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Cap222 7/6/06 09:01 Página 949 Sección 22 ■ Capítulo 222 Patología derivada de la estabilidad del hombro J.L. Villarreal, F. Santonja, C. Salcedo Importancia El médico de familia es consultado con cierta frecuencia por pacientes jóvenes que refieren omalgia, que no cede con las medidas terapéuticas habituales, e incluso algunos refieren que les persiste la sintomatología, a pesar de haber sido intervenidos de una tendinitis del supraspinoso o de un síndrome de rozamiento subacromial. Otras veces, refieren repetidas luxaciones del hombro tras un traumatismo importante sobre ese hombro y solicitan nuestro consejo. Con menor frecuencia, los padres consultarán porque su hijo o hija realiza unos “movimientos muy raros con los hombros” (los subluxan) y quieren saber a qué se debe y qué deben hacer al respecto. Por último, veremos a pacientes mayores que, tras una caída que ha ocasionado una luxación del hombro, refieren omalgia continua, muy intensa, que impide descansar, y luxaciones del hombro con movimientos banales como el vestirse o coger un vaso de agua de la mesilla. Todos estos cuadros clínicos tienen en común el fallo de las estructuras que estabilizan el hombro. Cuando el fracaso de las estructuras estabilizadoras se produzca tras un traumatismo, estaremos ante una luxación recidivante del hombro. Cuando exista laxitud en el hombro, ésta puede ser la responsable de la movilidad anormal de esta articulación, que ocasionará tendinitis repetitivas o crónicas del manguito rotador que no ceden con las terapias convencionales (tendinitis secundarias a laxitud gleno-humeral). Si el grado de laxitud es mayor, ocasionará la inestabilidad gleno-humeral en la que aparecen en las subluxaciones del hombro. El médico de familia debe conocer las diferencias entre estos procesos, porque su evolución y tratamiento son diferentes. Conceptos La luxación recidivante es la repetición de las luxaciones del hombro que se producen cada vez con mayor facilidad (con traumatismos de menor intensidad), llegando incluso a producirse luxaciones atraumáticas. Siempre tiene que haberse producido un primer traumatismo intenso, que es el responsable de la primera luxación. La inestabilidad del hombro es la incompetencia de las estructuras estabilizadoras del hombro para mantener la estabilidad de la articulación gleno-humeral en todos los arcos del movimiento. Se acompaña de la sensación de “brazo muerto”. El “brazo muerto” es la inmediata impotencia funcional del brazo al adoptar una determinada posición que ocasiona su incontrolada caída. Se produce por la subluxación de la cabeza del húmero. La diferenciación entre “inestabilidad primaria” que ocasiona un “rozamiento secundario”, con el síndrome de “rozamiento subacromial primario” se realiza mediante la exploración clínica. El médico de familia tiene que conocer esta posibilidad patológica, para poder diagnosticarla. Cirugía menor y procedimientos en medicina de familia 949 Cap222 7/6/06 09:01 Página 950 Sección 22: Procedimientos de traumatología, ortopedia, rehabilitación y medicina del deporte en medicina de familia Luxación recidivante Es la secuela más frecuente después de una luxación aguda anterior de hombro. La edad es el factor más importante para valorar la probabilidad de recidiva. Tras una luxación aguda, las tasas de recidiva pueden ser superiores al 90% entre individuos de 11 a 20 años. El 90% de las luxaciones recidivantes se dan antes de los 30 años y la mayoría de las luxaciones no recidivantes, después de esta edad. Cuando en personas mayores se produzcan recidivas tras una luxación aguda, es porque se han producido severas lesiones en el manguito de los rotadores que hacen imprescindible su reparación. Las lesiones más importantes que aparecen en la luxación recidivante del hombro son: • Lesión del labio glenoideo. Descrito por primera vez por Perthes y, después, por Bankart. Cuando aparece en la zona anteroinferior se denomina lesión de Bankart y, en la zona superior, lesión de SLAP (síndrome del labrum antero-posterior). Se presenta en el 87% de los pacientes. • Despegamiento de la cápsula anterior de la glena. Conocida como la lesión de Broca y Harman. A veces asociado a la lesión de Bankart. • Insuficiencia de los ligamentos glenohumerales por elongación. Se da en el 55% de los casos. • Insuficiencia capsular con aumento de la bolsa subescapular. Se observa en el 79% de los casos. • Fractura por hundimiento en la zona postero-externa de la cabeza humeral. Conocida como lesión de Hill-Sachs. Se produce por la presión del borde anterior de la glena contra la cabeza del húmero. Se observa en el 68% de los pacientes. 950 La luxación recidivante posterior es mucho más rara y, con frecuencia, se confunde con la luxación recidivante anterior. Inestabilidad del hombro Existe una excesiva movilidad del hombro que causa malestar, dolor o impotencia funcional. Puede producirse en una sola dirección como la anterior o en varias direcciones, denominándose multidireccional. El ortopeda deberá determinar cuál es la luxación predominante en una inestabilidad multidireccional. Es importante conocer los acrónimos que se utilizan en relación a la patología derivada de la estabilidad del hombro, ya que permiten un tratamiento más racional: • TUBS: T, traumática/ U, unidireccional/ B, Bankart lesión/ S, surgery-cirugía/. Serían aquellas luxaciones traumáticas, unidireccionales, donde se demuestra una lesión importante del rodete que suelen ser subsidiarias de cirugía. • AMBRI: A, atraumática/ M, multidireccional/ B, bilateral/ R, rehabilitación/ Inferior capsular shift- cápsula inferior laxa. Serían, en principio, subsidiarias de tratamiento rehabilitador. • AIOS: A, adquirida/ I, inestabilidad/ O, overstressed shoulder-hombro sobreesforzado/ S, surgery-cirugía. Serían aquellas producidas en deportistas por sobreesfuerzos continuados del hombro donde estará indicada la cirugía. Exploración clínica Anamnesis En la historia clínica hay que reflejar el tipo de traumatismo, edad del paciente en la 1ª luxación, número de luxaciones evidentes y de subluxaciones. Maniobras Cirugía menor y procedimientos en medicina de familia Cap222 7/6/06 09:01 Página 951 Capítulo 222: Patología derivada de la estabilidad del hombro en la que se ha luxado el hombro y si ha reducido él la luxación o la han reducido en el hospital. Cuando refieran la sensación de brazo muerto, hay que interrogar en qué movimientos se produce y si existe aprensión (miedo a que se salga el hombro). En la inestabilidad anterior se produce con la típica posición de armado (abducción, rotación externa y extensión horizontal); en la inestabilidad posterior, se produce con flexión, aducción horizontal y rotación interna. Inspección Será normal, excepto cuando acudan con el hombro luxado. Palpación Es aconsejable tener un protocolo de evaluación. Hay que buscar los puntos dolorosos. Debe palparse en la cara anterior del hombro la A-C, el acromion, coracoides y el troquín (fig. 1a), así como los tendones coracobraquiales, la porción larga del bíceps y el subescapular (fig. 1b). Llevando su mano a la espalda, se expone la cara superior y anterior del hombro, con lo que podremos palpar la inserción del supraespinoso (fig. 1c). En la cara posterior (fig. 1d) habrá que palpar los tendones de los rotadores externos (infraspinoso y redondo menor). a b Exploración c d Figura 1. a) Palpación de las estructuras óseas de la cara anterior del hombro. b) Visión cenital de la cara superior del hombro, donde se aprecia la disposición del manguito rotador. Por delante está el tendón del subescapular. El tendón del supraspinoso está tapado por el acromion. c) La palpación del tendón del supraspinoso precisa que el explorado coloque su mano en su espalda. d) Palpación de las estructuras musculares de la cara externa y posterior del hombro. Cirugía menor y procedimientos en medicina de familia 951 Cap222 7/6/06 09:01 Página 952 Sección 22: Procedimientos de traumatología, ortopedia, rehabilitación y medicina del deporte en medicina de familia a b Figura 