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El nuevo aeropuerto de Barajas: una puerta abierta entre Europa y América El pasado día 4 de febrero se inauguró la Nueva Área Terminal (NAT) del aeropuerto de Barajas que consta de dos nuevos edificios (T4 y T4S), aparcamientos, dos nuevas pistas de vuelo, nuevos accesos por carretera y muchos otros servicios. Con sus 1.200.000 m2 de superficie, la Nueva Área Terminal de Barajas está considerada como la mayor obra civil aeroportuario realizada recientemente en Europa, lo que supondrá un cambio trascendental -urbanístico, económico y socialmente- para la región de Madrid y para España. Con esta ampliación, el nuevo Barajas se ha convertido en un aeropuerto “hub” conectando América y Europa. Una obra faraónica que finalmente ha costado 6.200 de millones, cinco veces más de lo previsto por AENA hace siete años. Nuria Yagües Pérez 30 n los años 90 los analistas de Aena llegan a la conclusión de que es necesaria la creación de un “Hub” en el sur de Europa, es decir, un aeropuerto que concentrara operaciones y conexiones con funciones distributivas múltiples, y que pudiera ser utilizado eficazmente por las compañías aéreas para conectar sus vuelos continentales y transoceánicos. E ción de la tercera pista, con 60 metros de ancho un presupuesto de 203 millones de euros y de una nueva torre de control, con un presupuesto de 19 millones de euros. Ambas construcciones se finalizaron en el año 1998 en el plazo previsto. El aeropuerto pasó de 50 a 77 operaciones a la hora siendo inauguradas, ambas construcciones por el entonces ministro de Fomento, Rafael Arias Salgado. Se pretende que Barajas se convierta en el gran punto de enlace entre Europa y América o, lo que es lo mismo, en una de las grandes puertas de entrada al Viejo Continente. Era, por tanto necesario una nueva terminal para cumplir el objetivo de poder atender al doble de viajeros, entre 65 y 70 millones anuales. Esta nueva pista se trazó a cinco kilómetros de distancia de las dos existentes, lo que hacía necesario idear una nueva terminal. Para la redacción del proyecto de la Nueva Área Terminal se convocó un concurso internacional promovido por Aena y en octubre de 1997 se eligió la propuesta presentada por el equipo formado por cuatro empresas: el estudio de arquitectura español Estudio Lamela y el británico Richard Rogers Partnership, la ingeniería española Initec y la británica TPS. El proyecto ganador destacaba por su sencillez, su adaptabilidad, su robustez y su flexibilidad, admitiendo con naturalidad los cambios y futuras ampliaciones. Inicialmente, se parte de un presupuesto inicial de 180 El proyecto de ampliar Barajas se dividió en cuatro pilares: la construcción de una tercera pista, una terminal para darle servicio, un tren eléctrico que una las terminales y la construcción de dos carreteras entre Madrid y Barajas. La UTE formada por Dragados, FCC y Necso inició la construc- millones de euros y un plazo previsto de cinco años. Posteriormente, el Gobierno que preside José María Aznar aprueba el 19 de noviembre de 1999 el nuevo Plan Director de Madrid Barajas, que contempla un campo de vuelo de cuatro pistas con capacidad para unas 500.000 operaciones al año y que debe estar concluido en el año 2003. Se trata de cinco proyectos distintos: la construcción de la nueva área terminal, 9.000 nuevas plazas de aparcamiento y accesos, un sistema de automatización y traslado de equipajes (SATE), el desvío y soterramiento de la M-111 para que no interfiera con uno de los edificios o pistas de la nueva terminal y, por último, la construcción de la lanzadera que comunicara las dos terminales del aeropuerto. El presupuesto total es de algo más de 1.000 millones de euros, la mayor inversión sacada a concurso por AENA. Los costes de la nueva terminal se disparan. AENA adjudica a ACS y FCC el concurso, por 541 milllones de euros, el triple de lo 31 A R T Í C U L O S D E O P I N I Ó N AEROPUERTOS previsto, subida que se justifica por la ampliación de la superficie de la nueva terminal. Y, el presupuesto total, que incluye otras obras, va creciendo cada año, hasta finalmente elevarse a 6.200 millones. LA NUEVA ÁREA TERMINAL Pero, en este artículo nos vamos a detener en describir los elementos constructivos más significativos de esta Nueva Área Terminal, que con 2 sus 