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“Studia di farti amare” www.donbosco.org.ar PROYECTO DE FORMACIÓN DE DIRECTORES/AS GENERALES DE LAS INSPECTORÍAS ARN y ARS - ARGENTINA 2012-2015 servicios Encontrando un “fiel amigo” Acompañamiento • Ficha 3 * Ideas fuerza La necesidad de contar con alguna persona de confianza con quien abrir el corazón y compartir las propias vivencias y las preocupaciones. Este tema hace a la calidad de nuestra humanidad y de nuestra vida espiritual. El proceso de acompañar necesita la experiencia de ser acompañado. * La Palabra * Don Bosco Mc 1,35-38. Necesidad de Jesús de acompañarse por el Padre: “En sus cartas Don Bosco insiste mucho sobre la confianza y la sinceridad, como condiciones indispensables, no solo para la amistad, sino sobre todo para un diálogo espiritual con finalidad vocacional. Muestra gran solicitud con todos, procura iluminar dudas, remover dificultades, animar, sostener a una entrega total y generosa de la vida a Dios”. (MOTTO, Francesco. “Juan Bosco, cartas a jóvenes y educadores”. Ed. CCS, Madrid, 1994, pg. 26). Por la mañana, antes que amaneciera, Jesús se levantó, salió y fue a un lugar desierto; allí estuvo orando. Simón salió a buscarlo con sus compañeros, y cuando lo encontraron, le dijeron: “Todos te andan buscando”. Él les respondió: “Vayamos a otra parte, a predicar también en las poblaciones vecinas, porque para eso he salido”. “...Necesito de ti una confianza ilimitada, cosa que ciertamente me concederás si piensas en las atenciones que he tenido contigo y que seguiré teniendo en lo sucesivo, en todo lo que puede contribuir al bien de tu alma y también a tu bienestar temporal...” (Don Bosco al clérigo Giovanni Garino, carta n° 87). Mt 7,24-27 La confianza y la apertura ayudan a construir mi vida sobre roca. Cualquiera que escuche estas palabras, y las practique lo compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca. Descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y golpearon contra aquella casa; y no cayó, porque estaba fundada sobre la roca. Al clérigo Guidazio, abatido por el desánimo le escribe: “Estarás siempre inquieto y te diré que hasta infeliz hasta que no lleves a la práctica la obediencia que has prometido y no te abandones totalmente a la dirección de tus superiores... Ten plena confianza en mí como yo la he tenido en ti, no con palabras sino con hechos, con deseo eficaz, de obediencia humilde, pronta, ilimitada...” (Carta n° 121). Pero cualquiera que escuche estas palabras y no las ponga en práctica lo compararé a un hombre insensato, que edificó su casa sobre la arena; y descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y golpearon con fuerza contra aquella casa; y cayó, y fue grande su ruina. Las Memorias del Oratorio nos narran su testimonio de docilidad y apertura de corazón en sus guías espirituales y compañeros de camino. “Yo me puse en seguida en las manos de Don Calosso, quien había llegado a aquella capellanía desde hacía sólo algunos meses. Me le di a conocer tal como era. Le comunicaba prontamente cada palabra, cada pensamiento y cada acción. Esto le agradó muchísimo pues así me podía dirigir, tanto en lo espiritual como en lo temporal, sobre una base segura. Supe entonces lo que significaba tener un guía estable, un fiel amigo del alma, del que hasta entonces había carecido”. (MO 10). “Don Cafasso, que desde hacía seis años era mi guía, fue también mi Director espiritual y, si he hecho algún bien, se lo debo a este digno eclesiástico, en cuyas manos deposité cada una de mis decisiones, cada una de mis aspiraciones y cada acción de mi vida”. (MO 39). 