Download El tras arco en el sistema Andino temprano (Jurásico Tardío), en el
Document related concepts
no text concepts found
Transcript
El tras arco en el sistema Andino temprano (Jurásico Tardío), en el margen chileno 1 2 2,3 4 1 Verónica Oliveros *, Pablo Rossel , Reynaldo Charrier , Mariana Labbé , Roberto Merino 1. Departamento Ciencias de la Tierra, Universidad de Concepción, Barrio Universitario s/n, Concepción, Chile. 2. Escuela Ciencias de la Tierra, Universidad Andres Bello, Campus República,Santiago. 3. Departamento de Geología, Universidad de Chile, Plaza Ercilla 803, Santiago, Chile. 4. Servicio Nacional de Geología y Minería, Avda. Santa María 0140, Providencia, Chile. * email: voliveros@udec.cl Resumen. Las unidades volcano-sedimentarias del Jurásico Superior, aflorantes en la precordillera y alta cordillera de Chile entre los 26° y 31°S, representan unidades generadas en una cuenca de trasarco durante la etapa temprana de la subducción andina. Dos cadenas de rocas volcánicas, subparalelas al margen convergente, indicarían el desarrollo de un episodio magmático segmentado, cuya duración fue restringida (Jurásico Tardío) en comparación con la actividad total del arco contemporáneo (Jurásico Medio a Cretácico Temprano). La fuente magmática principal en el sistema arco/tras arco sería un manto deprimido con escasa contribución cortical. Las variaciones composicionales entre franjas magmáticas estarían controladas por la distancia a la fosa, de manera análoga a los arcos de isla actuales. El episodio de volcanismo de tras arco se generó durante una continentalización de la cuenca, en la que los aportes detríticos provenían en su mayor parte de bloques alzados en el borde oriental de la misma. No existen evidencias de que este proceso de continentalización se haya producido en respuesta a un evento compresivo regional. intermedia, con escasa contribución la corteza continental a los fundidos de un manto astenosférico deprimido e hidratado por los fluidos de la placa subductada (Lucassen 2006, Parada et al. 2007). Por el contrario, las unidades volcánicas, y aquellas sedimentarias continentales que las acompañan, han sido objetos de escaso estudios sistemáticos y hasta hace poco se carecía de datos geológicos detallados que permitieran contextualizar su emplazamiento en la evolución del sistema de subducción andino temprano (Jurásico Medio - Cretácico Tardío). Las hipótesis para explicar la a franja volcánica situada al este del arco principal son: a) la existencia de un arco externo (Mpodozis y Ramos 2008), b) la existencia de un volcanismo de trasarco (Charrier et al. 2007). En el presente trabajo se resumen los principales resultados petrológicos, geoquímicos, geocronológicos y sedimentológicos obtenidos en un estudio que abarcó ocho formaciones volcano-sedimentarias del Jurásico Superior, aflorantes en la precordillera chilena y en la cordillera principal chileno-argentina entre los 26°30’ y los 30°30’S. Palabras Claves: Trasarco, Andes, Jurásico. 2 Metodologías 1 Introducción 2.1 Petrología y geoquímica La convergencia oblicua entre la placa oceánica y la placa sudamericana, durante gran parte del período comprendido entre el Jurásico Medio y Cretácico Temprano, habría incidido en el desarrollo de un régimen de subducción transtensional en el margen andino chileno (18-35°S) (Scheuber y Gonzaléz 1999, Charrier et al. 2007). La principal consecuencia de lo anterior es el desarrollo de un voluminoso arco magmático, con orientación N-S, situado en la actual Cordillera de la Costa y de una o varias cuencas de trasarco generalmente paralelas al margen (Fig. 1). Las cuencas de tras arco tuvieron un carácter esencialmente marino; sin embargo, afloramientos de rocas sedimentarias continentales y volcánicas, asignadas al Jurásico Tardío, indicarían que hubo un episodio de continentalización entre los actuales 27°S y 35°S (e incluso más al sur en la cuenca de Neuquén) (Oliveros et al, 2012). Se recolectaron sobre 200 muestras pertenecientes a las unidades volcano-sedimentarias de la Jurásico superior en la precordillera y cordillera principal, además de una decena de muestras pertenecientes a rocas volcánicas y plutónicas asignadas al arco del Jurásico y Cretácico Inferior. Se realizó un estudio