeno ureico sanguíneo 56 mg/dl, natremia 128 mmol/l., tiempo de protrombina 36%, amilasemia 153 mg/dl. Niveles plasmáticos de transaminasas, bilirrubina y fosfatasas alcalinas eran normales. Se realizó una ecografía abdominal que mostró un hígado pequeño, de contornos regulares, ligeramente heterogéneo, con múltiples lesiones focales hiperecogénicas, redondeadas, bien delimitadas, algunas de ellas con centro hipoecogénico de 9 a 25 mm de diámetro, vía intrahepática no dilatada, páncreas no se visualizaba, bazo normal, ascitis de distribución difusa y algunas asas intestinales y epiplón engrosados. Radiografía de tórax mostraba elevación de las bases y mínimo derrame pleural izquierdo. Se realizó parecentesis evacuadora parcial, que dio salida a sólo 450 cc de líquido ascítico hemático, cuyo análisis mostró: glucosa 108 mg/dl, proteínas de 2,7 g/dl, 11000 eritrocitos/ml, 230 leucocitos/ml con un 79% de linfocitos y con cultivo que resultó negativo 88%, lo que requirió inicio de oxígeno suplementario. Se manejó con restricción de volumen y terapia diurética (espironolactona y furosemida). Evoluciona normotenso, afebril, con FC entre 90-110 por minuto, con ascitis severa a tensión. Al quinto día de hospitalización, se encontró sangre fresca drenando por la sonda naso gástrica (SNG), por lo que se cambió a sonda Sengstaken que dio salida de 2000cc hemático. Luego el paciente comienza con dificultad respiratoria y desatura hasta Destaca un paciente enflaquecido, con ascitis que se punciona, resultando ser ésta hemorrágica y con predominio linfocitario, lo que nos pone de inmediato en un contexto neoplásico. Según la literatura alrededor de 15-50% de los pacientes con cáncer desarrollan ascitis y 10% de las ascitis están asociadas con neoplasias. Antiguamente se usaba la discriminación entre exudado y transudado para orientarse en el diagnóstico de la causa de la ascitis y 1. Residente, Departamento de Medicina Interna. HUAP 2. Internista e Instructor, Departamento de Medicina Interna, UDA HUAP 3. Residente, Departamento de Anatomía Patológica. Pontificia Universidad Católica de Chile 4. Jefa, Servicio de Anatomía Patológica, HUAP 5. Jefe, UDA HUAP, Pontificia Universidad Católica de Chile Correspondencia : darriaga@med.puc.cl Evoluciona con melena, nuevos episodios de hematemesis de entre 300 a 850cc/día, oligúrico y caída del hematocrito de 46 a 37%. Al duodécimo día de hospitalización el paciente empeora su condición, agregándose compromiso de conciencia, apremio respiratorio severo e hipotensión, que lo llevaron a fallecer durante ese día. DISCUSIÓN El caso que se ha presentado, se inicia con la dificultad de estar frente a un paciente que no estaba en condiciones de aportar la historia por sí mismo, afectando la realización de la anamnesis, que es primordial en un buen proceso diagnóstico. 93 BOLETÍN ESCUELA DE MEDICINA U.C., PONTIFICIA UNIVERSIDAD CATÓLICA DE CHILE el límite de corte para esta diferenciación era de 2.5 g% de proteínas. La mayoría de las ascitis en contexto de neoplasia son exudados. El paciente de esta discusión tenía 2.7 g % de proteínas. Hay distintos mecanismos por los cuales se puede desarrollar ascitis en un paciente oncológico: 1.- Carcinomatosis peritoneal 2.- Hipertensión portal causada por: - Invasión tumoral de la vena porta. - Metástasis hepáticas masivas. - Combinación de ambos mecanismos. - Obstrucción linfática con flujo masivo de linfa a la cavidad peritoneal. - Síndrome de Budd Chiari (trombosis de las venas suprahepáticas). (1) En caso de sospecha de ascitis de etiología maligna, se debe solicitar citología del líquido, que tiene una sensibilidad global de 95% en casos de carcinomatosis peritoneal. Las carcinomatosis peritoneales son causadas principalmente por cáncer del tracto gastrointestinal, próstata y en mujeres, cáncer de origen ginecológico. Este paciente presenta además múltiples lesiones focales hepáticas hiperecogénicas, redondeadas con centro hipoecogénico. La imagen radiológica tiene características sugerentes de hemangiomas, que son los tumores benignos más