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6/8/2014
"Solvitur ambulando!" o cómo resetear la mente dando un paseo | Las mariposas del alma | Blogs | Investigación y Ciencia
C. M. San Juan de Ribera
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Las mariposas del alma
Antonio
Crego
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"Solvitur ambulando!" o cómo resetear la mente
dando un paseo
Profesor titular de Psicología en
la Universidad a Distancia de
Madrid (UDIMA). Es autor del
blog PSY'N'THESIS sobre
investigación y nuevas ideas en
psicología.
14/07/2014
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Menear
Caminar, especialmente en entornos naturales, parece tener un efecto beneficioso como
estrategia de recuperación cognitiva y emocional. Algunas investigaciones recientes han
encontrado que la práctica de esta actividad se asocia a mejoras en el estado de ánimo,
reduciendo el estrés e incrementando la afectividad positiva. Además, parece favorecer el
pensamiento creativo y algunas funciones cognitivas, como determinados aspectos
atencionales y de la memoria.
Seguir a @psynthesisblog
Sobre este blog
Methinks that the moment my legs begin to move, my thoughts begin to flow
(Henry David Thoreau)
En uno de sus cuentos, Lewis Carroll nos dice que cuando Aquiles finalmente alcanzó a la tortuga se sentó sobre su
caparazón y entablaron un diálogo. ¿Cómo, contrariamente a lo que sugería la lógica, Aquiles había logrado alcanzarla,
atravesando una serie infinita de distancias? "Solvitur ambulando!"- exclama en un momento el héroe griego. "¡Se
soluciona caminando!" El enigma de si el Usain Bolt de la mitología podía alcanzar, o no, a una lenta tortuga que le
sacaba cierta ventaja se resuelve empíricamente. La razón y la lógica, muchas veces, nos engañan con sus paradojas.
Desde mucho antes de que Zenón imaginase
a un apurado Aquiles corriendo tras la
tortuga, tal vez desde el momento en que el
primero de nuestros ancestros se irguió sobre
sus piernas, el homo viator -el caminante- ha
resuelto los enigmas de su vida de una
forma sencilla... andando. Y
recientemente, la psicología empírica parece
avalar los beneficios de esta conducta.
Las neuronas son, como dijo Cajal,
las misteriosas mariposas del alma.
Este blog trata de ellas, y de cuanto
surge con su batir de alas: nuestros
pensamientos, emociones, conductas,
y nuestro mundo social.
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ofrecen algunas pautas para
favorecer la creatividad del
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psicológica reciente parece apoyar
las intuiciones del Nobel, cuyo
comportamiento ...
11/06/2014
Ver todos los artículos (2)
Como es bien conocido, caminar tiene un
efecto positivo en la salud física. Previene,
entre otras, las enfermedades
cardiovasculares y aquellos problemas ligados
al sedentarismo, como la obesidad y sus
riesgos para la salud. Pero además, esta
forma de ejercicio suave es una clara
demostración del antiguo lema "mens sana in
corpore sano".
Efectos de caminar sobre el estado de ánimo y las emociones
Tal y como concluye un metaanálisis llevado a cabo por Roberson et al.(1), en el que se revisan 8 experimentos sobre
http://www.investigacionyciencia.es/blogs/psicologia-y-neurociencia/52/posts/solvitur-ambulando-o-cmo-resetear-la-mente-dando-un-paseo-12255
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"Solvitur ambulando!" o cómo resetear la mente dando un paseo | Las mariposas del alma | Blogs | Investigación y Ciencia
el tema, caminar tiene un efecto notable, y estadísticamente significativo, sobre los síntomas depresivos
en algunas poblaciones. Por ejemplo, un estudio realizado en personas diagnosticadas de trastorno depresivo mayor
encontró que éstas mejoraban su estado de ánimo tras un paseo de 50 minutos, ya sea en un entorno natural o
urbano(2), aunque los efectos fueron mayores en el caso del primero. Más aún, este efecto se producía incluso a pesar
de que los participantes, previamente a la actividad de caminar, "rumiaran" algunos de sus pensamientos negativos,
algo que los investigadores trataron de inducir mediante una tarea consistente en recordar episodios autobiográficos
adversos no resueltos. Estos mismos autores ya habían comprobado antes que los efectos positivos sobre el
estado de ánimo se producen también en personas sin síntomas depresivos que daban un paseo de
duración similar al anterior, y de nuevo, se ponía de manifiesto que caminar en la naturaleza resultaba más
beneficioso aún (3).
Sin embargo, la influencia del entorno debe ser
analizada con más detalle. Otros estudios no
han hallado diferencias entre caminar en
entornos naturales o urbanos en lo que
respecta a la afectividad positiva y los síntomas
depresivos, aunque sí han encontrado que
pasear en la naturaleza -en comparación con
hacerlo en la ciudad- se asocia a reducciones
en el nivel de estrés percibido y en la
afectividad negativa(4).
Por otra parte, alguien podría pensar que una
caminata de casi una hora de duración no es
algo al alcance de muchos dado el ritmo de
vida actual, y que además, nuestras grandes
urbes nos impiden inevitablemente el contacto
con la naturaleza. Pero no hay excusas.
¿Quién no tiene cerca, al menos, un parque?
Una investigación realizada en Japón comparó
el efecto de pasear en un parque urbano con el
de hacerlo por las calles de la ciudad. Cuando la actividad de andar se desarrollaba en el parque, los participantes se
sentían más cómodos, relajados y vigorosos, y sus emociones negativas y niveles de ansiedad eran menores. Y en
cuanto a la duración de su paseo...sólo les llevó 15 minutos(5). En la misma línea, una serie de experimentos
realizados entre estudiantes de la Universidad de Illinois viene a demostrar que un paseo breve en una zona
fácilmente accesible también puede ser beneficioso. En este caso, la actividad de caminar estaba integrada en
la rutina diaria de clases de los participantes, y tan sólo se les pidió que dieran una vuelta de unos 10 a 15 minutos
por el campus de su universidad. Los resultados señalan que estos breves paseos tenían como consecuencia una
mayor activación y mayor afectividad positiva. El efecto energizante, sin embargo, solía ser más bien poco prolongado,
y pasados algunos minutos tendía a transformarse en una sensación de calma y reducción de la tensión (6).
Caminar y el funcionamiento cognitivo
Los efectos beneficiosos de una caminata no se limitan exclusivamente al plano de las emociones. Las pruebas
sugieren que quien mueve las piernas no sólo mueve el corazón, sino también su cerebro.
Especialmente, caminar podría llevarnos a ser un poco más creativos, algo que tal vez Nietzsche ya intuía
cuando escribió su célebre frase: "Todos los pensamientos verdaderamente grandes se conciben mientras
caminamos". Una investigación publicada recientemente en el Journal of Experimental Psychology parece darle la
razón. En ella se empleó el Test de Usos Alternativos de Guilford, una prueba que requiere flexibilidad cognitiva y
pensamiento divergente, como medida de la creatividad. Cada uno de los participantes completaba el test en dos
condiciones, sentado y subido a una cinta de caminar. Los resultados indicaron que el 81 % de ellos mejoraba sus
puntuaciones en creatividad cuando se encontraba caminando, en comparación con las puntuaciones obtenidas al
completar dicho test sentados(7).
Puesto que caminar en una cinta puede no ser una conducta muy habitual -o al menos "natural"- los investigadores
llevaron a cabo una variante del experimento. En ella, los participantes -una vez más, estudiantes- iban a caminar
ahora por el campus de su universidad(7). También, en esta ocasión se aumentó el número de condiciones
experimentales, introduciendo varias posibilidades a la hora de completar el test: estar sentado las dos veces que se
medía la creatividad, estar primero sentado y luego caminar, caminar y luego estar sentado, o caminar en ambas
ocasiones. Este diseño permitió llegar a dos resultados. En primer lugar, de forma consistente, la creatividad
aumentaba en aquellas condiciones que implicaban pasear por el campus, frente a la situación de estar sentado. En
segundo lugar, las ganancias en creatividad que se producían tras dar un paseo parecían mantenerse en el tiempo,
como ocurrió en la condición en la que primero se caminaba y luego se completaba el test sentado, comprobándose
que en esta última situación los participantes también emitían un elevado número de respuestas creativas. Opezzo y
Schwartz, autores de estos estudios, afirman que tales efectos "no son simplemente debidos al incremento de
estimulación perceptual que se da al moverse a través del entorno, sino más bien al hecho de caminar. Ya sea fuera o
en una cinta, caminar mejora la producción de ideas novedosas y apropiadas, y el efecto incluso se extiende a cuando
la gente se sienta para hacer su trabajo creativo poco después".(7)
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Los beneficios cognitivos de caminar se pueden observar, además, a lo largo del ciclo vital. En un estudio llevado a
cabo en niños de alrededor de 9 años, Hillman et al. hallaron que tras andar sobre una cinta mecánica a un ritmo
moderadamente intenso durante 20 minutos, estos preadolescentes mejoraban algunos indicadores conductuales y
neuroeléctricos relacionados con el control cognitivo de la atención (8). Por otra parte, Vosset al. desarrollaron una
investigación en la que un grupo de adultos mayores siguió un programa de ejercicio aeróbico basado en andar(9). Tras
un año de práctica, la evaluación de los participantes mediante resonancia magnética funcional (fMRI) reveló que se
había incrementado en ellos la conectividad funcional en áreas cerebrales que están implicadas de manera decisiva en
la disfunción cognitiva asociada a la edad. Como resultado, esta mayor plasticidad funcional se asociaba a mejoras en
las funciones ejecutivas que regulan el procesamiento cognitivo.
Explicaciones para los beneficios psicológicos encontrados
Son diversas las hipótesis que se han formulado para explicar por qué caminar, especialmente en un entorno natural,
puede tener esta capacidad para "resetear" nuestra mente, tanto a nivel cognitivo como emocional. Quizás el marco
de referencia más frecuentemente empleado ha sido la Teoría de la Restauración Atencional (ART, Attention
Restoration Theory) de Kaplan (10,11). Según ésta, cotidianamente debemos hacer un sobre-esfuerzo, dirigiendo y
focalizando intencionalmente nuestra atención en numerosos estímulos...señales de tráfico, identificar aspectos
relevantes en una tarea del trabajo, mantener una interacción con otra persona, buscar la solución a problemas
complejos, atender a estímulos audiovisuales, buscar información en la Red, etc. Este tipo de procesamiento ("topdown") implica "dirigir" el foco atencional para lograr un objetivo, y acaba por agotar nuestros recursos cognitivos.
Contrariamente, durante un paseo por la naturaleza el tipo de procesamiento atencional es diferente. Sigue una
dirección inversa, "bottom-up", en la que los estímulos del entorno involuntariamente captan nuestra atención. Los
sonidos, colores, las sensaciones térmicas o la estimulación olfativa a que estamos expuestos durante una caminata
"nos llaman la atención", sin necesidad de hacer un esfuerzo consciente para prestarles recursos cognitivos
adicionales. La visión de un paisaje espectacular, el canto de un pájaro, el sonido del viento entre los árboles, o el olor
a tierra húmeda tras la lluvia, crean en el caminante una suerte de fascinación tranquila. Y es precisamente este uso
alternativo del procesamiento atencional involuntario lo que permitiría la recuperación de la maltrecha atención
voluntaria.
Junto a los procesos atencionales, la memoria también parece implicada en los efectos que andar tiene sobre el
pensamiento. Caminar se ha relacionado con mejoras en el funcionamiento de la memoria de trabajo(3) y con una
mayor activación de la memoria asociativa, tal vez relajando algunos procesos cognitivos inhibitorios y favoreciendo
que afloren conexiones nuevas entre ideas(7). Por otra parte, algunas teorías recientes sobre la creatividad predicen
una mayor flexibilidad cognitiva y la aparición del pensamiento divergente en aquellas situaciones en las que nos
encontramos en un estado de activación positiva(12), que es justo lo que algunos de los estudios anteriormente
mencionados han encontrado como efecto del caminar.
Finalmente, no hay que olvidar que más allá del mero hecho de moverse y desplazarse, importa también el
componente social presente en esta actividad. Caminar en grupo es por lo general percibido como algo más
preferible y placentero que caminar en solitario(4). Seguramente, la compañía de otras personas durante el camino
proporciona numerosas oportunidades para dar y recibir soporte emocional y seguridad, así como para compartir
situaciones y momentos placenteros, lo que sin duda disminuye los riesgos y el estrés que a veces puede
experimentar el caminante.
