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COLOMBIANA DE SALUD S.A. GUIA CLÍNICA PARA MANEJO DE TRASTORNOS INFANTILES MANUAL DE CALIDAD Página 1 de 32 CDS GDM P-15 Revisión 00 Mayo 2014 GUÍA DE MANEJO PARA TRASTORNOS INFANTILES Trastornos de Eliminación y Trastornos Hipercinéticos CIE – 10 F98X, F90X CÓDIGO DIAGNÓSTICO F98.0 Enuresis no orgánica. F98.1 Encopresis no orgánica. F90.0 Perturbación de la actividad y la atención. MAYO 2014 No de Revisión 00 Fecha Mayo 2014 Elaboró Psicólogo Aprobó Dirección Prestación COLOMBIANA DE SALUD S.A. GUIA CLÍNICA PARA MANEJO DE TRASTORNOS INFANTILES MANUAL DE CALIDAD Página 2 de 32 CDS GDM P-15 Revisión 00 Mayo 2014 CONTENIDO PRÓLOGO. INTRODUCCIÓN. OBJETIVOS. JUSTIFICACIÓN. 1. TRASTORNOS DE ELIMINACIÓN. 1.1. Definición. 1.2. Diagnóstico. 1.3. Factores. 2. TRASTORNOS HIPERCINÉTICOS. 2.1. Definición. 2.2. Manifestación Común. 2.3. Diagnóstico. 2.4. Diagnóstico Diferencial. 2.5. Factores. 3. TRATAMIENTO. 3.1. Generalidades del tratamiento. 3.2. Intervención Psicológica. 3.3. Intervención Psicosocial. 3.4. Supervisión y seguimiento. 4. PLAN DE TRATAMIENTO Y RUTAS CLÍNICAS. 5. PROMOCIÓN Y PREVENCIÓN. 6. INFORMACIÓN AL PACIENTE Y FAMILIARES. REFERENCIAS. PRÓLOGO Con el objetivo de intervenir, reducir y prevenir el impacto que producen los trastornos mentales sobre los individuos, las familias y las comunidades, emerge la necesidad de enfocar la mirada sobre una política de Salud Mental que brinde atención de calidad a la población afectada No de Revisión 00 Fecha Mayo 2014 Elaboró Psicólogo Aprobó Dirección Prestación COLOMBIANA DE SALUD S.A. GUIA CLÍNICA PARA MANEJO DE TRASTORNOS INFANTILES MANUAL DE CALIDAD Página 3 de 32 CDS GDM P-15 Revisión 00 Mayo 2014 por dichas patologías, de manera integral. Dicha política invita a un cambio en la concepción misma de la salud, ampliando el panorama de la intervención exclusiva sobre lo orgánico y otorgando relevancia al componente psíquico, emocional, espiritual y relacional de los seres humanos. El concepto de Salud, según la OMS, sugiere que ésta es “un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades” y agrega, al referirse a la Salud Mental, que ésta no es sólo la ausencia de enfermedades mentales, pues es “un estado de bienestar en el cual el individuo es consciente de sus propias capacidades, puede afrontar las tensiones normales de la vida, puede trabajar de forma productiva y fructífera y es capaz de hacer una contribución a su comunidad”1. Además, la Salud Mental en la resolución No. 023558 de 1998, es definida como la “Capacidad que tienen las personas y los grupos de éstas para interactuar entre sí y con el medio en el cual viven. Agrega que es un modo de promover el bienestar subjetivo, el desarrollo y uso óptimo de las potencialidades psicológicas de carácter cognitivo, afectivas y relacionales, dirigidas al cumplimiento de metas individuales y colectivas, en concordancia con la justicia y el bien común”2. Teniendo en cuenta la relevancia que tiene para la Salud Mental la concienciación y el componente relacional, es importante hacer referencia al hecho de que este último introduce al individuo como un ser en contacto permanente con los seres humanos, las comunidades, las creencias, los sistemas políticos, las normativas, los demás seres vivos, las diversas culturas, los entornos y un contacto consigo mismo a nivel integral como ser biopsicosocial. De esta manera, el panorama de las relaciones del individuo se amplifica no sólo a nivel externo sino también interno, posicionando al sujeto como mediador responsable y consciente entre un sistema tanto individual como colectivo que requiere de reconocimiento, atención e intervención en los casos en que se presencia un malestar en las relaciones, afectándolas significativamente; invitación que no sólo recae sobre el personal de la salud, sino que también lo hace sobre el individuo y su contexto a modo de responsabilización. De esta manera, comprender las características de los malestares que ocurren sobre las relaciones entre los individuos de nuestro contexto, incita a la construcción de políticas de intervención 1 Organización Mundial de la Salud, Preguntas y respuestas en línea. 3 de Septiembre de 2007. 2 Citado en Echeverri, G., Otálora, N. (2005). Guía para la planeación del componente de salud mental en los planes territoriales de salud. Ministerio de la Protección Social. Bogotá, D.C. No de Revisión 00 Fecha Mayo 2014 Elaboró Psicólogo Aprobó Dirección Prestación COLOMBIANA DE SALUD S.A. GUIA CLÍNICA PARA MANEJO DE TRASTORNOS INFANTILES MANUAL DE CALIDAD Página 4 de 32 CDS GDM P-15 Revisión 00 Mayo 2014 específicas, más eficientes y enfocadas a la salud integral del individuo, tomando su bienestar como objetivo primordial; políticas que tengan en cuenta la promoción de la salud, la prevención del impacto negativo de los trastornos y la reducción de dicho impacto por medio de la organización de los servicios de salud mental, provisión de servicios pertinentes, inclusión social, recursos humanos adecuados, vigilancia de eventos y servicios en salud mental, e investigación en asuntos prioritarios de salud mental3. Todo ello, invitación para que las diferentes entidades enfocadas al área de la salud dirijan intervenciones pertinentes sobre los trastornos mentales que aquejan a los respectivos grupos poblacionales, pues de la población colombiana, ocho de cada 20 colombianos presentaron trastornos psiquiátricos alguna vez en su vida, tres de cada 20 colombianos los han presentado en los últimos 12 meses, y uno de cada 14 los presentaron en los últimos 30 días, siendo más frecuentes los trastornos de ansiedad, aquéllos del estado del ánimo y los de uso de sustancias, situación que justifica la preocupación en la implementación de diversas maneras de intervención en el área de la salud para promover de manera el bienestar integral del ser humano. INTRODUCCIÓN Teniendo en cuenta que la población infantil también se encuentra dentro de la atención por parte de las entidades de salud, es importante hacer énfasis en el área de Salud Mental a aquellas patologías por las cuales se solicita la atención con mayor frecuencia. Además de dar relevancia a los Trastornos de Eliminación, se hará mayor énfasis a los trastornos Hipercinéticos, pues las consultas por nombrar deliberadamente a los usuarios infantiles como “hiperactivos” van aumentando cada vez más. Estos dos tipos de trastornos que afectan la población infantil son unos de los diagnósticos más frecuentes presentados en los beneficiarios adscritos al Régimen Especial de Salud, y que además exigen la necesidad de ser atendidos de forma integral por un conjunto de un equipo interdisciplinario de Salud Mental, se ha elaborado esta guía de atención en la cual se brinda la información y las indicaciones pertinentes acerca de esta patología en función de dar a conocer acerca de su etiología, diagnóstico y tratamiento; con lo que se introduce en este último término la colaboración de diversos profesionales para propender por un tratamiento integral al paciente y su contexto. 3 Ministerio de la Protección Social (2005). Lineamientos de Política de Salud Mental Para Colombia. Editado por Ministerio de la Protección Social y Fundación FES Social. Cali. No de Revisión 00 Fecha Mayo 2014 Elaboró Psicólogo Aprobó Dirección Prestación COLOMBIANA DE SALUD S.A. GUIA CLÍNICA PARA MANEJO DE TRASTORNOS INFANTILES MANUAL DE CALIDAD Página 5 de 32 CDS GDM P-15 Revisión 00 Mayo 2014 A partir del interés por fomentar el componente integral e interdisciplinario desde diferentes áreas de la salud, esta guía pretende dar un acercamiento desde la mayor cantidad de áreas posibles que se vean involucradas en la atención al paciente con algún trastorno de eliminación o trastorno hipercinético. Ello da cuenta de que no es una guía de uso exclusivo del área psiquiátrica o psicológica, sino que invita a otras áreas de intervención en salud a ser partícipes del proceso por el que el paciente se encuentra a partir del diagnóstico. Además, es importante mencionar tras evidenciar la relevancia del componente interdisciplinario, que la atención en torno a una patología no se reduce a la atención directa y unidireccional sobre ésta o sobre quien la padece, sino también sobre aquellos individuos que puedan verse afectados como pertenecientes a un grupo familiar o social en donde el paciente hace parte fundamental. EL TDAH, Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad, es un trastorno de origen neurobiológico de inicio en la edad infantil y cuyos síntomas pueden perdurar hasta la edad adulta. Es uno de los trastornos psiquiátricos con mayor prevalencia y representa uno de los motivos más frecuentes de consulta debido a las enormes consecuencias