frecuentes del hígado, encontrándose hasta en un 4% de la población general. Frente a imágenes ecográficas sugerentes de hemangiomas, exámenes complementarios son innecesarios en pacientes con bajo riesgo de malignidad, pero en los con alto riesgo es necesario descartar metástasis y hepatocarcinoma (HCC). En un estudio de pacientes con daño hepático crónico, cuando la ecotomografía sugirió hemangiomas, 50% lo fue y 50% fue HCC (2) 94 VOL. 32 Nº2 2007 Otras lesiones que se pueden presentar con estas características, son la hiperplasia nodular focal y la infiltración grasa del hígado. En el caso de la discusión para pensar en infiltración, se hubiera esperado que el laboratorio mostrara fosfatasas alcalinas elevadas, pero al unir el tipo de ascitis con las lesiones focales, se hace necesaria la búsqueda de neoplasia, pese a la ausencia de este hallazgo. En nuestro país debería haberse buscado la presencia de cáncer gástrico, que es la primera causa de muerte por cáncer en hombres. Puede causar síndrome pilórico por obstrucción y ser la causa del contenido de retención por SNG que presentaba este paciente. Además 20% cursa con melena y/o hematemesis, que también se describían en el caso. Frecuentemente causa compromiso hepático y en general se encuentra avanzado al momento del diagnóstico. (3) Otro cáncer que podría explicar el cuadro en discusión es el hepatocarcinoma. Este es más común en pacientes con daño hepático crónico, sobre todo en el contexto de hepatitis crónica, pero se puede dar también en pacientes con mínima o ninguna fibrosis, lo que ocurre hasta en un 23% de los casos. (4) Además 20-56% de los pacientes no tiene diagnosticada previamente la cirrosis al descubrirse el hepatocarcinoma. (5) Es frecuente que se diagnostique en etapa tardía, debido a la alta reserva hepática. Se puede asociar con trombosis de la vena porta, ya sea por estado de hipercoagulabilidad o por invasión tumoral directa. La manifestación más común de ésta es la hemorragia variceal que se presenta en un 50-70% de los pacientes. Otra complicación de los hepatocarcinomas es la ruptura que puede manifestarse como sangrado masivo a la cavidad peritoneal. El cáncer de páncreas puede presentarse de forma similar al caso expuesto. El dolor está presente en 80-85% de los pacientes con enfermedad avanzada y la ascitis en un 20%. Tardíamente puede producir obstrucción del vaciamiento gástrico por compromiso duodenal e invasión de la vena porta, con hemorragia digestiva por hipertensión portal aguda. La ecografía tiene una sensibilidad 57-75% para visualizar páncreas y en este caso no lo hacía. El cáncer de páncreas generalmente se asocia a ictericia cuando hay compromiso de la cabeza pancreática. En los cáncer de cuerpo y cola, que son entre un 25-30% de los casos, la ictericia se desarrolla sólo en un 31% de los pacientes, lo que hace que se descubran en etapas más avanzadas, cuando es frecuente la presencia de metástasis hepáticas y carcinomatosis peritoneal. Además se puede presentar con síntomas sugerentes de enfermedad biliar que pueden incluso haber llevado a la realización de una colecistectomía previamente. Otras neoplasias a considerar son el cáncer de vesícula. Este paciente tenía una colecistectomía recientemente, y no se conocía el resultado del estudio patológico de la vesícula. Es interesante considerar que existía el antecedente de una fístula colecistocoledociana en la cirugía. Esto se produce generalmente por un cálculo impactado en el conducto cístico, que causa una erosión en el conducto hepático común ocasionando una fístula (síndrome de Mirizzi). Este síndrome ha sido asociado frecuentemente a la presencia de cáncer. En un estudio que incluyó 1759 colecistectomías, se encontraron 18 pacientes con síndrome de Mirizzi, de los cuales 5 (28%) presentaron concomitantemente cáncer vesicular, versus 2% de los casos sin síndrome de Mirizzi. (6) Para terminar no se puede dejar afuera la posibilidad del cáncer de colon, que es un cáncer que ha ido en aumento en nuestro país. Su diseminación es por vía linfática y