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Combatir el calentamiento global: una oportunidad
para las empresas, la única oportunidad para el mundo
Como declara el Papa Francisco en su segunda carta encíclica, Laudato si, dirigida a “cada persona que habita este
planeta”, “el cambio climático es un problema global con implicaciones graves: medioambientales, sociales, económicas,
políticas y para la distribución de bienes”. Representa uno de los retos principales en la actualidad y recuerda que es
necesario tomar medidas a todos los niveles para frenar la “destrucción de ecosistemas sin precedentes, con serias
consecuencias para todos”.
Más allá del ámbito católico y de la repercusión que esta reflexión del Papa pueda tener a nivel mundial, no hay duda de
que esta necesidad de actuar contra el calentamiento global se ha vuelto mucho más relevante en todo el mundo y la
magnitud de este problema ambiental nos obliga a implicarnos a todos. Toda la comunidad internacional estamos ante
una etapa excepcional con un objetivo desafiante que será necesario afrontar con la implicación de los gobiernos, la
sociedad civil y, por supuesto, también del sector empresarial.
“la ONU reconoce la
fuerza transformadora
de las empresas porque
son la principal fuente
mundial de la actividad
económica”
El pasado mes de septiembre, las Naciones Unidas consensuaban los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y, por
primera vez, para superar los nuevos retos de la humanidad las empresas se posicionan como elemento clave, debido a
su capacidad de contribuir al desarrollo de los entornos donde operan, y también de trasladar know-how a otros actores
y territorios. En este sentido, la ONU reconoce la fuerza transformadora de las empresas porque son la principal fuente
mundial de la actividad económica.
Por otro lado, en el acuerdo global al que se llegó en la Cumbre del Clima a finales de 2015, y que supone un paso gigantesco
para frenar las emisiones de gases de efecto invernadero, las empresas también juegan un papel relevante. Tanto es así,
que el sexto artículo del Acuerdo de París pide al mundo empresarial que se involucre en la aplicación y consecución del
objetivo nacional presentado por cada país.
Claramente, estos dos grandes acuerdos mundiales configuran para las grandes, medianas y pequeñas empresas la hoja
de ruta necesaria para adaptar sus estrategias a los retos ambientales. Y para darles apoyo en su papel transformador, los
próximos 22 y 23 de junio se celebrará en Nueva York la cumbre UN Global Compact Leaders Summit 2016, que servirá
para convertir los objetivos globales en acciones concretas aplicables en la actividad empresarial.
En su misión, las compañías disponen de medidas como la contabilización y posterior compensación de emisiones de
CO2 de su actividad, la integración de una cultura empresarial que considere la acción climática como punto clave dentro
de su estrategia y de los procesos de toma de decisiones, así como la apuesta por energías alternativas. Además, en
este escenario es primordial que protejan la reputación de su marca a través de un desarrollo y posicionamiento claro y
transparente sobre el cambio climático, el cual han de comunicar a su público objetivo.
La sociedad así lo espera: el compromiso del sector empresarial debe estar a la altura de un reto como el calentamiento
global. Por eso, es necesario que las empresas vean este momento como una magnífica oportunidad para revisar su
modelo de actuación y hacerlo más sostenible, así como para desarrollar nuevos procedimientos y iniciativas que
combinen el efecto ambiental y social con el retorno económico. En Lavola, más que nunca, continuamos apoyando a las
empresas comprometidas, acompañándolas, de forma integral y compartida, en su camino hacia el desarrollo sostenible,
a través de la cosostenibilidad.
Pere Pous, Director General (ppous@lavola.com)