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CONGRESO CONAMET/SAM 2004 Fricción Teórica y Daño Superficial Rodrigo Bulnes A.* Dr.-Ing. (C). Dirección actual: Departamento de Ingeniería Metalúrgica Universidad de Santiago de Chile (USACH) Avda. Lib. Bdo. O’Higgins Nr. 3363. Casilla 10233, Correo 2. Santiago de Chile Tel./Fax (0056) (2) 681 1545. e-mail: rbulnes@usach.cl * Resumen Se considera la presencia de la tasa de entropía del proceso de fricción para asimilar la física in-situ del fenómeno de rozamiento entre materiales. Esta consideración resulta, eventualmente, en una nueva teoría sobre el coeficiente de roce μ. La nueva teoría sugiere que μ es un tipo de energía in-situ disipada debido a la aparición de micro-fluctuaciones de la producción de entropía, provenientes de un mecanismo físico-químico “dentro” de la interfase. Esta nueva pero mecanoquímica definición para μ, se puede expresar como una ecuación diferencial no-lineal que incluye 02 factores termomecánicos. Cuando estos dos factores son adecuadamente modificados, al menos cuatro de las más enigmáticas curvas de daño tribológico (scuffing, pitting, micro-pitting y tooth-fracture), emergen espontáneamente en el plano de control Carga vs. Velocidad. Palabras Claves: tasa de entropía, activación mecanoquímica, Energía Libre de Gibbs y coeficiente de fricción (μ). 1. Introducción Una sensible evidencia del rozamiento entre cuerpos es el calor friccionante. Este calor afecta las propiedades físicas de las superficies materiales así como las químicas y reológicas de cualquier elemento que las lubrique. Para “acceder” a la comprensión de los efectos que provoca el calor friccionante en los materiales que soportan el rozamiento, se recurre convencionalmente a la 1ra. Ley de la Termodinámica, a fin de calcular la máxima temperatura que las superficies pueden tolerar antes del deterioro irreversible (daño) y/o “colapso tribológico”. Sorprendentemente, la conclusión (obligada) a partir de la 1ra. Ley, es que la temperatura crítica de ruptura de la película lubricante es CONSTANTE y NO-AFECTADA por la velocidad [1]. Sucesivas modificaciones de la geometría de la fuente de calor –hot spot, en inglés- (circular, cuadrada, elíptica, etc...) aún conducen a esta contradictoria separación entre la Tº, y la energía cinética interfacial estimulada por la velocidad; es decir, la condición térmica crítica del tribo-contacto sería independiente de la energía cinética disipada por las superficies en movimiento (hipótesis de la Tº flash de Blok [1]). No obstante, la Tº independiente de la velocidad no se verifica experimentalmente: la Tº flash de Blok no es constante, ella tiende a aumentar con la velocidad [2]. La evidencia empírica de la Tº crítica incrementando con la velocidad, invita a pensar en la idea -sugerida por algunos autores- sobre la acumulación del calor friccionante en las superficies (Wärmestau, según [3]). Reteniendo ello en mente, una obvia conclusión es que el acumulado calor superficial requiere el análisis derivado de la 2da. Ley de la Termodinámica; no sólo es importante evaluar el estacionario calor friccionante (1ra. Ley), también se debe considerar el efecto de su irreversible acumulación en las superficies (activación), al menos, sobre el coeficiente de fricción. La inmediata –y aceptemos- IRREVERSIBLE influencia sobre el coef. de fricción, parece ser la ampliamente reconocida variación en el tiempo de la fuerza de roce… Es decir, las fluctuaciones de μ puede corresponder al observado resultado final proveniente de efectos