Document related concepts
no text concepts found
Transcript
La Gloria de Dios como Destino es Alcanzable Juan Luna INTRODUCCIÓN A. Hay momentos en nuestra vida que nos hemos destinado algunas metas que tal vez son inalcanzables. Sin embargo, me gustaría tomar este tiempo para hablarles acerca del destino que cada uno de nosotros como Cristianos queremos alcanzar. B. La gloria de Dios como destino es alcanzable, cuando nosotros tomamos en serio los siguientes puntos. 1. ES ALCANZABLE, SI ESCUDRIÑAMOS LAS ESCRITURAS. A. Todos los que somos sinceros de corazón, debemos aceptar que la única manera de conocer la gloria de Dios la cual queremos alcanzar es por medio de leer la Biblia. ¿Por qué escudriñar? 1) Porque, es la Palabra de Dios (cf. 2 Timoteo 3:16-17; 2 Pedro 1:20-21). 2) Porque, es el único medio de salvación (cf. 1 Timoteo 4: 13, 16). 3) Por medio de la lectura obtenemos la fe (cf. Romanos 10:17; Juan 8:32). 2. ES ALCANZABLE, CON UN POCO DE PADECIMIENTO. A. Cuando escudriñamos la Biblia con un corazón entendido, nos damos cuenta que como Cristianos vamos a padecer por el nombre del Señor. Sin embargo, el Apóstol Pablo nos dice que es necesario pasar un poco de padecimiento (cf. 2 Timoteo 3:12). Tenga en mente lo siguiente: 1) Cristo venció al mundo (cf. Juan 16:33; Hechos 2:36). 2) Cuando padecemos por el Evangelio somos bienaventurados (cf. Mateo 5:4, 10, 11-12). 3. ES ALCANZABLE, CUANDO PERMANECEMOS FIELES. A. Cuando nuestro destino es alcanzar la gloria de Dios, entenderemos que la lectura de la Biblia y los padecimiento en nuestra vida como Cristianos; nos ayudaran para permanecer fieles a Dios. El Apóstol Pablo escribiendo a la Iglesia en Tesalónica les recuerda algo muy importante. 1) Dios escogió a Su Iglesia desde el principio para salvación (cf. 2 Tesalonicenses 2:13; Efesios 1:3-4). 2) Él nos llamó mediante el Evangelio para alcanzar Su gloria (cf. 2 Tesalonicenses 2:14). 3) Por lo tanto, debemos permanecer firmes (cf. 2 Tesalonicenses 2:15; Apocalipsis 2:10). CONCLUSIÓN A. Quiero concluir animándole a que siga escudriñando las Escrituras, sea fuerte en los padecimientos a causa del Evangelio, y permanezca fiel hasta la muerte. Recuerde las palabras del Apóstol Pablo: “prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús” (Filipenses 3:14).