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UNA NUEVA CULTURA DE LA MOVILIDAD: HACIA CIUDADES MÁS LIMPIAS Y SALUDABLES Miguel Mateos Arribas (mmateos@gea21.com) Grupo de Estudios y Alternativas 21, S.L. (www.gea21.com) INTRODUCCIÓN El actual modelo de movilidad en la gran mayoría de las áreas urbanas europeas, basado en un uso intensivo del coche, es el origen de un gran número de impactos negativos que afectan la salud y calidad de vida de sus habitantes. Entre los más preocupantes, el deterioro de la calidad del aire en nuestras ciudades, responsable según la Organización Mundial de la Salud (OMS) de un número significativo de muertes prematuras. Desde hace algunos años, organismos e instituciones de los diferentes ámbitos de la administración han intensificado su labor de sensibilización y promoción de un cambio de hábitos de movilidad que disminuya el impacto asociado a nuestra forma de desplazarnos, repercutiendo en una mejora de la calidad del aire de nuestras ciudades y la salud de sus ciudadanos. Sin embargo, el camino por recorrer es aún largo y no exento de dificultades. Y la agenda de cambios necesarios, extensa. La presente ponencia trata de contribuir a extender la conciencia sobre este problema, recordando los motivos que justifican la necesidad de intervenir en la movilidad de nuestras ciudades. Así como expone las implicaciones de intervenir en la movilidad desde el concepto de movilidad sostenible, desarrollando los principios básicos de lo que se ha venido a llamar la “Nueva cultura de la movilidad”, revulsivo indispensable para mejorar la eficiencia y equidad del modelo de movilidad urbano. Igualmente, se refieren los principales ámbitos de intervención posibles y los criterios generales que guían dicha intervención en cada caso. Finalmente, se hace un repaso de los principales pasos dados hasta ahora en el proceso de transformación hacía pautas de mayor sostenibilidad. POR QUÉ ES NECESARIO INTERVENIR EN LA MOVILIDAD A la hora de justificar la necesidad de intervención en la movilidad de nuestras ciudades, una primera y contundente razón es que se trata de una demanda ciudadana. Según la “Encuesta Social: Hogares y Medio Ambiente” (INE, 2008), un 95% de la población española se muestra preocupada por el medio ambiente, de los cuales un 77% dice estar muy preocupada. El análisis de esta encuesta revela que esta preocupación por el medio ambiente se asocia notablemente con la movilidad, con un significativo grado de aceptación por parte de la población hacia medidas para la mejora del medio ambiente que inciden en este sector. Entre ellas, la restricción del uso del automóvil particular, que cuenta con el favor de más de la mitad de la población. Fuente: “Encuesta Social: Hogares y Medio Ambiente” (INE, 2008) Esta percepción ciudadana tiene su origen en el claro dominio de los modos motorizados en la movilidad de las principales áreas urbanas españolas. Los datos recopilados anualmente por el Observatorio de la Movilidad Metropolitana (OMM) del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente en las principales áreas metropolitanas españolas así lo revelan. Fuente: OMM, 2009 El municipio de Gijón no escapa a este dominio de la movilidad motorizada. Si bien un primer análisis de los resultados de la encuesta de movilidad realizada en el marco de la “Actualización del Plan de Movilidad Municipal Sostenible” (2013) ofrece un resultado claramente favorable a los modos no mecanizados, con más del 61% de los desplazamientos diarios realizados en esta modalidad. Hay que tener en cuenta que los datos se refieren únicamente a los desplazamientos realizados dentro del casco urbano, cuyas dimensiones y orografía hacen del pedaleo y la marcha a pie las formas de desplazamiento más propicias. En este contexto, ese 39% de desplazamientos motorizados, de los que una amplia mayoría corresponden al coche (65%), adquiere otro cariz. Fuente: “Actualización del Plan de Movilidad Municipal Sostenible” (2013) No es este un patrón de movilidad exclusivo de Gijón. Según reveló la encuesta de movilidad cotidiana “MOVILIA” realizada por el Ministerio de Fomento en el año 2000, más de un tercio (36,2 %) de los desplazamientos cotidianos en coche o moto en las áreas urbanas españolas tienen una duración inferior a 15 minutos. Sin embargo, investigaciones realizadas en el ámbito europeo han demostrado que, sin tener en cuenta otras cuestiones, tan sólo en términos de velocidad, en desplazamientos de hasta 5 kilómetros (unos 20 minutos), la bicicleta es el modo de transporte más eficiente. Fuente: Cycling: the way ahead for towns and cities, EC 1999 Pero el análisis de la eficiencia de los diferentes modos de transporte no debe ceñirse a