Un interesante estudio, en el que se realizaron entrevistas semi-estructuradas a personas que practicaban
senderismo, ha enfatizado, sin embargo, algunos de los beneficios de caminar en solitario(13). Los participantes
manifestaron que caminar solos les reportaba sensaciones de libertad, mayor control personal, autonomía, y que esta
modalidad les proporcionaba una oportunidad para reflexionar sobre algunos aspectos de sus vidas.
Los caminantes solitarios decían "estar fluyendo" (14) mientras seguían una ruta, experimentando sensaciones de
calma, paz, de estar absortos en la actividad, sin sentir distracciones, y regresando "con las pilas cargadas".
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"Solvitur ambulando!" o cómo resetear la mente dando un paseo | Las mariposas del alma | Blogs | Investigación y Ciencia
En definitiva, ya sea por su efecto en nuestras emociones, su capacidad para reponer los recursos cognitivos gastados,
o por facilitarnos una mayor conexión con otras personas y con nosotros mismos, salir fuera y dar unos pasos parece
ser una buena "terapia" para las preocupaciones del día a día. Posiblemente, como dijo Hipócrates, caminar sea la
mejor medicina del hombre. Y nadie expresó esto de manera más hermosa -y radical- que Thoreau, en su breve obra
Caminar:
"Creo que no podría mantener la salud ni el ánimo sin dedicar al menos cuatro horas al día, y habitualmente
más, a deambular a través de los bosques, sobre las colinas y en las praderas, absolutamente libre de toda
atadura mundana (...)
hay algo en el aire de las montañas que alimenta el espíritu e inspira"
Agradecimiento:
Gracias a Sara Revilla Romero (@revilla_sara) por revisar este artículo, y por sus valiosos comentarios sobre el tema
que se trata en él.
Referencias
1. Robertson, R., Robertson, A., Jepson, R., & Maxwell, M. (2012). Walking for depression or depressive symptoms: a
systematic review and meta-analysis. Mental Health and Physical Activity, 5(1), 66-75.
2. Berman, M. G., Kross, E., Krpan, K. M., Askren, M. K., Burson, A., Deldin, P. J., et al. (2012). Interacting with
nature improves cognition and affect for individuals with depression. Journal of affective disorders, 140(3), 300-305.
3. Berman, M. G., Jonides, J., & Kaplan, S. (2008). The cognitive benefits of interacting with nature. Psychological
science, 19(12), 1207-1212.
4. Marselle, M. R., Irvine, K. N., &Warber, S. L. (2013). Walking for well-being: are group walks in certain types of
natural environments better for well-being than group walks in urban environments?. International journal of
environmental research and public health, 10(11), 5603-5628.
5. Song, C., Joung, D., Ikei, H., Igarashi, M., Aga, M., Park, B. J., ... & Miyazaki, Y. (2013). Physiological and
psychological effects of walking on young males in urban parks in winter. J Physiol Anthropol, 32, 18.
6. Ekkekakis, P., Hall, E. E., VanLanduyt, L. M., &Petruzzello, S. J. (2000). Walking in (affective) circles: can short
walks enhance affect?. Journal of Behavioral Medicine, 23(3), 245-275.
7. Oppezzo, M., & Schwartz, D. L. (2014). Give your ideas some legs: The positive effect of walking on creative
thinking.Journal of Experimental Psychology: Learning, Memory, and Cognition, 40(4), Jul 2014, 1142-1152.
8. Hillman, C. H., Pontifex, M. B., Raine, L. B., Castelli, D. M., Hall, E. E., & Kramer, A. F. (2009). The effect of acute
treadmill walking on cognitive control and academic achievement in preadolescent children. Neuroscience, 159(3),
1044-1054.
9. Voss, M. W., Prakash, R. S., Erickson, K. I., Basak, C., Chaddock, L., Kim, J. S., et al. (2010). Plasticity of brain
networks in a randomized intervention trial of exercise training in older adults. Frontiers in Aging Neuroscience, 2.
10. Kaplan, S. (1995). The restorative benefits of nature: Toward an integrative framework. Journal of environmental
psychology, 15(3), 169-182.
11. Kaplan, S., & Berman, M. G. (2010). Directed attention as a common resource for executive functioning and selfregulation. Perspectives on Psychological Science, 5(1), 43-57.
12. De Dreu, C. K., Baas, M., &Nijstad, B. A. (2008). Hedonic tone and activation level in the mood-creativity link:
toward a dual pathway to creativity model. Journal of personality and social psychology, 94(5), 739.
13. Coble, T. G., Selin, S. W., & Erickson, B. B. (2003). Hiking alone: Understanding fear, negotiation strategies and
leisure experience. Journal of Leisure Research, 35(1), 1-22.
14. Csikszentmihalyi, M.(1991). Flow: The psychology of optimal experience. New York: Harper Perennial.
Fotografías:
Hiking to a survey site: https://www.flickr.com/photos/glaciernps/4427396733/
Walking down a lonely road: https://www.flickr.com/photos/jason_burmeister/2386328252/
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Comentarios (1)
Hernan - 21/07/2014 22:27
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5/7/2014
Dormir es el precio que paga el cerebro por aprender
Dormir es el precio que paga el cerebro
por aprender
Una nueva teoría explica por qué el tiempo de sueño es un tiempo ganado
¿Por qué los seres vivos tienen que dormir? A esta cuestión se han enfrentado los científicos
durante años. Hasta ahora, se pensaba que los animales y los humanos duermen porque esta
acción permite reforzar las conexiones neuronales del cerebro. Una nueva hipótesis –
bautizada como SHY‐ está desafiando esta idea. Propone que el sueño lo que hace es
debilitar dichas conexiones, preparando al cerebro para seguir recibiendo y procesando
estímulos. Por Marta Lorenzo.
¿P
or qué los seres vivos tienen que dormir?
Después de todo, el sueño los desconecta de
su entorno, los pone en peligro, e impide que
busquen alimentos o compañeros durante una
gran parte de la jornada… Imagen: Arkady Chubykin. Fuente:
PhotoXpress.
Se suele creer que los animales duermen porque, gracias a
esta actividad, se refuerzan las conexiones neuronales de
sus cerebros. Sin embargo, dos destacados especialistas
del sueño de la Escuela de Medicina de la Universidad de
Wisconsin (EEUU) desafían esta idea. Y lo hacen con una
teoría bautizada como “hipótesis de la homeostasis
sináptica” (SHY) del sueño. La hipótesis SHY señala que el sueño es importante por otra causa: porque debilita las conexiones
entre las células cerebrales (o neuronas) para ahorrar energía, evitar el estrés celular, y mantener la
capacidad de dichas células para responder a los estímulos de manera selectiva. "El sueño es el precio que el cerebro tiene que pagar por el aprendizaje y la memoria", afirma uno
de estos dos científicos, Giulio Tononi, en un comunicado de dicha Universidad. "Durante la vigilia,
el aprendizaje fortalece las conexiones sináptica de todo el cerebro, lo que aumenta la necesidad de
energía y satura el cerebro con nueva información. El sueño permite al cerebro recuperarse, y
ayuda a integrar el material recién aprendido en recuerdos consolidados, por lo que puede
comenzar de nuevo el día siguiente". Tononi y su colaboradora, Chiara Cirelli, ambos profesores de psiquiatría, han explicado y
justificado su hipótesis en un artículo publicado por la revista Neuron, en el que se revisan
evidencias recopiladas durante años en estudios con humanos y animales, así como en
investigaciones moleculares, electrofisiológicas y conductuales, y en simulaciones realizadas por
ordenador.
El ejemplo de la bicicleta En general, la SHY hace referencia a la capacidad del cerebro para mantener el equilibrio en la
fuerza de las conexiones entre las células nerviosas. Tononi y Cirelli la ejemplifican de la siguiente
forma: Supongamos que alguien ha pasado sus horas de vigilia adquiriendo una nueva habilidad,
como montar en bicicleta. Los circuitos implicados en este aprendizaje se refuerzan enormemente durante el proceso pero, al
día siguiente, el cerebro tendrá que prestar atención al aprendizaje de otras cosas. Por lo tanto,
tiene que amortiguar la fortaleza de las conexiones interneuronales creadas para aprender a montar
en bicicleta, de tal manera que éstas no interfieran en cualquier otro nuevo aprendizaje. "El sueño ayuda al cerebro a volver a normalizar la fuerza sináptica a partir de un muestreo integral
de su conocimiento general del entorno, y no a partir de las señales particulares de un día de vigilia
concreto", explica Tononi. http://www.tendencias21.net/Dormir-es-el-precio-que-paga-el-cerebro-por-aprender_a29491.html?print=1
1/2
5/7/2014
Dormir es el precio que paga el cerebro por aprender
Entonces, ¿por qué no olvidamos cómo montar en bicicleta al día siguiente de haber aprendido a
hacerlo, y tras un sueño reparador? Según los científicos porque, precisamente, los circuitos
neuronales implicados en ese aprendizaje son, mientras dormimos, menos debilitados que otros
circuitos, que no participaron activamente en el proceso de aprendizaje. Según Tononi y Cirelli, la consolidación y la integración de recuerdos, así como la restauración de
la capacidad de aprender, se derivarían por tanto de la capacidad del sueño de disminuir la fuerza
sináptica. Cuestiones pendientes Aunque la revisión de estudios realizada por los investigadores parece arrojar pruebas que
demuestran la SHY, también abre nuevas preguntas. Una de ellas, ¿podría el cerebro lograr la
homeostasis sináptica durante la vigilia, manteniendo sólo algunos circuitos neuronales implicados
en los procesos cognitivos, y el resto no, de manera que éstos se vayan restableciendo aunque no
se duerma? Otros elementos de investigación en el futuro incluirán la función específica de la fase MOR del
sueño (durante la cual se presenta la mayor frecuencia e intensidad de las llamadas ensoñaciones
o imágenes oníricas) en el aprendizaje, y el papel posiblemente crucial del sueño durante el
desarrollo, una época de aprendizaje intenso y remodelación masiva del cerebro. Limpieza nocturna del cerebro Aunque éstas y otras investigaciones han demostrado que el sueño ayuda a almacenar y
consolidar los recuerdos, esos beneficios no parecen superar la vulnerabilidad que supone dormir,
lo que ha llevado a los científicos a especular con una función más importante para el ciclo de
sueño-vigilia. Uno de estos estudios, realizado por investigadores de la Universidad de Rochester (Nueva York,
EEUU) reveló recientemente que los seres vivos duermen para limpiar el cerebro; liquidar
activamente los subproductos de la actividad neuronal acumulados durante la vigilia. Entre estos
residuos se encuentra la proteína beta-amiloide, responsable de la enfermedad de Alzheimer y de
otros trastornos neurológicos. De esta limpieza parece encargarse el 'sistema glinfático', descubierto el año pasado por estos
mismos investigadores, que supliría el papel del sistema responsable de la eliminación de residuos
celulares en el resto del cuerpo –el sistema linfático–, cuya función no se extiende a este órgano. Los científicos de Rochester comprobaron que el sistema glinfático era casi diez veces más activo
durante el sueño. Además, encontraron que, durante el sueño, el tamaño de las células del cerebro
se reduce un 60%, lo que permite que los residuos se eliminen con mayor eficacia.
Referencia bibliográfica: Giulio Tononi, Chiara Cirelli. Sleep and the Price of Plasticity: From Synaptic and Cellular Homeostasis
to Memory Consolidation and Integration. Neuron (2014). DOI: 10.1016/j.neuron.2013.12.025.
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Lunes, 13 de Enero 2014
Marta Lorenzo
Nota
Marta Lorenzo
Fuente:
http://www.tendencias21.net
Texto publicado por la revista Tendencias21 (www.tendencias21.net)
http://www.tendencias21.net/Dormir-es-el-precio-que-paga-el-cerebro-por-aprender_a29491.html?print=1
2/2
Giulio Tononi y Chiara Cirelli son profesores de
psiquiatría en la Universidad de Wisconsin-Madison.
Sus trabajos acerca de la función del sueño forman
pa rte de un proyecto de investigación más amplio
sobre la consciencia humana, tema del reciente libro
de Tononi Phi:A voyage (rom the brain to the soul
(Pantheon, 2012).
