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FACOEMULSIFICACION ALTERNATIVAS ANESTESICAS Dr. Guillermo Pereira, UOC – AVAO 2009 Hemos sido testigos en los últimos años de notables avances en la cirugía de catarata, que la han transformado en predecible, confiable y reproducible. En efecto, la combinación de incisiones corneales cada vez mas pequeñas, que no requieren colgajo conjuntival, cauterización escleral ni puntos de sutura, y el implante de lentes intraoculares plegables de tecnología cada mas avanzada, han permitido el desarrollo de técnicas anestésicas que no requieren la infiltración de los tejidos perioculares por agentes anestésicos, lo cual es muy ventajoso para el paciente y el cirujano, y evitan las posibles complicaciones locales y generales que pueden derivarse de de esta vía de administración. ANESTESIA TOPICA – INTRACAMERULAR. A Richard Fichman y James Gills, debemos el desarrollo de las técnicas de anestesia tópica e intracamerular que cada día se utilizan con más frecuencia a nivel mundial y que han probado ser sumamente efectivas y con innumerables ventajas que describiremos mas adelante. Una vez que el paciente se encuentra en la sala de inducción, se le instila una gota de Alcaíne en el ojo que va a ser intervenido, y luego, en forma sucesiva, Ciclogy al 1%, Midriacyl al 1 % y Neosynefrine al 2.5%, para lograr midriasis imprescindible para poder practicar la intervención. Estas 4 gotas se repiten cada 5 o 10 minutos hasta que llega el momento de iniciar la operación. Ultimamente preferimos, en vez de instilar 15 o 20 gotas en el ojo a operarse, lo cual es molestoso para el paciente y requiere además de un personal ocupado permanentemente para este fin, colocar en el fondo de saco conjuntival inferior, una esponja de celulosa impregnada con una solución que hemos preparado mezclando a partes iguales el anestésico y los midriáticos. Este sistema, aparte de ser mucho más cómodo para el paciente, es mucho más efectivo en cuanto a la respuesta terapéutica que se obtiene. Cuando faltan unos 5 minutos para el comienzo de la intervención, el anestesiólogo retira la esponja de celulosa y coloca Lidocaine-Gel al 2% sobre la superficie del ojo, para potenciar el efecto anestésico y además gotas de Ciprofloxacina y Betadine. A continuación se practica la asepsia de la zona operatoria con Betadine al 10%, de tal manera que cuando el paciente es transferido a la sala operatoria, el cirujano se limita a colocar los campos operatorios y dar inicio a la intervención. Después de practicadas las incisiones corneales, se inyecta en cámara anterior ½ cc de Lidocaina al 1% sin preservativo, y en esta forma es posible practicar la intervención sin que el paciente se queje de dolor. En la rara eventualidad que acuse alguna molestia, es perfectamente posible colocar Lidocaína adicional intracamerular. 1 VENTAJAS DEL PROCEDIMIENTO.1.- Ausencia de dolor: prácticamente se elimina esta importante molestia, antes, durante y después de la intervención. Recordamos, que cuando hacíamos anestesia por infiltración, las llamadas de los pacientes angustiados, quejándose de dolor, eran muy frecuentes. Desde que utilizamos rutinariamente, la anestesia tópica-intracamerular, esto se ha reducido prácticamente a cero. 2.- Falta de reacción postoperatoria: Es sorprendente examinar a estos pacientes al siguiente día de la intervención, y constatar que no hay la más mínima reacción palpebral ni ocular. Este detalle llama poderosamente la atención a quienes toman el curso de Facoemulsificación en la Unidad, cuando pueden constatar que a cierta distancia, es muy difícil saber cual ojo fue intervenido el día anterior. 3.- Rehabilitación visual inmediata: Es este un factor de suma importancia para la tranquilidad del paciente, pero sobre todo para aquellos que tienen un solo ojo funcionalmente útil. El hecho de salir del quirófano, sin cura oclusiva y pudiendo valerse visualmente por si mismos es algo realmente sorprendente y gratificante. 4.- Mantenimiento de la motilidad palpebral y ocular: Esto hace innecesaria la cura oclusiva, lo cual es una medida de seguridad importante sobre todo en personas de edad avanzada, quienes al tener un ojo tapado, se exponen a caídas que puede ser muy peligrosas. 5.- No hay hipoestesia hemifacial ni cefalea: La infiltración anestésica en las vecindades del infraorbitario puede ocasionar esta desagradable sensación que a veces se extiende por varios días. 6.