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Escrito por Beckie Jas
Ilustrado por Brandon Koepke
Traducido por Karelia Báez-Sánchez
N O TA A L O S PA D R E S , M A E S T R O S Y P E R S O N A S A C A R G O
DEL CUIDADO DE LOS NIÑOS
Nuestro mundo está en constante cambio. Contemple durante un rato a través de la ventana y
quizás note cómo cambian las condiciones climáticas. Observe durante días y semanas y es
probable que presencie el paso de las estaciones. El clima de la Tierra también está cambiando,
pero en formas que no podemos percibir con facilidad.
Alas y chirimbolos es el segundo de una serie de tres libros que trata sobre las implicaciones
de la calidad del aire y del cambio climático para la salud humana. Este libro da continuación a
los temas presentados en el primero, Adiós a los cocheplumas, en particular el impacto de los
medios de transporte y de los gases de efecto invernadero, a la vez que promueve formas de
transporte alternativas, como el caminar.
El primer libro explora las razones por las que la Tierra se está calentando y los efectos de la
alteración del clima, tales como variaciones más drásticas en las temperaturas, olas de calor
cada vez más frecuentes, períodos de sequía más prolongados, y lluvias y tormentas más
intensas. Estos cambios afectarán a los seres humanos, los animales y los ecosistemas de
muchas maneras. El segundo libro aborda algunas de las iniciativas que se pueden emprender
para mejorar la calidad del aire y frenar el cambio climático. Además, trata sobre consecuencias
para la salud como el padecimiento de asma en los niños.
Al final del libro se incluyen datos sobre el tecolote oriental, la calidad del aire y el cambio
climático, así como una actividad de identificación de aves de rapiña y preguntas para debatir en
el salón de clases, más tres actividades de “objeto escondido” relacionadas con el cuento.
Este libro puede agruparse con otros libros que traten de animales, ecología y el medio ambiente.
Lea el primer libro, Adiós a los cocheplumas, en www.halton.ca/featherwagons.
Disponible además en cantonés, ingles, francés y polaco.
Escrito por Beckie Jas
Ilustrado por Brandon Koepke
Traducido por Karelia Báez-Sánchez
Oakville, Ontario
Aquel día empezaba el curso
escolar. Alba-Alba parloteaba
sin cesar con los nervios del
primer día de clases.
Se esponjó las plumas,
puso las cosas en su mochila,
y desayunó con sus hermanos
Biff y Tyto, en el tronco hueco del
gigantesco árbol donde vivían.
“¿Podemos ir a la playa en
lugar de el colegio?”,
preguntó Alba-Alba.
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Traqueteó con el pico varias
veces antes de alzar el
vuelo tras Biff y Tyto con
rumbo al colegio.
“El verano se terminó hace rato”, dijo Tyto.
“Y es hora de regresar a la escuela”, añadió Biff.
“En algún sitio por ahí es verano”, resopló Alba-Alba.
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Volaron desde el lindero del bosque
hasta la Pradera de Mountsberg,
pasaron por Punta Cascabel
y las cuevas del Monte Nemo.
Volaban despacio y a baja altura por el
inmenso cielo azul: girando, planeando,
elevándose y bajando en picada.
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Veinte minutos después, llegaron al
Colegio Sedgewicky para Aves.
Frente a la escuela, había un montón de
cocheplumas estacionados con el motor en marcha,
arrojando su contaminación al aire.
¡Y en la zona de recogida, el cochepluma más
grande que habían visto en sus vidas!
Una tecolote oriental salió aleteando del cochepluma.
Erizó sus plumas y se hinchó como una casa de pájaros.
“Me llamo Eco, ¿y tú?”
Pero antes de contestar, Alba-Alba resolló
y estornudó. “Mi nombre es Alba-Alba, y creo que
soy alérgica a la escuela”.
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La maestra, la Sra. Hootz, abrazó a Eco
y a Alba-Alba con sus alas y dijo:
“Vengan, únanse a los otros
para jugar a la lanzada”.
En el patio de la escuela, los pajaritos
revoloteaban formando remolinos y
espirales. Había lechuzas, buitres y
halcones. Los buitres parecían
pequeños dinosaurios.
“La lanzada es para
las LUCIÉRNAGAS”,
murmuró Eco.
