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IUCN_WC_SEPT_ES.qxd:IUCN 1.10.2009 15:36 Page 1 CONSERVACIÓN Mundial LA REVISTA DE LA UNIÓN INTERNACIONAL PARA LA CONSERVACIÓN DE LA NATURALEZA Última Llamada Clima y naturaleza Más allá de Copenhague Justicia climática El desafío de la India OCTUBRE 2009 IUCN_WC_SEPT_ES.qxd:IUCN 1.10.2009 15:36 Page 2 CONSERVACIÓN MUNDIAL Volumen 39, No. 2 Octubre 2009 Índice UICN Rue Mauverney 28 1196 Gland, Suiza Tel +41 22 999 0000 Fax +41 22 999 0002 worldconservation@iucn.org Espacio del lector...........................................................................................................4 www.iucn.org/worldconservation Comentarios sobre Conservación Mundial El camino a Copenhague...............................................................................................5 Por qué Conservación Mundial aborda el cambio climático Editora : Anna Knee Editor Gerente : John Kidd Suscripciones : Cindy Craker Editores colaboradores : Stéphanie Achard Deborah Murith Traducción : Graciela Wachtel y Claudia Figallo Maquette : åtta design sàrl, Ginebra, Suiza Imprimé par : abp project, Lausana, Suiza Opiniones Las opiniones vertidas en esta publicación no reflejan necesariamente los puntos de vista de la UICN, su Consejo, o sus miembros. Suscripción La suscripción a las versiones impresas o electrónicas de Conservación Mundial es gratuita. Para suscribirse visite www.iucn.org/worldconservation o envíenos un mensaje a worldconservation@iucn.org Comentarios y sugerencias Envíe un mensaje electrónico al equipo de Conservación Mundial a worldconservation@iucn.org, o llámenos al teléfono + 41 22 999 0116. Números anteriores Los números anteriores de Conservación Mundial se pueden conseguir a través de www.iucn.org/worldconservation Papel Esta revista está impresa en papel FSC. Fotografías: Cubierta anterior: © Shutterstock/Norman Chan P. 5 © Getty/R&D Photo; P. 6 © Zafon404/ Dreamstime.com; P. 7 © Nicolaas Traut/ iStockphoto; P. 8 © Reuters/Beawiharta Beawiharta; P. 9 © S. Zankl/Still Pictures; P. 10-11 © Andre Seale/Still Pictures; P. 12 © Reuters/David Allio; P. 13 © Gynane/ Dreamstime.com; P. 16 © Reuters/Antony Njuguna; P. 18-19 Terrasprite/Dreamstime.com P. 20 © Heidi u. Hans-Juergen Koch/animalaffairs.com; P. 21 © Reuters/Rafiqur Rahman P. 22-23 © Biosphoto/Piechegut Laurent/Still Pictures; P. 24 © Dmitryp/Dreamstime.com; P. 25 © Reuters/Amit Dave; P. 26 © Reuters/ STR New; P. 28-29 © Reuters/Robert Pratta; P. 31 © Reuters/Pawel Kopczynski; P. 32 © M. Henning/Still Pictures; P. 33 © Flikr/ Terry Wha; Cubierta posterior: Woodscannon LA RUTA Los hechos hablan .........................................................................................................6 Jeffrey A. McNeely describe algunos de los efectos devastadores que ya está teniendo el cambio climático Un puente al futuro.........................................................................................................8 Ashok Khosla explica que invertir en la naturaleza puede ser una manera eficaz y económica de estabilizar las emisiones de gas de efecto invernadero Decisiones inteligentes ..................................................................................................9 Si tomamos las decisiones correctas ahora sobre cómo adaptarnos al cambio climático, podremos restaurar la biodiversidad, señala Robert Watson Espíritu luchador ..........................................................................................................10 Una entrevista al Ministro del Ambiente de la República de Nauru Una solución natural ....................................................................................................12 La conservación de los ecosistemas debería estar a la vanguardia de los esfuerzos para enfrentar el cambio climático, dice el enviado principal de Estados Unidos, Jonathan Pershing Justicia climática .........................................................................................................13 El Ministro de Relaciones Exteriores de Maldivas aborda las repercusiones del cambio climático sobre los derechos humanos El supermercado del cambio climático.......................................................................14 Figuras destacadas nos describan sus prioridades para enfrentar el cambio climático CÓMO LLEGAR Cerrar las brechas ........................................................................................................16 Johan Schaar describe las medidas que se necesitan para permitir que las comunidades más vulnerables se adapten ¿Está listo REDD? ........................................................................................................18 Un vistazo al enfoque sobre la Reducción de las emisiones derivadas de la deforestación y la degradación de los bosques Un ataque preventivo...................................................................................................20 © Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza y los Recursos Naturales Ayudando a las especies que son vulnerables a los impactos del cambio climático Dos por el precio de uno .............................................................................................21 Mark Smith explica cómo la conservación de los recursos hídricos puede ayudar a unir los esfuerzos de mitigación y adaptación Mar de fondo ................................................................................................................22 Por qué debe haber mayores esfuerzos para la conservación marina El cielo es el límite........................................................................................................24 Nigel Dudley y Trevor Sandwith presentan argumentos sobre el potencial de las áreas protegidas para luchar contra el cambio climático El eslabón perdido .......................................................................................................25 El papel de los ecosistemas saludables en los esfuerzos por reducir los desastres IUCN_WC_SEPT_ES.qxd:IUCN 1.10.2009 15:36 Page 3 CONSERVACIÓN MUNDIAL, Octubre 2009 PERSPECTIVA Montañas que se derriten............................................................................................26 Nick Hunt explora los efectos del cambio climático en Cachemira Aguas turbulentas ........................................................................................................28 Cambio climático y seguridad energética Sobre el terreno............................................................................................................30 Historias de adaptación al cambio climático basadas en los recursos naturales El desafío de la India....................................................................................................31 Leena Srivastava opina sobre cómo establecer un balance entre el crecimiento económico y la protección del medio ambiente en la India El dilema .......................................................................................................................32 Manejando los impactos ambientales de la energía renovable Más allá de Copenhague .............................................................................................33 Cómo podría desarrollarse el trabajo de UICN sobre el cambio climático en los próximos años En pocas palabras .......................................................................................................34 Algunos proyectos e iniciativas sobre el cambio climático De la librería..................................................................................................................35 Selección de publicaciones relacionadas con el cambio climático IUCN_WC_SEPT_ES.qxd:IUCN 1.10.2009 15:36 Page 4 Espacio del lector Conservación Mundial acoge con agrado sus comentarios Nos gustaría que la revista estimule el debate, de modo que háganos saber lo que opina. ¿Está en desacuerdo con algún artículo? ¿No hemos dado en el blanco? ¿Qué está haciendo su organización? Envíe sus comentarios a worldconservation@iucn.org Conservación Mundial está disponible en Internet. Puede dar su opinión sobre determinados artículos en www.iucn.org/worldconservation 4 CONSERVACIÓN MUNDIAL • OCTUBRE 2009 IUCN_WC_SEPT_ES.qxd:IUCN 1.10.2009 15:36 Page 5 El camino a Copenhague n momentos en que el mundo está inundado de ciencia climática, debates políticos sobre metas de emisiones y comentarios de la prensa las 24 horas, ¿por qué UICN produce una revista sobre el cambio climático? Porque tenemos algo crucial que decir y debemos decirlo claramente: la Naturaleza ofrece soluciones. Al conservar la infraestructura natural de la tierra, es decir, la diversidad biológica y los ecosistemas que mantienen habitable al planeta, podemos mitigar el cambio climático y adaptarnos a sus impactos. Sabemos que funciona, tenemos experiencia en gestionar la naturaleza para nuestro beneficio y podemos permitirnos hacerlo. Considerando su potencial para absorber y almacenar grandes cantidades de carbono, el modo en que gestionemos nuestros bosques, humedales o turberas incidirá en la magnitud del cambio climático. Conservar la naturaleza, como lo explica el presidente de UICN en la página 8, ofrece un mecanismo ‘puente’ eficaz en función de los costos que puede ayudar a reducir las emisiones mientras el mundo realiza la transición hacia una economía baja en carbono. Y, si tomamos ahora las decisiones correctas sobre la forma de abordar el cambio climático, podremos restaurar y hasta mejorar la biodiversidad, manifiesta el destacado científico Robert Watson. En el frente de la adaptación, los enfoques naturales como la restauración de humedales pueden resultar más rentables y ofrecer una alternativa viable o un complemento para infraestructuras construidas como los diques. Los ecosistemas saludables no solamente protegen a las personas de fenómenos climáticos extremos, sino que también proporcionan servicios vitales como alimentos, medicinas y combustibles que influirán en nuestra capacidad de afrontar los cambios e incertidumbre que se avecinan. Todos están con la mirada puesta en Copenhague donde se reunirá la comunidad internacional con motivo de la 15ª Conferencia de las Partes en la Convención de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMCC) para tratar de sellar un nuevo acuerdo sobre el clima. Pero mientras los políticos llevan a cabo negociaciones ininterrumpidas para tratar de alcanzar el consenso antes de diciembre, la comunidad de la conservación tiene una empinada cuesta que remontar. Se está apresurando para reunir las pruebas necesarias a fin de convencer a los negociadores de que presten apoyo político y financiero a la conservación y gestión E de los ecosistemas como forma crucial de asegurar el bienestar humano ante el cambio climático. Mientras tanto, los científicos del clima batallan para revertir el falso optimismo que existe entre los responsables de tomar decisiones acerca del plazo que tenemos para actuar. El cambio climático ya está teniendo un impacto devastador en la gente y la biodiversidad, los efectos están ocurriendo con más saliendo de la negación colectiva hacia un consenso gradual sobre lo que es necesario hacer. Pero si bien el compromiso de los gobiernos y la cooperación multilateral son esenciales para un nuevo acuerdo, la sociedad civil incluida la industria está colocándose a la vanguardia de la acción climática. En todo el mundo, sea por frustración ante la apatía política, o porque su futuro depende de ello, las comunidades rapidez y a una escala mucho mayor de lo anticipado y los compromisos políticos asumidos hasta el momento se quedan cortos ante lo que se necesita. Sin embargo, es necesario un toque de realismo con respecto a lo que los conservacionistas pueden lograr en el escenario de la política internacional. Ese es el motivo por el que UICN está concentrada en dos elementos clave que quisiera ver en un acuerdo post-2012: la adaptación basada en el ecosistema y un marco ecológicamente racional y equitativo para REDD – Reducción de las emisiones derivadas de la deforestación y la degradación de los bosques en países en desarrollo. REDD puede simultáneamente reducir las emisiones, desacelerar el calentamiento global y proporcionar un abani-co de beneficios para la gente y la biodiversidad. Es una oportunidad en la que todos salen ganando y que el mundo no puede darse el lujo de dejar pasar. Las expectativas son cada vez mayores y se tiene la sensación de que los gobiernos están están haciéndose cargo de la situación tomando a la gestión ambiental sostenible como su principal arma para combatir el cambio climático. Sin embargo, este número no trata únicamente de las maravillas de los ecosistemas. Abarca una amplia gama de temas y opiniones. Un representante de alto nivel de EE.UU. para asuntos de cambio climático manifiesta que su país está trabajando activamente para lograr un acuerdo internacional sólido; el ministro de Asuntos Exteriores de Maldivas aborda las repercusiones del cambio climático en los derechos humanos; el ministro del Ambiente de una nación insular del Pacífico expresa su opinión franca sobre lo que los países en desarrollo esperan del mundo desarrollado; leemos sobre los desafíos del desarrollo en la India; el dilema que afrontan los conservacionistas con respecto a la energía renovable, y mucho más. CONSERVACIÓN MUNDIAL • OCTUBRE 2009 5 IUCN_WC_SEPT_ES.qxd:IUCN 1.10.2009 15:36 Page 6 Los hechos hablan El cambio climático no es algo que va a afectarnos dentro de 50 años. Ya está teniendo efectos devastadores que exigen metas más ambiciosas que las que se están discutiendo, dice el Científico Principal de UICN, Jeffrey A. McNeely. IUCN_WC_SEPT_ES.qxd:IUCN 1.10.2009 15:36 Page 7 LA RUTA a Convención sobre el Cambio Climático tiene como objetivo mantener el calentamiento global por debajo de niveles peligrosos. El sustituto del calentamiento más usado es la concentración de dióxido de carbono en la atmósfera, que ha reflejado fielmente las temperaturas globales durante varios cientos de miles de años. En la época preindustrial, el CO2 atmosférico alcanzaba cerca de 270 partes por millón de volumen (ppmv), pero en la actualidad supera las 385 ppmv, y la temperatura global ha aumentado en cerca de 0.8ºC. El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) propugna un límite de 450 ppmv para el año 2050 (lo que equivaldría a un aumento en la temperatura global de 2ºC), aunque muchos consideran que 550 ppmv sería una cifra más realista. Una encuesta reciente reveló que 9 de cada 10 científicos del clima considera probable un aumento de 4 a 5ºC para fines del presente siglo. Pero aún falta mucho para que acabe el siglo y el público parece estar más preocupado por problemas urgentes como la economía. Pero, un momento. No deberíamos estar pensando en el 2050 o el 2100. El cambio climático actual ya ha tenido impactos devastadores en todo el mundo. Ya es un hecho que las temperaturas en el Ártico se han elevado hasta en 5ºC, cambiando radicalmente el modo de vida de los pobladores, amenazando especies como los osos polares y presentando el peligro de una descarga masiva de metano que aceleraría el cambio climático global. Ya es un hecho que el régimen de las precipitaciones está cambiando, provocando sequías, malas cosechas y el desplazamiento territorial de las poblaciones dedicadas al pastoreo y la agricultura, lo que suele dar lugar a conflictos, como en Darfur. Ya es un hecho que el caudal de muchos de los principales ríos del mundo está disminuyendo, como es el caso del Río Amarillo en la China, el Ganges en la India y el Colorado en Estados Unidos. Esta disminución de los caudales tiene muchas causas pero es bien sabido que el cambio climático es una de las más importantes. Otros ríos importantes, como el Brahmaputra y el Yangtze están aumentando su volumen, pero esta es una mala noticia porque el agua nueva proviene de los glaciares que se derriten con rapidez, indicando que el flujo de los glaciares del que dependen miles de millones de personas en Asia está en peligro. Ya es un hecho que los océanos se están acidificando a una velocidad sin precedentes desde la muerte de los dinosaurios. Los primeros en sufrir han sido los corales y los mariscos. En Oregon, las ostras del Pacífico no han llegado a reproducirse durante los últimos cinco años, siendo el principal sospechoso la acidificación del océano provocada por el aumento del CO2. Ya es un hecho que los refugiados del clima se están alejando de las zonas bajas, por ejemplo en partes de Nueva Guinea y la nación isleña de Tuvalu. Alrededor de 500 0000 L personas que ocupan la Isla Bhola en Bangladesh se quedaron sin hogar luego de que la mitad de la isla quedara inundada permanentemente en 2005. En total, 30 millones de personas a lo largo de la costa sur de Bangladesh han estado expuestas a condiciones meteorológicas extremas, al aumento del nivel del mar y a la erosión de los ríos. Ya es un hecho que los ecosistemas están cambiando a medida que muchas especies amplían sus zonas de distribución, las estaciones de reproducción varían, y las especies invasoras se dispersan con mayor rapidez. Los patrones migratorios de muchas especies de aves solían coincidir magníficamente con el pico de producción de las larvas de insectos, pero ahora esta sincronización ha sido alterada, permitiendo a los insectos prosperar, dañando los bosques y mermando la salud de las poblaciones de aves. Ya es un hecho que el cambio climático está afectando a muchas áreas protegidas. En el Parque Nacional del Árbol de Joshua, en Estados Unidos, la especie emblemática ha dejado de reproducirse debido a una combinación de factores como el aumento de los depósitos de nitrógeno, las especies invasoras y el calentamiento global. En el Parque Nacional Yellowstone, los últimos inviernos de temperaturas más altas han permitido que los escarabajos de los pinos de montaña ataquen los bosques de pinos de corteza blanca, que a su vez dejaron de producir los piñones que alimentan a los osos pardos, provocando más conflictos entre la gente y los osos. Esto ha dado lugar a la más alta mortalidad de osos pardos jamás registrada en Yellowstone. Ya es un hecho que el cambio climático está provocando conflictos por la escasez de agua en el Perú y otros países andinos, así como en muchas partes de África. La región amazónica de Brasil está siendo afectada por inundaciones y sequías caóticas que muchos consideran vinculadas al cambio climático, y la sequía en el sudeste australiano se ve como un presagio de lo que está por venir. Podríamos citar muchísimos ejemplos más, pero estos indican que ya estamos sufriendo significativamente a causa del cambio climático. La meta de 450 ppmv para 2050 significará un desastre para la capacidad de nuestro planeta de sostener el tipo de sociedades a las que estamos acostumbrados. Muchos científicos, liderados por James Hansen del Instituto Goddard de Estudios Espaciales de la NASA, en Nueva York, proponen un máximo de 350 ppmv. La meta de 350 también cuenta con prominentes partidarios entre la sociedad civil, como el Dalai Lama, el Arzobispo Desmond Tutu y Al Gore. Esto significa que tendremos que cambiar de rumbo y no solamente bajar la velocidad mientras nos deslizamos por la resbalosa pendiente que nos llevará a un futuro caótico. Nuestro planeta ya ha alcanzado tal grado de disfunción ecológica que no es posible simplemente negar los problemas, postergarlos para más adelante, o estudiarlos con mayor detenimiento. Debemos hacer todo lo que esté a nuestro alcance para convencer a los negociadores