cuestiones como la velocidad o los tiempos de viaje, sino que ha de tener en cuenta los diversos efectos negativos de los mismos, que van desde la ya mencionada contaminación atmosférica, a cuestiones relativas al consumo energético y la contribución al cambio climático, sin olvidar otros impactos no menos importantes que tienen que ver con el sedentarismo y la obesidad, la perdida de accesibilidad y autonomía de determinados colectivos (mayores, personas con discapacidad, menores,…), la ocupación del espacio público, la seguridad vial, etc. A continuación se ofrecen algunas cifras clave que permiten dimensionar el problema y valorar la incidencia de cada modo en el mismo. Emisiones contaminantes El transporte es responsable de una parte importante de las emisiones de contaminantes locales. En un informe del año 2005, la OMS estimó en 2 millones de personas las muertes prematuras debidas a la contaminación, 16.000 de ellas en España. A pesar de la tendencia ligeramente decreciente de emisiones de contaminantes y partículas experimentada en España a lo largo de los últimos años (acentuada en los años más recientes a causa del descenso de la movilidad que ha ocasionado la actual crisis económica), aún se dan superaciones de los límites legales establecidos para una serie de sustancias, particularmente el SO2, NO2, PM10 y Ozono troposférico, tal y como revela el reciente Plan AIRE del Gobierno de España. El análisis de la procedencia de esas emisiones sitúa al transporte, más concretamente al transporte por carretera, en los puestos de cabeza del origen de dicha contaminación. Además, hay que tener en cuenta que en ámbito urbano, el transporte representa más del 80% de las emisiones contaminantes de las que el 83% corresponde al automóvil (OMM, 2005) Fuente: Plan AIRE. MAGRAMA 2013 Cambio climático El transporte está entre los principales sectores responsables de las emisiones de gases de efecto invernadero. En particular, este sector es responsable del 28% de las emisiones totales en el año 2011, de las que el 80% corresponde a la carretera (Sostenibilidad en España 2012, MAGRAMA). Consumo energético La energía consumida directamente por el sector del transporte en España representa más de un 40% del total, muy por encima de los sectores industrial, residencial y comercial (Libro Verde del Medio Ambiente Urbano. MMA/Red de Redes, 2007) Hay que tener en cuenta, además, que la mayoría de la energía consumida por el sector del transporte tiene en el petróleo su fuente de energía primaria, de la que España importa la inmensa mayoría. Sedentarismo El modelo de movilidad basado en el coche fomenta hábitos de vida sedentarios, lo que afecta directamente a la salud de las personas. Según la Encuesta Nacional de Salud para los años 2011/2012, un 16% de la población española mayor de 15 años no realiza ningún tipo de actividad física regular. La misma encuesta revela datos preocupantes sobre la incidencia del sobrepeso y obesidad en la población adulta e infantil, con casi un tercio de población menor de 18 años por encima de su peso recomendado (18% sobrepeso + 10% obesidad), sobrepeso que en el caso de la población adulta alcanza a más de la mitad de la población (37% sobrepeso + 17% obesidad). Fuente: Camino Escolar, Pasos hacia la autonomía infantil, Ministerio de Fomento 2010 Seguridad vial Pese a la notable reducción en su cuantía, el coche sigue estando en el origen de un gran número de fallecidos y heridos graves a causa de los accidentes de tráfico. Con ser esto de una enorme gravedad, no se trata de la única consecuencia en términos de seguridad vial que acompaña al uso abusivo del coche, ya que la percepción del peligro o del riesgo por parte de la población condiciona los comportamientos en el espacio público, detrayendo a muchos de su uso peatonal o ciclista, y pervirtiendo su función como soporte para las relaciones sociales. UNA NUEVA CULTURA DE LA MOVILIDAD Es cada vez mayor el consenso en torno a la necesidad de dotar al modelo de movilidad imperante en nuestras ciudades de un cambio profundo que lo reconduzca hacia pautas de mayor sostenibilidad. Se trata de instaurar lo que desde diversos ámbitos ha venido a llamarse una “Nueva cultura de la movilidad”, revulsivo indispensable para mejorar la eficiencia y equidad del modelo de movilidad urbano, que supone abandonar el modelo tradicional de análisis, centrado en el tráfico y circulación, en el que la mirada se dirigía fundamentalmente a comprender y medir los flujos de tráfico (número, velocidad, dirección), para abrazar un nuevo modelo en el que se amplía el estudio a las necesidades particulares y comportamientos diferenciados de todos los colectivos y todos los modos de desplazamiento. Como