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INCIDENCIA DE SÍNTOMAS DE ORIGEN VIRAL Y PRESENCIA DE GFLV Y GLRV EN VIÑEDOS DE AGUASCALIENTES, MÉXICO Incidence of viral symptoms and presence of GFLV and GLRV in vineyards of Aguascalientes, Mexico Rodolfo Velásquez-Valle, Luis Roberto Reveles-Torres y Mario Domingo Amador-Ramírez1 Campo Experimental Zacatecas – INIFAP, Km. 24.5 Carretera Zacatecas – Fresnillo, Calera de V. R., Zacatecas, México. CP 98500. e-mail: velasquez.rodolfo@inifap.gob.mx RESUMEN Durante la década de 1970 la superficie con vid en el estado de Aguascalientes fue de cerca de 7,000 hectáreas; actualmente existen aproximadamente 800 hectáreas. Entre las causas de esta pérdida de superficie se ha mencionado la presencia de enfermedades. Síntomas asociados a enfermedades virales como corteza corchosa y madera rugosa han sido mencionados en esta área, sin embargo, no hay información reciente acerca de este aspecto, consecuentemente, los objetivos de este trabajo consistieron en a) determinar la incidencia y severidad de corteza corchosa – madera rugosa en dos viñedos comerciales, b) determinar la incidencia de síntomas asociados con enfermedades virales en viñedos comerciales y c) determinar la presencia de los virus de la hoja de abanico y del enrollamiento de la hoja en muestras con síntomas virales. Parras con síntomas de corteza corchosa – madera rugosa fueron detectadas en ambos viñedos comerciales afectando cultivares como Salvador, Carignan, Superior y Globo Rojo. Síntomas de corteza corchosa - madera rugosa fueron detectados en 90.9% de los viñedos examinados aunque la incidencia vario entre 0.0 y 88.0%. Los virus de la hoja de abanico (GLRV) y enrollamiento de la hoja (GFLV) fueron detectados en 58.3 y 66.6% de los viñedos muestreados. Palabras clave: corteza corchosa, madera rugosa, virus de ARN, ELISA SUMMARY During the 1970´s decade the surface with grapevine in the state of Aguascalientes was around 7, 000 hectares; currently there is close to 800 hectares. Among the causes of this surface loss has been mentioned the presence of diseases. Symptoms associated to viral diseases like corky bark and rugose wood have been mentioned in the area, however there is no recent information on this item, consequently the goals of this work were a) to determine the incidence and severity of corky bark – rugose wood in two commercial vineyards, b) to determine the incidence of symptoms associated to viral diseases in commercial vineyards, and c) to determine the presence of the grape fan leaf and grape leaf roll viruses in samples with viral symptoms. Grapevines with corky bark – rugose wood symptoms were detected in both commercial vineyards affecting cultivars such as Salvador, Carignan, Superior, and Globo Rojo. Symptoms of corky bark – rugose wood were detected in 90.9% of examined vineyards although their incidence ranged from 0.0 to 88.0%. Grape fanleaf virus (GFLV) and Grape leafroll virus (GLRV) were detected in 58.3 and 66.6% of the sampled vineyards. SA Keywords: corky bark, rugose wood, ARN viruses, ELI- INTRODUCCIÓN Actualmente existen en el estado de Aguascalientes, México alrededor de 800 hectáreas con diferentes cultivares de vid (Vitis vinífera L.) aunque predominan los cultivares Salvador (uso industrial, vinificación principalmente) y Globo Rojo (de mesa), sin embargo, durante la década de 1970 se llegaron a cultivar hasta 7, 000 hectáreas en esta misma área (Valle y Téliz, 1979). Entre las causas del declinamiento en la superficie cultivada con este frutal se ha mencionado la presencia de enfermedades como la pudrición texana (Phymatotrichopsis omnivorum (Shear) Duggar) y el complejo corteza corchosa – madera rugosa (CC-MR) (Valle y Téliz, 1985). Este último fue reportado en los viñedos de Aguascalientes en 1978 por Téliz y Valle (1979); a nivel mundial la enfermedad se encuentra presente en los viñedos de Estados Unidos de América, Brasil, Francia, España, SudÁfrica y Japón, entre otros (Namba et al., 1991; Kuniyuki AGROFAZ 53 AGROFAZ VOLUMEN 13 NÚMERO 3 2013 y Costa, 1982). Esta enfermedad fue inicialmente