en los diferentes aspectos de la vida del paciente. Las repercusiones potenciales que tiene sobre el desarrollo personal y familiar de la persona afectada hacen que sea uno de los trastornos más investigados en los últimos años4. Y en el último año, se ha diagnosticado en aproximadamente 193 ocasiones, junto con otros trastornos infantiles, siendo parte de una de las diez primeras causas de morbilidad. Por este motivo, la realización de esta guía pretende dejar evidencia del conocimiento a nivel teórico, etiológico y estadístico respecto a los trastornos de eliminación e hipercinéticos, pues su incidencia en la IPS COLOMBIANA DE SALUD S.A. ha generado la preocupación en la atención oportuna, y la necesidad en construir un plan de intervención a partir de los diferentes profesionales implicados en ofrecer servicios de salud a nivel integral a los usuarios. OBJETIVOS Objetivo General Proporcionar al personal de salud de la IPS COLOMBIANA DE SALUD S.A. los conocimientos necesarios sobre los Trastornos de Eliminación y Trastornos Hipercinéticos a nivel 4 Guía de Práctica Clínica sobre el Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH) en Niños y Adolescentes. Cataluña, 2010. No de Revisión 00 Fecha Mayo 2014 Elaboró Psicólogo Aprobó Dirección Prestación COLOMBIANA DE SALUD S.A. GUIA CLÍNICA PARA MANEJO DE TRASTORNOS INFANTILES MANUAL DE CALIDAD Página 6 de 32 CDS GDM P-15 Revisión 00 Mayo 2014 etiológico, de diagnóstico y de intervención para ser aplicados en la atención integral a los docentes y beneficiarios activos pertenecientes al régimen especial de salud. Objetivos Específicos • • • Proveer información suficiente sobre los trastornos de eliminación e hipercinéticos, no sólo en su detección, sino también en su correcto diagnóstico. Informar las diferentes maneras de intervención de acuerdo a la severidad de los trastornos de eliminación y los trastornos hipercinéticos a los diferentes profesionales de la IPS para su adecuado tratamiento. Involucrar a los profesionales presentes en la IPS en los diversos planes de tratamiento en el área de Salud Mental, propendiendo por una atención integral. JUSTIFICACIÓN Las repercusiones del TDAH no sólo afectan a los pacientes, sino también a sus familias. Si el TDAH no es tratado o es infratratado, se asocia, a largo plazo, con una amplia gama de resultados adversos, como menor rendimiento académico, incremento de las expulsiones del colegio o abandono escolar, menor categoría profesional, más accidentes de conducción, aumento de las visitas a urgencias por accidentes, mayor incidencia de divorcio e incluso incremento de la delincuencia5. Además, los niños con este trastorno tienen un mayor riesgo de fracaso escolar, problemas de comportamiento y dificultades en las relaciones socio-familiares como consecuencia de los síntomas propios del TDAH. El curso del trastorno es crónico y requiere tratamiento a largo plazo, con el correspondiente coste social. En busca del desarrollo integral del individuo se hace indispensable mantener una adecuada estabilidad emocional y mental que contribuya a asumir y ejecutar cada una de sus funciones dentro de las diferentes áreas de su vida, de sus relaciones consigo mismo, con los demás, con sus labores. Ello sin mencionar los altos costos que implica el tratamiento de estas enfermedades tanto de manera directa (diagnóstico, tratamiento y supervisión o control) como 5 Guía de Práctica Clínica sobre el Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH) en Niños y Adolescentes. Cataluña, 2010. No de Revisión 00 Fecha Mayo 2014 Elaboró Psicólogo Aprobó Dirección Prestación COLOMBIANA DE SALUD S.A. GUIA CLÍNICA PARA MANEJO DE TRASTORNOS INFANTILES MANUAL DE CALIDAD Página 7 de 32 CDS GDM P-15 Revisión 00 Mayo 2014 también de manera indirecta (pérdidas económicas causadas por la enfermedad al paciente y a su entorno social), lo cual implica un alto costo económico y una pérdida importante en la calidad de vida en las personas implicadas. Lo anterior haciendo énfasis en que el TDAH se asocia significativamente a costes financieros y sobrecarga emocional que se reflejan en el sistema de salud, los servicios educativos, los cuidadores, las familias y la sociedad en general. Un tratamiento adecuado podría mejorar la calidad de vida de las personas con TDAH, de sus cuidadores y familiares, y al mismo tiempo reduciría su desgaste psicológico, así como las implicaciones financieras y la sobrecarga del TDAH para la sociedad. Por este motivo, es imprescindible dar a conocer la información necesaria acerca de los diversos trastornos de eliminación y de carácter hipercinético, fundamentalmente de aquéllos con mayor prevalencia en la IPS, para proporcionar al personal de salud herramientas que permitan la detección oportuna y el diagnóstico adecuado; ello con el objetivo de brindar una atención eficiente y propender por el bienestar integral del individuo a partir del aporte que puede ofrecer cada uno de los profesionales implicados en el plan de tratamiento. 1. TRASTORNOS DE ELIMINACIÓN. 1.1. Definición. La enuresis se define como el repetido vaciado de orina en la ropa o en la cama, tanto si el vaciamiento es involuntario, como intencionado. Esta conducta debe ocurrir 2 veces por semana durante 3 meses, por lo menos, o causar malestar clínicamente significativo, o alterar el funcionamiento social o académico del niño. La edad cronológica o mental del niño debe ser de al menos 5 años. La encopresis se define como un patrón de evacuación de heces en lugares inapropiados, tanto si es involuntario, como intencionado. El patrón debe estar presente durante por lo menos 3 meses, y la edad cronológica y evolutiva del niño debe ser de al menos 4 años. Por ello, los trastornos de la eliminación se caracterizan por la emisión de heces o de orina en lugares inadecuados por un niño, cuyo nivel de desarrollo implica la capacidad de tener control sobre las mismas. El control del intestino y de la vejiga se desarrolla gradualmente durante un periodo de tiempo. Esta adquisición de hábitos higiénicos está afectada por muchos factores, tales como la capacidad intelectual, la madurez social del niño y las interacciones psicológicas entre el niño y sus padres. La secuencia normal de desarrollo de control sobre el intestino y la vejiga es el desarrollo de No de Revisión 00 Fecha Mayo 2014 Elaboró Psicólogo Aprobó Dirección Prestación COLOMBIANA DE SALUD S.A. GUIA CLÍNICA PARA MANEJO DE TRASTORNOS INFANTILES MANUAL DE CALIDAD Página 8 de 32 CDS GDM P-15 Revisión 00 Mayo 2014 continencia fecal nocturna, de continencia fecal diurna, el control diurno de la vejiga y el control nocturno de la misma. Las alteraciones asociadas a la enuresis dependen de la limitación ejercida sobre las actividades sociales del niño (por ejemplo, imposibilidad de dormir fuera de casa) o de su efecto sobre su autoestima, las expectativas sociales a que los someten sus iguales y el enojo, el castigo y el rechazo ejercido por los padres o cuidadores. Aunque la mayoría de los niños con enuresis no presentan un trastorno mental coexistente, la prevalencia de síntomas de alteración del comportamiento es mayor en niños con enuresis que en niños sin este trastorno. Algunos niños con enuresis presentan además retrasos del desarrollo, incluyendo retrasos en habla, lenguaje, aprendizaje y habilidades motoras. Puede asociarse encopresis, sonambulismo y terrores nocturnos. Las infecciones de tracto urinario son más frecuentes en niños con enuresis, en especial del tipo diurno, que en los continentes. La enuresis suele persistir tras el tratamiento adecuado de una infección asociada. El niño con encopresis suele sentirse avergonzado y puede desear evitar situaciones sociales como campamentos o asistir a la escuela que pudieran producirle vergüenza. La importancia de la alteración depende de su efecto sobre la autoestima del niño, el grado de aislamiento social determinado por los compañeros y el enojo, el castigo y el rechazo manifestados por padres y cuidadores del niño. El embadurnamiento con heces puede ser deliberado o accidental, resultando del intento del niño por limpiar u ocultar las heces que expulsó involuntariamente. Cuando la incontinencia es claramente deliberada se puede sospechar de la presencia de un trastorno negativista desafiante o de trastorno disocial. 1.2. Diagnóstico. CÓDIGO F98.0 F98.1 DIAGNÓSTICO Enuresis no orgánica. Encopresis no orgánica. 