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SER UN PADRE EJEMPLAR PARA INSTRUIR A TU HIJO Por Guadalupe de la Cruz Estrada Un hijo es la realidad del sueño del matrimonio y debe disfrutar de la presencia de sus padres. ¿Tú te puedes imaginar lo que Dios sentía cuando puso a Jesús en las manos de José? Yo pienso que Dios decía ¿quien será un ejemplo para mi hijo? y que se preguntaba ¿Quién lo amara completamente? ¿Quién le enseñará pacientemente? ¿Lo disciplinará gentilmente y le mostrará como debe ser un hombre conforme a mi corazón? Nosotros somos la realidad de ese ejemplo. Las situaciones que se están viviendo en estos tiempos, son las consecuencias del como hemos educado a nuestros hijos. Si realmente los amamos debemos educarlos desde muy pequeños, explicarles con mucho amor que hay cosas que se pueden hacer y cosas que no se deben hacer (Proverbios 29:11). Cosas que no debemos alentar como padres. Hay ciertas actitudes que a veces dejamos que adquieran nuestros hijos pero al pasar del tiempo, solo los dañan y los alejan de Dios. Por eso no debemos alentar la vanidad, el orgullo o altivez, la baja autoestima, la violencia etc. Sino debemos alentar la humildad, la sensatez, la buena autoestima, la mansedumbre etc. (Lucas 2:51), Este pasaje nos muestra como es que deben crecer nuestros hijos y serán gracia a nuestra cabeza (Proverbios 1:8-9, Proverbios 3:1). La Disciplina no muchas veces nos agrada, incluso como padres nos entristece y se nos dificulta disciplinar a nuestros hijos porque el proceso es pesado cuando no hemos entendido los beneficios. Un buen ejemplo es el rey David; que era un varón conforme al corazón de Dios, obediente, servicial y amable con sus padres, muy talentoso y un guerrero de Dios. La meta de un guerrero es ganar honra y eso es lo que debemos sembrar en nuestros hijos. David peleó contra Goliat en el Nombre de Dios (1 Samuel 17:45). La palabra de Dios dice que en Lucas 12:48 “porque a todo aquel a quien se haya dado mucho, mucho se le demandará; y al que mucho se le haya confiado, más se le pedirá” Los que somos padres estamos llamados a una grande responsabilidad, para educar a nuestros hijos en amor y prepararlos para los tiempos que estamos viviendo. Cuando tú eduques a un buen hijo, El será un buen padre, amigo, hermano, esposo, abuelo etc. Que Dios te Bendiga.