descrita en 1954 sobre los cultivares Palomino y Petite Sirah (Beukman y Gifford, 1969); sin embargo, los síntomas originalmente reportados en Aguascalientes por Valle y Téliz (1979) comprendían parras con vigor reducido que presentaban un engrosamiento de la base de los sarmientos cuya corteza se agrietaba y tomaba una coloración rojiza oscura, especialmente en el cultivar Cardinal; estos sarmientos se desprendían fácilmente y bajo la corteza aparecían perforaciones y grietas. La corteza de la base del tronco manifestaba también engrosamiento y agrietamiento y al eliminarla se observaban perforaciones y grietas en el cilindro central. Durante la primavera, después de la brotación, las parras afectadas presentaban hojas pequeñas, encrespadas, cloróticas y moteadas; este último conjunto de síntomas se reportó como “hoja china” y se observó con mayor frecuencia en los cultivares Cardinal, Málaga Champaña y San Emilión; además, las hojas en los cultivares rojos afectados por la enfermedad tomaban una coloración roja y se doblaban hacia abajo durante o al final del verano. Es conocido que cultivares y portainjertos difieren en su susceptibilidad a la enfermedad, incluso se reportó que las plantas del cultivar Carignan pueden no mostrar síntomas de la enfermedad a pesar de estar infectadas (Beukman y Gifford, 1969; American Phytopathological Society, 1994; Namba et al., 1991). Por lo que respecta a la diseminación de CC-MR, se ha señalado que es transmitida por medio de injerto e insectos como Planococcus ficus Signoret, pero no en forma mecánica (Tanne et al., 1996); por otro lado, Cabaleiro y Segura (1997) reportaron a la especie P. citri Risso como vector de un asilamiento del virus del enrollamiento de la vid (GLRV: Grape leafroll virus) confirmando así la habilidad de algunas especies de este género para transmitir enfermedades virales en este frutal. También se indicó que la rápida diseminación de la enfermedad en los viñedos de Aguascalientes podría deberse a la existencia de un vector aéreo aún no identificado (American Phytopathological Society, 1994). Desde los reportes iniciales de la enfermedad en Aguascalientes a finales de la década de 1970 poca información se ha generado sobre la situación de CC-MR en esta área productora de uva en México, por lo que los objetivos del presente trabajo consistieron en a) determinar la incidencia y severidad de CCMR en dos viñedos comerciales; b) determinar la incidencia de síntomas asociados a enfermedades virales en viñedos comerciales y c) determinar la presencia de los virus de la hoja de abanico (GFLV: Grape fan leaf virus) y del enrollamiento de la hoja (GLRV: en muestras colectadas en parras con síntomas de origen viral. MATERIALES Y MÉTODOS El trabajo se dividió en dos etapas; en la primera de ellas se determinó la incidencia y severidad de CC-MR en los viñedos El Encino y Salvador mientras que en la segunda etapa se 54 AGROFAZ determinó la incidencia de síntomas virales en 22 viñedos así como la presencia de GLFV y GLRV. a) Incidencia y severidad de CC-MR en dos viñedos comerciales de Aguascalientes El estudio se realizó durante marzo – abril de 2007 en diferentes tablas en dos viñedos comerciales (El Encino y Salvador) localizados en los municipios de San Francisco de los Romo y El Llano, Aguascalientes, respectivamente. Las principales características de los viñedos y tablas muestreadas se presentan en el Cuadro 1. Para determinar la incidencia (%) de síntomas de CC-MR se delimitó dentro de cada tabla una hectárea y en ella se inspeccionaron una de cada tres hileras y dentro de cada hilera se examinaron una de cada cinco plantas. En las parras examinadas se buscaron síntomas de CC-MR similares a los descritos previamente. La severidad de la enfermedad se calculó de acuerdo con la siguiente escala arbitraria de daño: 0: planta asintomática; 3: planta con síntomas en la base del tronco, 5: síntomas en los brazos de la parra y 7: síntomas en los sarmientos. Ya que en una sola parra podrían encontrarse todos los síntomas descritos en la escala, se determinó sumar los valores de cada tipo