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El Banco Mundial y las Represas1 Parte 1: Las Lecciones No Aprendidas* Figure 1 Miembros de las comunidades protestan en frente del Banco Mundial por la Represa Nam Theun 2. Foto de Premrudee Daorung A medida que se reincorpora al boom mundial de las represas, el Banco Mundial sostiene que los grandes impactos que caracterizaban a este legado de las represas son una cosa del pasado. Sin embargo, la historia más reciente del Banco Mundial demuestra que los beneficios de su gran cartera de proyectos hidroeléctricos han sido exagerados significativamente, mientras que su historial en abordar los daños ambientales y sociales de sus proyectos de represas sigue siendo seriamente defectuoso. Les está fallando a los pobres el Banco Mundial con sus altas inversiones en proyectos hidroeléctricos? 1 Traducción parcial del documento en inglés: The World Bank and Dams: Part 1 Lessons Not Learned. http://www.internationalrivers.org/resources/the-world-bank-and-dams-part-1-lessons-not-learned-9009 International Rivers 2050 University Ave. Suite 300 Berkeley, Ca 94704 www.internationalrivers.org 1 “Nos ahogaremos, pero no nos moveremos”. Así se leía en los letreros de las casas que serían destruidas para la Represa Sardar Sarovar, financiada por el Banco Mundial en el Valle de Narmada, colocadas por personas que habían arriesgado sus vidas por años a medida que las aguas aumentaban detrás de la gigantesca represa. Su lucha eventualmente condujo a que el Banco Mundial se retirara de las represas grandes por un tiempo, pero no antes de desplazar a 100 millones de personas con sus represas grandes. En un tiempo, el Banco Mundial fue el principal financiador de represas grandes (de 15 metros o más altas) en los países en vías de desarrollo y uno de los principales proponentes del sector. A lo largo de la década de 1990, había invertido más de $90 ml millones en represas grandes que proveyeron gran parte de la tan necesitada energía y almacenamiento de agua a las economías en desarrollo. Sin embargo, estos proyectos dejaron también un legado de devastación ambiental y empobrecimiento de las comunidades, lo que ayudó a catalizar un esfuerzo global para reformar al Banco Mundial. Los proyectos destructivos del Banco Mundial, como la Represa Sardar Sarovar en el Valle de Narmada en la India, así como los movimientos de resistencia que engendraron, condujeron al establecimiento de protecciones cruciales de salvaguarda para las comunidades y el medio ambiente, y a la creación de un Panel de Inspección para investigar los daños inducidos por los proyectos. Para la década de 1990, el creciente reconocimiento del alto costo para las comunidades y el medio ambiente de los grandes proyectos hidroeléctricos, y el acompañante incremento en la presión pública, condujo a que el Banco Mundial se retirara en gran medida del sector. Mientras tanto, el furor en torno al triste legado de los proyectos apoyados por el Banco, condujo al proceso de la Comisión Mundial de Represas, cuyo trabajo seminal en analizar los impactos de las represas grandes representa la “norma de oro” para determinar cuándo y cómo las represas grandes pueden ser implementadas de manera sostenible. Un Retorno a las Represas Grandes Luego de una pausa breve, el Banco Mundial retomó silenciosamente el apoyo a las represas grandes a principios de la década de los 2000, pero se ha mantenido alejado de los escenarios de la temprana resistencia comunitaria contra las represas en Latinoamérica y la India. En vez, ha volcado su atención a partes del mundo que considera que tienen un amplio “potencial sin explotar”, como ser África subsahariana, Nepal, y el sudeste de Asia. De hecho, la aprobación del Banco Mundial de la Represa Nam Theun 2 en Laos de $1,3 mil millones en 2005 representó su primera gran incursión en un gran proyecto hidroeléctrico desde mediados de la década de 1990. Consciente de su reputación y ansioso de ayudar a renovar su imagen, el Banco Mundial invirtió enormes cantidades de mano de obra y capital político en el proyecto, proclamándolo como un nuevo modelo de “Hacer Mejor una Represa” (que es también el título del libro del Banco sobre la 2 represa). Desde entonces, ha utilizado el éxito, descrito por si mismo, en