Download Los inicios de la Evangelización

Document related concepts

Virgen de la Caridad del Cobre wikipedia , lookup

Iglesia católica en Cuba wikipedia , lookup

Francisco Ricardo Oves Fernández wikipedia , lookup

Catedral de San Carlos Borromeo (Matanzas) wikipedia , lookup

Diócesis de Temuco wikipedia , lookup

Transcript
...Tres Siglos de compromiso evangelizador.
9
Capítulo I
Comienzos de la evangelización en Cuba
y sus problemas
E
l ideal de la Evangelización, y cuánto pudo haber influido tanto en la decisión de Colón de atreverse al viaje hacia el
Nuevo Mundo, como en quienes lo apoyaron, resulta muy
claro de estas consideraciones del historiador Juan Martín
Leiseca: «El genovés (Cristóbal Colón) no hubiera encontrado seguramente el apoyo y la participación de Isabel de
Castilla, con exponer fantásticos planes e interesadas posibilidades de grandes beneficios materiales a quien acababa
de afirmar y consolidar el dominio y la unidad de España»
Otro resorte mágico, otra razón, otra ensoñación espiritual y decisiva fue el arma de que hizo uso el hombre extraordinario para salir triunfante en su empeño. Esa arma fue exponer ante la mirada soñadora y absorta de una cristiana
magnánima y creyente, el magnífico panorama de un mundo
de almas que atraer, redimir y conquistar para el culto y la
adoración del Dios de los cristianos.
Ante la tentadora oferta respondió el místico anhelo de la
excelsa soberana. Por eso pudo convertirse en maravillosa
realidad lo que pareció quimera impracticable. Por eso en la
inolvidable mañana del viernes tres de agosto de 1492 zarparon de un puerto español (Palos de Moguer) tres pequeñas
carabelas que, enatrevido alarde de poder y fuerza, habrían
de intentar el cruce de un mar hasta entonces inexplorado,
para ir en busca de un mundo apenas presentido en la imaginación calenturienta de un audaz navegante.
Pero aquellas tres osadas naves llevaban el santo anhelo
de un gran creyente. Llevaban la santa insignia de la Cruz
glorificada en el Gólgota para intimidar a los elementos y
para que los amparase Dios. A bordo de la «Santa María»
(simbólico nombre) nave capitana, debió embarcar un sencillo mercedario nombrado Fray Juan Infante... Y ese fue seguramente el primer sacerdote católico que, el 27 de octubre de
1492, compartió con el Gran Almirante la emoción de admirar
el encanto de la nueva tierra a la cual Colón denominó Juana
y que es nuestra querida Reina de las Antillas.
Llegó a Baracoa el sábado primero de diciembre de 1492,
y agradecido al Todopoderoso, colocó una cruz. Así consta
tanto en la escritura de su diario como en la documentación
y testimonios llegados a nuestros días. También este fue un
gesto significativo del espíritu con que el navegante se había lanzado a la gran hazaña que cambió gran parte del curso
de la historia de los pueblos y era el legado que quería dejar
a quienes habrían de aprovechar el nuevo continente.
Sobre esta Cruz, conocida comúnmente como «La Santa
Cruz de la Parra» vale la pena abrir un pequeño paréntesis
para recordar que se conserva todavía en la iglesia parroquial
Nuestra Señora de Baracoa y, si no existía un aval científico
de su autenticidad, este se logró en 1984 gracias a los exámenes científicos hechos por una especialista en Anatomía de
la Madera del Instituto de Investigaciones Forestales del
Ministerio de la Agricultura y el director del Museo Matachín de Baracoa. Paralelas investigaciones se hicieron, en
colaboración con el licenciado Alejandro Hartman, en la
Universidad de Lovaina.
La prueba del Carbono 14 no sólo comprobó que se
trataba de madera que tiene 500 o más de años de edad, sino
que se trataba de madera dura de la familia Polygonacea,
muy probablemente Coccolaba diversifolia conocida como
uvilla, seguramente recogida en las márgenes del río Toa.
Razones del V Centenario
El entusiasta historiador Juan Martín Leiseca, en sus escritos de la década del ‘30, estaba muy lejos de los años de la
Contestación, de la Secularización, del pensamiento débil y
de otros fenómenos culturales que tanto hincapié hicieron
en las consecuencias negativas del descubrimiento, la posterior colonización y los métodos usados en la Evangelización del Nuevo Mundo, al extremo de que muchos lo concibieran como una gran desgracia.
En el propio año 1992, año del V Centenario no pocos,
como ciertos hijos modernos que le reprochan a su madre
haberlos dado a la luz, se preguntaban si merecía hacer fiesta
o luto recordando el gran acontecimiento. Pensaban sobre
todo en las matanzas, las opresiones y explotaciones, en las
conversiones a veces forzadas, la trata de negros, la esclavitud y otros sufrimientos traídos al Nuevo Mundo por los
europeos.
Por eso encontré, además de interesante, equilibrada y
desapasionada, la síntesis de un plegable preparado y distribuido aquel mismo año en nuestra Diócesis de Pinar del Río
por la Comisión de Cultura. Fue titulado «QUINTO CENTENARIO» y, por supuesto, parecía responder a la siguiente pregunta: «¿Qué es lo que vale la pena festejar en esta fecha?»
La respuesta era: lo que vale la pena festejar es el encuentro de dos mundos, un encuentro de culturas, el encuentro de América con el mensaje de Jesucristo.
10
Pinar del Río:...
Con respecto al primer aspecto no se escondía que el
encuentro había tenido sus luces y sus sombras, lo habían caracterizado vida y muerte, dominación y conquista,
barbarie y civilización, enriquecimiento e empobrecimiento, la aventura y los altos ideales, la colonización y la evangelización. Todas estas realidades estuvieron presentes
en él. Como siempre el hombre deja en sus empresas las
huellas de su ser, en parte Ángel y en parte Bestia. Pero
más allá de las actitudes opuestas, de ver sólo lo positivo
o sólo lo negativo del acontecimiento, nuestra Iglesia
Diocesana invitaba sabiamente a una visión equilibrada
de las cosas, colocándolas en el contexto cultural y social
de su época, y logrando discernir ponderadamente entre
lo bueno y lo malo.
Con respecto al segundo aspecto, el encuentro de dos
culturas, invitaba a reconocer la riqueza y positividad de
nuestra cultura mestiza, fruto de la fusión de la cultura
española, la africana y, en cierta medida, la indígena.
Con relación al encuentro de América con el mensaje
de Jesucristo, llamaba a la ponderación subrayando: «En
medio de la conquista y de la crueldad, la primera y la única
voz que se alzó para defender a los indios fue la voz de la
Iglesia.»
El propio plegable señalaba después una serie de
obras sociales, culturales y religiosas en la historia cubana donde la Iglesia resultaba protagonista y ejemplo
La Reina Isabel la Católica se dejó convencer para apoyar la
empresa de Colón impulsada por el ideal evangelizador.
humanizador. Me parece oportuno, a manera de breve adelanto histórico, colocar aquí dicha síntesis.
La Iglesia Católica,
primera en la Historia y
en el servicio al pueblo
- Primera Misa en Cuba. 13 junio de 1494. A orillas del
Jatibonico. Ofició el P. Juan Solórzano.
- Primera voz que se alzó en defensa de los indios: el P.
Bartolomé de las Casas (1484-1566).
- Primer misionero y catequista seglar. Soldado herido que
aprende la lengua indígena y construye el primer templo en
Macaca, sudoeste de la actual provincia de Granma.
- Primer Obispado. 1520, en Baracoa, Catedral de Nuestra Señora de la Asunción. Abarcaba Cuba, Jamaica, Florida y Luisiana.
- Primer maestro. 1536. El P. Miguel de Velázquez, hijo de
india y español. Fue el primer sacerdote mestizo y ejerció en la
primera escuela de Cuba en la Catedral de Santiago.
- Primer hospital. 1593. Fundado por el laico católico
Sebastián de la Cruz en La Habana. Atendido después por los
Hnos. de San Juan de Dios.
- Primera obra literaria. 1604. «Espejo de Paciencia» Narra el
secuestro del Obispo de Cuba fray Juan de Las Cabezas
Altamirano por un pirata francés y su rescate por los bayameses,
signo del afecto del pueblo por su pastor.
- Primer acontecimiento de gran significado religioso en
que se ven involucrados dos indios y un negro; el hallazgo de
la Imagen de la Virgen de la Caridad en la Bahía de Nipe. 1612.
- Primer mártir cubano. 1671. Fray Luis Sánchez Pacheco.
Habanero, franciscano, muere por la fe a manos de indios en
San Agustín de La Florida.
- Primera escuela popular con becas. 1687. Para niñas pobres y huérfanas. Fundada en La Habana por el Obispo
Compostela, llamada Colegio de S. Francisco de Sales.
- Primer hospital de leprosos. 1687. En La Habana, dedicado a S. Lázaro.
- Primera Casa de Beneficencia. 1710. Fundada por el Obispo Jerónimo Valdés, de quien los niños abandonados tomaron
el apellido.
- Primer seminario S. Basilio el Magno. En Santiago de Cuba
en 1722.
- Primera lucha campesina. 1723. Sublevación de los
vegueros por el estanco del tabaco. Interviene el Obispo J.
Valdés, denuncia el hecho y es destituido el Gobernador de la
Isla y restituido el libre comercio del tabaco.
- Primera Universidad de Cuba. 1728. Fundada en La Habana por la orden de Sto. Domingo, de la Iglesia Católica.
- Primer hospital de mujeres. 1730 en Camagüey. Protagonista fue una mujer católica: Eusebia Ciriaca de Varona.
- Primera sublevación de negros. En el Cobre en 1731. La primera comunidad de negros libres en Cuba se levantó contra los
maltratos del Gobernador. El Obispo Morell de Santa Cruz actúa
como mediador y obtiene respeto para aquellos que gozaban de la
libertad desde 1601, obtenida por gestión de la Iglesia.
-.Primer historiador de Cuba. 1756. Como tal es considerado el Obispo Morell de Santa Cruz con su obras: «La Visita
Eclesiástica»; «Historia de la Isla y Catedral de Cuba» y otras.
- Primer compositor cubano. 1769. El sacerdote Esteban
Salas, llamado «El Bach de Cuba». Maestro de la Capilla de
Música de la Catedral de Santiago de Cuba.
...Tres Siglos de compromiso evangelizador.
-Primera cuna de nuestra nacionalidad: el Seminario S. Carlos y S. Ambrosio, en La Habana. 1772.
- El primero «que nos enseñó en pensar»: el P. Félix
Varela (1788-1853), Padre de nuestra cultura y de nuestra
nacionalidad.
- Primera Cátedra de Constitución. En el Seminario San Carlos y San Ambrosio de La Habana en 1821. Llamada por Varela,
«la cátedra de la libertad y de los Derechos Humanos».
El Patronato Regio y la tarea evangelizadora
Es indiscutible que la empresa de Colon tuvo la Cruz por
estandarte y la empresa de España captó la simpatía del entonces Papa Alejandro VI, Rodrigo de Borja quien, a ruegos
del rey Fernando, en 1493 resolvía una contienda surgida
con Portugal, otro país marinero y descubridor.
Con la publicación de las cuatro famosas bulas del año
1493 el Papa adjudicaba a los reyes Católicos y a sus sucesores todas las islas y tierras firmes descubiertas y por descubrir desde 100 leguas al oeste de las Azores y Cabo Verde
según una línea trazada de polo a polo. Todo lo que quedaba
al oeste de esa línea, llamada «alejandrina», era perteneciente a la corona española. Sin embargo al año siguiente (1494)
, en el Tratado de Tordesillas, España y Portugal de mutuo
acuerdo desplazaban la línea alejandrina 370 millas más al
oeste.
Si la intención misionera con respecto a los nuevos territorios descubiertos había estado presente ya en el Papa
Calixto III (1455-1458) quien le había otorgado al rey de Portugal el Patronato: es decir la jurisdicción espiritual sobre
todas las colonias, del mismo derecho-deber encargaba a su
antiguo discípulo, el entonces emperador de España, Carlos
V, el Papa Adriano VI (1522 - 23).
El Patronato le otorgaba al rey el encargo de la Evangelización de los nuevos territorios enviando misioneros, nombrando Obispos, fijando número y límites de las Diócesis,
financiando también la labor pastoral y fijando normas al
respecto. Esta tarea la Corona española la tomó en serio
desde el principio y sus ventajas y desventajas van comparadas con el equilibrio al cual aludíamos arriba.