2. a) Cuantificación de la flexión activa del hombro. En decúbito supino se evita la compensación del tronco. b) Cuantificación de la rotación externa del hombro. Presenta una gran amplitud del movimiento por una hiperlaxitud, aunque se ha ayudado con la lordosis lumbar. c) Exploración de la aducción horizontal. Tras realizar el movimiento de forma activa, forzamos su amplitud. Cuando exista dolor, indica patología de la acromio-clavicular o de la porción larga del bíceps. d) Marcada prominencia de la cabeza del húmero al realizar la flexión del hombro en una adolescente con marcada inestabilidad multidireccional. no puedo abrir la d c Estabilidad En esta misma posición puede realizarse la prueba del cajón del hombro. El paciente apoya el antebrazo en su regazo y nos situamos por detrás. Sujetamos con una mano la coracoides y la escápula y, con la otra, el extremo proximal del húmero, realizando fuerzas divergentes. En el cajón anterior, empujamos el húmero hacia delante (fig. 4a) y, en el posterior, hacia atrás (fig. 4b). Se considera normal cuando el final de la traslación anterior sea firme, el desplazamiento no sea superior al 50%, no exista dolor ni aprensión. Debe empezarse por la maniobra del surco o “sulcus”. Consiste en efectuar una tracción distal del brazo, estando el paciente sentado. Cuando exista laxitud, aparecerá una depresión por debajo del acromion por la traslación inferior de la cabeza humeral (fig. 3). La maniobra de aprensión consiste en colocar el hombro en la posición de subluxación. Puede realizarse sentado o acostado, cambiando su denominación (con el paciente sentado se denomina prueba de Rockwood o de “la palanca”). La inestabilidad anterior es la más Movilidad La amplitud del movimiento ha de realizarse, en primer lugar, en activo. Hay que realizar flexión-extensión, abducción-aducción, rotaciones con el brazo pegado al cuerpo (0º) y a 90º; y flexo-extensión horizontal (fig. 2). Cuando existe una marcada inestabilidad gleno-humeral, la cabeza del húmero puede subluxarse por abajo y delante al flexionar el brazo (fig. 2d). 952 Cirugía menor y procedimientos en medicina de familia Cap222 7/6/06 09:01 Página 953 Capítulo 222: Patología derivada de la estabilidad del hombro a c b Figura 3. a) Signo del surco (sulcus) positivo. Con la tracción del brazo se produce una depresión subacromial. b) Rx. A-P del hombro realizando tracción distal. Se aprecia un descenso de la cabeza del húmero que clínicamente se evidencia mediante el signo del surco. c) Rx. A-P del hombro realizando tracción distal. Se aprecia un marcado descenso de la cabeza del húmero, lo que indica un signo del surco de +++. a b Figura 4. a) Maniobra del cajón anterior. Visión cenital. Se sujeta la escápula con una mano y con la otra desplazamos el hombro hacia delante. b) Maniobra del cajón posterior. Visión cenital. Se empuja el húmero hacia atrás y se estabiliza la escápula con la otra mano. frecuente y, para evidenciarla, se pone el brazo en la posición de armado, que es la que se adopta al lanzar un objeto (abducción entre 60 a 120º y rotación externa). Nos colocamos por detrás del explorado, una mano la situamos tras la escápula y con la otra mano llevamos el brazo (fig. 5) y la muñeca hacia atrás (forzamos la extensión horizontal y rotación externa). Si existe inestabilidad o ha quedado un arrancamiento del rodete tras una luxación, el paciente volverá a experimentar la desagradable sensación de subluxación del hombro, evitando de forma refleja el movimiento. A continuación, invitamos al paciente a que se acueste sobre la camilla en supino y realizamos la maniobra de “recolocación”. Colocamos el brazo en abducción y rotación externa en busca de dolor (generalmente suele doler con pocos grados de rotación externa). Si aparece dolor, presionamos sobre la cara anterior de la cabeza humeral para reintroducir la cabeza humeral en la cavidad glenoidea, con lo que el dolor desaparecerá Cirugía menor y procedimientos en medicina de familia 953 Cap222 7/6/06 09:01 Página 954 Sección 22: Procedimientos