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Año 5. nº 13 Cría salud y BOVINO b á s i c o s Repercusiones productivas de las cojeras en vacas de leche Guía del M. bovis para el ganadero básicos BOVINO editorial El bienestar de un animal de granja depende de su habilidad para mantenerse sano y libre de sufrimiento. Nuestra responsabilidad es asegurar a nuestros animales un adecuado bienestar, para ello resulta fundamental dar importancia a las patologías que producen dolor y que son indicadores de un mal manejo desde el punto de vista ambiental. Entre éstas destacan las mastitis y los problemas de cojeras. La cojera en bovinos es un tema con graves repercusiones sobre la producción, que al ser tan obvio a veces se descuida o simplemente pasa desapercibido. Las afecciones respiratorias son a menudo plurifactoriales y están causadas por interacciones entre virus y bacterias. En la actualidad nadie duda de la implicación de Mycoplasma bovis en estos procesos. Este patógeno se asocia a múltiples patologías de los bóvidos entre las que se encuentran las artritis, las mamitis, las infecciones genitales y las neumonías. Axón Comunicación axoncomunicacion@axoncomunicacion.net Edita: c/ Dulcinea 42, 4º B. 28020 Madrid Telf.: 902 36 39 34 Patrocina: BOVINO Repercusiones Repercusiones productivas de las cojeras en vacas de leche productivas de las cojeras en vacas de leche básicos La cojera reduce la eficiencia de la producción de leche de las vacas, con una pérdida media estimada de 200 € por vaca al año. En otras palabras, este problema de salud supone unas pérdidas de entre el 5% y el 10% de los ingresos anuales por vaca. Si tenemos en cuenta que en torno al 25% del rebaño puede sufrir esta patología, infravalorar las cojeras en nuestros rebaños supone no sólo reducir el bienestar de nuestros animales sino también disminuir significativamente nuestras ganancias. Aunque genéricamente dividamos las cojeras por su etiología en cojeras de origen metabólico, mecánico e infeccioso, las cojeras entendidas como problema de rebaño son consecuencia de la interacción de diferentes factores de riesgo, entre los que se encuentran factores ambientales como el clima, la humedad o la época del año; factores de manejo como las instalaciones, el grado de higiene, la alimentación, la densidad de los animales, la explotación con pastoreo, la frecuencia con la que realicemos el recorte de pezuñas o los trabajadores de la explotación; y otros que dependen del propio animal como la genética, la edad o el nivel de producción. Las cojeras suponen alteraciones en la locomoción de los animales y un factor añadido de estrés por el dolor que ocasionan, lo que incide de diferente manera sobre los diferentes parámetros productivos de las vacas lecheras. Dentro de una misma explotación el conjunto de las mayores productoras forman el grupo de mayor riesgo de cojeras y dentro de ese grupo la fase de máxima producción es la época de mayor riesgo de sufrir cojeras. La mayoría de las cojeras tienen su manifestación clínica entre los 40 y 70 días después del parto, cuando la vaca está alcanzando su pico de lactación, probablemente ligadas a los cambios del puerperio y al estrés de producción. Las cojeras inciden de manera negativa en los resultados reproductivos de la explotación. Los días abiertos se incrementan una media de 28 días y se dificulta la detección de celos porque muchas vacas cojas muestran poca actividad de 4 5 BOVINO Repercusiones productivas de las cojeras en vacas de leche Cojeras de origen no infeccioso Laminitis Esta patología, con un origen metabólico, es la base de la mayoría de las alteraciones de la estructura del casco. Al afectar directamente al tejido queratógeno el casco formado será de mala calidad. Esto facilita la aparición de lesiones asociadas: erosio ungulae, dermatitis interdigital, pododermatitis circunscrita, separación de línea blanca… básicos gital o la banda coronaria, caracterizada, generalmente, por la aparición de úlceras. Se manifiesta como una zona sin pelo, enrojecida, propensa a sangrar, muy dolorosa y con un olor característico y penetrante. Flemón interdigital, flemón coronario o panadizo Esta lesión necrótica (con muerte de tejido), aguda o subaguda, que se origina en el espacio interdigital, está relacionada con lesiones previas de la piel producidas por pequeños traumas, espinas, piedras, etc. A través de estas lesiones