de daño observado, así, el valor máximo que podría obtener una parra sería 15 que equivale a la suma de los valores del daño en la base del tronco, del daño en brazos y del daño en sarmientos. La presencia de otros síntomas como fasciación, doble nudo, enrollamiento de hojas, cambio de color en el follaje, deformaciones foliares como hoja de abanico o mosaicos, todos ellos asociados con CC-MR u otras enfermedades virales fue registrada en las tablas muestreadas, con excepción de la tabla 03 del viñedo Salvador donde solamente se registró la presencia de síntomas foliares ya que la edad de esas parras (un año) impedía la evaluación de síntomas en brazos y tronco. PRODUCCIÓNAGRÍCOLA Cuadro 1. Características de los viñedos Salvador y El Encino muestreados para determinar la incidencia y severidad de síntomas asociados con CC-MR en Aguascalientes, México. b) Incidencia de síntomas de enfermedades virales en viñedos comerciales de Aguascalientes Para determinar la incidencia de este tipo de enfermedades se eligieron al azar 22 viñedos comerciales; dentro de ellos se seleccionaron al azar cinco líneas de parras permitiendo tres líneas entre cada línea a muestrear; dentro de cada línea a muestrear se examinó una de cada cinco parras hasta completar 10 plantas inspeccionadas en cada una de las cinco líneas muestreadas haciendo un total de 50 parras en cada viñedo. En cada parra se registró la presencia de síntomas asociados con enfermedades virales como acanaladuras o grietas en el tallo, deformaciones de sarmientos, hojas “enchinadas”, crecimiento de sarmientos en zig-zag, fasciación, doble nudo y entrenudos cortos. Presencia de Xiphinema spp. Adicionalmente en cada parra con síntomas de enfermedades virales se tomó una muestra de suelo adyacente a la raíz principal de la planta (aproximadamente 400 – 500 g) y a una profundidad de 0 – 20 cm para detección del nematodo Xiphinema spp., considerado como vector de enfermedades virales. Las muestras se analizaron en el laboratorio de Fitopatología del Campo Experimental Zacatecas (CEZAC) (INIFAP). Para la extracción de este nematodo se utilizó la técnica de embudos Baermann empleando una sub muestra homogenizada de 50 g procedente de cada una de las muestras obtenidas en los viñedos; el líquido de los embudos se revisó en un microscopio estereoscópico a las 48 horas después de haber colocado la sub muestra. Detección del GFLV y GFLRV Se tomaron muestras de follaje de parras con síntomas virales para detectar la presencia de los virus de la hoja de aba- nico y enrollamiento de la hoja se realizó en el laboratorio de Biología Molecular del CEZAC. La identificación de esos virus se llevó a cabo mediante la técnica serológica de inmunoabsorción ligada a enzimas en sándwich de doble anticuerpo (DAS-ELISA) (Clark y Adams, 1977). Las celdas de las placas se tapizaron en forma separada a partir de antisueros específicos para las proteínas de cubierta del GFLV y GLRV. A cada celda se le agregaron 100 µl de la savia obtenida del tejido vegetal; en el proceso se le agregó un volumen igual de conjugado IgG-fosfatasa alcalina. Finalmente se agregaron 100 µl de sustrato PNP diluido en buffer de sustrato a cada celda de la placa, la cual se incubó en cámara húmeda a temperatura ambiente y oscuridad. Las lecturas de absorbancia se realizaron en un espectrofotómetro (Plate Reader Mca. Das Mod. A1) a una longitud de onda de 605 nm. Se utilizó el valor medio de los controles negativos como criterio para determinar el límite de detección; las muestras con valor superior se consideraron positivas a un virus específico. RESULTADOS Y DISCUSIÓN a) Incidencia y severidad de CC-MR en dos viñedos comerciales de Aguascalientes Se detectaron parras con síntomas (acanaladuras en el cilindro central del tronco y brazos) pertenecientes a CC-MR en la mayoría de las tablas muestreadas en ambos viñedos pero no se detectaron otros síntomas típicos (engrosamiento de la base de los sarmientos y agrietamiento de los mismos) previamente reportados en los viñedos de Aguascalientes según reportan Valle y Téliz (1979). Se observó la presencia