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E u ro E c o Revista digital de Ecografía Clínica Caso clínico Quiste meniscal: diagnóstico por ecografía en atención primaria 1Francisco López, León Javier Panadero Carlavilla, 2Eugenio Cerezo Javier Minaya Bernedo, 3Cristina Cortés 3Francisco Marzo, 2013 Volumen 4, número 1 Se realiza ecografía de la rodilla en el Centro de Salud. En la interlínea externa se observa una formación redondeada, heteroecoica, no vascularizada, que llega a medir 1,78 x 0,84 cm; protruye hacia los planos cutáneos. Es compatible con quiste meniscal extruido (figuras 1 y 2). Se observa un trazo irregular anecoico en la porción más periférica y distal del menisco externo, compatible con posible rotura parcial del mismo (figura 3). Hay escasa cantidad de líquido en el receso patelar. 1Centro de Salud de Villanueva de la Cañada- 2Unidad de Ecografías. Clínica América- 3Servicio de Radiodiagnóstico. Hospital Puerta de Hierro Madrid Mujer de 74 años de edad, con antecedentes de hipertensión arterial, diabetes mellitus tipo 2, nefrectomía derecha por litiasis, espongiosis medular de riñón izquierdo, hiperlipidemia y bocio multinodular no tóxico; tratamiento habitual con insulina, amlodipino y simvastatina. Acude a consulta y refiere la aparición de una tumoración en la cara lateral de la rodilla derecha hace 3-4 meses, que se acompaña de dolor de características mecánicas en ese punto, y se desencadena con la flexo-extensión y el ejercicio físico. Está afebril y no ha presentado alteraciones cutáneas ni signos de artritis. En la exploración se palpa una tumoración en la interlínea externa, de consistencia pétrea, levemente dolorosa, que disminuye de tamaño con la flexo-extensión de la rodilla. Figura 2. Figura 3. Figura 1. Se solicita RMN para confirmar la rotura meniscal. Con dicha prueba se identifica una alteración de la morfología y del patrón de señal del menisco externo en su totalidad, con presencia de quiste parameniscal originado por rotura inestable del mismo. El cuerno posterior Panadero Carlavilla FJ, Cerezo López E, Minaya Bernedo FJ, Cortés León C. Quiste meniscal: diagnóstico por ecografía en atención primaria. EuroEco 2013;4(1):5-7. 5 EuroEco del menisco interno presenta una hiperintensidad de señal que contacta con la superficie articular inferior producida por rotura degenerativa del mismo (figuras 4 y 5). Se aprecia una pérdida del cartílago de la superficie articular de carga de ambos cóndilos femorales por artropatía degenerativa asociada. Se objetiva líquido a ambos lados de los ligamentos laterales, consecuencia de ligamentosis. El ligamento cruzado anterior, el posterior, el tendón del cuádriceps y el tendón rotuliano no muestran alteraciones significativas. El cartílago patelar presenta alteración del patrón de señal en la zona media, consecuencia de condromalacia rotuliana. También se observa bursitis infrapatelar. Figuras 4 y 5. COMENTARIO Los meniscos son estructuras fibrocartilaginosas situadas a ambos lados de la espina tibial. El menisco medial tiene forma de “C” y el lateral de “O”. Se continúan mediante el paramenisco con la cápsula articular en su borde de implantación. Ambos presentan una zona central, no vascularizada, y una porción periférica que recibe vasos provenientes de la cápsula. El menisco interno se halla íntimamente unido a las fibras profundas del ligamento lateral medial, mientras que el menisco externo presenta una zona más móvil en su cuerno posterior. Durante la extensión de la rodilla los meniscos se desplazan hacia delante; en la flexión lo hacen en sentido posterior. La rotación se realiza entre las caras inferiores de los meniscos y la cara superior de la meseta tibial1. En sus últimos grados de extensión el menisco interno se acompaña de una rotación externa debido a que el cóndilo femoral interno es más largo que el externo; es decir, la flexo-extensión de la rodilla ocurre durante más tiempo en el compartimento medial que en el lateral. De este modo, y por ello, la rotura del menisco interno