1.200.000 m de superficie, e inaugurada el pasado día 4 de febrero, ha sido considerada como la mayor obra civil aeroportuaria que se ha acometido en Europa en los últimos años, haciendo de Madrid la Puerta de Europa a Iberoamérica. Como ya hemos citado anteriormente, los arquitectos Antonio Lamela y Richard Rogers y las ingenierías Initec y TPS han proyectado, bajo la dirección de Aena, las obras del nuevo edificio terminal (T4) y su satélite (T4S). El resultado final ha sido un diseño funcional y estéticamente atractivo. Se trata de verdaderas obras maestras, en donde la luz natural es una de los grandes protagonistas. La nueva terminal tiene capacidad para 35 millones de pasajeros al año, más de 10.000 en hora punta. En la “mini-ciudad” que constituye una Terminal de estas características, se debía crear un ambiente de sosiego, de tranquilidad. Había que evitar añadir más tensión a la excitación que, para determinadas personas, entraña de por sí viajar en avión. Y esa sensación de calma se ha conseguido gracias al tratamiento que se le ha dado a los materiales y a los acabados. Este proyecto también ha buscado humanizar el espacio interior, colocando constantes referencias visuales que le permite al viajero orientarse en todo momento. El 32 edificio es tan grande que uno podría perderse. Por ello, el volumen total se despieza en varios cuerpos, creando secuencias espaciales para dotar al edificio de esa escala humana. En el exterior, la actuación se adapta al entorno, a la horizontalidad del paisaje madrileño, con unas formas onduladas muy próximas a la naturaleza. a realizar por el pasajero, facilitando su orientación. Además, el cañón permite la entrada de luz natural en el interior reduciendo significativamente la dependencia de la luz artificial y mejorando sumamente la calidad del espacio. Claridad espacial Ahondando más en el diseño, que es uno de los aspectos más llamativos de esta Nueva Terminal, son cuatro los principios básicos en los que se ha trabajado: integración en el paisaje, luz natural, claridad espacial y flexibilidad. El movimiento de los pasajeros recorre todas las actividades desde el momento de la recepción de los viajeros en la dársena, pasando por la facturación y el control de seguridad hasta llegar al embarque. El recorrido inverso (llegadas) también está claramente diferenciado; desembarque, recogida de equipajes, dársenas. Se da la circunstancia de que los flujos de pasajeros de llegada y de salida discurren por diferentes niveles. La forma de los edificios facilita el proceso de actividades dividiéndose en una secuencia de bloques funcionales. Integración en el paisaje Flexibilidad Los edificios terminales de aeropuertos se encuentran normalmente rodeados de elementos secundarios (aparcamiento de vehículos, central eléctrica, etc) que no contribuyen a la clara orientación del pasajero. En la propuesta de este diseño se integran dichas estructuras teniendo en cuenta la topografía del lugar, dando al NAT (Nueva Área Terminal) una imagen que potencia el paisaje, expresando su carácter local y homogéneo. Los cañones –grandes patios lineales de luz– establecen una secuencia en la que se integra linealmente el paisaje incorporándose al espacio interior. Se propone una configuración adaptable a todo el conjunto de la actuación, manteniendo una fuerte identidad arquitectónica durante todas las fases de evolución del proyecto y ante posibles ampliaciones futuras de los edificios. También, se han creado dos centros comerciales situados en la T4 y el T4S, integrando perfectamente las tiendas con la restauración e incluyendo, de este modo, nuevos conceptos de ocio, salud y belleza. DISEÑO Luz natural Cada módulo funcional se separa transversalmente mediante un cañón (espacio vacío cubierto con lucernarios) y sirve de paso preparatorio entre las fases del proceso DESCRIPCIÓN GENERAL DE LA PROPUESTA La Nueva Área Terminal del Aeropuerto internacional Madrid Barajas (T4) se ubica a 4 Km al norte del antiguo Barajas (terminales T1, T2 y T3). Con un programa de necesidades muy extenso y complejo, el conjunto mantuvo la idea original del concurso, respondiendo a una organización básica compuesta por tres edificios: Un Aparcamiento de vehículos de 310.000 m 2, con capacidad para 9.000 plazas. A R T Í C U L O S D E O P I N I Ó N AEROPUERTOS Un Edificio Terminal, próximo