- Ausencia de ptosis o diplopia. El trauma de la toma del recto superior o la acción del anestésico sobe la musculatura extraocular, puede ocasionar estas desagradables complicaciones postoperatorias, a veces difíciles de tratar. 7.- No hay necesidad de suspender medicación anticoagulante: En muchos pacientes, la severidad de sus problemas generales, hacen sumamente peligrosa la suspensión de la medicación anticoagulante. Cuando utilizamos anestesia tópica-intracamerular e incisión corneal, como no introducimos en la orbita ninguna aguja y operamos a través de un tejido avascular, podemos con seguridad, practicar la intervención, sin necesidad de suspender esta importante medicación. 8.- Seguramente la ventaja mas importante de la anestesia tópica-intracamerular, es que evita las posibles y graves complicaciones que puede ocasionar la anestesia retrobulbar o peribulbar que ponen en peligro no solo la visión sino aun la vida del paciente. 2 ANESTESIA POR INFILTRACION – POSIBLES COMPLICACIONES QUE PUEDEN DERIVARSE DE LA MISMA.Existen 2 alternativas para la anestesia por infiltración: la Retrobulbar y y la Peribulbar. Para empezar, manifestamos que en nuestra Institución, NUNCA se utiliza el bloqueo retrobulbar. Estamos convencidos, que introducir a ciegas hasta el vértice de la orbita, una aguja de 35 mm de longitud, con un bisel agresivo en un espacio en donde hay tantos tejidos importantes y delicados, es exponer al paciente a graves riesgos sin necesidad. 1.- Posibilidad de inyección intravascular del anestésico: Esto puede ocasionar severas reacciones de hipersensibilidad que pueden conducir a un colapso vascular y a parálisis cardiorrespiratoria. 2.- Inyección del anestésico en el espacio subaracnoideo que rodeo al nervio óptico. Esto permite que el anestésico difunda hacia la cavidad craneal y produzca un cuadro descrito como la parálisis progresiva del tallo cerebral cuya etapa final es la extensión hasta los centros respiratorio y cardíaco. 3.- Perforación del nervio óptico: Muchas atrofias ópticas inexplicables en el postoperatorio no son más que la consecuencia de la lesión irreversible provocada en esta delicada estructura por la aguja de inyección. 4.- Perforación del globo ocular. Los ojos con más de 25 mm de longitud axial, son particularmente vulnerables a esta grave complicación. 5.- Hemorragia retrobulbar: Aumenta en forma considerable la presión intraorbitaria y pone en peligro la circulación del nervio óptico sobre todo si este no esta en buenas condiciones como es el caso de los glaucomas avanzados. Es igualmente muy peligrosa en casos de reintervenciones por complicaciones tempranas, ya que puede conducir a dehisencia de la herida operatoria y aun a una hemorragia expulsiva. En nuestro criterio, el bloqueo peribulbar con una aguja de ½ pulgada de longitud, es tan efectivo como el retrobulbar y a pesar de que no esta exento de complicaciones, estas no son ni tan frecuentes ni tan graves como las que acabamos de describir. Una advertencia: en la técnica del bloqueo peribulbar, muchos textos recomiendan una inyección en el cuadrante temporal inferior y otra en el nasal superior. Esta última no debe practicarse, primero porque no es necesaria y segundo porque es peligrosa ya que estamos inyectando en las vecindades de la polea de reflexión del oblicuo superior existiendo la posibilidad de provocar un pseudo síndrome de Walley-Brown. TRANSICION DE ANESTESIA POR INFILTRACION A ANESTESIA TOPICAINTRACAMERULAR.Tal vez, para la inmensa mayoría de oftalmólogos, la principal ventaja de la anestesia por infiltración, es que están acostumbrados a practicarla y se sienten cómodos con ella. Esto 3 no es conveniente en nuestra práctica profesional, ya que debemos estar siempre dispuestos a ensayar nuevas técnicas y modalidades terapéuticas. Ante cada cambio posible en nuestra forma de actuar, el factor mas importante para triunfar, es el convencimiento que tengamos de sus ventajas y como va a influir favorablemente en el tratamiento de nuestros pacientes. Ayuda mucho a convencernos de la efectividad del procedimiento, asistir a sesiones operatorias en donde colegas experimentados nos demuestren la factibilidad de la técnica. Por supuesto que hay una serie de factores muy importantes que han que tomarse en cuenta antes de intentar el cambio; unos se refieren al cirujano y otros a los pacientes: FACTORES POR PARTE DEL CIRUJANO: 1.