es fácil de adivinar, este cambio en el objeto y los sujetos de estudio conlleva el despliegue de nuevos procedimientos y métodos de análisis, así como un nuevo enfoque para las técnicas de intervención. El siguiente cuadro sintetiza al esquema de cambios que supone el tránsito desde el tráfico a la movilidad que conlleva la nueva cultura de la movilidad: TRÁFICO MOVILIDAD Objeto de estudio La mirada se dirigía fundamentalmente a comprender y medir los flujos de tráfico: número, velocidad, dirección, etc. Comprensión de todo el conjunto de maneras de desplazarse, necesidades de desplazamiento, accesibilidad a bienes y servicios, desplazamientos latentes, etc. Sujeto de estudio Fundamentalmente, el conductor del coche Los diferentes colectivos sociales, con sus necesidades particulares y comportamientos diferenciados Método de análisis Medición y caracterización de flujos Análisis y comprensión del marco institucional, cultural, económico, etc. en el que se inscribe. Consecuencias de los desplazamientos en el ámbito ambiental, social y económico. Consideración de las percepciones y demandas latentes de todo los grupos sociales. Procedimientos Enfoque sectorial Participación de la ciudadanía y los agentes sociales. Coordinación interdepartamental y entre Administraciones Por su parte, el concepto de sostenibilidad obliga a ampliar la perspectiva hacia las consecuencias de los desplazamientos para el entorno social y económico, además del ambiental. Consecuencias que incluyen una doble vertiente: local y global. ASPECTOS AMBIENTALES Sostenibilidad global Sostenibilidad local - Cambio climático por emisión de gases de efecto invernadero - Destrucción de la capa de ozono - Disminución de la biodiversidad - Lluvias ácidas - ASPECTOS SOCIOECONÓMICOS - Equidad y conflictos en la distribución de los recursos y los residuos, tanto intrageneracional como intergeneracional - Incremento del gasto y la inversión en movilidad en detrimento de otras necesidades sociales - Escasez de materiales y energía - Deterioro de la salud derivada de la contaminación y el ruido Contaminación atmosférica - Accidentes Ocupación de suelos fértiles - Miedo, preocupación y estrés en el uso de las Intrusión visual calles. Contaminación de suelos y aguas - Deterioro de la salud como consecuencia de Impermeabilización del suelo la sedentarización Ruptura de las relaciones entre lo - Reducción y perturbación de la comunicación urbano y el entorno natural vecinal en el espacio público Fragmentación del territorio y - Disminución de la autonomía de ciertos biodiversidad grupos sociales como niños y ancianos Ruido - Reducción de la autonomía de las personas Calor generado en época estival por los con discapacidad vehículos motorizados en el espacio - Efecto barrera de las infraestructuras para los público vecinos - Tiempo dedicado a los desplazamientos - Equidad en el acceso a los diferentes espacios Enfoque participativo Bajo el nuevo paradigma de la nueva cultura de la movilidad, la participación pública se constituye en un pilar fundamental. Enfoque participativo que más allá de los tradicionales mecanismos de información pública, contemple la implicación de la comunidad en la toma de decisiones, la definición de objetivos y la elaboración de proyectos, dando voz a colectivos tradicionalmente poco representados (mujeres, niños y niñas, personas con discapacidad, mayores, etc.). Carácter integrado Un principio básico de la nueva cultura de la movilidad hace referencia a la necesidad de buscar las raíces y los limites de actuación desde la movilidad, que es una actividad fundamentalmente derivada de las necesidades sociales y de un marco territorial, cultural, económico y político que define las demandas de movilidad. Es precisa la coordinación y cooperación entre los diferentes elementos de la vida urbana que se relacionan con la movilidad, tal y como sintetiza el siguiente cuadro: Fuente: La Estrategia Española de movilidad Sostenible y los Gobiernos Locales. FEMP, 2010 Este carácter integrado puede obligar a re-diseñar las estructuras municipales para garantizar la eficiente coordinación entre sus diferentes departamentos y con el resto de administraciones competentes. Cambio cultural No se trata sólo de mejorar infraestructuras y servicios, sino sobre todo de cambiar los patrones culturales de desplazamiento, las mentalidades con las que la ciudadanía establece sus hábitos de desplazamiento, sensibilizando y formando a la población, así como fomentando una movilidad más sostenible. Cambio cultural que debe penetrar también en los sectores técnicos y políticos, claves a la hora de enfocar el diagnóstico y las propuestas. Visión estratégica En este nuevo contexto, los Planes