1 * Orientándonos La práctica nos muestra que muchas veces el director vive una experiencia fuerte de soledad, que es preciso saber afrontar y aprender a asumir. De la Formación de los SDB (Ratio) A. La comunidad favorece y ayuda la conciencia y la comunicación de la vivencia. Nuestra tradición salesiana nos propuso siempre el camino de la dirección espiritual personal, para procurarnos el acompañamiento de nuestras experiencias. Don Bosco mismo lo proclama con insistencia y con su propio ejemplo: tenemos necesidad de un verdadero amigo del alma. (172) La vivencia va madurando a medida que crece su conciencia y se logra comunicarla. «La formación permanente exige que cada hermano mejore su capacidad de comunicación y diálogo [y] se forme una mentalidad abierta y crítica». Expresar con palabras la vivencia personal es fruto del esfuerzo de entrar en sí mismo para comunicar con lenguaje adecuado lo que se está viviendo, hacerlo claro y perceptible a los demás e incorporarlo al conjunto significativo del propio proyecto de vida. La vivencia requiere conciencia y comunicación: la conciencia hace posible la comunicación y la comunicación refuerza la conciencia. En este proceso es fundamental tener la valentía y la humildad de buscar ayuda y no aislarse, evitar la soledad negativa que implica encierro y enredarse solo con los problemas. Puede aparecer también la excusa de poner como criterio supremo el “trabajo-acción”, y entonces no me doy los tiempos. Necesitamos fortalecer nuestros vínculos, crear espacios de intimidad, de confianza, de apertura del corazón, buscar una persona en quien depositar nuestra vida (guía espiritual, confesor, hermano amigo del alma…). (173) De ahí la importancia que tienen: • el hábito de la lectura sistemática y del estudio de las ciencias propias de la misión; la disponibilidad para la oración, la meditación y el estudio; la renovación periódica; los tiempos, de duración suficiente, para renovar la vida religiosa, salesiana, pastoral y profesional; Un momento favorable es sin duda el que le dedicamos al sacramento de la reconciliación. Otra ayuda para el camino es el fortalecer una relación especial con el P. Inspector, fundada en la apertura del corazón (ver ficha 2 de Acompañamiento). • el coloquio con el superior: frecuente, fraterno, momento especial en que el salesiano comunica confidencialmente su vida para su bien y para la buena marcha de la comunidad; También Jesús se buscaba los espacios para ir a contarle a su Padre sus cosas, experimentaba la fuerte necesidad de intimidad con El, de orar a solas, de “irse” a un lugar desierto... • la dirección espiritual, personal y comunitaria, sobre todo en el período de formación inicial . B. Comunidad que acoge la vivencia comunicada (174) «En clima de amistad fraterna nos comunicamos alegrías y penas, y compartimos corresponsablemente experiencias y proyectos apostólicos». •¿Qué creo que es lo que me imposibilita compartirlas? •¿Con quién hablo mis cosas más profundas? ¿Cuándo fue la última vez que lo hice? •¿Con qué ritmo celebro el sacramento de la reconciliación? ¿Cómo me dispongo? •Buscar algún ratito de sagrario para compartir con Jesús los temas que me afligen, que voy viviendo. * Dando un paso más •¿Con qué personas tengo confianza? •¿Qué camino tengo que emprender para avanzar en el aspecto humano de crear vínculos más profundos? •¿Percibo el ser acompañado como una necesidad? ¿Cuánto tiempo le dedico? ¿Soy capaz de reservar espacios de mi agenda para dedicarlos a esto? •¿Cómo superar el vértigo de la acción y proponer en la comunidad espacios de verdadera comunión fraterna? •Generar espacios con los equipos directivos donde podamos compartir cómo estamos, hablarnos desde el corazón. •Para los directores/as laicos “esposos/as-padres-madres de familia” ¿cómo aporta esta experiencia vincular al desarrollo de su animación como director/a? * Para seguir andando Bibliografía sugerida Buscar en la página Web estas referencias: MDS Nº 99-100 C. 51 Weber, Max (1964) “Economía y Sociedad, esbozo de sociología comprensiva” Fondo de Cultura Económica - México La formación de los salesianos de Don Bosco. Principios y Normas. Roma, 1985 Nº 172-174 Para la reflexión personal... •¿Qué cosas me preocupan y no he podido compartir con nadie (proyectos, sueños, discernimientos, dolores, angustias...)? 2 “Studia di farti amare” Acompañamiento PROYECTO DE FORMACIÓN DE DIRECTORES/AS GENERALES DE LAS INSPECTORÍAS ARN y ARS - ARGENTINA 2012-2015 www.donbosco.org.ar servicios NOTAS 3 Ficha 3: Encontrando un “fiel amigo” 4