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Nunca dejamos de cambiar, de ir ganando historia, nombres, lecciones, y ojalá sabiduría
y hondura. La fe nos invita y nos empuja a cambiar, a ir dejando que Dios nos guíe y nos
enseñe, nos muestre el camino para crecer…
Salmo 103 (adaptación)
Bendice, alma mía, al Señor
y todo mi ser a su santo nombre
Bendice, alma mía, al Señor
y no olvides sus beneficios.
El perdona todas tus culpas
y cura todas tus dolencias
rescata tu vida de la fosa
y te corona con su bondad
y compasión
Dios nos sacia de bienes
en la adolescencia
y va renovando nuestros días,
nos inculca
una sabiduría diferente,
y nos enseña sus caminos.
El conoce nuestra condición
Sabe que somos barro,
pero un barro
que él va modelando
con manos de misericordia
y justicia, de paz y de amor.
Nuestra vida es una historia
breve, pero eterna,
aprendemos a vivir
en tu presencia,
a descubrir tus obras,
a vislumbrar tus gestos,
a seguir tus huellas.
Bendice, alma mía, al Señor
y todo mi ser a su santo nombre
Bendice, alma mía, al Señor
y no olvides sus beneficios.
«Al día siguiente estaba Juan con dos
de sus discípulos. Viendo pasar a
Jesús, dice: “Ahí está el cordero de
Dios”. Se lo oyeron decir los discípulos
y siguieron a Jesús. Jesús se volvió, y
al ver que lo seguían, les dice: “¿Qué
buscáis?” Respondieron: “Maestro,
¿dónde vives?” Les dice: “Venid y
ved”. Fueron, pues, vieron dónde
residía y se quedaron con él aquel
día…» (Jn 1, 35-39)
Destino
Pon tu palabra
en medio de mi vida.
Pon mi vida en tu mano,
pon tu mano
en la voz que ahora digo.
Pon el sol en mis ojos,
pon tus ojos
aquí, en estas preguntas;
tus caminos
trázalos en los míos. Quiero irme
en tu marcha, quiero darles
tu música a mis pasos.
Estos hombres
que veo, que me miran,
a los que yo les hablo,
que preguntan
al pasar por tus señas,
son, seguro,
el destino marcado
de mi vida, mi mano, mi palabra.
Ponme de par en par porque te
encuentren.
(Valentín Arteaga)
NO QUIERO ALEJARME DE TI
No quiero alejarme de Ti,
donde Tú vayas, yo iré,
donde Tú habites, yo quiero habitar.
CRECER HACIA DENTRO
Me invitas a bucear dentro
de mí. Con dudas y con certezas, con
“Vosotros sois la sal de la tierra,
tormentas y con tranquilidad. Desde la
pero si la sal pierde el gusto, ¿con
alegría, y desde el dolor –cuando
qué la salarán?” (Mt 5, 13)
llega. Porque no soy un bebé ni un
crío. Porque mi mundo interior se puede ir poblando de aprendizajes, de
reflexiones, de heridas y sanaciones, de éxitos y fracasos, de amores y desazones…
Porque he cambiado desde que era pequeño, pero aún me queda mucho por
cambiar. Ojalá en un futuro vea las cosas con más hondura, con más experiencia,
con más humanidad… porque al fin y al cabo sería una lástima anclarme en un
punto de la vida y pensar que ya está todo hecho… cuando tú me sigues moviendo
por dentro.
CRECER EN EL MUNDO
Y aprender a verlo con ojos
“Hijo mío, atiende a mis palabras,
más sabios, con un poco más de
presta oído a mis consejos: que no
realismo, el realismo que no te
se aparten de tus ojos, guárdalos
paraliza, sino que te anima a luchar
dentro del corazón, pues son vida
por lo posible. Con una consciencia
para el que los consigue” (Prov 4,
más lúcida de los límites y las
20-22)
posibilidades. Con un corazón
compasivo, es decir, capaz de entender ese mundo con sus matices y sus sutilezas.
Huyendo de las simplificaciones y aceptando la complejidad que suele definir
nuestras relaciones, nuestros estudios y trabajos, nuestros proyectos…Descifrando
tu presencia en las personas, tu cruz en las tragedias, tu bienaventuranza en tantos
rostros. Abriendo puertas y ventanas, para no quedarme en un mundo estrecho.
CRECER HACIA DIOS
Que no me bastan las
“Confía en el Señor de todo corazón
oraciones de mi infancia. Que las
y no te fíes de tu propia inteligencia;
búsquedas
necesitan
nuevas
en todos tus caminos tenlo presente,
respuestas,
y
mis
inquietudes
y él allanará tus sendas” (Prov 3, 5necesitan una Presencia que consuele
6)
y ayude. Que las imágenes que tengo
de Ti, siempre incompletas, vayan cambiando y llenándose de matices, y que
aprenda a entender un poco más de quién eres, tu lógica y tu Reino, tu llamada y tu
palabra que resuena en todos los rincones. Claro que necesito que tú te hagas más
grande en mi horizonte. Un poco más. Siempre.
En mi debilidad
En mi debilidad me haces fuerte
En mi debilidad me haces fuerte
Sólo en tu amor me haces fuerte
Sólo en tu vida me haces fuerte
En mi debilidad
te haces fuerte en mí.
VEN, TE LLAMO A TI
VEN, NO APARTES DE MÍ LOS OJOS,
TE LLAMO A TI, TE NECESITO
PARA QUE SE CUMPLA EN EL MUNDO
EL PLAN DE MI PADRE