en Copenhague que se requieren metas mucho más ambiciosas. CONSERVACIÓN MUNDIAL • OCTUBRE 2009 7 IUCN_WC_SEPT_ES.qxd:IUCN 1.10.2009 15:36 Page 8 Un puente al futuro Invertir en la naturaleza genera ganancias muy altas para la economía, la sociedad y el medio ambiente. También es una manera eficaz y económica de estabilizar las emisiones de gas de efecto invernadero mientras el mundo pone fin a su dependencia de los combustibles fósiles, manifiesta el presidente de UICN, Ashok Khosla. pesar de las crecientes pruebas científicas de que nuestros actuales patrones de consumo y producción están propiciando la perturbación masiva de los sistemas de soporte vital del planeta, en particular nuestro clima y nuestros recursos vivos, la mayoría de las naciones sigue conduciendo rumbo al futuro guiándose solamente por el espejo retrovisor. Se han negociado tratados internacionales para desacelerar esta carrera desenfrenada hacia la autodestrucción, pero el pie en el pedal del acelerador sigue presionando con más fuerza que el del freno; los mayores contaminadores siguen siendo los más grandes infractores. Dado el tiempo que transcurre entre la causa (emisión de gases de efecto invernadero) y el efecto (cambios en las temperaturas atmosféricas), el clima global no se librará de la modificación, aunque las economías del mundo llegasen a reducir a cero su uso de combustibles fósiles y la tala de bosques. El legado de unos 150 años de despilfarro de materiales y energía se encargará de ello. Es por todos A sabido que gran parte de este cambio –que a su vez generará cambios en las precipitaciones, el nivel del mar, la frecuencia de los desastres naturales y otros fenómenos deplorables– es adverso, incluso directamente dañino para la economía, la sociedad y posiblemente para la vida en la tierra. Si bien es imprescindible que nuestros científicos, ambientalistas y diplomáticos trabajen día y noche para rectificar esta situación y propugnar acuerdos globales y políticas 8 CONSERVACIÓN MUNDIAL • OCTUBRE 2009 nacionales que reduzcan las futuras causas del cambio global, también es necesario desarrollar métodos que vayan más allá de las soluciones instintivas simplistas que persiguen quienes tienen interés en continuar el status quo. Hay varias formas de evitar que las peores predicciones se hagan realidad. La mayoría contempla una alianza con la naturaleza. Para llegar a la prometida economía post carbono obviamente es importante innovar las tecnologías, pero el mejor camino es recuperar la salud del medio ambiente. Necesitamos un ‘puente’ que facilite algunos resultados rápidos, uno que permita a los ecosistemas absorber más CO2, aumente su resistencia y mejore la capacidad de las poblaciones vulnerables de enfrentarse a los impactos del cambio climático. Este puente significa invertir en la naturaleza. Puede dar lugar a resultados rápidos y duraderos, no depende de los portentos tecnológicos y puede ofrecer el mejor rendimiento a largo plazo en cuanto a la absorción de carbono y a asegurar el sustento de millones de personas. Y tenemos una experiencia de miles de años en el manejo de la naturaleza. Pero debemos actuar ya. Cuanto más esperemos, más costoso resultará y el abanico de opciones se reducirá más rápidamente. Tomemos el ejemplo de los bosques. Una mejor gestión de los bosques del mundo puede tener un efecto inmediato y significativo en el secuestro de carbono. Quizás la muestra más clara de lo que se puede y se debe hacer implica propuestas como REDD (Reducción de las emisiones derivadas de la deforestación y la degradación de los bosques en países en desarrollo). Con una gestión adecuada, los bosques degradados pueden capturar hasta un 20% de nuestras actuales emisiones de CO2. Entonces, ¿por qué alguien querría renunciar a una tecnología benigna y altamente eficaz, probada durante miles de millones de años, en favor de una tecnología no probada, invasora y cara que conlleva el uso de la geoingeniería a gran escala? Pero, no olvidemos al resto de la biodiversidad y su potencial para absorber el CO2, no deseado. Sabemos que los manglares restaurados pueden capturar algo de CO2, a la vez que ayudan a revitalizar la pesca. Además, permiten una recuperación más rápida de los ecosistemas costeros ante desastres como tsunamis y tormentas. Las praderas y tierras de pastoreo también ofrecen grandes posibilidades. La agricultura mixta y la agrosilvicultura pueden ayudar a mantener la biodiversidad necesaria para aumentar la capacidad de recuperación de los ecosistemas y almacenar el exceso de carbono. Invertir en la naturaleza y proteger la biodiversidad equivale a comprar una póliza de seguro: los microbios, animales y plantas que nos proporcionan agua limpia, combustibles, medicinas y alimentos necesitarán ayuda para sobrevivir al rápido ritmo de los cambios provocados por nuestros sistemas económicos. La biodiversidad puede hacer por el planeta lo que un sistema inmunológico saludable puede hacer por una persona: puede ayudarnos a ser más productivos y adaptables al cambio pero, si no se le nutre adecuadamente, nos puede hacer más vulnerable. Hoy, somos testigos de lo que bien podría ser la mayor oleada de inversión pública de la historia para tratar de ‘manejar’ la crisis económica. Algunas de estas inversiones, aunque no las suficientes, tienen sentido desde el punto de vista ambiental, como el mejoramiento del transporte público o las medidas para ahorrar energía. Sin embargo, se ha prestado muy poca atención al activo más importante de todos. Invertir en la naturaleza no es una quimera de los ecologistas; es un imperativo. Puede ofrecer las ganancias rápidas que necesitamos para construir ese puente al futuro y hacerlas permanentes. No podemos permitir que los debates sobre metas de CO2, responsabilidad histórica, tecnología o financiamiento oculten la realidad de que se nos está acabando el tiempo. Si queremos evolucionar hacia una economía libre de carbono, las inversiones masivas en la naturaleza –en el modo que la protegemos, gestionamos y controlamos– no pueden esperar. No requieren de la astronáutica ni sustituyen nuestra obligación de reducir las emisiones, solo se trata de pasar del conocimiento existente a la acción urgente. Y eso es lo que se necesita. Ashok Khosla es fundador y presidente del grupo Development Alternatives basado en la India, una de las primeras organizaciones de la sociedad civil en abordar las cuestiones del desarrollo sostenible. www.devalt.org IUCN_WC_SEPT_ES.qxd:IUCN 1.10.2009 15:36 Page 9 LA RUTA Decisiones inteligentes Si tomamos las decisiones correctas ahora sobre cómo adaptarnos al cambio climático, podremos restaurar y hasta enriquecer la biodiversidad, señala Robert Watson. uando se menciona a la biodiversidad en el contexto del cambio climático, suele ser en referencia al efecto devastador que nuestro clima cambiante tendrá en las especies que componen la vida en nuestro planeta, tal como la conocemos. Desde la Evaluación de Ecosistemas del Milenio hasta el Grupo Ad-hoc de Expertos Técnicos en cambio climático y biodiversidad del Convenio sobre la Diversidad Biológica, no pasa más de una semana sin que una nueva investigación muestre cómo un medio ambiente más caluroso dañará la biodiversidad. No obstante, cada vez es más evidente que esta no es toda la historia. Que al ir aceptando los cambios que debemos hacer para adaptarnos a un clima cambiante, las consecuencias para la biodiversidad son mucho menos claras de lo que habíamos pensado originalmente. Para empezar, las cosas que hacemos para adaptarnos a los impactos adversos del cambio climático podrían tener resultados positivos y negativos para la biodiversidad y los servicios de los ecosistemas. El balance variará de especie a especie y de ecosistema a ecosistema, pero en gran medida dependerá del enfoque preciso que se adopte y del modo en que se apliquen las estrategias. Sin embargo, en la mayoría de los casos, debería ser posible disminuir los impactos negativos y hasta aumentar los impactos positivos, reduciendo al mínimo las compensaciones y las amenazas a la biodiversidad. Por ejemplo, las actividades de adaptación pueden restaurar ecosistemas fragmentados o dañados y ayudar a restablecer procesos vitales como el caudal de agua o la polinización para mantener las funciones del ecosistema. Lejos de ser un caso insalvable entonces, si miramos a la adaptación desde esta perspectiva, podremos verla como una oportunidad para hacer cuanto se pueda por enriquecer la biodiversidad. Sin embargo, la biodiversidad no es un simple espectador en nuestro clima cambiante; también tiene un rol vital que cumplir en apoyar nuestra adaptación. Por ejemplo, los ecosistemas costeros pueden ayudar a reducir el riesgo de inundaciones causadas por mareas de tormenta y un paisaje agrícola diverso puede apoyar la productividad en condiciones de clima cambiante. En lugar de pensar en construir diques, o desarrollar nuevos cultivos que crezcan en condiciones diversas, usar estos ecosistemas naturales como parte de una estrategia de adaptación resultaría más económico, y ofrecería genuinos beneficios derivados para el medio ambiente, además de beneficios C sociales, económicos y culturales para las comunidades locales. También podrían resultar más asequibles para las comunidades rurales o pobres que los enfoques basados en obras de infraestructura e ingeniería. No obstante, será importante recordar que los propios ecosistemas de los que nos valdremos para ayudarnos a afrontar el cambio climático en estas situaciones, ya están expuestos a grandes presiones a raíz del cambio climático. Si vamos a apoyarnos más en ellos, deberemos pensar en cómo aumentar su capacidad de adaptación para no empujarlos hacia límites ambientales inaceptables o hasta peligrosos. Para hacerlo, debemos procurar reducir cualquier presión ambiental que no esté relacionada con el cambio climático, como la pérdida de hábitat y la fragmentación, la presencia de especies invasoras o la ausencia de insectos polinizadores. También deberíamos adoptar prácticas de conservación y uso sostenible para aumentar aún más la capacidad de recuperación de los ecosistemas. Este enfoque de la adaptación no estará libre de riesgos o consecuencias; también debemos considerar los riesgos, las repercusiones de largo plazo y los efectos totales del enfoque de modo tan completo como lo haríamos con cualquier otro plan de adaptación. También habrá compensaciones. Un enfoque de la adaptación basado en el ecosistema implicará gestionar los ecosistemas para que ofrezcan determinados servicios por encima de otros, dando prioridad a ecosistemas y especies que tengan una importancia ecológica, social o económica especial. Si deseamos hacer frente al cambio climático y mejorar nuestro ambiente natural, será fundamental comprender las relaciones entre especies, ecosistemas y servicios diferentes, y paralelamente dar cuenta del valor de la biodiversidad y el ecosistema que sustenta. Los servicios del ecosistema contribuyen a la economía con su oferta de bienes (como alimentos) que se pueden comprar y vender, y servicios (como agua limpia) que tendrían un costo si se obtuvieran de otro modo. Puesto que los economistas suelen tratarlos como externalidades, su verdadero valor rara vez se refleja en la toma de decisiones. No obstante, se han desarrollado muchas metodologías para estimar de manera más eficaz el valor de mercado y ajeno al mercado de los servicios de los ecosistemas. Utilizarlos en contextos como el enfoque de ecosistemas que está desarrollando y aplicando el Departamento de Medio Ambiente, Alimentación y Asuntos Rurales del Reino Unido, permitiría que los costos verdaderos de nuestro medio ambiente queden reflejados en las decisiones, inclinando indudablemente la balanza en favor de salvaguardar y enriquecer la biodiversidad. La amenaza que representa el cambio climático es seria y afectará nuestros ecosistemas de maneras complejas y de largo alcance. Pero tenemos opciones en cuanto a las cosas que hacemos para afrontar estos cambios. Si optamos por las opciones correctas, no solo la biodiversidad ocupará el lugar central en nuestra toma de decisiones, sino que el verdadero valor de los servicios de nuestros ecosistemas se verá reflejado en ellas. En muchos casos, si elegimos la forma correcta de hacer frente al cambio climático, lograremos salvaguardar y hasta enriquecer la diversidad de vida que nos rodea. El Profesor Robert Watson es Asesor Científico Principal del Departamento de Medio Ambiente, Alimentación y Asuntos Rurales del Reino Unido. Anteriormente ocupó el cargo de Científico Principal y Asesor Principal para el Desarrollo Sostenible en el Banco Mundial y ha ocupado cargos de alto nivel en la NASA y la Casa Blanca. CONSERVACIÓN MUNDIAL • OCTUBRE 2009 9 IUCN_WC_SEPT_ES.qxd:IUCN 1.10.2009 15:36 Page 10 Espíritu luchador Conservación Mundial entrevistó a Frederick W. Pitcher, Ministro del Ambiente de la República de Nauru, para conocer la perspectiva de una isla del Pacífico sobre el cambio climático. ¿ Qué esperan las naciones insulares del mundo desarrollado en cuanto a acciones de lucha contra el cambio climático y ayuda para la adaptación a sus impactos? Los pequeños estados insulares en desarrollo del Pacífico representan en conjunto una de las voces menos escuchadas en el escenario global, y sin embargo quizás sean los más vulnerables a los impactos del cambio climático. Por lo tanto, es preciso que asumamos un papel más proactivo en empujar al mundo desarrollado a que tome medidas para abordar el cambio climático. La unidad de las naciones insulares del Pacífico al exigir acciones urgentes a nivel mundial se reflejó en la histórica resolución que presentaron sobre cambio climático y seguridad, la cual fue aprobada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en junio. Con esto se dio un gran paso hacia la aplicación de la Declaración de Niue de los líderes del Foro de las Islas del Pacífico, que compromete a sus miembros a impulsar el reconocimiento en todos los foros internacionales de las urgentes amenazas sociales, económicas y de seguridad que presenta el cambio climático en la región. Las naciones insulares quieren ver metas de emisiones de carbono ambiciosas. Queremos ver protocolos de secuestro de carbono que sean sostenibles y equitativos y créditos por forestación y reforestación a través del Mecanismo de Las naciones insulares quieren ver metas de emisiones de carbono ambiciosas. Desarrollo Limpio que los países en desarrollo puedan usar de modo realista para financiar la adaptación. También estamos interesados en las recientes discusiones sobre el propuesto esquema de comercio de carbono REDD (Reducción de las emisiones derivadas de la deforestación y la degradación de los bosques) y esperan que los países que son los mayores emisores de carbono asuman la responsabilidad de su insaciable demanda de crecimiento industrial y el impacto perjudicial que tienen sus emisiones en el resto del mundo. Deben actuar como ciudadanos del mundo responsables, compensar a los que se han visto afectados, y ayudar a quienes tienen que adaptarse al clima cambiante provocado por su gula. 10 CONSERVACIÓN MUNDIAL • OCTUBRE 2009 En Copenhague esperamos ver la adopción de un nuevo marco climático que reconozca que todos, países desarrollados y en desarrollo por igual, tenemos que trabajar juntos para arreglar esta catástrofe provocada por nosotros mismos. Copenhague presenta una oportunidad única para que las naciones insulares del Pacífico influyan en la respuesta internacional a las causas y consecuencias del cambio climático. Con el debido enfoque, muchas de estas consecuencias se pueden evitar o reducir en el transcurso de una generación. Las naciones industrializadas, con sus conocimientos especializados, sistemas y recursos financieros, pueden ayudar a manejar estos riesgos de desastre. Pero la adaptación a los choques climáticos necesitará un nuevo modelo de actuación, uno que se concentre en la prevención y preparación y que fortalezca nuestra capacidad para afrontar los futuros desastres climáticos. Si tuviéramos el coraje colectivo, hasta podríamos acordar en Copenhague una reducción de carbono de 95% para el año 2050, como lo propone el proyecto de Tratado Climático de Copenhague presentado por una coalición de científicos especializados en el clima y ONG como WWF y Greenpeace. Las islas podrán luchar por estas metas ambiciosas, pero si el mundo desarrollado va a IUCN_WC_SEPT_ES.qxd:IUCN 1.10.2009 15:37 Page 11 LA RUTA aceptar el desafío y asumir la responsabilidad de cuidar la salud de nuestro planeta es algo que solo el tiempo lo dirá y la historia juzgará. ¿Cuál es el papel de la gestión de los ecosistemas en el aumento de la capacidad de recuperación de las islas del Pacífico ante los impactos del cambio climático? Nauru es una de las partes en el Convenio sobre la Diversidad Biológica y participa en la importante tarea de integrar la biodiversidad en la planificación de la adaptación al cambio climático. Estamos compartiendo nuestra experiencia sobre la adaptación a los impactos del cambio climático basada en el ecosistema. Las actividades incluyen el establecimiento de corredores ecológicos para apoyar la migración de especies, la plantación de cultivos resistentes a las sequías y la restauración de hábitats degradados. Gran parte de nuestros esfuerzos de adaptación implica aumentar los sumideros de carbono mediante la forestación y reforestación y tenemos un programa de 20 años para rehabilitar nuestras tierras asoladas por la minería de fosfato, más de la mitad de la isla. Los habitantes de Nauru siempre han dependido de sus ecosistemas sin par para sostener sus medios de vida y preservar la identidad cultural y el bienestar socioeconómico del país. Pero un siglo de minería ha devastado nuestro singular y frágil medio ambiente de atolón. Estamos buscando la forma de proteger En Copenhague esperamos ver la adopción de un nuevo marco climático que reconozca que todos, países desarrollados y en desarrollo por igual, tenemos que trabajar juntos para arreglar esta catástrofe provocada por nosotros mismos. el conocimiento tradicional y los sistemas de creencias que hemos usado para gestionar sosteniblemente nuestros recursos y que permitieron a nuestra gente vivir en armonía con su medio ambiente durante milenios. En el frente más amplio del Pacífico, nuestro ecosistema más importante es el océano en el que vivimos. La primera celebración del Día Mundial de los Océanos hace unos meses nos permitió resaltar las muchas formas en que el vasto Océano Pacífico contribuye a nuestras sociedades. Afrontamos considerables desafíos para mantener su capacidad de regulación del clima global, proporcionar servicios esenciales de los ecosistemas, y proveer medios de vida sostenibles y sana recreación para los isleños. Las naciones del Pacífico están poniendo su granito de arena manejando el acceso a la biodiversidad en nuestras aguas territoriales (principalmente la pesca) y cerrando zonas de alta mar para reducir las capturas ilícitas y no vigiladas. El resto del mundo debe trabajar conjuntamente para asegurar que el cambio climático no cause daños irreparables a la mayor fuente única de biodiversidad del planeta, el Océano Pacífico. Con el creciente interés en las fuentes alternativas de energía, ¿qué se está haciendo para proteger la biodiversidad de su país de posibles impactos adversos? Los esfuerzos conjuntos del Pacífico en el ámbito de la energía renovable para aumentar la seguridad y la eficiencia energética se movilizaron al más alto nivel en la Reunión Bianual de Ministros de Energía del Pacífico. Los ministros acordaron promover el uso generalizado de energía renovable en la región. Nauru se ha comprometido a alcanzar el 50% de energía renovable para 2015, y otros han declarado metas aún más ambiciosas. Las fuentes de energía alternativa disponibles para las islas son limitadas pero incluyen la hidráulica, la solar, la energía geotérmica, la eólica y la oceánica (de las olas y la térmica oceánica). Necesitamos abordar los potenciales efectos adversos para la biodiversidad mediante evaluaciones del impacto ambiental y la gestión de los ecosistemas. Por ejemplo, la energía hidráulica puede alterar los sistemas fluviales y los ecosistemas que dependen de ellos. Debemos ser sumamente cuidadosos considerando la naturaleza tan frágil de nuestro medio ambiente. Recibimos apoyo de entidades regionales y organismos internacionales como PNUMA y PNUD. Recientemente hemos instalado un sistema solar interconectado y sistemas solares independientes que abastecen hogares y escuelas. También se ha usado un sistema fotovoltaico híbrido para accionar dispositivos inalámbricos de telecomunicaciones y estamos emprendiendo un estudio de factibilidad de turbinas eólicas. Ambas fuentes de energías son no invasivas y no deberían afectar directamente a nuestra biodiversidad. Una tecnología nueva que interesa a Nauru es la Conversión de Energía Térmica Oceánica (OTEC). La primera planta OTEC del mundo se puso a prueba en Nauru a principios de la década de 1970 comprobándose su viabilidad. Desde entonces se han construido una serie de plantas en Hawái y en la India, y aunque su costo sigue siendo exorbitante, la tecnología es apropiada para nosotros y debería convertirse en una fuente viable de energía en el futuro. Es preciso realizar evaluaciones más exhaustivas de su impacto para asegurar que la tecnología no afecte adversamente al ecosistema de arrecifes. Y es importante que las naciones insulares mejoren la eficiencia del suministro energético como parte del esfuerzo internacional para reducir las emisiones de carbono. Frederick W. Pitcher desempeña el cargo de Ministro de Comercio, Industria y Medio Ambiente de Nauru desde 2004. CONSERVACIÓN MUNDIAL • OCTUBRE 2009 11 IUCN_WC_SEPT_ES.qxd:IUCN 1.10.2009 15:37 Page 12 Una solución natural La conservación de los ecosistemas debería estar a la vanguardia de los esfuerzos globales por resolver la crisis climática, dice el Enviado Especial Adjunto de Estados Unidos para el Cambio Climático, Jonathan Pershing. 