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En la senda del Crecimiento
1ra. Cor. 3.6-15:
6: Yo planté (dice Pablo), Apolos regó, pero Dios ha dado el crecimiento.
7: Así que ni el que planta ni el que riega es algo, sino Dios, que da el crecimiento.
8: Ahora bien, el que planta y el que riega son una misma cosa, pero cada uno recibirá su propia
recompensa conforme a su propia labor.
9: Porque nosotros somos colaboradores de Dios, y vosotros sois labranza de Dios, edificio de Dios.
10: Conforme a la gracia de Dios que me fue dada, yo, como sabio arquitecto, puse el fundamento, y
otro edifica sobre él. Pero cada uno tenga cuidado cómo edifica encima.
11: Pues nadie puede poner otro fundamento que el que ya está puesto, el cual es Jesucristo.
1Co 3:12 Ahora bien, si sobre este fundamento alguno edifica con oro, plata, piedras preciosas,
madera, heno, paja,
13: la obra de cada uno se hará evidente; porque el día la dará a conocer, pues con fuego será
revelada; el fuego mismo probará la calidad de la obra de cada uno.
14: Si permanece la obra de alguno que ha edificado sobre el fundamento, recibirá recompensa.
15: Si la obra de alguno es consumida por el fuego, sufrirá pérdida; sin embargo, él será salvo,
aunque así como por fuego.
Introducción:
Surge claramente de esta palabra la importancia y necesidad del crecimiento espiritual para cada
hijo de Dios, e inmediatamente nos encontramos con esta pregunta: ¿estamos transitando por la
senda de este crecimiento?
Creo que Dios está preparando a la iglesia para dar un nuevo salto de crecimiento, alcanzando a
muchas almas nuevas pero, este salto va unido y condicionado al crecimiento en lo personal de
cada uno, creciendo en fe, en el conocimiento de la Palabra de Dios, en carácter santificado y
en nuestra colaboración con Dios.
La senda del crecimiento está marcada con diferentes señales y etapas que nos guiarán a alcanzar
la meta, por ej. cuando estuvimos con mi esposa recorriendo los paisajes del sur argentino,
caminamos por varios senderos increíbles, en laderas de las montañas, bosques, etc. Entre ellos,
uno fue a la cumbre de una montaña de 1700 metros, el primer tramo lo hicimos con la telesilla
que nos subió unos 500 metros, pero para llegar de ahí a la cubre se necesita unas dos horas de
subida con ritmo constante.
Nos habían avisado que no se alcanza a ver la senda por la cantidad de ceniza volcánica de la
erupción de hace unos 3 años y que tratemos de seguir la señalización de la senda. Fue así,
porque, más adelante era todo ceniza, difícil de avanzar porque no haces pie, te hundís.
Buscábamos con atención las señales del camino, eran pequeñas cañas clavadas en la ceniza o
piedras pintadas, el camino fue en zigzag, así, con gran esfuerzo llegamos en 2 hs. a la cima, que
tuvo su recompensa, porque la vista desde ese lugar es espectacular, ver desde esa altura otras
montañas, llanuras, bosques, ríos, lagos, el plano de las nubes tan bajas, allí dimos gloria al
Señor de la Creación!!! Pues todo lo hizo maravilloso.
El camino de la vida cristiana tiene muchas similitudes, porque también tenemos un punto de
partida, una senda con ciertas dificultades y señales que nos ayudan a seguir y una meta a arribar
1) Jesucristo es el punto de partida
Todo comienza con la gracia de Dios, este punto de partida en la senda de crecimiento lo
encontramos en los versículos 10-11:
10: Conforme a la gracia de Dios que me fue dada, yo, como sabio arquitecto, puse el
fundamento, y otro edifica sobre él. Pero cada uno tenga cuidado cómo edifica encima.
11 Porque nadie puede poner otro fundamento que el que está puesto, el cual es Jesucristo.
Jesucristo es el fundamento de la vida, sin El no hay vida plena, sin Cristo imposible llegar a esa
meta de vida eterna!.
Así como un edificio está apoyado y levantado sobre un cimiento sólido, sino, dura poco y se
viene abajo, así es Cristo para la vida, Él lo es todo!!!