Escribe el P. Ramón Rivas S. J., del cual tomé gran parte
de éstas ultimas consideraciones: «Éste del Patronato real
traerá muchos dolores de cabeza y dejará la imagen de la Cruz
junto con los arcabuces no obstante las buenas intenciones y
la eficaz labor evangelizadora de los misioneros. Así no se
pudieron evitar las grandes manchas de la conquista y colonización americana ni España ha podido quitarse de encima la
«Leyenda negra» que pesa sobre su historia». (22)
En cuanto a estos pioneros del anuncio misionero, el
mismo autor subraya que «no sólo eran hombres ejemplares
y de ardiente celo apostólico, sino que además eran gente
culta. Para misionar empezaron a aprender varias lenguas
pudiendo publicar al poco tiempo los primeros diccionarios
y catecismos en lenguas indígenas.» (22).
Pero si eso pasó a nivel más amplio, incluyendo los otros
países hacia la conquista de los cuales Cuba se transformó
pronto en trampolín de lanzamiento, en primer lugar hacia
México, luego a toda América. ¿Cómo fue organizándose y
desarrollándose la Iglesia católica en Cuba?
Ante todo no podemos pasar por alto que dos graves
manchas también oscurecen la historia de la conquista en
11
Cuba: la explotación de los indios hasta su casi completa
desaparición y la trata y explotación de los esclavos negros
con toda su secuela de sufrimientos y dramas humanos que
no me demoro en describir y analizar. Hay que subrayar sin
embargo, que si bien no fue la voz de todos los miembros de
la Iglesia, sí gritó la de aquellos religiosos que, como Fray
Antonio de Montesinos, denunciaron los crímenes e injusticias cometidos por los colonizadores. Se destaca Bartolomé
de Las Casas llamado desde entonces «El defensor de los
Indios». Y no sólo fue la voz sino la obra: las primeras escuelas, universidades, hospitales, hogares de ancianos, casas
de niños huérfanos... «fueron fundados y sostenidos por la
Iglesia en su afán de hacer más humana y digna la vida del
hombre y de la mujer». (16)
No fue la enseñanza de la iglesia lo que produjo esas
manchas sino el prevalecer del egoísmo, las pasiones e intereses humanos. Hay que subrayar que los reyes católicos se
opusieron a la esclavitud a gente tan pacífica y mansa como
los indios. Y si éstos encontraron en fray Bartolomé de Las
Casas y otros eclesiásticos sus defensores, fue la lenta
interiorización de la más genuina enseñanza del Evangelio y
toda una serie de decididas intervenciones pontificias a impulsar hacia la abolición de la otra esclavitud: aquella de los
negros.
El influjo cristiano y la inquietud evangelizadora estuvieron presentes desde la fundación y consecuente atribución
de los respectivos nombres a las primeras villas de Cuba por
parte de su fundador Diego Velázquez. La primera fundada
en 1512, la Villa de «Nuestra Señora de la Asunción de
Baracoa». Segunda: la Villa de «San Salvador de Bayamo»,
en 1513. En la primera mitad de 1514 seguía la fundación de
las tres Villas: «La Santísima Trinidad», «Sancti Spiritus», y
«San Cristóbal de La Habana» En el verano de 1515 serían
erigidas «Santa María del Puerto del Príncipe» y «Santiago
de Cuba».
En total llegaron a siete las villas que asentó en la Isla su
fundador quien, ya desde 1513, había iniciado en la Corte
gestiones oportunas para lograr el establecimiento de la Diócesis cubana. El Papa León X, a petición del rey Carlos V,
creó en 1518 el Obispado de Baracoa que cuatro años más
tarde se trasladó a la ciudad de Santiago de Cuba. Primer Obispo designado fue el dominico Fray Juan de Witte quien sin
embargo renunció a la mitra en 1525 sin haber venido a Cuba.
La serie de los primeros obispos de Cuba,
Jamaica y Florida desde 1527 hasta 1684
Fray Miguel Ramírez de Salamanca (1527 - 1533)
Para sustituir a Witte, fue designado en 1527 Fray Miguel
Ramírez de Salamanca también dominico que vino a Cuba en
1529, después de haber hecho acto de presencia en la otra
isla perteneciente al mismo Obispado (Jamaica). Por su carácter enérgico e intolerante la corte española le ordenó en
1533 que regresara a España donde falleció dos años después.
Fray Diego Sarmiento (1538 - 1544)
Cartujo. Llegó a Cuba en julio de 1538. Realizó la primera
visita pastoral y defendió a los indios. Se fue a España en el
verano de 1544 y murió en Sevilla el 30 de mayo de 1547.
Fernando de Uranga (o Uronga) (1551 - 1556)
12
Pinar del Río:...
Nombrado Obispo en 1551después de Sarmiento, murió
en 1556 y fue el primer obispo sepultado en Cuba, en la Catedral santiaguera.
obispado de Guadalajara (México)
Fray Manrique de Lara (1630 - 1644)
El mercedario Fray Manrique de Lara llegó a Cuba en
1630. Ocupó su encargo por un período discretamente largo
ransformado en capital de la Isla. Obediente a lo dispuesto de 14 años. Su gobierno de la Iglesia cubana tropezó con
por el Concilio de Trento de que todos los Obispos tuviesen muchas dificultades, sin embargo no fue infructuoso, pues
Seminario, procedió en 1607 a la fundación del Seminario de se fundaron en aquellos años otros conventos, entre ellos,
S. Basilio Magno y el mismo año se marchó en visita pastoral el de las Clarisas de La Habana. Su muerte ocurrió en dicha
ciudad en 1644.
a la Florida.
Dr. D. Martín de Zelaya y Ocáriz (1646), D. Nicolás de La
Durante su obispado llegaron a La Habana también los
religiosos Hermanos de San Juan de Dios, procedentes de Torre (1651 - 53), Dr. D. Juan Montiel (1657) y Dr. D. Pedro
Cádiz, que se hicieron cargo y dieron incremento al Hospital Reyna Maldonado (1657 - 1660)
En 1646 fue dsignado para suceder a Lara el Dr. Martín de
homónimo, fundado por el piadoso Sebastián de la Cruz.
El Obispo Cabezas fue hombre muy bondadoso y carita- Zelaya y Ocáriz, quien renunció sin venir a tomar posesión.
tivo, siendo de lamentar para Cuba que en 1610 fuese promo- Fue nombrado ese mismo año el mexicano D. Nicolás de La
vido al Obispado de Guatemala. Merece mención que fue al Torre, quien vino a La Habana sólo en 1651 para morir en
inicio de su obispado, en 1604, cuando ocurrió el h allazgo de 1653.
Vacante la sede otra vez, en 1655 fue designado para
la imagen de la Virgen en la bahía del Nipe, aunque hay
discrepancias para establecer con precisión la fecha de este ocuparla el Dr. D. Juan Montiel que llegaba a La Habana en
1657 pero fallecía poco después. También el Dr. D. Reyna
acontecimiento.
Maldonado, elegido como sucesor en 1657, fallecería en 1660
Fray Alonso Enríquez de Almendáriz (1611 - 1624)
siendo sepultado en la Parroquial Mayor de La Habana. En solo diez años desfilaban por la Diócesis de
Cuba 4 Obispos, sin que ninguno tuviese tiempo, ni
oportunidad, de realizar algo en beneficio de la Iglesia
de Cuba.
Dr. Santo Matías Sáenz Mañosca (1661 - 1667)
Mexicano, fue designado Obispo de Cuba en 1661 y
tomó posesión en 1663. Dura era la labor que lo esperaba
y muchos fueron los sucesos que pusieron a prueba sus
energías y actitudes, sobre todos los saqueos frecuentes de piratas y corsarios desde Santiago hasta Sancti
Spíritus. En 1667 era promovido a Obispo de Guatemala.
Fray Alonso Bernardo de Los Ríos Guzmán (1667 1671) y Dr. D. Díaz y Vara Calderón (1673 - 1675)
A Santo Matías le sucedió el andaluz y trinitario Fray
Alonso Bernardo de Los Ríos Guzmán que en 1671 empezó la construcción de la Catedral de Santiago, sin
embargó, sólo vio el comienzo del trabajo porque ese
mismo año fue promovido al Obispado de Ciudad
Rodrigo (España) y sustituido por el Dr. D. Gabriel Díaz y
Primer desembarco del Almirante Cristóbal Colón en América.
Vara Calderón que llegó a Santiago en septiembre de
1673.
En 1611 fue designado nuevo Obispo de Cuba, Jamaica y
El Obispo Vara Calderón emprendió también una seria
Florida y el Sevillano y mercedario Fray Alonso Enríquez de
Almendáriz. En 1624 el Obispo Almendáriz era sin embargo campaña de reforma del clero regular y secular bastante relapromovido al Obispado de Michoacán. Los últimos años de jado y de la población civil entre la cual eran frecuentes las
su estancia en Cuba los pasó un poco enfermo y buscó reme- uniones ilegítimas, la poligamia, el trato con piratas, etc. (22)
Dr. D. Juan García de Palacios (1678 - 1681) pide a la
dio en las aguas del río de la Chorrera. Por eso los vecinos
empezaron a llamarlo «Río Almendares» suavizando el ori- Corona de España dos o tres ministros para la zona de Sotavento - Fray Baltasar de Figueroa (1683 - 1684)
gen navarro del apellido del Obispo. (13 y 32)
A Gabriel Díaz le sucedía el mexicano Dr. D. Juan García
Fray Gregorio de Alarcón (1624) y Fray Leonel de
de Palacios que tomó posesión en 1679. El 20 de mayo de
Cervantes Carvajal (1627 - 28)
Ya en 1624 había sido designado para suceder a aquel mismo año, considerando el lamentable estado del culAlmendáriz el religioso descalzo de San Agustín Fray to en el interior de la Isla, al quedar las personas que residían
Gregorio de Alarcón quien embarcó el mismo año para su en las haciendas privadas del cuidado espiritual por la lejatoma de posesión pero murió durante el viaje y su cuerpo nía de la capital envió un informe a la Corona de España
donde escribía que del lado de Sotavento de la Isla se extentuvo el mar por sepultura. (13).
El cargo de Obispo de Cuba se otorgó al hasta entonces día una comarca de «...más de sesenta (leguas) sin haver en
Obispo de Santa Marta, Dr. Fray Leonel de Cervantes Carva- tantas leguas pueblo alguno, en que asista ministro...»
Proyectaba, y de ahí su consulta, colocar varios minisjal que vino a tomar posesión en 1627 y permaneció muy
poco tiempo en Cuba siendo promovido el año siguiente, al tros seculares o regulares «... a distancia proporcionada en
...Tres Siglos de compromiso evangelizador.
algunas hermitas que ay interin se fabrican Yglesias...», y así
intentaba conseguir que los hacendados contribuyeran a su
mantenimiento, además de sugerir a la Corona se le facilitaran fondos para tal fin, extrayéndolos de las plazas vacantes
de la guarnición, como era práctica con los capellanes castrenses.
Podían paliar la situación -estimaba- destacando en la
Vuelta Abajo dos o tres ministros, al considerar la existencia
allí de un centenar de haciendas de ganado mayor y menor,
labranzas de tabaco y pesquerías, que sostenían cerca de
800 personas y escribía: «(...) Cada ministro en el lugar o
parte más proporcionada para la mejor administración...», mientras que las jurisdicciones eclesiásticas comprenderían «....diez
o doce leguas de contorno para que assi puedan acudir a las
necesidades que en el discurso del año se ofrecieron...»
Al siguiente año, 1680, el prelado dispuso que una comisión visitase los parajes propuestos para edificar ermitas e
informase lo pertinente. Advertía en su despacho que los encargados de la misión debían ser sujetos«... que tienen conocimiento de la Ysla u de dichos Paraxes y de las haciendas y
poblaciones que en ellos hay y los quales sean más a propósito para poner en ellos a dos ministros que estén con alguna
Seguridad de los enemigos Piratas que infestan esta Costa, y
Promptos a la mejor administración de los Santos Sacramentos...»(55 A) Un año después el Rey daba respuesta positiva.
En 1681 el Obispo Juan García de Palacios llegó a Santiago encontrando allí un cuadro desolador, pues en 1678 había
ocurrido un terremoto durante el cual todas las iglesias sufrieron terribles efectos, y la catedral, levantada y reparada
se había convertido en un informe montón de escombros.