1.2.1. Enuresis no orgánica. (F980) No existe una línea de separación clara entre las variaciones normales en la edad de adquisición del control vesical y el trastorno enurético. Sin embargo, la enuresis, por lo general, no debe diagnosticarse en niños menores de cinco años o con una edad mental menor a cuatro años. En ocasiones puede existir una enuresis transitoria, como consecuencia de una cistitis o poliuria No de Revisión 00 Fecha Mayo 2014 Elaboró Psicólogo Aprobó Dirección Prestación COLOMBIANA DE SALUD S.A. GUIA CLÍNICA PARA MANEJO DE TRASTORNOS INFANTILES MANUAL DE CALIDAD Página 9 de 32 CDS GDM P-15 Revisión 00 Mayo 2014 (por ejemplo, en la diabetes). Sin embargo, esto no explica la enuresis que persiste después de que la infección o la poliuria hayan remitido. No es raro que una cistitis sea secundaria a una enuresis, debido a la infección ascendente del tracto urinario (en especial en niñas), como consecuencia de la humedad persistente. 1.2.2. Encopresis no orgánica. (F981) El rasgo principal para el diagnóstico es la emisión inadecuada de heces, que puede manifestarse de diferentes maneras. En primer lugar, puede ser la expresión de una falta de entrenamiento adecuado del control de esfínteres o de un fracaso en la respuesta a dicho entrenamiento, con antecedentes de un fracaso continuo, a pesar de haber adquirido un control adecuado. En segundo lugar, puede ser expresión de un determinado trastorno psicológico en el que hay un control fisiológico normal de la defecación, pero por alguna razón hay un rechazo, resistencia o fracaso a aceptar las normas sociales acerca de defecar en determinados lugares. En tercer lugar, puede ser consecuencia de una retención fisiológica por la impactación de heces con un rebosamiento secundario y deposición de heces en lugares no adecuados. Esta retención puede tener como origen las tensiones entre padres e hijos sobre el entrenamiento del esfínter o el evitar una defecación dolorosa (por ejemplo, a consecuencia de una fisura anal) o por otras razones. En algunas ocasiones, la encopresis puede ir acompañada de conductas alteradas, como untar con heces el propio cuerpo o el medio circundante, y menos frecuente, puede haber manipulaciones o masturbaciones anales. Con frecuencia se acompaña de alteraciones de las emociones o del comportamiento. 1.3. Factores. Se han sugerido varios factores predisponentes, entre los que se incluyen un adiestramiento del control de esfínteres retrasado o laxo, el estrés psicosocial, retraso en el desarrollo de los ciclo circadianos normales de producción de orina, con la consiguiente poliuria nocturna o anormalidades de la sensibilidad central de los receptores de vasopresina y reducción de la capacidad vesical funcional, con hiperactividad vesical (síndrome de la vejiga inestable). La encopresis con frecuencia es una complicada interrelación entre los factores psicológicos y fisiológicos. La escasa o inadecuada adquisición de hábitos higiénicos puede retrasar el No de Revisión 00 Fecha Mayo 2014 Elaboró Psicólogo Aprobó Dirección Prestación COLOMBIANA DE SALUD S.A. GUIA CLÍNICA PARA MANEJO DE TRASTORNOS INFANTILES MANUAL DE CALIDAD Página 10 de 32 CDS GDM P-15 Revisión 00 Mayo 2014 logro de la continencia por parte del niño. La encopresis puede ocurrir en niños con un control intestinal adecuado que, por una variedad de razones emocionales, que incluye la ira, ansiedad, el miedo o la combinación de éstos, no depositan sus heces adecuadamente. Hasta un 75% de los niños con encopresis sufren estreñimiento y tienen un desbordamiento por acumulación excesiva de líquidos. 2. TRASTORNOS HIPERCINÉTICOS. 2.1. Definición. El TDAH, conocido como Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad, o Trastorno Hipercinético, es un trastorno de inicio en la infancia que comprende un patrón persistente de conductas de desatención, hiperactividad e impulsividad. Se considera que el trastorno está presente cuando estas conductas tienen mayor frecuencia e intensidad de lo que es habitual según la edad y el desarrollo de la persona, y tales manifestaciones interfieren de forma significativa en el rendimiento escolar o laboral, y en sus actividades cotidianas. Es un trastorno que normalmente se presenta con comorbilidad; entre un 85% de quienes lo padecen presentan al menos una comorbilidad, mientras que aproximadamente el 60% tienen al menos dos, siendo los más frecuentes el trastorno negativista desafiante, el trastorno de ansiedad y el trastorno disocial6. La media de edad de inicio de los síntomas se sitúa entre los 4 y 5 años; los niños presentan impulsividad, hiperactividad, desobediencia y tienen mayor propensión a tener accidentes. El diagnóstico en edad preescolar puede ser más difícil debido a que los síntomas son propios de la edad, siendo la intensidad, la frecuencia y la repercusión sobre el entorno lo que orientaría sobre un TDAH. Es un trastorno que se caracteriza por un nivel de impulsividad, actividad y atención, no adecuados a la edad de desarrollo. Muchos niños y adolescentes con TDAH tienen dificultades para regular su comportamiento y ajustarse a las normas esperadas para su edad y, como consecuencia, presentan dificultades de adaptación en su entorno familiar, escolar y en las relaciones con sus iguales. A menudo rinden por debajo de sus capacidades y pueden presentar trastornos emocionales y del comportamiento. 2.2. Manifestación Común. 6 Guía de Práctica Clínica sobre el Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH) en Niños y Adolescentes. Cataluña, 2010. No de Revisión 00 Fecha Mayo 2014 Elaboró Psicólogo Aprobó Dirección Prestación COLOMBIANA DE SALUD S.A. GUIA CLÍNICA PARA MANEJO DE TRASTORNOS INFANTILES MANUAL DE CALIDAD Página 11 de 32 CDS GDM P-15 Revisión 00 Mayo 2014 Los datos o conductas que se toman en consideración para valorar un TDAH son dimensionales, distribuyéndose en un continuo que va desde la normalidad hasta la patología. Los síntomas nucleares son: la inatención, la hiperactividad y la impulsividad, a los que con frecuencia se suman los síntomas secundarios a la comorbilidad. En relación con los síntomas nucleares, los niños y niñas con TDAH presentan diferentes patrones de comportamiento. Las niñas tienden a presentar mayor inatención y los niños, mayor componente de hiperactividadimpulsividad. A continuación se describirán aquellos síntomas de carácter nuclear: 2.2.1. Hiperactividad. Se manifiesta por un exceso de movimiento, actividad motriz y/o cognitiva, en situaciones en que resulta inadecuado hacerlo. Estos niños muestran una actividad motriz elevada en diferentes ámbitos. Tienen grandes dificultades para permanecer quietos cuando las situaciones lo requieren, tanto en contextos estructurados (el aula o la mesa a la hora de la comida), como en aquellos no estructurados (la hora del patio). El momento evolutivo influye significativamente en la manifestación de la hiperactividad. Así, los niños preescolares tienen una hipercinesia generalizada menos dependiente del entorno. En la edad escolar, puede suceder que la conducta hiperactiva del niño se limite a algunas situaciones, especialmente cuando éstas están poco estructuradas. Hablan en exceso y producen demasiado ruido durante actividades tranquilas. La hiperactividad en adolescentes suele ser menos evidente, predominando una sensación interna de inquietud, tratando de hacer varias cosas a la vez y pasando de una actividad a otra sin finalizar ninguna. 2.2.2. Inatención. Hace referencia a las dificultades para mantener la atención durante un período de tiempo, tanto en tareas académicas y familiares, como sociales. A los niños les resulta difícil priorizar las tareas, persistir hasta finalizarlas y evitan actividades que suponen un esfuerzo mental sostenido. Tienden a ir cambiando de tareas sin llegar a terminar ninguna. A menudo parecen no escuchar. No siguen órdenes ni instrucciones y tienen dificultades para organizar tareas y actividades con tendencia a los olvidos y pérdidas frecuentes. Suelen distraerse con facilidad ante estímulos irrelevantes. En situaciones sociales, la inatención suele manifestarse por cambios frecuentes de conversación, con dificultades para seguir las normas o detalles en actividades y/o juegos. A nivel evolutivo, la inatención suele aparecer más frecuentemente durante la etapa escolar, cuando No de Revisión 00 Fecha Mayo 2014 Elaboró Psicólogo Aprobó Dirección Prestación COLOMBIANA DE SALUD S.A. GUIA CLÍNICA PARA MANEJO DE TRASTORNOS INFANTILES MANUAL DE CALIDAD Página 12 de 32 CDS GDM P-15 Revisión 00 Mayo 2014 se requiere de una actividad cognitiva más compleja, y persiste significativamente durante la adolescencia y la edad adulta. 2.2.3. Impulsividad. Se manifiesta por impaciencia, dificultad para aplazar respuestas y para esperar el turno, interrumpiendo con frecuencia a los demás. A menudo los niños dan respuestas precipitadas antes de que se hayan completado las preguntas, dejándose llevar por la respuesta prepotente (espontánea y dominante). Durante los primeros años, la impulsividad hace que el niño parezca «estar controlado por los estímulos» de forma que tiene tendencia a tocarlo todo. En la edad escolar, interrumpen constantemente a los otros y tienen dificultades para esperar su turno. La impulsividad en la adolescencia conlleva un mayor conflicto con los adultos y una tendencia a tener más conductas de riesgo (abuso de tóxicos, actividad sexual precoz y accidentes de tráfico). 