de síntomas como falta de vigor general, hojas “enchinadas” o rizadas, moteados, dobles nudos, fasciacion, etc., que han sido asociados con CCMR y cuya incidencia resultó variable en las tablas muestreadas; sin embargo algunos de estos síntomas también pueden AGROFAZ 55 AGROFAZ VOLUMEN 13 NÚMERO 3 2013 ser atribuidos a otros factores como deficiencia de nutrimentos, incidencia de otras enfermedades como la pudrición texana o aún al ataque de plagas como la filoxera. Viñedos El Encino La manifestación parcial de síntomas (madera rugosa en la base del tronco y brazos) característica de CC-MR se detectó en todas las tablas muestreadas en este viñedo, independientemente del cultivar y portainjerto empleado. No se logró establecer una relación consistente entre la presencia de la enfermedad con el lugar de origen del cultivar o portainjerto, excepto que en la mayoría de las tablas, ambos materiales provenían de áreas geográficas vecinas al estado de Aguascalientes (Cuadros 1 y 2). La incidencia de CC-MR en las ta- blas muestreadas osciló desde 27.5 (Tabla Encino: Globo Rojo/ Salvador) hasta 66.1% (Tabla Casuarina 2: Superior/Franco). Las parras de Globo Rojo/Salvador en la tabla Encino fueron las de menor edad (ocho años) entre las evaluadas en este viñedo y consecuentemente las de menor incidencia de la enfermedad (27.5%), aunque se debe mencionar que en este caso se empleó como portainjerto al cultivar Salvador que ha sido mencionado como menos susceptible a la enfermedad (Téliz et al., 1980); es probable que la incidencia de CC-MR se incremente en los siguientes años y que finalmente resulte similar a la que presentan los cultivares con 10 años de exposición a la enfermedad y que no se encuentran establecidas sobre ningún portainjerto como Salvador (Cuadro 2). Cuadro 2. Incidencia de corteza corchosa – madera rugosa (CC-MR) en tronco y ramas de diferentes cultivares de vid en dos viñedos comerciales en Aguascalientes, México. y Incidencia de la enfermedad en una tabla específica tomando en cuenta el número total de parras muestreadas; z Incidencia de la enfermedad considerando únicamente el número de parras con un síntoma específico. La severidad de la enfermedad, expresada como el número de sitios afectados (tronco y ramas) dentro de una parra varió dentro de cada tabla; la presencia simultánea de CC-MR en la base del tronco y en las ramas de la parra (clasificación 8 en la escala de severidad) fue el síntoma más frecuente en las tablas Roble, Encino, Casuarina 1 y Casuarina 2 con 54.9, 55.7, 42.6 y 55.4% respectivamente (Cuadro 2). El síntoma individual más frecuente fue la ocurrencia de CC-MR en el tronco (clasificación 3 en la escala de severidad), el cual varió desde 36.4 hasta 55.9% en las tablas Casuarina 2 y Casuarina 1 respec- 56 AGROFAZ tivamente. La frecuencia de detección de síntomas de CC-MR en tronco y ramas es menos variable ya que oscila entre 42.6% (Casuarina 1) y 55.7% (Encino) (Cuadro 2). Los sarmientos de Globo Rojo empleados en este viñedo fueron obtenidos en el municipio de Ojocaliente, Zacatecas, aunque previamente habían sido originados en un viñedo madre establecido en California, EUA, clasificadas como libres de virus, por lo que existe la posibilidad de que esas primeras parras se hayan infectado con el agente causal de CC-MR a partir de su ingreso en el área de Ojocaliente, Zac., esto es asumiendo que efectivamente se encontraban libres de virus al momento de su introducción en el estado de Zacatecas. Un recorrido en esa misma área durante agosto de 2006 confirmó la presencia de parras en producción con síntomas de la enfer- PRODUCCIÓNAGRÍCOLA medad en la base del tronco lo que apoya la posibilidad de que los sarmientos empleados en El Encino hayan sido producidos en parras infectadas durante su desarrollo en viñedos de ese municipio de Zacatecas. No fue posible establecer el origen de las parras del cultivar Superior, las cuales presentaron la mayor incidencia de la enfermedad (66.1%) (Cuadro 2), aunque es posible que se hayan adquirido en el estado de Sonora, México, donde no se ha reportado la presencia de la