disipativos (micro-inestabilidades térmicas, químicas y mecánicas dentro de la interfase). En Termodinámica No-Lineal, las fluctuaciones del calor en un sistema disipativo (como el de roce), siempre remiten a una irreversible micro-producción -es decir, siempre positiva pero microscópica- de entropía dentro del sistema disipativo [4] y [5]. En resumen, cada respecto de la 1ra. Ley sugiere que el calor friccionante debe considerarse como un estacionario, regular, estable y homogéneo fenómeno (no obstante, tales consideraciones resultan en hipótesis conservativas como la de la Tº flash de Blok). Por el contrario, desde el punto de vista de la 2da. Ley, el calor friccionante puede fluctuar en un no-homogéneo (y evidentemente irreversible) noequilibrio, que es lo que en verdad ocurre!, de manera que el análisis de la Física del tribo-contacto según la 2da. Ley, resultará en hipótesis no-conservativas, o CONGRESO CONAMET/SAM 2004 hipótesis termodinámicamente irreversibles, para las fluctuaciones de μ. El objetivo del presente análisis teórico del proceso de fricción es obtener (y luego aplicar al cálculo de la capacidad de carga in-situ de un par rozante), una definición puramente mecanoquímica – es decir, termodinámicamente irreversible- del coeficiente de fricción μ. Con la 2da. Ley de la Termodinámica uno accede espontáneamente a esa definición, pero obviando explícitamente la noción mecánica de fuerza de roce, inclusive, entre asperezas (¿Por qué caracterizar la irreversible dinámica entre asperezas con la reversible 2da. Ley de Newton?). En términos simples, aquí se asume que la tasa de entropía σ del proceso de fricción –σ puede perfectamente remitir a una falla de lubricación-, está formada por términos macroscópicos e inestabilidades microscópicas. En efecto, una componente macroscópica de σ tiene origen mecánico (la presión de contacto, por ejemplo). No obstante, y debido a la interna micro-producción de entropía, las fluctuaciones de σ tienen su origen en la micro-fuerza termodinámica conocida como Affinité (Theopilé De Donder, 1870-1957). Acorde con esta nueva perspectiva del proceso de fricción, es el coeficiente de fricción -y no la fuerza de roce o la Tº del contactola cantidad más relevante de la Tribología contemporánea. 2. Antecedentes teóricos y experimentales Desde siempre la Tribología ha aproximado la Física del contacto-deslizante como un complejo fenómeno de interacción mecánica entre rugosidades; desde esa perspectiva, la fuerza de roce es la cantidad más importante. Por el contrario, en este trabajo se asimila la Física del contacto-deslizante como un sofisticado problema de fluctuaciones termodinámicas in-situ, porque la permanencia de fluctuaciones termodinámicas sugieren, a su vez, la permanencia de una producción de entropía a micro-escala (estudio más conceptual de la fricción Fig. 1). Fig. 1. Fluctuaciones en no-equilibrio irreversible de la fuerza de roce [6]. El coeficiente de roce (que puede ser una medida de la fuerza de roce) muestra persistentes fluctuaciones in-situ, aunque la velocidad, la carga normal, la humedad y la T° del ensayo sean constantes. Tribómetro de disco (TiN)bola (Al2O3). Aceptando la evidencia experimental de las fluctuaciones termodinámicas, es coherente suponer que -debido a la potencia de roce “disipada” en noequilibrio- la tasa de entropía es una muy importante cantidad para caracterizar el proceso de fricción (daño por frotamiento). En otras palabras, es natural esperar que el proceso de fricción, a partir de un macro-estado referencial