Download BREVE RESEÑA HISTORICA DIVINO MAESTRO

Emilia Lucero, Darío Martín, Diácono Miguel Ángel Valdez, Prof. Angélica Vargas, Diácono Eusebio
Duarte, entre otros.
Centro de Formación Catequística “Divino Maestro”
Breve Reseña Histórica
Se trató a través del tiempo de conservar un clima de comunidad eclesial animado por una
espiritualidad festiva y celebrativa. Esta espiritualidad procura generar una vivencia de comunión y
participación propuesta en el Documentos de Puebla y en el de Educación y Proyecto de vida del
Episcopado Argentino y remarcada en el Documento de Aparecida. .
“50 AÑOS JUNTO A CRISTO Y NUESTROS HERMANOS”
1963 – 2013
El Centro de Formación Catequística “Divino Maestro” ha participado activamente en el proceso de
renovación pastoral y eclesial de nuestra Diócesis, con aportes institucionales y personales de
relevancia, que dieron como frutos el 1° y 2° Plan Diocesano de Pastoral. Estos se incluyeron como
contenidos en distintos espacios curriculares del Centro para su estudio, análisis, reflexión y praxis de
lo propuesto en los documentos de trabajo y en los documentos finales de dichos Planes.
En el presente ciclo lectivo y como signo en este Año de la Fe, el Centro ha iniciado, como aula
satélite, el primer año de formación catequística en la Parroquia Nuestra Señora del Rosario de
Lavalle, con una gran afluencia de alumnos, dando así respuesta a un sentido deseo de la
comunidad parroquial y del Párroco Pbro. Juan Miranda Cavero a quien se agradece su acogida.
El Centro continúa su labor comprometido día a día en dar respuesta a los múltiples desafíos de la
Iglesia Universal, Americana, Argentina y Diocesana, como lo muestran estos “50 AÑOS JUNTO A
CRISTO Y NUESTROS HERMANOS” anunciando y proclamando la Verdad sobre Dios, Uno y Trino.
La verdad sobre el hombre, ser libre, creado por Amor divino a Su Imagen y semejanza. La verdad
sobre la Iglesia, una, santa, católica y apostólica. Se procura renovar la expresión catequística de las
Verdades de Fe, la metodología de la Comunicación del Mensaje evangelizador y el ardor misionero
de los catequistas, intentando inculturar la Buena Nueva de la Salvación en las costumbres y
estructuras sociales mendocinas.
“Los desafíos que plantea la situación de la sociedad en América Latina y El Caribe
requieren una identidad católica más personal y fundamentada. El fortalecimiento de
esta identidad pasa por una catequesis adecuada que promueva una adhesión
personal y comunitaria a Cristo, sobre todo en los más débiles en la fe. Es una tarea
que incumbe a toda la comunidad de discípulos”. (D. Aparecida, 2007)
Mendoza, septiembre de 2013
Si queremos proyectarnos hacia el futuro, frente a la problemática y desafíos que la Iglesia
tiene planteados para la evangelización en el momento presente, se necesita de una lúcida
visión de sus orígenes y actuación. No por mero interés académico o por nostalgias del
pasado, sino para lograr una firme identidad propia, para alimentarse en la corriente viva de
misión y santidad que impulsó su camino, para comprender mejor los problemas del presente
y proyectarse realmente hacia el futuro (B. Juan Pablo II, Sto. Domingo 12-X-84, II, 1-2).
Al cumplirse las Bodas de Oro del Centro de Formación Catequística “Divino Maestro”, queremos
volver nuestra mirada hacia los orígenes para ver con mayor claridad cómo se fue dando en el
transcurso de estos años el proceso de la renovación catequística, no solo en los contenidos y la
metodología sino, sobre todo, en la mentalidad de los propios catequistas, alumnos del Centro, y
hoy diseminados en los distintos ámbitos de nuestra Arquidiócesis.
Sería imposible comprender las diferentes etapas de renovación que vivió el Centro, si pasamos por
alto los grandes acontecimientos eclesiales que se vivieron a partir del año 1962. Algunos de estos
acontecimientos son:
• El Concilio Vaticano II (1962-1965)
• La II Conferencia del Episcopado Latinoamericano en Medellín. Colombia (1968)
• La III Conferencia del Episcopado Latinoamericano en Puebla, México (1979)
• El 1° Congreso Catequístico Nacional Bs. As (1962).