al Aparcamiento y separado de éste por las dársenas de acceso de vehículos. Está pensado para los vuelos nacionales y Schengen (es decir, con destino a países de la Unión Europea). Con cerca de medio millón de metros cuadrados construidos (distribuidos en 6 niveles), cuenta con 174 mostradores de facturación y con 38 posiciones de contacto de aeronaves, a través de pasarelas telescópicas ubicadas en el dique de embarque, el cual tiene una longitud de 1,2 km. El Edificio Satélite, situado entre las nuevas pistas (separado del Terminal unos 2 km), alberga la totalidad de los vuelos internacionales no Schengen de la NAT. Contará además con una zona adaptable a todo tipo de destinos: no Schengen, internacional, nacional y Schengen (como posible complemento al edificio Terminal). El edificio tiene casi 300.000 metros cuadrados y 26 plazas de estacionamiento de aeronaves. Si el tráfico aéreo continúa aumentando, se contempla la posibilidad de construir un segundo satélite. El edificio Aparcamiento se compone de 6 módulos independientes funcionalmente, pero unificados visualmente mediante los revestimientos exteriores y una 2 cubierta vegetal de 56.000 m . El acceso directo al Aparcamiento en vehículo desde los viales (sin necesidad de pasar por las dársenas) se produce atravesando uno de los seis pasos con barrera, en donde se asigna automáticamente a cada vehículo una plaza de estacionamiento. Desde el aparcamiento se llega directamente al edificio Terminal mediante una pasarela peatonal de conexión. Ambos edificios, Aparcamiento y Terminal, se encuentran separados por las Dársenas. Se trata de la zona donde confluyen autobuses, taxis, 34 metros, trenes y vehículos particulares, a modo de intercambiador de transportes. Espacialmente, las dársenas se componen de una serie de viales y plataformas a diferente nivel, resguardados todos ellos bajo la prolongación de la cubierta ondulada del Terminal. El Edificio Terminal está caracterizado por tres módulos lineales (Facturador, Procesador, Dique), cumpliendo diferentes funciones según los flujos de pasajeros (llegadas o salidas). Recepción de pasajeros, facturación, control y embarque para vuelos de salida; desembarque, recogida de equipajes y salida de pasajeros del edificio, para vuelos de llegada. Éstos módulos están separados entre sí por los denominados cañones, que se presentan como grandes grietas de luz mediante las cuales se consigue iluminación natural en los niveles inferiores del edificio. Así pues, los cañones forman parte de la estrategia medioambiental global –iluminación natural, calidad del aire, entorno natural– que permite incorporar la utilización de energías alternativas, la reducción de consumos energéticos y, consecuentemente, la de gastos de mantenimiento y conservación. En estos espacios es donde se producen todos los movimientos verticales de los pasajeros, ya sea por escaleras, rampas o ascensores. Además constituyen un elemento importante para la orientación del pasajero, puesto que marcan la secuencia de acciones que tiene que desempeñar el pasajero en su trayecto de llegada o de salida. La existencia de un edificio Satélite, separado del edificio Terminal, se debe a varios motivos. El principal de ellos es la segregación de funciones. Es decir, se presentaba la necesidad de crear un edificio capaz de sepa- rar los flujos de pasajeros debido a temas de seguridad en los vuelos no Schengen. Para ello, se ha dotado al dique de Satélite de una zona elevada (nivel +2) por donde segregar el flujo de llegadas no Schengen e internacionales. De este modo se evita la mezcla de pasajeros de llegada y salida de estos vuelos. La separación de los edificios Terminal y Satélite atiende a motivos aeronáuticos como son la situación y extensión de las pistas de aterrizaje y despegue (existentes y nuevas). Los dos edificios están conectados mediante un túnel que discurre bajo las pistas. El túnel consta de dos pisos con tres vanos en cada uno. El nivel superior dispone de dos zonas laterales de aproximadamente 10 metros de ancho para la circulación de vehículos autorizados (un vano para cada sentido) y un vano central de 13 metros, por donde discurre el Transportador de Pasajeros (APM; Automatic People Mover). La sección inferior, con tres huecos de idénticas dimensiones, está destinada en su totalidad al sistema