2.3. Diagnóstico. CÓDIGO F90.0 DIAGNÓSTICO Perturbación de la actividad y la atención. No hay acuerdo en nuestro medio acerca de qué instrumentos hay que utilizar para la evaluación de niños con posible TDAH; también existe controversia sobre los criterios que se deben emplear para su diagnóstico. Estas dificultades en la detección, el proceso diagnóstico y la metodología originan amplias variaciones (geográficas y demográficas), lo que conduce a un infradiagnóstico o sobrediagnóstico del TDAH. No existen marcadores biológicos que nos permitan diagnosticar el TDAH, por lo que el diagnóstico es clínico. El diagnóstico se suele realizar al comenzar la educación primaria, cuando aparecen problemas en el rendimiento escolar (deberes incompletos, poco organizados y con errores), el niño se distrae fácilmente, habla impulsivamente, responde antes de acabar la pregunta, y se observa disfunción social (conducta desadaptada en el aula, dificultades para aceptar las normas, agresividad, interrumpe y se entromete en todo, etc.)7. 7 Guía de Práctica Clínica sobre el Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH) en Niños y Adolescentes. Cataluña, 2010. No de Revisión 00 Fecha Mayo 2014 Elaboró Psicólogo Aprobó Dirección Prestación COLOMBIANA DE SALUD S.A. GUIA CLÍNICA PARA MANEJO DE TRASTORNOS INFANTILES MANUAL DE CALIDAD Página 13 de 32 CDS GDM P-15 Revisión 00 Mayo 2014 Perturbación de la actividad y la atención. (F90.0) Los rasgos cardinales son el déficit de atención y la hiperactividad. El diagnóstico requiere la presencia de ambos, que deben manifestarse en más de una situación (por ejemplo, en clase, en la consulta). El trastorno de la atención se pone de manifiesto por una interrupción prematura de la ejecución de tareas y por dejar actividades sin terminar. Los chicos cambian frecuentemente de una actividad a otra, dando la impresión que pierden la atención en una tarea porque pasan a entretenerse con otra (aunque estudios de laboratorio no demuestran con precisión un grado extraordinario de distracción sensorial o perceptiva). Estos déficits en la persistencia y en la atención deben ser diagnosticados sólo si son excesivos para la edad y el CI del afectado. La hiperactividad implica una inquietud excesiva, en especial en situaciones que requieren una relativa calma. Dependiendo de las circunstancias, puede manifestarse como saltar y correr sin rumbo fijo, como la imposibilidad de permanecer sentado cuando es necesario estarlo, por una verborrea o alboroto o por una inquietud general acompañada de gesticulaciones y contorsiones. El criterio para la valoración de si una actividad es excesiva está en función del contexto, es decir, de lo que sería de esperar en esa situación concreta y de lo que sería normal teniendo en cuenta la edad y el CI del niño. Este rasgo comportamental es más evidente en las situaciones extremas y muy estructuradas que requieren un alto grado de control del comportamiento propio. En la edad adulta puede también hacerse el diagnóstico de trastorno hipercinético. Los fundamentos son los mismos, pero el déficit de atención y la hiperactividad deben valorarse en relación con la evolución de cada caso. Cuando la hipercinesia se presentó únicamente en la infancia y en el curso del tiempo ha sido sustituida por otra entidad como un trastorno de la personalidad o un abuso de sustancias, debe codificarse la entidad actual en lugar de la pasada. El DSM-IV-TR (Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales, cuarta edición, texto revisado) de la Asociación Americana de Psiquiatría clasifica el TDAH en tres tipos: • TDAH, tipo combinado: Se encuentran presentes los tres síntomas principales (inatención, hiperactividad e impulsividad). • TDAH, tipo con predominio del déficit de atención: Cuando el síntoma principal es la inatención. No de Revisión 00 Fecha Mayo 2014 Elaboró Psicólogo Aprobó Dirección Prestación COLOMBIANA DE SALUD S.A. GUIA CLÍNICA PARA MANEJO DE TRASTORNOS INFANTILES • MANUAL DE CALIDAD Página 14 de 32 CDS GDM P-15 Revisión 00 Mayo 2014 TDAH, tipo con predominio hiperactivo-impulsivo: La conducta que predomina es la de hiperactividad e impulsividad. Déficit de atención: 1. Frecuente incapacidad para prestar atención a los detalles junto a errores por descuido en las labores escolares y en otras actividades. 2. Frecuente incapacidad para mantener la atención en las tareas o en el juego. 3. A menudo aparenta no escuchar lo que se le dice. 4. Imposibilidad persistente para cumplimentar las tareas escolares asignadas u otras misiones. 5. Disminución de la capacidad para organizar tareas y actividades. 6. A menudo evita o se siente marcadamente incómodo ante tareas como los deberes escolares que requieren un esfuerzo mental mantenido. 7. A menudo pierde objetos necesarios para unas tareas o actividades, como material escolar, libros, etc. 8. Fácilmente se distrae ante estímulos externos. 9. Con frecuencia es olvidadizo en el curso de las actividades diarias. Hiperactividad: 1. Con frecuencia muestra inquietud con movimientos de manos o pies o removiéndose en su asiento. 2. Abandona el asiento en el aula o en otras situaciones en las que se espera que permanezca sentado. 3. A menudo corretea o trepa en exceso en situaciones inapropiadas. 4. Inadecuadamente ruidoso en el juego o tiene dificultades para entretenerse tranquilamente en actividades lúdicas. 5. Persistentemente exhibe un patrón de actividad excesiva que no es modificable sustancialmente por los requerimientos del entorno social. Impulsividad: 1. Con frecuencia hace exclamaciones o responde antes de que se le hagan las preguntas completas. 2. A menudo es incapaz de guardar turno en las colas o en otras situaciones en grupo. 3. A menudo interrumpe o se entromete en los asuntos de otros. 4. Con frecuencia habla en exceso sin contenerse ante las situaciones sociales. No de Revisión 00 Fecha Mayo 2014 Elaboró Psicólogo Aprobó Dirección Prestación COLOMBIANA DE SALUD S.A. GUIA CLÍNICA PARA MANEJO DE TRASTORNOS INFANTILES MANUAL DE CALIDAD Página 15 de 32 CDS GDM P-15 Revisión 00 Mayo 2014 Además, hay que tener en cuenta los siguientes elementos: • • • • 2.4. El inicio del trastorno no es posterior a los siete años. Los criterios deben cumplirse en más de una situación. Los síntomas de hiperactividad, déficit de atención e impulsividad ocasionan malestar clínicamente significativo o una alteración en el rendimiento social, académico o laboral. No cumple los criterios para trastorno generalizado del desarrollo, episodio depresivo o trastorno de ansiedad. Diagnóstico Diferencial. Dentro de la valoración clínica del niño con TDAH hay que tener en cuenta que no todo niño movido y despistado tiene TDAH; es necesario hacer el diagnóstico diferencial con otras entidades que pueden ser confundidas con el trastorno. El primer paso, sin embargo, consiste en descartar que la conducta que presenta el niño se encuentre dentro de la normalidad. Para ello, es importante valorar la cantidad e intensidad de los síntomas, la permanencia en el tiempo y su impacto funcional en las diferentes situaciones. Los síntomas de hiperactividad, impulsividad y déficit de atención pueden aparecer en una amplia variedad de trastornos: • • • • • • • Retraso mental, Trastornos de aprendizaje, Trastornos generalizados del desarrollo, Trastornos del comportamiento, Trastornos de ansiedad, Trastornos del estado de ánimo, Abuso de sustancias. Factores ambientales: • • Estrés. Negligencia/abuso infantil, No de Revisión 00 Fecha Mayo 2014 Elaboró Psicólogo Aprobó Dirección Prestación COLOMBIANA DE SALUD S.A. GUIA CLÍNICA PARA MANEJO DE TRASTORNOS INFANTILES • • MANUAL DE CALIDAD Página 16 de 32 CDS GDM P-15 Revisión 00 Mayo 2014 Malnutrición. Inconsistencia en pautas educativas. Trastornos médicos: • • • Encefalopatías postraumáticas o postinfecciosas. Epilepsia. Trastornos del sueño (apneas del sueño, síndrome de piernas inquietas, síndrome de movimientos periódicos de las extremidades), Trastornos sensoriales (déficit visuales y auditivos significativos), Efecto secundario de fármacos (broncodilatadores, antiepilépticos…), Disfunción tiroidea, Intoxicación por plomo. Anemia ferropénica. • • • • • 2.5. Factores. Entre los factores relacionados con el pronóstico se incluyen los siguientes: 2.5.1. Edad. En general, se puede afirmar que en muchos sujetos el exceso de actividad motora se reduce significativamente a medida que avanza la adolescencia, mientras que la impulsividad y la inatención tienden a mantenerse. Además, los síntomas del TDAH persisten en la adolescencia en casi el 80% de las personas afectadas, cumpliendo plenamente criterios de trastorno alrededor de un tercio de los pacientes. En la edad adulta, entre el 30% y el 65% de los pacientes presentarán el trastorno o mantendrán síntomas clínicamente significativos8. 