en “equilibrio” termo-mecánico (ej. “t=0” [seg] en la Fig. 1), promueva (active) una espontánea perturbación superficial de las variables termodinámicas a escala microscópica, cuando los materiales rozan y deslizan (ver t=3000 [seg]). Estas microsocópicas perturbaciones de la presión, Tº, etc... se denominan fluctuaciones termodinámicas y siempre representan una producción in-situ de entropía a escala sub-microscópica o mecanoquímica (este mecanismo es una “realidad tecnológica permanente porque es virtualmente imposible obtener superficies con propiedades materiales homogéneas [7]). Además las fluctuaciones en la fuerza de fricción no sólo pueden remitir a un tribo-sistema de naturaleza intrínsicamente inestable. Desde un punto de vista termodinámico, las fluctuaciones también remiten a un irreversible proceso (micro) químico, no necesariamente restringido por los usuales principios maximales de la Termodinámica clásica. Esto significa que el eventual mecanismo, en el fondo, mecanoquímico interno (subyacente) –que siempre produce entropía irreversiblemente-, es un poderoso obstáculo para la aplicación de principios maximales tales como máxima entropía, mínima energía, etc... [8]. Por otro lado, aceptamos un hecho trivial en Física: una vez que las fluctuaciones termodinámicas aparecen, ellas tienden a relaxar hacia un estado intermedio de cuasi-equilibrio lineal, puesto que el sistema debe cumplir las condiciones generales de estabilidad térmica, química y mecánica. En otras palabras, cuando el proceso de fricción produce calor, una tasa de entropía es disipada –y simultáneamente una producción de entropía es generada-, debido a las leyes de estabilidad termodinámica. Violar las leyes de estabilidad puede significar la violación de la 2da. Ley, de manera que la transformación irreversible de la “cantidad de control” FNV en la potencia friccionante μFNV, siempre disipa una tasa in-situ de entropía "sostenida" por microfluctuaciones termodinámicas (es interesante observar que el efecto cualitativo de este fenómeno sobre el coef. de fricción, pueda ser favorablemente discutido en términos de la transiente –pero evolutivaTermodinámica, es decir, en términos de fluctuaciones termodinámicas en no-equilibrio irreversible). Una evidencia experimental algo indirecta de las consideraciones teóricas aquí resumidas, se rescata de los experimentos de nano-fricción [9]. Estos experimentos chequean la permanencia de las fluctuaciones de la fuerza de roce -para muestras homogéneas- aunque el área real de contacto sea constante! Según Gourdon et. al. CONGRESO CONAMET/SAM 2004 (2001), estas fluctuaciones son el resultado de tensiones de corte interfaciales que may show some spatial variation due to chemical inhomogeneities, such as contaminants or oxide layers (sic). En otras palabras, las propiedades materiales de las superficies cambiarán en el tiempo -evolucionaránsi los productos químicos de la fricción son incorporados a la interfase, noción coherente con la existencia de un eventual, pero fluctuante, micromecanismo tiempo/gradiente de naturaleza mecanoquímica que “habita en la interfase” (se han llegado a detectar más de medio millón de de fluctuaciones por segundo del coef. de fricción! [10]). 