enfermedad. Viñedos Salvador El muestreo realizado en marzo de 2007 señaló que la incidencia de acanaladuras en el cilindro central de tronco y ramas, síntoma asociado con CC-MR, osciló desde 0.0 hasta 81.6% en las tablas 03 y 12 respectivamente (Cuadro 2). Las parras del cultivar Salvador en desarrollo sobre el portainjerto 1103-P en la tabla 03 fueron injertadas en el ciclo de cultivo 2006, por lo tanto no se esperaba que mostraran síntomas conspicuos de la enfermedad (madera rugosa, p. ej.), sin embargo la mayoría de ellas (75%) expresaban uno o más síntomas foliares como enrollamiento de las hojas, mosaico, dobles nudos o entrenudos cortos asociados tanto con CC-MR como con otras enfermedades como enrollamiento de la hoja u hoja de abanico (American Phytopathological Society, 1994; Sutic et al., 1999). La alta incidencia de este tipo de síntomas sugiere que el cultivar y el portainjerto se encontraban ya infectados aun antes de la plantación o injerto, con el agente causal de CC-MR y/o con otro u otros agentes virales; es posible también que la alta incidencia de la enfermedad se deba a la presencia de un vector aéreo con alta eficiencia de transmisión como se había discutido previamente. En la tabla 12 (Salvador/1103-P) el 81.6% de las parras muestreadas expresaban por lo menos un síntoma de CC-MR; esta tabla fue la de mayor edad (10 años) entre las muestreadas en este viñedo, por lo tanto la de mayor exposición al o los patógenos causantes de la enfermedad, lo cual podría explicar la mayor incidencia de este tipo de síntomas. En los estudios realizados por Valle y Téliz (1983) se menciona que la incidencia de CC-MR variaba desde 64 hasta 84% en cultivares como Exótica, Tokay, Málaga Roja, etc., la cual es similar a la alcanzada en la tabla 12 del viñedo Salvador (81.6%) luego de 10 años de exposición a la enfermedad. Del total de parras enfermas en esta tabla, el 47.8% mostraba síntomas de CC-MR solamente en la base del tronco mientras que el 49.2% mostraba acanaladuras simultáneamente en el tronco y ramas que significa un valor de 8 en la escala de severidad de daño. Apenas el 2.9% del total de parras enfermas expresó síntomas únicamente en las ramas (Cuadro 2). En la tabla 21 (cultivar Carignan/1103-P) solamente el 3.7% de las parras mostraban las acanaladuras propias de CC-MR en el tronco o ramas (Cuadro 2). El cultivar Carignan fue clasificado como de susceptibilidad intermedia al complejo CC-MR (Téliz et al., 1980) y previamente Beukman y Gifford (1969) lo habían reportado como asintomático por lo que es probable que la incidencia de la enfermedad en estas parras se incremente en los próximos años, ya que a la fecha solamente cuentan con tres años después de su injerto. La mayor parte del material utilizado en este viñedo proviene de tres áreas geográficas donde la enfermedad es endémica (Cuadro 1): los cultivares Carignan y Salvador utilizados en las tablas 12 y 21 tuvieron su origen en el sur de Zacatecas, que es la región vitícola colindante con Aguascalientes por lo que es probable que hayan sido obtenidos de parras infectadas con CC-MR. Solamente el cultivar Salvador (tabla 03) fue obtenido en Delicias, Chihuahua, al norte de México, donde la enfermedad no ha sido reportada, lo cual no necesariamente indica su ausencia. Es probable que los cultivares empleados en esta región de Chihuahua hayan sido obtenidos en la Comarca Lagunera donde la enfermedad fue reportada en 1968 (Téliz y Goheen, 1968). Por otro lado, en todas las tablas del viñedo Salvador se utilizó el portainjerto 1103-P cuyo origen es italiano y se podría asumir, sin asegurarlo, que arribó a Aguascalientes certificado como libre de virus. Sin embargo, la enfermedad conocida en Italia como Legno Riccio (una infección mixta de corteza corchosa y Rupestris Stem Pitting) es frecuente (American Phytopathological Society, 1994), por lo que permanece abierta la posibilidad de que inóculo de esa enfermedad haya sido introducido al estado de Aguascalientes en esos portainjertos. No se posee información acerca de la susceptibilidad de 1103-P a CC-MR. Entre los síntomas