NEUROCIENCIA
os beneficios
delsneño
Cuando dormimos se debilitan las conexiones entre nuestras neuronas.
Al parecer, ello reduce el consumo de energía y, paradójicamente,
ayuda a la memoria
Giulio Tononi y Ghiara Girelli
C
ADA NOCHE, MIENTRAS YACEMOS DORMIDOS, CIEGOS, MUDOS E INMÓVI-
les, nuestro cerebro sigue trabajando. Las neuronas emiten casi
tantos impulsos como cuando estamos conscientes, y consumen
casi la misma energía ¿Qué significa esta incesante actividad durante el descanso? ¿Por qué la mente se desconecta por completo del entorno mientras él cerebro se mantiene ocupado?
La actividad cerebral durante el reposo parece desempeñar
una función esencial. Una de las pruebas de la importancia del
sueño es su ubicuidad. A pesar de que permanecer inconsciente
y sin capacidad de reaccionar aumenta el riesgo de convertirse
[
___
---
en presa de un tercero, todos los animales duermen. Lo hacen las
aves, las abejas, las iguanas y las cucarachas, incluso las moscas
de la fruta, según demostramos nosot ros y otros autores hace
más de una década.
I,N siN'rl,SJS
L __
Dado que todos los animales Existen datos que sugieren que el sueño debilita las conexiones entre las--;ero al
sinapsis, el sueño
duermen, el sueño debe de neuronas, lo que resulta sorprendente, dado que la memoria y el aprendi- las neuronas se sobresaturasen con la experiencia
.
una función vital. zaje se basan en el refuerzo de esas uniones durante el estado consciente. diaria y reduciría su consumo energético.
--
18 INVESTIGACIÓN Y CIENCIA, octubre 2013
------ -- -
----
--
-- -----
-
NUEVA HIPÓTESIS
¿Por qué dormimos?
Durante la vigilia, los recuerdos se forman cuando las neuronas que se activan a la vez refuerzan sus
conexiones (abajo, izquierda). Los investigadores han supuesto que, mientras dormimos, la reactiva ción de esos circuitos nerviosos fortalece la conexión. Pero podría suceder justo lo contrario (derecha): cada vez hay más pruebas de que los impulsos espontáneos durante el sueño debilitarían
las sinapsis, o puntos de contacto, entre las neuronas de numerosos circuitos excitados. Los
autores proponen que este debilitamiento devolvería a las sinapsis a un nivel basal, lo que
ahorraría energía y reduciría el estrés de las células nerviosas. Esta vuelta al nivel basal,
llamada homeostasis sináptica, constituiría el objetivo fundamental del sueño.
Vigilia
Las neuronas se activan ante
los estímulos relevantes,
que merece la pena
recordar (morado),
pero también ante
los irrelevantes o
fortuitos (naranja),
lo que refuerza las
sinapsis de los circuitos activados.
Neurona
Señal irrelevante
Señal de aprendizaje
Además, la evolución ha concebido algunas adaptaciones
extraordinarias para acomodarse al sueño. De este modo, los
delfines y otros animales marinos que deben subir a menudo a la
superficie para respirar duermen desactivando de forma alterna
un hemisferio cerebral y manteniendo el otro consciente.
Durante mucho tiempo nos hemos preguntado, igual que
otros, qué beneficios aporta el sueño, vista su importancia para
los seres vivos. Hace más de veinte años, cuando trabajábamos
juntos en la Escuela de Estudios Avanzados Santa Ana, en Pisa,
comenzamos a sospechar que la actividad cerebral durante el
letargo restablecería de alguna manera el nivel basal de miles
de millones de conexiones neurales, el cual se modifica cada
día durante la vigilia. De esta forma, el sueño contribuiría a
que el cerebro siguiera formando nuevos recuerdos a lo largo
de nuestra vida sin que con ello se sobresaturase o eliminase
los recuerdos más antiguos.
descoTambién tenemos una idea de por qué la mente
nectarse del mundo exterior cuando dormimos. Creemos que la
experiencia consciente del aquí y el ahora debe ser interrumpida
para que el cerebro tenga la oportunidad de integrar los nuevos
y los viejos recuerdos; el sueño permite ese respiro.
Nuestra propuesta provoca controversia entre los colegas que
estudian el papel del sueño en el aprendizaje y la memoria, dado
que sugerimos que la vuelta al nivel basal se debe a una debilitación de las conexiones entre neuronas que emiten impulsos
durante el sueño. Tradicionalmente se ha pensado que la actividad cerebral durarite el descanso «fortalece» las conexiones
implicadas en el almacenamiento de los recuerdos recientes. Sin
embargo, nuestras hipótesis se sustentan en años de investigación
en distintos organismos, desde moscas hasta personas.
20 INVESTIGACIÓN Y CIENCIA, octubre 2013
DORiU IR PARA APRENDER
La idea de que el descanso es importante para la memada fue
propuesta hace casi un siglo. Desde entonces, numerosos experimentos han demostrado que tras una noche de sueño, o incluso
tan solo una siesta, los recuerdos recién formados se retienen
mejor que si ese tiempo se hubiera pasado en vigilia. Así sucede
en la memoria declarativa (como cuando aprendemos una lista
de palabras y
entre fotos y lugares) y en ia memoria
procedimental, base de las habilidades perceptivas y motoras
(como tocar un instrumento).
La constatación de que el sueño favorecía la memoria llevó a
buscar pruebas de que, durante la noche, el cerebro retomaba el
material recién aprendido. Yse hallaron: los estudios realizadOs
durante los últimos veinte años, primero en ratones y luego en
humanos, revelaron que los patrones de actividad neural durante
el sueño se asemejaban a veces a los de la vigilia. Así, cuando
una rata aprende a moverse en un laberinto, ciertas neuronas'
de una parte del cerebro, el hipocampo, se activan en secuencias
concretas. En el sueño posterior, se reproducen esos patrones más
a menudo de lo que se esperaría por casualidad.
A partir de esos hallazgos, numerosos investigadores llegaron
a la conclusión de que la repetición de tales secuenCias durante
el sueño consolidaba los recuerdos al fortalecer "aún más las
sinapsis (zonas de contacto entre neuronas) que se habían reforzado durante la vigilia. Según esta idea,"dado que las neuronas
conectadas se activan una y otra vez, sus sinapsis transportan
mejor las señales, lo que ayuda a los circuitos nerviosos a codificar los recuerdos. Este proceso de refuerzo selectivo se conoce
como potenciación sináptica; se cree que constituye el mecanismo principal en el aprendizaje y la memoria.
Pero aunque se sabe que la repetición y la potenciación se
producen durante la vigilia, no se ha hallado ninguna prueba
directa de que las sinapsis de los circuitos reactivados se refuercen durante el sueño. Esta falta de datos no nos sorprende
en absoluto. Concuerda con la sospecha de que, mientras el
individuo duerme, toda esa actividad cerebral (no solo de repetición, sino otros impulsos aleatorios) podría estar de hecho
debilitando las conexiones nerviosas, no fortaleciéndolas .
EL PRECIO DE LA PLASTICIDAD
Hay tantas buenas razones para defender que las sinapsis deben
debilitarse como que deben fortalecerse para que. el cerebro
funcione bien. Por una parte, las sinapsis fuertes consumen más
energía que las débiles, y el cerebro no posee una cantidad infinita de energía. En los humanos consume un veinte por ciento
de la energía del organismo (más que cualquier otro órgano
en proporción a su peso), y al menos dos tercios de ese valor
se emplean para mantener la actividad sináptica. La creación
y consolidación de las sinapsis constituye además una de las
mayores fuentes de estrés celular, ya que conlleva la síntesis y
transporte de múltiples componentes en la célula: desde las mitocondrias (las centrales energéticas) y las vesículas sinápticas
(que llevan las moléculas de señalización), hasta las proteínas y
los lípidos que se necesitan en las conexiones sinápticas.
Pensamos que esta presión sobre los recursos resulta insostenible. El cerebro no puede reforzar y mantener, durante toda
la vida del individuo, día y noche, las sinapsis reactivadas. No
dudamos de que el aprendizaje se sustente sobre todo en la potenciación sináptica. Pero cuestionamos que esta continúe durante
el sueño.
Por el contrario, la debilitación sináptica
permitiría que los circuitos nerviosos recuperaran un nivel energético básico, con lo que
se evitaría un consumo excesivo de energía y
el estrés celular. A esta función restauradora
la denominamos homeostasis sináptica, y a la
propuesta general sobre la función del sueño,
hipótesis de homeostasis sináptica. Esta explica el objetivo esencial y universal del sueño
para todos los organismos que lo presentan:
gracias a él, el cerebro recupera un estado
que le permite aprender y adaptarse durante
la vigilia. El riesgo que corremos cuando nos
desconectamos del exterior durante horas es
el precio que pagamos por este recalibrado
neural. Dicho de otro modo, el sueño es el
precio que pagamos por la plasticidad del
cerebro (la capacidad de modificar sus conexiones en respuesta a la experiencia).
Pero ¿cómo explica la hipótesis los efectos beneficiosos del sueño en el aprendizaje
y la memoria? ¿Cómo pueden las sinapsis
debilitadas mejorar la retención general de
habilidades y hechos? Debe tenerse en cuenta que, durante el curso de un día normal,
casi todo lo que uno experimenta deja un
rastro neural en el cerebro y que los sucesos significativos, como conocer a una nueva
persona o aprender una pieza musical con
la guitarra, constituyen una parte insignificante de esa codificación. Para mejorar la
memoria, el cerebro dormido debe de alguna
manera distinguir entre el «ruido» de la información in'elevante y la «señal» de los sucesos de interés.
Proponemos que durante el sueño, la estimulación espontánea de neuronas activa numerosos circuitos en múltiples combinaciones, que abarcan los nuevos recuerdos y las redes más
antiguas de asociaciones aprendidas. La actividad espontánea
deja que el cerebro compruebe cuáles de los nuevos recuerdos
se integran mejor con los almacenados, de relevancia demostrada, y amortigua aquellas sinapsis que no encajan bien en el
marco general de la memoria. Nosotros, entre otros, estamos
explorando los posibles mecanismos por los que la actividad
cerebral podría debilitar de manera selectiva las sinapsis que
codifican «ruido» y al propio tiempo preservar aquellas que
corresponden a una «seña!» .
Mientras el cerebro verifica estas situaciones imaginarias
y atenúa las conexiones donde lo considera oportuno, resulta
ventajoso mantenernos desconectados del mundo exterior y
dejar de actuar en él; en otras palabras, conviene estar dormido. Del mismo modo, la restauración de la homeostasis sináptica no debería producirse durante la vigilia, ya que los
sos del día dominarían el proceso y se daría mayor relevancia
a ellos que a todo el conocimiento que el cerebro ha acumulado a lo largo de la vida. La desconexión profunda durante
el sueño libera al cerebro de la tiranía del presente, creando
una circunstancia ideal para la integración y consolidación
de los recuerdos.
UNA CONEXIÓN DÉBIL
Nuestra propuesta de que el cerebro emite impulsos nerviosos
durante el sueño para debilitar, y no para fortalecer, las sinap-
Octubre 2013, InvestigacionyCiencia.es 21
- - - - - - - - -'-:.1
L
I-- - - - - - - - -
el aumento progresivo en el número y tamaño de las sinapsis que se producen durante el día, sobre todo cuando se somete
a los insectos a ambientes estimulantes.
Los registros de la actividad eléctrica del cerebro muestran que las ondas cerebraLas espinas sinápticas son protrusiones
les experimentan cambios característicos a lo largo de la noche, mientras se alternan
en una ramificación neuronal especialifases de sueño con movimientos oculares rápidos (REM) o sin ellas (NREM) (gráficos).
zada en detectar señales. Las moscas de
La amplitud de las lentas ondas del sueño NREM disminuye durante la noche, lo que
la fruta que pasan un día interaccionansugiere el debilitamiento de las sinapsis implicadas. Los autores proponen que este
do con sus congéneres presentan más
debilitamiento ocurre en parte porque las sustancias necesarias para fortalecer las siespinas sinápticas por la tarde que por
napsis activadas están menos concentradas en ese momento.
la mañana.