3. Las fluctuaciones de μ y la capacidad de carga de las superficies rozantes (desempeño de μ) En Tribología es bien sabido que un estado de adsorción puramente exotérmico ( ϕ [ Δg ads ] ), promueve un decrecimiento monótono de coef. de fricción con la velocidad (condición EP) [11]. Por ejemplo, este desempeño de μ resulta en el bien conocido aumento de la capacidad de carga de un par de engranajes, debido a que las moléculas del aditivo presente se adsorben exotérmicamente sobre la superficie de los dientes del par engranado (ver [11] y [12]). En este caso, el monótono decrecimiento de μ vs. velocidad, “succiona” las inestabilidades que puedan promover la aparición espontánea de un régimen termodinámico alternativo al de adsorción (competencia), en forma tal que las típicas fluctuaciones termodinámicas du, dv, ds,... no desempeñan rol alguno en la dinámica observada de μ. Coherente con ello, nuestro tribo-sistema en un estado homogéneo de adsorción exotérmica –con ninguna influencia neta de las fluctuaciones- se caracteriza vía una relación regresiva entre el coef. de fricción y la velocidad de deslizamiento: μ ~ 1/V (1) Desarrollando esta expresión con μ ≅ dμ ⋅1/V , d (1 / V ) donde dμ / d (1 / V ) : gradiente, la ec. (1) corresponde a: dμ ≅ d (1 / V ) ⋅ V ⋅ μ • μ ≅ −V • −2 ⎛ dV ⎞ ⎟ ⋅V ⋅ μ ⎝ dt ⎠ ⋅⎜ / * ( dt ) −1 (2) ⎛ a⎞ ⎟ ⋅μ ⎝V⎠ μ ≅ −⎜ con a : aceleración (ver “Un comentario”). Un resultado particular de la ec.anterior es (ver [13]): • • μ ≅ −ωV ⋅ μ ⇒ μ μ ≅ −ωV , (ads. pura= ϕ [ Δg ads ] ) (3) con ωV [Hz]: denotando vibraciones de contacto o “excitadoras macro-fuerzas mecánicas” del proceso de fricción (sin embargo, no olvidemos que la dinámica del proceso μ aparece íntimamente ligada a la Energía Libre de Gibbs!). Si aún consideramos que hay un incremento de la capacidad de carga pero esta vez conforme a una relación degresiva entre el coef. de fricción y la velocidad, se puede intuir que el estado puramente adsortivo está enfrentado a un entorno competitivo (nacimiento-muerte); en otras palabras, que el tribosistema está afectado por una perturbación neta en dirección hacia un estado de desorción (por supuesto esto representa una fluctuación del régimen inicial de actividad, de ϕ [ Δg ads ] a ϕ [ Δg ads − Δg des ] ). En términos matemáticos, el degresivo –y debemos comentar- cuasi-expontáneo “efecto de la velocidad” sobre μ, puede ser degresivamente expresado como: μ ~ ( μeq. − b ) V (4) con μeq. indicando, ahora, la inestable condición de equilibrio adsortivo, y b es un número. Calculando la derivada temporal de la ec. anterior: • μ ~ -a ⋅ (log e b) ⋅ b = a ⋅ (log e b) ⋅ Δ μ , V con Δ μ ~ ( μ − μ eq. ) ≠ 0 , la ec. (4) puede expresarse en términos de una serie de potencies alrededor de Δ μ : • μ ~ C1 ⋅ a ⋅ [δμ + (1 / 2) ⋅ δ μ + .... ] , 2 (5) donde C1 indica una constante. Evidentemente, las fluctuaciones de 1er. orden δμ remiten a la ec. (3). Por otro lado, y para interpretar físicamente las fluctuaciones de 2do. orden δ 2μ, comenzamos por recordar que la problemática de la fricción está referida a un irreversible proceso disipativo. Es decir, es válido que la “evolución entrópica” del calor friccionante adquiera el formulismo irreversible: 1 2 Q( μ ) / θ = S ⇒ Δ μ ~ (S − Seq . ) = δS + ⋅ δ S + ... , 2 donde Q indica calor friccionante. Pero nuestro interés está focalizado en una situación de no-equilibrio, donde la entropía no es necesariamente máxima (el tribo-contacto es un sistema abierto (disipativo)!). Es decir [14], la imposición de un gradiente sobre la dinámica de μ (ej. Tº, velocidad, etc...) disipa una asociada cualitativa o energía Q(μ) fenomenológicamente a cambios de la tasa de entropía. Estos cambios cualitativos cuando son de noequilibrio, son directamente influenciados (afectados) por, al menos, los términos de 2do. orden δ 2 de la entropía (Kondepudi & Prigogine, 1998. Págs. 