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Oración por las vocaciones Mes: Junio 2010 MONICIÓN Acabamos de celebrar la Fiesta del Espíritu Santo, la fiesta de Aquel que impulsa y anima la vida de nuestra Iglesia, seguido de la fiesta de la Santísima Trinidad. Iniciamos el mes de junio con dos fiestas centrales en nuestra vida, Corpus Cristi y Sagrado corazón de Jesús. Todas ellas nos hablan de verdades fundamentales en nuestra fe y de llamadas claras a vivir cerca del Señor, en comunidad y construyendo el Reino que Él sueña. Para eso hace falta tener un corazón centrado en Él y sólo en Él, que es Padre, Hijo y Espíritu. Sólo así podremos sentir el abrazo de Padre que nos invade con su misericordia, para que, como el Hijo, respondamos a la vocación a la que hemos sido llamadas y todo ello por la fuera del Espíritu Santo, que nos ha de impulsar a anunciar, como los primeros, que seguir al Señor nos llena de felicidad y da sentido pleno a nuestras vidas. Pidámosle a Él que seamos mujeres mediadoras de esa Buena Noticia y que el Señor y sólo Él se comunique a cada una de sus criaturas y pueda descubrir la vocación a la nos llama. CARTA DE SAN PABLO A LOS CORINTIOS (12, 4-11) “Existen carismas diversos, pero un mismo Espíritu; existen ministerios diversos, pero un mismo Señor; existen actividades diversas, pero un mismo Dios que ejecuta todo en todos. A cada uno se le da una manifestación del Espíritu para el bien común. Uno por el Espíritu tiene el don de hablar con sabiduría, otro según el mismo Espíritu el hablar con penetración, otro por el mismo Espíritu la fe, otro por el único Espíritu carisma de sanaciones, otro realizar milagros, otro profecía, otro discreción de espíritus, otro hablar lenguas diversas, otro interpretarlas. Pero todo lo ejecuta el mismo y único Espíritu repartiendo a cada uno como quiere”. “La Pastoral vocacional […] es la segunda prioridad que tendríamos que animar a nivel de Instituto. […] Hay que sembrar. Es necesario seguir animando e impulsando esta pastoral como parte integrante de nuestra vida y misión […] Ahora es momento de gracia para esta pastoral juvenil vocacional porque a través de la bendición de la estatua de Santa Rafaela María el Señor y la Iglesia nos han dicho con fuerza que cuentan con nosotras […] Todas somos responsables […] queremos presentarles la belleza y la armonía, la vitalidad y la plenitud de nuestra vida de Esclavas.” (Carta de la VIII Reunión Intermedia. 4 de abril de 2010) Sería bueno saber a ciencia cierta qué es lo que el Señor quiere de cada uno, pero la verdad es que vamos caminando y es en el camino donde Él nos descubre nuestro ministerio: 1. ¿A qué me siento llamada en estos momentos por el Señor? 2. ¿Cómo animar a aquellos que conocemos para que descubran su propia vocación? 3. ¿Cuál es la misión a la que el Señor me llama en esta tarea concreta de la pastoral vocacional? COMO A LOS NIÑOS, A DIOS TAMBIÉN LE AGRADAN LOS CUENTOS: Aquella tarde, la comunidad monástica hacía, en su oratorio, una plegaria de intercesión. Una tras otra, se escuchaban las oraciones de los monjes: "Señor, te pido", "Señor, te pido", "Señor, te pido". También el Abad hacía su plegaria: "Señor, te pido...". Por fín, todos callaron largamente. Hasta que de nuevo se dejó oír la voz del Abad: "Ahora, Señor, dinos en qué podemos ayudarte; te escuchamos en silencio". Al cabo de un rato concluyó: "Gracias, Padre, porque quieres contar con nosotros". Y todos los monjes respondieron al unísono: "Amén". (Porque habían comprendido que la oración, como el amor, tiene dos tiempos: dar y recibir, y que si falta uno de ellos, se muere.) Pidamos al Señor de la miés que envíe obreros, pero dejemos que sea Él también el que nos diga cómo y por dónde... ORACIÓN FINAL ESPÍRITU SANTO, sé voz profética entre nosotros háblanos de lo concreto y dinos qué hacer, denuncia nuestros conformismos e instalaciones, hincha las velas de nuestros anhelos más evangélicos, destruye nuestros miedos y temores al riesgo, da luz a nuestras miradas para ver lo más urgente, oportuno y eficaz, ábrenos a tu llamada a lo diferente, disponnos al discernimiento comunitario de tus signos. ESPÍRITU SANTO, exígenos, denúncianos, ilumínanos, consuélanos, sé voz profética en nuestra conciencia, háblanos en lo concreto a cada uno, Arde entre nosotros con tus dones para que seamos luz y sal, signo y símbolo de lo nuevo, del Reino de Dios que ya está entre nosotros. Amén Esclavas del Sdo. Corazón de Jesús “Estamos convencidas de que Jesucristo sigue llamando hoy a compartir su vida y misión. A nosotras se nos pide que secundemos la acción del Espíritu, respetando y acompañando los procesos personales de los jóvenes, para que cada uno pueda descubrir el proyecto de vida que el Señor le ofrece”. (Cf. “En comunión hacia el futuro” C.G. XVI)