hematógena, siendo esta última CASO ANÁTOMO-CLÍNICO . HOSPITAL URGENCIA ASISTENCIA PUBLICA - DRA. VICTORIANA ACEVEDO G. y col. principalmente a través de la vena porta, por lo que es común que se manifieste con metástasis hepáticas, hasta en un 15% al momento del diagnóstico. Pero ¿cual fue la causa de muerte en este paciente? Los últimos días el paciente presentó compromiso respiratorio, cuya causa más probable fue la aspiración de hematemesis. Sin embargo, no se debe olvidar, en un paciente, que está en un contexto neoplásico importante, la posibilidad de un tromboembolismo pulmonar. Este ocurre en alrededor de 11% de pacientes con cáncer. 90% se originan en trombosis venosas de las extremidades inferiores, que este paciente al parecer no tenía, pero sólo 30% tiene clínica de trombosis venosa profunda. (7) Un tromboembolismo pulmonar masivo podría explicar un paciente con compromiso respiratorio que presenta un shock y luego fallece. Figura 1. Foto panorámica de una preparación histológica de un corte de páncreas y duodeno en la que se reconoce, en la zona central de la foto, de abajo hacia arriba, infiltración tumoral del páncreas y de la pared duodenal. Ahora, lo más probable es que la causa del shock, haya sido un sangrado digestivo masivo, en un paciente que había presentado hemorragia por varios días. Las posibles causas del sangrado ya se han mencionado anteriormente: Hipertensión portal aguda y hemorragia por várices esofágicas o la presencia de un tumor gástrico que se manifieste con sangramiento. ANATOMÍA PATOLÓGICA En el examen interno se encontró un tumor de páncreas de 5x4x3 cm que reemplazaba el cuerpo y la cola del páncreas. El tumor se extendía al tejido adiposo peripancreático, pared de vasos sanguíneos y focalmente a la cabeza del páncreas comprometiendo hasta la mucosa duodenal donde la solevantaba en una zona, y la ulceraba en otra (Figura 1). Las características histológicas correspondían a un carcinoma anaplástico (Figura 2). Se detectó ascitis hemorrágica y múltiples metástasis nodulares de carcinoma en Figura 2. Carcinoma anaplásico pancreático. Células tumorales discohesivas con notable pleomorfismo celular y nuclear. Se reconocen células gigantes multinucleadas; imágenes de “canibalismo celular”, con presencia de células en el citoplasma de otras células tumorales.(Tinción HE.40x). 95 BOLETÍN ESCUELA DE MEDICINA U.C., PONTIFICIA UNIVERSIDAD CATÓLICA DE CHILE peritoneo parietal anterior, mesenterio, epiplón y lecho hepático; se observaron también, múltiples metástasis de carcinoma en ganglios linfáticos peripancreáticos y en hígado. Se encontró además, trombosis de vena porta y vena esplénica e hidroureteronefrosis derecha por comprensión extrínseca tumoral del uréter correspondiente. El esófago presentaba una inflamación crónica erosiva extensa . En el examen del tórax, se encontró hidrotórax bilateral, hiperemia pasiva aguda pulmonar y bronconeumonía hemorrágica bilateral. COMENTARIO FINAL Aunque la causa final que produjo la muerte de este paciente parece radicar en la falla orgánica múltiple secundaria a la sepsis de origen respiratorio, favorecida por un estado de hipovolemia no corregido, los comentarios finales que haremos de este caso apuntan primero su forma de presentación con respecto a la importancia de la interpretación de hallazgos como tener un líquido ascítico hemorrágico, lo que muchas veces significará que hubo una punción traumática, pero si esta causa se descarta (en el trauma reciente la sangre tiende a coagular), deberá considerarse, según el contexto clínico, el origen paraneoplásico, ya que el 20% de las ascitis malignas son hemorrágicas (8). Respecto al tumor encontrado en la necropsia, diremos que en Chile el de páncreas es la octava causa de muerte por cáncer en hombres y mujeres, con una tasa de mortalidad de 5.3 por cada 100000 habitantes y ha experimentado un aumento sostenido y significativo de las muertes en los últimos años (9), acompañando al aumento en la esperanza de vida al nacer, ya que se presenta raramente antes de los 50 años. 96 VOL. 32 Nº2 