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May 6, 2014 QUIERO TU VIÑEDO I WANT YOUR VINEYARD Alégrate, joven, en tu juventud, y tome placer tu corazón en los días de tu adolescencia; y anda en los caminos de tu corazón y en la vista de tus ojos; pero sabe, que sobre todas estas cosas te juzgará Dios. Eclesiastés 11:9 El incidente se llevó a cabo en Jezreel. Un granjero de la localidad heredó un viñedo de su padre. Todos admiraban las exquisitas uvas que producía la granja de este hombre respetado de clase media. El viñedo de Naboth se encontraba a poca distancia de la parcela de Ahab. El rey de Israel se acercó a Naboth para hacerle la oferta. “Y Acab habló a Nabot, diciendo: Dame tu viña para un huerto de legumbres, porque está cercana a mi casa, y yo te daré por ella otra viña mejor que esta; o si mejor te pareciere, te pagaré su valor en dinero.” (1Reyes 21:2) “De ninguna manera!” dijo él, explicando que no solo era cuestión de dinero. Esta parcela era parte de una herencia que había pertenecido a la familia por cientos de años. Cuando el rey Ahab se dio cuenta que no podía tener esta tierra, se enojó en gran manera; entonces su esposa, una mujer en extremo astuta y malvada dijo, “Yo me encargaré de eso!” Y así lo hizo. Tramó el asesinato de Naboth de modo que su tierra fuera confiscada por el rey. Eventualmente la violencia que Ahab usó para su beneficio, regresó para perseguirlo. Es así que perdió su vida cuando un arquero disparó su arco al azar e hirió de muerte al rey de Israel, quien se había disfrazado como un soldado común y corriente. La experiencia de Naboth sigue sucediendo en la actualidad. La codicia se convierte en lujuria y la lujuria en asesinatos. Hoy día, puede que no destruyamos físicamente a una persona, sin embargo, algunos terminan financieramente al que representa su competencia. “Si funciona, hágamoslo!” Sea que pueda o no obtener lo que desea, al desear algo de forma indebida, usted cae en la codicia. Existe una ley eterna que dice, “No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará.” (Gálatas 6:7). Es la ley eterna de la siembra y cosecha que se aplica hasta hoy día. Lectura basada: 1 Reyes 21 The preceding material was written and produced by Dr. Harold J. Sala. All rights reserved. Reproduction for sale or financial profit is prohibited. Permission to reprint may be obtained by contacting Guidelines International Ministries, Box G, Laguna Hills, CA 92654 USA. E-mail at guidelines@guidelines.org.