Mientras el prelado echaba manos a reparar tantos desastres
lo sorprendió la muerte en 1682.
Para cubrir la sede vacante fue designado en 1683 Fray
Baltasar de Figueroa que, consagrado en España y ya en
vísperas de embarcar, falleció en Cádiz en 1684.
Observaciones conclusivas
Pienso quede claramente demostrado cuanto mencionaba también en la introducción a este libro. Es decir entre
cuantas dificultades, peligros, angustias y desconcierto había procedido el trabajo misionero. Para no pocos obispos
partir para Cuba era votarse a la muerte, un desafío que indujo a algunos a renunciar, una hazaña que llevó a otros a morir
antes, durante el viaje o recién llegados a la meta.
Las condiciones higiénicas sanitarias de los navíos de
entonces, las inclemencias e insidias del clima tropical que
había que enfrentar sin los recursos actuales, nos inculcan
gran respeto y admiración hacia aquellos pastores que pudieron hacer poco a favor de su lejana Diócesis para llegar a
la cual a veces necesitaban meses de arriesgada navegación.
De todas formas, por la rápida sucesión de Obispos que
a veces ni lograron llegar a su sede, por los conflictos entre
los intereses de la Iglesia y los de la Clase dominante, por la
escasez de sacerdotes y su inestabilidad en permanecer en la
isla, por la pobreza económica y otros factores no sólo en el
primer período, si no en los primeros tres siglos (XVI - XVII y
XVIII) «la evangelización no llegará en Cuba a la extensión y
profundidad que admiramos en otras partes de América»
(22)
Muchas familias campesinas permanecieron en una gran
ignorancia religiosa. Pero en medio de tantas dificultades
13
cierta siembra de la Buena Simiente había sido echada y se
preparaba una etapa importante para que algo nuevo y
esperanzador fructificara.
El origen de Pinar del Río
Hasta la época arriba descrita la presencia de la Iglesia en
la Vuelta Abajo era inexistente y muy escasa también la presencia humana. Acerca del origen de Pinar del Río, en los
antiguos documentos llamado también «Pinal del Río» hay
diversas opiniones como observaba Gerardo Ortega
Rodríguez en un artículo del suplemento histórico de «Guerrillero» de agosto del 2000.
Según algunos - seguía explicando - sería en el año 1699
cuando el Obispo de Compostela erigiría la parroquia San
Rosendo y se celebrara el primer bautizo. Según el historiador mantuano Emeterio Santovenia, el inicio de Pinar del Río
coincidiría con el 19 de julio de 1641 cuando el cabildo habanero le concedió, como merced, a Don Luis de Rojas el sitio
de Pinar del Río.
Según Manolo Herrera, otro historiador pinareño, el origen de Pinar del Río se ubicaría entre el 11 de abril y 29 de
agosto cuando se otorgan las mercedes de Río Feo y de San
Mateo. Sin embargo, según Adolfo Dollero, la fecha de la
fundación de Pinar del Río se remontaría al año 1571 y su
fundador habría sido Melchor de Rojas. «Así aparece en
varios documentos, así lo escribió Nicolás Martínez Suárez
(otrora secretario del Ayuntamiento provincial) y de ese año
de fundación se informó en 1899 el General Wood.»
Opinión esa que compartía también el primer autor citado, sobretodo después haber perfeccionado sus investigaciones encontrando en las Actas Capitulares la siguiente
información: «En la Villa de San Cristóbal en tres de abril de
milequinientos é setenta é un año» Diego de Soto pedía le
hicieran merced de «una Sabana para poner un sitio de vacas
y puercos». Dicha sabana el mismo día la pasaba a su sobrino Melchor de Rojas para que la poblara y pudiera gozar de
sus productos»
«Estoy seguro - concluía Gerardo Ortega - de que Pinar del
Río comienza con esta acta del Cabildo Habanero del tres de
abril de 1571. Este es el día en que hay que celebrar el cumpleaños de Pinar del Río... En esta acta se habla de una sabana
«que nunca ha sido poblada ni descubierta hasta ahora» y eso
nos cierra el paso hacia atrás, nos da el límite. Quede pues, en
la imagen fundacional la maravilla que impresionó a Don
Melchor de Rojas, en este lugar, donde hoy existimos, cuando
tuvo ante sí un tupido pinar y un río» hace hoy 432 años».
Según la tradición hubo que esperar hasta la mitad del
siglo XVII para que los habitantes de este asentamiento fueran más que los miembros de una familia: «Ellos fueron asentándose en los márgenes del río que atravesaba el Hato San
Mateo que en 1653 era propiedad de Ana de Hevia junto a
las haciendas de Santa Rita del Cangre y Taironas mientras
eran propiedad de Don Ambrosio de Cárdenas y Vélez de
Guevara las haciendas de Sabanas de Río Feo, Cerro de Cabras y Pinal del Río.» (55T y 55 Ü)
Dentro la propiedad de este último, «un sencillo bosque de
pinos crecía junto a las orillas, así se completó la nominación
definitiva del lugar donde hoy vivimos: Pinar del Río.» (55 T)
«En el camino que se cruzaba con el río Guamá, avanzando sobre el montañoso espinazo de Vuelta Abajo, sobre un
14
Pinar del Río:...
otero en la sabana, se alzaban algunas casuchas al finalizar el
siglo XVII. Era el partido de San Rosendo de Pinal del Río,
situado en la bifurcación del Camino Real de la Vueltabajo
que daba lugar a los Caminos de Abajo y del Sur, respectivamente «camino de los marañones» y Recreo y posteriormente Vélez Caviedes e Isabel Rubio.» (55 Ü)
En el origen de nuestra ciudad jugó un papel importante
el estímulo religioso como bien documenta la historia: «Al
verse Don Ambrosio de Cárdenas y Vélez de Guevara en
posesión de la Hacienda de Pinar del Río, ya que esta se
había otorgado en Merced por el Cabildo de La Habana a
Luis del Rizo el 19 de julio de 1641, pero quedó sin efecto por
no vivirla los beneficiados, y al tener la decisión de incre-
mentar el caserío que tenía a su alrededor la Iglesia, para ello,
él que vivía ya en el lugar, persuade a los feligreses, que
venían de lugares muy distantes a oír Misa en la Ermita de la
Parroquia de San Rosendo los domingos, a que construyan
sus casas en las cercanías del templo pudiendo de esta manera descansar de las fatigas de los viajes que realizaban.
La componente católica se sitúa en el mismo nacimiento
de nuestros pueblos y se mezcla con sus orígenes de desarrollo. Forma parte de nuestras raíces culturales. No lo podemos negar. Estos son nuestros orígenes, aquellas las primeras intenciones y los primeros signos de conciencia como
pueblo pinareño.» (55 T)
24 de enero de 1998: en ocasión de la Santa Misa en Santiago de Cuba es
presentada al Papa Juan Pablo II la Cruz de Parra: la primera cruz que fue
plantada por el propio Almirante en tierra cubana.
...Tres Siglos de compromiso evangelizador.
15
Capítulo II
Primeros signos de la presencia y actividad de la
Iglesia en la Vuelta Abajo y Zona de Sotavento.
La extraordinaria figura y la obra del Obispo
Compostela
E
n un capítulo de su libro «Ensayo histórico sobre Pinar
del Río», significativamente titulado « La Iglesia se adelantó
a la Corona», Emeterio Santovenia brinda una lectura positiva del trabajo de la Iglesia cubana.
«En Cuba la Iglesia - afirma el ilustre historiador mantuano
venía haciendo su parte de labor desde los días de la conquista
de la Isla. Los servidores de la Iglesia suplían a los más directos
de la Corona, ignorantes y negligentes en demasía». (23)
Ya el Obispo Juan García de Palacios había solicitado al
rey de España en 1678 que le enviara cinco o seis sacerdotes
para ponerlos en la zona de Barlovento y dos o tres sacerdotes para la zona de Sotavento y había recibido respuesta
positiva el año siguiente.
Es hacia finales del siglo XVII que tenemos noticias de
los primeros signos de presencia y actividad de la Iglesia en
los pocos, pequeños y alejados caseríos de la Vuelta Abajo.
Sobre todo a partir de la llegada a Cuba del Obispo D. Diego
Evelino de Compostela.
El Obispo Dr D. Diego Evelino de
Compostela erige las primeras parroquias
en la Vuelta Abajo - Su auxiliar Rezino:
primer Obispo de origen cubano
El éxito de la obra del Obispo Compostela se debe en
parte a que en aquel tiempo gobernaron la isla «Tres hombres piadosos, honrados y constructivos que fueron los gobernantes Don Diego de Viana, Don Severino de Manzaneda
y Don Diego de Córdoba. Compenetrados con la alteza de su
misión y con la dinámica acción del prelado propiciaron una
brillante y admirable trayectoria de progreso en todos los
órdenes» (13)
Diego Evelino de Compostela llegó a La Habana el 17 de
noviembre de 1687. Con él empezaba un período floreciente
para la Iglesia en Cuba que continuará con su ilustre sucesor: el Obispo Valdés. Con el la Iglesia, también la Vuelta
Abajo se adelantaba al Estado hasta en la administración de
la Justicia porque «El Obispo Diego Evelino por medio de
misiones religiosas había puesto en práctica la división de
todo el territorio de esta comarca en cuatro puntos de ‘avan-
zada civilización’, comenzando a existir en aquel entonces un
gobierno, si bien puramente patriarcal y teocrático. « (55 G)
Compostela era sin duda alguna un verdadero pastor que,
sobre todo por su ejemplo de vida, logró reformar el clero.
«Andaba siempre a pie, comía frugalmente y repartía sus
ingresos en limosna y con su majestuosa y somera voz siempre llena de dulzura y cortesía, conmovía desde el púlpito a
los más fríos». (Pezuela) (22)
En 1689, al resumir su primer bienio de Obispado cubano,
informó a la Corte de España que, prácticamente desde el
inicio había cursado avisos para que se hiciese exacta relación de los lugares a Sotavento y Barlovento de La Habana
«...y el número de feligreses españoles e Yndios que ay en
este Obispado...»
En lo que a Sotavento concierne, en el apartado relativo
a ingenios, estancias y hatos: enumeraba los de Santo Cristo
y Consolación, el primero habitado por 49 familias que suman 150 personas, el segundo con 39, llegando a 260 almas.
Un lustro después y cumpliendo los acuerdos del Sínodo del Obispado insular en materia de límites y términos
jurisdiccionales de las diversas parroquias y ante la enorme
confusión que existía al respecto, dictaminó que «...para mayor y más pronta administración de los sacramentos...» y
puesto que la Parroquial Mayor de La Habana «...tampoco
tiene términos ni límites...por la parte que llaman Costa del
Norte, y las que hay desta Ciudad por la parte del Sur hasta
cabo de Corrientes, para que todas las personas libres o
esclabos que vivieren y murieren dentro de dichas leguas
assí en la parte del Sur como en la del Norte en Corrales,
Hatos, Vegas, estancias e ingenios, los Curas de dichas Iglesias Parroquiales de San Christobal, y el Espíritu Santo les
administren los Santos Sacramentos, y las reconozcan por
sus Ovejas, y feligreses, para dar cuenta a Nuestro Señor
dellas y ellos reconozcan a dhos curas por sus propios Párrocos y les acudan con los derechos Parroquiales,
obtenciones, Primicias y parte de Diezmos que su Mgd. les
tiene aplicados...»(55 A)
Resulta asombroso el número de parroquias urbanas y
rurales que este Obispo logró fundar. Para quedarnos sólo a
las primeras parroquias pinareñas, vale la pena recordar que
en 1688 erigía las de San Rosendo (Pinar del Río), Consola-
16
Pinar del Río:...
ción del Norte y Santa Cruz de los Pinos. En 1690 erigía en
parroquia la ermita de San Basilio el Magno de Las Pozas
(Cacarajícara) y Ntra. Sra. de la Camdelaria de Consolación
del Sur. En 1695 creaba la de S. Hilarión de Guanajay; otras
decenas de parroquias fueron por él erigidas en el resto de la
isla y 17 sólo en La Habana.