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Alba-Alba se incorporó enseguida al juego
mientras Eco se quedó posada sobre un
palo, jugueteando con sus garras.
“Ojalá pudiera jugar también a la
lanzada”, susurró Eco. “Pero no me
quiero enfermar”.
Eco miraba cómo Alba-Alba se elevaba
muy alto y descendía hasta casi tocar el
suelo. Algunas veces lo hacía despacio y
otras muy rápido.
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Al otro día, la Sra. Hootz les
encargó una tarea a sus alumnos:
debían inventar un chirimbolo,
pero no un chirimbolo cualquiera.
La maestra dio instrucciones
muy especiales.
“¿Pero cómo haremos eso?”, preguntó Alba-Alba.
“Creando proyectos extraordinarios con objetos
ordinarios”, respondió la Sra. Hootz. “Y deberán
hacerlos moverse con sus propias alas y garras”.
“Tendrán que ser capaces
de venir a la escuela en su
chirimbolo”, dijo.
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Durante la semana siguiente, los pajaritos se
dedicaron con entusiasmo a reunir piedras, piñones
y calabazas. Reunieron también otras cosas útiles,
como algodoncillo, semillas de girasol, bellotas y ramas.
Pero Eco simplemente observaba con desdén
mientras las avecillas empezaban a dar forma
a sus proyectos.
“Las ramas son para
las RANAS”,
murmuró Eco.
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Alba-Alba se preguntaba por qué Eco no quería volar.
¿Estaría asustada o tan sólo de mal humor?
Alba-Alba vio a Eco sola,
posada sobre un tronco.
“Ven conmigo”, resopló Alba-Alba.
Eco siguió a Alba-Alba hasta el frente del patio escolar.
“Tienes que levantarte
de ahí para comenzar tu
proyecto”, le dijo Alba-Alba.
“Los proyectos
son para los PAPAGAYOS”,
murmuró Eco.
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“¿Ves eso?”, preguntó Alba-Alba
señalando al camino que estaba
repleto de cocheplumas.
“¿Y eso?” dijo, señalando a
los árboles y las hierbas.
Alba-Alba sacó un inhalador
que guardaba bajo el ala.
“Pero esto me ayuda a respirar mejor”.
Eco se quedó mirando el inhalador
por unos segundos.
“Yo tengo algo que se llama asma.
El aire contaminado y el polen hacen que
me sea difícil respirar”, dijo Alba-Alba.
“Especialmente cuando vuelo”.
“El asma
es para
los ASNOS”,
murmuró Eco.
“El polen es para
los POLLUELOS”,
murmuró Eco.
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“Bah, como quieras”,
dijo Alba-Alba,
encogiéndose de alas.
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Pasaron siete días y ya era casi hora de
mostrar los chirimbolos a la maestra.
“Recuerden, deben usar sus alas y también
sus garras”, dijo la Sra. Hootz.
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Al otro día, Alba-Alba voló hacia la escuela
en un chirimbolo hecho de calabazas,
piñones y ramas de zumaque.
Dentro de la cáscara de calabaza había
dos asientos: ¡y eso era lo mejor de todo!
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Por el camino, Alba-Alba hizo
una parada en el tronco hueco
donde Eco tenía su casa.
En el patio, Eco tosía mientras
intentaba cortar unas calabazas
con una aguja de pino.
“¿Te sientes bien, Eco?”,
le preguntó Alba-Alba.
“No he terminado mi chirimbolo”,
sollozó Eco. “Tuve que ir al hospital
porque no podía respirar.
Tengo asma, como tú.”
“¡Ahora comprendo por qué no
querías volar!”, dijo Alba-Alba.
“Ven, podemos compartir
mi chirimbolo”.
“¡Volar es para los VERDADEROS AMIGOS!”,
trinó Eco con un alegre silbido.
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En la escuela, ya no había
cocheplumas arrojando
contaminación al aire.
La Sra. Hootz aplaudía
batiendo sus alas a medida
que los alumnos llegaban
en sus chirimbolos.
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Unos minutos después,
la Sra. Hootz clavó un letrero que decía:
¡CUIDEN EL AIRE, AQUÍ RESPIRAN LAS AVES!