Llama también la atención el hecho
de que el número de espinas recupera un
nivel básico a la mañana siguiente si, y
solo si, se permite dormir a las moscas.
Descubrimos un fenómeno similar en la
corteza cerebral de ratones juveniles: las
Fase NREM temprana: Fase NREM tardía .
Sueño REM
espinas tendían a aumentar cuando los
animales estaban despiertos y a disminuir cuando dormían. En roedores adulsis se sustenta en parte en un análisis detallado de datos ob- tos también se observó tal efecto, pero en lugar del número de
tenidos a través de una técnica común en la investigación del espinas sinápticas, cambiaba la abundancia de ciertas moléculas
sueño: el electroencefalograma, o EEG. Este registra los patro- que determinan la fuerza de la sinapsis, los receptores AMPA.
nes de actividad eléctrica en la corteza cerebral a través de elec- Descubrimos que su número por sinapsis se elevaba tras la vitrodos colocados sobre el cuero cabelludo. Hace unas décadas, gilia y se reducía tras el sueño. Con más receptores las sinapsis
los EEG realizados en individuos dormidos revelaron dos ca- se fortalecían y con menos se debilitaban.
La fuerza sináptica puede medirse con una sonda eléctritegorías principales de sueño: el paradójico, con movimientos
oculares rápidos (o REM, por sus siglas en inglés) y el profun- ca que estimula las fibras nerviosas de la corteza cerebral.
do, sin tales movimientos (NREM), que se alternaban durante Las neuronas responden con una descarga eléctrica más prola noche. Cada uno de ellos presenta un patrón de ondas cere- nunciada cuando las conexiones son fuertes y menos cuando
brales característico. Aparte del temblor de los globos oculares son débiles. En ratas, demostramos que las neuronas estimubajo los párpados cerrados que da al sueño REM su nombre, ladas se activaban con mayor vigor tras varias horas de vigieste estado está dominado por oscilaciones rápidas (subidas y lia y con menor firmeza después del sueño. Marcello Massibajadas en las curvas del EEG, semejantes a las registradas du- mini, de la Universidad de Milán, y Reto Huber, ahora en la
rante la vigilia). Por el contrario, en el sueño NREM predomi- Universidad de Zúrich, realizaron un experimento similar en
nan las oscilaciones lentas (con frecuencias de alrededor de un humanos. En lugar de una sonda eléctrica, recurrieron a la
ciclo por segundo).
estimulación magnética transcraneal (pulso magnético corto
Hace una década, en los últimos años de su vida, Mircea Ste- aplicado sobre el cuero cabelludo). Y registraron la magnitud
riade, de la Universidad Laval de Quebec, descubrió que las os- de las respuestas corticales con EGG de alta densidad. Los recilaciones lentas del sueño NREM tenían lugar cuando varios sultados fueron claros: cuanto más tiempo llevaba el suj eto
grupos de neuronas se activaban a la vez durante un tiempo despierto, mayores eran las respuestas recogidas en el EEG.
(períodos de encendido), se silenciaban una fracción de segun- Hizo falta una noche de sueño para que estas volvieran a la
do (períodos de apagado) y volvían a activarse de forma sincro- situación inicial.
nizada. Fue uno de los hallazgos fundamentales en la investigación del sueño. Desde entonces se ha descubierto que en las
J1'IENOS ES J1IÁS
aves y los mamíferos las ondas lentas aumentan de tamaño si La conclusión general de estos experimentos, que realizamos
están precedidas de un largo período de vigilia, mientras que durante dos décadas, es que la actividad cortical espontánea dulo reducen durante el sueño.
rante el sueño atenúa las conexiones sinápticas en los circuiPlanteamos que si las sinapsis eran fuertes, las neuronas sin- tos neuronales, ya sea reduciendo o eliminando su capacidad
cronizarían más sus impulsos y producirían oscilaciones lentas de enviar impulsos eléctricos.
más grandes. Si eran débiles, la sincronización disminuiría y
Tal proceso, que hemos denominado debilitamiento seleclas ondas lentas resultarían menores. Varias simulaciones por tivo, aseguraría la supervivencia de los circuitos «más aptos»,
ordenador y experimentos con humanos y animales nos llevaron bien porque habrían sido activados con fuerza durante la vigia la conclusión de que las ondas lentas grandes y pronunciadas lia (como cuando se tocan las notas correctas en una guitarra
registradas al inicio de la noche indicaban que las sinapsis se mientras intentamos dominar una nueva pieza), o porque eshabían reforzado durante la vigilia previa; en cambio, las ondas tarían mejor integrados con los recuerdos más antiguos (como
lentas, pequeñas y suaves de las primeras horas de la mañana cuando nos encontramos con una palabra nueva en un idioma
demostraban que las sinapsis se habían debilitado a lo largo conocido). Del mismo modo, se amortiguarían las sinapsis de
los circuitos que se habrían activado solo ligeramente durante
del sueño.
La idea de que las sinapsis se atenúan o incluso dejan de la vigilia (como las notas torpes en una guitarra) o que encajan
funcionar mientras dormimos procede de estudios con animales. peor con los recuerdos anteriores (como la presentación de una
En las moscas de la fruta se ha observado que el sueño suprime palabra nueva en un lenguaje desconocido).
POSIBLE l\fECANISl\IO
El sueño viene en oleadas
22 INVESTIGACI6N y CIENCIA, octubre 2013
El debilitamiento selectivo permitiría que los eventos insignificantes no dej aran rastro en nuestros circuitos, mientras
que se conservarían los recuerdos destacados. Como una bonificación adicional, el mecanismo dejaría espacio para otro
ciclo de consolidación sináptica durante la vigilia. De hecho,
algunos hallazgos indican que además de los múltiples beneficios que supone para el aprendizaje y la memoria, el sueño
ayudaría a la adquisición de nuevos recuerdos (el conocimiento
adquirido antes del nuevo episodio de sueño). Numerosos estudios han demostrado que, después de una noche de sueño,
se aprende mucho mej or que después de haber estado todo
el día despierto.
Aunque todavía no existen pruebas directas del mecanismo
que produciría el debilitamiento selectivo de las sinapsis, tenemos algunas ideas de cómo podría suceder. Sospechamos que
las ondas lentas del sueño NREM en mamíferos cumplen una
función en este proceso. En estudios de laboratorio sobre tejidos cerebrales de rata, la transmisión de señales entre neuronas
se vuelve menos eficiente cuando estas son estimuladas de un
modo que simula los ciclos sincronizados de encendido y apagado del sueño de onda lenta.
La química del cerebro también cambia durante el sueño
NREM, y lo hace de un modo que podría atenuar las sinapsis.
En el individuo despierto, una mezcla concentrada de sustancias
señalizadoras, o neuromoduladores (acetilcolina, noreprinefina,
dopamina, serotonina, histamina y hipocreatina), inunda el cerebro y tiende a fortalecer las sinapsis cuando las señales pasan
por ellas. Durante el sueño (sobre todo· en la fase NREM), la
mezcla se halla mucho más diluida, lo que haría sesgar el circuito
neural hacia un debilitamiento de las sinapsis, en lugar de un
refuerzo, cuando las señales fluyen a su través. Otra sustancia,
el factor neurotrófico derivado del cerebro (BDNF, por sus siglas
en inglés), podría intervenir en el proceso. El BDNF consolida
las sinapsis y participa en la adquisición de la memoria. Los
niveles de BDNF ascienden durante la vigilia y descienden durante el sueño.
SUEÑO LOCAL
Con independencia de los mecanismos específicos y de los procesos selectivos, existen pruebas sólidas de que en varias especies la fuerza sináptica general aumenta durante la vigilia y
disminuye durante el sueño, tal como predice la hipótesis de
homeostasis sináptica. Podemos seguir comprobando la hipótesis mediante el examen de sus corolarios.
Si es correcta, cuanta más plasticidad experimente una parte del cerebro durante la vigilia, mayor será su necesidad de
sueño. El tamaño y la duración de las ondas lentas del sueño
NREM pueden indicar la necesidad de sueño. Para Confirmar
tal supuesto, pedimos a unos sujetos que aprendieran cierta tarea: alcanzar un objetivo en una pantalla de ordenador mientras
se hacía girar el cursor (controlado por un ratón). La parte del
cerebro que está implicada en este tipo de aprendizaje corresponde a la corteza parietal derecha. En efecto, cuando los sujetos dormían, se registraron en esa región ondas lentas de mayor
tamaño, en comparación con las de la noche anterior al aprendizaje. Esas ondas se achataron durante la noche, como sucede
normalmente. Pero las ondas grandes y localizadas durante el
comienzo de la noche nos cuentan que esa zona del cerebro se
hallaba exhausta debido a la tarea asignada.
Desde entonces, numeorosos experimentos realizados por nosotros y otros científicos han confirmado que el aprendizaje y, de
un modo más general, la activación de las sinapsis en los circui-
tos, produce un incremento local de la necesidad de sueño. Hace
poco hemos descubierto incluso que, tras un uso prolongado o
intenso de determinados circuitos, ciertos grupos de neuronas
se «duermen» aunque el cerebro (y el resto del organismo) siga
despierto. Por consiguiente, si una rata se mantiene insomne
más tiempo del habitual, algunas neuronas corticales muestran
períodos breves de reposo que resultan indistinguibles de los
períodos de apagado observados durante el sueño de onda lenta.
Mientras tanto el roedor sigue dando vueltas, activo, con los ojos
abiertos, igual que haría cualquier rata despierta.
Este fenómeno se llama sueño local, y está suscitando un
atento examen por parte de otros investigadores. Nuestros estudios más recientes indican que en el cerebro de humanos
privados de sueño tienen lugar períodos de apagado localizados,
y estos se vuelven más frecuentes tras un aprendizaje intenso.
Parece que cuando llevamos despiertos demasiado tiempo o
hemos empleado en exceso determinados circuitos, pequeñas
partes del cerebro se echan siestas rápidas sin avisar. Uno se
pregunta cuántos errores de juicio, fallos tontos, respuestas
irritadas y mal humor se deben al sueño local del cerebro de
gente exhausta que cree que está despierta por completo y
controla la situación.
La hipótesis también predice que el sueño reviste especial
importancia durante la infancia y la adolescencia, fases de intenso aprendizaje y remodelación sináptica profunda, según
han demostrado numerosos estudios. Durante la juventud, las
sinapsis se forman, refuerzan y eliminan con una frecuencia
extraordinaria que ya no se repite en la edad adulta. Parece
lógico que el debilitamiento selectivo durante el sueño resulte
esencial para minimizar el gasto energético de esta frenética
remodelación sináptica y para favorecer la supervivencia de los
circuitos nerviosos más aptos en esas etapas de la vida. Cabe
preguntarse qué sucede cuando el sueño se ve perturbado o
es insuficiente durante períodos fundamentales del desarrollo
¿Podría el déficit alterar el funcionamiento de los circuitos?
En ese caso, el insomnio podría provocar no solo un olvido
ocasional o un error de juicio, sino cambios duraderos en las
conexiones del cerebro.
Estamos deseando comprobar las predicciones de la hipótesis
de homeostasis sináptica y explorar sus implicaciones en profundidad. Esperamos descubrir si la privación de sueño durante
el desarrollo neural produce modificaciones en la organización
de los circuitos cerebrales. Nos gustaría también conocer mejor
el efecto del sueño en áreas profundas del cerebro, como el
tálamo, el cerebelo, el hipotálamo o el tronco encefálico, así
como el papel del sueño REM en la homeostasis sináptica. Quizás entonces averigüemos si el sueño constituye un mecanismo
para compensar el desgaste asociado a la plasticidad del cerebro
durante la vigilia.
- -- ----1
PARA SABER MÁS
15 sleep essential? Chiara Cirelli y Giulio Tononi en PLOS Bi%gy. vol. 6. n.' 8. págs. 1605·1611.
agosto de 2008.
Dormir para recordar. Pierre Maquet en Mente y Cerebro. n.' 43. julio/agosto de 2010.
The memory lunction 01 sleep. Susanne Diekelmann y Jan Born en Nature Reviews Neuroscience. vol. 11. n.' 2. págs. 114-126. lebrero de 2010.
Local sleep in awake rats. Vladyslav V. Vyazovskiy. Umberto Olcese. Erin C. Hanlon. Yuval
Nir. Chiara Cirelli y Giulio Tononi en Nature. vol. 472. págs. 443-447. 28 de abril de 2011.