12 l cambio climático es un peligro claro y actual que exige acciones urgentes. Las mayores concentraciones de contaminación por gases de efecto invernadero ya están haciendo mella en la biodiversidad, los ecosistemas naturales y la gente que depende de ellos. En 2007, el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático catalogó los principales cambios físicos y biológicos correspondientes al calentamiento en los siete continentes y en los ambientes marino, de agua dulce y terrestre. Nuestros ambientes más vulnerables –incluidas las tierras secas, las regiones costeras, los ecosistemas de montaña y los arrecifes de coral– ya muestran impac- E energía limpia. La administración ha planteado reducciones drásticas en las emisiones de carbono –un 80% por debajo de los niveles de 1990 para 2050– y el Congreso de EE.UU. está haciendo progresos importantes respecto de una legislación integral que suscite una transformación hacia la energía limpia en nuestra economía y posibilite la creación de nuevos puestos de trabajo. Estados Unidos también está tomando otras medidas que producirán un doble dividendo: hacer crecer a nuestra economía y proteger a nuestro medio ambiente. Estas incluyen mejoras sustanciales en el rendimiento del combustible de los automóviles y camiones y un compromiso de tos significativos del cambio climático. Estos cambios se harán más severos en las próximas décadas a menos que se tomen medidas internacionales para solucionar la crisis del clima. Una respuesta eficaz al cambio climático es un prerrequisito para la protección exitosa de muchos ecosistemas, las especies que dependen de ellos y los servicios que proporcionan para la sostenibilidad humana. Para ser eficaz, la respuesta debe ser global e inmediata. Debe incluir esfuerzos ambiciosos para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, así como estrategias para mejorar la capacidad de recuperación de los ecosistemas ante los cambios constantes en el clima. Estados Unidos, bajo el liderazgo del presidente Obama, está tomando medidas enérgicas para combatir el cambio climático y trazar el rumbo hacia una economía de más de $80 mil millones del paquete de recuperación económica destinados a las inversiones en energía limpia, garantías de préstamos y créditos tributarios. La crisis del clima es un problema global y exige una verdadera solución global. Estados Unidos está trabajando activamente para lograr un acuerdo internacional sólido al amparo de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático. Para impulsar estas negociaciones, EE.UU. está consiguiendo la colaborando de socios en los niveles más altos del gobierno a través de Foro de las Principales Economías sobre Energía y Clima. Sin embargo, para lograr el éxito será necesario que participen todos los países, desarrollados y en desarrollo, grandes y pequeños. Se necesitará un esfuerzo coordinado para reducir las emisiones globales en 50% o más para 2050, y CONSERVACIÓN MUNDIAL • OCTUBRE 2009 mucho más en el resto del siglo. Como en el caso de EE.UU., estos esfuerzos redundarán en un robusto crecimiento de economías limpias y sostenibles a la par que se reducirán los riesgos de un cambio climático devastador. Uno de los componentes indispensables de cualquier solución global al cambio climático es un plan integral para reducir la deforestación que es responsable de aproximadamente el 20% de las emisiones globales. Estados Unidos reafirma su compromiso con la conservación y manejo sostenible de los bosques a través de iniciativas como la Alianza Forestal de la Cuenca del Congo, mediante la cual inversiones estadounidenses por más de $100 millones desde 2002 han apoyado la capacitación de miles de administradores de la conservación, y la elaboración de un informe sin precedentes sobre el Estado de los Bosques que destaca lo mejor de la ciencia y la investigación en la región, y supedita cerca de 48 millones de hectáreas de bosque tropical –una superficie igual al tamaño de California– a una planificación del mejoramiento de la gestión. Una solución internacional para el problema del clima también debe galvanizar el apoyo a los países vulnerables para ayudarlos a prepararse y adaptarse a los efectos del cambio climático. Desafortunadamente, en muchos casos los países que han contribuido en menor medida al cambio climático suelen ser los que más sufren sus efectos adversos. Abordar el desafío de la adaptación exige mejorar no solo la capacidad de recuperación de las comunidades sino también de los ecosistemas y servicios de los ecosistemas de los que dependen. Desde una perspectiva de la conservación, la adaptación debe incluir inventarios integrados de la biodiversidad, evaluaciones de la vulnerabilidad de los ecosistemas y medidas proactivas para aumentar la capacidad de recuperación de los ecosistemas mediante prácticas de gestión informadas y sostenibles. Hoy por hoy, el cambio climático es uno de los problemas más graves para la conservación. Debemos mantener la protección de nuestros ecosistemas naturales vitales en primer plano mientras trabajamos para reducir las emisiones, procuramos adaptarnos, y nos unimos como planeta para abordar este problema de grandes proporciones pero que en última instancia tiene solución. IUCN_WC_SEPT_ES.qxd:IUCN 1.10.2009 15:37 Page 13 LA RUTA Justicia climática El Ministro de Relaciones Exteriores de Maldivas, S.E. Dr. Ahmed Shaheed considera que ya es tiempo de que el mundo aborde las repercusiones del cambio climático sobre los derechos humanos. s ampliamente reconocido que el cambio climático tiene profundas repercusiones negativas sobre el disfrute pleno de los derechos humanos. Desde los nuevos riesgos para la salud hasta la migración masiva, desde la amenaza al suministro de alimentos y agua hasta la desaparición de medios de subsistencia y culturas, el calentamiento global socava una amplia gama de derechos humanos protegidos internacionalmente. Siguiendo el ejemplo del Caso de los inuit contra los EE.UU, de 2005, y la Declaración de Malé de los Pequeños Estados Insulares, de 2007, el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas aprobó dos resoluciones que declaran que el calentamiento global “crea una amenaza inmediata y de gran alcance para la población y las comunidades de todo el mundo y tiene repercusiones sobre el pleno disfrute de los derechos humanos.” El reconocimiento formal de la relación entre derechos humanos y cambio climático es sumamente importante para ambas esferas de las políticas. Con respecto a las políticas sobre cambio climático, demuestra que el cambio climático tiene consecuencias humanas reales y mensurables y ayuda a ponerlas en un marco de responsabilidad, rendición de cuentas y justicia. En particular, un enfoque de derechos humanos ayuda a destacar la profunda injusticia de una situación en la que los pobres, vulnerables y débiles en algunas partes del mundo E pagan los costos inaceptables del afán de riqueza en otras partes más privilegiadas. En cuanto a las políticas de derechos humanos, las repercusiones de vincular el disfrute de libertades fundamentales con los daños del cambio climático resultan aún más profundas. Como aducen muchos países desarrollados, resulta casi imposible aseverar que el cambio climático viola los derechos humanos de las personas en países vulnerables. Esto se debe a que jurídicamente es sumamente difícil conectar el daño específico en un país (por ejemplo, que la casa de alguien se caiga al mar en las Maldivas) con un acto específico en otra parte del mundo (por ejemplo, la decisión de una fábrica estadounidense de aumentar su producción y en consecuencia, las emisiones). Estas sutilezas jurídicas son inaceptables para el pueblo inuit de América del Norte, o la población de las Maldivas, las Islas Marshall, Tuvalu y Vanuatu que arriesgan perder todo su suelo natal y con ello toda su cultura. ¿Podemos decirles que sus derechos humanos no han sido violados porque es difícil asignar responsabilidades? Si tenemos que hacerlo, seguramente es porque la ley está equivocada y no nuestros instintos de equidad y justicia. Quizás sea necesario resaltar la insuficiencia del actual derecho internacional de los derechos humanos en el contexto del mundo moderno y globalizado para precisar la gran importancia a largo plazo de vincular los derechos humanos y el cambio climático. Entonces, ¿cómo debe responder el mundo ante esta insuficiencia? En primer lugar, al confirmar que el cambio climático tiene repercusiones significativas para los derechos humanos, el Consejo de Derechos Humanos indirectamente ha atraído la atención a un vacío considerable en las convenciones internacionales sobre derechos humanos: la falta de un derecho explícito a un medio ambiente seguro y protegido. El cambio climático en sí no afecta directamente los derechos humanos. Más bien, el calentamiento global causa cambios ambientales que a su vez afectan los derechos humanos. Así, para proteger debidamente los derechos humanos, que dependen de un medio ambiente seguro y protegido, la comunidad internacional debe considerar los méritos de declarar ‘derechos ambientales’ en el plano internacional. Este paso tendría grandes repercusiones para las políticas y la responsabilidad de los gobiernos y por este motivo la idea es controvertida. Pero quizás el cambio climático, una de las principales manifestaciones ambientales de la globalización, exige dar atención renovada a la brecha entre las políticas internacionales sobre derechos humanos y las políticas internacionales sobre el medio ambiente. Sin embargo, una declaración universal del derecho a un medio ambiente de cierta calidad, aunque ayudaría a abordar el cambio climático, no sería suficiente en sí. Podría ayudar a las personas a exigir a sus gobiernos que rindan cuentas de la degradación ambiental, pero es poco probable que sea de gran ayuda en casos como, digamos, el de las Maldivas, donde la responsabilidad recae fuera de las fronteras del Estado. Para que alguien en las Maldivas pruebe que sus derechos han sido vulnerados como resultado del cambio climático y obligue a los responsables a rendir cuentas, sería necesaria una reconfiguración masiva del derecho internacional de los derechos humanos tal como se le entiende hoy: esencialmente, un contrato entre un Estado y sus ciudadanos. Como señala el Consejo Internacional para el Estudio de los Derechos Humanos, “más que otras cuestiones, el cambio climático pone de relieve las insuficiencias del sistema internacional de justicia, dada la escala e intimidad de la interdependencia global que fomenta el problema y que también debe fomentar sus soluciones.” Las Maldivas, al igual que otros países vulnerables, esperan que a partir de diciembre, cuando los líderes del mundo se reúnan para convenir un nuevo acuerdo global post Kyoto sobre el cambio climático, ya no será necesario hablar de marcos jurídicos, responsabilidades y reparaciones, y violaciones a los derechos humanos. Esperamos que el acuerdo que alcancen ponga fin al peligroso cambio climático antropogénico y al hacerlo, imparta justicia climática para los pobres y vulnerables del mundo. Sin embargo, este resultado parece poco probable. Por lo tanto es importante para quienes tengamos interés en el medio ambiente y en la justicia social considerar nuevos enfoques como los sugeridos previamente. Estos enfoques podrían resultar infructuosos en si mismos, pero si generan una mayor sensación de urgencia, dan poder a los vulnerables o a quienes no tienen voz, y crean un sentido de responsabilidad entre los encargados de la toma de decisiones, entonces ciertamente vale la pena intentarlos. CONSERVACIÓN MUNDIAL • OCTUBRE 2009 13 IUCN_WC_SEPT_ES.qxd:IUCN 1.10.2009 15:37 Page 14 El supermercado del cambio climático Si a usted le dieran US$ 100 000 millones para enfrentarse al cambio climático, ¿en qué los gastaría? Les pedimos a destacadas figuras de todo el mundo que nos describan en líneas generales cuáles serían sus prioridades y que nos muestren su lista de compras. Michael Mack es director ejecutivo de Syngenta, una de las principales agroempresas del mundo dedicada a rescatar el potencial de las plantas mediante investigación y tecnología innovadoras. Con US$ 100 000 millones destinados a abordar el cambio climático, invertiría en maximizar el potencial de las plantas para capturar la energía solar, y en mitigar los impactos climáticos en la seguridad alimentaria. Invertiría US$ 40 000 millones en la investigación de nuevas variedades de plantas que puedan capturar la energía renovable del sol más eficazmente y que usen el nitrógeno con mayor eficiencia. A fin de proteger la biodiversidad necesaria para cultivar estas nuevas variedades, invertiría US$ 20 000 millones en conservación de la biodiversidad y apoyo a los bancos de semillas. Se debería invertir US$ 20 000 millones en ayudar a los agricultores a emplear mejores prácticas agrícolas, aprovechando la tecnología para maximizar el rendimiento y la calidad de los cultivos a pesar del aumento de las sequías e inundaciones y las temperaturas irregulares. Y finalmente, invertiría los restantes US$ 20 000 millones en regenerar los suelos degradados y mejorar el uso de la tierra para favorecer un mayor almacenamiento de carbono en los suelos y la vegetación. Con ello se reincorporarían a la producción agrícola sostenible tierras que alguna vez fueron fértiles y se evitaría la invasión de los hábitats naturales, mitigando las emisiones de carbono producto de la deforestación. Nitin Desai es asesor especial del Secretario General de la ONU en gobierno de Internet y ex Subsecretario General de la ONU para Asuntos Económicos y Sociales. También ha ocupado altos cargos en el Gobierno de la India. El reto más inmediato de afrontar los riesgos del cambio climático es reducir la incertidumbre sobre proyecciones e impactos. Necesitamos mucha más información de otras partes del mundo fuera de Europa y Norteamérica. La adaptación también es un desafío inmediato puesto que algunos cambios ya son evidentes. La agricultura, el asentamiento humano en zonas costeras y la disponibilidad del agua son áreas cruciales. A más largo plazo necesitamos una nueva revolución industrial basada en tecnologías bajas en carbono, que requiere el apoyo público para la inventiva privada. Finalmente, debemos evaluar los riesgos de cambios catastróficos que no comprendemos bien hasta el momento. Joe Zammit fue médico y fundador de una empresa internacional que se convirtió en líder del mercado en su campo. Actualmente es un artista conceptual que trabaja en el ámbito de la fotografía para explorar cuestiones ambientales y de conservación. Cien mil millones de dólares no es muchísimo dinero (sólo EE.UU gasta más de US$ 800 000 millones en su actual programa de estímulo económico). Por lo tanto, tenemos que gastarlos en cosas que tengan un efecto multiplicador, es decir, cada dólar que gastemos debe generar más dólares de inversión. Ente las opciones disponibles, la más importante es comunicaciones de gran calidad para el público en general. Si logramos que el público esté firmemente de nuestro lado, entonces mediante sus hábitos de consumo y el poder de sus votos impulsará muchos, muchos miles de millones de dólares más en inversiones del sector industrial y programas de gobierno. Pero las comunicaciones deben ser elaboradas y efectivas. Basta de sermones pesimistas y datos científicos abultados. Debemos captar la atención de la gente. Yolanda Kakabadse fue ministra del Medio Ambiente de Ecuador. Ha ejercido el cargo de presidenta de UICN y es presidenta electa de WWF International. Gastaría esta suma en tres objetivos principales: áreas protegidas, especialmente en el Sur donde muchas de ellas son protegidas sólo de nombre. Esto incluiría la conservación de los bosques, tanto dentro como fuera de las áreas protegidas. Luego, en reforestación; nunca es demasiado tarde para restaurar zonas degradadas y proporcionar a la población que vive dentro y alrededor de los bosques una alternativa económica viable a la madera. Y luego, en tecnologías de energía renovable: investigación y desarrollo. Debemos asegurar que se transfieran a todos los países y regiones que las necesiten. Resulta inaceptable que países como Ecuador ubicados en la línea ecuatorial no utilicen la energía solar como su principal fuente energética. 