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Desde ese día, Alba-Alba,
Eco y los demás pajaritos
dejaban los cocheplumas en casa
y viajaban juntos a la escuela
¡usando sólo sus alas y chirimbolos!
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D EFI N ICION ES
DATO S SO B R E LO S T E C OLOTES ORIENTALES
Cochepluma: Un vehículo con motor que las aves usan
para viajar a diferentes lugares.
• El nombre científico del tecolote oriental es Megascops asio. “Asio”
es una palabra que usó el filósofo griego Plinio para designar al búho
cornudo (un búho que tiene mechones de plumas en las orejas).
• Los tecolotes orientales tienen tres fases de colores diferentes:
gris, rojo y marrón.
• Los tecolotes orientales son los búhos pequeños más comunes en
Ontario y viven tanto en áreas urbanas como rurales.
• El cuerpo de los tecolotes orientales mide entre 17 y 22 centímetros
(de 7 a 9 pulgadas) y sus alas extendidas alcanzan entre 45 y 61
centímetros (de 18 a 24 pulgadas).
• Los tecolotes orientales emiten una especie de trino que a veces
usan para mantenerse en contacto entre sí.
• Cuando se enojan, los tecolotes orientales hacen un sonido
de traqueteo con sus picos y erizan sus plumas para hincharse
lo más posible.
• Los tecolotes orientales se alimentan de pequeños mamíferos,
insectos, aves, invertebrados, anfibios y reptiles. Además,
pueden comerse distintos tipos de pájaros cantores,
incluidos los estorninos europeos.
• Los tecolotes orientales hacen sus nidos en cavidades naturales
de los árboles, en orificios abiertos por pájaros carpinteros o en
nidales construidos por el hombre.
• Con un nidal bien hecho, ¡puedes lograr que estos búhos
aniden en tu propio patio!
Chirimbolo: Un medio de transporte que usa la energía
propia y no produce contaminación.
C A ZADOR ES DE L C I E L O
En el cuento aparecen muchas aves de rapiña. Estas aves tienen
picos encorvados, puntiagudos y poderosas garras. Se elevan por
el cielo con sus alas y tienen un excelente sentido de la vista que
les permite explorar la tierra y el agua desde arriba en busca de
alimentos. A las aves de rapiña también se les llama aves rapaces,
palabra proveniente del latín rapere, que significa agarrar.
¿LO S A BÍA S ?
Puedes observar de cerca a estas aves en el Centro de aves
rapaces de Mountsberg, en la región de Halton. ¡En Mountsberg
viven 15 especies nativas diferentes de aves de rapiña!
Visita: www.raptorcentre.ca.
¿ P U E D E S I DENTI FI CA R ESTA S A V ECE
RA P A CES EN EL CUENTO?
DATOS SOBRE LA CALIDAD DEL
AIRE Y EL CAMBIO CLIMÁTICO
• La gasolina y el petróleo que usamos para hacer andar nuestros automóviles y
calentar nuestras casas pueden contaminar el aire porque generan gases que
lo ensucian.
• Algunos de estos gases se denominan “gases de efecto invernadero” y
retienen el calor en la atmósfera haciendo que la tierra se vuelva más caliente.
Esto contribuye a aumentar el calentamiento global y el cambio climático,
y por tanto a que haya más días calientes y tormentas cada vez más intensas.
• El cambio climático puede aumentar las alergias estacionales. Los alérgenos
presentes en el ambiente, tales como el polen de árboles y hierbas, el moho
y la altamisa, se incrementan cuando la atmósfera se calienta.
• El aire contaminado puede ser perjudicial para nuestro corazón y nuestros
pulmones, y puede provocar asma. El asma es una enfermedad que dificulta
la respiración.
• El asma también pueden causarlo muchas otras cosas, como los alérgenos del
ambiente (por ejemplo, el polen) y el ejercicio físico. Para aliviar sus síntomas,
se puede tomar medicamentos por medio de un inhalador.
Si deseas saber qué pueden hacer tú y tu familia para mejorar la
calidad del aire, visita: www.halton.ca/airquality.
Búho cornudo
Águila cabeza
blanca
Zopilote aura
Búho nival
2) ¿
En cuántas
figuras geométricas
aparece Eco?
3) ¿
Puedes hallar el
águila cabeza blanca
en el cuento?