penetran bacterias produciendo infección y provocando en el animal fiebre, disminución del apetito, muchísimo dolor, con cojera muy marcada y un descenso importante de la producción. Cojeras de origen infeccioso Dermatitis interdigital La dermatitis interdigital es una enfermedad bacteriana que afecta a la piel del espacio interdigital y al tejido córneo de los talones. Las vacas suelen presentar cojeras leves o andar incómodo. Dermatitis digital La dermatitis digital es una inflamación de la piel proximal al espacio interdi- 6 7 BOVINO básicos Repercusiones productivas de las cojeras en vacas de leche originadas por la disminución de la producción láctea, que pueden representar más de un 20% menos de leche y una reducción de la materia grasa y la proteína total, la necesidad de tratamiento antibiótico en la mayoría de los casos supondría una mayor cantidad de leche desechada. Sin embargo, hoy en día disponemos de antibióticos con un periodo de retirada de cero días en leche. Por todo ello, y especialmente por la posibilidad de administrar fármacos sin periodo de supresión, es sumamente importante tratar precozmente a estos animales, sobre todo durante la primera mitad de la lactación, para lograr lo antes posible la recuperación de la producción. LAS CLAVES DE LA CURACIÓN Sin duda, la elección del tratamiento antibiótico adecuado y el control del dolor son los pilares necesarios para la pronta recuperación del animal. monta durante la fase estral. En general el intervalo partoprimer servicio se alarga al menos 4 días en cualquier tipo de cojera. Además, incrementan el riesgo de mamitis, fuerzan la eliminación prematura de algunas vacas (aproximadamente el 20% de estos animales deberán ser sacrificados precozmente) aumentando el porcentaje global de animales eliminados. Las vacas cojas disminuyen la ingesta de alimentos con la consiguiente pérdida de condición corporal y bajada de producción. Económicamente, además de las pérdidas directas Las cefalosporinas de 3ª generación como Excenel® (Ceftiofur) presentan la ventaja, frente al resto de cefalosporinas y otros antibióticos, de tener un periodo de supresión de cero días en leche y un espectro de acción frente a bacterias Gram positivas y Gram negativas. Las consecuencias clínicas del dolor pueden resumirse en un incremento del estrés. Esto provoca una disminución de las defensas del animal que le predispone a padecer otras infecciones. Además, puede prolongar los períodos de convalecencia de una enfermedad, etc.. Asimismo, disminuye la ingestión de comida y agua, con lo que hay pérdida de peso y como consecuencia, en vacas lecheras, una reducción en el rendimiento de leche y en la función reproductiva. Hoy disponemos de Rimadyl® solución inyectable (Carprofeno) que permite un control rápido y duradero del dolor en problemas podales, con la ventaja añadida de tener un periodo de supresión de “0” días en leche. 8 9 BOVINO Guía del M. bovis Guía del M. bovis para el ganadero básicos para el ganadero Cuando hablamos de Mycoplasma bovis ¿de qué se trata y de qué hay que hacerlo responsable? ¿En qué procesos patológicos participa el M. Bovis? ¿Se trata de un patógeno oportunista o un agente mortal en el síndrome respiratorio?. La verdad es que la respuesta no es ni una cosa ni otra. M. bovis es un tipo de bacteria que, en estos diez últimos años, se diagnostica cada vez más. Se ha identificado, entre otros estados patológicos, como causa de mastitis, cojera y síndrome respiratorio. A día de hoy y en todo el mundo, se considera que M. bovis es una de las causas más importantes de neumonía del ternero: Mycoplasma bovis es responsable del síndrome respiratorio a dos niveles distintos. Primero porque M. bovis puede originar por si mismo la enfermedad al producir lesiones inflamatorias en los pulmones. Segundo, actúa en combinación con otros agentes patológicos como Pasteurella multocida, Mannheimia haemolytica e Histophilus somni para producir la enfermedad respiratoria aguda. La razón es que M. bovis es capaz de causar una inmunosupresión que compromete los mecanismos de defensa del hospedador. Por tanto, un animal que tenga M. bovis es incapaz de defenderse de otras infecciones como una neumonía vírica o bacteriana secundaria. Tenemos pruebas, ya desde los años 70, que indican que M. bovis se relaciona de modo sinérgico con el virus de la Rinotraqueitis infecciosa bovina (IBR), el