2.5.2. Nivel cognitivo. El nivel cognitivo en la infancia, en conjunción con otros factores, es un factor predictor del pronóstico del TDAH en la edad adulta9. 2.5.3. Subtipo del TDAH. 8 Guía de Práctica Clínica sobre el Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH) en Niños y Adolescentes. Cataluña, 2010. 9 Ibídem. No de Revisión 00 Fecha Mayo 2014 Elaboró Psicólogo Aprobó Dirección Prestación COLOMBIANA DE SALUD S.A. GUIA CLÍNICA PARA MANEJO DE TRASTORNOS INFANTILES MANUAL DE CALIDAD Página 17 de 32 CDS GDM P-15 Revisión 00 Mayo 2014 Algunos estudios consideran que son factores de mal pronóstico del TDAH que los síntomas sean graves o predominantemente hiperactivo-impulsivos. 2.5.4. Relación padres-hijos. El nivel de conflicto y/o hostilidad en la interacción paterno-filial se asocia a la conducta agresiva en la adolescencia. 2.5.5. Nivel socioeconómico. El bajo nivel académico y la presencia de conductas antisociales en la edad adulta se asocian a bajo nivel socioeconómico parental. 3. TRATAMIENTO. 3.1. Generalidades del Tratamiento. A diferencia con el tratamiento realizado con la población joven y adulta, el acompañamiento por parte de un tratamiento integral en los trastornos infantiles incluye el compromiso de los familiares y cuidadores primarios del paciente. Sin embargo, inicialmente, una vez que se tiene un diagnóstico se escoge el tratamiento de acuerdo con las características particulares de cada caso, el cual incluye un conjunto de intervenciones y actividades que se llevan a cabo por el personal de Salud Mental. Los componentes de este conjunto de intervenciones puede subdividirse, pero teniendo en cuenta la importancia de la interdisciplinariedad y el trabajo en conjunto entre el equipo de trabajo en salud mental, cuyas acciones y actividades se especifican en el Plan de Tratamiento correspondiente. El Plan Terapéutico se realiza con base a la severidad diagnóstica del trastorno infantil, sea de eliminación o hipercinético, e incluye, al menos, las siguientes pautas: a) b) c) d) e) f) Locación. Tratamiento farmacológico. Tratamiento psicosocial. Intervención psicoterapéutica. Psicoeducación. Elaboración de redes de apoyo. No de Revisión 00 Fecha Mayo 2014 Elaboró Psicólogo Aprobó Dirección Prestación COLOMBIANA DE SALUD S.A. GUIA CLÍNICA PARA MANEJO DE TRASTORNOS INFANTILES MANUAL DE CALIDAD Página 18 de 32 CDS GDM P-15 Revisión 00 Mayo 2014 Además, es fundamental mencionar y dar cuenta de la importancia que tiene el compromiso y la responsabilidad del paciente y sus familiares con su tratamiento, debido a que éste, si bien no altera los factores externos que pueden generar estrés y malestar, ayuda en la capacidad de afrontar los desafíos y concienciar respecto al sentido de vida; todo ello gracias al compromiso del individuo consigo mismo al ser partícipe directo del proceso de tratamiento. Y en los casos de la población infantil, requiere de un trabajo en conjunto con los familiares o cuidadores del paciente, ya que la responsabilidad no sólo recae en el paciente sino en quienes son responsables por su cuidado. En los trastornos de eliminación suelen presentarse en mayor medida la intervención psicoterapéutica, mientras que en aquéllos de tipo hipercinético suele tratarse de manera combinada de acuerdo a la severidad del trastorno. El tratamiento combinado para el TDAH se refiere al empleo de una combinación de tratamientos que posibilitan el incremento de los efectos de las intervenciones en diferentes ámbitos: la medicación dirigida a los síntomas nucleares, y el tratamiento psicológico a los problemas secundarios y comórbidos asociados al TDAH. La combinación de tratamientos farmacológicos y psicológicos ejerce efectos inmediatos en los síntomas del TDAH mediante la utilización de la medicación, así como efectos de larga duración mediante el desarrollo de estrategias y habilidades cognitivas y de comportamiento. Otra área de interés en relación al tratamiento combinado es la posibilidad de reducir el riesgo de los efectos secundarios de la medicación, si los efectos del tratamiento combinado son equivalentes a los del tratamiento farmacológico solo pero con menores dosis de medicación10. El tratamiento del TDAH en niños y adolescentes se realiza de manera individualizada en función de cada paciente y su familia. Tiene por objetivo mejorar los síntomas y reducir la aparición de otros trastornos asociados, ya que por el momento no existe una cura para el TDAH. En niños y adolescentes con TDAH con repercusión moderada o grave en su vida diaria, se recomienda el tratamiento combinado, que incluye tratamiento psicológico, farmacológico e intervención psicopedagógica. 10 Guía de Práctica Clínica sobre el Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH) en Niños y Adolescentes. Cataluña, 2010. No de Revisión 00 Fecha Mayo 2014 Elaboró Psicólogo Aprobó Dirección Prestación COLOMBIANA DE SALUD S.A. GUIA CLÍNICA PARA MANEJO DE TRASTORNOS INFANTILES MANUAL DE CALIDAD Página 19 de 32 CDS GDM P-15 Revisión 00 Mayo 2014 La combinación de tratamientos farmacológicos y psicológicos tiene la potencialidad de que ejerce efectos inmediatos en los síntomas del TDAH mediante la utilización de la medicación, así como efectos de larga duración gracias al desarrollo de estrategias y habilidades cognitivas y de comportamiento proporcionadas por el tratamiento psicológico. A continuación se dará una descripción de los diferentes modos de intervención y sus características principales a tener en cuenta tanto por aquellos profesionales que realizan la atención de manera directa, como también para los que pueden llegar a derivar o recomendar cierto tipo de intervención. En el apartado correspondiente a la intervención psicológica se hará mención de las características del proceso psicoterapéutico a nivel general, sin hacer énfasis en alguna corriente teórico-metodológica específica con el objetivo de promoverla interdisciplinariedad de los diferentes profesionales de psicología que pueden aportar de su saber al tratamiento del trastorno. Parte de las características a mencionar son el número de sesiones aproximadas, teniendo en cuenta que su duración es de 30 minutos, decisión que ha sido establecida por la institución. 3.2. Intervención Psicológica. 3.2.1. Descripción. El proceso psicoterapéutico es uno de los métodos más utilizados a la hora de intervenir los trastornos infantiles de todas las severidades, utilizándose técnicas de acuerdo a las necesidades clínicas del paciente, a su contexto y preferencias, como también a partir de las habilidades del psicoterapeuta y los recursos con que cuenta a nivel profesional. A nivel general, el proceso psicoterapéutico se enfoca inicialmente en la sintomatología expresada por el paciente, sus familiares y el personal de salud que pudo remitirlo a valoración psicológica. A partir de una entrevista inicial no sólo se realiza una pesquisa diagnóstica, sino que se comienzan a identificar los posibles desencadenantes del motivo de consulta, los factores a nivel relacional que se encuentran involucrados con el malestar y la estructura psíquica que corresponde de manera directa con la manifestación sintomática, principalmente a nivel familiar y escolar. Usualmente en el área de la salud se utilizan intervenciones psicoterapéuticas breves, que se enfocan en la remoción del síntoma a partir del entrenamiento en nuevos comportamientos que permitan el cambio a nuevas formas de vida11. Sin embargo, sea para un 11 Guía de Manejo para Trastorno Depresivo. Colombiana de Salud S.A. 2009. No de Revisión 00 Fecha Mayo 2014 Elaboró Psicólogo Aprobó Dirección Prestación COLOMBIANA DE SALUD S.A. GUIA CLÍNICA PARA MANEJO DE TRASTORNOS INFANTILES MANUAL DE CALIDAD Página 20 de 32 CDS GDM P-15 Revisión 00 Mayo 2014 tratamiento a partir de reestructuración, un proceso de transformación o de cambio, es necesario en el primer momento del re-conocimiento por parte del paciente de sus propias identificaciones, así sean éstas llamadas esquemas maladaptativos, campo fenomenológico, rol neurótico, constelación de un complejo, o cualquier otra manera como alguna corriente psicológica se refiera al componente psíquico presente en el individuo que se encuentra relacionado con la sintomatología. Además, es fundamental mencionar nuevamente la importancia que tiene la