1) En el cuento, los pajaritos aprenden cómo viajar a la escuela sin usar los
cocheplumas. En lugar de ello, vuelan, caminan, pedalean y patinan.
Converse sobre cómo los niños viajan a la escuela,
y sobre si existen medio alternativos.
3) Los proyectos contra la marcha en ralentí pueden ser una excelente adición a los
programas “camina hasta la escuela”, al estimular a los padres a apagar los motores
de sus automóviles mientras esperan en las zonas de recogida de la escuela.
Analice cómo implementar un programa contra la marcha en
ralentí en la escuela.
P A R A OBTENER MÁ S I NF OR MA CI ÓN
Libro uno: Adiós a los cocheplumas:
www.halton.ca/featherwagons
Materiales didácticos: www.halton.ca/thingamajigs
Zonas anti-ralentí: www.saferoutestoschool.ca
Escuelas con programas de apoyo a niños
con asma: www.asthmainschools.com
Herramientas sobre la calidad del aire y el
cambio climático para las escuelas:
www.halton.ca/toolsforschools
RESPUESTAS: 1) Hojas de arce rojo: 22 (incl. la portada) 2) Formas: 5 (círculo, cuadrado, rectángulo, óvalo, triángulo) 3) Página 1
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Tecolote oriental
1) ¿
Cuántas hojas de arce rojo puedes
contar en el cuento?
CONVERSACIÓN EN EL SALÓN DE CLASES
2) En el cuento, los pajaritos viajan juntos a la escuela. A esto se le llama autobús
escolar andante o de pedaleo (o en este caso: ¡volante!)
Converse sobre los beneficios de ir a la escuela caminando o
montando en bicicleta (por ejemplo, seguridad, ejercicio y
disminución de la contaminación).
Lechuza de
campanario
A CTI VI DA DES DEL “ OBJETO ESCONDI DO”
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Muchas personas han colaborado en la preparación de este libro. Agradezco sinceramente al comité Air Quality and Climate Change Picture Book Committee: Julia Brdarevic (Enfermera
del Departamento de Salud Pública de la región de Halton), Amy Fennell (Jefa del Centro de aves rapaces del Área de conservación de Mountsberg, Departamento de Conservación de
Halton), Carla Hanna (Promotora de salud de la región de Halton), Beckie Jas (Especialista en Salud ambiental de la región de Halton), Anna Larson (Especialista en Comunicaciones de
la región de Halton), Cindy Morin (Directora de Centros regionales de atención infantil de la región de Halton), Sharon Campbell-Springstead (Especialista en Alfabetización en la primera
infancia, Ontario Early Years, región de Halton), Peter Steer (Analista principal de Políticas de salud ambiental de la región de Halton) y Jeanne Wilson (Educadora de primera infancia de la
región de Halton).
Agradezco a Walter Scattolon por el ingenioso concepto de los cocheplumas y por todas las consultas creativas.
Muchas gracias a Rebecca Bender por la oportunidad y a Bonnie Robertson Koepke por todo lo que haces.
Derechos de autor © 2012 Municipalidad Regional de Halton
Todos los derechos reservados. Ninguna parte de este libro puede ser reproducida, almacenada o transmitida en forma alguna sin el permiso expedido por escrito del propietario de
los derechos de autor.
Diseño del libro de Brandon Koepke (www.koepke.ca)
Producido por Callawind Children’s Books (www.callawind.com)
Impreso y encuadernado en Canadá por Friesens (www.friesens.com)
Resumen: Es tiempo de regresar a clases, pero al llegar al Colegio Sedgewicky para Aves, Alba-Alba se encuentra rodeada de cocheplumas estacionados frente a la escuela con
el motor en marcha. El aire contaminado la hace resollar y estornudar. La primera tarea que le asignan consiste en inventar un medio de transporte que no produzca contaminación
y que debe hacer funcionar con sus propias alas y garras. Mientras trabaja en su proyecto, Alba-Alba hace un descubrimiento. Su nueva amiga, una tecolote oriental llamada Eco,
también tiene dificultades para respirar. Juntas, Alba-Alba y Eco aprenden que al ponerse en acción para “cuidar el aire”, podrán respirar mejor, y divertirse de paso.