de Movilidad Urbana Sostenible (PMUS) se configuran como la herramienta fundamental para que, sin renunciar a la consecución de objetivos a corto plazo en cuestiones prioritarias, se activen líneas de trabajo duraderas a medio-largo plazo que contribuyan a materializar una visión consensuada de la ciudad, en el marco de la sostenibilidad. PRINCIPALES ÁMBITOS DE INTERVENCION Integración de la movilidad sostenible en el urbanismo Al derivarse las necesidades de movilidad del reparto de usos del suelo en la ciudad, la integración entre movilidad sostenible y planeamiento urbanístico constituye un aspecto clave. Se trata de desarrollar un modelo de ciudad que huya de las pautas de dispersión urbana y especialización de usos que presentan numerosos municipios en la actualidad, fomentando un urbanismo de escala humana que se base en criterios de cercanía, densidad y mezcla de usos. Movilidad peatonal y calidad del espacio público Más allá de las tradicionales peatonalizaciones de los cascos históricos, se trata de la facilitación de los recorridos peatonales en la ciudad mediante el diseño de redes de itinerarios peatonales cómodos y seguros, que cumplan con los requerimientos de accesibilidad universal. Pero la consideración del peatón incluye también al uso del espacio público como catalizador de las relaciones sociales. El diseño de un espacio urbano atractivo y de calidad constituye igualmente una prioridad. Movilidad ciclista La movilidad ciclista constituye otro pilar en el que basar desarrollo de un modelo de movilidad sostenible, al ser este el modo de desplazamiento más eficiente en distancias de hasta 8 km. Como en el caso de la movilidad peatonal, los trabajos se han de centrar en el análisis de barreras y condicionantes, como punto de partida para el desarrollo de redes ciclistas cómodas y seguras, que partan de un enfoque integrador. Es decir, que contemplen de manera prioritaria las posibilidades de incorporación de la bicicleta al tráfico en la calzada (como vehículo que es), y limite las opciones segregadoras a los casos cuyas características particulares así lo requieran. Todo ello sin olvidar las medidas complementarias para el fomento de este modo de transporte, que van desde las infraestructuras para el aparcamiento seguro a medidas de gestión de la circulación que favorezcan sus desplazamientos. Calmado del tráfico En coherencia con los principios de la nueva cultura de la movilidad, la concepción y diseño del viario ha de revisar el modo en que habitualmente se establece el diseño y jerarquización de la red viaria (que da una excesiva prioridad a criterios de flujo de vehículos motorizados), y apostar por otros criterios que atiendan a las necesidades de circulación peatonal, ciclista o del transporte público, así como a las exigencias de la calidad de vida y la recuperación del espacio público. Esta reconsideración de la jerarquía viaria tiene como derivada el replanteamiento de las velocidades de diseño del viario, así como a las regulaciones que las acompañan, ampliando las zonas en las que aplican nuevas modulaciones de velocidad (Zonas 20-30, etc.). Gestión del tráfico Como han revelado diversas investigaciones de ámbito internacional, no es posible reconducir la movilidad sólo mediante la mejora de la situación de los modos más benignos ambiental y socialmente (a pie, en bici y en transporte colectivo). La experiencia muestra que se requieren políticas combinadas de estímulo y disuasión (estrategias denominadas de “palo y zanahoria”). Transporte público La promoción del uso del transporte público debe combinar las tareas de desarrollo de una buena red de servicios, con una oferta adaptada a las necesidades de cada caso y a la que se dote de prioridad para su operación respecto al resto de modos motorizados; con el fomento de la intermodalidad, entre los diferentes servicios de transporte público, pero también entre los modos no motorizados y éste, para lo que es necesario prestar especial atención a la mejora de las condiciones de accesibilidad a sus estaciones y paradas. Movilidad al trabajo La movilidad que se repite diariamente entre el domicilio y los centros de trabajo representa un porcentaje importante del total de la movilidad en las áreas urbanas. Estos desplazamientos se realizan fundamentalmente en medios motorizados, repitiendo pautas muy marcadas y concentrados en el tiempo. Es preciso poner en práctica planes de movilidad a empresas y polígonos industriales y empresariales, en los que se apliquen criterios de gestión de la movilidad, que ofrecen un amplio abanico de posibilidades para satisfacer las necesidades de movilidad de los trabajadores. La concienciación y sensibilización, tanto de trabajadores como