participación del paciente y de la familia en el proceso terapéutico, pues la constancia y el compromiso que se proponga influyen directamente en el desarrollo y cumplimiento de objetivos del proceso terapéutico. Por este motivo la intervención psicológica busca movilizar al paciente de su postura de persona que padece, un rol de carácter pasivo y desresponsabilizado frente a lo que tiene lugar en su propia vida, activando la responsabilidad y reflexión por parte de los familiares, impidiendo que se alejen de la problemática al “entregar” al paciente al profesional para que “arregle” los problemas que tenga. Para promover un proceso terapéutico basado en una relación psicólogo-paciente se pueden tener en cuenta algunas habilidades básicas para la entrevista clínica, las cuales se han demostrado ser más importantes y eficaces12, las cuales son: • • • • • • • • • • • • Mantener el contacto visual con el paciente. Actitud empática. Empleo de preguntas abiertas. Escucha activa. Ritmo sosegado. Clarificar el motivo de consulta. No excesiva preocupación por tomar notas. Estar alerta a las claves sutiles de malestar psicológico. Estilo negociador. Estar atento al lenguaje no verbal (expresión facial, corporal,...). Apertura a lo social. Mostrar interés por la cotidianidad, los gustos e intereses del paciente. Además, para llegar a una comprensión global del paciente y poder establecer un diagnóstico de los trastornos infantiles, el instrumento por excelencia es la entrevista clínica, en 12 Guía Clínica para el Manejo de la Depresión. México, 2010. No de Revisión 00 Fecha Mayo 2014 Elaboró Psicólogo Aprobó Dirección Prestación COLOMBIANA DE SALUD S.A. GUIA CLÍNICA PARA MANEJO DE TRASTORNOS INFANTILES MANUAL DE CALIDAD Página 21 de 32 CDS GDM P-15 Revisión 00 Mayo 2014 la cual principalmente participa el acompañante del paciente y se establecen o actualizan las bases de la relación y se recoge la información necesaria no sólo para orientar el diagnóstico, sino también para determinar el plan de tratamiento13. La entrevista semiestructurada, es decir, aquella que se encuentra entre una entrevista libre y una dirigida, se adapta a las características del encuentro entre el profesional y el paciente. Se inicia con preguntas de carácter más abierto que promueven la narración del paciente, para luego realizarse preguntas más específicas que consiguen no dejar interrogantes imprescindibles en la identificación del diagnóstico y el plan de manejo. A continuación se mencionarán algunos elementos fundamentales a la hora de realizar una entrevista semiestructurada. En las situaciones en que en dicha entrevista se encuentra el paciente con su acudiente responsable, es importante tener en cuenta el componente verbal y no verbal que surge en esta relación familiar a partir del transcurso de la entrevista. Fase Preliminar • Recepción empática. • Conocer el motivo de consulta. • Evitar el “ya que estoy aquí”, delimitando los motivos de consulta. Fase Exploratoria 13 Guía de Práctica Clínica para el Manejo de Pacientes con Trastornos de Ansiedad en Atención Primaria. 2008. No de Revisión 00 Fecha Mayo 2014 Elaboró Psicólogo Aprobó Dirección Prestación COLOMBIANA DE SALUD S.A. GUIA CLÍNICA PARA MANEJO DE TRASTORNOS INFANTILES MANUAL DE CALIDAD Página 22 de 32 CDS GDM P-15 Revisión 00 Mayo 2014 • Obtener información específica básica: Cómo son los síntomas. Localización. Intensidad. Cronología y evolución. • Recoger información específica complementaria: Presencia de patología orgánica o iatrogenia. Factores desencadenantes: cambios, duelos… Entorno sociofamiliar. Antecedentes personales: episodios maníacos, depresiones previas… Situaciones que empeoran o mejoran. • Exploración de la esfera psicosocial: Creencias y expectativas. Contenido del pensamiento. Afectividad. Personalidad. Fase Resolutiva • Síntesis y enumeración de los problemas. • Información al paciente de la naturaleza del problema. • Comprobación de que ha entendido las explicaciones. • Implicación del paciente en la elaboración de un plan diagnóstico-terapéutico: Acuerdos. Negociación. Pactos. Fase Final • Toma de precauciones. • Acuerdo final. • Despedida. 3.2.2. Objetivo. Con base en el primer encuentro se comienza a diseñar un plan de psicológica que tiene en cuenta la historia personal del paciente, su características, con el objetivo de fomentar el cambio a partir de las aptitudes y paciente en el momento presente, con su historia personal y familiar, contando con de colaboración por parte de los familiares, su compromiso y reflexión, y así llegar No de Revisión 00 Fecha Mayo 2014 Elaboró Psicólogo intervención contexto y actitudes del la disposición a resignificar Aprobó Dirección Prestación COLOMBIANA DE SALUD S.A. GUIA CLÍNICA PARA MANEJO DE TRASTORNOS INFANTILES MANUAL DE CALIDAD Página 23 de 32 CDS GDM P-15 Revisión 00 Mayo 2014 la experiencia de vida, no sólo a nivel de la sintomatología y el trastorno, sino también nutriendo las relaciones consigo mismo y los demás a partir de la meditación en cuanto al presente y la teleología de la afección. Todo ello con el objetivo de posicionar al individuo y la familia como agentes activos en el proceso de tratamiento. De esta manera, el objetivo de la intervención no se reduce únicamente a la disminución o anulación de la sintomatología, o del malestar referido por el paciente, sino que está demarcado por el bienestar integral y el reconocimiento de las propias formas de ser, pensar, comportarse y sentir a nivel estructural por parte del individuo y de los integrantes de la familia, para prevenir la aparición de nueva sintomatología y tener herramientas que puedan facilitar sus relaciones en el futuro o procesos psicológicos posteriores a partir del trabajo con la afección que acontece en el presente. Sin embargo, es importante tener en cuenta que el proceso psicoterapéutico va de la mano con el tratamiento por parte de los demás profesionales, teniendo en común los objetivos mencionados en las generalidades del tratamiento, proceso en el cual se ven implicados diferentes profesionales como médicos, personal de enfermería, de psicología, psiquiatría, trabajo social, entre otros. 3.2.3. Duración. A partir de lo mencionado anteriormente puede determinarse una cantidad de sesiones aproximada para la intervención psicoterapéutica, teniendo en cuenta que la duración de cada una de ellas es de 30 minutos, y contando con la posibilidad de variar a partir de la severidad del trastorno y de las características del paciente. Por este motivo se sugieren entre 10 y 15 sesiones para la intervención individual o familiar de los trastornos infantiles, dependiendo del caso. Es importante tener en cuenta que en este tipo de trastornos en particular es fundamental el acompañamiento constante, como también la diferencia en las características del proceso psicoterapéutico debido a que en la mayoría de los casos la capacidad de verbalizar, reflexionar e interiorizar por parte de los pacientes es muy poca, por lo que inicialmente es fundamental la conexión empática y transferencial para trabajar luego a nivel verbal o simbólico de acuerdo a los elemento a fomentar en el proceso terapéutico. 3.3. Intervención Psicosocial. La intervención psicosocial es aquella que va dirigida a las relaciones del individuo consigo mismo, con su componente psicológico, social, familiar, e interpersonal en las diferentes áreas del ser No de Revisión 00 Fecha Mayo 2014 Elaboró Psicólogo Aprobó Dirección Prestación COLOMBIANA DE SALUD S.A. GUIA CLÍNICA PARA MANEJO DE TRASTORNOS INFANTILES MANUAL DE CALIDAD Página 24 de 32 CDS GDM P-15 Revisión 00 Mayo 2014 humano, la cual no se refiere únicamente al tratamiento psicoterapéutico debido a los diferentes objetivos, herramientas y profesionales implicados; por este motivo se diferencia del apartado psicosocial aquél dirigido a la psicoterapia propiamente dicha. Así, los diferentes profesionales del área de la salud ofrecen un aporte fundamental en la intervención psicosocial a partir del enfoque que corresponde a cada disciplina; sin embargo, su mención y delimitación se hace más específica en los planes de tratamiento, en los cuales se definen las funciones y responsabilidades, y que involucra no sólo al área psicológica y psiquiátrica, sino también a los médicos, trabajadores sociales, químicos, enfermeros, entre otros. 