de traumatología, ortopedia, rehabilitación y medicina del deporte en medicina de familia Figura 5. a) Maniobra de aprensión. Se coloca el brazo en posición de armado y se fuerza la extensión horizontal y la rotación externa. En caso de inestabilidad anterior o luxación recidivante anterior, se producirá “aprensión anterior”. b) Maniobra de aprensión en decúbito supino. Se realiza de igual forma que la anterior. a b La diferenciación entre un rozamiento subacromial secundario y primario es importante, porque nos ayuda a comprender al grupo de pacientes con tendinitis del supraspinoso que no mejoran con las terapias convencionales, orientándoles hacia un adecuado tratamiento quirúrgico. Figura 6. Maniobra de recolocación. Tras explorar la aprensión, se comprime sobre la cara anterior del hombro con lo que desaparece la sintomatología y mejora la rotación externa. (o se reducirá notablemente), y mejorará la rotación externa (fig. 6). Esta maniobra sirve para diferenciar el origen de la omalgia. Si el paciente con clínica de rozamiento subacromial (tendinitis del supraspinoso o de la porción larga del bíceps), presenta laxitud y la maniobra de recolocación es positiva, indica que esta omalgia puede ser secundaria a la inestabilidad, es decir, estaríamos ante una “inestabilidad anterior con síndrome de rozamiento secundario”. Si, por el contrario, el dolor se mantiene, estamos ante un síndrome de “rozamiento primario”. 954 La persistencia del “signo del surco” al realizar una marcada rotación externa con el brazo pegado al cuerpo indica una deficiencia del intervalo rotador y del ligamento glenohumeral medio con la consiguiente hiperlaxitud multidireccional. La luxación recidivante posterior puede detectarse con la maniobra del cajón posterior en decúbito, que consiste en empujar hacia atrás el húmero con el brazo en abducción en el plano escapular y rotación interna. Hay que realizar un examen neurovascular por posibles lesiones del plexo braquial o del nervio axilar en la primera luxación traumática. La atrofia de la musculatura escapular y la pérdida de fuerza del coracobíceps suelen deberse al desuso. Las pruebas más específicas para valorar una inestabilidad son la maniobra de aprensión, la prueba de la recolocación y el signo del surco. Cirugía menor y procedimientos en medicina de familia Cap222 7/6/06 09:01 Página 955 Capítulo 222: Patología derivada de la estabilidad del hombro a b d c Figura 7. a) TAC del hombro en el que se aprecia una superficie articular de la glena muy plana. No puede visualizarse la cápsula ni el rodete glenoideo o labrum. Se aprecia un buen centraje de la articulación. b) TAC de la misma paciente realizando un cajón posterior. Se aprecia una marcada subluxación posterior del húmero. c) Reconstrucción tridimensional de una inestabilidad posterior. Apréciese el marcado desplazamiento posterior de la cabeza del húmero respecto a la glenoides, al realizar la TAC en posición de subluxación posterior. d) Artro-neumoTAC. Se aprecia el escape del contraste en la parte anterior de la articulación que indica la desinserción del rodete glenoideo o lesión de Bankart. Exploraciones complementarias Las radiografías aportan poca información ya que no muestran las alteraciones de las partes blandas. La TAC sólo permite informar de la morfología de la glena y su relación con la cabeza humeral (fig. 7a), así como sobre la fractura por compresión de la cabeza humeral (lesión de Hill-Sachs). En caso de duda sobre el desplazamiento predominante, puede realizarse una TAC desplazando el húmero hacia delante (cajón anterior) y/o hacia atrás (cajón posterior), mostrando la laxitud predominante (fig. 7b). La reconstrucción tridimensional muestra con claridad este desplazamiento (fig. 7c). La artro-TAC proporciona información muy completa sobre la integridad de la cápsula y la inserción del rodete (fig. 7d). Está siendo sustituida gradualmente por la RM. La RM muestra las partes blandas (fig. 8a) y las estructuras óseas en los tres planos del espacio (frontal, axial y sagital). Se