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Integración de edificios agroindustriales en el paisaje: la
vegetación como elemento integrador.*
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García Moruno, L. ; Hernandez, J. ; Gutiérrez, Mª P. ; Aguado, P.
1, P
2
; Juan, A. ; Morán, J.
2
1
Doctor Ingeniero Agrónomo , Universidad de León
Ingeniero Agrónomo, Universidad de León
3
Ingeniero Agrónomo, Universidad Politécnica de Madrid
2
Sumario
La integración de edificios agroindustriales en el paisaje puede conseguirse
mediante la correcta utilización de parámetros inherentes a la propia construcción,
tales como el color, la forma, la línea, la textura, la escala y el carácter espacial o
factores externos que pueden tener una influencia muy importante en los inherentes
y consecuentemente repercuten en la integración visual de las construcciones. La
vegetación es uno de los parámetros externos de mayor relevancia.
La vegetación tiene una influencia muy importante en la percepción visual de las
edificaciones, puede ser utilizada como un instrumento que permite una mejor
integración en el paisaje y por tanto las relaciones visuales entre los edificios y el
paisaje están influenciadas y pueden ser mejoradas mediante la utilización de
elementos vegetales adecuados que repercutan en los elementos visuales
inherentes a la construcción tales como la línea, la forma y la escala.
* Esta investigación ha sido financiada por CICYT (PB93-0199) y Fundación Alfonso Martín Escudero
(P980215).
Departamento de Ingeniería Agraria. ESTI Agraria. Universidad de León.
Avenida de Portugal 41. 24071 León, España.
Tlf: 987 29 18 21
E-mail: dialgm@unileon.es
INTEGRACIÓN DE LAS CONSTRUCCIONES RURALES EN EL
PAISAJE. LA VEGETACIÓN COMO HERRAMIENTA DE
INTEGRACIÓN
1. INTRODUCCIÓN.
Durante los últimos años ha surgido la necesidad de minimizar el impacto de las
construcciones en el paisaje, esta necesidad viene impuesta por una creciente
conciencia de la sociedad por el respeto y la conservación medioambiental. En
ámbitos distintos al puramente agrario o rural, esta necesidad queda parcialmente
cubierta por las propias características del entorno urbano, el paisaje, fuertemente
antropizado es capaz de absorber los impactos negativos de una forma que,
paradójicamente, podríamos definir como “natural”.
Sin embargo el paisaje rural, aunque también fuertemente influenciado por la acción
humana, es considerado generalmente como el medio natural por excelencia, y más
hoy en día donde el aumento del turismo rural y la recuperación de espacios
tradicionalmente agrícolas como zonas de recreo y ocio tienen cada vez mayor
importancia.
Surge así la necesidad de mantener la funcionalidad de este espacio agrario,
intentando por otra parte disminuir en todo lo posible la percepción de la
antropización del paisaje. No cabe duda de que aún hoy en día existen un gran
número de población que subsiste del campo y sus labores y, por tanto, la
modificación del paisaje con la inclusión de edificios y naves de uso agropecuario es
inevitable. La aparición de nuevos materiales y técnicas constructivas, ha conducido
a la proliferación de edificios, que en muchos casos rompían la armonía de un
paisaje considerado por la sociedad como natural, y que había permanecido así
durante mucho tiempo. De este modo, en la actualidad, se trata de integrar los
edificios agroindustriales en la estética propia del medio rural, para lograr la
armonización de ambos conceptos.
2. LAS BARRERAS VEGETALES.
Una forma de integrar las construcciones en el entorno es crear pantallas vegetales
que oculten total o parcialmente las edificaciones. El ocultar totalmente dichas
edificaciones, no siempre resulta la mejor solución, en ocasiones, puede ser
preferible una ocultación parcial que de cómo resultado una variación de las
características visuales del edificio, de tal manera que la forma, línea o escala del
mismo se vean modificadas por la vegetación y se produzca una mejor integración
con el entorno.
Las relaciones existentes entre los elementos visuales de la construcción y los del
entorno pueden dar lugar a continuidad visual, diversidad sin contrastes, contrastes
compatibles o contrastes poco compatibles. Se procurará utilizar la vegetación para
eliminar o disminuir en la medida de lo posible dichos contrastes, ya que,
normalmente cuanto menores sean los contrastes, mejor será la integración.
