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Semillas de Chia aportan ácidos grasos omega-3, beneficiando al corazón y al hígado Según un nuevo estudio realizado en ratas, el consumo de semillas de Chía (Salvia hispanica) como fuente del ácido α-linolénico (ALA), provocaría una redistribución de lípidos asociada a la protección del corazón e hígado. Los investigadores observaron que con la excepción del incremento en presión sanguínea y algunos marcadores plasmáticos de función hepática, la suplementación dietaria de Chía a ratas alimentadas con una dieta hiper-grasa, atenuó cambios estructurales y funcionales asociados a este tipo de dieta. Los resultados del trabajo, publicado en el Journal of Nutritional Biochemistry, demostraron que ratas alimentadas con suplementos de semillas de chía exhibieron una protección de problemas de corazón e hígado asociados a una dieta de alto contenido de lípidos, incluyendo una mayor sensibilidad a la insulina y tolerancia a la glucosa, reducción en adiposidad visceral, menor grasa en el hígado, y menor inflamación cardíaca y hepática y fibrosis. El ácido α-linolénico (ALA) omega-3 es un ácido graso esencial que el cuerpo no puede sintetizar y que por lo tanto debe ser aportado por la dieta. Las semillas de chía, de lino, porotos de soja, nueces y aceite de oliva son todas buenas fuentes de ALA. Según los autores, la semilla de chía es la fuente botánica más rica en ALA, con un contenido de cerca del 60% del aceite aportado. El NIH de los Estados Unidos recomienda una ingesta diaria de 1.6 g y 1.1 g de ALA para hombres y mujeres respectivamente. Semillas de chia (Salvia hispanica) ALA (α-Lnn; Ácido cis,cis,cis-9,12,15-octadecatrienoico) Según los autores, en la dieta humana, el ALA se obtiene de fuentes vegetales, mientras que otros ácidos omega-3 tales como el ácido eicosapentaenoico (EPA) y el docosahexanoico (DHA) se obtienen mayormente del pescado. Los beneficios para la salud reportados para el ALA están asociados al sistema cardiovascular, neuroprotección, a la respuesta anti inflamatoria y a la mejoría en respuestas a enfermedades autoinmunes. Sin embargo, los ácidos de cadena más larga -EPA y DHA - han sido el objeto de mayor cantidad de estudios por parte de los científicos , recibiendo además más atención por parte del público. La razón para ello es que el ALA es convertido parcialmente en EPA y DHA en el cuerpo humano, conversión que no tiene el mismo nivel de eficiencia en todos los seres humanos ya que depende de la actividad enzimática y de la presencia de un número de coenzimas, entre otros factores. Por otra parte, como la enzima necesaria para convertir ALA en EPA ó DHA es la misma que la que convierte ácido linoleico (LA) en ácido araquidónico, un ácido graso pro-inflamatorio, se considera que el consumo de ALA también sería beneficioso al competir con el LA. La investigación, publicada en el Journal of Nutritional Biochemistry*, fue llevada a cabo en la University of Queensland, Australia, y reveló que las semillas de chía provocan una redistribución de los lípidos en las ratas, siendo removidos del hígado y de la grasa visceral. Los investigadores, liderados por Lindsay Brown, una profesora asociada en la University of Queensland, observaron un patrón intricado de distribución de ácidos grasos en una variedad de tejidos en las ratas suplementadas con semilla de chía, lo que resultaría en una mejor condición en la homeostasis de lípidos. Según los autores, este es el primer informe de la redistribución de lípidos debido a la ingesta de un alimento rico en omega-3, asociado a un efecto cardio y hepatoprotector. Sus conclusiones se basaron en los resultados del monitoreo de los cambios en marcadores metabólicos, cardíacos y hepáticos observados luego de una suplementación de 5% de chía en la ración de ratas alimentadas con una dieta rica en carbohidratos y lípidos y con bajo nivel de ácidos grasos omega-3. Las ratas suplementadas registraron un aumento en la tolerancia a la insulina y a la glucosa, una reducción en la adiposidad visceral, esteatosis hepática, fibrosis cardíaca y hepática e inflamación, aunque sin cambios en lípidos del plasma o en la presión sanguínea. Observaron, además, una redistribución de grasas desde la cavidad abdominal y un aumento en relación omega-3:omega-6 en varios tejidos Los investigadores concluyeron que estos resultados demandan mayor investigación en el uso de la semilla de Chía como una terapia complementaria para tratar síntomas del síndrome metabólico. Fuente: H. Poudyal, S.K. Panchal, J. Waanders, L. Ward, L. Brown (2011). Lipid redistribution by α-linolenic acid-rich chia seed inhibits stearcoyl-CoA desaturase-1 and induces cardiac and hepatic protection in diet-induced obese rats. Journal of Nutritional Biochemistry (en prensa). doi: 10.1016/j.jnutbio.2010.11.011 Resumido y traducido por Erica Wilson para PROFITOCOOP.