• La Creación de la Junta Central de Catequesis y del Instituto Superior de Catequesis
( ISCA – 1961)
La corriente de renovación comenzó a llegar a Mendoza. Con razón podríamos decir que los primeros
brotes surgieron después de terminado el 1° Congreso Catequístico Nacional en el año 1962 y la
tierra en donde comenzaron a germinar las semillas de la renovación catequística fueron los Colegios
Compañía de María y María Auxiliadora, ambos de la ciudad de Mendoza.
En este caminar no podemos dejar de reconocer a aquellos pioneros de la primera hora,
particularmente al Padre Aurelio Bertagna. La vida del movimiento catequístico pasó por su mente, su
corazón y su mano siempre abierta. Justicia es reconocer que muchas personas lo acompañaron y
colaboraron con él desde su creación, como; Estela Setien, Nélida Terrero, Irene de Vázquez, Tomás
Gordillo, Francisco Granata, Marta Alcalde, Teresita Reig, Hna. Ana María Mayer, Delia Rinaldi de
Burlot, Padre José Vicentini, entre otros muchos más.
El Pbro. Francisco de Vos, primer Rector del Instituto Superior de Catequesis (ISCA), fue invitado a
dar distintos cursillos en nuestra Ciudad y consultado a menudo para organizar el “Divino Maestro”,
según las orientaciones de la Junta Central de Catequesis.
Muchos son los profesores que fueron pasando por la Institución, cobrando fama con el tiempo como
el Pbro. Florencio Mezacassa, perito en Biblia, el Pbro.. Luis Gallo perito en Eclesiología, el Prof.,
Enrique Dussel profundo filósofo de la Historia, el Fray Héctor Muñoz O.P., especialista en Liturgia, y
tantos otros. Muchos de ellos viajaban de Buenos Aires en avión los fines de semana, desarrollaban
su materia y el domingo a la noche volvían nuevamente a sus lugares permanentes de trabajo.
Mucho le debe el Centro a profesores excelentes de nuestra Diócesis de Mendoza, al Prof. Aldo
Gómez, al Pbro. Moyano Llerena, al Pbro. Jorge Contreras, Pbro. Jesús Navarro, Pbro. Ricardo
Poblete, Pbro. Aldo Vallone; Prof. Catalina Vallés, Antonio Schaffini, Prof. Fernando Ballesteros, Nora
Hernández, Liliana Juri, Prof. Germán Gutiérrez, Prof. Beatriz Ciullini, Prof. Ana María Biglia, Prof.
Celina Bustos, Prof. Elina Paganoto y a muchos otros que renunciando al descanso del sábado por la
tarde, brindaban lo mejor de sí en la formación de los futuros catequistas.
Fueron directores entre otros: el Pbro. Aurelio Bertagna, Oscar Alberto Gimenez, Diacono Walter
Formica, Pbro. Daniel Forconesi, Pbro. Marcelo Cinquemani, Pbro. Andrés Gioeni, Diácono Pedro
Miranda, Diácono Carlos Payola, Srta. Patricia Escalante y Fanny de Appugliese.
No podemos dejar de tener una memoria agradecida hacia los Obispos que durante estos 50 años
acompañaron y animaron la vida del Centro.
A Mons. Alfonso María Buteler que orientó y apoyó a Padre Bertagna en la creación del Divino
Maestro. Durante su episcopado desplegó una intensa labor pastoral, con miras a
organizar y afirmar la obra de una diócesis nueva.
A Mons. Olimpo Santiago Maresma, que llevó adelante una meritoria actividad
pastoral encarada con prudencia. Su preocupación primordial fueron los sacerdotes y las
vocaciones. En estos años el Divino Maestro organiza el Curso de Catequistas
Parroquiales para la iniciación cristiana.
Con Mons. Cándido Genaro Rubiolo la Iglesia de Mendoza vivió un gran impulso
evangelizador centrando sus esfuerzos en la organización pastoral de la diócesis y en la
erección de centros de formación de clérigos y laicos, en respuesta a la necesidad de
contar con agentes cualificados para la evangelización. Así Mendoza renueva su
compromiso evangelizador, revisa su camino y actualiza el marco teológico-pastoral a la
luz de las Líneas pastorales para la Nueva Evangelización (LPNE), que orientan una
misión evangelizadora nueva, más orgánica y vigorosa.
