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Estrés calórico terneros Desde su nacimiento los terneros son capaces de mantener su temperatura corporal constante a pesar de los cambios en la temperatura ambiente percibida. Para lograrlo, utilizan mecanismos que les permiten producir calor en ambientes fríos o cederlo en ambientes cálidos. Pero la termorregulación posee límites. Cuando la temperatura está fuera de la zona de termo-neutralidad por períodos prolongados se produce estrés por calor o frío. Teniendo en cuenta la inminente llegada del verano, nos parece importante concentrarnos en el estrés por calor. Los principales factores que modifican la temperatura ambiente percibida son: temperatura y humedad. El índice de temperatura- humedad combina estas dos variables definiendo cuatro zonas según el grado de estrés 1. No estrés No estrés 2. Estrés elevado 3. Estrés severo 4. Peligro muerte Modificado de F. Wierama. Universidad de Arizona. 1990 Cuando ingresamos en las zonas de estrés calórico la temperatura corporal aumenta y se activan mecanismos compensatorios: 1. Disminuye la actividad corporal y el consumo de alimentos secos (12 a 35%) para minimizar la producción de calor metabólico. 2. Aumenta el ritmo cardíaco. 3. Aumenta la circulación periférica. A su vez permanecen parados la mayor parte del tiempo aumentando la superficie de contacto con el medio ambiente a fin de eliminar calor por radiación. 4. Aumenta la frecuencia respiratoria (jadeo) para eliminar calor por evaporación (perdida de agua). “La prevención es siempre más barata que el tratamiento de las enfermedades” 5. Aumenta el consumo de agua para cubrir las pérdidas y para reducir la temperatura interna. 6. Los animales buscan sombra para reducir el calor percibido. Las condiciones de stress térmico no sólo se presentan con temperaturas francamente elevadas. El estrés térmico puede ser severo a partir de temperaturas de 24 a 26 °C si las condiciones de humedad son elevadas. Por este motivo, la observación del comportamiento de nuestros terneros, la evaluación del índice de temperatura humedad (ver cuadro) y la valoración a la exposición solar y al viento, nos indicarán si estamos o no en riesgo de sufrir los efectos del estrés calórico. Cuando el ternero es incapaz de reducir la temperatura corporal adecuadamente no sólo se ve afectado el bienestar sino también su desarrollo productivo, disminuyendo la ganancia diaria de peso y la eficiencia de conversión. Además, debido al aumento de cortisol sanguíneo (hormona del estrés) se ve afectada la respuesta inmune y el ternero es más susceptible a enfermarse, pudiendo incluso morir. Por lo tanto es necesario aplicar medidas de manejo para reducir al mínimo los efectos negativos mencionados y mantener a nuestros terneros confortables durante el verano. El primer paso para disminuir el estrés calórico es proveer en forma continua AGUA fresca, limpia y de buena calidad. En guacheras colectivas donde los animales tienen acceso libre al bebedero no es un problema la disponibilidad, sin embargo en guacheras individuales (estaca- jaula o iglú) el ternero depende del personal para obtener el agua. Debemos concientizar al personal para que ofrezcan agua fresca a todos los terneros desde el día 1, todas las veces que sea necesario durante el día. Tener en cuenta que el consumo de agua se duplica y a veces cuadriplica en época de calor. Además debemos mantener los tanques de agua, mangueras y baldes limpios, libres de algas las cuales disminuyen la palatabilidad y por lo tanto el consumo. El agua debe ser apta para consumo animal, sin contaminación bacteriana o parasitaria, y libre de minerales contaminantes. En segundo lugar, y de igual importancia, el ambiente debe tener buena circulación de aire y proveer SOMBRA de libre acceso. Esto último le da al ternero la opción de acceso a sol y sombra, pudiendo acceder a la zona de mayor confort según la temperatura del día. Marcillac-Embertson y col (2009) observaron que terneros con acceso a sombra tienen mayor “La prevención es siempre más barata que el tratamiento de las enfermedades” consumo de alimento, mejor eficiencia de conversión (13%) y mayor tasa de crecimiento (16%) respecto de aquellos sin acceso a sombra. Ofrecer el alimento seco (pre iniciador, iniciador ó concentrado + grano) en buenas condiciones y por la tarde, ya que el consumo será máximo en las horas del día donde se registran las menores temperaturas (ultima hora de la tarde y primeras horas de la mañana) con el objetivo de maximizar el consumo. Otras medidas de manejo que deberían ser tenidas en cuenta durante el verano: Conservación de calostro y leche: la conservación a temperatura ambiente durante el verano no es recomendable ya que se produce la multiplicación exponencial de las bacterias contaminantes y/o patógenas cada veinte minutos, perdiendo calidad composicional y sanitaria. Vacunas y antibióticos: conservar al abrigo de la luz y el calor. Realizar los tratamientos y las vacunaciones a primera hora, ya que el estrés calórico disminuye la respuesta del sistema inmune. Las tareas de manejo habituales como vacunación, castración, descorne y desleche deben realizarse cuando el índice de temperatura humedad indique que no hay riesgo de estrés calórico. No deberíamos combinar más de dos actividades durante esta época. Limpieza: mantener los comederos y bebederos limpios y desinfectados ya que la temperatura ambiente favorece la fermentación y multiplicación de bacterias ambientales, aumentando el riesgo de enfermedad. Moscas y bicheras: producen estrés, son vectores de enfermedad y pueden ocasionar lesiones y predisponer a infecciones como onfalitis. Es necesario disminuir la cantidad presente en el ambiente no solo utilizando químicos sino también eliminando del ambiente los factores predisponentes (bosta, orina, desechos, animales muertos). M.V. María Victoria Lucas lucas_victoria@yahoo.com “La prevención es siempre más barata que el tratamiento de las enfermedades”