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Las manos que curan
El Reiki es una técnica japonesa que consiste en armonizar a personas de cualquier
edad, plantas, animales y objetos, transmitiendo energía con las manos y en canalizar
la energía vital que todos recibimos del universo y que penetra en nosotros a través
de los chakras. Es, además, una forma de sanación y apoyo para cambiar las
conductas y actitudes indeseables.
La sílaba Rei se traduce como "espiritual" o "universal", mientras que Ki significa
energía vital, es decir: Energía Vital Universal. “Esta energía la poseemos todas las
personas, sólo hay que saber canalizarla”, comenta Graciela Castro, Master en
Reiki del Centro Humanístico El Despertar. Para poder lograrlo, es necesario conectarnos
con nuestro interior, esto se consigue al realizar meditaciones y ejercicios de respiración.
Asimismo, el Reiki se puede entender como un sistema de comunicación entre el sanador y el paciente, donde el primero
realiza su función curativa empleando su energía mental, transmitiendo ésta por medio de una imposición de manos al
paciente. Este se transforma en el receptor o destinatario de la energía curativa Rei que le envía el sanador, al mismo tiempo
que participa en su propia curación con el poderoso apoyo de la energía del universo.
El efecto final de la recepción de la energía Rei es facilitar una fluida circulación del propio Ki (energía vital), con la cantidad
y calidad necesarias para poder vivir de manera saludable.
Chakras energéticas
Dentro de todo este proceso, es indispensable la partición de los chakras. El hinduismo y algunas culturas asiáticas describen
a los chakras como siete vórtices energéticos situados en los centros de energía sensibles del ser humano. Su tarea es la
recepción, acumulación, transformación y distribución del prana (aire dentro del cuerpo, que a diferencia de Oriente, en
Occidente no se considera aire sino una forma de energía invisible e inmensurable). Los chakras están alineados en una
columna ascendiente desde la base de la columna hacia la parte superior de la cabeza. Podríamos decir que su función es
mantener la salud espiritual, física, emocional y mental equilibrada.
Primeros pasos
Según Castro, la iniciación en Reiki consiste en tres niveles. En el primero se aprende como relacionarse con nuestra
energía, el intercambio de ella, y se realiza un tratamiento corto de Reiki (normalmente realizado en una silla), que dura 15
minutos. En el segundo, se aprenden el símbolo mental y el símbolo de poder, que se utilizan para enviar energía a distancia.
Por último, en el tercer nivel se conoce el símbolo emocional, y se trabaja con los símbolos aprendidos.
Luego existe la Maestría, con la que se completa el ciclo de aprendizaje, agregando nuevos símbolos y nuevas herramientas
para trabajar con la energía. Además se adquiere la posibilidad de enseñar a otros.
La curación Reiki se usa, entre otras cosas, a nivel físico para fortalecer el sistema inmune, aumentar la resistencia física,
aliviar el dolor de espalda y los causados por artritis, para aliviar la migraña, reducir el estrés y la fatiga, eliminar toxinas, y
para procurar bienestar y descanso. A nivel emocional y mental, se lo utiliza para encontrar soluciones en caso de problemas
psicológicos, ayudar a la lucha contra la adicción al alcohol o al tabaco, así como contra la anorexia o bulimia, a disminuir el
estrés, ansiedad, angustia, miedo y temor, ayudar a curar la depresión, hacer desaparecer bloqueos después de un trauma como
la separación, el divorcio, el duelo, y ayudar a las personas que desconfían de ellas mismas.
El Reiki no tiene ningún tipo de afinidad religiosa. Es usado por cristianos, musulmanes, budistas y hasta ateos. No tiene
estructura formal, ni jerarquías, ni creencias obligatorias. Castro agrega que el Reiki es perfectamente compatible con
cualquier tratamiento médico y puede actuar como complemento de la medicina tradicional.
Esta filosofía se basa en cinco principios:
1- Sólo por hoy, no me enojo.
2- Sólo por hoy, no me preocupo.
3- Sólo por hoy, honro a mis padres, maestros y ancianos.
4- Sólo por hoy, me gano la vida honradamente.
5- Sólo por hoy, doy gracias a todos los seres vivos.