automatizado de tratamiento de equipajes (SATE). La totalidad de los pasajeros usuarios del NAT Barajas han de pasar por el edificio Terminal, cualquiera que sea su tipo de vuelo y ya sea en recorridos de salida o de llegada. Esto se debe a que es en el Terminal donde se concentran las funciones de facturación y de recogida de equipaje. Unificando el diseño con la función, la utilización de sistemas automáticos de transporte de pasajeros (ascensores, escaleras mecánicas y pasillos rodantes) junto con el sistema automático de tratamiento de equipajes (SATE) posibilitan el movimiento en paralelo tanto de los equipajes como de los pasajeros. De esta forma, el edificio Satélite queda reservado principal- A R T Í C U L O S D E O P I N I Ó N AEROPUERTOS mente para los controles de seguridad propios de los vuelos internacionales y el embarque/desembarque de este tipo de vuelos. Existe un acceso directo al Satélite desde los viales exteriores, pero éste está reservado sólo para personal autorizado, no para los usuarios del aeropuerto. El volumen total de pasajeros que será capaz de albergar el Nuevo Barajas, incluidas las terminales T1, T2 y T3, será de 70 mill/año, con una posibilidad de movimiento de 18.000 pasajeros en hora punta. A pesar de la magnitud de la actuación, todo el diseño del NAT Barajas pretende ofrecer un área funcional y cómoda para el pasajero, un espacio urbanístico y arquitectónico con escala humana, tanto externa como interna, y alcanzar una máxima armonía con el entorno, reduciendo al mínimo posible el impacto medioambiental. SINGULARIDADES DEL PROYECTO Arquitectónicamente, algunas de las metas fundamentales que se han tratado de conseguir en el proyecto han sido: • La contemplación de que un aeropuerto va más allá de la propia navegación aérea, convirtiéndose en un centro integral de servicios, trabajo y comercio, así como de asistencia complementaria a sus usuarios y acompañantes. 36 • Búsqueda de una solución arquitectónica de geometría muy sencilla, de fácil lectura e interpretación por parte de los usuarios, de acuerdo con los usos y recorridos. • El edificio principal articula el carácter secuencial del procesamiento de pasajeros al separar entre sí los distintos volúmenes funcionales o módulos. • Cada módulo longitudinal se separa del siguiente mediante un espacio libre denominado “cañón”. Supone la separación entre las diferentes fases del procesamiento del pasajero, facilitando su orientación, que queda subrayada por la introducción de luz natural en el interior del edificio y reduce significativamente la dependencia de la iluminación artificial, mejorando notablemente la calidad y la percepción del espacio. • Desde el interior, se ofrece apariencia liviana, no opresiva y luminosa, en contacto con el medio físico circundante. El techo ondulante de bambú se presenta como un acompañante amable del pasajero en su recorrido por el interior de los edificios. El aspecto externo también es de ligereza y transparencia. Se pretende una fuerte conexión visual entre el exterior y el interior. • Se presenta una fácil y clara accesibilidad al conjunto aeroportuario, además de una buena cone- xión interna con los estacionamientos de vehículos y medios públicos de transporte, tanto en salidas como en llegadas de pasajeros. • Adecuación a una construcción flexible y modular, de fácil crecimiento en ambas orientaciones: longitudinal y transversal. Sin grandes dificultades de ejecución. Buena relación calidad/ precio de realización; los sistemas modulares repetitivos permiten la inclusión de elementos singulares con diseños especiales. • Propiciar una fácil adecuación a las posibles futuras aeronaves, al ser solución lineal. Posibilidad de aplicar, fácilmente, las próximas novedades de la industria aeronáutica complementaria, así como la aeroportuaria; además de posible dotación de todo tipo de otros servicios presentes y de futuro, por su versatilidad en el uso, y por las previsiones establecidas. • Bajo consumo energético, con posibilidad de fácil aplicación de nuevas energías limpias alternativas, llegado el momento. IMPACTO AMBIENTAL Como no podía ser de otra manera en una obra de estas magnitudes, Aena desarrolló y presentó un Estudio de Impacto Ambiental de la Ampliación del Sistema A R T Í C U L O S D E O P I N I Ó N AEROPUERTOS Aeroportuario de Madrid, que