3.3.1. Psicoeducación. El componente psicoeducativo busca promover el bienestar de los individuos a partir del conocimiento de la enfermedad, disolución de tabúes y solución de dudas que puedan emerger a partir de la mención, diagnóstico o tratamiento del trastorno. A partir de este tipo de intervención se favorece la adherencia al tratamiento, el compromiso por parte de los cuidadores, se disminuye la ansiedad y se invita a los implicados a continuar con el ritmo de vida normal, apoyándose a enfrentar las dificultades. Por este motivo la dinámica de intervención es de carácter educativo, fomentando al conocimiento y comprensión, y en algunos casos, a la reflexión y responsabilización, no sólo a partir de la enfermedad como tal, sino también de su participación en las diferentes maneras de intervención y de los medicamentos que pueden ser prescritos, invitando a los usuarios a comprender más de su proceso e involucrando además a sus familiares o personas allegadas. 3.3.2. Entrenamiento para padres. En los trastornos infantiles es fundamental el acompañamiento por parte de los padres en el proceso de tratamiento, ya que en gran medida puede estar presentándose dinámicas familiares que incentiven la manifestación sintomática. Por este motivo se busca invitar a la reflexión y al cambio a los padres, familiares y cuidadores de los pacientes, incrementando su competencia, mejorando la relación paterno-filial mediante una mejor comunicación y atención al desarrollo del niño. 3.3.3. Entrenamiento en Habilidades Sociales. Los niños y adolescentes con TDAH presentan a menudo problemas de relación con la familia, déficit en habilidades sociales y problemas de relación con los iguales. El entrenamiento en habilidades sociales suele hacerse en grupos pequeños de edades similares, y se emplean técnicas en torno a la reflexión y la proposición de nuevas formas de relación. No de Revisión 00 Fecha Mayo 2014 Elaboró Psicólogo Aprobó Dirección Prestación COLOMBIANA DE SALUD S.A. GUIA CLÍNICA PARA MANEJO DE TRASTORNOS INFANTILES MANUAL DE CALIDAD Página 25 de 32 CDS GDM P-15 Revisión 00 Mayo 2014 3.3.4. Reeducación Psicopedagógica. La reeducación psicopedagógica es un refuerzo escolar individualizado que se lleva a cabo durante o después del horario escolar y que tiene como objetivo paliar los efectos negativos del TDAH en el niño o adolescente que lo presenta, en relación a su aprendizaje o competencia académica. Se trabaja sobre la repercusión negativa del déficit de atención, la impulsividad y la hiperactividad en el proceso del aprendizaje escolar. La reeducación psicopedagógica debe incluir acciones encaminadas a: • • • • • • • • Mejorar el rendimiento académico de las diferentes áreas, las instrumentales y aquellas más específicas para cada curso escolar. Trabajar los hábitos que fomentan conductas apropiadas para el aprendizaje (como el manejo del horario y el control de la agenda escolar) y las técnicas de estudio (prelectura, lectura atenta, análisis y subrayado, síntesis y esquemas o resúmenes). Elaborar y enseñar estrategias para la preparación y elaboración de exámenes. Mejorar la autoestima en cuanto a las tareas y el estudio, identificando habilidades positivas y aumentando la motivación por el logro. Enseñar y reforzar conductas apropiadas y facilitadoras de un buen estudio y cumplimiento de tareas. Reducir o eliminar comportamientos inadecuados como conductas desafiantes o malos hábitos de organización. Mantener actuaciones de coordinación con el especialista que trate al niño o adolescente y con la escuela para establecer objetivos comunes y ofrecer al docente estrategias para el manejo del niño o adolescente con TDAH en el aula. Intervenir con los padres para enseñarles a poner en práctica, monitorizar y reforzar el uso continuado de las tareas de gestión y organización del estudio en el hogar. 3.3.5. Terapia Grupal. El acompañamiento psicoterapéutico a nivel individual se ve reforzado a partir de la intervención psicológica de carácter grupal, en donde participan grupos de individuos con el mismo diagnóstico, a sus familias o responsables, con el objetivo de fortalecer el vínculo con el tratamiento y brindar apoyo a sus pares. No de Revisión 00 Fecha Mayo 2014 Elaboró Psicólogo Aprobó Dirección Prestación COLOMBIANA DE SALUD S.A. GUIA CLÍNICA PARA MANEJO DE TRASTORNOS INFANTILES MANUAL DE CALIDAD Página 26 de 32 CDS GDM P-15 Revisión 00 Mayo 2014 El trabajo grupal ofrece gran variedad de técnicas de trabajo y de ahondamientos respecto a la intervención, pues puede dirigirse por medio de talleres informativos o psicoeducativos, comprometer la reflexión y la responsabilización, o ahondar en el contenido privado de cada uno de los presentes con el objetivo de intervenir al grupo con las especificidades de cada uno de ellos. Los planes de intervención en el trabajo grupal competen al área de psicología, principalmente en la intervención psicoterapéutica del grupo. Sin embargo, el aporte de los diferentes profesionales en el componente reflexivo e informativo aporta un mayor panorama en la intervención de los componentes que conciernen al paciente. Además, es importante a la hora de configurar un grupo de apoyo o grupo terapéutico, delimitar los objetivos del tratamiento, los profesionales encargados, las sesiones a invertir, las temáticas a trabajar y la población a abordar, para así propender por una intervención eficaz en la medida de ser diseñada exclusivamente para cada caso o patología. 3.3.6. Intervención Social. A partir de la detección de algún factor de riesgo, es importante la explicación al paciente y su familia de la repercusión que dicho factor tiene sobre el estado de salud, como también de la conveniente derivación al área de Trabajo Social que se encarga de un estudio e intervención que consiste en: a) Estudio y valoración socio-familiar completa. b) Diagnóstico socio-familiar, como aportación al diagnóstico global y al plan general de tratamiento. c) Tratamiento social individual-familiar. (El apoyo emocional puede ir acompañado de información, orientación, asesoramiento y gestión de recursos sociales). d) Atención social a nivel grupal. En algunos casos en que se presentan trastornos infantiles, la dinámica familiar es el factor principal que promueve la manifestación sintomática. Por este motivo, se puede considerar la intervención social en los casos en que se considere necesario. 3.4. Supervisión y Seguimiento. Posteriormente al tratamiento mencionado con anterioridad se recomienda realizar un proceso constante de supervisión de cada uno de los casos con trastorno infantiles, variando en su constancia de acuerdo a los criterios del profesional encargado. No de Revisión 00 Fecha Mayo 2014 Elaboró Psicólogo Aprobó Dirección Prestación COLOMBIANA DE SALUD S.A. GUIA CLÍNICA PARA MANEJO DE TRASTORNOS INFANTILES MANUAL DE CALIDAD Página 27 de 32 CDS GDM P-15 Revisión 00 Mayo 2014 s importante evaluar el progreso de las habilidades sociales, escolares y relacionales en el paciente Evaluar constantemente los cambios a nivel familiar a partir del tratamiento. Se recomienda realizar consultas de supervisión con los familiares aproximadamente en el mes siguiente a la culminación del tratamiento. y el paciente, 4. PLAN DE TRATAMIENTO Y RUTAS CLÍNICAS. Nota: La descripción de este apartado queda pendiente a la construcción de un Plan en Salud Mental, en donde se enuncien las rutas de intervención de los pacientes de esta área a partir de la atención de los distintos profesionales implicados. Para ello es importante la delimitación de cada una de las funciones de éstos, con el objetivo de ofrecer un plan amplio de tratamiento que abarque las distintas áreas del individuo. Sin embargo, a continuación se dará un bosquejo acerca de la ruta clínica respecto al área de Salud Mental a manera provisional: PROCESO PROFESIONAL ENCARGADO Valoración inicial, independiente del motivo de Médico Familiar, Enfermería. consulta. Médico Familiar, Enfermería, Consideración de remisión para el área de Psicología y/o Psiquiatría. Trabajo Social. Intervención individual, de pareja o familiar de acuerdo a las Psicólogo. características del caso. Elaboración de redes de apoyo, inclusión a la familia y Trabajador Social. personas interesadas en el paciente. Psicoeducación, historia de la enfermedad, aspectos básicos Psicólogo, Trabajador Social y/o a nivel biológico, Información sobre fármacos y psicoterapia, profesionales implicados en el cultura de autocuidado, favorecer adherencia al tratamiento. tratamiento. No de Revisión 00 Fecha Mayo 2014 Elaboró Psicólogo Aprobó Dirección Prestación COLOMBIANA DE SALUD S.A. GUIA CLÍNICA PARA MANEJO DE TRASTORNOS INFANTILES MANUAL DE CALIDAD Página 28 de 32 CDS GDM P-15 Revisión 00 Mayo 2014 Ante la presencia o sospecha de un trastorno de la conducta alimentaria es importante tener en cuenta ciertas acciones a realizar por el personal competente. • • • • • • • • • • Realizar el diagnóstico diferencial correspondiente. Tener en cuenta la forma como el paciente manifiesta sus dolencias físicas. Determinar la severidad del trastorno. Realizar la detección del riesgo suicida. CRITERIOS DE REMISIÓN PARA PSICOLOGÍA Presencia de alteraciones psicopatológicas asociadas. Presencia de sintomatología que sea diferenciada al comportamiento normal del niño o el adolescente para su edad. Falta de conciencia de enfermedad. Detección de dificultades a nivel familiar y social que influyan en la manifestación sintomática. CRITERIOS DE REMISIÓN PARA PSIQUIATRÍA Sintomatología de alta intensidad. Presencia de Riesgo Suicida. 