301- CONGRESO CONAMET/SAM 2004 308). De esta forma, aceptamos que los términos de segundo orden, afectan la dinámica irreversible de μ porque ahora el tribo-sistema, suficientemente inestable, no está en un perfecto equilibrio adsortivo (como se ha señalado, hay competencia desortiva de ϕ [Δg ads ] a ϕ [Δg ads − Δg des ] dentro del tribosistema). De la ec. (5): • μ ≅ C2 ⋅ a ⋅ μ donde μ ~ δμ ⇒ δμ 2 2 2 ~ μ , C2 ⋅ a ≅ (6) a γ ⋅θ 2 [ hz ] y γ [m/m0K]: coeficiente de expansión térmica del material. Unimos las ecs. (3) y (6) en una única expresión (más constantes aditivas): • μ + ωV μ − βμ 2 = 0 Theoretical S urface Load Carrying Capacity vs. Relative Frequency (F N ~1/ μ ) . 12 La solución de la ec. no-lineal (7) se puede formular con dos métodos. El primer método suministra una solución "cerrada" (analítica) con β como coeficiente paramétrico. El segundo método es iterativo y más "realista" físicamente, puesto que considera las fluctuaciones de las cantidades termomecánicas, es decir, las fluctuaciones de β(ζ): μ0 ⎧ ⎪ μ (t / τ ) = eωV t + ζ ⋅ μ ⋅ (1 − eωV t ) 0 • ⎪ , μ + ωV μ − βμ 2 = 0⎨ ⎪ μ = −ω ⋅ μ ⋅ (1 − ζ ⋅ μ ) t +1 V t t ⎪ ⎩ (8) con ⎛ β ζ = ⎜⎜ ⎝ ωV 10 6 4 2 0 0 ω q/ ω V 10 100 μ vs. ω q /ω V 10.000 Scuffing Pitting M icro-Pitting Tooth-Fracture (pero donde Pe (V , l , ρ , C P , λ ) es el Nr. de Peclet que contiene, obviamente, parámetros materiales termo-mecánicos). Ambas soluciones anteriores indican que la trayectoria irregular en el tiempo del coef. de fricción, es el resultado de fluctuaciones de las cantidades termomecánicas del material de fabricación de los cuerpos que rozan y deslizan (δγ, δl, δρ, δCP, δλ). Por otro lado, la solución cerrada indica inmediatamente que las fallas tribológicas (scuffing, pitting, micropitting, ...) pueden re-interpretarse –en coherencia con ωV- como fenómenos de “resonancia termomecánica” (ver Figs. 2, 3 y 4): 1 Fig.3. Según la ec. (8)1, las fallas tribológicas pueden re-interpretarse como fenómenos de “resonancia termo-mecánica” (FN ~ 1/μ). ⎞ ⎟⎟ : una factor de amortiguamiento de ⎠ naturaleza termo-mecánica β P a 1 V = ⋅ ≅ ⇒ζ ≅ e , ω V γ ⋅θ ω V γ ⋅θ γ ⋅θ Scuffing Pitting M icro-Pitting Tooth-Fracture 8 FN [kN] γ ⋅θ (7) 1.000 μ donde β = a Fig. 2. Principales límites de falla en 2D de la capacidad de carga superficial vs. velocidad tangencial. Engranajes carburizados, según Winter & Oster [15]. 0.100 0.010 0.001 0.1 ω q /ω V 1 Fig. 4. Según la ec. (8), el desempeño del coef. de frición vs. el tiempo normalizado (t/τ) de cada morfología de daño por fricción, se puede alternativamente caracterizar como un funcional de frecuencias mecanoquímicas ωq, y mecánicas ωV. Los CONGRESO CONAMET/SAM 2004 parámetros termo-mecánicos ωV y ζ, se modifican adecuadamente para reproducir en 3D las curvas de operación (límites de falla) en 2D (Fig. 2). La segunda solución iterativa de la ec. (8) señala que la trayectoria del coef. de fricción en el tiempo es explícitamente caótica (logic map). Con estas aplicaciones preliminares de la presente teoría para μ, se puede sugerir que esta teoría explica en forma simple, directa y sencilla –y con un mínimo de hipótesis-, conceptos que van desde las fluctuaciones del coef. de fricción hasta la capacidad de carga en los límites scuffing, pitting, micro-pitting,.. y todo ello calculable in-situ. Simplemente, la aplicación práctica de esta nueva formulación termodinámica de la fricción sugiere que la Termodinámica No-Lineal es el método correcto para aproximarse a los fenómenos de daño por frotamiento; es decir, la definición termodinámica de no-equilibrio del coef. de fricción hace innecesario recurrir a una Norma metal-mecánica (DIN) para calcular la capacidad de carga in-situ de un par de materiales. 