contenía las preceptivas medidas protectoras, correctoras y compensatorias con el fin de suprimir o atenuar los impactos y corregir sus afecciones al medio ambiente. El 30 de noviembre de 2001, la Secretaría General de Medio Ambiente dictaba una Resolución por la que se formulaba declaración de impacto ambiental del proyecto de ampliación del sistema aeroportuario de Madrid. La Declaración de Impacto Ambiental dividió las medidas en dos grupos, dependiendo si tenían que ver con impactos en la fase de construcción o en la fase de operación. Las primeras se desarrollarían conjuntamente con el proceso constructivo y las segundas se integrarían en el sistema de gestión ambiental del aeropuerto. En la fase de construcción las medidas tomadas tenían que ver con la protección de la calidad del aire, del suelo, de los cauces, de la calidad de las aguas, de la fauna, del patrimonio arqueo-paleontológico y de la vegetación. Se incluyeron, así mismo, medidas compensatorias por la afección al río Jarama, de restauración ambiental y construcción del centro de recuperación de fauna. El 21 de diciembre de 2001, el Plan Barajas recibía el Certificado de Gestión Medioambiental ISO14001 que acredita que todas las actividades desarrolladas por el Plan Barajas -planificación y programación, contratación y control presupuestario, dirección y supervisión de proyectos, dirección y supervisión de la ejecución de las obras y entrega de instalaciones operativas del aeropuerto- cumplían con las exigencias marcadas por la norma UNE-EN-ISO 14001. UN EDIFICIO TERMINAL PARA EL SIGLO XXI La nueva generación de terminales debe ofrecer a las compañías aéreas la mejor base de operaciones y posibilitar las nuevas grandes alianzas aéreas. De la misma forma, deberán satisfacer las nuevas exigencias de los usuarios en cuanto a la calidad del ambiente, el servicio al pasajero y la conexión con otros medios de transporte. El Nuevo Edificio Terminal, a lo largo de su vida, deberá adaptarse a rápidos cambios ecónomicos y sociales, y deberá tener capacidad suficiente para implementar nuevas tecnológicas que se incorporen a las operaciones, junto con una sensibilidad creciente por el respeto al medioambiente. Finalmente, cabe destacar que se espera que el NAT Barajas: Cree una puerta de entrada a España –e incluso a Europa– de alta calidad tanto por su diseño como por su funcionalidad. Actúe como un importante hub, que facilite las conexiones entre vuelos y minimice los tiempos de escala. Sea capaz de competir, por su calidad y eficacia, con otros edificios terminales de aeropuertos hub, tales como Charles de Gaulle, Schipol, Frankfurt, Heathrow, o de nueva generación como, Chep Lap Kok, Kuala Lumpur, Kansai y Denver, entre otros. Asegurar la posibilidad de adaptarse a potenciales cambios en la gestión de las operaciones, y en particular, crear las bases de partida para una gestión rentable de las infraestructuras proyectadas. absorber el aumento que está experimentando el tráfico de pasajeros, que podrá ser del orden de 35 millones anuales en 2010 y de 50 millones en 2020, con lo que el Nuevo Barajas (contando las cuatro Terminales) doblará la capacidad del antiguo aeropuerto. En 2006 llegan los primeros viajeros al nuevo Barajas, el cual verá pasar cada día por su interior el equivalente a la población de la ciudad de Cáceres. Se encuentra a tan sólo tres kilómetros de las antiguas terminales, y a 15 minutos en metro* del centro urbano. Su privilegiada situación supone todo un lujo para Madrid. Aún no se han llevado a cabo las obras de enlace con las líneas de metro, pero los nuevos edificios cuentan ya con la estación y los equipamientos necesarios. SUMARIOS • El volumen total de pasajeros que será capaz de albergar el Nuevo Barajas, incluidas las terminales T1, T2 y T3, será de 70 mill/año. • Los edificios construidos son verdaderas obras maestras, en donde la luz natural es una de los grandes protagonistas. • Se ha optado por una construcción flexible y modular, de fácil crecimiento en ambas orientaciones: longitudinal y transversal. • El diseño del NAT Barajas pretende ofrecer un espacio urbanístico y arquitectónico con escala humana y alcanzar una máxima armonía con el entorno. Como imagen de aeropuerto del siglo XXI, la Nueva Terminal de Barajas será operativa, sencilla, económica y funcional, capaz de 37