Acotaba todavía Pablo J. Hernández González: «En el
caso particular de la Vuelta Abajo, la erección de curatos del
campo de parte del Obispo Evelino correspondía a la intención «... de vincular las zonas de cierto desarrollo agrícola,
principalmente las vegueras, á la estructura de la iglesia.» El
estár privados del consuelo religioso, aglutinante vital de la
época, «inclina a los dispersos moradores de estas comarcas
a practicar una existencia silvestre y montaraz, casi fueran
una segunda especie de indios que tienen vida muy relajada,
viven olvidados de Dios y cometen pecados que, por horrorosos, no se pueden nominar...» (55 A)
Empezaba providencial y oficialmente entonces la presencia y el servicio religioso y se iba poco a poco
estructurando la Iglesia también en la zona de nuestra Diócesis actual. Presencia que los primeros moradores de nuestra
provincia y Diócesis creían necesaria para un mejor desarrollo de la convivencia social y civil.
Escribía al respecto el mantuano Emeterio Santovenia:
«Las parroquias y misiones debidas a Diego Evelino de
Compostela crearon poco a poco en la región comprendida
entre La Habana y el Cabo San Antonio sentimientos piadosos. Hombres agrestes y montaraces se unían pacífica y sumisamente a la voz del ministro del Evangelio. El toque de
una campana destinada al culto católico inspiraba respeto.
El sacrificio de la Misa era novedad más apreciada que una
solemne fiesta en la capital de la Isla».
En los comienzos de la obra religiosa de Compostela la
tarea de un sacerdote era ardua en Vuelta Abajo. Los pocos
moradores diseminados a lo largo y ancho de la dilatada región
habían vivido casi siempre sin auxilio espiritual alguno. Ahora
un clérigo investido de diversas facultades, así para lo humano
como para lo divino, iba recorriendo las comarcas del poniente.
Se detenía cada vez que encontraba un grupo de personas.
Indagaba el estado civil de los mayores. Casaba. Bautizaba. No
fue insólito el caso de una muchacha que, el mismo día, recibiera las aguas sagradas y la bendición matrimonial.
En poco tiempo en una población compuesta mayormente de blancos, descendientes de conquistadores, y cobrizos
locales o procedentes de México, la religiosidad fue extendiéndose del primero al segundo grupo social. Sobre todo la incipiente población blanca adquiría hábitos e inclinaciones muy
acordes con el sentido de las predicaciones que escuchaban.
En cada casa había un altar. En éste se acumulaban las
estampas que dejaban los párrocos y misioneros. Ganaderos
y labradores pasaban largas horas de fatiga en sus respectivas tareas, pero a la entrada de la noche era frecuente la
costumbre de recogerse en el rezo del Rosario.
Los hacendados, aquellos que formaban la clase acomodada, solían en la vejez sentirse atraídos por la necesidad de expiar pasadas culpas. «Habían dado rienda suelta a malas pasiones, ahora buscaban abrirse la puerta de
lo eterno. Uno de los medios que usaban para encaminarse a ese fin consistía también en la disposición de mandos piadosos...» (23)
En sus últimos años el dinámico Obispo Compostela, ya
enfermo y agotado, pidió a Roma que nombrara un Obispo
auxiliar y propuso para ello al habanero Dionisio Rezino. Al
aceptarse ambas propuestas, Rezino se convirtió en el primer Obispo cubano.
Evelino de Compostela falleció a los 69 años de edad en
La Habana, en 1704, no sin haber dejado las huellas de su
celo pastoral también en nuestra Diócesis actual. Grande fue
el concurso de fieles a su funeral y extraordinarias las manifestaciones de afecto, al punto que el gobernador tuvo que
enviar guardias para custodiar el cadáver y evitar que la gran
muchedumbre, ávida de reliquias de aquel hombre de Dios,
lo despojara de sus vestiduras.
Primeros sacramentos registrados en
la Parroquia de San Rosendo
Primer bautizo -1699
El primer bautizo, que aparece en el libro No. 1 de Barajas
de la parroquia de S. Rosendo, es el siguiente:
« Domingo 2 de agosto de mil seiscientos noventa y
nueve, Yo el Beneficiado Don Simón de Torres, Cura del Partido de San Rosendo, bauptizé y puse los Stos. Oleos a
Joseph Thomas hijo legítimo de Lázaro Ríos, moreno libre,
natural de Xamaica y de Thomaza india natural de la ciudad
de La Habana. Fué su padrino Don Cristóbal Brado de Aquña
y para que conste lo firmo.
Simón Torres» (1)
Primer matrimonio -1705
Aparece asentado en el libro No. 1 de Barajas del Archivo de a parroquia de S. Rosendo y declara:
«En beinte y uno de marzo de mil setecientos y cinco
habiendo precedido las diligencias ordinarias. Ante mí Don
Simón de Torres, Cura Propio del Partido de San Rosendo, y
habiéndose leído las amonestaciones en tres días festivos y
no resultó impedimento Yo, Don Simón de Torres Beneficiado de dicho Partido, los desposé por palabras de presentes
según orden de Nuestra Santa Madre Iglesia a Joseph
Delarrosa, natural de la ciudad de La Habana y María de la
Candelaria, parda, libre, natural de la Ciudad de La Habana a
los cuales abiéndoles echo las preguntas y tenido por respuestas Su Mutuo Consentimiento, a todo lo cual fueron
testigos Juan Alberto de la Cruz, Marco Solís, Martín
Delarrosa y lo firma:
Simón de Torres». (1)
Primeras Confirmaciones-1734
Las primeras Confirmaciones en Pinar del Río fueron celebradas por Fray Juan Lazo de la Vega, Obispo de Cuba, el
12 de febrero de 1734 en la primera visita que realizara un
Obispo a esta ciudad. Los primeros en recibir mediante este
sacramento la plenitud del Espíritu Santo fueron:
-María hija legítima de Pedro Nuñez de Blanca y de María de la Torre. Fue su Madrina Clara de Alarcón.
-Fernando, esclavo de Luis Pimienta. Fue su Padrino Don
Bartolomé Ruví.
-Joseph, esclavo de Joseph de Varges. Fue su Padrino
Sebastián Borroto.
-Manuel, hijo legítimo de Juan de la Madera y Clara
Alarcón. Padrino fue Jonh González Forturo. (1)
...Tres Siglos de compromiso evangelizador.
Primer entierro-1735
Por largo tiempo la Iglesia tuvo que encargarse también
de la cristiana sepultura de los muertos que se enterraban en
la misma Iglesia o sus cercanías. Más tarde, por razones higiénicas, se asumirá también la tarea de construir los cementerios en lugares más apartados.
En el No. 1 de Barajas del Archivo de la parroquia de San
Rosendo en Pinar del Río, está asentado el primer entierro
efectuado en el año 1715: «En Pinal del Río en nuebe de
nobiembre de mil setecientos y quinse, yo Simón de Torres,
Cura Beneficiado del Partido de San Rosendo di Sepultura a
Domingo Hernñandez natural de la Palma casado con
Thomasa Ruiz natural de la Ciudad de La Habana no recibió
los Stos. Sacramentos y lo firmo
Simón de Torres». (1)
Los primeros sacerdotes de la
Parroquia de San Rosendo
Las palabras de E. Santovenia nos ayudaron a vislumbrar el valor de los primeros sembradores de la fe, quienes
daban la vuelta a lomo de caballo por las inmensas y todavía
deshabitadas comarcas de la Vuelta Abajo en busca de los
solitarios y pequeños caseríos para llevar la palabra alentadora de la fe, instruir, preparar para los sacramentos y cuidaban el servicio religioso de manera más estable y permanente allá donde los asientos urbanos iban adquiriendo más
consistencia y transformándose en esbozos de los actuales
pueblos y ciudades.
En dichos lugares la fe de los vecinos o de los propios
hacendados, había hecho surgir las primeras ermitas que,
17
con el tiempo, se fueron mejorando, ampliando y reconstruyendo. Apreciable también el trabajo de la Iglesia al documentar su actividad dando a los Archivos parroquiales el
valor de preciosas fuentes históricas.
Hemos visto quien firmaba los primeros asientos de los
libros de Barajas en la parroquia de Pinar del Río: cierto Pbro.
Simón de Torres. De él y de sus sucesores podemos deducir
por estos mismos libros las siguientes noticias:
-Simón de Torres: prestó su servicio en la parroquia de
Pinar del Río durante un considerable período de diecinueve
años: desde 1699 hasta 1718, aunque compartido ocasionalmente con el P. Santiago Perdomo. Su trabajo para la Iglesia
cubana fue aún más largo porque de 1735 a 1739 sirvió en la
parroquia de El Calvario en La Habana. En orden cronológico
después tenemos:
-Santiago Perdomo..................... 30 mayo de 1705
-Patricio Rodríguez.................... 25 abril de 1718
-Joseph Chirino de Padilla.......... 4 diciembre de 1718
-Juan Lorenzo de Vara............... 11 enero de 1719
-Casimiro Sánchez Valdés..... 20 junio 1724 - 13 enero 1727
-Joseph del Carmen Ortiz........... 30 junio - noviembre 1727
-Fray Antonio Naries.................. 29 agosto 1735
-Tomás de la Luz........................ 10 febrero 1737
-Juan de Dios Alonso Rod.......... 25 junio 1757
-Félix del Castillo....................... 7 agosto 1757
-Tomás de la Luz........................ 1763 - 1764.
La razones del lento crecimiento demográfico de la Vuelta Abajo y su posterior despegue, serán tema del inicio del
próximo capítulo.
El Obispo Dr. Diego Evelino de Compostela.
18
Pinar del Río:...
Capítulo III
Desde el largo período de escaso incremento
poblacional a su gradual desarrollo en la Vuelta
Abajo . Serie de otros obispos de Cuba algunos
de los cuales visitaron nuestra comarca.
División de Cuba en dos Diócesis
Habitado por los indios siboneyes que, del extremo occidente hacia el oriente, se dividían en nuestra actual provincia en tres cacicazgos: Guanahacabibes, Guaniguaníco y
Marien, el oeste de Cuba demoró en poblarse y ser colonizado mucho más que la parte centro-oriental de la Isla.
La primera mercedación de tierra en la Vuelta Abajo se
remonta a 1559. Estos hatos o corrales eran destinadas a la
cría de ganado vacuno o porcino que requerían poco personal. Se trataba de enormes superficies que caían en pocas
manos y cuyos poseedores más adelanteobstaculizarían
notablemente la llegada y pretensiones de otros que no fueran de su dependencia.
Hay que considerar también que para estos primeros colonizadores españoles alcanzar sus posesiones significaba
internarse en lo salvaje y desconocido. «La vida humana en
tierra yerma era insignificante» - escribía E. Santovenia. La
población en nuestra actual provincia hasta avanzado el siglo XVIII se limitaba a un muy reducido número de nuevos
colonizadores blancos y a un igualmente reducido número
de siboneyes progresivamente extinguidos. Haremos particular alusión al fenómeno de la extinción de los indios junto
al de la esclavitud de los negros y a la actitud de la Iglesia al
respecto, en un capítulo aparte.
El tabaco, factor determinante
e impulsor del incremento demográfico
de la Vuelta Abajo
El elenco de los primeros curas de la parroquia de San
Rosendo nos condujo hasta el año 1764. Pocos años antes,
en 1757, se hizo un censo según el cual la población cubana
alcanzaba alrededor de las 150.000 almas y sólo el 4,9% de
esa población vivía en la Vuelta Abajo.
El oeste de la Isla no sólo seguía muy despoblado sino
que se encontraba sin un mínimo de organización administrativa. Una primera incitativa, encaminada a favorecer en
este doble sentido a nuestra región, fue la del marqués de
Fondesviela quien el 13 de julio de 1774 dictaba un decreto
según el cual quedaban constituidas las jurisdicciones de
Nueva Flipina, que comprendía todo el territorio situado entre el río Los Palacios y el cabo S. Antonio, y de La Habana
que comprendía el territorio al este del río Los Palacios.
La Jurisdicción de Nueva Filipina fue entonces Tenencia
de Gobierno con cabecera en Guane, a orillas del
Cuayaguateje. Su primer gobernador fue Antonio Fernández,
Capitán del Regimiento América. Después será S. Juan y
Martínez, y será definitivamente trasladada a Pinar del Río.
En el territorio de Nueva Filipina prosperó la cría de ganado y sus primeros moradores aprovecharon también la abundancia de maderas preciosas que, cortadas, eran transportadas hacia los puertos del sur a través de los ríos navegables
como el río San Diego (Caiguanabo), Guamá y Cuayaguateje.