Palabras clave: medio ambiente, calidad del aire, cambio climático, contaminación del aire, asma, alergias, aves rapaces
Edades: 4-8
Catalogación antes de la publicación – Biblioteca y Archivos de Canadá
Jas, Beckie
Wings and thingamajigs (Alas y chirimbolos) / escrito por Beckie Jas;
ilustrado por Brandon Koepke.
ISBN 978-0-9865648-2-6
1. Calidad del aire—Literatura infantil y juvenil. 2. Contaminación del aire -- Literatura infantil y juvenil.
3. Protección del medio ambiente -- Literatura infantil y juvenil. 4. Cambios climáticos -Aspectos medioambientales -- Literatura infantil y juvenil. 5. Lechuzas-- Literatura infantil y juvenil.
I. Koepke, Brandon II. Halton (Ont.) III. Título.
TD883.13.J37 2012
j363.739’2
Región de Halton
Llame al 311 o 905-825-6000
Línea gratuita: 1-866-4HALTON (1-866-442-5866)
Línea para sordos e hipoacústicos: 905-827-9833
www.halton.ca
C2012-901793-0
L A
A U T O R A
Y
E L
I L U S T R A D O R
Beckie Jas es Especialista en Salud ambiental de la región de Halton,
en Oakville, Ontario. En su calidad de experta en difusión sobre temas
medioambientales, crea campañas educativas y promocionales variadas
para niños y para adultos. Beckie ha recibido numerosos galardones por
su excelencia en el campo de la publicación de la International Association
of Business Communicators, Communications Concepts Inc., McMurray
Marketing, International Network on Children’s Health y Writer’s Digest. Es
además autora de libros de ficción para jóvenes.
Brandon Koepke es ilustrador y diseñador gráfico y vive en Dundas, Ontario.
Se ha dedicado a la ilustración desde 2003 y ha sido también director artístico
y de diseño. Cuando no está garabateando o haciendo libros, Brandon trabaja
como diseñador para la industria de las confecciones textiles, especializándose
en los mercados infantil y juvenil. Brandon ha recibido premios de la revista
Applied Arts y de American Illustration. Además, se dedica a pintar paisajes.
Vea una muestra de su obra en www.koepke.ca.
Es tiempo de regresar a clases, pero al llegar al Colegio Sedgewicky para Aves,
Alba-Alba se encuentra rodeada de cocheplumas estacionados frente a la escuela
con el motor en marcha. El aire contaminado la hace resollar y estornudar. La
primera tarea que le asignan consiste en inventar un medio de transporte que no
produzca contaminación y que debe hacer funcionar con sus propias alas y garras.
Mientras trabaja en su proyecto, Alba-Alba hace un descubrimiento. Su nueva
amiga, una tecolote oriental llamada Eco, también tiene dificultades para respirar.
Juntas, Alba-Alba y Eco aprenden que al ponerse en acción para “cuidar el aire”,
podrán respirar mejor, y divertirse de paso.
“Este libro refleja las experiencias que muchos niños atraviesan con el asma y el medio
ambiente en la vida real. Es un moderado recordatorio a los adultos, a las personas a cargo
del cuidado de los niños y a los profesionales de la salud, sobre cuán fácil es subestimar la
naturaleza silenciosa del asma y la forma en que las dificultades para respirar moldean la
vida de nuestros hijos.”
-E
lizabeth Brunato RRT, Educadora certificada en Respiración,
Servicios de cuidado de la salud de Halton
“Este es un cuento realmente ameno que porta un importante mensaje sobre el
medio ambiente. Invita al diálogo en un nivel apropiado de comprensión y sensibilidad.
Permite a los padres, maestros y personas a cargo del cuidado de los niños enfatizar
formas positivas de disminuir nuestro impacto ecológico, especialmente en este grupo
de edades.”
-S
haron Campbell-Springstead, Especialista en Alfabetización en la
primera infancia, Ontario Early Years, región de Halton
Busque el libro uno, Adiós a los cocheplumas,
en www.halton.ca/featherwagons.
Disponible además en cantonés, ingles, francés y polaco.
Ganador del Premio a la Excelencia
“Pluma de Oro” (Gold Quill) de la Asociación Internacional
de Profesionales de la Comunicación (IABC) de 2012