2.1. Pantallas vegetales de ocultación total.
En primer lugar se debe resaltar la posibilidad de una ocultación total de la
edificación por medio de pantallas vegetales, cuando debido a las características
morfológicas de la construcción no sea posible una buena integración con el paisaje.
A este respecto señalaremos:
1. La longitud de la barrera vegetal interpuesta será mayor que la longitud del
edificio a ocultar.
2. Se dispondrán especies de distintas tallas y portes, de forma que la altura de la
barrera sea escalonada, evitando de esta manera que se produzcan contrastes
entre la línea el paisaje natural y la de la construcción, o en su caso la pantalla
vegetal que se está introduciendo. Para ello se utilizarán especies arbustivas y
arbóreas de distinta velocidad de crecimiento.
3. La zona central de la barrera será la encargada de ocultar la construcción en sí y
estará constituida a base de especies arbóreas frondosas, de hoja perenne
(siempre que sea posible) y porte medio o grande.
4. La disposición será de forma que se consiga una buena ocultación, ya sea
utilizando dos filas con pies alternados, o especies de distintos portes que
complementen esta ocultación en zonas de alturas diferenciadas, o también
realizando la plantación sobre un caballón, consiguiendo un mejor efecto
pantalla. A continuación de esta zona central, existirá a cada lado de la misma,
una zona de vegetación media de porte y talla inferiores a los de la zona central,
las especies empleadas en las zonas laterales serán árboles o arbustos de talla
y frondosidad media. A cada lado de estas zonas (dispuestas en los extremos de
la barrera) se colocarán especies arbustivas de medio y pequeño tamaño en
disminución progresiva, hasta el final de la barrera por ambos lados.
2.2. Pantallas vegetales de ocultación parcial.
Las pantallas vegetales de ocultación parcial, pueden modificar la percepción de
algunas características que definen la construcción agroindustrial como son: la
línea, la forma y la escala.
Tanto la línea como la forma, son elementos que están afectados por la complejidad
y la orientación. La línea, además, está influida por otro parámetro que es la nitidez,
y la forma por la geometría. Por otra parte, la escala se define mediante la
ocupación de la escena y el contraste de escalas. La actuación sobre los
mencionados parámetros por medio de la vegetación, puede influir indirectamente
sobre la percepción de la línea, forma y escala consiguiendo una disminución de los
contrastes y por tanto una solución integradora óptima.
LINEA Y FORMA
Los parámetros que definen la línea son, como ya se ha mencionado:
-
Nitidez
-
Complejidad
-
Orientación
Y los parámetros que definen la forma:
-
Geometría
-
Complejidad
-
Orientación
LA NITIDEZ DE LAS LÍNEAS Y LA GEOMETRÍA DE LAS FORMAS.
La nitidez depende de la longitud de las líneas así como de su saturación, pudiendo
conseguir según los valores que tomen estas dos variables; líneas nítidas,
intermedias o insinuadas. Cuanto mayor sea la diferencia entre las líneas del
entorno y las de las construcciones, mayores serán los contrastes. El entorno en
general no presenta líneas intermedias, y las construcciones suelen presentar líneas
nítidas. Al introducir vegetación que oculte parcialmente las edificaciones se
consigue pasar de estas líneas nítidas que forman las construcciones, a líneas
intermedias (ya que la vegetación hace que percibamos estas líneas con menor
longitud y saturación, lo que disminuye su nitidez), con lo que al reducir el “salto”
entre la nitidez de las líneas que forman el entorno y las que forman las
construcciones rurales. Por tanto, se disminuyen también los contrastes.
La geometría se refiere a la mayor o menor regularidad de los elementos que
integran la escena. Los edificios agroindustriales suelen introducir formas
prismáticas muy regulares en el entorno, lo cual puede provocar contrastes con las
formas generalmente irregulares de los elementos que constituyen el paisaje
natural, con la vegetación vamos a ocultar la forma excesivamente pura de las
construcciones provocando cierta sensación de irregularidad y consiguiendo de está
manera disminuir los contrastes.
LA COMPLEJIDAD Y LA ORIENTACIÓN DE LAS LÍNEAS Y LAS FORMAS.
