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CORAZÓN LEJOS DE DIOS
Si los hacía morir, entonces buscaban a Dios;
Entonces se volvían solícitos en busca suya,
Y se acordaban de que Dios era su refugio,
Y el Dios Altísimo su redentor.
Pero le lisonjeaban con su boca,
Y con su lengua le mentían;
Pues sus corazones no eran rectos con él,
Ni estuvieron firmes en su pacto.
Salmo 78:34-37
Dice, pues, el Señor: Porque este pueblo se acerca a mí con su boca, y con sus
labios me honra, pero su corazón está lejos de mí, y su temor de mí no es más que un
mandamiento de hombres que les ha sido enseñado;
Isaías 29:13
Le lisonjeaban con su boca y con su lengua le mentían, el pueblo se acercaba a Dios
con su boca y con sus labios lo honraban, PERO sus corazones no eran rectos con él,
su corazón estaba realmente lejos de Dios y su temor de Dios simplemente era un
montón de concomiendo humano que han memorizado.
El libro de Isaías se escribió aproximadamente 700 años de que el Señor Jesucristo
viniera a la tierra en forma humana, y hace 2000 que subió al cielo después de resucitar,
es decir, hace 2700 años aproximadamente que las palabras antes transcritas fueron
escritas, Y CUAN ACTUALES SON LOS DOMINGOS POR LA MAÑANA EN LA IGLESIA
DEL SIGLO XXI.
Así es, las iglesias de hoy, están repletas de “cristianos” cuyos corazones están lejos de
Dios, que realmente no lo aman como dicen, que realmente no lo obedecen como
piensan, que realmente no lo honran con sus vidas como deberían.
“Cristianos” que viven una doble vida; una por los domingos en la mañana en el tiempo
que permanecen en la iglesia y otras llena de pecado los siguientes seis días.
Hijos del Diablo y no hijos de Dios, pues la voluntad de su padre el diablo quieren
hacer. Y así viven, pensando que Dios se queda a barrer la iglesia y no sale de ella,
esperando ver a la “congregación” hasta el próximo domingo.
De nada sirve parecer “cristianos”, comer como “cristianos”, caminar como “cristianos”, hablar
como “cristianos”, vestir como “cristianos”, cantar como “cristianos”, cargar una Biblia y citar
un montón de versículos de memoria como hacen los “cristianos”, leer libros “cristianos”,
escuchar música “cristiana”, ver películas “cristianas”, tener pegadas calcomanías “cristianas”
en el coche, en el refrigerador, en el celular y en el iPad y wallpapers “cristianos” en la
compu, y en nuestro perfil de facebook, twitter y whatsapp, y enviar a través de ellos un
montón de notitas y mensajitos “cristianos” y citas de los “grandes cristianos” de todos los
tiempos, tener camisas “cristianas” de todos los colores, tener llaveros, tazas, platos, vasos
y cubiertos “cristianos”, tener cuadros “cristianos” en las ventanas, paredes y puertas de la
casa, ir a servicios, devocionales, conferencias, retiros, reuniones, desayunos y campamentos
y viajes “cristianos”.
NO SEÑORES!!!, DE NADA SIRVE TODO ESO SI EL SEÑOR NO VIVE REALMENTE EN
NUESTRO CORAZÓN, SINO VIVIMOS PARA HONRARLO CON NUESTRA VIDA, SINO
VIVIMOS SU PALABRA DIA A DIA, MES A MES, AÑO TRAS AÑO POR EL RESTO DE
NUESTRA EXISTENCIA. SI NUESTRO CORAZÓN, LO MÁS INTIMO DE NOSOSTROS NO
ES RECTO PARA CON ÉL Y SE ENCUENTRA ALEJADO DE ÉL, Y SI NUESTRO
“TEMOR” DE ÉL, SÓLO ES UNA APARIENCIA TEMPORAL EN UN CLUB SOCIAL Y DE
ENTRETENIMIENTO EN EL QUE LOS “CRISTIANOS” DEL SIGLO XXI HAN CONVERTIDO
A LA IGLESIA DEL SEÑOR JESUCRISTO, QUE ÉL GANO MEDIANTE SU SACRIFICIO EN
LA CRUZ POR SU PROPIA SANGRE.
NO SEÑORES!!!, DE NADA SIRVE “PARECER” CRISTIANO, ES UNA GRAN PERDIDA DE
TIEMPO, UNA VERDADERA HIPOCRESÍA. POR “PARECER” CRISTIANO NADIE, NADIE, SE
VA AL CIELO, HAY QUE SERLO EN VERDAD.
Ser “cristiano” verdadero implica una verdadera renuncia al pecado, un verdadero sacrificio
por la causa de Cristo, una verdadera entrega de todo aspecto de nuestra vida a seguir
su perfecta voluntad y a vivir en agradable santidad ante sus ojos, el cargar nuestra cruz
cada día e ir en pos de Él, sin fluctuar, sin renunciar, sin volver al pasado, honrándolo y
amándolo de echo y en verdad todos los días de nuestra vida. Rectamente, honestamente,
probamente, orando y velando por ello todos los días.
Ejemplo de esto nos da Pablo:
Pero cuantas cosas eran para mí ganancia, las he estimado como
pérdida por amor de Cristo.
Y ciertamente, aun estimo todas las cosas como pérdida por la
excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, por amor del
cual lo he perdido todo, y lo tengo por basura, para ganar a Cristo,
y ser hallado en él, no teniendo mi propia justicia, que es por la ley,
sino la que es por la fe de Cristo, la justicia que es de Dios por la
fe;
a fin de conocerle, y el poder de su resurrección, y la participación de
sus padecimientos, llegando a ser semejante a él en su muerte,
si en alguna manera llegase a la resurrección de entre los muertos.
No que lo haya alcanzado ya, ni que ya sea perfecto; sino que
prosigo, por ver si logro asir aquello para lo cual fui también asido por
Cristo Jesús.
Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa
hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo
que está delante,
prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en
Cristo Jesús.
Filipenses 3:714
Por eso te pregunto, tu
¿“pareces” cristiano o “eres” cristiano?
Porque entre el “ser” y el “parecer” hay una gran diferencia.
Y el cielo o el infierno, son los extremos de esa diferencia.