14 CONSERVACIÓN MUNDIAL • OCTUBRE 2009 IUCN_WC_SEPT_ES.qxd:IUCN 1.10.2009 15:37 Page 15 LA RUTA Paula DiPerna es vicepresidenta ejecutiva del Chicago Climate Exchange (CCX) (el mercado climático de Chicago) y presidenta de CCX International. Anteriormente ocupó el cargo de presidenta de la Joyce Foundation, entidad filantrópica dedicada a las políticas públicas basada en Chicago. Mi respuesta es simple y contiene tres elementos: trabajo, mujeres y agua. Una de las razones por las que no estamos avanzando más es que hay demasiada labor de promoción y muy poco esfuerzo en soluciones financieras y de ingeniería. Para mí, afrontar el cambio climático es principalmente cuestión de desafíos de infraestructura. Y las mujeres, que son especialmente buenas en sintetizar desafíos complicados, no están suficientemente representadas en campos clave como la ingeniería, el financiamiento y la formulación de políticas. Debemos cambiar esta situación y asegurarnos de que desempeñen un papel importante en la creación de soluciones. También daría gran énfasis a la creación de puestos de trabajo y oportunidades de empleo en una economía dedicada a la reducción de las emisiones y el desperdicio de energía, así como una completa reorganización de los sistemas hídricos para también reducir el desperdicio y establecer una distribución del agua más equitativa y saludable. El Profesor Alexander Likhotal se desempeñó como asesor del presidente de la URSS Mijaíl Gorbachov durante muchos años y actualmente es presidente y director ejecutivo de Green Cross International. Considero que la prioridad más apremiante es integrar las agendas del desarrollo y del cambio climático. El hecho de que nuestros peores temores sobre el clima se estén materializando significa que es sumamente urgente imprimir sostenibilidad a nuestra ruta de desarrollo. Una forma en que también podemos ayudar a reducir la pobreza es mediante la creación de puestos de trabajo en el sector de la energía renovable. Los empleos verdes pueden desempeñar un papel importante para mejorar las economías de los países en desarrollo y el uso de la energía solar ofrece un gran potencial inmediato para reducir nuestra huella de carbono en todo el mundo. También debemos mancomunar el financiamiento para el desarrollo con el financiamiento para abordar el cambio climático a fin de reflejar un enfoque unificado del desarrollo sostenible. Y los países ricos deben canalizar recursos considerables al mundo en desarrollo para dar sentido a los esfuerzos de mitigación y adaptación en las regiones en vías de desarrollo. Hiu Ng and Dan Foa son cofundadores de 51give.com – Microfinance for our Future. 51Give es una organización de empresariado social basada en Beijing que permite a la gente prestar dinero por Internet con un enfoque especial en el desarrollo sostenible. Con un poco se puede llegar muy lejos dando millones de pequeños pasos: Crear el marco para que las fuerzas del mercado prosperen invirtiendo en tecnología, captando al consumidor y formulando políticas para la protección ambiental. Reducir nuestra huella mediante soluciones de microcarbono en zonas rurales y urbanas. Canalizar el dinero hacia empresas sociales que ofrezcan beneficios para la gente y el planeta y ganancias para la empresa, asegurando la prosperidad económica, la instrucción básica y estilos de vida bajos en carbono. Interconectadas, estas actividades representan el plan maestro para un mundo sostenible. Obtener el compromiso de las naciones en desarrollo reduce el crecimiento demográfico y permite mejores perspectivas de trabajo. Debemos compartir las oportunidades y las ganancias para garantizar la existencia humana en la tierra. Maurice Strong fue Secretario General de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente Humano, que lanzara el movimiento ambiental al mundo, y de la Cumbre de la Tierra realizada en Rio de Janeiro en 1992. Además, fue el primer director ejecutivo del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente. Tenemos que pensar en billones, por lo que consideraría que US$ 100 000 millones son apenas un fondo de caja chica. El cambio climático es el mayor riesgo para la seguridad que hemos tenido que enfrentar y deberíamos tratarlo como tal. Tenemos la mayor riqueza que la civilización ha visto jamás y nos podemos dar el lujo de hacerlo. Pero no se trata solamente de girar cheques; es cuestión de prioridades. Lo que se necesita es una redistribución de los recursos, no solo financieros sino también de talentos, además de investigación y desarrollo, para sostener nuestros sistemas de apoyo vital. ¿Necesitamos realmente destinar tantos miles de millones a gastos militares? También deberíamos eliminar los subsidios otorgados a los combustibles fósiles y reasignarlos a prácticas que sean ecológicamente racionales. En Copenhague necesitamos llegar a un acuerdo apropiado y no solo tapar las grietas con papel; un acuerdo que penalice el daño ambiental y recompense las prácticas racionales. CONSERVACIÓN MUNDIAL • OCTUBRE 2009 15 IUCN_WC_SEPT_ES.qxd:IUCN 1.10.2009 15:37 Page 16 Cerrar las brechas Es preciso aumentar urgentemente los fondos destinados a financiar la adaptación para permitir que las comunidades más vulnerables hagan frente al cambio climático, señala Johan Schaar. IUCN_WC_SEPT_ES.qxd:IUCN 1.10.2009 15:37 Page 17 CÓMO LLEGAR Ya no confiamos en el clima. Las lluvias empiezan demasiado temprano y luego acaban. Acostumbrábamos a plantar cuando regresaban las aves migratorias. Ahora, ya no sabemos cuándo.” Los pobladores de Bougoula en Mali cuentan sus historias a los miembros de la Comisión de Cambio Climático y Desarrollo (CCCD). Cuando miramos a nuestro alrededor nos damos cuenta de que la mayoría son mujeres, niños y ancianos. Cincuenta miembros de una familia extensa viven en el pueblo, pero otros 60, en su mayoría hombres, están trabajando en Bamako, en países vecinos o quizás hasta hayan intentado el peligroso viaje a través del Mediterráneo. Los medios de sustento de los habitantes de Bougoula se extienden mucho más allá de los límites del pueblo. El cambio climático está sucediendo. Sus repercusiones son aparentes en la forma de glaciares que se derriten y casquetes polares que se encogen, pero también en las historias que cuenta la gente en todo el mundo. Ellos ya se están adaptando a un ambiente cambiante, no les queda otra opción. En 2007 el Gobierno sueco lanzó la CCCD internacional, presidida por la Ministra de Cooperación para el Desarrollo Internacional de Suecia. Los 12 miembros de la Comisión han estudiado las necesidades de la adaptación en países en desarrollo mediante visitas a Mali, Camboya y Bolivia. Se han reunido con pobladores, gobiernos y organizaciones de la sociedad civil para analizar las necesidades de formular nuevas políticas que ayuden a Bougoula y otros pueblos a manejar las consecuencias de los cambios en el tiempo y el clima. Pero durante los 18 meses de labor de la Comisión, el mundo que rodea a Bougoula y otros pueblos ha cambiado radicalmente. El aumento en los precios de los alimentos escala global y la recesión mundial han minado los presupuestos de las familias pobres, dejándolas sin margen para alimentar debidamente a sus hijos y mantenerlos en la escuela. Es probable que algunos de los migrantes de Bougoula hayan regresado; y lo más seguro es que el dinero que acostumbraban enviar a sus hogares haya disminuido. Presentado en las Naciones Unidas en Nueva York, en mayo, el informe de la Comisión ‘Cerrar las brechas’ expone en líneas generales recomendaciones para fortalecer la capacidad de recuperación de los países y las comunidades vulnerables. Se definieron cuatro brechas en especial que es necesario cerrar para poder emprender las acciones adecuadas. La brecha de la confianza, que afecta las negociaciones sobre el clima y que obstaculiza cualquier acuerdo, es provocada por el continuo aumento en las emisiones GEI por los países industrializados, el incumplimiento de los compromisos de la Ayuda Oficial al Desarrollo y el fracaso de las negociaciones comerciales. Estos mismos países están exigiendo la gestión eficiente y transparente de cualquier nuevo fondo que se movilice para acciones sobre el clima. “ La atención a los modelos y escenarios climáticos mundiales y a la reducción de las emisiones ha llevado a una brecha del enfoque con respecto a comunidades como las de Bougoula. Debemos poner de cabeza al cambio climático, pasando de la atmósfera a la gente. Debemos entender su capacidad para manejar los riesgos y los choques, cómo aumentar esta No conocemos el precio de la adaptación, solamente que será enorme. Es preciso encontrar la forma de movilizar, asignar y manejar eficazmente nuevos recursos financieros. Hemos avanzado mucho desde que se emitieran las primeras alertas sobre los peligros del cambio climático. Nuestra incapacidad para reducir emisiones ha hecho que la adaptación sea inevitable y urgente. Ahora, la cuestión es una prioridad principal para muchos gobiernos y la Comisión ha propuesto medidas para cerrar las brechas que son necesarias para una acción eficaz. Sin embargo, el éxito solo lo podrán determinar los habitantes de Bougoula. El Dr. Johan Schaar, Consejero de UICN, es Director de la Comisión de Cambio Climático y Desarrollo, compuesta por personas de renombre y presidida por la Ministra de Cooperación para el Desarrollo Internacional de Suecia. www.ccdcommission.org capacidad creando acceso a los activos, incluidos los servicios del ecosistema, a la salud y la educación y a las instituciones formales e informales que manejan los impactos y asignan los recursos. Reforzar la capacidad de adaptación de los más vulnerables exige el aumento de las inversiones en desarrollo humano y políticas que mejoren las opciones de medios de vida más diversificados. Ahí radican las nuevas oportunidades para un crecimiento favorable al medio ambiente y para fortalecer la resistencia a todas las crisis que amenazan a los pobres. Pero también está la brecha institucional, entre instituciones y al interior de ellas. Con el fin de canalizar los recursos y reforzar la capacidad de comunidades como las de Bougoula que se encuentran en la primera línea del cambio climático, debe haber vínculos efectivos entre las instituciones, desde los gobiernos locales a los nacionales y hasta las instituciones globales. Puesto que el cambio climático tiene repercusiones en todos los sectores, las instituciones en todos los niveles también deben ser capaces de interactuar eficazmente. No hay sectores a nivel de las familias y los hogares. Las instituciones deben trabajar en conjunto para permitirles afrontar los riesgos y los choques. Y por último hacemos frente a una brecha financiera. No conocemos el precio de la adaptación, solamente que será enorme. Es preciso encontrar la forma de movilizar, asignar y manejar eficazmente nuevos recursos financieros. Quienes se ven amenazados por el cambio climático deben sentarse a la mesa cuando se toman las decisiones. Muchos países vulnerables ya han empezado a elaborar estrategias pero los recursos disponibles para su aplicación son solo una fracción de lo que se necesita. Las medidas para el financiamiento climático son a largo plazo y deben incluir una mezcla de fondos públicos y privados. Y los recursos no deben quedarse en el nivel nacional, deben llegar a los consejos locales y a las cooperativas de mujeres en pueblos como Bougoula. CONSERVACIÓN MUNDIAL • OCTUBRE 2009 17 IUCN_WC_SEPT_ES.qxd:IUCN 1.10.2009 15:37 Page 18 ¿Está listo REDD? Un vistazo al emergente enfoque sobre la Reducción de las emisiones derivadas de la deforestación y la degradación de los bosques. uede que no sea el acrónimo más fácil de descifrar pero REDD - Reducción de las emisiones derivadas de la deforestación y la degradación de los bosques en países en desarrollo, está en boca de un creciente número de ambientalistas y responsables de formular políticas en este año crítico de negociaciones sobre el cambio climático. La deforestación y la degradación de los bosques contribuyen hasta un 17% de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) provocadas por la actividad humana, más que todo el sector del transporte. Según un estudio del Gobierno del Reino Unido, si no tratamos de resolver la pérdida de bosques, es muy poco probable que podamos estabilizar las concentraciones de GEI en la atmósfera a un nivel que evite los peores efectos del cambio climático. REDD, un enfoque relativamente nuevo pero en franca expansión, que puede ayudar a lograr la urgente y necesaria reducción de emisiones, está captando cada vez más la atención de la comunidad internacional. En vista de que las repercusiones del cambio climático son más serias de lo que se creía, muchos consideran que REDD podría ofrecer una ‘estrategia puente’, reduciendo las emisiones a corto plazo y ganando tiempo mientras el mundo se adapta a una senda baja en carbono. Para maximizar la eficacia de este enfoque, REDD debe ampliarse para incluir la restauración de los bosques degradados y el aumento de los depósitos de carbono, junto a la conservación y la gestión sostenible de los bosques. Esto se conoce como ‘REDD-plus’ y ofrece múltiples beneficios ambientales y sociales como el almacenamiento adicional de carbono, la conservación de la biodiversidad y ventajas para la adaptación en la forma de servicios restaurados de los ecosistemas como la protección de cuencas. Actualmente se están llevando a cabo negociaciones sobre cuál será el carácter de REDD, cómo se le pondrá en práctica y cómo se le incorporará al régimen del cambio climático post-2012. Ofrecer incentivos financieros a los países en desarrollo para que reduzcan la deforestación y eviten la degradación de los bosques es un modo innovador y potencialmente económico de abordar el cambio climático. También está vinculado claramente con la conservación de la biodiversidad y otras áreas de la protección ambiental. Pero es necesario abordar otros problemas serios. Mucho de ellos se refieren a la capacidad de los países de hacer frente a las cuestiones complejas que implica el evitar la deforestación y la degradación de los P 18 CONSERVACIÓN MUNDIAL • OCTUBRE 2009 IUCN_WC_SEPT_ES.qxd:IUCN 1.10.2009 15:37 Page 19 CÓMO LLEGAR bosques. Entre ellas, el peligro de que las presiones se transfieran de un bosque a otra zona y cómo medir la cantidad de carbono conservado en los bosques y almacenado mediante la restauración. Uno de los principales desafíos radica en cómo incorporar los avances logrados por el Foro de las Naciones Unidas sobre Bosques en materia de gestión forestal sostenible en los acuerdos de la CMCC sobre REDDplus, particularmente si se considera la dificultad en encontrar puntos de acuerdo e interés común entre las convenciones internacionales. “Se calcula que los bosques tropicales contienen dos tercios de todas las especies terrestres. Las medidas para reducir la deforestación y la degradación de los bosques son la base de los programas de trabajo del Convenio sobre la Diversidad Biológica (CDB) relativos a la biodiversidad de los bosques y las áreas protegidas”, señala el Secretario Ejecutivo del CDB, Ahmed Djoghlaf. “Nos complace aunar esfuerzos con la CMCC para abordar simultáneamente una de las principales causas de la pérdida de biodiversidad y la mayor fuente de emisiones de gases de efecto invernadero. Los países tienen a su disposición herramientas excelentes: la gestión forestal sostenible, la conservación y la restauración de los bosques ofrecen múltiples beneficios para la biodiversidad y para los pueblos indígenas y las comunidades locales si se les aplica correctamente.” Un área clave del debate es la forma en que REDD repercutirá en el bienestar de los pobres. Existen algunos mecanismos para distribuir entre los distintos interesados los beneficios que generan los productos forestales (maderables y no maderables). Sin embargo, hay menos mecanismos para distribuir los beneficios de los servicios que generan los bosques, incluido el almacenamiento de carbono. Muchas naciones forestales no cuentan con los esquemas legales e institucionales necesarios para distribuir los pagos por el carbono o para velar por la equidad y la eficiencia de dicha distribución. Cuestiones como quién tiene los derechos sobre los depósitos de carbono del bosque reflejan el nivel de complejidad de las negociaciones REDD. La capacidad que los países deben desarrollar depende mucho de los mecanismos de financiamiento que se acuerden en el marco de la CMCC para el nuevo régimen climático (que podría incluir a REDD). Con tantas incertidumbres que rodean a REDD, es evidente que se necesita un proceso más amplio de consulta en el que participen múltiples partes interesadas para apoyar las decisiones nacionales. REDD no es algo sobre el que una institución del gobierno pueda decidir por sí sola. Los diferentes actores no solo deben participar en la actual fase de ‘preparación para REDD’, sino también cuando se definan las políticas y medidas para su aplicación. “Ghana está en proceso de definir lo que REDD significa para el país. Sobre esta base tendremos que evaluar las oportunidades. Prepararse para REDD es un proceso que nos está ayudando a revisar y fortalecer nuestras reformas en materia de gobierno forestal,” dice Robert Bamfo, Jefe de la Unidad de Cambio Climático de la Comisión Forestal de Ghana. Si REDD toma como punto de partida las lecciones aprendidas en gestión forestal sostenible durante los últimos 30 años, no solo ayudará a reducir las emisiones de carbono sino que mejorará la conservación de la biodiversidad y el bienestar de las comunidades que dependen de los bosques. El desafío consiste en hacer que REDD sea una opción viable para el 2012. Las negociaciones y el debate están cobrando impulso. Los próximos meses serán críticos para crear consenso entre todas las partes interesadas acerca de REDD como herramienta viable y conveniente para lograr los objetivos estrechamente relacionados de abordar el cambio climático, proteger el medio ambiente y reducir la pobreza. Con su extensa red de expertos en gestión forestal y reforma de políticas, su experiencia en facilitar plataformas de interesados múltiples y sus vínculos directos con los responsables de tomar decisiones claves en los países de bosques tropicales y en el plano internacional, UICN tiene un papel fundamental en las discusiones sobre REDD. Se propone asegurar que REDD se integre a una estrategia más general para la mitigación del cambio climático y desarrollar acciones que: fomenten la reforma de la gestión forestal en los países tropicales; involucren a los distintos grupos de interés en las consultas sobre los procesos de preparación a escala nacional; y promuevan medidas adecuadas para la distribución justa y transparente de los beneficios de REDD. UICN está concentrada en el diseño de un enfoque REDD que favorezca a los pobres. CONSERVACIÓN MUNDIAL • OCTUBRE 2009 19 IUCN_WC_SEPT_ES.qxd:IUCN 1.10.2009 15:37 Page 20 Un ataque preventivo ¿Cómo podemos identificar y ayudar a las especies que son más susceptibles al cambio climático? uchos de nosotros hemos visto imágenes desgarradoras de osos polares hambrientos aferrados a placas de hielo que se derriten rápidamente, pero ¿cuántos somos conscientes de que esta especie emblemática es apenas uno de los miles de animales y plantas para las que el cambio climático podría significar una sentencia de muerte? Dado que el cambio climático está pronto a convertirse en uno de los principales agentes de la extinción de especies en este siglo, necesitamos una forma de predecir cuáles serán las más afectadas para poder tomar acciones de conservación preventivas. Pero obtener la información con suficiente rapidez es todo un reto; persuadir a las instancias decisorias para que actúen es otro asunto. M “El cambio climático está afectando a las especies ahora mismo”, señala Wendy Foden, del Programa de Especies de UICN. “Y los responsables de la toma de decisiones y profesionales de la conservación cuentan con pocas herramientas y orientación técnica insuficiente sobre cómo incorporar los impactos del cambio climático a sus planes y acciones. Necesitamos determinar urgentemente qué es lo que hace que un animal o planta en particular sea susceptible al cambio climático y difundir