Sleep and synaptic homeostasis: Structural evidence in Drosophila. Daniel Bushey. Giulio
Tononiy Chiara Cirelli en Science. vol. 332. págs. 1576-1581. 24 de junio de 2011.
Secretos del descanso reparador. Jason Castro en Mente y Cerebro. n.' 60. mayo/junio de 2013.
Octu bre 2013. InvestigacionyCiencia.es 23
15/9/2014
La meditación hace que el cerebro procese más rápidamente la información
La meditación hace que el cerebro
procese más rápidamente la
información
Un estudio revela, además, que existe una relación directa entre el grado de
girificación del córtex y el número de años meditando
Las personas que meditan tienen más pliegues (o mayor grado de girificación) en la corteza
cerebral, lo que hace que sus cerebros procesen la información más rápidamente que los
cerebros de los individuos que no meditan. Además, cuanto más tiempo se lleve meditando,
mayor cantidad de pliegues aparecerán en diversas áreas del córtex. Esto es lo que ha
revelado un estudio realizado por científicos de la Universidad de California en Los Ángeles,
en el que fueron analizados los escáneres cerebrales de un total de 100 personas, la mitad
de ellas practicantes de la meditación durante una media de tiempo de 20 años. Por Yaiza
Martínez.
L
as personas que meditan tienen más pliegues (o
mayor grado de girificación) en la corteza cerebral, lo
que hace que sus cerebros procesen la información
más rápidamente que los cerebros de los individuos
que no meditan. Esto es lo que ha revelado un estudio realizado por
investigadores del Laboratorio de Neuroimagen de la
Universidad de California en Los Ángeles (UCLA), y del
que se ha hecho eco la UCLA en un comunicado. Anteriores evidencias obtenidas en esta misma
Universidad habían constatado que el hábito de meditar,
mantenido durante años, aumenta el grosor del cerebro y
fortalece las conexiones neuronales. Ahora, esta nueva
investigación ha constatado que la meditación aporta otro
beneficio más al cerebro. Meditación y neuroplasticidad cerebral Los círculos en rojo indican dónde se
produjo el máximo efecto de la meditación
en el cerebro. Imagen superior: Mayor
girificación de las personas que meditaban,
en comparación con las personas que no lo
hacían. Imagen inferior: Relación positiva
entre la girificación y el número de años
meditando. Fuente: UCLA.
específicas. En términos generales, la meditación es la práctica de un
estado de atención concentrada sobre un objeto externo,
el pensamiento, la consciencia, o el propio estado de
concentración. En el ámbito religioso, la meditación es importante dentro
del budismo, pero existen diversas escuelas de
meditación, cada una de ellas con sus técnicas
Por ejemplo, para el budismo zen, la meditación es un estado natural de crecimiento, y para el
hinduismo, en las escuelas de yoga y vedānta, la meditación es parte de dos de las seis ramas de
la filosofía hindú. En la práctica budista de Theravāda, por otro lado, la meditación involucra tanto técnicas como
samādhi y vipassana, como el desarrollo de la bondad y el conocimiento superior. Los investigadores de la UCLA, entre los que se encuentra la profesora Eileen Luders,
descubrieron concretamente que existe una relación directa entre la cantidad de girificación
cerebral y el número de años meditando, lo que, según los científicos, posiblemente constituya
una prueba de la neuroplasticidad cerebral o capacidad del cerebro para adaptarse a los cambios
del entorno.
http://www.tendencias21.net/La-meditacion-hace-que-el-cerebro-procese-mas-rapidamente-la-informacion_a10724.html?print=1
1/3
15/9/2014
La meditación hace que el cerebro procese más rápidamente la información
Objetivo del estudio La corteza cerebral es la capa más externa del tejido neuronal del cerebro. Entre otras funciones,
esta región cerebral juega un papel clave en la memoria, la atención, el pensamiento y la
conciencia. Por su parte, la girificación o el pliegue cortical es el proceso por el cual la superficie del cerebro
experimenta cambios que originan estrechos surcos y pliegues, conocidos como giros y surcos. La
formación de estas estructuras estimulan e incrementan el procesamiento neuronal. Por tanto, cuantos más giros y surcos presente el cerebro, mayor capacidad tendrá éste para
procesar información, tomar decisiones o crear recuerdos. Según Luders, lo que se pretendía con la presente investigación era: “Averiguar si existe un
vínculo entre la práctica de la meditación y la extensión de las alteraciones cerebrales, es decir,
relacionar el número de años de práctica de meditación con el grado de pliegues” (en el cerebro). Para tratar de desvelar esta incógnita, los científicos realizaron escáneres de resonancia
magnética (IRM) a los cerebros de 50 personas que meditaban (28 hombres y 22 mujeres) y
compararon los resultados con los escáneres de otros 50 individuos de un grupo de control. Los escáneres de estas personas del grupo de control se tomaron de una base de datos IRM ya
existente, mientras que los escáneres de los individuos que meditaban se obtuvieron en diversas
reuniones de meditación. Las personas que meditaban analizadas habían practicado la meditación durante una media de 20
años. Sus prácticas eran de tipos diversos, como Samatha, Vipassana o Zen, entre otras. Los investigadores aplicaron métodos de medición del cerebro completo, bien establecidos y
automatizados, para analizar la girificación cortical en miles de puntos de la superficie del cerebro.
Resultados obtenidos De esta forma, descubrieron pronunciadas diferencias
entre ambos grupos de personas (niveles más altos de
girificación en los practicantes de la meditación) en
amplios tramos del tejido de la corteza, incluido el giro
precentral izquierdo, la ínsula dorsal anterior derecha, el
giro fusiforme derecho y el cúneo derecho. Además, los científicos pudieron constatar, a partir de los
resultados obtenidos, una relación positiva entre el
número de años practicando la meditación y la cantidad
de girificación insular. Fuente: PhotoXpress.
La ínsula es una estructura ubicada profundamente en la superficie lateral del cerebro, y se cree
que funciona como centro de integración de los sistemas autónomo, afectivo y cognitivo. Según
Luders, dado que “se sabe que las personas que meditan son maestros de la introspección y de la
conciencia, así como del control emocional y de la autorregulación”, tendría sentido el hecho de
que cuanto más más se medite, mayor sea el nivel de plegamiento de la ínsula. Aunque Luders reconoce que la genética y otros factores ambientales podrían haber contribuido
también a los efectos observados por los investigadores en el cerebro, afirma que “la relación
positiva constatada entre girificación y años de meditación respaldan la idea de que la meditación
incrementa la girificación regional” en el cerebro humano. Los científicos han detallado los
resultados de su estudio en la revista Frontiers in Human Neuroscience. Investigaciones anteriores a la realizada por Luders y sus colaboradores han aportado en los
últimos años algunas evidencias sobre los beneficios de la meditación para el cerebro. Entre las más recientes están la realizada, en 2011, por científicos del Massachusetts General
Hospital (MGH) de Estados Unidos (en la que se constató que meditar media hora diaria durante
ocho semanas ya provoca cambios mensurables en regiones del cerebro relacionadas con la
memoria, el sentido del yo, la empatía y el estrés); y la llevada a cabo por investigadores de la
Universidad de Carolina del Norte en Charlotte (UNCC), en Estados Unidos, que reveló que con
http://www.tendencias21.net/La-meditacion-hace-que-el-cerebro-procese-mas-rapidamente-la-informacion_a10724.html?print=1
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15/9/2014
La meditación hace que el cerebro procese más rápidamente la información
tan sólo un rato corto de meditación durante pocos días los seres humanos pueden aumentar sus
capacidades cognitivas.
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Martes, 20 de Marzo 2012
Yaiza Martínez
Nota
Fuente:
http://www.tendencias21.net
Texto publicado por la revista Tendencias21 (www.tendencias21.net)
http://www.tendencias21.net/La-meditacion-hace-que-el-cerebro-procese-mas-rapidamente-la-informacion_a10724.html?print=1
3/3
La meditación
refuerza la mente
Ciencia y espiritualidad figuraban por tradición en polos opuestos. Desde hace pocos años,
los científicos ahondan en los beneficios que la meditación aporta al cerebro, entre ellos,
la mejora de la concentración y la atención
DIETER VAITL
M
RESUMEN
Al estilo oriental
1
Meditar con regularidad influye en la
actividad neuronal.
2
La contemplación
modifica, sobre todo,
las redes de la percepción
y la atención, así como
del control emocional.
3
Ejercicios de meditación concretos forta-
lecen, además, áreas del
cerebro que transmiten
empatía y compasión.
54
onjes budistas enfundados en túnicas
anaranjadas ocupan las sillas de un moderno laboratorio. Sus cabezas se hallan cubiertas por unos gorros de los que surgen manojos
de cables, cuyos extremos, a su vez, se conectan
a caros y complejos aparatos de medición. Científicos en bata blanca se mantienen atentos. ¿Qué
secreto alberga la bóveda craneal de estos individuos expertos en el arte de la meditación?
La respuesta es tan sencilla como sorprendente: el cerebro de los voluntarios budistas
funciona de forma distinta y presenta una construcción diferente si se compara con el encéfalo
de personas que no se han ejercitado durante
años en la autodisciplina corporal y el perfeccionamiento espiritual. Neurocientíficos de Europa
y de Estados Unidos investigan desde hace unos
pocos años los efectos neurobiológicos de una
técnica cuya popularidad en las sociedades occidentales va en aumento: la meditación.
Bajo el concepto de meditación se engloban
ejercicios y modos de vida cultivados y perfeccionados durante siglos en el este de Asia.
Dentro de esa variedad espiritual, la tradición
budista aparece como la más popular, por lo
que la ciencia occidental ha fijado su vista en
ella. Además, gran parte de su sabiduría es fácilmente comprensible por europeos y estadounidenses. Puesto que muchos monjes budistas se
interesan por las cuestiones prácticas de la vida,
aceptan colaborar con los científicos.
La investigación en torno a la meditación
se ha concentrado hasta ahora en dos ámbitos
principales, a saber, la atención y el manejo de
las emociones. Así, la contemplación interior parece beneficiar a la concentración visual. Con el
fin de ahondar en este punto, los investigadores echan mano de un fenómeno descubierto
en 1992 por la psicóloga Jane Raymund junto a
sus colaboradores de la Universidad de Bangor,
el parpadeo de la atención. En los estudios ya
clásicos de Raymund, los participantes veían en
una pantalla una sucesión rapidísima de letras
entre las cuales, de vez en cuando, aparecían
números. Por norma general, los probandos no
presentaban problemas para descubrir las cifras,
si bien es cierto que solo lo conseguían cuando
estas no se sucedían con excesiva rapidez. Mas,
si el espacio de tiempo entre la aparición de dos
números no alcanzaba a durar medio segundo,
la última de las dos cifras solía escaparse de la
atención de los sujetos.
Ver lo que otros no ven
Tras ese descubrimiento, se consideró durante
largo tiempo que la incapacidad de percibir estímulos que se suceden con rapidez conformaba
una constante fundamental del sistema de atención. No obstante, en 2007, la neuropsicóloga
Heleen Slagter, a la sazón en la Universidad de
Ámsterdam, reveló que dicho supuesto no atañe,
ni mucho menos, a todos los humanos. Junto a
sus entonces colaboradores de la Universidad de
Wisconsin-Madison, examinó a 17 personas antes
y después de que aprendieran, gracias a un curso
intensivo de tres meses, la técnica de meditación
Vipassana. Para ello, los voluntarios se retiraron a
un centro de formación en una zona rural de Massachusetts, donde pasaban de diez a doce horas
diarias realizando ejercicios de atención.
Transcurrido el trimestre, se solicitó a los
alumnos de meditación que volvieran al laboMENTE Y CEREBRO 55 / 2012
MODELO EN AUGE
VISUM / PANOS PICTURES
Virtudes budistas, como
el recogimiento y el
sosiego, cuentan con
numerosos seguidores,
también en Occidente.