En el vuelo de Tucumán el avión fue sacudido como una hoja, parecía que se venía abajo, nunca
un vuelo fue como éste, pero uno se podía sentir seguro en los brazos poderosos del Señor, nada
sucede que Él no permita, es más, nos libró e hizo que el avión se depositara en tierra.
Él está siempre para apuntalarnos, sostenernos y levantarnos, darnos firmeza, confianza,
seguridad, imposible de encontrar todo eso en algún otro.
Has depositado tu vida el Él, te apoyas cada día en Él, vives confiado, seguro, en paz, feliz?, si no
es así, éste es el momento de decirle a Jesús: perdón por no haber apoyado toda mi vida en ti, me
arrepiento de esto y de todo pecado y decido ahora depositar mi vida con toda confianza en Ti,
para vivir seguro, confiado, firme aún en medio de las crisis sociales o tormentas de la vida. Te
recibo como el fundamento sólido inconmovible, santo y pido que de aquí en más me ayudes con
tu guía y provisión a transitar la senda del crecimiento hasta alcanzar la eternidad!
2) Avanzamos por la senda del crecimiento cuando es Dios quien obra
6: Yo planté (dice Pablo), Apolos regó, pero Dios ha dado el crecimiento.
7: Así que ni el que planta ni el que riega es algo, sino Dios, que da el crecimiento.
Dice dos veces que el Crecimiento viene solo de Dios, nosotros nada podemos hacer, nada solos,
porque si hacemos algo queda en actividades vacías que no suman en la eternidad,
En la lectura del evangelio de Juan, siguiendo el devocional, encontramos cantidad de referencias
e indicaciones contundentes de Jesús de que la obra no la hacía Él, sino el Padre que mora en Él
hacia las obras.
En el 14.10b declara: “Las palabras que yo os hablo, no las hablo por mi propia cuenta, sino que
el Padre que mora en mí, él hace las obras.”
Así debe vivirlo el creyente, nuestra necesidad de dependencia de Cristo es total
Por esa razón Pablo decía, no mas yo, mas Cristo en mi
Confía en que Dios, que mora en tu vida por el Espíritu Santo, quiere operar en tu corazón su
sentir, su transformación y obrar desde tu corazón hacia los demás, bendecir a otros.
Algo de esto nos paso en nuestro viaje a Hualfí, veíamos asombrados cómo Dios iba produciendo
los hechos, abriendo oportunidades, obrando en los corazones.
Le decimos, si amén, recibo Señor tu gracia que me capacita y guiará a enfrentar los nuevos
desafíos de crecimiento en lo personal y en tu iglesia
Para que su obra crezca vos y yo tenemos que buscar y depender totalmente del obrar de Dios en
nosotros, en la capacitación del Espíritu, en puertas que Él abre, en su poderosa guía, en fuerzas
que vienen de Él en su victoria en medio de la debilidad, aleluya, y en las Palabras que él pone en
el corazón y en la boca de sus hijos, aleluya!!!
Solamente cree esto que compartimos, estate atento a las señales del camino y dale gracias
confiando en que Dios seguro va a usarte, va a poner su sentir y guía en tu corazón, serás su
colaborador.
3) Avanzamos en la senda del crecimiento cuando hacemos una inversión sabia
1Co 3:12 Ahora bien, si sobre este fundamento alguno edifica con oro, plata, piedras preciosas,
madera, heno, paja,
Para que haya crecimiento debe haber inversión sabia, donde no hay buena inversión no hay
buenos resultados
El texto bíblico nos habla de invertir oro, plata, piedras preciosas, qué es?:
Ud. se preguntará: inversión de qué?, Invertir lo que Dios nos da
Vemos con claridad acciones tales como “Planté”, “Regó”.
Pablo plantó proclamando el mensaje de salvación. En la reunión de oración del jueves el hno.
Marcelino nos compartió una Palabra que nos bendijo, sencilla, directa, efectiva, el nos compartía
su experiencia: yo siempre busco preguntarle a las personas que voy encontrando: ¿crees en
Jesús?, casi todos te van a responder que “si”, entonces, ahí les hace la segunda pregunta:
¿quieres recibirlo en tu corazón?, y muchos dicen que sí y ahí mismo, al toque, les hace hacer la
oración de recibir a Cristo en sus vidas, eso es plantar, plantar es instalar el mensaje de salvación
en el corazón de las personas.