ampliamente esa información.” Los científicos de la red de UICN plantean una serie de rasgos biológicos como historia de vida, necesidades ecológicas y 20 CONSERVACIÓN MUNDIAL • OCTUBRE 2009 composición genética que pueden hacer a las especies vulnerables a los cambios del clima. Las plantas y animales en problemas incluyen a los que tienen hábitats o exigencias de alimentación altamente específicos, o que se desplazan con lentitud. Las evaluaciones de especies utilizando estos criterios se podrían usar, por ejemplo, para fijar prioridades para el diseño de áreas protegidas idóneas. La creación de redes de áreas protegidas conectadas utilizando corredores de conservación es fundamental para ayudar a que las especies se adapten y se movilicen en respuesta al clima cambiante. Una de las aves en grave riesgo es el zamarrito pechinegro (Eriocnemis nigrivestis) restringido a un territorio muy pequeño en el noroeste de Ecuador y que ya figura como ‘en peligro crítico’ en la Lista roja de especies amenazadas de UICN. Se le ha declarado ‘susceptible al cambio climático’ por sus rasgos biológicos. Estos incluyen la especialización de su hábitat, restricción a un hábitat susceptible al cambio climático, un territorio estrecho y de gran altitud, y una población sumamente reducida. Todo esto se ve agravado por la constante disminución de la población debido a la deforestación. La ranita de cristal de Rancho Grande (Cochranella antisthenesi) habita en una pequeña zona forestada de Venezuela. Se le ha clasificado como ‘vulnerable’ debido a la pérdida de hábitat pero también es posible que sea susceptible a los efectos del cambio climático debido a la probabilidad de infección por el hongo “chytrid” que está afectando a muchos anfibios. La actividad humana bloquea cualquier dispersión futura de la rana hacia zonas adecuadas. En el sur de África, el cambio climático está provocando la disminución de las poblaciones del árbol aljaba Aloe dichotoma, especie longeva que se encuentra en el Desierto de Namibia. Las crecientes pruebas sugieren que los ecosistemas de desierto podrían ser más sensibles al cambo climático de lo que se pensaba. Ciertamente, es imposible evaluar la susceptibilidad al cambio climático de todas las especies conocidas, por lo que UICN y sus socios están concentrándose en los grupos más conocidos: aves, anfibios y corales. Esto dará una idea de lo que el cambio climático está haciendo a la biodiversidad en general. Los resultados preliminares sugieren que hasta 35%, 52% y 71% de estos grupos respectivamente tienen rasgos que los hacen especialmente vulnerables a los impactos del cambio climático. El trabajo en curso del grupo de UICN incluye la identificación de cuáles de estas especies estarían expuestas a grandes cambios climáticos. Las especies que están en mayor riesgo de extinción a raíz del cambio climático son las especies susceptibles que están presentes en zonas de grandes cambios climáticos y donde ya se encuentran bajo la presión de otras amenazas. Toda esta información se aportará a la Lista roja de especies amenazadas de UICN que se ha convertido en el inventario más autorizado del mundo sobre el estado global de plantas y animales. La Lista roja comprende evaluaciones por expertos del riesgo de extinción de las especies, clasificado en varias categorías de severidad de la amenaza. Constituye además un vasto compendio de información sobre por qué las especies están amenazadas, sus necesidades ecológicas, dónde viven, y las acciones de conservación que se pueden utilizar para evitar su extinción. Los próximos pasos incluyen trabajar con TRAFFIC, la red de vigilancia del comercio de vida silvestre, y la red de Grupos de Especialistas de UICN, para usar la nueva herramienta de Evaluación de la vulnerabilidad al cambio climático de las especies con el fin de examinar la vulnerabilidad de las especies usadas por la población de la región de la Falla Albertina de África y de las plantas medicinales en el Himalaya oriental. Esto ayudará a orientar las estrategias de adaptación al cambio climático para la diversidad y el desarrollo humano en estas regiones. www.iucnredlist.org www.iucn.org/species IUCN_WC_SEPT_ES.qxd:IUCN 1.10.2009 15:37 Page 21 CÓMO LLEGAR Dos por el precio de uno Los dos objetivos ‘rivales’ de la mitigación y la adaptación climáticas se pueden alcanzar simultáneamente, para lo cual conviene concentrarnos en los recursos hídricos. Mark Smith explica. a habido una brecha entre quienes se esfuerzan por reducir las emisiones de carbono y quienes trabajan para adaptarse a los impactos del cambio climático; cada campo ve al otro como un rival con el que compite por los fondos y la atención. Pero no tiene que ser así. ¿Por qué tenemos que discutir si le damos prioridad a la mitigación o a la adaptación cuando podemos hacer ambas a la vez y a menor costo de lo que muchos piensan? La respuesta radica en la más valiosa de las materias primas: el agua. Considerando el nivel de incertidumbre y confusión que existe en el ámbito del clima, ¿cuál es la mejor manera de que la comunidad ambiental ayude a los gobiernos a planificar su respuesta al cambio climático? Podemos demostrarles que los fenómenos relacionados con el clima que todos ellos temen –de los huracanes a las inundaciones; de la sequía al aumento del nivel del mar– todos tienen en común al agua. El agua conecta el sistema climático con nuestro ecosistema humano y debe ser el punto central del debate sobre la forma de abordar la crisis climática. Puesto que los impactos del clima en el agua son tan extensos, gran parte de la adaptación al cambio climático se traduce en la adaptación al agua. Se calcula que para el año 2025 casi la mitad de la población mundial vivirá en zonas sometidas al estrés por falta de agua. Pero si desde ahora se toman las medidas correctas para aplicar una gestión hídrica eficaz que mantenga el buen funcionamiento de las cuencas, será posible aumentar la capacidad de recuperación de las comunidades y de las economías. Los humedales y las cuencas saludables también pueden almacenar cantidades H significativas de carbono y por lo tanto son un aliado importante en la mitigación del cambio climático. Asegurar el abastecimiento de agua requiere un enfoque doble: aumentar la oferta y disminuir la demanda. Los enfoques más El agua conecta el sistema climático con nuestro ecosistema humano y debe ser el punto central del debate sobre la forma de abordar la crisis climática. eficaces apuntan a maximizar la infraestructura de la naturaleza como los humedales, las llanuras aluviales y los manglares y aplicar incentivos económicos para reducir el consumo doméstico, industrial y agrícola, y el desperdicio. Las naciones más prósperas pueden tratar de comprar su salida de los problemas hídricos. Pero las plantas de desalinización de alto consumo energético y los costosos conductos para redistribuir el agua dulce de un lado a otro del país no son la respuesta. Las soluciones deben encontrarse en las comunidades que viven a diario con la falta de agua. Sus vidas y sus sustentos dependen de la forma en que manejan sus recursos menguantes. Quienes llevan la peor parte del cambio climático deben tener derechos claramente definidos y fuertes incentivos para decidir cómo usar el agua responsablemente. Pero necesitan ayuda en la forma de un gobierno justo y efectivo y políticas que vinculen las lecciones globales con las necesidades locales. La toma de decisiones coordinada exige una comunicación a niveles múltiples y una plataforma para la negociación. Una de estas plataformas ya existe y puede constituir un modelo para los administradores de los recursos hídricos. El programa de colaboración de las Naciones Unidas para la Reducción de las emisiones derivadas de la deforestación y la degradación de los bosques en países en desarrollo (REDD) ayuda a las autoridades locales en el mundo en desarrollo a asegurar sus propios recursos naturales renovables (reforzando la adaptación local) y reducir paralelamente las emisiones (para la mitigación global). ¿No sería posible que una inversión estratégica y rentable similar funcione también para el agua? Ha llegado el momento de integrar las agendas de la adaptación y la mitigación. Un interés coordinado en el agua reducirá la vulnerabilidad de la gente y fortalecerá la capacidad de recuperación nacional en los tiempos inciertos que encaramos. La integración ya está ocurriendo. Empezó en Estambul hace unos meses en el V Foro Mundial del Agua y deberá consolidarse en Copenhague en diciembre. El Dr. Mark Smith dirige el Programa del Agua de UICN. www.iucn.org/water CONSERVACIÓN MUNDIAL • OCTUBRE 2009 21 IUCN_WC_SEPT_ES.qxd:IUCN 1.10.2009 15:37 Page 22 Mar de fondo ¿Por qué se está dejando de lado a la conservación marina en el debate internacional sobre el clima cuando los océanos pueden desempeñar un papel protagónico en la lucha contra el cambio climático? Conservación Mundial investiga. pesar de su enorme importancia para la regulación del clima y su sensibilidad ante los efectos del cambio climático, los océanos reciben poca atención en las políticas sobre el cambio climático. Al aumentar las pruebas de la escala y gravedad de los efectos, los conservacionistas marinos se esfuerzan por asegurar que las recomendaciones de base científica sean escuchadas en el escenario internacional del cambio climático. Los océanos son un importante sumidero de carbono que capta cantidades sustanciales de CO2 antropogénico y al almacenarlo durante cientos de años amortiguan la severidad de los cambios climáticos. Pero esta absorción continua altera drásticamente la composición química de los océanos y los hace más ácidos. La acidificación oceánica tiene efectos adversos para organismos que se calcifican como los arrecifes de coral y constituye una amenaza para ecosistemas enteros y para las personas que dependen de ellos. Otras repercusiones del cambio climático en el ambiente marino incluyen la elevación de la temperatura del agua que provoca el aumento del nivel del mar y fenómenos climáticos extremos más intensos, el blanqueamiento de los corales y la migración de especies. El derretimiento del hielo marino podría abrir nuevas rutas de navegación que aumentarían la dispersión de especies invasoras y darían acceso a nuevas zonas para la extracción de los recursos naturales. El cambio climático añade una presión adicional a las difíciles condiciones existentes en el ambiente marino como la pesca excesiva, la urbanización costera insostenible y la contaminación. El apremio entonces está en reforzar la capacidad de los ecosistemas marinos como los arrecifes de coral, los manglares y los lechos de zosteras y algas marinas para aclimatarse a las condiciones cambiantes ya que los ecosistemas saludables tienen más capacidad para ayudar a las personas a adaptarse al cambio climático. Aumentar su capacidad de recuperación es fundamental. Los arrecifes de coral proporcionan ingresos, alimentación y protección costera para millones de personas y sustentan industrias que mueven miles de millones de dólares como el turismo y la pesca. Pero se encuentran entre los ecosistemas más vulnerables del planeta y son los primeros en sentir los efectos del cambio climático; una quinta parte de ellos ya A 22 CONSERVACIÓN MUNDIAL • OCTUBRE 2009 ha sido destruida. Uno de los efectos más graves, el blanqueamiento provocado por la elevación de las temperaturas del agua, está extinguiendo a sistemas de arrecifes enteros. “Si entendemos y gestionamos mejor las presiones en los corales como las prácticas de pesca insostenibles y destructivas, o la urbanización costera no regulada, podremos mejorar sus posibilidades de supervivencia, aún cuando el cambio climático esté calentando los océanos,” manifiesta Tom Laughlin del Programa Marino de UICN. Una amenaza creciente para nuestros océanos es el afán del mundo por encontrar ‘parches’ tecnológicos rápidos para absorber o almacenar el carbono mediante la manipulación a gran escala del medio ambiente marino. El interés en la geoingeniería ha sido impulsado por varios anuncios de premios prestigiosos que fomentan el desarrollo de una tecnología viable para eliminar los gases de efecto invernadero de la atmósfera, y por el crecimiento del mercado de las compensaciones de carbono. Pero hay serias preocupaciones en la comunidad ambiental de que estas tecnologías se pongan en práctica sin conocer plenamente los riesgos que entrañan. Entre las preocupaciones está la fertilización oceánica que implica añadir sulfato de hierro a parcelas del océano para crear brotes de fitoplancton que absorben el CO2 atmosférico y se hunden en los fondos marinos. Sin embargo, aún se sabe muy poco sobre los efectos ambientales de la fertilización del océano y se teme que podría alterar la estructura y la función de los ecosistemas marinos. El resultado de los más recientes experimentos de fertilización con hierro ha minado las esperanzas sobre la capacidad de los océanos de secuestrar cantidades significativas de CO2. También está en duda la seguridad de almacenar el dióxido de CO2 capturado de plantas industriales y centrales eléctricas en viejos yacimientos petroleros bajo el lecho marino. Los conservacionistas están exhortando a tener sumo cuidado con las propuestas de geoingeniería marina; hay demasiadas incertidumbres y es necesario investigar mucho más antes de que se pueda afirmar que estos métodos son ecológicamente seguros. Manifiestan que el principal foco de interés debe seguir siendo la reducción de las emisiones. Las fuentes de energía renovable basadas en el océano, como la energía eólica, la de las olas o las mareas pueden ayudar a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, pero estas también presentan una nueva serie de problemas ecológicos. Las aves migratorias chocan con las turbinas de viento; el ruido de los generadores de energía eólica puede perturbar a las ballenas, los delfines y muchas otras especies; y la infraestructura energética puede destruir hábitats importantes. “Aún tenemos mucho que aprender sobre el medio ambiente marino y los posibles efectos dañinos del cambio climático en la biodiversidad”, dice Carl Gustaf Lundin, director del Programa Marino de UICN. “La escala y IUCN_WC_SEPT_ES.qxd:IUCN 1.10.2009 15:37 Page 23 CÓMO LLEGAR profundidad de los cambios que se están sintiendo en los océanos podrían superar de lejos la capacidad de adaptación de las especies. Más aún, solamente se ha estudiado la sensibilidad al cambio climático de unas cuantas especies y quedan muchas más por descubrir, de modo que es difícil predecir lo que puede deparar el futuro a la biodiversidad marina.” Los esfuerzos por generar una mayor representatividad de la conservación marina tienen en Dan Laffoley, vicepresidente para el área marina de la Comisión Mundial de Áreas Protegidas de UICN, su mejor exponente. Está frustrado porque los océanos solo tienen un papel marginal en los debates de la CMCC; el texto de negociación actual, que se espera sea aprobado en Copenhague en diciembre, no menciona a los océanos. Pero, manifiesta, la conservación marina poco a poco está concitando mayor atención fuera de las salas de negociación. “La comunidad marina debe poner de su parte para cuantificar los beneficios que proporcionan los océanos a fin de ser un socio plausible en los mecanismos de adaptación y mitigación que establezcan los gobiernos en Copenhague”, señala. El Dr. Laffoley opina que las Áreas Marinas Protegidas (AMP) deben estar en el primer plano del debate sobre el papel de los océanos en la adaptación y mitigación del cambio climático. “No es posible exagerar el rol de las AMP en la reducción del impacto de la pesca excesiva y otros factores de presión en el medio ambiente marino”, manifiesta. “Una red de AMP más sólida significaría que los océanos estarían en mejor posición para sobrevivir y prosperar a pesar de los efectos del calentamiento global.” No obstante la aparente desatención a las cuestiones de la conservación marina en el discurso global, ha habido algunos avances significativos. En mayo de este año, en la Conferencia Mundial de los Océanos de Manado, en Indonesia, tuvo lugar una sesión especial de alto nivel con objeto de dar mayor preponderancia a la cuestión de los océanos en la agenda de las conversaciones de las Naciones Unidas sobre el clima. La Declaración de los Océanos de Manado resaltó la necesidad de fortalecer la capacidad de recuperación de los océanos como estratega clave para hacer frente al cambio y la importancia de las áreas marinas protegidas para ayudar a las personas a adaptarse al cambio climático, reforzar la productividad de los océanos y proteger a la biodiversidad vulnerable. “UICN viene exhortando a los gobiernos a ampliar masivamente las acciones para establecer AMP a lo largo y ancho de los océanos como parte de la solución para los impactos del cambio climático. La Declaración debe dar un impulso importante a estos esfuerzos en las zonas costeras así como en las zonas más remotas de alta mar y los fondos marinos”, dice Laffoley. UICN considera que hay varias prioridades para los próximos meses. Entre ellas, aumentar la conciencia sobre el rol de los océanos en la regulación del clima y como sistema de apoyo vital. Es preciso investigar más para cuantificar los sumideros marinos de carbono y su posible inclusión en las estrategias de gestión del carbono. A pesar de que la acidificación de los océanos ya se está integrando lentamente a las discusiones en el marco de la CMCC, es necesario destacar sus ramificaciones y reforzar los llamamientos para una reducción significativa de las emisiones. Las medidas de adaptación al cambio climático deben incorporar planes de mejora de la gestión de los ecosistemas costeros, a fin de que puedan ayudar a las comunidades vulnerables a adaptarse a los impactos adversos del cambio climático. www.iucn.org/marine CONSERVACIÓN MUNDIAL • OCTUBRE 2009 23 IUCN_WC_SEPT_ES.qxd:IUCN 1.10.2009 15:37 Page 24 El cielo es el límite Los sistemas de áreas protegidas constituyen herramientas poderosas para luchar contra el cambio climático y aún queda por plasmar todo su potencial. Nigel Dudley y Trevor Sandwith presentan sus argumentos. as estrategias para combatir el cambio climático establecen la necesidad de detener la deforestación, usar los ecosistemas naturales para secuestrar el carbono y ayudar a la sociedad a adaptarse a las condiciones cambiantes. Las áreas protegidas pueden ayudar a lograr estos objetivos. El hecho de que el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático reconozca que las áreas protegidas pueden ayudar a vincular los esfuerzos de mitigación y adaptación, y que la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático L (CMNUCC) acepte los enfoques basados en el ecosistema, debería dar impulso a una mayor expansión de las áreas protegidas en el futuro. Las áreas protegidas en sus diversas formas –parques nacionales, reservas naturales, zonas silvestres y otras– pueden ayudar de dos maneras: mediante la mitigación del cambio climático gracias al secuestro del carbono por la materia orgánica, y la adaptación a los impactos del cambio climático al mantener en funcionamiento los ecosistemas y los servicios de los que dependen millones de personas. Según el Centro de Monitoreo de la Conservación Mundial del PNUMA (CMCM-PNUMA), las áreas protegidas ya almacenan más de 312 gigatoneladas de carbono, o 15% de las reservas mundiales de carbono. Esta cifra se habría subestimado si tenemos en cuenta lo que se va sabiendo del secuestro en ecosistemas marinos y de agua dulce. Las áreas