MENTE Y CEREBRO 55 / 2012
55
Escuelas de la introspección
Las diversas técnicas de introspección espiritual se dividen,
Con todo, la esencia de la meditación budista estriba en el
grosso modo, en dos grupos. Por un lado, la meditación
aprendizaje de la atención. Los alumnos ejercitan permanecer
basada en la concentración y que consiste en dirigir la aten-
en el aquí y ahora, y aceptar con serenidad lo que ocurre en
ción a un determinado elemento u objeto (la llama de una
su interior. Toda vivencia interna debe tener el mismo valor.
vela o la propia respiración, por ejemplo). Por otro, la me-
La práctica de la meditación consta de dos componentes
ditación de conciencia plena, la cual se centra no tanto en
principales:
el objeto de atención, sino en observar con distancia los
f la autorregulación: se trata de concentrarse en un objeto de
pensamientos y sentimientos que surgen de forma espon-
la meditación. Cuando la atención se pierde, debe dirigirse
tánea, sin valorarlos.
de nuevo a la respiración: los pensamientos, los sentimientos y
las sensaciones corporales, que cambian de forma constante,
Concentración en...
deben observarse sin valorarse. De ese modo se produce la
Externo
Interno
f la orientación hacia la experiencia: aceptación, sinceridad
La llama de una
Estímulos
vela, una piedra,
visuales
un jarrón, una
y curiosidad hacia lo que de forma espontánea acontece en
Imagen mental
Sonido uniforme,
acústicos
gong, campanilla
Estímulos
viscerales
el cuerpo y la mente, pero también tolerancia frente a las
emociones negativas y los absurdos lógicos. Tal actitud inte-
imagen de Buda
Estímulos
sensación de hallarse absolutamente despierto y presente.
rior debe prevenir los usuales patrones de reacción inmediata.
Mantra
Respiración, latidos del
corazón, sensaciones
corporales espontáneas
Detrás de ello se encuentra la idea de que los pensamientos y
los sentimientos se engloban bajo un continuo nacer y morir.
La contemplación libre de prejuicios debería evitar caer en los
trajines cotidianos y la emisión de juicios precipitados sobre
Procesos
Enigma indescifrable
uno mismo y sobre el mundo. Tal postura amplía la mirada
mentales
(«Koan»)
hacia todo lo que ocurre a nuestro alrededor.
ratorio. Se observó que los aleccionados probandos descubrían con mayor frecuencia el
segundo estímulo dentro del medio segundo
crítico que antes del aprendizaje. En cambio,
el grupo de control, compuesto por personas
que solo habían asistido a una hora de charla
de introducción a la técnica y que habían meditado de vez en cuando en casa, no mejoró su
capacidad de concentración en el mismo espacio de tiempo.
Con el objeto de explicar por qué quienes habían practicado la meditación habían mejorado
en su rendimiento de atención visual, Slagter y
sus colaboradores midieron la actividad cerebral. Las curvas de los electroencefalogramas
(EEG) manifestaron que su cerebro reaccionaba
a la primera cifra que aparecía entre la serie
de letras con una actividad cerebral menor. En
concreto, había disminuido la intensidad de
las oscilaciones de EEG medio segundo tras la
aparición del número. De esta manera, los probandos disponían de nuevo y al poco tiempo
de los recursos mentales necesarios para reconocer el segundo número. Es decir, aquel que
había participado en el curso de meditación
56
distribuía mejor sus recursos atencionales al
reaccionar con menor intensidad ante estímulos inesperados.
La meditación ayuda a prevenir la disminución de la capacidad de atención que se origina con el paso de los años, como constata un
trabajo conjunto del equipo de la psicóloga
Sara van Leeuwen, de la Universidad Goethe,
y científicos del Instituto Max Planck para la
Investigación del Cerebro. En primer lugar, compararon los resultados en un test de parpadeo
atencional de individuos con una media de
edad de 50 años con los de un grupo de control
de 24 años de media. La comparación puso de
manifiesto que los probandos de mayor edad
salían peor parados que los más jóvenes, pues
se distraían con mayor facilidad.
No obstante, los participantes con experiencia en la meditación y un promedio de edad de
49 años revelaron resultados distintos: dichos
sujetos consiguieron descubrir el segundo estímulo dentro del corto tiempo establecido (medio segundo), e incluso superaron a los jóvenes
no duchos en la práctica de meditar. Ello sugiere
que los ejercicios de atención ayudan a prevenir
MENTE Y CEREBRO 55 / 2012
la, con frecuencia, lamentada falta de concentración en edades avanzadas.
¿Puede decirse, pues, que la meditación, de
forma generalizada, consigue que las tareas
cognitivas requieran menos recursos mentales?
Así lo sugiere la investigación acerca del estado
de reposo neuronal, fenómeno que se refiere
a aquella actividad cerebral que transcurre de
forma espontánea, en segundo plano, cuando
no nos hallamos concentrados en ninguna tarea
concreta y dejamos divagar nuestros pensamientos. Durante años se aceptó que, en el modo operativo por defecto, el cerebro funciona a medio
gas y consume poca energía. Sin embargo, tal y
como descubrió a finales de los años noventa del
pasado siglo el neurólogo Marcus Raichle, de la
Universidad de Washington en Saint Louis, sucede justo lo contrario: en el estado de reposo,
una completa red de regiones cerebrales, entre
las que se encuentran partes de la corteza cerebral prefrontal y del giro cingulado, comienzan
a consumir gran cantidad de oxígeno [véase «La
red neuronal por defecto», por Marcus E. Raichle;
INVESTIGACIÓN Y CIENCIA, mayo de 2010].
El cerebro en reposo
DESDE EDADES TEMPRANAS
Los individuos que desde niños
reciben una educación encaminada a convertirlos en monjes
budistas (en la imagen, un
grupo de novicios en Uttaradit,
Tailandia) dedican a lo largo de
su vida muchos miles de horas
a la contemplación.
WIKIMEDIA COMMONS / TEVAPRAPAS MAKKLAY / DOMINIO PÚBLICO
Teniendo en cuenta las regiones cerebrales implicadas, los investigadores parten de la base de
que en el estado de reposo pasamos revista a
vivencias del pasado, hacemos planes para el
futuro o reflexionamos sobre nosotros mismos,
contenidos estos típicos de los sueños diurnos.
La ventaja biológica de dichos áridos ejercicios
mentales parece clara: si repasamos de forma
continua escenarios posibles estaremos más
preparados para acontecimientos venideros. Sin
embargo, justo esas cavilaciones son las que la
meditación de conciencia plena pretende contrarrestar; no trata el pasado o el futuro, sino
solo el aquí y ahora.
¿Es posible que la práctica de la meditación
durante largo tiempo influya en el estado de
reposo del cerebro? Junto a Ulrich Ott y a nuestro equipo del Instituto Bender de Neuroimagen
(BION), de la Universidad de Giessen, analizamos
mediante un tomógrafo de resonancia magnética el encéfalo de probandos con y sin experiencia en la meditación. Una vez dentro del tubo,
solicitamos a los participantes que, en primer
lugar, siguieran durante 20 minutos cualquier
pensamiento espontáneo que les surgiera —lo
que popularmente podríamos denominar como
«soñar despiertos»—. A continuación debían desarrollar durante 20 minutos un sencillo ejercicio de atención, a saber, concentrarse solo en
su respiración.
Tan pronto como los probandos empezaron
a practicar el ejercicio de concentración respira-
MENTE Y CEREBRO 55 / 2012
57
MÁS CÉLULAS GRISES
Los escáneres cerebrales revelan
que meditar con frecuencia
aumenta la densidad de neuronas en el hipocampo (marca
amarilla arriba) así como en la
corteza insular (abajo). Ambas
regiones del cerebro resultan
importantes para la memoria y
DE: BRITTA K. HÖLZEL ET AL. EN SCAN, VOL. 3, PÁG. 57, 2008
las reacciones emocionales.
58
toria, usual en la meditación, la actividad de la
corteza cerebral prefrontal medial disminuyó
en todos ellos. Esta parte de la red neuronal por
defecto se considera relevante para los procesos
mentales centrados en uno mismo. Así, mientras que entre los probandos de control el riego
sanguíneo en dicha área se redujo solo durante
unos pocos minutos —después volvió al nivel
inicial—, entre los meditadores experimentados, por el contrario, la actividad de la corteza
cerebral prefrontal se mantuvo reducida durante casi toda la duración del ejercicio.
Los resultados dan una vuelta más a la vieja
idea de que la meditación ejerce efectos tranquilizantes: al parecer, muchos años de práctica
en la contemplación posibilitan la disminución
de la actividad del cerebro en modo de reposo,
estado que, por otro lado, requiere más trabajo
neuronal en determinadas áreas del cerebro.
Ahora bien, fenómenos como el parpadeo
de la atención o la actividad en ciertas regiones
cerebrales carecen de importancia para el día a
día de los meditadores. Más interesante resulta
la cuestión de cómo repercuten los «tiempos
muertos» espirituales en el estado emocional.
Emociones negativas, tales como el enfado, el
miedo, la tristeza o la ira, pueden inducirnos a
acometer acciones poco deseables desde el punto de vista social, y de las que a menudo acabamos arrepintiéndonos. Sería perfecto mantener
las emociones siempre bajo control. Ese es precisamente uno de los objetivos principales de
muchas técnicas de meditación.
Los investigadores en psicoterapia han demostrado en los últimos años que los circuitos
emocionales son extraordinariamente maleables. A través de las constantes cavilaciones
puede ocurrir que miedos cotidianos y pasajeros lleguen a consolidarse y a convertirse en
cargas considerables, con lo que pueden llegar a
originar depresión o trastornos de ansiedad. No
obstante, resulta posible el camino opuesto, es
decir, la atenuación de los circuitos activos en
exceso. En este punto destaca la meditación de
conciencia plena, técnica que pretende manejar
las sensaciones, sean corporales o emocionales,
con tranquilidad de ánimo y serenidad. Relaja los pensamientos reiterativos del día a día,
que acompañan con frecuencia a los estados
de estrés.
El psicólogo Tim Gard demostró en el Instituto BION que la manipulación relajada de las
tensiones y las emociones ejerce un impacto positivo sobre el cerebro. En su estudio, un total de
34 personas, la mitad con una amplia experien-
cia en la meditación Vipassana, recibieron débiles aunque desagradables descargas eléctricas en
el antebrazo mientras yacían en el tomógrafo.
Unas veces los probandos tenían que limitarse
a soportar el proceso, otras debían concentrarse
en las sensaciones que los electrodos les causaban en la piel y, de acuerdo con los principios de
la meditación de conciencia plena, debían dejar
pasar con calma esos sentimientos y emociones.
Tras la prueba, los participantes experimentados en ese tipo de contemplación manifestaron
haber sentido menos miedo cuando meditaban
que cuando no lo hacían. Del mismo modo, las
descargas eléctricas les habían resultado menos
desagradables. Por el contrario, en el caso de los
probandos de control sin experiencia en la práctica de la meditación, el ejercicio de atención no
tuvo efecto alguno en cómo se habían sentido.
Esa diferencia se vio reflejada en la actividad
cerebral de los sujetos. En el caso de los meditadores, se observó un aumento del consumo de
oxígeno en la ínsula anterior y una disminución
en la corteza prefrontal medial mientras meditaban. La ínsula es una parte de la corteza cerebral que recibe y procesa señales procedentes de
todo el cuerpo. Participa en el reconocimiento
de los propios estados emocionales, objetivo relevante en la meditación contemplativa. Su segunda máxima, a saber, la renuncia a cualquier
valoración de las emociones experimentadas, se
reflejó en la escasa actividad de la corteza cerebral prefrontal. Dicha parte del cerebro, situada
detrás de la frente, interviene cuando estamos
controlando nuestro comportamiento o haciendo planes para el futuro.
Ahora bien, la meditación no solo debe ayudar
a controlar emociones negativas, entre ellas, el
miedo, el enfado o la tristeza. ¿Es pues capaz de
reforzar los sentimientos positivos, en especial
la compasión y la benevolencia? En la tradición
budista existen ejercicios mentales concretos
para alcanzar tal fin. El meditador debe orientar
todos sus pensamientos hacia personas cercanas
a él y por las que se preocupa (pongamos sus
padres, hermanos o pareja); a continuación, colma su mente de sentimientos altruistas, como
el deseo de que les vaya bien.