aprecia con claridad la fractura por depresión póstero- Cirugía menor y procedimientos en medicina de familia 955 Cap222 7/6/06 09:01 Página 956 Sección 22: Procedimientos de traumatología, ortopedia, rehabilitación y medicina del deporte en medicina de familia Figura 8. a) Rotura del tendón del subescapular y de la cápsula glenohumeral anterior (lesión de Broca y Harman). El rodete se mantiene insertado. b) Corte axial con RM de un adulto con luxación recidivante del hombro. Existe una depresión de la cara posterior del húmero o lesión de Hill-Sachs. c) b Corte axial con RM. Se aprecia la desinserción del rodete glenoideo en la porción antero-inferior (lesión de Bankart). a c Figura 9. a) RM con gadolinio. Se aprecia la desinserción del rodete glenoideo antero-superior (SLAP) que se produjo con los violentos movimientos del “saque o servicio” en un tenista. b) RM con gadolinio. Se aprecia la desinserción del rodete glenoideo antero-inferior (Bankart), que se produjo en un tenista. FALTAN a b superior o lesión de Hill-Sachs (fig. 8b) pero, con frecuencia, las lesiones del labrum (rodete glenoideo) no son informadas con esta prueba (fig. 8c). La RM con gadolinio sí demuestra con claridad y fiabilidad las lesiones del labrum (fig. 9), las lesiones del ligamento glenohumeral inferior y las alteraciones de la bolsa. Con las técnicas modernas de alta resolución se alcanzan porcentajes de sensibilidad y especificidad superiores al 90 y 95%. 956 Tratamiento quirúrgico El tratamiento de una luxación aguda del hombro es ortopédico y consiste en una inmovilización que se mantendrá en los jóvenes durante tres semanas. En personas mayores de 40 años, se puede movilizar a partir de las dos semanas, sin que se incremente el riesgo de recidiva. Son raros los casos que en deportistas jóvenes precisen reconstrucción quirúrgica en la Cirugía menor y procedimientos en medicina de familia Cap222 7/6/06 09:01 Página 957 Capítulo 222: Patología derivada de la estabilidad del hombro primera luxación. Un programa de RHB supervisado puede lograr la recuperación total. Es frecuente que nos consulten pacientes que han sufrido 20-25 episodios de luxaciones y subluxaciones. Cuando la recidiva está establecida, el único tratamiento para resolverla es el quirúrgico. Al ser un problema multifactorial, las técnicas propuestas para la luxación recidivante han sido muy variadas. Las más conocidas son: • Técnica de Bankart. Consiste en reconstruir la lesión del rodete glenoideo anterior. Su porcentaje de éxitos está cifrado en el 98%. • Técnica de Putti-Platt. Se secciona el subescapular y, a continuación, se sutura a modo de gabardina para obtener un refuerzo anterior y evitar la luxación. El inconveniente es que limita la rotación externa. • Técnica de Magnuson-Start. Se basa en la reinserción del subescapular del borde interno de la corredera bicipital al externo, de forma que cubra la cabeza en abducción. • Técnica de Bristow-Helfet. Utiliza la coracoides, que se atornilla por delante de la glena en su reborde anterior abriendo un ojal en el subescapular. De esta manera se pone un tope óseo anterior vascularizado que impide la salida de la cabeza. • Técnica de Boytchev. Consiste en tensar el subescapular al levantarlo con el coracobíceps. Para ello se realiza una osteotomía de la coracoides que se pasa junto con el tendón del coracobíceps, entre el subescapular y la cápsula (fig. 10), volviendo a reinsertarla en su lugar de origen. De esta manera se ofrece un tope dinámico a la cabeza humeral en abducción y rotación externa. En esta posición el subescapular empuja la cabeza hacia atrás y actúa como una cincha inferior Figura 10. Técnica de Boytchev. La coracoides y sus tendones se pasan por debajo del músculo subescapular, para retensarlo y evitar la luxación anterior. que cubre la cabeza y oblitera la bolsa capsular. • Técnicas de retensado capsular selectivo (Neer-Bigliani). Quizás sean las más indicadas en cirugía abierta. Permiten reparar una lesión de Bankart y efectuar una plicatura de toda la cápsula. Cirugía