protegidas tienen una importancia especial al evitar la pérdida de carbono que produciría la destrucción del hábitat. Las investigaciones de The Nature Conservancy concluyeron que el valor del carbono almacenado en áreas protegidas de Bolivia, Venezuela y México equivalía a entre 39 y 87 mil 24 CONSERVACIÓN MUNDIAL • OCTUBRE 2009 millones de dólares de ahorro en el costo de los daños a escala global. A medida que el cambio climático avanza, los ecosistemas naturales saludables pueden ayudar a amortiguar sus impactos en las sociedades humanas. El número y severidad de los desastres naturales ha ido en aumento, de unos 100 desastres por decenio en la década de 1940 a alrededor de 2 800 en la década de 1990, debido a que los fenómenos climáticos extremos son cada vez más frecuentes y la escasez de tierras está forzando a la gente a trasladarse a zonas propensas a desastres como las llanuras aluviales. El Banco Mundial calcula que cada dólar invertido en la reducción eficaz de desastres ahorra siete dólares en los costos que provocan. Los bosques de montaña, los arrecifes costeros, los manglares y otros ecosistemas protegidos resguardan a las comunidades humanas frente a fenómenos potencialmente desastrosos como las avalanchas, inundaciones y marejadas. Los sistemas agrícolas, la provisión de agua y los servicios de salud también se encuentran bajo presión. Las áreas protegidas ofrecen una serie de servicios como agua pura (un tercio de las 100 ciudades más grandes del mundo obtiene agua potable de zonas de bosques protegidos), material genético para la selección de cultivos a fin de hacer frente a las condiciones ambientales cambiantes, fármacos para enfermedades emergentes y zonas de reproducción para la pesquería marina y de agua dulce. Sin embargo, las áreas protegidas no son una panacea. Algunas siguen liberando carbono debido a la tala ilegal, el desbroce y los incendios mal manejados. El CMCMPNUMA estudió varias áreas protegidas tropicales y encontró que la pérdida de bosques era mucho menor que en otros lugares pero que aún así era significativa, representando quizás hasta el 3% de las emisiones provocadas por la deforestación tropical. Las propias áreas protegidas afrontan nuevas presiones debido al cambio climático y existe el riesgo de que al disminuir su calidad se pierdan las soluciones que ofrecen. Los administradores deben elaborar estrategias de conservación adicionales como fortalecer la conectividad, ofrecer rutas para que las especies se desplacen a medida que el clima va cambiando, abordar los fenómenos climáticos extremos y mantener la integridad ecológica. Uno de los grandes retos será la gestión frente a una mayor incertidumbre, por ejemplo al abordar la invasión de especies exóticas y la mayor frecuencia de incendios. Muchas respuestas de gestión requieren nuevas competencias y herramientas. En un planeta abarrotado, cualquier expansión de la protección necesita salvaguardias sociales y la participación de más actores en la toma de decisiones que en el pasado. Los sistemas de áreas protegidas que reconocen e involucran a las comunidades locales, los pueblos indígenas, el sector privado y otros gestores de la conservación en un mosaico de acciones de conservación tienen mayores probabilidades de aumentar la capacidad de recuperación de los ecosistemas y las personas en un mundo cambiante. Hacer frente a los desafíos exigirá una coordinación cuidadosa, en particular, la CMNUCC y el Convenio sobre la Diversidad Biológica (CDB) deben trabajar en estrecha colaboración para maximizar las oportunidades que brindan las áreas protegidas. Las reuniones clave del CMNUCC en 2009 y el CDB en 2010 constituyen un potencial para el acuerdo. UICN tiene un papel fundamental en asegurar que todo el potencial de las áreas protegidas se llegue a materializar. PACT 2020 (Protected Areas and Climate Turnaround) es una iniciativa clave coordinada por UICN en todo el ámbito de su secretaría, regiones y comisiones. Se propone aumentar la conciencia y comprensión del rol de las áreas protegidas en la mitigación y adaptación al cambio climático; velar por que los sistemas de áreas protegidas desempeñen un papel adecuado en las respuestas nacionales y regionales; y ofrecer las herramientas y la orientación necesarias. La publicación oficial que se está preparando para la Cumbre sobre Áreas Protegidas y Cambio Climático que tendrá lugar en España en noviembre de 2009, enviará un enérgico mensaje a la conferencia de Copenhague en diciembre. Nigel Dudley es consultor indepen-diente y se desempeña como Vicepresidente de Desarrollo de la Capacidad en la Comisión Mundial de Áreas Protegidas (CMAP) de UICN; nigel@equilibriumresearch.com. Trevor Sandwith es Director de Políticas de Biodiversidad y Áreas Protegidas en The Nature Conservancy y Presidente Adjunto de la CMAP; tsandwith@tnc.org. IUCN_WC_SEPT_ES.qxd:IUCN 1.10.2009 15:37 Page 25 CÓMO LLEGAR El eslabón perdido La gestión de los ecosistemas cumple un papel importante en los esfuerzos por reducir el riesgo de desastres a medida que el cambio climático aumenta el número y la intensidad de los fenómenos extremos alrededor del globo. urante años, las comunidades dedicadas a la gestión del riesgo de desastres, el desarrollo, el medio ambiente y el cambio climático han trabajado de forma aislada. Ahora se reconoce ampliamente que comparten los mismos objetivos: desarrollo sostenible, bienestar humano y seguridad humana. Los ecosistemas saludables son cruciales para el logro de estos tres objetivos. La frecuencia y la intensidad de los fenómenos relacionados con el clima como tormentas, inundaciones, incendios y sequías van en aumento. Estos fenómenos no constituyen en sí mismos desastres; es la combinación de comunidades vulnerables y mal preparadas expuestas a los peligros naturales lo que da lugar a los desastres. Las comunidades pobres se ven afectadas de manera desproporcionada, entorpeciendo seriamente el desarrollo económico mientras que el cambio climático acelera la degradación de los ecosistemas que a su vez desencadena más desastres. El Informe de evaluación global sobre la reducción del riesgo de desastres. Riesgo y pobreza en un clima cambiante, publicado este año por Naciones Unidas, proporciona pruebas contundentes sobre al creciente riesgo de desastres en todo el mundo y muestra cómo el cambio climático exacerba las causas subyacentes de este riesgo. Los principales factores incluyen la pobreza y los medios de vida rural vulnerables que dependen de los recursos naturales, el mal gobierno, y la degradación ambiental que reduce la capacidad de los ecosistemas para apoyar y proteger a las personas. Tres cuartas partes de los pobres del mundo viven en zonas rurales y dependen en gran medida de los recursos naturales para su sustento. Grandes poblaciones viven en zonas vulnerables como las llanuras aluviales, zonas costeras expuestas o laderas pronunciadas y en asentamientos urbanos mal construidos, y los números siguen creciendo. Entre julio de 2008 y junio de 2009, un total de 314 desastres provocados por percances naturales afectaron a más de 41 millones de personas, causando la muerte de más de 13 000 y acarreando daños económicos por más de US$53 000 millones. El año pasado, en Haití, los sucesivos huracanes y tormentas afectaron a más de 800 000 personas y provocaron pérdidas estimadas en US$900 millones, el 15% del PBI del país. La degradación ambiental es indiscutiblemente un factor que pone en riesgo las vidas, los sustentos y los ingresos. Pero los desastres son oportunidades para el cambio. Se está dando un cambio gradual D del enfoque, de la reacción a la prevención, y la gestión de ecosistemas sostenibles está ocupando un lugar más prominente. Bosques, humedales y manglares costeros intactos son esenciales para la provisión de alimentos y el sustento de las poblaciones locales, ayudando a mejorar su capacidad de resistencia frente a choques externos. Además, amortiguan los fenómenos climáticos extremos mediante la estabilización de las laderas, la disminución de las inundaciones y la protección de las costas, con ciertas limitaciones que dependen de la intensidad de las tormentas. Estos amortigua- nuestra capacidad para resistir fenómenos extremos. Necesitamos urgentemente acelerar la inversión en acciones a escala nacional y local, y asegurar una coordinación más eficaz con las intervenciones de adaptación al cambio climático”, señala Margareta Wahlström, representante especial del Secretario General de las Naciones Unidas para la aplicación del Marco de Acción de Hyogo (HFA). Ella dirige la secretaría de la Estrategia Internacional de las Naciones Unidas para la Reducción de Desastres (ISDR) que, con el HFA a la cabeza, trabaja con organismos de las Naciones Unidas, dores naturales pueden ser menos costosos, más fáciles de mantener a largo plazo y más eficaces que obras de ingeniería como diques o muros de concreto. Esto se comprobó categóricamente en 2005 con el Huracán Katrina, cuando el sistema de diques no protegió a la ciudad de Nueva Orleáns. Como consecuencia de ello, se están destruyendo las presas y restaurando los humedales a lo largo de la cuenca del Misisipi. Hace mucho tiempo que Suiza reconoció el valor de los ‘bosques de protección’ para reducir los daños producidos por avalanchas y desprendimientos de tierras, y los suelos arbolados son ahora parte esencial del plan de prevención de desastres del país. Otros países están siguiendo esta tendencia poco a poco. En Indonesia, el plan nacional de acción para la reducción del riesgo de desastres incluye una serie de medidas para fomentar la gestión de ecosistemas sostenibles. “Nuestra capacidad de adaptación al cambio climático se puede medir por nuestra capacidad para evitar las consecuencias humanitarias asociadas con fenómenos climáticos extremos y los riesgos conexos. Contamos con las herramientas para reducir el riesgo de desastre y ellas incluyen la gestión de ecosistemas sostenibles. Al degradar nuestros ecosistemas perdemos nuestros sistemas de soporte vital y gobiernos y ONG para reforzar la capacidad de recuperación de las naciones y las comunidades frente a los desastres. Si bien la cooperación internacional va en aumento, el verdadero cambio lo están impulsando las personas que experimentan los desastres o que tienen que vivir bajo su amenaza. En la práctica, la reducción de los riesgos de desastre, la adaptación al cambio climático y la gestión de los ecosistemas forman una unidad con los objetivos básicos de asegurar el sustento y el bienestar del hombre. Las intervenciones más exitosas deben usar una combinación de planteamientos y lograr que las comunidades locales participen como partes interesadas y gestores de la tierra. Asimismo, es necesario realizar mayores esfuerzos para mejorar la comunicación y la coordinación entre las distintas comunidades. A pesar de algunos avances en este sentido, aún no se comprende bien el rol de los ecosistemas en la reducción del riesgo, por lo que el desafío para la comunidad de la conservación consiste en aumentar los datos concretos y los ejemplos que demuestran su verdadero valor para mejorar la vida de las personas. Por lo tanto, queda en manos de las instancias decisorias aplicar políticas de reducción del riesgo de desastres que sean sostenibles desde el punto de vista ecológico, económico y social. CONSERVACIÓN MUNDIAL • OCTUBRE 2009 25 IUCN_WC_SEPT_ES.qxd:IUCN 1.10.2009 15:37 Page 26 Montañas que se derriten Nick Hunt explora lo que el cambio climático puede deparar a una región ya asolada por los conflictos. IUCN_WC_SEPT_ES.qxd:IUCN 1.10.2009 15:37 Page 27 PERSPECTIVA l nombre Cachemira conjura invariablemente dos imágenes muy diferentes. La primera es la de un paraíso verde enclavado en el Himalaya, famoso por sus manzanas, albaricoques, azafrán y las casas flotantes Raj-era que se mecen apaciblemente en el lago Dal de Srinagar. La segunda es la de un infierno devastado por las guerras, dividido entre India y Pakistán, fuente de antipatías y conflictos sin fin entre los dos estados provistos de armas nucleares. En la actualidad, una tercera imagen se abre paso, la de una región que muy pronto sentirá el impacto frontal del cambio climático que tendrá enormes repercusiones para la población y su medio ambiente. Los glaciares que riegan el valle de Cachemira, al igual que los glaciares a lo largo y ancho de la cordillera del Himalaya, se están derritiendo a una velocidad sin precedentes. Las montañas del Himalaya contienen el mayor depósito de agua dulce fuera de los casquetes polares, alimentando ríos de los que dependen cerca de dos mil millones de personas. No obstante, a pesar de la enormidad de la amenaza, o quizás debido a que sencillamente es demasiado abrumadora, los gobiernos de los países del Asia Meridional están haciendo muy poco en el ámbito de la mitigación. En el caso de Cachemira, plagada de E Las montañas del Himalaya contienen el mayor depósito de agua dulce fuera de los casquetes polares, alimentando ríos de los que dependen cerca de dos mil millones de personas. conflictos, esta falta de preparación es particularmente pronunciada. Hasta hace muy poco, la inestabilidad política de la región impidió a los científicos seguir de cerca el retroceso de los glaciares, lo que resulta esencial para formular una respuesta al cambio ambiental en el futuro. “Hay una escasez de información en la India”, señala el Profesor Syed Hasnain del Instituto de Energía y Recursos (TERI). “No contamos con datos sobre la temperatura, humedad, precipitaciones, gases de efecto invernadero o la ‘nube marrón asiática’ [la densa capa de humo y niebla que se desplaza por el sur de Asia y que podría ser un factor de la elevación de las temperaturas]. Varios modelos sugieren que esto genera calor, pero debemos establecer un vínculo científico.” En agosto de 2008 fui con Hasnain a visitar el glaciar Kolahoi, situado a unos cuantos kilómetros de la Línea de Control que separa la Cachemira controlada por la India de la controlada por Pakistán. El propósito de la expedición fue evaluar la idoneidad del glaciar para su inclusión en un índice de glaciares de referencia que se extienden por el Himalaya de este a oeste, parte de una tentativa que debió haberse dado mucho antes para observar el ritmo de deterioro en la cordillera. Luego de dos días a pie por un difícil terreno montañoso, lo que descubrimos fue aún más sombrío de lo esperado. La zona de acumulación del glaciar, donde la nieve se compacta para formar hielo nuevo, parece haberse convertido casi íntegramente en zona de ablación, lo que La principal preocupación es la formación de grandes lagos inestables de agua derretida que pueden desbordarse súbitamente y asolar las poblaciones que se encuentran aguas abajo. significaría que ha entrado en un estado de derretimiento irreversible. Según los habitantes de la aldea cercana de Aru, en 1985 el extremo más bajo del glaciar se adentraba casi un kilómetro más por el valle. “Esa es la principal fuente de agua para Cachemira”, manifiesta el Dr. Ghulam Jeelani de la Universidad de Cachemira, que nos acompañó en la expedición. “Si glaciares como el Kolahoi desaparecen, Cachemira podría pasar de ser una zona rica en agua a una que sufra de estrés por falta de agua.” De continuar el actual ritmo de deterioro, Jeelani opina que este glaciar en particular podría desaparecer en apenas diez años. El Kolahoi en sí podría estar condenado, pero al estudiar su deterioro TERI obtendrá información sumamente necesaria acerca de por qué se están derritiendo los glaciares, y lo que se puede hacer para contrarrestar los efectos. Aunque este caso corresponde a un patrón general de retroceso de glaciares en todo el Himalaya, la glaciología es un asunto complicado, y se deben tomar en cuenta muchos factores climáticos locales antes de poder predecir con exactitud los impactos futuros en el medio ambiente. Por el momento, solo podemos conjeturar lo que le deparará el futuro a Cachemira, basados en contextos en otras partes del Himalaya. La principal preocupación es la formación de grandes lagos inestables de agua derretida que pueden desbordarse súbitamente y asolar las poblaciones que se encuentran aguas abajo. Estas inundaciones repentinas de lagos glaciales han ocurrido con frecuencia en Bután y Nepal. Hasnain estima que inicialmente algunos ríos de la India podrían aumentar su caudal hasta en 30%, provocando inundaciones generalizadas, seguidas de una severa escasez de agua a medida que desaparecen los glaciares que los alimentan. Esto tendría un enorme impacto en los sistemas hídricos de Cachemira, y el costo humano sería inmenso si desaparecieran los fértiles campos y huertas del valle. En cuanto a la geopolítica, es imposible decir de qué modo el cambio climático podría afectar el conflicto de difícil solución en la región, pero expertos como Dirk Messner del Instituto Alemán de Desarrollo han señalado que Asia Meridional es una zona de graves conflictos potenciales, conforme los actores locales y nacionales compiten por los recursos hídricos menguantes. “En la India, la glaciología no ha recibido la atención que merece”, dijo el director de TERI R.K. Pachauri, quien también preside el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), en una cumbre celebrada en Delhi en 2008. “Hemos estado haciendo caso omiso de ella, por nuestra cuenta y riesgo. Ahora, las medidas de adaptación son cruciales.” Quizás sea demasiado tarde para el Kolahoi, pero si la expedición de TERI abre los ojos de los gobiernos y les transmite la debida sensación de urgencia, podría ser posible mitigar trastornos catastróficos potenciales. Las autoridades de India y Pakistán deben hacer a un lado la política y reaccionar ante el desastre que amenaza el ambiente que comparten. Si el cambio climático despoja a Cachemira de su paraíso, y la escasez de agua golpea a este territorio que ya está profundamente aquejado de problemas y dividido, podría hacer que los disturbios del pasado se vean como un juego de niños. Nick Hunt es escritor y periodista independiente basado en Londres. www.nickhuntscrutiny.wordpress.com CONSERVACIÓN MUNDIAL • OCTUBRE 2009 27 IUCN_WC_SEPT_ES.qxd:IUCN 1.10.2009 15:37 Page 28 Aguas turbulentas Conservación Mundial da una mirada al modo en que el cambio climático está afectando al sector energético y por qué los productores de energía deben prestar más atención a la gestión de los recursos naturales. s cierto que por lo general no valoramos algo hasta que lo perdemos. Pero, ¿cómo es posible que descuidemos algo tan fundamental como el agua? Dado que el cambio climático está ocasionando la rápida disminución del abastecimiento de agua dulce e intensificando la competencia entre los usuarios, todos los sectores de la sociedad deben prestar atención a la gestión sostenible de los recursos naturales. Y esto incluye a las empresas energéticas. La seguridad energética a propósito de la generación y la distribución depende de ecosistemas saludables. Lagos, ríos, pantanos y tierras costeras proporcionan una gran variedad de servicios que apoyan la producción de energía. El caudal natural de los ríos es vital para la producción de energía hidroeléctrica, el enfriamiento termoeléctrico, la extracción y refinación del petróleo y, cada vez más la producción de biocombustibles. Otros servicios que brinda la naturaleza como la regulación del clima, la protección de las costas y el control de las inundaciones también son importantes para el sector energético, al proteger infraestructuras como las centrales eléctricas, los oleoductos y los cables de