Este territorio ya era conocido como favorable para el cultivo de un tabaco de excepcionales cualidades y pronto atraería nuevos pobladores hacia la Vuelta Abajo, tranformándose
en el factor que más promovió su incremento poblacional.
Una mínima porción de ese incremento había sido favorecido por la emigración hacia occidente de cierta cantidad
de vegueros de los alrededores de La Habana, que huían
hacia la Vuelta Abajo para sustraerse a las imposiciones de
la Real Factoría de Tabacos constituida en La Habana en el
año 1717, y a la dura represión con la cual el Capitán General
Gregorio Guazo castigó a los rebeldes.
La incitativa que de verdad impulsó la emigración e incremento poblacional en Vuelta Abajo surgió ochenta años después, en 1798, con la publicación de dos Reales Cédulas
que, resolviendo la dura pugna entre ganaderos y labradores, establecían que «las tierras situadas en los márgenes de
Mapa de los tres Cacicazgos de los indios Siboneyes de
Occidente: Guanahacabibes, Guaniguanico y Marien.
...Tres Siglos de compromiso evangelizador.
19
los ríos y precisamente las extensiones bañadas por las crecientes debían considerarse bajo el dominio privativo de la
Corona». Estas pudieron entonces, ser adquiridas más
facilmente por los labradores.
Otros elementos favorables al desplazamiento de colonos y labradores, sobre todo del tabaco, hacia la Vuelta Abajo, fueron la supresión por el rey Fernando VII en 1817, cien
años después de su institución, de la Real Factoría, y la crisis
que se produjo en Cuba con el cultivo del café a causa de la
caída de su precio en 1825.
De hecho en veinte años (1798 - 1818) la población de
Nueva Filipina se triplicó superando los 13.000 habitantes.
Las dimensiones de los caseríos, que ya en la segunda
mitad del siglo precedente se habían construido en los lugares estratégicos y más favorables al asentamiento humano,
aumentaron. Fructificaba la semilla de nuestros actuales pueblos y villas, y al mismo tiempo surgían, o se ampliaban y
restauraban las primeras iglesias, frecuentemente afectadas
por el descuido y violencia de los hombres o la inclemencia
de los fenómenos climáticos.
Serie de otros Obispos cubanos que
erigieron parroquias y realizaron visitas
pastorales a nuestra Diócesis actual
De estos obispos, que se sucedieron después de la muerte
de Compostela, subrayaré lo que concierne a aquella que
sería nuestra actual Diócesis de Pinar del Río por obvias
razones de espacio.
Fray Jerónimo Valdés (1705 - 1727) - Primera visita
pastoral a la cabecera de nuestra Diócesis actual
Digno sucesor de Evelino de Compostela fue el maestro
fray Jerónimo Valdés, español de la Orden de San Basilio,
designado en 1705. Este Obispo impulsó la construcción o
restauración de varias iglesias en toda la Isla entre las cuales
hay que mencionar la reconstrucción de la iglesia de
Guanajay. Favoreció el ingreso en la Isla de otras Órdenes
religiosas y la reorganización del Seminario de San Basilio.
Por orden suya, Joseph Sánchez Pereira efectuó el 15 de
febrero del año 1722 la primera visita pastoral a la cabecera
de nuestra actual Diócesis: «En el hato de San Mateo de la
jurisdicción de San Rosendo en quince de febrero de mil
setecientos veinte y dos el Sr. Lizdo. Don Joseph S. Pereira
Beneficiado del Partido de Ntra. Sra. de Consolación, Vicario,
Juez y Visitador de los Curatos de la parte de Sotavento de la
Ciudad de La Habana, por encargo de su Sría. Issma. Ha
estado en la Iglesia de dicho Curato. Exhibió ante su Merced
el Beneficiado Don Lorenzo de vera cura propio del lugar el
libro en donde se asientan los que se desposan y velan en la
parroquial de dicho curato, para efecto de que se visite y
aviendolo su Merced visto reconoció estaban sus partidas
conforme la Constitución Sinodal de este Obispado en cuya
atención hubo por visitado y mando se la vuelva a dicho Beneficiado para que lo prosiga. Y por este año lo proveio, mando y
firmo de que doy fe.
Joseph Sánchez Pereira» ( libro N0 1 de Barajas del Archivo Parroquial de San Rosendo) (1)
Dimensiones de los hatos y corrales mercedados al comienzo
de la colonización.
Del Obispo Jerónimo Valdés fue también la idea de fundar en La Habana un centro para estudios superiores que,
más tarde, en 1728 fructificará con la fundación de la «Real y
Pontificia Universidad de San Jerónimo de La Habana».
Jerónimo Valdés intervino prudentemente también a favor de los vegueros para mitigar las consecuencias de la
represión desatada por el Gobernador Guazo Calderón a la
cual aludimos antes.
Fue hombre muy pródigo con los pobres, tanto en vida
cuanto en sus disposiciones testamentarias previas a su muerte el 29 de marzo de 1727. (13)
Don Francisco Seregui (1729) - Fray Gaspar de Molina
(1730) - Fray Juan Lazo de la Vega y Cansino (1731 - 1752)
- Otras visitas pastorales a la parroquia de San Rosendo
Para cubrir la vacante del Obispo Valdés fue designado
en 1729 D. Francisco Seregui que, luego de aceptar el cargo,
lo renunció sin tomar posesión. Se designó entonces al agustino Fray Gaspar de Molina quien sin embargo, ya consagrado en Madrid y próximo a embarcar, fue retenido en España
por sus grandes méritos que lo harían alcanzar el capelo de
Cardenal.
En 1731 fue designado el franciscano Fray Juan Lazo de
la Vega y Cansino (español) quien no fue un prelado del
dinamismo de Compostela o de Valdés, sin embargo los 21
años en que dirigió la Diócesis fueron provechosos en todos los sentidos.
Realizó visitas pastorales. Al respecto, si el Ldo. Joseph
Sánchez Pereira volvía a efectuar una segunda visita pastoral a
la parroquia de San Rosendo el 6 de marzo de 1732 estando
vacante el obispado de Cuba, el Obispo Lazo en persona reali-
20
Pinar del Río:...
Al ser designado en 1749 Obispo de Nicaragua, partió a
su nuevo destino, pero a los pocos años, le resultó grata la
noticia de haber sido designado Obispo de Cuba. Tomó posesión en 3nero de 1754. Después de Lazo fue el segundo
Obispo que visitó las incipientes parroquias de la Vuelta
Abajo.
Más de 80 años antes que Cirilo Villaverde hiciera y después escribiera su «Excursión a la Vuelta Abajo», este celoso Obispo llegaba en nuestro territorio y, sobre todo, dejó
descripción detallada de su viaje.
El cubano Pablo J. Hernández González, actualmente residente en Puerto Rico y profesor de la Universidad
Interamericana, pudo acceder a un expediente inédito depositado en el Archivo General de Indias que contiene la visita
que el Obispo Morell realizó a la Vuelta Abajo en abril - mayo
del año 1755, y publicaba su investigación en la revista VITRAL de marzo-abril de 1998.
Es un informe sin el encanto novelesco de la narración de
Villaverde, pero sí con el rigor histórico al referir detalles del
Durante el gobierno del Obispo Lazo realizaba una visita ambiente geográfico, condición de las nacientes parroquias,
pastoral a la parroquia de San Rosendo Don Pedro Ponce y pobres caseríos, y primeras toscas iglesias en tiempos notaCarrasco, Obispo titular de Adramytium y Obispo auxiliar de blemente anteriores. Sobre todo brinda interesantes datos
Cuba el 29 de febrero de 1748: «En la iglesia parroquial de acerca de la población y sus medios de vida.
Él mismo acotaba que se había preocupado de averiguar
Pinal del Río a veinte y nuebe de febrero de mil setecientos
cuarenta y ocho a Dios G. El ilustrísimo Don Pedro Ponce y la distancia hasta «cada Curato de los cinco por donde havía
Carrasco Dignísimo Obispo de Adramytium y Auxiliar de transitado, el número de sus haciendas y vegas, familias y
este Obispado de Cuba del... Estando en visita... y aviendo personas de que se componen, las dificultades que se ofrevisto este libro en donde se asientan las partidas de cen para la administración de los sacramentos, la indecencia
Bauptismo, Matrimonios y entierros que se hacen en dicha con que se executa y lo demás que me pareció conveniente
Iglesia presentado para su visita por Don Thomas de la Luz para hacer constar (judicialmente) lo mismo que havía tocaCura Beneficiado de dicha Iglesia. Su Sta. Ilustrísima dijo do en mi Vicita y con vista de ello procurar el remedio de las
aparenta a estar sus partidas conformes y arregladas a lo Necesidades Espirituales de aquellos infelizes que viven en
dispuesto por el Sto. Sínodo de este Obispado... y huvo por la Tinieblas de la ignorancia y expuestos a perderse para
visitado y mando que se le devuelva para que lo continúe y siempre». (55 S)
De esta visita el Obispo Morell envió un informe a la
por este auto así lo proveyo, mando y firmo de que doy fe.
Corte con fecha 2 de julio de 1755, poco después de su regreObispo de Adramy
so; su celeridad dejaba sorprendidos a los colaboradores y
Ante mí Lucas Frco,
a él mismo pues al concluirla acotaba: «Llegué p.r. fin a esta
Duarte y Buron Secretario.» (1)
capital el onze del mismo mes (mayo). Todos admiraron la Vrevedad de mi Regreso porque en veinte
El Obispo Lazo se destacó por combatir el
y Tres Días penetré hasta la Última Parroquia
juego, que ya había llegado a ser una lacra
de los que Caen al Occidente. El menor cómsocial y dirigió una conferencia semanal
puto de mi viaje redondo hasta el menciosobre temas morales y educativos. En fin
nado término se reduce a ciento y veinte
impulsó la fundación de nuevas parroleguas y el mayor a ciento y quarenta...»
quias entre ellas Guane, en el occiden(55 A)
te de nuestra provincia.
Las varias visitas pastorales heSu muerte ocurrió en 1752. (1 y 13)
chas durante su gobierno, lo llevarían
a conocer todo el país «no dejando
Dr. D. Pedro Morell de Santa Cruz
poblado ni iglesia en la Isla sin viside Lora (1754 - 1768) - Erección de
tar», hay constancia de su presencia,
otras parroquias pinareñas - Otra viel 19 de abril, en Quemados, Maria
sita pastoral y construcción del nuevo
Nabo, y en la Iglesia de la Purísima
templo de San Rosendo
Concepción de El Cano, comunidades
hoy pertenecientes a la ciudad y DióSacerdote secular nacido en Santo
cesis de La Habana.
Domingo conocía a Cuba donde había
De El Cano, recorriendo otras siete
recibido también la ordenación sacerleguas, llegaba a la parroquia de
dotal por mano del Obispo Valdés. PronEl Obispo Dr. Pedro Morell de Santa Cruz de
to sus dotes, inteligencia, simpatía y Lora, considerado el primer historiador de Guanajay, entrando así en el territorio
espíritu caritativo, le merecieron el títu- Cuba, redactó también un informe interesan- de la actual Diócesis de Pinar del Río.
lo de Vicario General, todavía muy jo- te de su visita pastoral a las primeras parro- Caminando otras 15 leguas, el 24 de
quias de la Vuelta Abajo realizada en el año mayo alcanzaba Santa Cruz de Los Piven, y luego la de Vicario Capitular.
zaba la tercera visita pastoral, primera de un Obispo a dicha
parroquia el 12 de febrero de 1734, durante el cual administró el
sacramento de la Confirmación a 4 feligreses.
He aquí el informe de aquella histórica Visita: «En el Hato de
Pinar del Río en doce de febrero de mil setecientos y treinta y
cuatro años el Ilustrísimo Sr.D. Fray Juan Lazo de la Vega y
Cansino Obispo de la Isla de Cuba, Jamaica y la Florida. A
consuelo de su Majestad... Ando en visita General y haviendo
visto este libro en que se asientan las personas que se Bautizan, Desposan y fallecen en el Curato de San Rosendo presentado para su visita por el Sr.D. Joseph del Carmen Ortiz Cura
beneficiado de dicho partido, dijo que atendiendo a que las
partidas están inscriptas según lo mandado por la visita antecedente y dispuesto por el Sto. Sínodo de este Obispado lo
habían y hubo por visitado y mando se le devuelva para que lo
continúe y por este auto proveyo, mando y firmo.