petrográfico de aproximadamente 100 rocas ígneas y se seleccionaron alrededor de 40 para análisis químicos (elementos mayores y traza) e isotópicos (Sr-Nd-Pb). Se realizaron 3 dataciones Ar-Ar en hornblenda y 1 U-Pb en circones. Una brecha volcánica en la base de la Formación Picudo entregó una edad Ar-Ar de 163,2 ± 1,4 Ma; dos edades Ar-Ar en rocas piroclásticas de composición dacítica arrojaron edades de 72,6 ± 1,0 y 35,5 ± 0,4 Ma, respectivamente, descartando que estas unidades correspondan al volcanismo del Jurásico Superior. Una edad U-Pb de 151,4 ±2,7 Ma fue obtenida en circones de una toba en la Formación Picudo. Los principales resultados geoquímicos están resumidos en Rossel et al. (2012), quienes reconocen dos franjas de volcanismo en el trasarco con características químicas diferentes, dependientes de la distancia a la fosa y de Las características y temporalidad del magmatismo desarrollado en el arco Jurásico son relativamente bien conocidas; este se caracterizó por el desarrollo de un magmatismo de carácter calcoalcalino, de composición 262 rocas volcánicas del Triásico, del arco Jurásico, de unidades Proterozoicas y, solo en una localidad, de las rocas marinas de trasarco (Labbé 2011, Merino y Oliveros 2012). fuentes mantélicas distintas. 3 Discusión 3.1 Origen del volcanismo La potencia de las secuencias volcánicas del Jurásico Superior es relativamente pequeña, lo que sugiere que el volcanismo debió haber ocurrido en un lapso restringido de tiempo en relación a la actividad del arco magmático. Los afloramientos de rocas volcánicas se encuentran de manera continua en la Precordillera y alta Cordillera entre 26 y 31°S, pero las variaciones temporales y composicionales sugieren una segmentación de los centros volcánicos (Fig. 2) que debió estar determinada por la distancia a la fosa (Rossel et al. 2012) y la deformación en cada sector específico (Labbe et al. 2012). Si bien el desarrollo de un arco externo no puede ser descartado como hipótesis para el origen del volcanismo estudiado, es difícil conciliar la existencia de tres franjas magmáticas paralelas (Fig. 2) con los modelos tectónicos actuales para los arcos continentales. La disminución significativa en el ángulo de subducción podría también explicar la migración temporal del frente magmático hacia el este entre los 160 y 140 Ma. Un cambio de estas características en la configuración del margen convergente, debió haber sido acompañado por la generación de un frente de deformación progresivo desde al antearco al trasarco. Sin embargo, no hay evidencias de disconformidades ente las unidades del Jurásico Inferior-Medio y las del Jurásico Superior, aun cuando en algunos sectores existen hiatus depositacionales importantes entre ellas. La geoquímica de las rocas volcánicas del trasarco es sistemáticamente distinguible de sus pares del arco, aunque la fuente magmática principal de ambas sería un manto deprimido con escasa contribución cortical (Fig. 2). Rossel et al. (2012) indican que el sistema andino temprano puede ser un análogo a los arcos de isla actuales. Aun cuando no existe evidencia de convergencia entre placas oceánicas para el período estudiado en los Andes; la corteza continental particularmente adelgazada habría jugado un rol escaso en la modificación de los magmas mantélicos, explicando así las señales geoquímicas observadas. Figura 1. Distribución esquemática de las principales unidades relevantes al estudio. Ki: Modificado de Rossel et al. 2011. 2.2 Estratigrafía y sedimentología Se construyeron alrededor de 15 columnas de detalle en las Formaciones Quebrada Vicuñitas, Lagunillas, Picudo, Algarrobal y Mostazal, entre los 26º30' y 31ºS. En las columnas de las formaciones Lagunillas y Algarrobal se realizaron análisis de facies, estudios de proveniencia de clastos y de circones detríticos (Labbé 2011, Merino y Oliveros 2012). Los resultados obtenidos hasta el momento indican que las secuencias sedimentarias de la franja más oriental (Fig. 1) tienen una edad máxima de 150,1 ± 4,0 Ma (Oliveros et al. 2012) y que para todas la unidades los aportes provienen principalmente de plutones y rocas ácidas del Paleozoico superior, pero también de 3.2 Evolución paleogeográfica en el Jurásico tardío: continentalización de la cuenca