electricidad. “La toma de decisiones sobre el uso del agua no toma en cuenta ni valora debidamente estos servicios del ecosistema”, señala Nadine McCormick de la Iniciativa de UICN sobre Energía, Ecosistemas y Modos de Vida. “Pero las empresas energéticas están empezando a darse cuenta de su vulnerabilidad frente el cambio climático. Con el aumento de la extracción no convencional de petróleo y de alternativas renovables como la energía hidroeléctrica y los biocombustibles, cada unidad de energía implica un uso cada vez más intensivo del agua. Mientras tanto, muchos países ya experimentan una severa escasez hídrica.” El cambio climático aumenta el riesgo de interrupciones en la generación de energía y de una caída en la producción. Los cambios en el régimen de precipitaciones afectan la tasa de crecimiento de los cultivos usados para los biocombustibles y causan fluctuaciones en la energía hidroeléctrica. La eficiencia de la generación hidroeléctrica también puede verse reducida por el atarquinamiento de las represas a raíz del aumento de las escorrentías de las tierras desforestadas y por otras prácticas deficientes en el uso de la tierra. Los problemas también surgen cuando la producción energética altera las condiciones locales y contraviene la normativa ambiental. E 28 CONSERVACIÓN MUNDIAL • OCTUBRE 2009 Électricité de France (EDF) estuvo a punto de desconectar una de sus centrales nucleares del río Ródano cuando la temperatura del agua descargada por el sistema de refrigeración del reactor excedió los 25ºC, el máximo permitido bajo la legislación ambiental francesa. En Canadá, se han impuesto restricciones sobre la cantidad de agua que las personas dedicadas a la explotación de las arenas alquitranadas pueden extraer del río Athabasca. En Estados Unidos, varias comunidades han suspendido el desarrollo de plantas de etanol debido a su alto consumo hídrico en zonas donde los acuíferos ya están amenazados. Y en el humedal IUCN_WC_SEPT_ES.qxd:IUCN 1.10.2009 15:37 Page 29 PERSPECTIVA Tana de Kenya, se ha paralizado el desarrollo de bioetanol debido a la preocupación por la extracción insostenible del agua, que afecta la vida silvestre y los medios de sustento. La comunidad ambiental está exhortando a las empresas energéticas a que se consideren parte del ‘panorama global’ y desempeñen un La seguridad energética a propósito de la generación y la distribución depende de ecosistemas saludables. papel activo en la gestión integrada de los recursos hídricos. Joppe Cramwinckel, director de Desarrollo Sostenible de Shell International indica que su empresa reconoce la relación intrincada entre energía, agua y cambo climático. “El aumento de la demanda mundial de energía está ejerciendo una presión aún mayor en los ecosistemas y recursos hídricos del planeta. El desafío consiste en generar los datos y las herramientas de análisis para manejar estos riesgos y tomar decisiones estratégicas más inteligentes. Por ejemplo, los humedales y las turberas secuestran cantidades considerables de CO2 y actúan como esponjas que almacenan el agua, pero tenemos que cuantificar estos servicios e incorporarlos en la toma de decisiones.” Manifiesta que Shell está fortaleciendo su capacidad interna para evaluar los riesgos que presenta el cambio climático para las oportunidades de inversión y ha analizado cuestiones como las condiciones futuras del hielo en el Ártico, el riesgo de futuros ciclones tropicales en Omán y el futuro nivel del agua del Mar Caspio. Nigel Jollands, jefe de la Unidad de Eficiencia Energética de la Agencia Internacional de la Energía (AIE) dice que la eficiencia energética es una de las formas más económicas de reducir el impacto ambiental de la oferta y la demanda de energía. “La AIE está exhortando a todos los países a optimizar sus actividades para promover la eficiencia energética. Y para ayudar a los países en esta tarea, la AIE ha señalado 25 medidas prioritarias de política. Lo que se necesita es la aplicación urgente de estas medidas en todo el mundo.” Se avecinan tiempos difíciles a menos que se reconozcan y valoren las múltiples exigencias impuestas en los recursos naturales. Esto incluye el aumento de las necesidades de agua del sector energético, así como los requerimientos ecológicos necesarios para mantener la sostenibilidad general del sistema hídrico. Las soluciones innovadoras de las empresas energéticas basadas en las lecciones de la naturaleza pueden ayudar a asegurar que dejemos suficiente agua en el pozo para uso de las generaciones futuras. El Consejo Empresarial Mundial para el Desarrollo Sostenible ha elaborado el informe Water, Energy and Climate Change: A contribution from the business community con recomendaciones de política presentadas por las empresas para los negociadores y responsables de la toma de decisiones sobre el clima. www.wbcsd.org CONSERVACIÓN MUNDIAL • OCTUBRE 2009 29 IUCN_WC_SEPT_ES.qxd:IUCN 1.10.2009 15:37 Page 30 Sobre el terreno Comunidades de todo el mundo están atacando frontalmente el problema del clima utilizando recursos naturales para adaptarse a las condiciones cambiantes. A continuación, algunos ejemplos. LOS TERRITORIOS PALESTINOS FORTALEZA EN LA DIVERSIDAD La agricultura en los territorios palestinos es muy importante desde el punto de vista económico, social y cultural. Frente a las condiciones climáticas cambiantes, la gente está adoptando nuevos métodos de cultivo para tratar de asegurar su provisión de alimentos y su sustento. “El cultivo de productos agrícolas para el consumo humano y de animales de campo ya es una actividad marginal plagada de problemas. La mayoría de las variedades locales tradicionales han sido reemplazadas por nuevas variedades que no son apropiadas para condiciones de sequía y muchos campesinos han tenido malas cosechas año tras año”, señala Buthayna Mezyed de la oficina de UICN para Asia Occidental. “Estos agricultores están trabajando ahora con instituciones de investigación para conservar las variedad locales que quedan, desarrollar nuevas cepas resistentes a la sequía y mejorar sus sistemas de manejo agrícola de acuerdo a las condiciones cambiantes.” La estación pluvial llega dos meses más tarde que lo acostumbrado, de modo que los agricultores están retrasando la siembra para asegurar una cosecha plena. Otro método que se está usando es sembrar los mismos cultivos en distintos lugares y en distintos momentos para garantizar una mayor disponibilidad a lo largo del año. TANZANIA UN ENFOQUE CON SENTIDO COMÚN En la cuenca del Pangani en Tanzania, el cambio climático está empeorando la escasez de agua. Para adaptarse, las autoridades convocan a representantes de usuarios del agua que compiten entre sí –agricultores, hidroeléctricas, pescadores, residentes y ecosistemas por igual– para ayudar a decidir de qué forma se asignará el agua. Combinando la percepción local de quién necesita qué, cuándo y dónde, con datos científicos sobre cuánta agua está disponible ahora y podría estar disponible en situaciones hipotéticas provocadas por el cambio climático, los colaboradores están aplicando un enfoque nuevo y flexible para la toma de decisiones. Están aprendiendo a asignar el agua dentro de los límites del caudal del río, inclusive a los ecosistemas de la cuenca que almacenan agua, regulan el caudal y apoyan los medios de vida. Una mejor gestión del agua reducirá la presión en los ecosistemas y empezará a hacer que las comunidades y la economía en el Pangani sean menos vulnerables al cambio climático. HONDURAS ANTIGUOS MÉTODOS DEMUESTRAN SU SUPERIORIDAD En aldeas remotas del sudeste accidentado de Honduras, los agricultores locales conocen un viejo truco para proteger sus cultivos de los huracanes. Miles de agricultores han vuelto a adoptar técnicas tradicionales de cultivo, basadas en el ecosistema, que han mejorado de modo significativo sus medios de vida y han reducido los impactos de los desastres naturales. Los cultivos se siembran bajo árboles autóctonos dispersos cuyas raíces anclan los suelos. La vegetación se poda para reducir al mínimo la competencia, proveer nutrientes al terreno y conservar el agua del suelo, mientras que el cultivo en terrazas reduce la erosión del suelo. Estos 30 CONSERVACIÓN MUNDIAL • OCTUBRE 2009 métodos han demostrado ser altamente resistentes a fenómenos climáticos extremos como sequías y lluvias intensas durante los fenómenos de El Niño y La Niña. Cuando el huracán Mitch pasó casi directamente por las aldeas en 1998 hubo muy poca destrucción en la región, mientras que en otras partes los suelos y rocas erosionados se estrellaron contra las casas y los caminos. NIGERIA DE LA CRISIS AL CAMBIO El Río Komadugu Yobe, parte de la cuenca del Lago Chad en el norte de Nigeria se caracteriza por precipitaciones esporádicas y sequías frecuentes. Los habitantes de esta zona son pobres y la población se ha duplicado en tres décadas. Al mismo tiempo, el caudal del Komadugu Yobe ha disminuido en más de un tercio debido a la construcción de presas, la extracción del agua para la irrigación y el cambio climático. El propio río está sumamente degradado, al igual que los servicios de los ecosistemas de humedales de los que dependen las comunidades. Los medios de vida han sido devastados lo cual ha dado lugar al surgimiento de conflictos. Pero la crisis ha llevado al cambio. Los gobiernos y las partes interesadas locales, incluidos los operadores de las presas y las comunidades que se dedican a la agricultura, la pesca o el pastoreo, han convenido en un nuevo plan de gestión para reconstruir la infraestructura natural que sustenta los medios de vida y las necesidades de desarrollo de la región. “La adquisición de competencias por parte de las comunidades para afrontar un futuro incierto está fortaleciendo la capacidad de resistencia”, manifiesta James Dalton del Programa de Agua de UICN. “Al reconstruir los ecosistemas, están asegurando los activos necesarios para lograr que sus medios de vida sean menos vulnerables al cambio climático.” GUATEMALA Y MÉXICO ACCIÓN EN LAS ALTURAS En las elevadas cuencas de los ríos Coatán y Suchiate, que se extienden a ambos lados de la frontera entre Guatemala y México, la degradación ambiental y el cambio climático están aumentando el riesgo de riadas devastadoras causadas por tormentas tropicales y huracanes. La densidad demográfica es alta y la degradación ambiental ha limitado las opciones de sustento de las poblaciones. En 2005, la tormenta tropical Stan provocó inundaciones y avalanchas de lodo que, según los cálculos, causaron 2 000 muertes y daños por cerca de US$40 millones. El desastre impulsó a las comunidades a actuar. Con el apoyo de la Iniciativa Agua y Naturaleza de UICN y de otras entidades, se organizaron en ‘consejos de microcuencas’ para coordinar la gestión de las cuencas entre grupos de aldeas. La población ha adquirido mayor conciencia de los efectos de una gestión ambiental no sostenible. Han identificado las diferentes demandas de agua y han definido las prioridades para gestionar y restaurar aquellas cuencas que satisfagan sus necesidades de desarrollo. Los sistemas de cultivo se han diversificado e incluyen el sistema de terrazas en las pendientes degradadas, y se está llevando a cabo la reforestación con la introducción de la agrosilvicultura. La delegación de autonomía en las instituciones de la comunidad está logrando que estas cuencas sean más seguras y que se reduzca la vulnerabilidad de los medios de vida frente al cambio climático. IUCN_WC_SEPT_ES.qxd:IUCN 1.10.2009 15:37 Page 31 PERSPECTIVA El desafío de la India Leena Srivastava opina que la India no debería tener que sacrificar su crecimiento económico en consideración a compromisos ‘injustos’ de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero que exigen los países industrializados. ecientemente, la India ha estado expuesta a tremendas presiones para que se comprometa a reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero. Básicamente, los argumentos son dos: primero, que es probable que las emisiones del país aumenten de modo sustancial en el futuro, contrarrestando así cualquier beneficio (hasta el momento invisible) que puedan producir las acciones del mundo desarrollado para mitigar las emisiones. El segundo argumento se centra esencialmente en las desventajas competitivas que el sector industrial del mundo desarrollado podría afrontar si países en desarrollo claves como la India no asumen metas para la reducción de las emisiones. Ambos argumentos son deficientes. Al cambiar el centro de atención al futuro, los países del Anexo 1 (industrializados) están esquivando sus responsabilidades históricas y se están rehusando a que se les exija rendir cuentas por el daño que ya han causado al sistema climático del planeta. La incertidumbre del futuro es categóricamente evidente en la crisis financiera imprevisible que afecta al mundo. Lo que debemos desarrollar es un mecanismo que asigne responsabilidades históricas de manera dinámica, integrada mientras duren los gases de efecto invernadero, y ponderada de acuerdo a sus poblaciones. Entonces, los países se verían obligados a asumir compromisos que sean proporcionales a su responsabilidad histórica –como se acaba de definir– en la contribución al problema del cambio climático. Este mecanismo sería justo y equitativo y dejaría el espacio necesario para que países como la India se desarrollen de manera responsable. El argumento de las desventajas competitivas que sufriría el sector industrial en los R países del Anexo 1 es insostenible ya que la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático responsabiliza a los países (y no a los sectores) y espera que los países que se han beneficiado a expensas del sistema climático paguen los costos de abordar el problema creado, que es la filosofía detrás del principio de ‘quien contamina paga’. Como tal, los países del Anexo 1 no podrían haber esperado realistamente que las acciones correctivas sean gratuitas. ¡Ni tampoco pueden pretender que los países que no crearon el problema sean altruistas y ayuden ahora a igualar las condiciones para todos cuando antes no era así! Es la justicia poética del tiempo la que está abriendo una pequeña ventana de oportunidad para que los países menos desarrollados impulsen su crecimiento; y esta oportunidad no puede ser obstaculizada al tener, una vez más, que cargar con la responsabilidad de los ricos. Es evidente que la India ha venido experimentando una acelerada tasa de crecimiento. Pero en esta historia de crecimiento el mundo tiende a olvidar que la experiencia es aún reciente y que la base sobre la que se mide el crecimiento es reducida. Actualmente, el ingreso per cápita de la India es de aproximadamente US$2 400 y se cree que no llegará a los US$5 000 ni siquiera para el 2020. Incluso su nivel de consumo de energía per cápita es apenas de 350 kgep (kilogramos equivalentes de petróleo) y aumentará a 800 kgep para 2020. Comparen esto con el promedio mundial de ingresos per cápita de US$8 755 en 2005 (US$30 000 para los países de la OCDE) y un promedio mundial de consumo de energía per cápita de 1 800 kgep (5 000 para los países de la OCDE) en 2005. Parte del aumento en el consumo de energía sería para incentivar el crecimiento anual de 8% al que apunta la India para este periodo, a pesar de las mejoras en la eficiencia que son inevitables. Otra parte del aumento correspondería a la incorporación a la cadena de suministro de los millones de personas que actualmente están fuera de la red energética. Hoy, en la India hay cerca de 650 millones de personas que queman biomasa tradicional para cocinar y alrededor de 400 millones de personas que no tienen acceso a la electricidad en sus hogares ni en el trabajo. A pesar de los bajos niveles de consumo de energía en la India, sus actuales niveles bajos de acceso y desarrollo de infraestructura representan una gran oportunidad para asegurar el cambio hacia un camino de crecimiento bajo en carbono. Calculamos que aún no se ha creado alrededor del 80% de las necesidades de infraestructura del país hasta el año 2030. Los elementos clave incluyen la infraestructura para satisfacer las necesidades de transporte y para la generación de energía. En cuanto al transporte, el gobierno debe tomar una decisión difícil: fomentar el transporte público no solo afectaría el crecimiento industrial (a escala nacional y mundial) por su impacto en el sector automotor, sino que también aumentaría la carga financiera en sus escasos recursos presupuestarios que se requerirían para apoyar una infraestructura de transporte público más grande. En cuanto a satisfacer la demanda de servicios derivados de la electricidad, la India necesita adquirir rápidamente experiencia con tecnologías solares de gran escala para atender a las poblaciones urbanas, y con soluciones de generación distribuida de modo descentralizado a escala nacional. Un elemento crítico de apoyo a esta transformación sería el desarrollo y gestión de sistemas interconectados ‘inteligentes’. El desafío consiste, por supuesto, en cómo la India puede lograrlo manteniendo a la vez los costos lo suficientemente bajos para que los 400 millones de personas que no cuentan con conexiones de electricidad puedan acceder a los sistemas. ¡En lugar de sentirse amenazados por las oportunidades de crecimiento de la India, los países del Anexo 1 deberían participar con entusiasmo en su transición hacia un camino bajo en carbono! La Dra. Leena Srivastava es Directora Ejecutiva de TERI, el Instituto de Energía y Recursos de la India. www.teriin.org www.teriin.org CONSERVACIÓN MUNDIAL • OCTUBRE 2009 31 IUCN_WC_SEPT_ES.qxd:IUCN 1.10.2009 15:37 Page 32 El dilema Energía limpia no siempre significa energía ecológica y cuando los proyectos de energía renovable amenazan la biodiversidad, los ambientalistas se ven ante un dilema difícil. uchos países concentrados en reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero están mostrando enorme interés en la energía renovable. Pero los ambientalistas están preocupados porque la caracterización de las fuentes de energía bajas en carbono como ‘limpias’ está llevando a la ejecución de proyectos de energía renovable sin una evaluación completa de sus otros impactos ecológicos. Cualquiera que esté interesado en la sostenibilidad está dispuesto a apoyar la energía renovable; sin embargo, los conservacionistas saben que puede crear una serie de problemas nuevos para los ecosistemas y la biodiversidad. Ninguna fuente energética es totalmente ‘neutral para la biodiversidad’: la energía nuclear tiene problemas obvios de eliminación de residuos; la fabricación de celdas solares puede producir desechos peligrosos; la energía hidráulica altera los ecosistemas de agua dulce; y las aguas residuales de las centrales geotérmicas afectan la ecología acuática. Las líneas de transmisión, los caminos y las demás obras de infraestructura asociadas con todos los proyectos de energía ‘limpia’ pueden tener repercusiones de gran alcance en los ecosistemas. Los biocombustibles están siendo promovidos en muchos países. Lamentablemente, los defensores del biocombustible suelen subestimar las consecuencias ambientales y sociales de cultivos y métodos de procesamiento de biocombustibles insostenibles. “Los biocombustibles representan una amenaza para la biodiversidad. Muchos países están destruyendo hábitats naturales o ejerciendo presión en la biodiversidad para abrir camino a los cultivos para biocombustibles. Esto puede y debe ser limitado”, señala Jean-Christophe Vié del Programa de Especies de UICN. “No debemos aceptar la premisa de que el consumo mundial