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18 bienestar mujeres 14 de Agosto del 2009 >> EL NORTE Que no se te olvide cuidar La memoria d En este aspecto, no existen diferencias entre hombres y mujeres; sin embargo, ellas tienden a recordar más detalles que le dan color a su vida Érika Dávila N i mejores, ni inferiores... En cuanto a memoria, célula por célula, hombres y mujeres son iguales. En lo que sí hay diferencia es en cómo funciona este proceso mental, pues la memoria responde a diversas circunstancias que no están relacionadas con el género, sino con esa frase popular que dice que “cada cabeza es un mundo”. “El proceso de memoria como tal es complejo y obedece a muchas cosas: a emociones, a la capacidad de atención, al deseo de la persona, a lo que ha vivido”, indica el médico internista Alejandro Fuentes, especialista en geriatría. “Todas estas cosas sirven para almacenar la información, como cuando grabas en una USB; y sirve también para sacar la información, para atraerla de vuelta a la realidad”. En la medida en que varían las emociones, los sentimientos y el interés por distintos recuerdos, agrega, la memoria a su vez va cambiando. “Así, la memoria es diferente no nada más entre hombres y mujeres; es variable entre tú y tu hermana gemela, y entre hermanos o amigos aun del mismo género”. Un ejemplo de esto es aquella mujer que con facilidad recuerda muchos detalles de una película, porque su interés por el cine está relacionado con sus emociones, mientras que otra puede acordarse de los productos más económicos en cierto supermercado, porque su atención está enfocada en ahorrar. En la mujer hay un elemento relacionado a la memoria que es sumamente importante de rescatar: la parte emocional o afectiva. “Las mujeres le damos mucha relevancia a eventos y hechos que van acompañados de cierto grado de emotividad, que son como nuestras ‘anclas’ para recordar con mayor fuerza las emociones y los detalles”, comenta la psicóloga Patricia Chong. “Hay estudios que resaltan cómo nosotras le damos también cabida a todas las sensaciones que los sentidos nos permiten experimentar un recuerdo: podemos decir qué música había en tal lugar, cómo me sentí cuando mi novio me tomó la mano por vez primera, y hasta a qué me sabían sus besos; tendemos a recordar en función de las sensaciones”. Conforme la vida de la mujer avanza y va adquiriendo más roles dentro y fuera del hogar, maneja demasiada información que, en cierto momento, hace que algunas cosas se salgan de su agenda o control mental. “La mujer joven es estudiante, luego entra a la vida profesional, después combina esto con la vida familiar”, señala Chong, “pues mientras está preparando un documento de trabajo, una clase, a la vez está recordando que hay que organizarle la fiesta de cumpleaños al hijo o un evento importante que va a pasar en casa, además de que debe hacer la lista de la despensa. ¡A ejercitarla! Considera algunas de las siguientes actividades para mantener activa tu memoria: d Mantener una vida social y familiar activa. d Reunirse con amigas para platicar de algún tema en común. d Jugar barajas o algún otro juego de mesa. d Leer libros o revistas. d Hacer ejercicio físico que oxigene el cerebro, como caminar. d Escribir con frecuencia. d Escuchar música. d Inscribirse a clases de manualidades. d Tomar clases de cocina. d Retarse a aprender algo nuevo cada día. Fuente: Alejandro Fuentes, médico internista con especialidad en geriatría, y Patricia Chong, psicóloga. “Por eso algunos trabajos de investigación nos dicen que, en ocasiones, estas pérdidas de memoria y las enfermedades degenerativas tienen que ver con mujeres que son muy complejas, precisamente por tanto procesamiento de detalle”. Sin embargo, es reconfortante saber que la memoria de un adulto mayor, sea hombre o mujer, que envejece de forma sana, no falla; lo único que sucede es que los procesos de almacenar o sacar información se hacen discretamente más lentos. Pero, ¿cómo puede una mujer cuidar su memoria para llegar a la edad de oro con éxito en su salud? Tú puedes evitar las malas consecuencias de no atender el cuidado de tu organismo, que se reflejan en el proceso mental. “Hay enfermedades de la memoria llamadas demencias; de todas, la más frecuente es el Alzheimer, aunque muchas veces ya es muy tarde cuando se detecta. “Pero, ¿qué se puede hacer para prevenir? Hay que estar sanos y no esperar a ser adultos mayores para cuidar o proteger la memoria”, comenta Fuentes. En los 80 y 90 se pensaba que había que cuidar al adulto mayor, incluyendo la memoria, en cuanto entrara a la vejez, agrega. Luego dijeron que desde los 40 ó 50 años, después que desde Alimentos que ayudan a la memoria La alimentación influye en el grado de actividad cerebral, energía, capacidad de memoria, concentración, depresión, ansiedad, agresividad, anormalidad de las ondas cerebrales o la vulnerabilidad a trastornos mentales o enfermedades degenerativas. Para proteger el sistema nervioso, la nutrióloga Edith Ancona indica que se debe asegurar el consumo de los siguientes nutrientes, que finalmente son la base de una alimentación saludable y balanceada: d Boro: oligoelemento que actúa sobre la actividad eléctrica del cerebro. Se encuentra en uvas, manzanas, peras, duraznos, nueces, cacahuates, lentejas, frijoles, garbanzos, alubias, habas, brócoli, espinacas, acelgas y chaya. d Vitaminas del complejo B (tiamina, riboflavina y ácido fólico): la tiamina es conocida como la vitamina para los nervios. El germen de trigo, salvado de trigo, los cereales, las nueces y la carne son ricas en este nutriente. La riboflavina ayuda a aumentar la memoria; puedes encontrarla en leche, hígado, cereales enriquecidos y almendras, mientras que el ácido fólico es un antidepresivo que contienen las espinacas y leguminosas. d Carotenos: brindan mejores resultados en exámenes de conocimientos. Son fuentes de carotenos las frutas y verduras