Cuanto menor sea la complejidad de las líneas que constituyen las edificaciones
(los edificios agroindustriales están constituidos básicamente por líneas rectas),
mayores contrastes introducen con relación al entorno ya que éste está constituido
por líneas complejas. Al introducir vegetación que oculte parcialmente la excesiva
rectitud de las líneas que constituyen los edificios agroindustriales, se añade cierto
grado de complejidad a las líneas que componen dichos edificios, disminuyendo con
ello los contrastes de la escena.
La orientación predominante de las líneas que constituyen el entorno es la
horizontal. Las edificaciones introducen líneas verticales aisladas que pueden dar
lugar a contrastes. Al introducir vegetación se incluyen en la escena nuevos
elementos
de
referencia
que
con
su
verticalidad
armonizan
el
conjunto
disminuyendo dichos contrastes.
Cuanto menor es la complejidad en la forma de las edificaciones (los edificios
agroindustriales están constituidos básicamente por formas sencillas y regulares,
que despiertan fácilmente la atención de la percepción en un entorno de formas
irregulares), mayores contrastes introducen con relación al entorno constituido por
formas complejas. Las barreras vegetales ocultan parcialmente la excesiva sencillez
de la forma de las edificaciones, disminuyendo los contrastes de la escena.
La adición de elementos vegetales naturales, cuyas formas presenten una
orientación similar a la del edificio, consigue una mejor integración de esté en el
entorno al disminuir los contrastes.
La forma de integrar las líneas y formas de las edificaciones, de modo que se
consiga una mayor armonía con el entorno, será incluir elementos vegetales en las
aristas de los edificios, las barreras serán de tamaño y frondosidad adecuados, para
que oculten parcialmente líneas y formas. Además, y en caso de ser necesario, las
pantallas vegetales irán convenientemente escalonadas, usando para ello especies
arbóreas y arbustivas propias de la zona y de distintas tallas, frondosidades y
velocidades de crecimiento. La colocación de dichas pantallas se realizará delante
de las aristas o también en el caso de aristas de los extremos de la construcción,
detrás de ellos, evitando el efecto de recorte del edificio contra la línea del horizonte.
LA ESCALA
A fin de disminuir los efectos visuales negativos que puede producir una
construcción agroindustrial de gran escala relativa sobre la escena, estudiaremos
los parámetros que tienen influencia sobre dicho factor:
OCUPACIÓN DE LA ESCENA.
A mayor ocupación de la escena, mayor importancia del elemento en cuestión, la
vegetación puede, en este sentido, “cubrir” una edificación que aporte una
ocupación excesiva de la escena de manera que dicha ocupación no sea tan
evidente.
CONTRASTE DE ESCALAS.
A la hora de estudiar el contraste de escalas debemos comparar fundamentalmente
la altura de la edificación con las alturas de los demás elementos dominantes, en
caso de que existiesen contrastes, estos se pueden solucionar incluyendo
vegetación (nuevos elementos dominantes) que aporten nuevas alturas de
comparación, cuyo valor será tal que ayude a armonizar y aporte en la medida de lo
posible continuidad visual.
En este punto no es necesario, en principio, ningún tipo de ocultación de la
construcción, sino más bien lo que se pretende es incluir una pantalla vegetal
escalonada, que al introducir nuevas alturas de referencia armonice los contrastes
producidos por las distintas escalas de los elementos que forman parte de la
escena.
3. CONCLUSIÓN.
De lo anteriormente expuesto se concluye que, cuando sea necesario la inclusión de
elementos o pantallas vegetales a fin de mejorar la calidad visual de una escena, se
deben utilizar distintos tipos de especies arbóreas y arbustivas adaptadas a la zona
(siempre que sea posible de hoja perenne), con diferentes frondosidades, portes y
alturas, evitando una excesiva simetría o regularidad de sus dimensiones, que
pueden provocar una sensación artificial, o dar un fuerte carácter antrópico a la
barrera.
4. CORRESPONDENCIA.
Lorenzo García Moruno
Departamento de Ingeniería Agraria. ESTI Agraria. Universidad de León.
Avenida de Portugal 41. 24071 León, España.
Tlf: 987 29 18 21
Fax: 987 29 18 10
E-mail: dialgm@unileon.es