5. PROMOCIÓN Y PREVENCIÓN. Dada la etiología fundamentalmente de base genética del TDAH, la prevención primaria, es decir, las acciones encaminadas a que el trastorno no llegue a producirse, no serían factibles. Sin embargo, es posible actuar sobre algunos factores biológicos no genéticos, como son el consumo de tóxicos durante el embarazo (tabaco y alcohol), recomendando evitar estos tóxicos durante la gestación. A otro nivel de prevención estaría la detección precoz de este trastorno, prestando especial atención, sobre todo, a poblaciones de riesgo como son los niños con antecedentes familiares de TDAH, prematuros, con bajo peso al nacimiento, ingesta de tóxicos durante la gestación y con traumatismos craneoencefálicos graves. La detección precoz del trastorno ayudará a iniciar cuanto antes el tratamiento adecuado, fundamental para prevenir los problemas asociados (mal rendimiento escolar, dificultades en las relaciones sociales, trastornos de conducta). En este sentido, es importante tener en cuenta que la mayoría de los niños con TDAH ya manifiestan en la edad preescolar síntomas de No de Revisión 00 Fecha Mayo 2014 Elaboró Psicólogo Aprobó Dirección Prestación COLOMBIANA DE SALUD S.A. GUIA CLÍNICA PARA MANEJO DE TRASTORNOS INFANTILES MANUAL DE CALIDAD Página 29 de 32 CDS GDM P-15 Revisión 00 Mayo 2014 hiperactividad e impulsividad, suelen ser más desobedientes, tienen más accidentes, les cuesta prestar atención, etc. Dado que estos síntomas son propios de la edad, el diagnóstico de un posible TDAH en estos niños puede ser difícil y deberá basarse en la intensidad y la persistencia de los síntomas, los problemas de conducta y la repercusión sobre el entorno (familia, escuela, comunidad). Por lo tanto, el papel de los pediatras de atención primaria y de los profesionales del ámbito educativo es muy importante en la identificación y derivación de estos niños. Dentro de las intervenciones que se pueden realizar por el área de Promoción de la salud y Prevención de la enfermedad, se encuentran tres tipos de intervenciones: Universales, Selectivas e Indicadas. 5.1. Intervención Universal. Se realiza a partir del fortalecimiento de los factores protectores en la población, por ejemplo, programas realizados desde el hogar que se enfoquen en el desarrollo de habilidades cognitivas, comunicativas, solución de problemas, destrezas sociales de niños y adolescentes. 5.2. Intervención Selectiva. Van dirigidas a poblaciones específicas con objetivos delimitados. La educación de pautas de crianza para los padres respecto a sus hijos con problemas de conducta, es un ejemplo importante, pues se enfocan en el suministro de información y capacitación de estrategias con el objetivo de promover el bienestar a partir de conductas más adecuadas. 5.3. Intervención Indicada. Son los programas dirigidos a las personas que presentan elevados niveles de síntomas relacionados con el trastorno, pero que no pueden considerarse con un trastorno de eliminación o hipercinético a partir del criterio diagnóstico. Se suele utilizar un formato de grupo para educar a las personas respecto de los factores de riesgo que pueden estar influyendo a la emergencia de la sintomatología. 6. INFORMACIÓN PARA EL PACIENTE. ¿Qué pueden hacer los padres para ayudar al niño o adolescente con TDAH? • Confirmar el diagnóstico de TDAH por medio de profesionales de la salud (pediatras, psicólogos clínicos, psiquiatras infantiles, neuropediatras, neuropsicólogos) con experiencia y capacitación en este trastorno. No de Revisión 00 Fecha Mayo 2014 Elaboró Psicólogo Aprobó Dirección Prestación COLOMBIANA DE SALUD S.A. GUIA CLÍNICA PARA MANEJO DE TRASTORNOS INFANTILES • • • • • • • • • • • • • • • MANUAL DE CALIDAD Página 30 de 32 CDS GDM P-15 Revisión 00 Mayo 2014 Buscar una evaluación profesional y un tratamiento personalizado. Iniciar el tratamiento con profesionales que tengan adecuada formación en el TDAH. Buscar información adecuada sobre el trastorno, práctica, realista y que se fundamente en datos científicos. Podrá obtenerla de los profesionales que le atiendan o de las asociaciones de TDAH. Implicar a los familiares más cercanos en la educación del TDAH. Aprender a manejar las propias emociones negativas (enfado, culpa, amargura) y mantener una actitud positiva. Procurar dar a su hijo un refuerzo positivo inmediato y frecuente. Emplear recompensas duraderas y eficaces. Utilizar la recompensa antes que el castigo. Mejorar la autoestima del niño o del adolescente, utilizar mensajes positivos. Hacer tangibles los pensamientos y la solución de problemas. Simplificar las reglas de la casa o lugar donde se encuentren. Ayudar a su hijo a hacer las cosas paso a paso. Asegurarse de que sus instrucciones son comprendidas. Enseñarle a ser organizado y fomentar sus habilidades sociales. Ser indulgente. ¿Qué puede hacerse desde la escuela para ayudar al niño o adolescente con TDAH? • • • • • • • Utilizar técnicas de modificación de conducta: reforzamiento positivo, sistemas de economía de fi chas, modelado, extinción, coste de respuesta, técnica del tiempo- fuera, sobrecorrección, etc. Enseñar al niño o adolescente técnicas de entrenamiento en autocontrol, resolución de problemas, entrenamiento en habilidades sociales o técnicas de relajación. Definir claramente y de forma conjunta con el niño o adolescente los objetivos a corto y largo plazo, tanto los que refieren a los contenidos curriculares como a su comportamiento en la escuela. Adecuar el entorno y controlar el nivel de distractores en el aula, situando al niño o adolescente en un lugar donde pueda ser supervisado fácilmente y alejado de los estímulos que le puedan distraer. Ajustar las tareas y expectativas a las características del niño o adolescente reduciendo o simplificando las instrucciones que se le dan para llevar a cabo las tareas, mediante instrucciones breves, simples y claras. Adecuar las formas de evaluación, modificando la forma de administrar y evaluar las pruebas y exámenes. Complementar, por parte del docente, las instrucciones orales con instrucciones y recordatorios No de Revisión 00 Fecha Mayo 2014 Elaboró Psicólogo Aprobó Dirección Prestación COLOMBIANA DE SALUD S.A. GUIA CLÍNICA PARA MANEJO DE TRASTORNOS INFANTILES • • MANUAL DE CALIDAD Página 31 de 32 CDS GDM P-15 Revisión 00 Mayo 2014 visuales. Ofrecer al niño o adolescente sistemas de ayuda para el control diario de sus tareas y el cumplimiento de trabajos a corto y largo plazo (control de la agenda, recordatorios, etc.). Procurar un adecuado nivel de motivación en el alumno ofreciendo retroalimentación frecuente sobre sus mejoras en el comportamiento y su esfuerzo. REFERENCIAS American Psychiatric Association (APA), Manual Diagnóstico Trastornos Mentales (DSM-IV-TR), Barcelona, Masson, 2002. y Estadístico de los CIE-10 Décima revisión de la clasificación internacional de las enfermedades. Trastornos mentales y del comportamiento. Ed. Meditor, 1992. Estudio Nacional de Salud Mental. Ministerio de Protección Social. Feria M, Cárdenas M, Vázquez J, Palacios L, De la Peña F. (2010). Guía Clínica para el Manejo de los Trastornos de Eliminación (Enuresis y Encopresis). Ed.S Berenzon, J Del Bosque, J Alfaro, ME Medina-Mora. México: Instituto Nacional de Psiquiatría. (Serie: Guías Clínicas para la Atención de Trastornos Mentales). Grupo de trabajo de la Guía de Práctica Clínica sobre el Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH) en Niños y Adolescentes. Fundació Sant Joan de Déu, coordinador. Guía de Práctica Clínica sobre el Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH) en Niños y Adolescentes. Plan de Calidad para el Sistema Nacional de Salud del Ministerio de Sanidad, Política Social e Igualdad. Agència d´Informació, Avaluació i Qualitat (AIAQS) de Cataluña; 2010. Guías de Práctica Clínica en el SNS: AATRM Nº 2007/18. Lineamientos de Política de Salud Mental para Colombia. Ministerio de la Protección Social. República de Colombia. Fundación FES-Social. 2005. Mayes, S.D., Calhoun, S.L., Crowell, E.W., Learning Disabilities and ADHD: Overlapping Spectrum Disorders. J Learn Disabil, 2000, 5, 33, pp. 417-425. Miranda, A., Rosello, B., Soriano, M., Estudiantes con deficiencias atencionales, Valencia, Promolibro, 1998. Organización Mundial de la Salud OMS. 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