asociados con enfermedades virales que se encontraron en algunas parras que también mostraban síntomas de CC-MR y parras asintomáticas de ambos viñedos se encuentran el doble nudo, entrenudos cortos, fasciación, mosaico y vigor reducido. Es de especial interés la situación de la tabla 03 en el viñedo Salvador donde se registró específicamente la presencia de este tipo de síntomas; las parras en esta tabla son relativamente nuevas (tres años) pero manifestaron alta incidencia de síntomas como hoja china (26.7%), mosaicos (26.1%), entrenudos cortos (23.6%), vigor reducido (21.8%), doble nudo (6.1%) y fasciación (4.2%). Un estudio llevado a cabo en viñedos chilenos destacó que algunos de los síntomas anteriores resultaron asociados con la presencia de los virus X de la papa, latente de la mancha amarilla de la fresa y de la marchitez manchada del jitomate (Herrera y Madariaga, 2001). Estos virus no se han reportado en los viñedos de Aguascalientes o la región, sin embargo, los resultados obtenidos por la investigación chilena apunta hacia la necesidad de identificar otros agentes virales que pudieran modificar la epidemiología de CC-MR en el estado. La alta incidencia de este tipo de síntomas en parras jóvenes vuelve a enfatizar la falta de aplicación de medidas sanitarias en la producción del material vegetativo empleado en la región así como la posible existencia de patógenos en el portainjerto y en la existencia de uno o varios vectores con alta eficiencia de transmisión. AGROFAZ 57 AGROFAZ VOLUMEN 13 NÚMERO 3 2013 La expresión de síntomas de CC-MR durante 2007 parece ser diferente a la manifestada en la época inicial de detección de la enfermedad ya que en este trabajo no se detectaron sarmientos dañados (hinchamiento y agrietamiento de la base) mientras que los primeros reportes de la enfermedad señalan esta sintomatología como típica de la enfermedad. Aunque solo se examinaron dos viñedos la ausencia de este síntoma fue consistente en todas las tablas muestreadas. Este cambio en el conjunto de síntomas típicos de CC-MR podría deberse a un cambio en el o los agentes causales presentes en los viñedos de Aguascalientes por lo que es necesario iniciar los estudios que clarifiquen la identidad de los agentes involucrados con la enfermedad en los viñedos de la región. b) Incidencia de síntomas de enfermedades virales en viñedos comerciales de Aguascalientes Se muestrearon 22 viñedos comerciales seleccionados al azar en los municipios de Pabellón de Arteaga, El Llano y Cosío aunque 11 de ellos se localizaron en este último. En esos viñedos se muestrearon los cultivares Salvador, Cardenal, Globo Rojo, Nimrang y Chenin Blanc aunque en 45.4% de los viñedos se localizó al cultivar Salvador. La mayoría de estos viñedos se encontraban francos aunque en algunos casos se encontraron los portainjertos Dog Ridge y Rupestris. En el 90.9% de los viñedos muestreados se encontró, al menos una planta con síntomas de CC-MR; el rango de incidencia de síntomas de la enfermedad varió desde 0 hasta 88.0% con una media de 19.7% (Figura 1). Figura 1. Incidencia (%) de parras con síntomas de corteza corchosa – madera rugosa en 22 viñedos localizados en el estado de Aguascalientes, México. El único síntoma de CC-MR encontrado fue el de acanaladuras en el tallo del injerto o portainjerto; otros síntomas como el de ensanchamiento y agrietamiento de la base de los sarmientos no se detectó, lo cual concuerda con los resultados obtenidos en trabajos anteriores realizados en Aguascalientes (Velásquez et al., 2010). En 10 de los viñedos muestreados se detectaron parras asintomáticas para el complejo CC-MR pero que mostraban síntomas asociados con enfermedades virales como la denominada hoja de abanico; la incidencia de parras con estos síntomas osciló entre 2 y 46%. Por otro lado, se encontró por lo menos una parra con síntomas virales en sarmientos (entrenudo corto, doble nudo, fasciación o crecimiento en zig-zag), independientemente de la presencia de síntomas de CC-MR, en el 59.1% de los viñedos muestreados; en aquellos viñedos que resultaron positivos a sintomatología de