2007 En general, el cáncer de páncreas provoca la muerte de casi la totalidad de los pacientes afectados y sólo el 15% de ellos tienen la posibilidad de ser sometidos a una cirugía con intento curativo, de los cuales entre el 10 y 25% sobrevivirán a los 5 años dependiendo del compromiso ganglionar al momento de operarse. Sus principales factores de riesgo son el tabaquismo, la pancreatitis crónica, la diabetes mellitus de larga evolución y la obesidad. Se presenta con dolor abdominal y baja de peso en más del 75% de los casos e ictericia en más del 80% de las veces si es que el tumor es de cabeza de páncreas (70% de los casos). Menos frecuente es que se pesquise ascitis o masa palpable (20%), trombosis venosa y tromboflebitis migratoria (síndrome de Trousseau), hemorragia digestiva alta por várices esofágicas debido a infiltración tumoral del sistema venoso portal y esplenomegalia por afectación tumoral de la vena esplénica. El 90% son adenocarcinomas ductales y sólo entre el 2 y 7% corresponden a carcinoma anaplástico, el cual tiene aún peor pronóstico que el primero, con una sobrevida a 3 años menor al 3% de los casos (10), muchas veces con un cuadro clínico asociado a rápido deterioro, el cual se describe en semanas, lo que hace a los pacientes malos candidatos incluso para quimioterapia paliativa (11). A pesar de la variedad de métodos diagnósticos, tanto de imágenes como serológicos, el diagnóstico del cáncer de páncreas en etapas precoces es extremadamente difícil debido a lo inespecífico de los síntomas iniciales, a que muchas veces estos ya reflejan invasión de estructuras vecinas que le dan características de enfermedad avanzada y a la pobre sensibilidad de las técnicas no invasivas. En general el principal método de imágenes que permite aproximarse al diagnóstico y a la etapificación es la tomografía computada (sensibilidad 90%, especificidad 95%), entregando señales que ayudan a decidir la eventual resecabilidad de un tumor, esto último a veces apoyado por métodos complementarios según el caso, entre los que vale la pena destacar la laparoscopía, que algunos centros utilizan para pesquisar metástasis ocultas a la TC, que podrían alcanzar hasta el 30% de las veces (12) impidiendo someter al paciente a una gran intervención con mortalidad asociada que no sea curativa. Respecto a los marcadores serológicos, como el CA 19-9, sus niveles dependen de la cantidad de masa tumoral, por lo que se los utiliza para seguimiento (sensibilidad : 70-85%, especificidad : 87%). En cuanto al tratamiento, la cirugía es lo único que puede intentar la curación de la enfermedad cuando esta se limita hasta los ganglios peripancreáticos (etapa IIB), influyendo favorablemente también si el tumor es menor a 3 cm, si los márgenes de resección son negativos para células malignas, si son bien diferenciados y si la pérdida de sangre intraoperatoria no sobrepasa los 750 ml (13,14,15). Como terapia adyuvante no existe aún consenso acerca del esquema óptimo de quimioterapia (QT) con o sin radioterapia (RT). Cuando el cáncer está localmente avanzado (no resecable), la terapia paliativa se apoya en QT-RT, que puede disminuir dolor y a veces prolongar sobrevida.(16) Finalmente, la QT basada en Gemcitabina podría mejorar calidad de vida en enfermedad avanzada y prolongarla modestamente (17). REFERENCIAS 1. PLANCARTE, R., GUILLEN, M. R., GUAJARDO, J. et al. Ascitis en los pacientes oncológicos: Fisiopatogenia y opciones de tratamiento. Rev. Soc. Esp. Dolor, abr. 2004, vol.11, no.3, p.156-162. CASO ANÁTOMO-CLÍNICO . HOSPITAL URGENCIA ASISTENCIA PUBLICA - DRA. VICTORIANA ACEVEDO G. y col. ISSN 1134-8046 1998; Vol 28, No 3. 2. CATURELLI E, POMPILI M, BARTOLUCCI F, SIENA D, et al. Hemangioma-like Lesions in Chronic Liver Disease: Diagnostic Evaluation in Patients. Radiology 2002; 220:337-42 8. RUNYON BA; HOEFS JC; MORGAN TR. Ascitic fluid analysis in malignancyrelated ascites. Hepatology 1988 SepOct;8(5):1104-9. 3. FUCHS, CS, MAYER, RJ. Gastric Carcinoma.N Engl J Med,1995;333:32 4. 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