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EL CÁNCER DE CUELLO DE ÚTERO, LAS VERRUGAS GENITALES Y EL PAPILOMAVIRUS HUMANO (HPV) Una trilogía para tener en cuenta Lic. Germán Darío Galaverna Director (Genetista) La Rioja 1067. Villa María (5900). Córdoba. Argentina. TEL/FAX: +54 (0353) 4611-574 www.biogenomic.com.ar En la Argentina, el cáncer de cuello de útero ocupa el segundo lugar luego del de mama, que afecta a 58,5 de cada 100.000 mujeres cada año. La mortalidad por cáncer de cuello llega hasta 6,7 por cada 100.000 mujeres, cada año; esto es el 20% de los casos diagnosticados, lo cual delata que frecuentemente no se detecta a tiempo. Recientemente, y según las últimas estadísticas del Hospital de Clínicas de la Ciudad de Buenos Aires, se estimó que de cada 100 mujeres jóvenes (entre 15 y 23 años) 17 de ellas tienen un "alto riesgo" de enfermar de cáncer cuello de útero. Alto riesgo quiere decir que “se prevé que un 15 por ciento de ellas tendrá lesiones precancerosas en los próximos cinco años". También se detectó que el 35% de las mujeres analizadas estaban infectadas con el papilomavirus humano (HPV), que es el factor etiológico principal de la enfermedad y cuya manifestación visible suelen ser las verrugas en los genitales. El cáncer de cuello de útero En la actualidad, nuestro país, quintuplica los valores de incidencia de los países desarrollados, y más aún, nos acercamos a los valores de países con serios problemas sanitarios. Esto no debería sorprendernos si analizamos el presupuesto en salud de nuestro país, y la falta de políticas preventivas, que ni siquiera "adornan" el accionar político de los dirigentes de turno. Pero sí debería sorprendernos enormemente saber que el cáncer de cuello de útero es relativamente fácil de prevenir, mediante simples y periódicas consultas ginecológicas. De todos modos, la proporción de mujeres que se hacen exámenes ginecológicos periódicos está entre el 20 y el 25 por ciento en la Argentina, mientras que en Europa occidental supera el 80 por ciento. Nuevamente, sólo es necesario un sutil trabajo de toma de conciencia de la sociedad para lograr cambios significativos en la vergonzosa incidencia de nuestro país (32,5 mujeres, cada 100.000). Verrugas genitales Las verrugas genitales son causadas por ciertos tipos (cepas) de HPV. Estas cepas son transmitidas por contacto sexual con un compañero infectado y suelen resultar muy contagiosas. Aproximadamente, dos tercio de las personas que tienen contacto sexual con un compañero con verrugas genitales desarrollará esta enfermedad, normalmente dentro de los 3 meses de contacto. En las mujeres, las verrugas ocurren en la vulva, labios vaginales, dentro de la vagina, en el cuello del útero, o alrededor del ano. En los hombres, las verrugas genitales aparecen normalmente en la punta del pene; sin embargo, ellos también pueden encontrarse en el árbol del pene, en el escroto, o alrededor del ano. Sin tratamiento, las verrugas pueden aumentar su tamaño o incluso desaparecer. Y debido a esto, ya que no hay ninguna manera de predecir si las verrugas crecerán o desaparecerán, por lo que las personas que sospechan que tienen verrugas genitales deben examinarse y tratarse con su médico. Papilomavirus Humano (HPV) La infección con HPV, es una de las "enfermedades de transmisión sexual" más común en muchos países, incluso el nuestro. El virus está presente en la piel de los genitales y el ano. Y puede trasmitirse mediante el contacto de piel con alguien infectado durante el sexo oral, vaginal o anal, e incluso entre mujeres, por compartir la ropa, o por instrumental ginecológico mal esterilizado. Más de 70 tipos de HPV han sido identificados por los científicos. Algunos de estos, sólo causan las verrugas superficiales comunes. Pero cerca de un tercio puede extenderse a través del contacto sexual y estos están asociados, muy estrechamente, con el desarrollo de cáncer cervical y otros cánceres genitales. El 99,7 por ciento de los cánceres de cuello de útero se vinculan con la infección por HPV. Se dice que prácticamente no hay cáncer de cuello de útero, donde el virus no esté presente. Como muchas enfermedades de transmisión sexual, la infección con HPV no causa a menudo síntomas visibles. Casi la mitad de las mujeres que se infectó con HPV no tienen ningún síntoma obvio. Esto es debido a que el virus puede permanecer latente en la piel, y las personas infectadas no pueden ser conscientes de su infección y el riesgo potencial de las complicaciones. Diagnóstico y Tratameinto de la infección con HPV El HPV se suele detectar con un examen de Papanicolau, que a su vez puede detectar células anormales pre-cancerígenas resultado de la infección. La otra manera más sensible de detectar el virus es mediante análisis de PCR (reacción en cadena de la polimerasa), la cual identifica el material genético del virus, y además clasifica a cada una de las cepas (en alto y bajo riesgo). Tales pruebas pueden son muy útiles al determinar si la infección con HPV es probable que progrese hacia la formación de lesiones precancerosas o si el virus podrá ser transmitido al recién nacido. Aún no existe ninguna cura para el HPV. Pero dependiendo de factores como su tamaño y situación, las verrugas genitales se tratan de varias maneras. El médico puede recomendar un tratamiento con ácido de tricloroacetico (TCA) que se aplica en el área infectada y se lava después de varias horas, puede usar cremas de aplicación local, e incluso extirpadas mediante "crioterapia" (congelación de la verruga) o por electrocauterización con láser (quemado de la verruga). Es importante para una persona que piensa que él o ella pueda tener verrugas genitales que vea a un doctor para que determine si no se trata de otros tipos de infecciones similares. Las verrugas genitales normalmente son diagnosticadas por examen visual directo. Aunque la mayoría de las infecciones de HPV no progresa a cáncer, es particularmente importante para mujeres que han tenido evidencia de infección con HPV o las verrugas genitales, hacerse análisis de PAP regularmente. La enfermedad cervical potencialmente pre-cancerosa debe ser siempre tratada con rapidez. Prevención La única manera de prevenir la infección con HPV es evitar el contacto directo con el virus. Si las verrugas son visibles en el área genital, el contacto sexual debe evitarse hasta que las verrugas sean tratadas. “En rigor y debido a las serias complicaciones que pueden aparecer, no es grave que una mujer tenga el HPV, lo grave es que no se controle.”