CC-MR, la incidencia de esos síntomas osciló entre 8 y 58%. El porcentaje de asociación entre la sintomatología provocada por GFLV y 58 AGROFAZ GLRV y el complejo CC-MR, considerando que en los 22 viñedos muestreados se encontraron 203 parras con síntomas de CC-MR, fue de 30.5%; es decir que el 69.4% de las parras que presentaban síntomas de CC-MR no presentaban otros síntomas como los mencionados previamente. La severidad de la infección viral (probablemente causada por GFLV, GLRV y GVB), puede medirse por el número de síntomas presentes en una parra; en el presente estudio en el 74.6% de las parras que mostraban acanaladuras en el tallo se encontró otro síntoma asociado; en el 23.8% de las parras con síntomas de CC-MR se encontraron otros dos síntomas adicionales al de esa enfermedad y solo en una parra (1.5%) se encontraron tres síntomas adicionales al de CC-MR. Además del síntoma de CC-MR (acanaladuras en el tallo) se detectaron otros como entrenudos cortos, doble nudo, crecimiento en zig-zag, fasciación y hojas enchinadas, sin embargo el síntoma más frecuentemente detectado fue el de entrenudos PRODUCCIÓNAGRÍCOLA cortos (40.9%) seguido por fasciación, crecimiento en zig-zag, doble nudo y hojas enchinadas (19.3, 19.3, 14.4 y 6.0% respectivamente). En parras sin sintomatología típica de CC-MR se detectaron los mismos síntomas con la excepción de hojas enchinadas, aunque, coincidentemente, el síntoma más frecuentemente encontrado fue el de entrenudos cortos (44.6%) seguido por fasciación, crecimiento en zig-zag y doble nudo (22.3, 17.3 y 15.7% respectivamente). Presencia de Xiphinema spp. No se encontraron ejemplares de este nematodo en las muestras de suelo analizadas y provenientes de parras con síntomas de CC-MR, a pesar de que este patógeno ya había sido reportado en los viñedos del estado desde 1980 (Téliz et al., 1980). Es probable que en los resultados anteriores haya influido la época de muestreo (finales de otoño) cuando la humedad del suelo se reduce drásticamente lo que a su vez abate las poblaciones de microorganismos en el suelo, especialmente en la capa superficial, donde se tomó la muestra. Detección del GFLV y GLRV Para la detección del GFLV y GLRV se utilizaron 217 y 188 muestras colectadas en diferentes viñedos respectivamente. Al comparar la incidencia de ambos virus se observa que se identificó su presencia en el 58.3 y 66.6% de los viñedos muestreados respectivamente. El GLRV se detectó infectando parras de los cultivares Chenin Blanc, Globo Rojo/Rupestris y Salvador, en tanto que el GFLV infectó, además de las anteriores a plantas de Chenin Blanc/Dog Ridge. El porcentaje de incidencia para cada patógeno viral/cultivar es distinto (Cuadro 3), sin embargo destaca el viñedo 11 donde la incidencia de GLRV fue de 80%. En cuatro viñedos se detectaron simultáneamente ambos patógenos y, por el contrario en un solo viñedo, con la variedad Salvador, no se identificó a ninguno de estos patógenos. Cuadro 3. Incidencia de GFLV y GLRV en parras colectadas en diferentes viñedos comerciales de Aguascalientes, México. AGROFAZ 59 AGROFAZ VOLUMEN 13 NÚMERO 3 2013 La alta incidencia, individual o simultánea, de estos virus en algunos viñedos pudiera ser el reflejo de su transmisión por medio de sarmientos como ha sido mencionada por Sutic et al. (1999) ya que con excepción de pocos casos, los viticultores de Aguascalientes no tienen la precaución de obtener material vegetativo a partir de viñedos madre certificados como libres de virus. CONCLUSIONES Se confirmó la presencia de síntomas de corteza corchosa – madera rugosa en viñedos comerciales de Aguascalientes, México luego de aproximadamente 28 años de su detección inicial. Los virus hoja de abanico y enrollamiento de la hoja fueron identificados infectando cultivares como Salvador, Globo Rojo y Chenin Blanc. LITERATURA CITADA American Phytopathological Society. 1994. Compendium of grapevine diseases. (Ed by R.C. Pearson and A.C. Goheen). Third edition. The American Phytopathological Society Press. St. Paul, MN, USA. 93 p. Beukman, E. 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