- Debe estar perfectamente familiarizado con la técnica de Facoemulsificación. 2.- El tiempo operatorio debe estar por debajo de los 30 minutos 3.- La incidencia de complicaciones debe ser muy baja. 4.- Debe tener suficiente habilidad para tratar las dificultades transoperatorias. FACTORES POR PARTE DEL PACIENTE: A diferencia de la operación bajo anestesia por infiltración, en donde la comunicación entre el paciente y el cirujano puede ser completamente nula, en el caso de la anestesia tópica-intracamerular, la comunicación debe ser constante y permanente, y el paciente debe estar en condiciones de seguir en todo momento las indicaciones que le de el cirujano. Harry Grabow ha hecho una lista de 6 factores que son contraindicación para este tipo de anestesia. Las llama las 6 D y tenemos que utilizar las palabras inglesas que empiezan con esta letra. 1.- Deafness (sordera) 2.- Dementia (perturbación mental) 3.- Disphasia ( por incapacidad para entender o por desconocer el idioma) 4.- Dense cataract (que impide fijar la luz del microscopio) 5.- Degeneración macular (por igual razón) 6.- Disfuntion neuromuscular (que impide la estabilidad del globo ocular) PASOS A SEGUIR PARA HACER LA TRANSICION DE INFILTRACION A TOPICA-INTRACAMERULAR.- 4 1.- Estar absolutamente convencido de las ventajas del procedimiento y que podemos aprenderlo. 2.- Imaginémonos que hacemos bien la facoemulsificación a través de incisión con tunel escleral, bajo anestesia retrobulbar e implantamos un lente de PMMA. 3.- Cambiar de retrobulbar a peribulbar 4.- Familiarizarnos con el manejo y doblado del lente plegable. 5.- Implantar varios lentes plegables a través de una incisión escleral amplia para que este penetre fácilmente al ojo y nuestra única dificultad sea la manipulación intraocular del mismo. 6.- A medida que nos sintamos cómodos con el implante del LIO en la bolsa capsular, podemos progresivamente reducir la extensión de la herida escleral hasta llegar a 3.5 mm 7.- Comenzar a practicar incisiones corneales tipo paracentesis en el mismo meridiano en el cual estamos acostumbrados a hacerlas y de una extensión ligeramente mayor a la necesaria. 8.- Implantar varios lentes plegables a través de incisiones corneales cada vez mas pequeñas, hasta llegar a la longitud de 3.5 mm. Hasta ahora todos estos procedimientos han sido efectuados bajo anestesia peribulbar. Comienza ahora la verdadera transición: En los siguientes casos reducimos progresivamente la cantidad de anestésico que inyectamos y empezamos a combinar con anestesia tópica intracamerular. En esta forma, mas temprano que tarde y sin darnos cuenta estamos operando bajo esta nueva modalidad, sin traumas y sin complicaciones. Naturalmente, igual que sucede con la transición de extracapsular a facoemulsificación, debemos al principio seleccionar cuidadosamente nuestros primeros pacientes: Y cuales son estos pacientes ideales para comenzar: Mujeres de 60 años o mas, tranquilas, positivas y con cataratas en un rango que no nos hagan pensar en dificultades operatorias. Ayuda mucho en la selección de los pacientes, una encuesta en el preoperatorio que nosotros hacemos de rutina en donde se evalúa el comportamiento del paciente ante las diversas exploraciones , como colocación de gotas, tonometría, refracción, biometría y sobre todo la oftalmoscopía indirecta, lo cual nos da una idea de cómo será el comportamiento del paciente durante la intervención. Una advertencia final en relación a 2 detalles que consideramos de vital importancia: el primero se refiere a que leemos con preocupación varios artículos en publicaciones norteamericanas en donde sugieren prescindir de la toma de una vena en la flexura del codo. Consideramos que esto es un error grave y nos expone a serias complicaciones ya que estamos operando a personas de edad avanzada, la mayor parte de ellos con alteraciones sistémicas que los exponen en cualquier momento a problemas circulatorios o respiratorios que hacen imprescindible contar con una vena permeable para administrar 5 la medicación adecuada. El segundo detalle, es que al igual que con la facoemulsificación, no es punto de honor practicarla, y sobre todo en los comienzos, ante la mas mínima duda, tenemos la obligación de detenernos y utilizar otra alternativa que sea mucho mas segura para el paciente 6