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Novena a San Miguel
y los Santos Ángeles
V. En el nombre del Padre.
R. Amén
Litanía de San Miguel
(Para uso privado solamente.)
V. Señor ten piedad de nosotros
R. Cristo, ten piedad de nosotros.
V. Señor ten piedad de nosotros, Cristo óyenos.
R. Cristo, graciosamente óyenos
V. Dios Padre del Cielo,
V. Dios Hijo, Redentor del mundo,
V. Dios Espíritu Santo,
V. Santísima Trinidad, un solo Dios,
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Santa María, Reina de los Ángeles,
San Miguel Arcángel,
Gloriosísimo auxiliar de la Divinidad Trina,
Parado a la derecha del Altar de Incienso,
Embajador del Paraíso,
Glorioso Príncipe de los ejércitos celestiales,
Líder de las huestes angelicales,
Guerrero quien lanzó a Satanás al infierno,
Defensor contra la perversidad y asechanzas del
demonio,
Abanderado de los ejércitos de Dios,
Defensor de la gloria divina,
Primer defensor del Reinado de Cristo,
Fuerza de Dios,
Invencible príncipe y guerrero,
Ángel de paz,
Guardián de la Fe Cristiana,
Campeón del pueblo de Dios,
Ángel Guardián del Sacratísimo Sacramento,
Defensor de la Iglesia,
Protector del Soberano Pontífice,
Ángel de la Acción Católica,
Poderoso intercesor para los Cristianos,
Audaz defensor de los que esperan en Dios,
Guardián de nuestras almas y cuerpos,
Sanador de los enfermos,
Ayudador de aquellos en su última agonía,
Consolador de las ánimas del Purgatorio,
Mensajero de Dios para las almas de los justos,
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Terror de los espíritus malignos,
Victorioso en la batalla contra el mal,
Guardián y patrón de la Iglesia Universal,
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Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo,
Perdónanos Señor.
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo,
Graciosamente escúchanos, O Señor.
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo,
Ten misericordia de nosotros.
Ruega por nosotros, O glorioso San Miguel,
Para que seamos dignos de las promesas de
Cristo.
Oremos: Te rogamos que nos santifiques, Oh Señor,
con tu santa bendición, y que nos concedas, por
la intercesión de San Miguel Arcángel, esa
sabiduría cual nos enseña a almacenar tesoros en
el cielo por medio de intercambiar los bienes de
este mundo a favor de los bienes eternos. Tú,
quien vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amen.
Respuestas para la Letanía:
R.  Ten misericordia de nosotros.
R. * Ruega por nosotros.
Novena A Los Nueve Coros Angélicos
V. Ardientes Serafines, vosotros ministros de la
caridad divina,
R. Enciendan en nuestros corazones ese santo
fuego con cual son consumidos.
V. Brillantes Querubines, vosotros quienes sois
permitidos un entendimiento más profundo de los
secretos de Dios,
R. Despejen la obscuridad de nuestras almas,
dándonos luz sobrenatural para entender las
verdades de la salvación.
V. Sublimes Tronos, resplandeciente en vuestra
belleza,
R. Obtengan para nosotros la paz con Dios, con
nuestro vecino, y con nosotros mismos.
V. Supremas Dominaciones, vosotros quienes sois
encargados con la ejecución de las órdenes de
Dios,
R. Reinen sobre nuestras mentes y corazones;
ayúdennos a conocer la voluntad de Dios, para
poder seguirla fielmente.
V. Invencibles Poderes, cuya misión es quitar todo
obstáculo a la Divina voluntad,
R. Defiéndanos contra los ataques del mundo, de
la carne, y del diablo, y déjenos victoriosos en
nuestros combates contra este triple poder.
V. Celestiales Virtudes, quienes vigilan la harmonía
de la creación material,
R. Tengan compasión de nuestra debilidad, y
obtengan para nosotros la gracia de resistir
pacientemente las penas de esta vida.
V. Soberanas Principalidades, vosotros quienes sois
los Príncipes de las Naciones,
R. Vigilen nuestro País y a nuestra Parroquia
eficazmente, para que realicen los diseños de
Dios en los que les concierne.
V. Nobilísimos Arcángeles, vosotros quienes
guardéis y protegéis a la Santa Iglesia,
R. Dígnense a liberarla de sus enemigos internos
y externos.
V. Sacratísimos Ángeles, defensores fervorosos de
los intereses de Dios,
R. Protejan Su causa en nuestras almas, y
obtengan para nosotros la gracia de la
perseverancia final.
V. Oh vosotros todos los Santos coros Angélicos, os
suplicamos vuestra intercesión ante el trono de
Dios, para
(Aquí haga una pausa, y declare las intenciones de la novena)
V. Si fuese para la gloria de Dios y para nuestro
bien.
R. Amen.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo,
R. Como era en el principio, ahora, y siempre, y
por los siglos de los siglos. Amen.
V. En el nombre del Padre.
R. Amén