El Obispo de Cuba.
Ante mí: Don Juan de Briones» (1)
1755.
...Tres Siglos de compromiso evangelizador.
21
El año siguiente, en 1756, el Obispo
nos. De este Curato llegó a nosotros un
Morell elevaba a parroquia de ascenso a
mapa por él mismo esbozado.
san Basilio el Magno de Las Pozas
Lo esperaban otras 14 leguas para
(Cacarajícara) y Ntra. Señora de las Niellegar a Consolación del Sur, después de
ves de Mantua auxiliar de Guane. En 1758
la cual seguía su camino hasta «Pinal
se había multiplicado el número de ganadel Río» donde llegaba el 29 de abril.
do y desarrollado el cultivo del tabaco en
Avanzaba después hasta Guane el «últiel Curato de Santa Cruz, fundado a finales
mo Curato que cae a óccidente de esta
del siglo XVII por el Obispo Evelino, al
capital y dista de ella sesenta y quatro
punto que el Obispo Morell de Santa cruz
leguas».
elevó un detallado padrón agrario junto
Durante el viaje de regreso era su
con un cartograma ilustrativo de como dideseo llegar hasta Cacarajícara. Sólo
cho partido eclesiástico ya podía dividirenormes dificultades de acceso al intrinse en tres Curatos (Curatos respectivamencado lugar lo indujeron a «encometer la
te de Santa Cruz de Los Pinos, Guanacaxe
diligencia a Dn. Patricio Rodríguez
y Jesús Nazareno) para facilitar la obra pasAldado Teniente de Cura de Guanajay».
toral que se dificultaba en área tan extenLos detalles de sus visitas a estos
sa por las lluvias y los malos caminos. Tamlugares los retomaremos en el momento
bién se hacía ora posible recaudar los diezde hablar de cada uno en particular, aquí
reportamos algo de lo que concierne a Anciano vendedor de tabaco en la Vuelta mos para el sustento del cura del campo
calculados en 150 anuales, lo que no era
su visita a la actual cabecera de la Dió- Abajo a comienzos del siglo XX.
realizable en tiempos del Obispo
cesis. En su informe, como hemos hecho anteriormente, nos permitimos sólo añadir algunos pun- Compostela.
Elevó a parroquia en 1760 la iglesia de Jesús Nazareno
tos, comas y completar alguna palabra abreviada para facilitar
del Ciego en Los Palacios. Y a auxiliar de San Rosendo de
la comprensión de nuestros lectores.
Cuatro leguas al oeste del Curato de Consolación - aco- Pinar del Río la Iglesia de San Juan y Martínez en 1781.
El año 1762 fue de grandes sufrimientos para el Obispo
taba el Obispo Morell en su informe - comienza él de Pinal del
Río que es el nombre del Hato en que se halla situado. Morell por el comportamiento inepto del gobernador Cajigal
Extiéndese a veinte leguas de longitud y ónze de latitud. En Alonso, ante el inglés Conde de Albemarle, que atacaba y
ella hay quarenta haciendas de ganado mayor y menor y tomaba La Habana. Morell terminaba deportado en una fraochenta vegas, setenta y seis familias y seiscientas y quarenta gata de guerra a la Florida. Afortunadamente en mayo de
personas de todas edades y últimamente una compañía de 1763, al asusentarse Albemarle, su hermano, el General
Montados Compuesta de los mismo Vecinos con su capitán Guillermo Keppel, autorizó el regreso de Morell a su querida
Diócesis adonde, preocupado también por el progreso matey respectivos oficiales.
Ha tenido tres Yglesias. La primera erigida por el Rdo. Obis- rial de Cuba, trajo y enseñó el oficio de la cría de abejas y
po Evelino el año de Noventa y nueve del siglo pasado, en el producción de la miel. Otro medio más de subsistencia para
áciento viexo del mencionado Hato este (del cual) se mudaron los cubanos que, también por eso lo recuerdan con simpatía.
Pocos meses después de su regreso del destierro, Morell
por las inundaciones del Río en que se hallan con inmediación.
La segunda se consumó en quince de noviembre de setecien- encargó a Don Antonio Claudio de la Luz la que resultaba
tos veinte y seis, permanece hasta el precedente en el
aciento nuevo bajo de sus cercas. Abandonóse también por la grande humedad del terreno:
La tercera se halla a distancia de media legua, y se
principió el año de quarenta y nueve. Todas han merecido un mismo patrón y titular que es san Rosendo.
Además de ser muy pequeña. De tablas y paja, estaba
inservible. Pendiente mi demora, confirmé ocho personas, visité los Libros Parroquiales y vi los hornamentos
que sobre pocos son indecentes». (55 A)
El día siguiente visitaba la tercera iglesia y escribe al respecto: «Corre de Oéste a Leste, consta de un
Cañón con trece Varas de largo, cinco de ancho y
tres de alto. Su techo es de paja sobre horcones y sin
serca alguna ni altar. Celébrase el Santo Sacrificio de
la Misa en la sala de un Bohío en que havita el Cura.
Éste tiene guardada una Lámpara, Cruz y quatro
Blandones todo de plata perteneciente a la misma
Yglesia y tres campanas. Me expresó que su ánimo
Cartograma ilustrativo de los tres Curatos en que, en 1758, el
era hacerla más capaz, de mampostería y teja, y serObispo Morell de Santa Cruz dividía el Partido Eclesiástico de
virse en el interior de la otra. No me parece surtirá
Santa Cruz de Los Pinos. Es posible notar como San Cristóbal y
efecto por que ni él, ni sus feligreses, ni la Yglesia
Los Palacios eran entonces simples auxiliarias de Santa Cruz, al
tienen caudal alguno». (55 A)
que más adelante superarán en importancia.
22
Pinar del Río:...
ser la quinta visita pastoral a la parroquia de San Rosendo:
«En esta Parroquia de San Rosendo del Partido de Pinal del
Río en siete de Dic. De mil setecientos sesenta y tres años el
Sr.D. Antonio Claudio de la Luz Presbítero, Abogado de los
Stos. Consejos, Consultor de Sto Oficio de la Inqq. I Visitor
por S. Sa Autdad. Del Obispo habiendo visto este libro
corriente y el antiguo que le precede en que se asientan las
partidas de Bautismos Matrimonios y Entierros de todas clases, presentados para su visita por Don Thomas de la Luz
Cura Beneficiado Coadjutor desta misma Parroquia, dixo a S.
Señoría que se echa menos la observancia de la distinción de
asiento preceptuada a final del Auto de la visita anterior
pronunciada en cuatro de julio del año pasado de mil setecientos sesenta y uno que se asienta al folio doscientos
cincuenta y dos del citado libro primitivo en cuya consecuencia y haviendolos en todos firmas po los visitados, atentos a estar conformes con todos los Sinodales del Obispado
debía mandar y mando se vuelvan a entrega al referido Don
Thomas para que los continúe bajo su nuevo precepto, que se
le impone en orden a la separación prevenida en el mencionado
auto que cumpliera bajo la multa de veinte y cinco ducados con
que se le apercibe y en que por el mero hecho de su contravención se havría por.... quedando su aplicación reservada, Y por
este, que previó S. Señoría así lo mandó y firmo.
D. Luz
Ante mí Don Francisco Xav. De Saro.»
Durante su gobierno de la Iglesia cubana, se realizó en
1764 la reparación del segundo templo parroquial de Pinar
del Río que el presbítero Tomás de la Luz costeó personalmente. Un inventario de la época así lo describía: «La Iglesia
que se está acabando de construir de teja y mampostería,
con treinta varas de largo, añadidas la Sacristía, coro alto y
balconcillo boleado, tres puertas principales, las dos de la
Sacristía, otra en el Baptisterio, dos barandas en el Presbiterio. Sobre el dicho Baptisterio comenzada a construir a torre.
Altar dorado y pintado, con las imágenes de Ntra. Sra. Y S.
Francisco Javier».
Otros sufrimientos le causó al Obispo Morell en junio de
1766 el temblor de tierra que tanta ruina y desolación produjo
en Santiago, Bayamo y el Cobre. En aquel mismo año elevó a
parroquia a Nuestra Sra. de las Nieves de Mantua.
Fue hombre también de cultura. La «Vida eclesiástica»
por él escrita puede definirse como el diario de muchas jornadas en viaje de reconocimiento por la Isla, lo que le mereció ser considerado el primer historiador de Cuba.
Su muerte ocurrió el 30 de noviembre de 1768 en La Habana cuando tenía 78 años de edad. Las últimas amarguras se
las había procurado en 1767 Carlos III, con la expulsión de
los Jesuitas de los dominios españoles quitando así también
a Cuba aquellos Padres impulsores de la educación y factor
importantísimo de progreso religioso y civil.
Dr. D. Santiago José de Hechavarría y Elguezua (1769 1788) - División de Cuba en dos Diócesis
Sucesor del Obispo Morell, y continuador de su eficiente
y meritoria labor, fue el Dr. D. Santiago de Hechavarría y
Elguezua nacido en Santiago de Cuba y primero de los Obispos residenciales nativos. Fue designado en 1769 y tomaba
posesión en 1770.
Coincidió su obra y su labor con la del insigne gobernador D. Felipe de Fondesviela, Marqués de la Torre, muy atento a los problemas de la Vuelta Abajo. Aumentó Hechavarría
las cátedras y becas del seminario que desde entonces se
llamó de «San Carlos y San Ambrosio». Fue buena su relación con el clero y las órdenes religiosas. En 1788 fue trasladado al Obispado de Puebla de los Angeles (México).
No sólo fue el primero de los prelados nacidos en la Isla,
otros habían alcanzado la categoría de Obispos Auxiliares,
sino que fue también el último en colocarse al frente de una
Diócesis que abarcaba toda la Isla y más, pues el año siguiente, debido al crecimiento poblacional y a la importancia
cada vez mayor de la capital, Cuba quedaba dividida en dos
Diócesis: Santiago de Cuba y La Habana.
Nuestra actual Diócesis evidentemente, quedaba incorporada a la Diócesis de La Habana. Es por este motivo que,
desde ahora en adelante nuestra atención se limitará a la
actividad de los Obispos de La Habana y su relación con la
Vuelta Abajo.
Vega de tabaco pinareña en los años 40.
...Tres Siglos de compromiso evangelizador.
23
Capítulo IV
Ulterior sucesión de Obispos en la Diócesis de La
Habana. Curas de este período en la Parroquia de
San Rosendo. Santas Visitas Pastorales hasta las
vísperas de la Guerra de Independencia
Sucesión de Obispos
Dr. D. Felipe José te Trespalacios y Verdeja - Visita
Pastoral de su Auxiliar a las parroquias de Pinar del Río Primeras genuinas preocupaciones pastorales
El 27 de enero de 1789 fue designado Obispo de Santiago
de Cuba el Dr. D. Antonio Feliú y Centeno y como primer
Obispo de La Habana: El Dr. D. Felipe José de Trespalacios y
Verdeja, nacido en Puerto Rico. Pertenecía a la Diócesis de
La Habana, además del territorio pinareño, el de Matanzas.
No se pudo precisar bién si Hechavarria antes de su partida, o este Obispo recién llegado, constituyó en parroquia
Las Mangas de Guanajaje en 1789 y designó auxiliar de
Guanajay la Iglesia de Cayajabos.
Trespalacios falleció en el año 1799. Su Obispo auxiliar y
Obispo de Tricaly, Francisco Cirilo de Barcelona, había efectuado una visita pastoral a las parroquias de Pinar del Río en
1794. Además de revisar las iglesias y los Archivos
parroquiales dando disposiciones a fin de mejorar su estado
y buen aseo, expresó dos preocupaciones del momento una
relativa a la familia y matrimonios a veces incestuosos, otra a
los enfermos.
Para evitar lo primero encomendaba a los párrocos que
se expresara muy claramente «la naturalidad de los bautizados, filiación legítima, nombrando los padres que reconozcan por tales a sus hijos... también su vecindario y sus abuelos paternos y maternos».