la represa Nam Theun 2 – no obstante los impactos del proyecto1 – para impulsar un incremento dramático en los préstamos para energía hidroeléctricos. Entre 2002 y 2014, el Grupo del Banco Mundial (que incluye a su brazo del sector privado, la Corporación Internacional de Finanzas) aprobó $8,8 mil millones para grandes proyectos hidroeléctricos. Solo en 2014, luego de haber anunciado su intención de apoyar importantes represas nuevas, los proyectos hidroeléctricos nuevos representaban más de la mitad de sus préstamos para generación de energía, y las nuevas aprobaciones para grandes proyectos hidroeléctricos alcanzaban más de $ 2 mil millones. Repitiendo errores del pasado A medida que se reincorpora al boom mundial de la construcción de represas, el Banco Mundial está ansioso de presentar los grandes proyectos hidroeléctricos como un recurso limpio, respetuoso del clima, y costeable, capaz de abordar la pobreza energética generalizada. Además, por más que reconoce los riesgos ambientales y sociales de los grandes proyectos hidroeléctricos, el Banco Mundial se está esforzando al máximo para sugerir que los significativos impactos que caracterizaron a su legado de represas son una reliquia del pasado. Sin embargo, la historia más reciente del Banco demuestra que los beneficios que sostiene que tiene su cartera de proyectos hidroeléctricos son significativamente exagerados, si no completamente falseados. Mientras tanto, al contrario de las afirmaciones que se encuentran en sus esfuerzos de relaciones públicas, el historial del Banco Mundial en abordar los daños ambientales y sociales de las represas grandes siguesiendo problemático. En vista del sello de aprobación del Banco Mundial en los grandes proyectos hidroeléctricos y su apetito renovado desde 2013 en financiar megarepresas, es importante analizar el historial reciente del Banco en entregar “proyectos de energía hidroeléctrica sostenibles y responsables” que demuestran si ha aprendido ciertamente de sus errores pasados. Aquí analizamos los recientes proyectos financiados por el Banco Mundial; estos temas serán explorados en mayor profundidad en próximas fichas técnicas en el contexto del papel creciente del Banco Mundial en el financiamiento de represas grandes. El Fracaso en Abordar los Impactos Corriente Abajo Los cambios en el cauce de los ríos han afectado las vidas de millones de personas que viven corriente abajo de las represas – tanto como diez veces más que el número de personas impactadas por el reasentamiento para la construcción de represas. Ellos sufren de la disminución de la pesca, mala calidad del agua, y perturbación de las riadas anuales que una vez regaron y fertilizaron sus campos y recargaron sus pozos. Pese a que el Banco Mundial le da gran importancia a sus protecciones de salvaguarda para manejar los impactos de las represas, fracasa tanto en la política como en la práctica en abordar los inevitables impactos de las represas corriente abajo. 3 Pese a que el Banco Mundial la ha promocionado como un proyecto de represa modelo, la represa Nam Theun 2 en Laos ha demostrado ser una calamidad para más de 120,000 personas, mayormente indígenas, que viven corriente debajo de la represa a lo largo del Río Xe Bang Fai. Los cambios en el ecosistema del río han ocasionado que los pobladores sufran grandes reducciones en su pesca – anteriormente el pilar fundamental de sus medios de subsistencia. Mientras tanto, los rendimientos de arroz han caído en picada a medida que el agua soltada por la represa inundó los arrozales, dejando a las comunidades corriente abajo en peores condiciones. El Clima Equivocado para Construir Represas en los Ríos El Banco Mundial rutinariamente cita la necesidad urgente de mitigar el cambio climático como una razón clave para ampliar sus créditos para grandes proyectos hidroeléctricos. Sin embargo, los embalses de las represas, en particular en los trópicos, emiten gases de efecto de invernadero. Los científicos han demostrado que la vegetación en descomposición en los embalses de las represas es una fuente significativa a nivel global de uno de los gases de efecto de invernadero más potentes, el metano. Se ha estimado que estas emisiones son aproximadamente un 4-5% de las emisiones antropogénicas. Las represas grandes