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¡Despertá tu piel y tus sentidos! Una rutina energizante La rutina de limpieza El primer paso en cualquier rutina de cuidado de la piel es la limpieza profunda. Es muy importante asegurar que los productos elegidos son los más apropiados para tu tipo de piel. Para pieles grasas, con brillo o espinillas, conviene utilizar un producto limpiador sin aceite, una loción o un gel. Para la piel seca, que se descama y se siente tirante, los limpiadores más indicados son cremas, lociones cremosas o jabones humectantes. Para la piel sensible hay que usar productos especialmente diseñados para este propósito. La rutina empieza al levantarse con el producto de limpieza elegido aplicado con un algodoncito y retirado con una toalla húmeda y tibia. Si usás base, probá con una crema especial desmaquillante para retirar el maquillaje. A continuación, la loción tónica o astringente que remueve los restos de la suciedad , el gel y /o la crema desmaquillante y deja la piel fresca y estimulada. Finalmente, la crema hidratante o el tratamiento especial. A la noche conviene usar una crema más rica, porque la piel está más preparada para absorber sus propiedades nutritivas. A la mañana la crema hidratante puede ser combinada con una base de maquillaje y/o un protector solar a partir de los primeros calores. Los puntos negros pueden aparecer en la piel más limpia como la más grasa. Se forman cuando las secreciones sebáceas se mezclan con células muertas. Se ven negros porque son muy densos. La prevención y una correcta limpieza son fundamentales para evitar su aparición y para eliminar los ya existentes. El momento más indicado para removerlos es después de un baño de vapor, luego de lavar la piel con un jabón suave o con un exfoliante especial para puntos negros. Dos veces por semana se recomienda una limpieza más profunda, con un gel o una crema exfoliante que elimina las células muertas y las impurezas. También se sugiere una mascarilla, seguida por una loción refrescante y la crema habitual de hidratación. Tips de limpieza – No tocar la cara con las manos ni dejar que lo cubra el pelo. Ambas acciones atraen suciedad al rostro. – Cambiar el cubre almohada cada 3 o 4 días para minimizar la presencia de suciedad. – Limpiar el auricular del teléfono con regularidad para minimizar la presencia de bacteria cerca del rostro. – Si utilizas maquillaje, mantener los cepillos y esponjitas limpios – Nunca prescindir de la rutina de limpieza, tonificación e hidratación. Neutrogena® Deep Clean Energizing, renueva la rutina y agrega toda la frescura del mentol en un gel refrescante que remueve los residuos del maquillaje y revitaliza la piel. – Con Neutrogena® Deep Clean Energizing Tónico, la piel queda limpia por mucho más tiempo. SEPTIEMBRE 2009 39 ESENCIA