Mucho se le debe a Mons. José María Arancibia, Arzobispo emérito, que llevó adelante
años de intenso trabajo. Así en noviembre de 1998 entregó a la comunidad mendocina el
primer Plan Diocesano de Pastoral, fruto de una larga búsqueda vivida en comunión, en
un compromiso de la Iglesia toda de renovar su vida y acción pastoral, respondiendo al
impulso del Espíritu y a los desafíos reconocidos. En el año 2004 y luego de un esforzado
trabajo Mons. Arancibia aprueba el Plan de Estudios que rige hasta la fecha en todos los
Centros de Formación Catequística y el Reglamento General para los mismos. Mons.
Arancibia siempre se preocupó y animó la labor de los Centros de Formación como
factores decisivos en la transmisión de la fe.
El actual Centro de Formación Catequística “Divino Maestro” recibió desde su creación distintas
denominaciones como consecuencia de los diferentes planes y modalidades de estudio.
• En 1963 surge como Curso de Formación Catequística unido al 4° y 5° año de la carrera de
Magisterio de los Colegios de María Auxiliadora de ciudad y de Compañía de .María de ciudad con el
título de Maestra Catequista.
• En 1964 pasa a denominarse Instituto de Ciencias Sagradas Divino Maestro.
• Posteriormente se transforma en el Profesorado Arquidiocesano de Catequesis Pastoral que
otorgaba el título de Catequista Profesor.
• En 1967 nace el llamado ciclo bienal y el ciclo trienal que posteriormente se unifica en el ciclo
medio que otorga el título de Catequistas Maestros, que se agrega al ya existente de Catequista
Profesor.
• En 1976 surge el Curso de Catequistas Parroquiales para la iniciación cristiana.
• En 1984 el P. Juan Carlos Molinari formula un nuevo Plan de Estudios de cuatro años y la
institución pasa a denominarse Seminario Arquidiocesano Divino Maestro.
• En la década de los 90 se plantean cuatro especialidades para dar respuesta a las necesidades
de la Diócesis. Catequesis Familiar, Catequesis Escolar, Catequesis De Jóvenes y Catequesis
Especial.
• En el año 2004 se pone en vigencia el nuevo Plan de Estudios, que rige hasta el presente, y el
Reglamento General de los Centros de Formación y el Seminario pasó a denominarse Centro de
Formación Catequística “Divino Maestro” Zona Centro, denominación que aún se conserva.
El “Divino Maestro” Zona Centro inició su labor en el Colegio María Auxiliadora de ciudad. Con
posterioridad se trasladó al Colegio Nuestra Señora de la Misericordia. En 1986 volvió al Colegio
María Auxiliadora y en el año 1997 continuó su funcionamiento en la Parroquia de la Virgen Niña. En
el año 2006 se trasladó el Colegio San Pedro Nolasco, donde, gracias a la generosidad de las Hnas
Mercedarias, sigue funcionando en la actualidad. Desde el año 2012 los alumnos que cursan los días
sábados lo hacen en el Colegio San José de las Hnas Dominicas en Guaymallén, a quienes también
se les agradece su hospitalidad.
Para comprender las distintas etapas de la formación catequística que vivió el Centro lo tenemos
que hacer junto a los otros Centros que surgieron en los diferentes decanatos de la Arquidiócesis,
como el de la zona Este y Valle de Uco, Luján, Maipú y Guaymallén, que surgieron a fines de la
década del 60 y principios de la década del 70, siguiendo el modelo del Divino Maestro zona centro.
Siempre hubo en el Divino Maestro el deseo de estar a tono con la formación que la Iglesia
demandaba, por ello propuso a sus formadores recibir especialización en el ISCA y en la naciente
Escuela de Pastoral Bíblica, donde se obtenía el título de Agentes de Pastoral Bíblica. Se realizaron
Jornadas y Cursos de formación destinados a todos los catequistas diocesanos parroquiales y de
colegios sobre: Catequesis Familiar, Animación Litúrgica, Metodología Catequística. Estos cursos
estuvieron dictados por catequistas de Buenos Aires, Córdoba , Chile, entre otros. Se organizaron
algunas celebraciones diocesanas del Día del Catequista. Se participó del Jubileo del año 2000 en
el Santuario del Challao, colaborando con la celebración organizada por la Junta Arquidiocesana de
Catequesis
Importante es destacar la labor en estos últimos años de formadores como Fray Juan Pedro Gómez
O.P., Fray Pablo Condrac O.P., Stella Maris Moyano, Prof. Luis Gallardo, María Gabriela Baca,
Enrique Endrizzi, Prof. Lucía Bermúdez, Ing. Mary de Llopart, Prof. Beatríz Ciullini, Prof. Matías Bravo,