Otra inversión: Apolos regó con la Palabra de enseñanza, la instrucción, los principios bíblicos,
la doctrina, el aconsejamiento, esto significa: discipular a los recién convertidos.
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Otra buena o mala inversión resulta de nuestro hablar diario
Algo que debemos tener siempre presente es el gran poder de tienen las palabras que
emitimos, porque tienen poder para lo bueno, pero también para lo malo como lo revelan estos
textos:
Stg.3.5: Así también la lengua es un miembro pequeño, pero se jacta de grandes cosas. He
aquí, ¡cuán grande bosque enciende un pequeño fuego!
Prov. 12:18a Hay hombres cuyas palabras son como golpes de espada.
Prov. 16.28: El hombre perverso levanta contienda, Y el chismoso aparta a los mejores
amigos.
Prov. 18:8 Las palabras del chismoso son como bocados suaves, Y penetran hasta las
entrañas.
Prov. 10:19 En las muchas palabras no falta pecado;
Dios nos libre de caer en estas faltas…
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Debemos encontrar las piedras preciosas usando la Palabra de Dios:
Prov. 10:11a Manantial de vida es la boca del justo;
Prov. 10:20a Plata escogida es la lengua del justo;
Prov. 10:21a Los labios del justo apacientan a muchos,
Prov. 12:18b la lengua de los sabios es medicina.
Prov. 16:23 El corazón del sabio hace prudente su boca, Y añade gracia a sus labios.
Prov. 16:24 Panal de miel son los dichos suaves; Suavidad al alma y medicina para los
huesos.
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Es también interceder rogando a Dios por las necesidades de otros, la ciudad, el país.
Es dar palabras de ánimo, aliento
Sean palabras afectuosas, que expresen cariño, amor
Palabras de reconocimiento, de valoración de la otra persona
Es instruir a otros en la palabra de Dios
Cerramos este punto con la gran ganancia que implica cultivar el arte del buen hablar, porque éste
no viene solo, hay que desarrollarlo con toda intencionalidad o decisión. Prov. 25.11: “Manzana
de oro con figuras de plata es la palabra dicha como conviene.”
Conclusión
El crecimiento de Dios en una persona se nota, ¿se encuentra tu vida en la senda del crecimiento
espiritual?, ¿sabes a dónde quieres llegar?, hay que considerar como vamos a vivir los días que
tenemos por delante sobre la tierra porque sin duda ello definirá nuestra vida en la eternidad.
Sabes que cada día, con el sentir, las palabras y acciones estamos condicionando lo que Jesús nos
quiere preparar allí?, supongamos que las moradas eternas que Dios nos preparará serán un gran
Palacio para vivir allí, con un acceso rodeado de inmensos y cuidados jardines, adornadas escalinatas,
grandes aberturas, salones, arañas, espejados ventanales, todo de mármol, granito, piedras preciosas,
etc., algo indescriptible…
Cada día, cada momento, de acuerdo a cómo caminamos en la senda de la vida, allí nuestra futura
recompensa se puede ir ampliando o reduciendo, agrandando o empequeñeciendo…
Así que atención!, que si aquí con el instrumento del habla edificamos cosas como madera, heno,
hojarasca, es decir, hablamos vana o negativamente, con crítica, queja, chismes, de más o mal del
otro a sus espaldas, ese maravilloso palacio real empieza a deslucirse, a perder su esplendor, hasta
puede llegar a derrumbarse por nuestra torpeza, es decir, sufrimos una gran pérdida
Es el momento de tomar una resolución, de disponernos a recibir el crecimiento espiritual que Dios
nos dará en este año, a resolver que nuestra lengua, nuestros labios, sean un instrumento de
edificación de otros, de plantar, de regar, de bendecir y ayudar a las personas también a crecer.
Palabras de aliento, de consejo, de afecto, de valoración, Palabra de Dios en nuestros labios, y Dios
hará que nuestra boca, lengua y labios sean un poderoso instrumento de crecimiento para gloria de
Dios y bendición de muchos, comienza ya mismo…comienza en tu familia, con tus hermanos de la
fe, con tus próximos.
Pr. Daniel Walter
Ig. Evangélica Bautista “El Rey Jesús” - 15/02/2015