Para averiguar si un entrenamiento prolongado de este tipo de meditación transforma las
funciones cerebrales, Antoine Lutz y sus colaboradores de la Universidad de Wisconsin-Madison
solicitaron a sus probandos que practicaran los
ejercicios de compasión mientras se les realizaba
un escáner cerebral. La mitad de los 30 voluntarios contaba con varios años de experiencia en
MENTE Y CEREBRO 55 / 2012
las técnicas de meditación budista. Gran parte
de ellos había pasado largo tiempo en el Tíbet o
en Nepal. El grupo de control estaba compuesto por estadounidenses de la misma edad y sin
ninguna experiencia en este tipo de meditación.
No obstante, una semana antes de llevar a cabo
el escáner cerebral, se les introdujo en la técnica:
hasta que no llegara el día de la experimentación debían practicar por sí solos los ejercicios
en casa.
Experto en empatía
Una vez tumbados en el tomógrafo y mientras
meditaban, los participantes escuchaban diferentes sonidos, algunos de los cuales debían
provocarles reacciones emocionales (la risa de
un bebé o un gemido profundamente afligido).
Tales señales acústicas estimularon sobre todo
aquellas áreas que, según otros estudios, procesan los estímulos emocionales (la ínsula, la
corteza cingular anterior o el área somatosensorial secundaria).
Las mayores diferencias entre los meditadores experimentados y los novicios se observaron
en la ínsula. Su activación resultaba tanto mayor
cuanto más expertos eran los probandos en la
contemplación interior y cuanto mejor habían
conseguido, según afirmaban ellos mismos,
llegar a un estado de compasión bondadosa.
Se sabe que para ponerse en el lugar de otra
persona es importante comprender sus emociones, de manera que se producen en uno mismo patrones neuronales similares al del sujeto
en cuestión. En particular, la ínsula desempeña
una función fundamental en el reconocimiento
de los propios sentimientos y, al parecer, ello
se logra con más facilidad si se cuenta con una
larga experiencia en la meditación.
Múltiples de esos efectos se explican gracias
al fenómeno de la plasticidad neuronal: mediante un esfuerzo intenso se altera la estructura y
el modo de funcionamiento de determinadas
áreas del cerebro. La persona que toca con asiduidad el piano activa de forma continua las regiones cerebrales sensoras y motoras necesarias
para ejecutar tal acción. Como consecuencia, en
esas regiones se desarrollan conexiones entre las
células nerviosas y se originan nuevos circuitos,
por lo que a menudo las correspondientes áreas
de la corteza cerebral aumentan de tamaño, fenómeno que se aprecia en el escáner cerebral.
De igual manera que el esfuerzo físico, el entrenamiento mental modifica la estructura del
cerebro. Los meditadores experimentados poseen más materia gris en el hipocampo, una parMENTE Y CEREBRO 55 / 2012
te del sistema límbico que favorece los procesos
relacionados con la memoria, pero que también
se halla implicada en las reacciones emocionales. En 2008, en un estudio junto a Britta Hölzel
y otros compañeros del BION descubrimos que
la densidad de las células nerviosas en la corteza
cerebral orbitofrontal también era mayor cuanto más habían meditado las personas a lo largo
de su vida. Dicha región cerebral, situada sobre
las cuencas de los ojos, se torna activa cuando
reprimimos reacciones que alguna vez aprendimos. A través de la psicoterapia sabemos que la
corteza cerebral orbitofrontal desempeña unas
funciones relevantes cuando los pacientes con
ansiedad están olvidando su honda angustia.
No obstante, todas las investigaciones mencionadas presentan una desventaja: no establecen
ningún tipo de relación causal entre el tiempo de
experiencia de meditación y la transformación
de las estructuras cerebrales. Al fin y al cabo, también podría ser que las personas con esa dotación
neuronal estén dispuestos a priori a someterse
a un largo entrenamiento en meditación. Para
saber si las diferencias en la estructura del cerebro tienen su origen en los ejercicios mentales se
requieren estudios longitudinales.
El primer estudio de ese tipo lo llevó a cabo
Hölzel en el Hospital General de Massachusetts
de la Escuela de Medicina de Harvard, en colaboración con Sara Lazar, pionera en la investigación
de la meditación. Ambas investigadoras examinaron a través de tomógrafos de resonancia
magnética a 26 personas antes y después de un
entrenamiento de varias semanas en meditación
contemplativa. Al poco, no solo disminuyó el estrés entre los meditadores, sino que también lo
hizo la acumulación de las células nerviosas en
la amígdala derecha. Dicha estructura cerebral
pertenece a una red de neuronal relacionada con
el miedo, que se activa cuando existen estímulos
que provocan dicha emoción.
Técnicas antiquísimas como la meditación
Vipassana representan una alternativa eficaz a
la más popular gimnasia mental. Es cierto que
los conocimientos neurocientíficos al respecto
todavía son escasos, sobre todo los referentes a
estadios superiores de la práctica de la meditación. Sin embargo, el diálogo entre investigación y
contemplación empieza a dar sus primeros frutos.
La meditación puede transformar el cerebro y, de
ese modo, hacer de nosotros personas distintas.
BIBLIOGRAFÍA
COMPLEMENTARIA
INVESTIGATION OF MINDFULNESS MEDITATION PRACTITIONERS WITH VOXEL-BASED
MORPHOMETRY. B. K. Hölzel
et al. en Social Cognitive
and Affective Neuroscience,
vol. 3, págs. 55-61, 2008.
REGULATION OF THE NEURAL
CIRCUITRY OF EMOTION BY
COMPASSION MEDITATION:
EFFECTS OF MEDITATIVE EXPERTISE. A. Lutz et al. en
PLoS One, vol. 3, n.o 3,
pág. e1897, 2008.
AGE EFFECTS ON ATTENTIONAL
BLINK PERFORMANCE IN MEDITATION. S. van Leeuwen et
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Cognition, vol. 18,
págs. 593-599, 2009.
STRESS REDUCTION CORRELATES WITH STRUCTURAL
CHANGES IN THE AMYGDALA.
B. K. Hölzel et al. en Social
Cognitive and Affective
Dieter Vaitl es catedrático emérito de psicología clínica y
ƂUKQNÏIKECFGNC7PKXGTUKFCFFG)KGUUGP[FKTGEVQTFGNCNNÉ
establecido Instituto Bender de Neuroimagen (BION).
Neuroscience, vol. 5,
págs. 11-17, 2010.
59
Corteza
prefontal
Glutamato Serotonina
Antipsicótico
mGlu2
5-HT2A
Gq
Índice de balance
Heterómero
Psicosis
Gi
Alucinógenos
THINKSTOCK / JANULIA (cerebro); MENTE Y CEREBRO, SEGÚN LOS AUTORES (composición)
AVANCES
nas sea por una patología, pueden aparecer
procesos psicóticos (alucinaciones y delirios).
Por otro lado, las acciones de los fármacos antipsicóticos que actuaban sobre
el receptor 5-HT2A(la clozapina) o sobre el
mGlu2 (el LY379268, análogo del pomaglumetad) presentaban un efecto sinergístico.
Por lo tanto, una combinación de dichos
fármacos a dosis reducidas podría evitar
los efectos secundarios adversos asociados
con algunos de estos compuestos.
Todo apunta a que el índice de balance
permite predecir la capacidad antipsicótica
PREDICCIÓN PSICÓTICA
de un fármaco, lo cual podría contribuir
El índice de balance (BI) describe la diferencia entre el nivel de activación de la proteína del
glutamato (Gi) y el de la serotonina (Gq). De esta manera, el BI integra la señalización en un
único valor a través del heterocomplejo del receptor de serotonina y el metabotrópico de
glutamato (5-HT2A-mGlu2). Su valor se correlaciona con la actividad psicoactiva que se origina
a través del complejo de receptores.
a la búsqueda de nuevos compuestos con
una mejor capacidad terapéutica y menos
efectos secundarios.
Miguel Fribourg
José L. Moreno
Javier González Maeso
Deptos. de neurología y psiquiatría
Facultad de medicina Icahn en el Monte Sinaí
Nueva York
Para describir la diferencia entre el ni-
unían al receptor 5-HT2A como al mGlu2,
vel de activación de Gi y Gq a través del
presentaban un valor elevado de IB; en
heterómero creamos un nuevo valor, el ín-
cambio, las drogas con propiedades aluci-
dice de balance (IB). A grandes rasgos, esta
nógenas presentaban un IB reducido.
Para saber más
de los receptores 5-HT2A y mGlu2 y sus
Mejora de la terapia
respectivas vías proteicas de señalización
Los resultados sugieren que existe un equi-
Identification of a serotonin/glutamate
­receptor complex implicated in psychosis.
J. González Maeso et al. en Nature, vol. 452,
págs. 93-97, 2008.
en repuestas a la sustancia administrada.
librio de señalización en el heterómero de
medición se basa en el registro del valor
Decoding the signaling of a GPCR heteromeric
complex reveals a unifying mechanism of action of antipsychotic drugs. M. Fribourg et al.
en Cell, vol. 147, págs. 1011-1023, 2011.
Demostramos que los fármacos que
receptores 5-HT2A-mGlu2, de modo que en
se unían a los receptores 5-HT2A y mGlu2
circunstancias normales se da más señaliza-
cambiaban el valor de dicho índice. Ade-
ción de la vía de proteínas Gi que la de Gq.
más, constatamos que el IB medía la inte-
Cuando se altera este equilibrio, es decir, si
En nuestro archivo
gración de las señales en el heterocomplejo:
disminuye la señalización Gi y aumenta la
así, los fármacos antipsicóticos, tanto si se
Gq, sea por el efecto de sustancias alucinóge-
Bases bioquímicas de la esquizofrenia.
J. L. Moreno et al. en MyC n.o 44, 2010.
NEURO CIENCIA
Efectos cerebrales de la meditación
La práctica a largo plazo de técnicas de concentración mental modifica el funcionamiento
del cerebro, además de expandir y calmar la mente
CHRISTOF KO CH
Se puede comunicar el conocimiento, mas no la sabiduría.
Podemos hallarla, vivirla, obrar
maravillas por su medio, pero no
comunicarla ni enseñarla.
44
R
ecordé, sin quererlo, esta cita de
el Dalai Lama había invitado al Instituto
Siddhartha, la novela de Herman
Mente y Vida, con sede en Estados Unidos,
Hesse, durante una estancia de
para que la comunidad monástica tibeta-
una semana en el monasterio budista de
na, exilada en India, se familiarizase con
Drepung, en India meridional. Su santidad
la ciencia moderna. Cerca de una docena
MENTE Y CEREBRO 68 - 2014
de físicos, psicólogos, neurocientíficos y
médicos hablamos, ante unos dos o tres
millares de monjes de ambos sexos, sobre
mecánica cuántica, neurociencia, consciencia y diversos aspectos clínicos de las
prácticas de meditación. Su santidad preguntó, sondeó y bromeó con cada uno de
los conferenciantes. Aprendimos de él y de
su círculo interno, en especial de su traducCORTESÍA DEL INSTITUTO MENTE Y VIDA
tor, Jinpa Thupten, doctor en filosofía por
la Universidad de Cambridge, y del monje
francés Matthieu Ricard, doctor en biología
molecular por el Instituto Pasteur de París.
También ellos y sus hermanos monacales
adquirieron conocimentos de nosotros.
Como representantes de dos modalidades intelectuales del pensar sobre el
COLABORACIÓN RESPETUOSA
mundo, unos y otros nos intercambiamos
formación posterior avanzada no logran
hechos, datos y saberes. De una parte se
familiarizar a nuestros futuros médicos,
compartieron conocimientos sobre la más
militares, ingenieros, científicos, contables
que bimilenaria tradición oriental de inda-
o políticos en tales técnicas. Las universi-
gación de la mente desde un punto de vista
dades occidentales no enseñan métodos
interior, subjetivo; por otra, se explicaron
que faculten a la mente en desarrollo o ya
las teorías mucho más recientes sobre el
madura para que alcance la paz interior y
rante seis días y un sinfín de horas, siguien-
cerebro y su comportamiento obtenidas
concentre sus habilidades en un solo obje-
do con atención los razonamientos acadé-
mediante métodos empíricos occidentales
to, en un único acontecimiento o una línea
micos arcanos. Nunca me he encontrado
en un marco conceptual reduccionista, de
de pensamiento concreta. Para nuestra des-
con un hombre, no digamos con toda una
observación por terceros.
ventaja, no existen cursos preparatorios de
comunidad, que mostrase tanta franqueza,
«concentración mental».
tanto contento y felicidad y a la vez tanta
Esfuerzo consciente y laborioso
El Dalai Lama escucha las explicaciones del
autor sobre las bases cerebrales de la consciencia durante un encuentro de seis días
entre el budismo tibetano y la ciencia.