son también altamente vulnerables al cambio climático ya que los flujos de los ríos son cada vez más impredecibles debido a los cambios y extremos en los patrones de precipitación. Por una parte, las inundaciones más extremas conllevan un mayor riesgo de fallas en las represas y liberaciones catastróficas de torrentes; mientras que por otra parte, las sequías más frecuentes harán que muchos proyectos de energía hidroeléctrica no sean económicos, un tema de preocupación particular en muchos países que ya tienen mucha dependencia de la energía hidroeléctrica. En Camerún, el Banco Mundial está financiando la construcción de la Represa Lom Pangar, que regulará al poderoso Río Sanaga para estimular una mayor construcción de represas corriente abajo, principalmente para alimentar a las operaciones de fundición de aluminio de alta demanda de energía de la gigante Río Tinto. Camerún ya es altamente dependiente de la energía hidroeléctrica del Sanaga para su electricidad, y Lom Pangar ayudará a aumentar esa proporción a muy por encima de 90%. Pese a los riesgos que el cambio climático representa para la viabilidad y economía del plan, el Banco aprobó el Proyecto sin evaluar los impactos potenciales del cambio climático. Con la declinación de las precipitaciones a ritmo constante, Lom Pangar podría terminar endilgando al público camerunés una deuda sustancial por represas que no cuentan con el agua que requieren. ¿Energía para los Pobres? El Banco Mundial cita consistentemente las bajas tasas de acceso a energía, especialmente en África, para argumentar el caso a favor de los proyectos de energía hidroeléctrica, sin embargo la energía hidroeléctrica de represas grandes es particularmente inapropiada para ampliar el acceso a electricidad para los pobres. En particular en África subsahariana, donde un 70% de la gente carece de acceso a la electricidad (y vive mayormente lejos de la red eléctrica centralizada), el Banco Mundial 4 ha respaldado consistentemente a las grandes represas para suministrar a consumidores de grandes cantidades de energía, lo que incluye a algunas de las compañías mineras más grandes del mundo. La Agencia Internacional de la Energía (AIE) descubrió que 70% de las áreas rurales en el mundo en vías de desarrollo se electrifican de mejor manera con pequeñas redes locales y soluciones descentralizadas basadas en proyectos solares, eólicos y micro hidroeléctricos. No obstante, el Banco prioriza los proyectos basados en la red centralizada; de 2007-2013, ha gastado menos de 10% de sus préstamos para energía para apuntar a gente que carece de acceso a electricidad. El apoyo continuo del Banco a los grandes proyectos hidroeléctricos termina empeorando este desequilibrio. Subestimando los Costos, Sobreestimando los Beneficios El Banco Mundial sostiene que la energía hidroeléctrica es una opción barata o costeable para los países en vías de desarrollo pese a que existe poca evidencia para respaldar esa afirmación. De hecho, un estudio reciente elaborado por los investigadores de la Universidad de Oxford, sobre la base del análisis económico más comprehensivo sobre las represas grandes que se ha realizado, descubrió que lo opuesto es cierto. En promedio, los costos de las represas grandes sufrieron sobrecostos de 96%. Como resultado, las represas grandes frecuentemente terminan no siendo la opción del menor costo, lo que hace que la mayoría de las represas no sean económicas y que la electricidad sea demasiado costosa para los consumidores, especialmente los pobres. Las proyecciones no han mejorado con el tiempo, y los investigadores han descubierto que los proyectos apoyados por los bancos multilaterales de desarrollo “no tienen un mejor desempeño en términos de sobrecostos”. ¿Un Retorno que Vale la Pena? Proyecto tras proyecto, las comunidades y el medio ambiente quedan peor con las represas financiadas por el Banco Mundial, y los beneficios anticipados de reducir la pobreza raramente se materializan. A medida que se dedica una vez más a grandes proyectos hidroeléctricos bajo el aspecto de energía limpia, el Banco Mundial tristemente ha fracasado en demostrar que es de hecho capaz de “construir las represas mejor”. International Rivers 2050 University Ave. Suite 300 Berkeley, Ca 94704 www.internationalrivers.org 5