trasarco. Los estudios efectuados sugieren que los sedimentos continentales rojos fueron depositados en sistemas de abanicos aluviales (Labbé 2011, Merino y Oliveros 2012) desarrollados en cuencas tipo graben extensionales (Labbé et al. 2012). Los principales aportes detríticos provendrían 263 Agradecimientos de bloques localizados hacia el este de el o los depocentros de la cuenca de trasarco, donde en la actualidad afloran unidades ígneas y sedimentarias con edades entre el Ordovícico y Triásico , además de rocas proterozoicas in situ o sus remanentes sedimentarios. Este trabajo fue financiado por los proyectos Fondecyt 11080040 y DIUC 207.032.025-1.0. Referencias El fenómeno de depositación de sedimentos continentales rojos y rocas volcánicas se ha reconocido también hacia el sur del margen andino, hasta los 40°S, en la cuenca de Neuquén. Dado que la sedimentación en la cuenca fue principalmente marina hasta el Jurásico Medio y parte del Jurásico Tardío, el retiro del mar que acompañó al volcanismo debió producirse por cambios eustáticos o tectónicos en el trasarco. Sin embargo, no ha sido posible contextualizar la sedimentación continental en relación a las variaciones globales del nivel del mar y, más sorprendente aun, no existen evidencias de fenómenos compresivos que hubiesen podido alzar y/o invertir los depocentros marinos. Adicionalmente, para generar la signatura geoquímica de las lavas estudiadas en el norte de Chile, el modelo tectónico más apropiado requiere de la existencia de un margen convergente en extensión. Queda así abierta la interrogante sobre los mecanismos que propiciaron una regresión marina tan extensa. Charrier, R., Pinto, L., Rodríguez, M.P., 2007. Tectonostratigraphic evolution of the Andean orogen in Chile. In The Geology of Chile (Moreno, T., Gibbons, W.; editors.). The Geological Society: 21-114. London. Labbé, M.; Salazar, E.; Rossel, P.; Merino, R.; Oliveros, V. 2012. Variaciones laterales en la arquitectura estratigráfica del Jurásico superior en el valle del Tránsito: Evidencias del desarrollo de un rift continental. In Congreso Geológico Chileno, No. 13, Antofagasta. Labbé, M.2011. Estudio sedimentológico de la Formación Lagunillas, Jurásico Superior, norte de Chile (27º30'-28º30'S): implicancias paleogeográficas. Memoria de Título (Unpublished), Universidad de Concepción Departamento Ciencias de la Tierra: 158 p. Merino, R.; Oliveros, V. 2012. Sedimentología y proveniencia de las secuencias continentales de trasarco del Jurásico Superior. 28º30’- 30ºS. In Congreso Geológico Chileno, No. 13, Antofagasta. Mpodozis, C.; Ramos, V. 2008. Tectónica jurásica en Argentina y Chile: extensión, subducción oblicua, rifting, deriva y colisiones? Revista de la Asociación Geológica Argentina 63 (4): 481-497. Oliveros, V.; Labbé, M.; Rossel, P.; Charrier, R.; Encinas, A. 2012. Late Jurassic paleogeographic evolution of the Andean back-arc basin: new constrains from the Lagunillas Formation, northern Chile (27º30’-28º30’S). Journal of Southamerican Earth Sciences 35:25-40. Parada, M.P.; Lopez, L.; Oliveros, V.; Fuentes, F.; Morata, D.; Calderón, M.; Aguirre, L.; Féraud, G.; Espinoza, F.; Moreno, H.; Figueroa, O.;Muñoz, J.; Troncoso, R.; Stern, C. 2007. Andean Magmatism. In The Geology of Chile (Moreno, T., Gibbons, W.; editors.). The Geological Society: 115-146. London. Rossel, P.; Oliveros, V.; Ducea, M..N.; Labbé, M; Charrier, R. 2011. The Late Jurassic Andean back-arc volcanism, northern Chile (26-31ºS). Mineralogical Magazine 75: 1756-1756. Rossel, P.; Oliveros, V.; Charrier, R; Ducea, M..N. 2012. El sistema andino del Jurásico Superior en el norte de Chile (26°-31°S): evidencias geoquímicas de variación magmática del arco al tras arco. In Congreso Geológico Chileno, No. 13, Antofagasta. Scheuber, E.; González, G. 1999. Tectonics of the Jurassic – Early Cretaceous magmatic arc of the north Chilean Coastal Cordillera (22° - 26°S): A story of crustal deformation along a convergent plate boundary. Tectonics 18: 895-910. Figura 2. Marco tectónico propuesto para el volcanismo de trasarco en el margen andino durante el Jurásico tardío. AFS: sistema falla de Atacama. Modificado de Rossel et al.2011. Datos geocronológicos del tras arco corresponden a este trabajo y a Labbé et al. (2012), 264