Con respecto al cuidado de los enfermos, podía que no le
faltara el confort de los sacramentos en su última agonía y el
cuidado y gran respeto de llevarle la Eucaristía: «Cuando se
visite a los enfermos se traslade el Santísimo (la Comunión)
para ellos (los enfermos) con el debido recato y decencia que
permitan las circunstancias». Su sucesor, el Obispo Espada,
volverá sobre los mismos puntos y añadirá: « Los Curas
Párrocos no vayan a las Haciendas a administrar los sacramentos a las personas que gozan de salud». Medida que
recordaba que los dones de la Gracia de Dios hay que merecerlos con un poco de sacrificio y al Paraíso no se llega en
una cómoda carroza. (1 y 24)
D. Juan José Díaz de Espada y Fernández de Landa
(1802 - 1832) - Pinar del Río provincia del departamento
Occidental
A Trespalacios sucedió D. Juan José Díaz de Espada y
Fernández de Landa. Designado Obispo el año 1800 fue
consagrado en 1802. Es considerado uno de los más grandes
Obispos de la historia cubana.
Prelado de la talla de Compostela y Valdés, dispuso de
mejores medios de acción que ellos; dedicó su activa y fructífera existencia a la atención de su Diócesis no sólo en el orden
espiritual y moral sino también en el material e intelectual.
Apoyó las innovaciones del Padre Felix Varela en el Seminario de San Carlos. Los dos, aunque de ideas no siempre
coincidentes, se respetaron y colaboraron elevar a gran altura el nivel intelectual del clero cubano.
Su obra religiosa fue enorme de su treinta años de servicio episcopal y varias visitas pastorales que lo vieron transitar también por las parroquias de Pinar del Río observando,
escuchando, orientando.
Su espíritu progresista lo hizo crear escuelas, y modificar
la estructura de la Universidad. Si muchos Obispos precedentes chocaron con gobernantes ineptos, la suya fue la
época de buenos gobernantes y de destacados hombres de
letras y cultura como el P. Varela, D. Francisco de Arango y
Parreño, D. José Agustín Caballero, D. José Antonio Saco
etc. El 22 de junio de 1803 llegaron a La Habana las religiosas
Ursulinas procedentes de New Orleans, primeras religiosas
que se dedicaron a la enseñanza en Cuba.
Con respecto a nuestra actual Diócesis de Pinar del Río,
Espada, además de visitar las parroquias en algunas ocasiones, en 1805 declaró la iglesia de San Diego de Nuñez auxiliar
de la parroquia de las Pozas. En 1806 declaró Puerta de la
Güira auxiliar de Guanajay. En 1807 ascendió a parroquia la
Iglesia de Quiebra Hacha, edificada por el Conde de
Villanueva, y fue declarada auxiliar de Guanajay la Iglesia del
Mariel. En 1816 declaró Candelaria auxiliar de Santa Cruz de
Los Pinos. En 1820 agregó Artemisa a Guanajay y Bahía Honda a Las Pozas. En 1825, reconstruida la iglesia de Artemisa,
24
Pinar del Río:...
Espada erigió la parroquia. En 1827 impulsó la reparación de
la iglesia parroquial de Baja (Dimas).
Este mismo año se efectuaó la división de la Isla en tres
departamentos: Oriental que incluía las provincias de Santiago y Camagüey; Central: Santa Clara y Matanzas; Occidental: La Habana y Pinar del Río; esta división no creó problemas desde el punto de vista eclesiástico.
El Obispo Espada falleció en 1832 después de 30 años de
fecundo apostolado que dejó huella en la historia eclesiástica y civil de Cuba. Puede decirse, sin dudas, que Espada
«hizo época» (13 y 22)
Largo período sin Obispo
y sin embargo la Iglesia cubana y la
Diócesis de La Habana siguen su camino.
Tranquilino Sandalio de Noda
visita el pueblecito de San Rosendo
Ya antes de la muerte de Espada se había desatado en
España la lucha entre los absolutistas de Frenando VII y
después su hija Isabel II y los constitucionalistas o «carlistas» que repercutió en lo eclesiástico, sobre todo por la ley
de supresión de las órdenes religiosas dictada en 1820 con el
fin de apropiarse de sus bienes y eliminar elementos hostiles
al liberalismo.
Así en Cuba desaparecían conventos y propiedades de
varias órdenes religiosas o se reducía el número de sus integrantes. La Diócesis de Santiago permaneció vacante de 1836
a 1851 cuando llegaba como su nuevo pastor el futuro San
Antonio María Claret. La Diócesis de La Habana quedaba
sin Obispo de 1832 hasta 1846. Por 14 años fue administrada,
como la misma Santiago, por Vicarios.
El impulso dado a la Diócesis de La Habana por Espada
siguió sin embargo dando sus frutos también en lo relativo a
nuestro territorio, respecto al cual podemos apreciar las siguientes noticias.
En 1837 quedó reconstruida la Iglesia de Quiebra Hacha.
En enero de 1839, el mismo año en que Cirilo Villaverde exploraba la zona centro-oriental de nuestra Diócesis, Tranquilino
Sandalio de Noda, renombrado sabio Vueltabajero visitaba
la entonces aldea o pequeño pueblo de Pinar del Río y acotaba que la mayor parte de sus pocas casas eran de tejas, sus
calles muy irregulares, que su plaza (Plaza de Armas, hoy
Parque de la Independencia) era de tres esquinas y que sus
solares eran «desordenados».
En cuanto a la organización administrativa dice: «Gobernando el rígido Callava (José Callava, teniente gobernador)
se estableció policía más ordenada, se fundaron correos, y
se dio a esta cabeza otro aspecto, que el gobierno de Salazar
(Tomás de Salazar) ha procurado perfeccionar con todo empeño y bien dirigido tino que caracteriza a este jefe a pesar de
la resistencia e inercia que tiene que combatir y vencer».
Más adelante añadía: «Al salir de Misa en los días de
fiesta los hombres van a las peleas de gallos si es tiempo de
ellas, y si no van a casa de Vera, que es una fonda y billar, o
a la «La Lonja». Estos establecimientos estaban ubicados en
los terrenos donde actualmente se encuentra el Palacio de
Justicia. Y seguía: «Por las tardes salen algunas familias hasta la orilla del río o bien a visitar particulares... Este pueblo
pudiera ser bellísimo, con sólo un poco de cuidado. Su piso
jamás tiene lodo, por más que llueva, sus aires son muy puros, su temperatura templada.
Por último expresaba Noda: «Su clima seco, saludable,
agradable. Está muy bien ventilado, las aguas son excelentes y tiene una población selecta, compuesta de familias cuya
sociedad es, por muchas virtudes, agradable» (25)
En 1843 se terminaba la reparación de la Iglesia de San
Cristóbal que era erigida parroquia refundida con la antigua
de santa Cruz de Los Pinos. En 1845 fue declarada parroquia
San Juan y Martínez, con San Luis de Los Pinos como auxiliar.
Dr. D. Francisco Fleix y Solans
El Obispo Dr. D. Felipe José de Trespalacios y Verdeja:
primer Obispo de La Habana.
En 1846 La Habana volvía a tener Obispo en la persona
de D. Francisco Fleix y Solans entusiasta y fecundo sembrador a lo largo de casi 20 años significativos de la historia
cubana porque fueron los del forjarse y fortificarse del ideal
independentista y las primeras iniciativas concretas para llevarlo a su fin.
Para el Obispo Fleix fueron años de grandes satisfacciones de una parte y grandes sufrimientos de otra. No es difícil
vislumbrar el conflicto interior de quien en la contienda que
se iba perfilando, vivía en su interior la discrepancia entre el
amor a la Madre Patria y la comprensión hacia las exigencias de
mayor libertad y bienestar social para su rebaño.
Entre las satisfacciones que el Obispo Fleix experimentó
en Cuba hay que mencionar el regreso de muchas órdenes
religiosas como los Jesuitas y la llegada de algunas nuevas.
Entre las amarguras hay que contar la preocupación del Obispo por el seminario San Carlos que se había transformado en
semillero de hombres preclaros y brillantes para la historia
cubana, sobre todo en la fragua de las ideas independentistas.
Así que terminó pronto en la mira de las autoridades gubernamentales españolas y el Obispo, con trabajo, logró defenderlo de las disposiciones que aspiraban disminuir su preponderancia y su eficiencia.
...Tres Siglos de compromiso evangelizador.
Otra gran amargura procuraba al Obispo el Gobernador
(General José Gutiérrez de la Concha) quien, desmintiendo la
solemne promesa hecha al prelado de suspender la muerte a
nueve de cada diez presos de la desafortunada expedición
del independentista Narciso López en 1851, los hizo fusilar a
todos en la falda del Castillo de Atarés. (13)
Mons. Fleix y Solans pasó dos veces en visita pastoral
por las principales parroquias de Pinar del Río: En 1848 y en
1864. En ocasión de esta segunda visita impulsó la restauración de templo de San Rosendo «reducido para una población tan numerosa ya» que se encontraba «en estado ruinoso» A tal fin el Obispo Fleix encargó al Cura Párroco que
«active en cuanto esté de su parte la obra de construcción
de la nueva Iglesia que está en proyecto y que para este fin
convocase desde luego la reunión de una Junta Parroquial
que presidirá S.E. Ilustrísima con la idea de excitar el celo y
religiosidad de los vocales». (1)
Durante el período de su servicio pastoral se efectuó, en
1853, el primer censo de la jurisdicción en general y del poblado de San Rosendo en particular.
Otros acontecimientos concernientes nuestro territorio
que merecen mención fueron: en 1852 la Iglesia de San
Rosendo alcanzó la categoría de parroquia de término y quedaba erigida la parroquia de San Diego de Nuñez. Fue construida la Iglesia de Bahía Honda y erigida parroquia. En 1853
era elevada a parroquia Mangas de Guanajaje y dos años
después reconstruía su templo.
El 30 de enero de 1856 colocada la primera piedra de la
Iglesia de San Diego de los Baños y declarada parroquia (de
entrada) en 1858 cuando llegaba a su conclusión la construcción del templo. En 1857 alcanzó la categoría de parroquia S. Luis de Los Pinos, y fueron reconstruidas las iglesias
de San Diego de Nuñez y Cabañas la cual también quedaba
erigida parroquia. En 1859 era reconstruida la Iglesia de Mantua
y en 1860 reedificada la de Consolación del Norte (La Palma);
San Juan y Martínez ascendía al título de parroquia.
En 1861 En Guanajay se establecía una Vicaría Foránea.
En 1863 quedaba agregada a la parroquia de Consolación del
Sur la Iglesia de Alonso Rojas que ascendía a la categoría de
parroquia el año siguiente después de reedificado su templo.
Tras diecinueve años de fructífera y fecunda labor, el
Obispo Fleix y Solans era trasladado al Obispado de
Tarragona en 1865. (13)
Sucesión de curas en la Parroquia de San
Rosendo - resultados del primer censo de
la jurisdicción y del pueblo de Pinar del Río
Los Padres Curas desde 1763 hasta 1867
-Don Tomás de la Luz. Ya encontramos a este cura al
terminar el elenco de los primeros sacerdotes al servicio de la
parroquia de San Rosendo y vimos como, con sus recursos
personales, financió la construcción el segundo templo
parroquial. Fue en realidad el sacerdote que más tiempo sirvió la Iglesia de San Rosendo en aquella época (31 años).
Estuvo a su servicio de 1737 a 1755 y de 1756 a 1763.
-Joseph Cipriano de Inocencio............................ 1768 - 1778
-Domingo Rodríguez de Herrera........................... 1778 - 1779
-Lorenzo Joseph Cancio........................................ 1779 - 1791
-Domingo Méndez............................................. 1792 - 1795
-Juan Bautista de Mesa..................................... 1795 - 1817
25
El Obispo Dr. D. Francisco Fleix y Solans.
-Antonio Joseph Gamboa................................... 1817 - 1821
-José María de Orta.............................................. 1821 - 1832
-Manuel de la Cruz Villlafranca......................... 1832 - 1833
-Antonio Llópiz (27 años)................................. 1833 - 1860
-José María de Norceda......................................... 1860 - 1863
-Joaquín Mariano Martínez................................... 1863 - 1864
-Juan Méndez Lavandera..................................... 1864 - 1867
-Prestaron breves servicios: Manuel Pérez Falguera de
enero a mayo de 1838 y Pedro Gregorio de Axeña de septiembre a noviembre de 1844. (1)
Se puede apreciar, con respecto a los Curas Párrocos en
San Rosendo durante este período, una gran estabilidad,
continuidad y duración de su servicio pastoral sobre todo si
nos referimos a los 31 años de Padre Tomás de la Luz y a los
27 años del Padre Antonio Llópiz. Para hacernos una idea de
las dimensiones del rebaño al cual prestaban servicio estos
sacerdotes, prestemos atención a las siguientes estadísticas.