es más frecuente y clínicamente más expresiva que la del menisco lateral. Las lesiones meniscales asientan con mayor frecuencia en personas de edad avanzada, sobre meniscos que sufren procesos degenerativos previos (alteraciones morfológicas o estructurales, mayor número de fibras colágenas, menos condrocitos, menor hidratación intracelular); en esos casos, mínimos traumatismos pueden producir roturas meniscales. Por su movilidad el menisco externo sufre con menor frecuencia que el interno fenómenos de compresión, lo que hace que las lesiones aquí sean mucho menos habituales que en el menisco medial; sin embargo, encontramos ocasionalmente fenómenos de distensión del paramenisco lateral, bien por microtraumatismos repetidos, bien por traumatismo directo. En ambos casos, en el tiempo se puede producir un fenómeno cicatricial del mismo, o bien puede acontecer la aparición de una cavidad rellena por tejido mucinoso encapsulado, esto es, un quiste meniscal. Clínicamente el paciente puede referir dolor en esa localización y, a menudo, se observa una tumoración en la interlínea articular externa, anterior al ligamento lateral externo, que aparece con la rodilla en extensión y desaparece con la misma en flexión. Esto permite distinguirlo de la presencia de cuerpos libres intraarticulares y de exóstosis. Aun así, en ocasiones es complicado establecer un diagnóstico diferencial con lipomas, bursitis, fibromas y gangliones de la articulación tibio-peronea. El quiste puede aumentar de tamaño y en casos raros producir fenómenos compresivos sobre estructuras adyacentes, como el nervio peroneo, o incluso erosiones óseas. La lesión quística actúa “fijando” el menisco lateral, disminuyendo o evitando su movilidad normal, y haciéndolo más propenso a sufrir una rotura2. De cualquier modo, la patogenia del quiste meniscal sigue sin estar claramente establecida. Posiblemente el mayor volumen del menisco externo en su región medial y posterior, junto con una alteración de la vascularización periférica, favorecen la degeneración mucoide. La mayoría de los autores encuentran lesiones meniscales añadidas3,4, aunque es muy poco frecuente la asociación a lesiones intraarticulares, básicamente del ligamento cruzado anterior 5. La ecografía puede ser de gran ayuda en el diagnóstico, dependiendo de la localización del quiste. Este se visualiza como una lesión ocupante de espacio, adyacente a la cara externa meniscal. El aspecto ecográfico es variado: desde una masa hipoecoica unilobulada hasta una lesión multilobulada heteroecoica. Ello dependerá del contenido del quiste (líquido sinovial claro, material de aspecto mucinoso o gelatinoso, material sanguinolento...). En general, los límites externos del quiste suelen estar bien definidos. La ecografía, a su vez, permite diferenciar si la lesión es meniscal o de alguna otra estructura adyacente (bursa anserina o gangliones de la articulación tibio-peronea proximal)6. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS 1. Woolf VM, Wilde GP Meniscal Cysts and Tears. MBMS (B) 1993;75:334. 2. Ferrer-Roca O, Villata C. Lesion of meniscus. Part II. Horizontal cleavages and lateral cysts. Clinical Orthopaedics 1980; 146:301-7. 3. Glasgow MM, Allen PW, Blakeaway C. Arthroscopy Treatment of Cysts of the lateral meniscus. MBMS (B) 1993;75:299-302. 4. Passler MM, Hoffer HP, Peicha G, Wildborger R. Arthroscopy Treatment of menical Cysts. MBMS (B) 1993;75:303-4. 5. Latorre A, Gómez R, Seral F. Quiste del segmento anterior del Panadero Carlavilla FJ, Cerezo López E, Minaya Bernedo FJ, Cortés León C. Quiste meniscal: diagnóstico por ecografía en atención primaria. EuroEco 2013;4(1):5-7. 6 EuroEco menisco externo sin rotura meniscal. Rev Ortp Traumatol 2004;48:455-8. 6. Martinoli C, Bianchi S Meniscal Cysts. En: Ultrasound of the Musculoskeletal System. Springer-Verlag. Berlin Heidelberg 2007; pág 729-32. Panadero Carlavilla FJ, Cerezo López E, Minaya Bernedo FJ, Cortés León C. Quiste meniscal: diagnóstico por ecografía en atención primaria. EuroEco 2013;4(1):5-7. 7