Por introspección, a todos nos es fami-
humildad como estos sonrientes monjes
La tradición oriental aporta docenas de
liar la barahúnda mental o el parloteo que
que, según los criterios del primer mun-
técnicas de meditación para desarrollar
compone la vida diaria. Se trata de un fuego
do, llevan una vida de pobreza y carecen
la atención, la concentración, la introspec-
graneado de asociaciones libres, de saltos
de casi todo cuanto creemos necesario para
ción, la serenidad, la sabiduría; se espera
de una imagen a otra, de un fragmento oral
una vida plenamente realizada. Su secreto
en definitiva, la iluminación. Estas técni-
o de un recuerdo al siguiente. Somos pro-
parece hallarse en el control de la mente.
cas giran en torno a una ejercitación dia-
clives a ese errático zigzagueo en nuestras
Entre los casos de control mental más
ria consistente en sentarse inmóvil, pero
lucubraciones nocturnas. La facultad de
extremos se encuentra el de Tich Quang
alerta, y dejar que la mente se apacigüe
centrarse en una línea de argumentación
Duc, monje budista vietnamita que en 1963
antes de embarcarse en un programa es-
o un pensamiento exige un esfuerzo cons-
se autoinmoló para protestar contra el ré-
pecífico, como el de la atención focalizada
ciente, deliberado y laborioso del que hui-
gimen represivo de Vietnam del Sur. Este
o la búsqueda de un estado de «amorosa
mos. Preferimos distraernos con estímulos
acontecimiento, que ha quedado registra-
amabilidad y sintonía incondicional» no
externos y conversaciones o con medios de
do en fotografías impresionantes y que se
orientada hacia ningún ser en particular.
comunicación como la radio, la televisión
cuentan entre las imágenes más conocidas
Tras años de ejercitación contemplativa
o los periódicos. Para no quedarnos a solas
del siglo xx, tuvo de extraordinario y sin-
diaria —nada se obtiene con facilidad en
con nuestra mente y evitarnos pensar, re­
gular la naturaleza tranquila y deliberada
la meditación—, los adeptos pueden con-
currimos a nuestros inseparables compañe-
del acto heroico. Mientras ardía, Duc per-
seguir un control considerable sobre su
ros electrónicos, los cuales nos entretienen
maneció en la postura de loto meditativa;
mente.
con nuevos mensajes.
en ningún momento movió un músculo
Doce años de escolarización primaria y
Durante el encuentro, el Dalai Lama, a
ni emitió sonido alguno. Las llamas fue-
secundaria, cuatro o cinco de universidad
sus 77 años, se mantuvo sentado con las
ron consumiéndole, hasta que, muerto, sus
y un tiempo incluso mayor dedicado a una
piernas cruzadas y la espalda derecha du-
restos se desplomaron.
MENTE Y CEREBRO 68 - 2014
45
AVANCES
45 %
1%
*
*
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
100 %
45 %
1%
*
*
*
Practicantes
*
*
* *
*
1 2 3 4 5 6 7 8
80 %
40 %
0 segundos
50
100
Descanso
150
Meditación
*
Grupo de control
Practicantes
1%
En
Nivel basal En
inicial proceso meditación
EFECTOS EN LA BANDA GAMMA
Los meditadores experimentados sincronizan ondas cerebrales gamma (alta frecuencia), según se aprecia a través de la electroencefalografía. Al iniciar un monje la meditación comienza la actividad en la banda gamma (entre 25 y 42 ciclos por segundo; izquierda). Los
diagramas de barras ilustran la diferencia de actividad en la banda gamma, con respecto a ondas cerebrales de variación más lenta, entre diez meditadores novicios y ocho expertos. Este incremento en la actividad eléctrica de alta frecuencia se observa asimismo cuando
los monjes están descansando, lo cual refleja un cambio en su arquitectura cerebral.
Fundamentos cerebrales
del control mental
lor como la molestia que les creaba dicho
calmar la mente). En esta última, los ejer-
estímulo. Como era de prever, la placa
citantes prestan atención a las sensaciones
Fadel Zeidan, Robert C. Coghill y sus co-
caliente incrementó la actividad hemodi-
cambiantes de su respiración y perciben los
laboradores de la Escuela de Medicina de
námica en las estructuras cerebrales que
pensamientos, imágenes y recuerdos que
Wake Forest han dado un primer paso para
participan en el procesamiento del dolor:
brotan de su interior, pero sin implicarse
explicar este fenómeno extraordinario
las cortezas somatosensoriales primaria
emotivamente en ellos. De esta manera se
desde la neurociencia. Los investigadores
y secundaria (que representan la pierna), y
confiere la libertad de desentenderse con
pidieron a 15 voluntarios que yacieran en
otras estructuras más frontales, como la
rapidez de los pensamientos y se favorece
la concentración en la respiración.
un escáner con una pequeña placa me-
corteza cingulada anterior y la ínsula. Los
tálica sujeta a su pantorrilla derecha. La
probandos se ejercitaron durante cuatro
Quienes habían practicado la medita-
temperatura de la placa variaba de un ca-
días, 20 minutos cada día, en la práctica
ción de consciencia plena manifestaron
lor agradable (cercano al corporal) hasta
de la meditación de consciencia plena (se
una reducción en la molestia de dolor que
dolorosa (49 grados celsius). Los probandos
basa en focalizar la atención) o bien en la
les provocaba la placa a altas temperaturas
debían valorar tanto la intensidad del do-
práctica de Shamata (ejercicio budista para
en un 57 por ciento; también experimentaron un descenso de la intensidad de la
sensación dolorosa en un 40 por ciento.
Todo ello con un entrenamiento mínimo
(cuatro sesiones de 20 minutos cada una).
Por supuesto, esa vivencia dista mucho
del sufrimiento de quemarse hasta morir,
aunque demuestra que la consciencia plena
COMPARTIR CONOCIMIENTOS
CORTESÍA DE FATMA IMAMOGLU
Desde su surgimiento en 1987, el Instituto
Mente y Vida ha celebrado 26 simposios en
los que han colaborado representantes de
la ciencia moderna y del budismo. El último (imagen) aconteció el año pasado en el
monasterio Drepung, en India. El próximo
encuentro se iniciará el 30 de octubre en
Boston, EE.UU.
46
MENTE Y CEREBRO 68 - 2014
DE: R. J. DAVIDSON Y A. LUTZ EN IEEE SIGNAL PROCESSING MAGAZINE, VOL. 25, N.o 1, PÁGS. 174-176, 2008
Grupo de control
100 %
promueve un sentido de desapego y reduce la importancia, subjetivamente experimentada, de la placa de metal caliente. Pero
DESCENSO DEL DOLOR
Intensidad del dolor
Corteza cingulada
anterior
Ínsula anterior
¿cómo funciona en el cerebro?
Según los resultados del grupo de Zeidan
y Coghill, la meditación redujo la actividad
cerebral asociada al dolor en las cortezas
Los probandos que experimentaron un
descenso más elevado en la intensidad del
dolor mostraron asimismo un incremento
máximo de actividad en la ínsula derecha
y en ambos lados de la corteza cingulada
Molestias por el dolor
Corteza orbitofrontal
Tálamo
anterior. Los sujetos con mayor reducción
de las molestias de dolor exhibieron una
activación más marcada en las regiones
de la corteza orbitofrontal, así como una
reducción mayor en el tálamo (entrada de
la información sensorial).
Piense usted en la consciencia plena,
9,2
en todas las formas de meditación, de he-
2,3 2,3
9,2
cho, como destrezas mentales que sirven
para controlar las emociones y dar forma
DE: F. ZEIDAN ET AL. EN JOURNAL OF NEUROSCIENCE, VOL. 31, N.o 14, PÁGS. 5540-5548, 2011
somatosensoriales primaria y secundaria.
En el cerebro de los probandos que practican la meditación de consciencia plena se
ha observado que cuanto más se reduce la
sensación de dolor, más activas se muestran las estructuras frontales implicadas en
el control cognitivo; en cambio, la actividad
en el tálamo resulta menor (derecha, abajo). Es probable que esta actividad sirva de
salida o limite de la información aferente
molesta antes de que alcance la corteza. En
la imagen, los tonos amarillos y rojos denotan incrementos de actividad cerebral; los
azules, decrementos.
hace milenios con el fin de apaciguar, enfocar y expandir la mente (aspecto interno
del cerebro), había modificado el cerebro
(aspecto externo de la mente). Cuanto más
entrenados estaban los monjes, más intenso resultaba el efecto.
Con todo, conocer en qué consiste la
meditación y su efecto sobre el cerebro
no es lo mismo que sacar provecho de
al impacto que acontecimientos externos
rios debían pensar en algo o alguien que
ella ni ganar en sabiduría. Como el joven
(símbolos, sonidos o temperaturas) pue-
amaban profundamente, sentimientos
Siddharta de la novela de Hesse, salí de la
dan tener sobre el cerebro sensorial. En la
que debían generalizar a todos los seres
comunidad monástica enriquecido en sa-
meditación, regiones prefrontales selectas
sintientes.
beres sobre una forma distinta de ver el
que profundizan hasta el tálamo reducen el
El electroencefalograma de los monjes
flujo de información aferente desde la peri-
mostró que el comienzo de la meditación
feria y, con ello, el dolor. Esta habilidad de
coincidía con un incremento de la activi-
control mental ni es mágica ni ultramun-
dad eléctrica en la banda gamma (de 25 a
dana ni trascendental; puede aprenderse
42 oscilaciones por segundo), la cual apa-
mediante una ejercitación intensiva. La
recía sincronizada a través de las cortezas
única cuestión es si nuestros instrumentos
frontal y parietal. Se cree que esta activi-
tienen siempre sensibilidad suficiente para
dad constituye la «marca distintiva» de
detectar sus huellas en el cerebro.
ciertos grupos de neuronas activos y dis-
Richard J. Davidson y su grupo de la
persos asociados con la atención focaliza-
Universidad de Wisconsin-Madison publi-
da. Cuantos más años llevaban practicando
caron en 2008 un estudio ya clásico, para
la meditación, más intensa era la potencia
el cual contaron con la participación activa
(normalizada) de la banda gamma. Estos
de Ricard, además de otros monjes budis-
resultados constituyen la actividad gamma
tas. Los científicos colocaron cascos para
más intensa observada en condiciones no
encefalografía de 128 electrodos sobre el
patológicas, además de 30 veces superior
cráneo de ocho practicantes experimen-
que la registrada en budistas novicios.
mundo, pero teniendo que seguir desenvolviéndome en él.
Christof Koch
Instituto Allen de Ciencias del Cerebro
Seattle
Para saber más
Long-term meditators self-induce highamplitude gamma synchrony during mental
practice. A. Lutz et al. en Proceedings of
the National Academy of Sciences USA,
vol. 101, n.o 46, págs. 16.369-16.373,
­noviembre de 2004.
Buddha’s brain: Neuroplasticity and meditation. R. J. Davidson y A. Lutz en IEEE Signal
Processing Magazine, vol. 25, n.o 1, págs. 174-176,
enero de 2008.
Brain mechanisms supporting the modulation
of pain by mindfulness meditation. F. Zeidan
et al. en Journal of Neuroscience, vol. 31, n.o 14,
págs. 5540-5548, abril de 2011.
tados de budismo y de diez estudiantes
El experimento revela otro dato, si cabe,
voluntarios. Pidieron a los primeros que
más interesante: la actividad basal del cere-
alcanzasen un estado de «amorosa amabi-
bro de los monjes también se diferenciaba
En nuestro archivo
lidad y sintonía incondicional» o también
de la de los estudiantes cuando no medita-
«compasión pura» (forma de meditación
ban, sino que descansaban tranquilamen-
La meditación refuerza la mente. Dieter Vaitel.
en MyC n.o 55, 2012.
que no se concentra en nada ni nadie en
te. Al parecer, la práctica de la meditación,
particular), mientras que los universita-
técnica que ejercitan los budistas desde
MENTE Y CEREBRO 68 - 2014
La meditación de consciencia plena. Cristophe
André en MyC n.o 59, 2013.
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