4. Un comentario Evidentemente una rápida identificación de a=dV/dt (ver ec. (2)), es una visión puramente mecanicista del fenómeno de la fricción. La identidad a=dV/dt no explora las fuerzas –y menos razones- que aceleran el “movimiento” en la interfase. Desde este punto de vista, extremadamente purista y probablemente equivocado en cuanto a la “interpretación tribológica de a”, sólo las vibraciones mecánicas ωV serían la causa y origen de todos los fenómenos observados en la fricción de materiales (¿?). No obstante, el hecho que aparezca un tipo de aceleración como a nos obliga a preguntarnos si el acto de derivar la velocidad dV con respecto a un tiempo dt (¿qué tiempo?), no es equivalente a involucrarnos con las escalas de tiempo del fenómeno de fricción en sí mismo?; porque es un hecho empírico que a pesar de V= cte. (a=0), el proceso μ fluctúa en no-equilibrio (Fig. 1). En efecto, el acto de involucrarnos con un tiempo dt, representa la delicada acción de “escalar el fenómeno de fricción”, vía su propia escala de tiempo, debido a la necesaria aparición de un tiempo interno τ. De esta forma, las fuerzas que aceleran el “movimiento relativo” de fenómenos interfaciales no están en el plano dt~ωV de las vibraciones de contacto, pudiendo decirse en términos generales que la aceleración a(τ-1) se debe asociar a algo más conceptual como la estimulación de reacciones químicas interfaciales –o activación mecanoquímica- por fricción, pero a una escala d(t/τ) ∼(ωq/ωV) (este tópico es precisamente el punto de partida de la Triboquímica [16]). Luego, la última de las ecs. (2) sugiere una mixtura entre la Triboquímica (representada por a=a(t,τ-1)), y la cinética del movimiento deslizante (representada por las vibraciones de contacto ωV “provenientes” de V=V(t)). Como en ambos “planos” (aspectos) no poseemos, necesariamente, idénticas escalas probabilísticas de tiempo, es comprensible que tanto a (o la Triboquímica) y V (o las vibraciones de contacto) convolucionen entre sí vía el tiempo de retardo τ-1, como denotando el riguroso carácter probabilístico de todas nuestras mediciones experimentales o teóricas. En otras palabras, existe un intrínseco aspecto estocástico en la variable combinada a/V~ ϕ(t/τ), de tal forma que la ec. (8) debe ser reemplazada por la expresión más general: • ⎛ ωq ⎞ ⎟⎟ ⋅ ϕ (t / τ ) μ − βμ 2 = 0 ⎝ ωV ⎠ μ + ⎜⎜ (10) donde ωq es la frecuencia natural de origen mecanoquímico, y ϕ denota una función de probabilidades estocásticas [17]. La ec. (10) justifica nuevamente el supuesto de una dinámica subyacente (producción de entropía) que provoca el fenómeno de fluctuaciones de μ (no tiene porque identificarse tal dinámica sub-yacente como reducible al ruido blanco (ϕ= distribución normal), el cual es indudablemente reversible (no retiene memoria)). 5. Conclusiones Del todo coherente con la noción del 3er. cuerpo de Godet [18], la teoría aquí presentada para el coeficiente de fricción μ, permite acceder –en forma simple y directa, y con un mínimo de hipótesis- al cálculo in-situ de la capacidad de carga de los materiales en las más enigmáticas formas de daño (scuffing, pitting, micro-pitting y tooth-fracture). Estos resultados teóricos son susceptibles de aplicarse especialmente cuando aparecen fallas de lubricación, pudiendo decirse , en líneas generales, que la Física de la capacidad de carga es un tema de energía disipada