con el tejido empresarial y directivo, son también factores clave en la planificación de la movilidad al trabajo. Movilidad y autonomía infantil Una de las consecuencias más palpables de los modelos de movilidad basados en el coche tiene que ver con el cambio en las pautas de movilidad infantil, donde cada vez más niños y niñas son conducidos en coche a sus escuelas. Partiendo del concepto de “camino escolar”, se ha de realizar una apuesta por la transformación de las pautas de movilidad infantil y la creación de condiciones urbanas y sociales donde los menores puedan moverse con autonomía y seguridad. La mejora de la movilidad al cole se debe entender, además, como un primer paso hacia la reconsideración de la infancia en la ciudad y su autonomía no sólo en los desplazamientos a la escuela, sino en el conjunto de la ciudad. Accesibilidad y movilidades invisibles El concepto de movilidad sostenible hace emerger las necesidades de desplazamiento de numerosos colectivos y grupos sociales que previamente no cabían en el enfoque del tráfico. En este sentido, la nueva cultura de la movilidad debe concebir la ciudad para ser utilizada por todos los colectivos que la integran. Todas las personas deben tener las mismas oportunidades para acceder desde sus orígenes a sus destinos, sin diferencias derivadas por las capacidades físicas, psíquicas, sensoriales, de edad o genero. HITOS EN EL PROCESO DE CAMBIO Ámbito europeo Desde el ámbito europeo, la iniciativa más destacada es la aprobación por parte de la Comisión Europea del Plan de Acción (COM (2009) 490 final, aprobado el 30 de septiembre de 2009) que desarrolla el “Libro Verde: Hacia una nueva cultura de la movilidad urbana” (COM(2007) 551 final, aprobado en septiembre de 2007). Este documento defiende la necesidad de reformular el sistema de movilidad en las áreas urbanas, situando la ciudadanía en el foco de su desarrollo. En la nueva cultura de la movilidad que desde su titulo postula, el espacio para la circulación del automóvil debe ser reducido y reasignado, la circulación de este modo restringida y sus modos alternativos promovidos. Bajo este esquema los modos no motorizados constituyen una pieza esencial a la que hay que dotar de las infraestructuras y medidas complementarias adecuadas, así como integrar de manera eficaz con el resto de modos. El nuevo paradigma presentado por el anterior documento ha sido refrendado con la publicación del reciente Libro Blanco de Política Europea de Transporte (Hoja de ruta hacia un espacio único europeo de transporte: por una política de transportes competitiva y sostenible), con el que se pretenden desarrollar los mecanismos para avanzar en su consecución. Ámbito nacional Además de los compromisos adquiridos en el marco de la Unión Europea, en el ámbito nacional también se han producido en los últimos años iniciativas destacables del Gobierno de España con incidencia en la movilidad urbana sostenible, tanto en el campo de lo estratégico como en el campo legislativo. La más reciente es la Ley de Economía Sostenible, que dedica precisamente un capítulo a “Transporte y movilidad sostenible” y contiene significativas orientaciones políticas y normativas al respecto, entre ellas la obligatoriedad de contar con un PMUS para optar a financiación para el transporte público urbano. Por otra parte, la Estrategia Española de Movilidad Sostenible, que desarrolla el marco de referencia nacional e integra los principios y herramientas de coordinación para orientar y dar coherencia a las políticas sectoriales a favor de una movilidad sostenible. Los objetivos y directrices de la EEMS se concretan en 48 medidas estructuradas en cinco áreas: − − − − − territorio, planificación del transporte y sus infraestructuras; cambio climático y reducción de la dependencia energética; calidad del aire y ruido; seguridad y salud; gestión de la demanda. Ámbito local En el ámbito local de Gijón se han dado ya algunos pasos adelante en el proceso de cambio hacia una movilidad sostenible. Entre ellos la aprobación del Plan de Acción para la Energía Sostenible (PAES) como resultado de la incorporación del municipio al denominado Pacto de Alcaldes por la energía, cuya incidencia alcanza también al ámbito de la movilidad. Sin embargo, la reciente “Actualización del Plan de Movilidad Municipal Sostenible” se constituye como el elemento fundamental para la culminación de dicho proceso. Una vez completada la fase inicial de desarrollo del plan, propiamente dicho, la evolución en la ejecución de su programación de actuaciones, junto con las labores de seguimiento, evaluación y actualización de dicho documento, determinarán el grado de avance en el proceso de cambio a lo largo de los próximos años.