de energía aumentará. Gran parte de la energía que producimos en la actualidad se desperdicia, de modo que las prioridades son reducir nuestro consumo en la medida de lo posible y mejorar la eficiencia de la producción y distribución existentes.” La proliferación de parques eólicos en tierra y mar está causando serios problemas para los murciélagos y las aves. Las colisiones no son el único problema. Los murciélagos también pueden morir a causa de hemorragias internas provocadas por cambios en la presión del aire que rodea a las hélices de las turbinas. La creciente cantidad de murciélagos muertos encontrados debajo de las turbinas de viento M 32 CONSERVACIÓN MUNDIAL • OCTUBRE 2009 en los Estados Unidos y Europa ha motivado la preocupación de que la ubicación de estas estructuras no se estudia con suficiente rigurosidad, ya que algunos parques eólicos se han erigido a lo largo de las rutas de migración de murciélagos y aves. El Profesor Paul Racey, copresidente del Grupo de Especialistas en Murciélagos de UICN manifiesta que se ha avanzado bastante en la vigilancia y seguimiento, pero que los gobiernos y las empresas de energía no obran en consecuencia. “En muchos lugares, las autoridades están tan preocupadas con alcanzar sus metas de energía renovable que hacen caso omiso de los efectos para los murciélagos. Pero todo depende de la voluntad del país”, explica el Prof. Racey. “En Alemania por ejemplo, se cierran algunas turbinas de viento en determinados momentos para minimizar el impacto en las poblaciones de murciélagos.” Afortunadamente, señala, la cuestión es una prioridad emergente para algunas de las principales organizaciones ambientales. Él y sus colegas están trabajando en medidas de mitigación para alejar a los murciélagos de las zonas que rodean los parques. “Ciertamente enfrentamos un dilema y no hay una solución fácil”, dice el Prof. Racey, “pero tenemos que tratar de encontrarla convocando a los grupos conservacionistas, las empresas de energía y los organismos gubernamentales para que se sienten a la misma mesa. Hay señales de que el sector energético está más dispuesto a participar en el debate de lo que estaba hace 10 años.” El Dr. Scott Harrison se desempeña como Especialista Ambiental Principal en BC Hydro, uno de los principales proveedores de energía hidroeléctrica de Estados Unidos, y como Delegado de Enlace ante el Consejo Mundial Empresarial para el Desarrollo Sostenible (WBCSD) en el que BC Hydro copreside el Área de Interés de Ecosistemas. Él señala que BC Hydro y otras empresas del WBCSD reconocen que la biodiversidad apuntala la oferta de servicios de los ecosistemas y que todas las empresas interactúan con estos servicios y dependen de ellos. Aunque en la actualidad la sociedad ha centrado su interés en el carbono, vinculado con uno de los servicios de los ecosistemas: el secuestro natural del carbono por las plantas y el plancton, hay muchos otros servicios de los ecosistemas que requieren atención inmediata, añade. “La prioridad ambiental de BC Hydro es alcanzar el objetivo de largo plazo de impedir el aumento del impacto ambiental neto, de modo que la empresa tiene programas para alentar a los consumidores a conservar electricidad, y programas para medir y reducir los efectos ambientales en el aire, tierra y agua. La empresa trabaja con el WBCSD para aplicar la herramienta de análisis de los servicios del ecosistema y hacer que la valoración de los ecosistemas sea una parte integral de la planificación y toma de decisiones por parte de las empresas, los gobiernos y los consumidores.” Puesto que se espera que el consumo de energía se duplique para el año 2030, tanto la comunidad ambiental como la comunidad empresarial deben encontrar maneras de evaluar y manejar las compensaciones mutuas entre la energía y la biodiversidad. Los conservacionistas se apuran para reunir la información necesaria sobre los impactos y asegurarse de que se le considere en el proceso de toma de decisiones. El Dr. Harrison confía con optimismo en que el debate global sobre los gases de efecto invernadero llevará a una mayor conciencia sobre sus vínculos con la biodiversidad, los servicios de los ecosistemas y la sostenibilidad. “Cuando la sociedad repare en el valor de usar los recursos de modo sostenible, las personas podrán usar los mecanismos existentes, como la gestión adaptativa y la toma estructurada de decisiones para integrar el progreso social, el desarrollo económico y la capacidad de adaptación ecológica.” IUCN_WC_SEPT_ES.qxd:IUCN 1.10.2009 15:37 Page 33 PERSPECTIVA Más allá de Copenhague El Director General Adjunto de UICN, William Jackson, analiza lo que los próximos años le deparan a la comunidad de la conservación en cuanto al cambio climático. unque el mundo ha demorado en actuar con respecto al cambio climático, UICN y otras organizaciones conservacionistas conocen sus peligros desde hace mucho tiempo y han estado trabajando para reforzar la capacidad de recuperación de nuestros sistemas naturales. Finalmente, la situación está cambiando y a medida que el interés aumenta nuestro desafío consiste en velar por que las cuestiones de la biodiversidad se incorporen en todos los esfuerzos en favor de la mitigación del cambio climático y la adaptación a los impactos que ya no podremos evitar. Esperamos que los políticos hagan lo correcto en diciembre, que asuman los compromisos necesarios para reducir las emisiones y actuar de inmediato. Esperamos que consigan los medios y el financiamiento suficientes para la mitigación y la adaptación, en especial para los más pobres del mundo, y que adopten soluciones basadas en la naturaleza en el nuevo marco global. Pero debemos mirar más allá de Copenhague y considerar nuestras prioridades para la próxima década. Tenemos gran interés en ver cómo evolucionará el mecanismo REDD. ¿Se abordarán satisfactoriamente las cuestiones de la repartición de beneficios y los mecanismos de gobierno? ¿Formarán parte de un régimen del cambio climático post-2012? También analizaremos cómo se desarrolla la cuestión de la adaptación basada en el ecosistema (AbE), incluida en el texto de negociación para Copenhague. UICN continuará trabajando junto con sus socios en los temas de AbE y REDD, aportando a la política internacional las lecciones aprendidas en la práctica. Enfrentar el cambio climático no incumbe únicamente a la CMCC y a los Gobiernos Partes. Los vínculos entre el cambio climático y la biodiversidad exigen la acción de muchos otros acuerdos internacionales. El Convenio sobre la Diversidad Biológica (CDB), por ejemplo, debe abordar el papel de la biodiversidad en el secuestro del carbono y la adaptación al cambio climático, y en especial tiene el mandato de tratar la problemática de la conservación y el uso sostenible de la biodiversidad ante el cambio climático. Las convenciones sobre humedales y desertificación tratan sobre hábitats cuya gestión eficaz podría contribuir a la adaptación. La Conferencia de las Partes en el CDB que se realizará en Japón el próximo año será decisiva para asegurar que el nuevo plan estratégico del convenio responda cabalmente a los desafíos del cambio climático. A Considerando la limitación de recursos y tiempo, debemos generar una coordinación más efectiva entre estos instrumentos de política internacional para asegurar su aplicación plena. Queremos ver que los esfuerzos por revitalizar la economía global aprovechen la oportunidad de ‘descarbonizarla’ usando instrumentos financieros como los mercados de carbono que podrían ofrecer modelos para el pago por otros servicios del ecosistema. Y a medida que el mundo avance hacia fuentes de energía alternativa como los biocombustibles, estaremos ayudando a fijar normas para contrarrestar cualquier impacto negativo en la biodiversidad. El cambio climático abarca todas las áreas de trabajo de UICN en lo referente a políticas, trabajo de campo e investigación, con varias áreas de interés clave. Trabajaremos para integrar los enfoques basados en los derechos y el género en el mundo post-Kioto. Nuestros colegas del Programa Marino se centrarán en el papel de los océanos en el ciclo del carbono y en la adaptación y mitigación. El Programa del Agua está empeñado en conseguir que la gestión y la conservación del agua dulce ocupen un lugar central en la adaptación. Examinaremos el potencial de los sumideros de carbono como manglares, turberas y humedales en la mitigación. Las comunidades de áreas protegidas y especies trabajarán para conectar las áreas protegidas del mundo a fin de ayudar a las especies a adaptarse a las condiciones cambiantes y velar por que los ecosistemas continúen brindando servicios vitales. Nuestra lista de ‘pendientes’ puede ser enorme pero nos reconforta saber que ya no estamos solos trabajando en medio del desierto. Somos testigos de un nivel de cooperación sin precedentes entre distintos sectores y organizaciones y podemos percibir que el mundo finalmente está aunando fuerzas para trabajar por el objetivo primordial de un planeta saludable y sostenible. CONSERVACIÓN MUNDIAL • OCTUBRE 2009 33 IUCN_WC_SEPT_ES.qxd:IUCN 1.10.2009 15:37 Page 34 En pocas palabras Panorámica de algunos de los principales proyectos e iniciativas sobre el cambio climático en los que participan UICN, sus miembros y sus socios. El Grupo de trabajo marino sobre cambio climático y arrecifes de coral tiene el propósito de salvar las brechas entre la ciencia, la gestión y las políticas a fin de mejorar la capacidad de recuperación de los arrecifes de coral y de las sociedades que dependen de ellos. El año pasado, UICN y WWF lanzaron una Red global de adaptación de ecosistemas y medios de vida (ELAN). La red establecerá un vínculo entre la ciencia, la práctica y la política de la gestión de ecosistemas y ayudará a reforzar la capacidad de recuperación en los países en desarrollo. La Iniciativa de islas de UICN aborda la gestión integrada de los ecosistemas marino, costero y terrestre, para la conservación de la biodiversidad en las islas y el desarrollo sostenible de las comunidades que las habitan y que están en la línea de fuego del cambio climático. UICN también acoge a la Alianza Global para las Islas (GLISPA) que identifica a la adaptación basada en el ecosistema como una de sus prioridades para los próximos años. Los socios de UICN y GLISPA están apoyando a los países en el proceso de negociación de la CMCC y están examinando la implementación de actividades en el plano nacional. UICN, PNUD, PNUMA y la Organización de Mujeres para el Medio Ambiente y Desarrollo unieron fuerzas para crear la Alianza Mundial de Género y Cambio Climático. Su objetivo es velar por que las políticas, toma de decisiones e iniciativas sobre el cambio climático en el plano global, regional y nacional respondan a las necesidades específicas de las mujeres. En la región del Mediterráneo, los incendios y otros trastornos inducidos por el hombre se ven exacerbados por el cambio climático y requieren una respuesta de planificación que abarque todo el paisaje. UICN, WWF, FAO y muchos socios regionales acordaron en abril de 2008 una posición común: la Declaración de Atenas sobre la adaptación al cambio climático en la conservación de bosques mediterráneos y la gestión dirigida a incrementar la capacidad de recuperación frente a grandes trastornos. Un ejemplo de cómo se están aplicando las recomendaciones de la Declaración es el aporte de UICN a la revisión de la Estrategia Nacional sobre Incendios Forestales en el Líbano. 34 CONSERVACIÓN MUNDIAL • OCTUBRE 2009 Manglares para el futuro (MFF), es un proyecto de conservación de ecosistemas costeros para el desarrollo sostenible dirigido inicialmente a los países afectados por el tsunami en la región del Océano Índico, pero que también aborda la adaptación al cambio climático. El proyecto trabaja en la gestión de ecosistemas costeros como infraestructura natural para aumentar la capacidad de recuperación frente a los desastres naturales. UICN también trabaja con socios en el Pacífico para aplicar la Iniciativa manglares del Pacífico. UICN examina los vínculos entre la vulnerabilidad social y la de los ecosistemas y brinda orientación a las políticas para abordar la adaptación y mitigación del cambio climático desde la perspectiva de los derechos y la equidad. Entender la vulnerabilidad social es fundamental para ayudar a los pueblos indígenas y las comunidades locales a reforzar su resistencia ante los impactos del cambio climático. El apoyo a los pobres debe tomar como punto de partida el conocimiento y los medios de adaptación tradicionales y locales. Es importante asegurar que las comunidades tengan voz en el debate sobre el clima y las decisiones de políticas en todos los niveles. Se están llevando a cabo una serie de talleres regionales, como por ejemplo en el Norte de África y Asia, dirigidos a reforzar la capacidad del personal y miembros de UICN en relación al cambio climático. En ellos se examina la forma en que los países pueden influir en las negociaciones internacionales sobre el clima, presentar posiciones comunes y usar la gestión del ecosistema para adaptarse al cambio climático. La Iniciativa de agua y naturaleza de UICN trabaja para incorporar las consideraciones sobre el cambio climático a la gestión integrada de los recursos hídricos, y examina la función del almacenamiento en llanuras aluviales y la restauración de las cuencas altas en la adaptación. Se están usando procesos en los que participan actores múltiples para mejorar el gobierno de los recursos hídricos. Se han promovido varias alianzas regionales para coordinar las acciones sobre medio ambiente y reducción de desastres, entre ellas ‘Vulnerabilidad y capacidad de recuperación: Aprender lecciones e integrar a los ecosistemas en la evaluación y respuesta’. Este proyecto se propone mejorar la capacidad de UICN para evaluar y abordar los impactos del cambio climático y los desastres en las comunidades vulnerables. UICN dirige el proyecto Cambio climático y desarrollo en África Oriental que evalúa la vulnerabilidad de las comunidades locales ante los efectos del cambio climático e indaga sobre las opciones de medios de vida alternativos para aumentar la capacidad de recuperación, incluida la restauración del paisaje forestal y de las cuencas. Mediante su Iniciativa de energía, ecosistemas y medios de vida UICN apoya la transición a sistemas energéticos que son ecológicamente sostenibles, socialmente equitativos y económicamente eficientes a la vez que aprovechan plenamente las mejores tecnologías y políticas disponibles. UICN, el Instituto Internacional para el Desarrollo Sostenible (IISD), el Stockholm Environment Institute e Intercoopération han elaborado y están aplicando la Herramienta de identificación de riesgos a nivel comunitario – Adaptación y medios de vida (CRiSTAL), diseñada para ayudar a los planificadores y administradores de proyectos a integrar la adaptación al cambio climático en los proyectos comunitarios. La región del Mekong de Asia, compartida por Camboya, China, la RDP Lao, Tailandia y Vietnam, afronta graves problemas en la gestión del agua. Los Diálogos sobre el agua de la región de Mekong promueven la toma de decisiones transparente en la región permitiendo una mayor participación de las partes interesadas en la gestión de los recursos hídricos. En Bangladesh UICN ha impulsado una serie de materiales de comunicación que se proponen crear conciencia sobre el cambio climático entre los niños escolares. Han creado la Rana Bhai, personaje que actúa como embajador del cambio climático y que aparece en pegatinas, carteles y libros que promueven mensajes de adaptación al cambio climático. IUCN_WC_SEPT_ES.qxd:IUCN 1.10.2009 15:37 Page 35 PERSPECTIVA De la librería Selección de publicaciones de UICN relacionadas con el cambio climático. MANUAL DE CAPACITACIÓN EN GÉNERO Y CAMBIO CLIMÁTICO Editado por Lorena Aguilar Establecida en 2007 por UICN, PNUD, PNUMA y WEDO, la Alianza Mundial de Género y Cambio Climático (GGCA) tiene como objetivo asegurar que las políticas, la toma de decisiones y las iniciativas sobre el cambio climático a nivel global, regional y nacional incorporen consideraciones de género. La GGCA ha elaborado este manual de capacitación con el fin de mejorar la capacidad de los responsables de formular políticas y tomar decisiones de modo que los esfuerzos de mitigación y adaptación al cambio climático tengan en cuenta las cuestiones de género. ENVIRONMENTAL GUIDANCE NOTE FOR DISASTER RISK REDUCTION: HEALTHY ECOSYSTEMS FOR HUMAN SECURITY Editado por Karen Sudmeier-Rieux y Neville Ash Invertir en la gestión sostenible de ecosistemas puede ofrecer soluciones rentables para reducir la vulnerabilidad de las comunidades ante los desastres. Esta publicación brinda orientación sobre los beneficios de las estrategias para reducir el riesgo de desastres a nivel local y nacional, y la forma de integrar en ellas las consideraciones ambientales. ISBN 978-2-8317-1164-5, 2009 2009 ADAPTACIÓN AL CAMBIO GLOBAL: LOS BOSQUES MEDITERRÁNEOS RIGHTS-BASED APPROACHES: EXPLORING ISSUES AND OPPORTUNITIES FOR CONSERVATION Editado por Jessica Campese, Terry Sunderland, Thomas Greiber y Gonzalo Oviedo Los vínculos entre los derechos humanos, la biodiversidad y la conservación de los recursos naturales son numerosos y complejos. Los ‘enfoques basados en los derechos’ (EBD) relativos a la conservación son un camino a seguir prometedor pero también plantean muchas interrogantes. Esta publicación da una mirada general a las cuestiones clave en materia de EBD y revisa las políticas de las principales organizaciones internacionales relacionadas con derechos y justicia social. Adicionalmente, presenta casos prácticos y documentos de síntesis que describen los EBD en una variedad de contextos. ISBN 978-979-1412-89-6, 2009 Editado por Pedro Regato Este publicación trilingüe, en inglés, español y francés, presenta un panorama de las dificultades que plantea el cambio climático para la conservación y gestión de los bosques mediterráneos. Aborda cuestiones pertinentes como la vulnerabilidad de los bosques frente al cambio climático y respuestas pasadas al cambio climático que podrían servir de guía para las políticas y acciones futuras. ISBN 978-2-8317-1098-3, 2008 CAMBIO: ADAPTACIÓN DE LA GESTIÓN DE LOS RECURSOS HÍDRICOS AL CAMBIO CLIMÁTICO Editado por Ger Bergkamp, Brett Orlando e Ian Burton El cambio climático es una realidad que estará con nosotros a largo plazo. El desafío para los profesionales del agua es cómo tomar decisiones frente a esta nueva incertidumbre. El libro describe un nuevo enfoque de gestión que va más allá de los parches técnicos rápidos hacia un estilo más adaptativo que es inclusivo e innovador. ISBN 2-8317-0702-1, 2003 CONSERVACIÓN MUNDIAL • OCTUBRE 2009 35 Vaya a Copenhague con la última tecnología Se requieren reducciones importantes de las emisiones de gases de efecto invernadero si pretendemos evitar los desastres provocados por el cambio climático. En vista que la deforestación y la degradación de los bosques contribuyen hasta un 17% de las emisiones de gases de efecto invernadero provocadas por la actividad humana, la conservación y gestión sostenible de los bosques es un buen punto de partida. Creemos que la Reducción de las emisiones derivadas de la deforestación y la degradación de los bosques puede contribuir a lograr este objetivo si se sustenta en buenos principios sociales y ambientales, y si se integra totalmente en estrategias más amplias para lograr reducciones drásticas de emisiones de carbono provenientes de los combustibles fósiles. www.iucn.org