artroscópica En la actualidad los resultados están siendo más comparables (en tasas de éxitos o recidivas) con las técnicas abiertas. El principal objetivo quirúrgico es asegurar el labrum al reborde anterior de la glenoides y acortar la cápsula glenohumeral, desplazándola en dirección cefálica, que se reinserta con anclajes tipo arpón. En ocasiones se puede conseguir un retensado adicional de la cápsula por la aplicación de energía de radiofrecuencia (retracción térmica). La rehabilitación se inicia a partir de la segunda o tercera semana tras la cirugía, evitando realizar rotaciones externas forzadas. Paulatinamente, se ganan grados de rotación externa, abducción y antepulsión, consiguiéndose a las 8-12 semanas la movilidad completa. Cirugía menor y procedimientos en medicina de familia 957 Cap222 7/6/06 09:01 Página 958 Sección 22: Procedimientos de traumatología, ortopedia, rehabilitación y medicina del deporte en medicina de familia Comentarios La extraordinaria movilidad del hombro se consigue por el sacrificio de su estabilidad. Las estructuras cápsulo-ligamentosas tienen un papel clave en la estabilidad glenohumeral, destacando los siguientes ligamentos: • El ligamento glenohumeral superior y el ligamento coracohumeral resisten la traslación inferior en la flexión, aducción y rotación interna. • El ligamento glenohumeral medio limita la traslación anterior en abducción de 60º a 90º. • El ligamento glenohumeral inferior es el más efectivo para la estabilidad del hombro. Constituye la limitación principal de la traslación anterior y la posterior en rotación externa e interna. Los músculos del manguito de los rotadores centran la cabeza sobre la glena y son cruciales para mantener la estabilidad de la articulación. El subescapular proporciona estabilidad de 0º a 45º de abducción (a 45º es ayudado por el ligamento glenohumeral medio y las fibras superiores del ligamento glenohumeral inferior), pero a 90º no puede estabilizarla. Esto explica por qué la potenciación de los rotadores externos no evita las recidivas en la posición de mayor inestabilidad. Kumar clasificó las luxaciones en primarias, que son las producidas en hombros normales tras un traumatismo importante y donde la inmovilización curará las lesiones; y secundarias, que son las luxaciones que se producen tras un traumatismo mínimo sobre hombros ya laxos, en los que la inmovilización no estará indicada porque no evitará las recidivas. En las 958 luxaciones secundarias, estará indicada la cirugía precoz, ya que el riesgo de recidiva es muy alto. En los individuos que no han alcanzado la madurez ósea, la tasa de recidivas se incrementa en seguimientos de 3 a 5 años y no se ha visto que se eviten las recidivas al inmovilizar, ni por utilizar una fisioterapia bien supervisada. El alto porcentaje de recidiva no se reducirá prolongando el tiempo de inmovilización. El tratamiento de la omalgia que no cede con las medidas terapéuticas habituales suele ser quirúrgico. En el síndrome de rozamiento subacromial primario está indicada la descompresión subacromial, pero en el secundario fracasaremos con este procedimiento, ya que precisa una estabilización glenohumeral. Los sujetos hiperlaxos pueden realizar luxaciones voluntarias, la mayoría de las veces multidireccionales y sin dolor. Para ellos existen pocas indicaciones quirúrgicas. Comentario final La laxitud y la inestabilidad del hombro son patologías relativamente frecuentes que no suelen diagnosticarse al no sospecharse, ni conocer sus maniobras de exploración. Son responsables de omalgias rebeldes al tratamiento, por lo que en la valoración que realizamos a un paciente que consulta por omalgia se debería incluir al menos una maniobra de inestabilidad. La anamnesis, exploración física y las pruebas complementarias suelen proporcionar el diagnóstico. Cuando se sospeche esta patología, la correcta orientación del paciente permitirá un tratamiento adecuado que solucionará su sintomatología en la mayoría de los casos. Cirugía menor y procedimientos en medicina de familia