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Entrevista “La dermatoscopia es un enorme avance en prevención” Dr. Manuel Fernández Lorente, de Grupo de Dermatología Pedro Jaen Uno de cada 100 españoles padece melanomas. Gracias al análisis digitalizado por dermatoscopia, el diagnóstico se hace en fases más tempranas que nunca y se gana en precisión. El diagnóstico precoz es clave para la curación, explica el Dr. Manuel Fernández Lorente. S egún la Organización Mundial de la Salud (OMS), el cáncer de piel es el más frecuente en seres humanos. En concreto, el melanoma es el más preocupante porque se trata del cáncer de piel de peor pronóstico y de uno de los cánceres más agresivos que existen. Según algunos estudios, tiene tasas de mortalidad comparables a las de los cánceres de páncreas o de cerebro. En los últimos años se ha producido un gran aumento en el número de casos de melanoma, que está alcanzando proporciones epidémicas. El problema sanitario es de mayor índole si tenemos en cuenta que es una enfermedad que también afecta a las personas jóvenes y de edad media. De hecho, de los 30 a 49 años de edad, el melanoma cutáneo es el segundo cáncer en prevalencia. Cada vez, por tanto, es más necesario contar con unidades especializadas dotadas de la tecnología de última generación para realizar un diagnóstico seguro y precoz. La incidencia del cáncer de piel va en aumento, en gran parte, debido a una exposición solar demasiado intensa y no 60 Grupo de Dermatología Pedro Jaén controlada sobre la piel. “Sin embargo”, señala el Dr. Fernandez Lorente “hay una serie de factores que juegan un papel importante en el desarrollo de tumoraciones cutáneas”. Los pacientes más susceptibles de desarrollar un melanoma son aquellos que tienen muchos lunares (más de 50), personas de fototipo claro (piel y ojos claros), personas que han sufrido quemaduras solares (es especialmente grave cuando ocurren antes de los 14 años de edad) o que realizan actividades frecuentes y trabajos al aire libre, así como aquellos que presentan antecedentes familiares o personales de cáncer. ¿Cómo detectar un melanoma? Un 30% de los melanomas se origina sobre un lunar preexistente. Y el 70% aparece sobre piel previamente normal. Casi todos los melanomas muestran una fase inicial de crecimiento radial, que puede durar años, seguida de una fase de crecimiento vertical. Inicialmente se trata de un tumor que no produce al paciente ningún síntoma. “El paciente se puede dar cuenta porque observe una mancha que cambie de tamaño, de color, y de aspecto en general, o que produzca picor”. En ocasiones, los cambios en un lunar y su progresión a melanoma son tan sutiles, que incluso a un dermatólogo puede serle difícil el diagnóstico. Aquí interviene la dermatoscopia. “Los estudios publicados en las revistas estadounidenses de dermatología han demostrado que mediante la utilización de esta técnica se mejora un 30% la precisión diagnóstica y se detectan melanomas en fases muy precoces, lo que permite su curación”. El diagnóstico precoz facilita el tratamiento y la curación. Pero en estadios de evolución posteriores, el cáncer puede extenderse a otros órganos del cuerpo –lo que se conoce como metástasis–, de modo que disminuirían considerablemente las posibilidades de curación. “Ahora”, explica el doctor, “la herramienta más crítica para vencer a esta enfermedad es la identificación de los melanomas de pequeño tamaño mediante exploración clínica. La exploración cutánea total para descartar la presencia de melanoma o de sus pre- cursores se debe efectuar de manera habitual. La gravedad de esta enfermedad pone mucha responsabilidad en las espaldas del personal sanitario: no deben pasar por alto los lunares y manchas de la piel. Se debe recordar que la mayor parte de los melanomas no son visibles en las personas completamente vestidas debido a que su localización más frecuente, tanto en varones como en mujeres, es la espalda”. El análisis digitalizado por dermatoscopia de los lunares y manchas de la piel representa un gran avance en el campo de la prevención del cáncer de piel. Se trata de un método seguro para la detección precoz de lunares de riesgo. ¿En qué consiste la dermatoscopia? La dermatoscopia consiste en la visión de las lesiones pigmentadas de la piel con un sistema de luz polarizada que permite transparentar las capas superficiales de la misma y analizar los distintos tipos de lunares, pudiendo identificar determinadas características de riesgo, así como realizar fotografías de los mismos y llevar a cabo un seguimiento con control digital. El examen es rápido, indoloro y de alta precisión diagnóstica. Los lunares de la piel se estudian sin necesidad de biopsia. La utilización de una videocámara con lente de gran aumento unida a un sistema informático, permite visualizar y amplificar las lesiones en la pantalla del ordenador, a la vez que tomar imágenes clínicas (generales) para una buena localización de dichos lunares. Todas estas imágenes se guardan en el ordenador, para poder compararlas en posteriores revisiones. Cuando se dé un cambio en alguno de los lunares, tendremos una señal de alarma. Con su extirpación, evitaremos que se desarrolle un melanoma. A través de la observación continuada y el almacenamiento de las imágenes de la piel, se puede asimismo evitar la extirpación innecesaria de nevus benignos que no hayan sufrido cambios en periodos de tiempo significativos. ¿Para qué tipo de pacientes se recomienda la dermatoscopia? Se recomienda a todas las personas que, por lo menos una vez al año, se hagan una revisión de sus lunares. Esta revisión estaría especialmente recomendada a cualquier persona que tenga muchos lunares o en especial si alguno ha variado de color o de tamaño. Como dijimos anteriormente, hay personas que deben llevar un control estricto de los lunares, como son aquellas que han sufrido quemaduras solares o tienen la piel clara. ¿Qué ventajas aporta en relación a los métodos tradicionales? La gran ventaja es que con esta técnica no es necesaria la práctica de biopsias. Hay pacientes que tienen centenares de lunares, y no se podría hacer una biopsia de cada uno. Se trata de un método no invasivo que permite un diagnóstico en vivo, diferenciando entre tumores benignos y malignos e identificando aquellos lunares de mayor riesgo, en los que será necesario un control seriado. Evita extirpaciones y biopsias innecesarias, y ofrece un diagnóstico más selectivo y preciso.PJ Abril • mayo 2010 61