y no requiere una Norma para su cálculo. Por otro lado, la idea de vincular el proceso de fricción con los principios de la Termodinámica No-lineal, permite eliminar la contradicción teórica que significa simular el irreversible proceso de fricción con la reversible 2da. Ley de Newton, es decir, con el concepto standard de fuerza de roce. En resumen, la tasa de entropía del proceso de fricción identifica a μ como una reacción termodinámica sensible al régimen de actividad de la Energía Libre de Gibbs del proceso de roce. Desde este punto de vista, la T° del contacto sólo “dispara” activando niveles de energía libre que el coef. de fricción utiliza para modificar su trayectoria en el tiempo; es decir, las fluctuaciones irreversibles de μ pueden ser una medida de la actividad fisico-química del área real de contacto. Esta situación plantea la idea de que no existe una relación directa y definida entre la T° del contacto, y el coef. de fricción. En otras palabras, el coef. de fricción varía con la velocidad de deslizamiento, la carga normal, la composición de las superficies, etc..., pero tal variación es sólo un funcional de la Energía Libre de Gibbs. CONGRESO CONAMET/SAM 2004 En resumen, las variaciones del coef. de fricción son debidas a la disipasión interna del régimen físico-químico (Gibbs) pero no debido a la emisión externa de calor friccionante ( μ ⋅FN V ) . Por lo tanto, la energía que se “apodera” de la trayectoria de μ en el tiempo (t/τ) es el potencial Libre de Gibbs, y no la energía disipada en la forma de algo que no es un potencial termodinámico (calor friccionante). Esta simple conclusión puede tener consecuencias de envergadura en la forma de abordar la Física del tribo-contacto, porque el calor friccionante desde siempre ha sido el axiomático resultado final de todo balance triboenergético (un resultado que se supone “perfectamente correlacionado” con μ). Este supuesto –aquí explícitamente cuestionado- es algo que los tribólogos, en general, aceptan trivialmente hasta el día de hoy. 6. Referencias [1] Blok H., 1937. “Theoretical Study of Temperature Rise at Surface of Actual Contact Under Oiliness Lubricating Conditions”. Proc. of the Gen. Disc. of Lub. Inst., London. 2, pp. 222-235. [2] Escobar E., 1973. Überprufüng der Blitztemperaturpostulat von Blok. Diss. Dr.-Ing. Fakultät für Maschinenelemente. TU-Dresden. Germany. (in German). [3] Fronius S., 1971. MaschinenelementeAntriebselemente. VEB Verlag Technik. Berlín. (in German). [4] Woods L. C., 1986. The Thermodynamics of Fluid Systems. Engineering Sciences Series 2. Oxford. [5] Leven R., Koch B. und Pompe B., 1994. Chaos in dissipativen Systemen. Akademie Verlag. Berlín. (in German). [6] Santner E., 27. bis 29. September 1999. Reibkraftschwankungen- Quelle, Informationsquelle, Probleme. Tribologie-Fachtagung. Göttingen. Germany. (in German). [7] Kragelsky Y., 1965. 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Nomenclatura CP: Calor específico [Jkg-1K-1] g: Potencial (Energía) Libre de Gibbs [Jkg-1] l: Longitud de la deformación hertziana [m] FN, V: Capacidad de carga [N], Velocidad [ms-1] θ : Temperatura estacionaria [K] μ (t/τ): Coeficiente de fricción (roce-disipación) μ 0 : Coeficiente referencial de roce-estado t: Tiempo [s] τ: Tiempo de “retardo” [s] t/τ: Tiempo normalizado [−] σ: Tasa de entropía [Wkg-1K-1] ϕ: Denota función γ: Coeficiente de expansión térmica [mm0-1K-1] ρ: Densidad [kgm-3] λ: Conductividad térmica [Wm-1K-1] ωV: Vibraciones de contacto [hz] ωq: Frecuencia natural de origen mecanoquímico [hz]