Herpes Virus 1 Bovino. Por tanto, para responder a la pregunta de si Mycoplasma bovis es un patógeno oportunista o un agente mortal en el síndrome respiratorio, parece que hay que contestar que las dos cosas. Por tanto, para responder a la pregunta de si Mycoplasma bovis es un patógeno oportunista o un agente mortal en el síndrome respiratorio, parece que hay que contestar que las dos cosas 10 11 BOVINO Guía del M. bovis para el ganadero básicos Desde los años setenta se viene constatado la presencia de M. bovis por toda Europa. Un estudio de mercado reciente realizado por Bio-Sat revela que no solo la inmensa mayoría de los veterinarios de vacuno de consideran al Mycoplasma Bovis como uno de los cuatro patógenos bacterianos clave, sino que su prevalencia está aumentando. Casi todos los veterinarios consultados piensan que están observando un número creciente de infecciones por M. bovis en las granjas de sus clientes. No obstante, el número exacto de granjas con M. bovis en el ganado vacuno está muy infravalorada ya que muchos laboratorios no analizan de forma habitual la presencia de micoplasma en las muestras respiratorias y, por regla general, aíslan primero las bacterias más frecuentes como Pasteurella sp. Cuando está fuera del ganado hospedador, M. bovis resulta bastante frágil y hay dificultades para cultivarlo en el laboratorio. Sin embargo, a medida que dispongamos de nuevas tecnologías de diagnóstico, veremos cómo mejoran los niveles de detección de M. bovis en las granjas españolas. M. bovis es frágil cuando está fuera del vacuno hospedador porque se trata de un tipo de bacteria específico que carece de pared celular. Muchos de los antibióticos empleados para tratar infecciones en vacuno contrarrestan las infecciones atacando la pared celular de las bacterias. Como M. bovis no tiene dicha pared celular es intrínsecamente resistente a este tipo de antibióticos que incluyen las penicilinas y cefalosporinas. Esto supone que, cuando se elija un antibiótico para tratar el síndrome respiratorio debe escogerse uno capaz de proteger frente a M. bovis así como frente a las otras causas habituales de neumonía bacteriana. 12 M. bovis es responsable de, al menos, entre un tercio y un cuarto de las pérdidas económicas que ocasiona el síndrome respiratorio bovino La infección respiratoria causada por Pasteurella multocida, Mannheimia haemolytica e Histophilus somni suele responder bastante bien a distintos antibióticos, pero para el éxito del tratamiento resulta crucial que el tratamiento antibiótico proteja frente al M. bovis. Los estudios del 2001 confirmaban que M. bovis es la bacteria que se identifica más a menudo en vacuno de cebo infectado por neumonía crónica que no responde. Para un resultado eficaz es clave un tratamiento precoz y agresivo de la neumonía por M. bovis. Por lo que se refiere a la duración del tratamiento, cuando el tejido pulmonar está dañado su curación completa puede tardar de 13 BOVINO Guía del M. bovis para el ganadero 7 a10 días por lo menos. En la práctica esto significa que, aunque parezca que el animal mejora tras un ciclo corto de anti-infecciosos, persiste una “ventana de susceptibilidad”. En la recuperación del Síndrome respiratorio bovino este periodo resulta fundamental ya que el ganado es muy susceptible a nuevas infecciones bacterianas, recaídas y a la neumonía crónica. El producto anti-infeccioso ideal es, por tanto, no solo uno de amplio espectro sino también de larga duración. La elección del tratamiento debe basarse también en la repercusión económica de la enfermedad, comparándala con el coste del tratamiento. Los datos indican que el síndrome respiratorio bovino cuesta anualmente a los ganaderos europeos aproximadamente 576 millones de euros al año. El experto en Mycoplasma bovis R. Nicholas de prestigio internacional, ha publicado trabajos que indican que el M. bovis es responsable de al menos entre un tercio y un cuarto (20-25%) de estas pérdidas e incluso esta aproximación puede estar infravalorando el coste real de M. bovis en toda la región europea. Una de las formas de reducir estas pérdidas es utilizar productos que tengan registrada la indicación M. bovis. Mycoplasma bovis no es sólo otra bacteria respiratoria. Está siendo reconocido, cada vez más, como un factor básico en el síndrome respiratorio bovino y debe considerarse como parte importante de un programa de control eficaz. 14