Primeros censos de población y viviendas
1) En 1819 se realizó un primer censo de toda la
Jurisdicción que arrojó los siguientes datos.
Total de la Población.................................................. 20.930
Varones.......................................................................... 7.920
Hembras....................................................................... 13.026
Blancos........................................................................... 5.871
Libres de color................................................................. 3.521
Esclavos......................................................................... 3.634
Establecimientos públicos: 1 farmacia - 1 Iglesia - 1 Escuela.
2) En 1853 el censo relativo solo al poblado de Pinar del
Río arrojaba los siguientes resultados.
Total de población......................................................... 1.291
Blancos ............................................................................ 548
Blancas ............................................................................. 424
Pardos libres ...................................................................... 98
Morenas libres ................................................................ 112
Pardos esclavos .................................................................. 7
26
Pinar del Río:...
Pardas esclavas ................................................................ 19
Casas: 365 de las cuales 320 de embarrado, tabla y guano; 8 de embarrado y yagua; 7 de mampostería con columnas
y azoteas; 2 de mampostería con zaguán y 26 de mampostería baja. (1)
ten las Haciendas, viendo embarazoso que lleven los paramentos correspondientes para celebrar...»
Santa Pastoral Visita del 19 febrero de 1848
Se producía cuando era Cura de San Rosendo el Pbro.
Antonio Llópiz.
«En el pueblo de Pinar del Río a diez y nueve días del mes
de febrero de mil ochocientos cuarenta y ocho años el Ilmo.
Dr. D. Francisco Fleix y Solans Obispo de La Habana Prelado
Trabajo arduo el de interpretar la casi borrada caligrafía
Gran Cruz de la Real Orden Americana de Isabel la Católica,
de los libros más antiguos del Archivo de la Catedral para Caballero de la Real y Distinguida Orden Española de Carlos
brindar más detalles acerca de las Visitas Pastorales. Nos dio
Tercero, Capellán de Honor y predicador de S.M. Estando
consuelo durante el fatigoso intento el encontrar que hace
en Santa Visita general de la Diócesis hizo la de la Iglesia de
ya más de 150 años el Obispo Fleix y Solans le encomendase este pueblo y fue recibido por el Párroco y otros miembros
al Cura Antonio Llopiz escribir las partidas bautismales y el
con las preces y oraciones que prescribe el ritual romano».
resto «con buena tinta, pues algunas de los años pasados lo
Abrigado con las vestiduras blancas el Obispo, como de
fueron con tinta tan clara que con dificultad se leen»
costumbre, visitó el Sagrario y el Bautisterio y después «camLas que añadimos a este punto son algunas noticias de
biadas las vestiduras blancas con las negras» mientras se canlas Visitas Pastorales del período sucesivo a 1763 cuando se
taban los responsorios por las almas del Purgatorio. Siguió, de
producía la quinta y última visita pastoral entre aquellas de parte de S.E.I el control de los vasos y ornamentos sagrados
las cuales informamos. Visita protagonizada, por encargo del
«quedando muy complacido del buen estado de unos y otros
Obispo Morell de Santa Cruz, por D. Claudio de la Luz Abocomo también del celo que el párroco tiene en el aseo y comgado de los Santos Consejos y Consultor del Sto. Oficio el 7 postura del templo y cuanto a él pertenece. Acto continuo
de diciembre de 1763.
administró S.E.I. el Santo Sacramento de la Confirmación».
Después del control sucesivo de los libros del archivo
Santa Pastoral visita de 10 de enero de 1805
daba adecuadas sugerencias y recomendaba, comprobando
como la familia cubana, por varios motivos, siempre estuvo
Esta Visita se producía en tiempos en que era Cura de S. más bien regada: «El bautizado tenga padre y madre conociRosendo el Pbro. Juan Bautista de Mesa.
dos, que su padre le reconozca por hijo y que entre éste y la
«En el partido de San Rosendo de Pinar del Río a diez de madre no haya impedimento que obste al Matrimonio”.
enero de mil ochocientos cinco años, estando en Santa Visi«S.E.I. ha quedado sumamente satisfecho de ver que tanto
ta gen. El Ilt. D. Juan José Díaz de Espada y Fernández de en estos pormenores como en todo lo demás que concierne
Landa Obispo desta Diócesis del Consejo de su M.I.
al orden y ritualidad en estos registros públicos el actual
Visitó en ella este libro tercero de Bautismos de Blancos Cura Párroco ha llenado su deber, esperando de su celo que
desta iglesia parroquial.»
así haya de continuar en lo sucesivo y le encarga al mismo
Recordaba el informe que la Visita precedente se había tiempo S.E.I. que abra un libro en el que dé asiento a los
realizado en el año 1794. Encomendaba el Obispo Espada reconocimientos de los hijos naturales que hagan sus paque al apuntar los Bautizos se refiriera «la naturalidres. Que, asentadas las partidas bautismales de los
dad de los padres del bautizado, sin abreviatuexpósitos con expresión del sitio en que lo fueras y expresando la filiación como igualmenron y de la persona que se hizo cargo de su
te su vecindad». Y añadía: «Está mandalactancia y educación, no omita nunca la
do desde la anterior visita que no se
diligencia de remitir a la Casa de Cuna,
administre Solemnemente el Bautisdentro el término de veinte días una
mo en casas particulares. Pues en
certificación de dichas partidas pocaso de necesidad sólo corresponniendo al margen de las mismas la
de echar el agua».
correspondiente nota como lo ha
En caso de supervivencia del así
hecho con muchas...»
bautizado encomendaba llevarlo
Como su predecesor, encodespués a la Iglesia para el rito ofimendaba que en caso de Bautiscial del Bautismo. Aconsejaba ademos hechos en casas particulamás: «Ningún Cura, ni otro sacerdores por necesidad con la llamada
te celebre en altares portátiles o le«agua del socorro», pasado el
vantados al efecto sin la expresa lipeligro los padres «Cumpliendo
cencia del Ordinario aunque sea para
con los deberes de buenos crisdar la Comunión a los fieles en el
tianos y con las disposiciones
Triduo Pascual, como en otra cirsinodales de este obispado le llecunstancia».
ven (al bautizado) a la Iglesia para
Encomendaba, en fin, que se lleponerle los oleos y ejercer en él
vase a los enfermos «El Viático con
la Sacras Ceremonias rituales...»
la decencia y el recato que permi- El Obispo D. Juan José Díaz de Espada y Fernández de
En fin recomendaba al Cura:
Landa. El más grande de los Obispos de Cuba en tiemtan las circunstancias según dis- pos de la colonia.
«Procure escribir las partidas
Más detalles acerca de algunas Visitas
Pastorales a la Parroquia de San Rosendo
...Tres Siglos de compromiso evangelizador.
con buena tinta; pues algunas de los años pasados, lo fueron con tinta tan clara que con dificultad se leen y que siga el
buen orden que acostumbra sin usar jamás de abreviaturas,
ni de guarismos para las fechas...»
Santa Pastoral Visita de 7 de marzo de 1864
«En el Pueblo de San Rosendo de Pinar del Río el día seis
de marzo de mil ochocientos sesenta y cuatro» hacía su segunda visita pastoral el Obispo Fleix y Solans. «Habiéndole
recibido el Cura Párroco y otros sacerdotes a la entrada del
Templo con las ceremonias de costumbre, se dirigió S.E.I. al
altar mayor...»
Al finalizar los ritos, ceremonias y controles de los utensilios sagrados prescritos por el Ritual Romano se quedó
«Sumamente complacido del aseo, orden y curiosidad con
que se encuentran todos estos objetos pertenecientes al
servicio del culto. Acto continuo, volvió S. E. Ilma. Al Presbiterio, y desde allí dirigió a los fieles una plática pastoral
explicándole el objeto de la Santa Visita y exponiéndoles la
doctrina del Santo Sacramento de la Confirmación: cuyo sacramento apreció administrar en los días siguientes a todas
las personas que se presentasen a recibirlo preparados con
las debidas disposiciones.»
Más adelante el informe dice que vio el Obispo «que no
sólo es sumamente reducido el templo que hoy existe para
una población tan numerosa como es la de esta feligresía; si
no que también este mismo templo, se encuentra ahora en un
estado que amenaza ruina». Por eso «Encargó a dicho Cura
que active en cuanto esté de su parte la obra de construcción de la nueva iglesia que está en proyecto; y que para
este mismo fin convocase desde luego la reunión de una
Junta Parroquial, que presidirá S.E.Illma. con la idea de excitar el celo y religiosidad de los vocales, y de remover también
los obstáculos que puedan oponerse, a efecto de que, cuanto antes se dé principio a las obras».
El Obispo además «con el objeto de facilitar más y más al
Cura Párroco de esta iglesia (era todavía el Pbro. Antonio
Llópiz) la recta administración del pasto espiritual, usando
de sus facultades ordinarias y extraordinarias le concede la
facultad de absolver de pecados reservados, incluso el de
herejía mixta; la de bautizar incestuosos para el uso del matrimonio, in toto tantum concientiae; la de aplicar una indulgencia plenaria a los moribundos en el modo y formas prescritas por la Santidad de Benedicto Catorce, de feliz recordación, según consta en el Ritual Romano; y la de bendecir
Ornamentos, Imágenes y Rosarios...»
Estas visitas, relizadas después de la Guerra de Independencia, nos aportan datos interesantes:
Santa Visita Pastoral del 13 de noviembre de 1878
Es interesante notar como por primera vez se habla de la
ciudad y no del pueblo de Pinar del Río. En cuanto al Cura
Párroco de la época era en San Rosendo el Pbro. Eugenio
Muñoz (o Núñez) Cayuela
27
«En la ciudad de Pinar del Río día trece de noviembre de
mil ochocientos setenta y ocho años el muy ilustre Sr. Pbro.
Ldo. D. Sebastián Pardo y Martín Vicario Capitular, Gobernador de este Obispado de La Habana, sede vacante estando
en Santa Visita examinó los libros de esta parroquia... Su E.
Ilma. Quedó complacido del estado de estos libros, pero vio
con bastante pena que la mayor parte de los bautizados son
expósitos e hijos de padres no conocidos; ordenó que tanto
el actual Párroco como sus sucesores redoblen su celo en
este punto procurando por cuantos medios estén a su alcance que los que viven en concubinato salgan del mal estado
en que se hallan y santifiquen su unión por medio del Sacramento del Matrimonio...»
Santa Pastoral Visita del 28 de enero de 1884
La realizó el Ilmo. D. Ramón Fernández de Piérola y López
Luzuriaga quien fue recibido a la entrada de la ciudad por el
párroco Pbro. Manuel Rodríguez, el Teniente Cura y los Padres
Misioneros, por el Gobernador Civil, militares y «el pueblo que,
con impaciencia, esperaba la llegada de su padre y pastor».
Merece subrayar como las Santas visitas Pastorales van
transformándose progresivamente. De un encuentro del pastor con todas las categorías de su rebaño, a una ocasión para
estimular el esfuerzo evangelizador, ya que eran preparadas
con grandes misiones.
Santa Pastoral Visita del 2 de enero de 1890
La efectuaba Mons. Manuel Santander y Frutos quien
era recibido a la entrada de la ciudad por el Sr. Cura Vicario D.
Manuel Gómez Gil, los Misioneros de San Vicente de Paul
que habían colaborado en la preparación del acontecimiento, el Sr. Gobernador Civil de la provincia, el Alcalde municipal, el Presidente de la Audiencia, los jefes de milicias y voluntarios y el pueblo.
Se dirigió después el Obispo bajo palio hacia el templo
donde lo esperaba gran número de fieles a quienes dirigió su
palabra de saludo. Siguieron los ritos acostumbrados. El día
siguiente celebró la Misa y revisó el templo, los objetos sagrados y los libros del Archivo.
Concluyendo: si no fue apurada mi búsqueda en los libros del Archivo de la Catedral de Pinar del Río, de hecho no
encontré informes de otras sucesivas Visitas. Tal vez, y es la
opinión también del propio Mons. Siro, por ser la Iglesia de
San Rosendo, desde principios de 1903, Iglesia Catedral. Iglesia del Obispo mismo, objeto de más frecuentes aunque informales visitas y lugar de las normales celebraciones
parroquiales y citas diocesanas.