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EL DIA DEL SEÑOR Número 64 – Domingos 11, 18 y 25 de octubre 2015 MISION CATOLICA DE LENGUA ESPAÑOLA EN EL CANTON DE VAUD Chemin de Mouettes 4; 1007 Lausanne, Teléfono: 021 / 613 23 73 ; Ma.-Vi. 10:00-12:00; 15:00-18:00; E-mail : mission.espagnole.lausanne@cath-vd.ch. Las personas que deseen recibir por e-mail esta hojita de la comunidad católica de lengua española pueden anunciarse a esta dirección de correo electrónico. En este número : Página 1 : Editorial : “Octubre mes de la Misión universal de la Iglesia y mes del Rosario”. Página 2 : Actividades en nuestras comunidades: Lausana, Renens, Morges, Nyon, Vevey e Yverdon. Página 3 : Misa en honor del “Señor de los Milagros” Domingo 18 de octubre. Páginas 4, 5 y 6: Lecturas de los domingos 11, 18 y 25 de octubre, XXVIII, XXIX y XXX domingos del tiempo ordinario – Ciclo B. Página 6 y 7 : Bula de indicción del Jubileo extraordinario de la Misericordia (Tercera parte). Octubre mes de la Misión universal de la Iglesia y mes del Rosario Queridos hermanos y hermanas: La Jornada Mundial de las Misiones 2015 tiene lugar en el contexto del Año de la Vida Consagrada, y recibe de ello un estímulo para la oración y la reflexión. De hecho, si todo bautizado está llamado a dar testimonio del Señor Jesús proclamando la fe que ha recibido como un don, esto es particularmente válido para la persona consagrada, porque entre la vida consagrada y la misión subsiste un fuerte vínculo. El seguimiento de Jesús, que ha dado lugar a la aparición de la vida consagrada en la Iglesia, responde a la llamada a tomar la cruz e ir tras él, a imitar su dedicación al Padre y sus gestos de servicio y de amor, a perder la vida para encontrarla. Y dado que toda la existencia de Cristo tiene un carácter misionero, los hombres y las mujeres que le siguen más de cerca asumen plenamente este mismo carácter… MENSAJE DEL SANTO PADRE FRANCISCO PARA LA JORNADA MUNDIAL DE LAS MISIONES 2015. “Todo bautizado está llamado a dar testimonio del Señor… La dimensión misionera, al pertenecer a la naturaleza misma de la Iglesia”. Como bautizados todos estamos llamados a participar en la Misión que Cristo confió a su Iglesia, la misión de anunciar y promover el Reino de Dios. Todos, pues, estamos llamados a participar y a dar nuestra contribución en esta tarea. Lo hacemos ante todo con nuestra oración y participación a la vida de la Iglesia. Es por eso que la Iglesia ha proclamado patrona de las misiones también a Santa Teresa del Niño Jesús, una carmelita que vivió su vocación misionera con la oración y la ofrenda de su vida por el trabajo de los misioneros. Nosotros también tenemos que asociarnos ante todo con nuestra oración y la ofrenda de nuestra vida para que el reino de Dios, reino de paz, de justicia y de amor, crezca y se desarrolle en nuestro mundo para el bien de la Iglesia y de toda la comunidad humana. En este mes de octubre voy a viajar a Calcuta en India para visitar a algunos niños que tenemos apadrinados en esa ciudad. Encomiendo este viaje a vuestras oraciones. Paulino González Todo el mes de octubre es misionero. - La primera semana se dedica a intensificar la oración misionera. - La segunda semana se promueve de manera especial el sacrificio y el dolor por las Misiones. - La tercera semana (que se termina con la fecha de “Domund”) se concreta en la caridad. - La cuarta semana se destina a promover el fomento de nuevas vocaciones misioneras, salidas de la propia comunidad eclesial. 1 ACTIVIDADES EN NUESTRAS COMUNIDADES COMUNIDAD DE LAUSANA, RENENS Y MORGES - Sábados, 18:00 meditación del rosario con el grupo de oración en la capilla de Chemin de Mouettes 4; 19:30 misa en la iglesia de Morges. - Domingos, 9:30 y 19:00 misa en la iglesia del Sagrado Corazón; 11:30 misa en la iglesia de Renens. - Domingo 18 de octubre, 11:30 misa en Renens en honor del Señor de los Milagros animada por la comunidad peruana. La colecta de este domingo será para la Misión Universal. - Domingo 1 de noviembre FIESTA DE TODOS LOS SANTOS. - Miércoles 4 de noviembre, 9h30 visita del Point d’Appui con el grupo de ayuda fraterna. - Domingo 8 de noviembre, 10h30 Domingo de los pueblos, misa con la parroquia del Sagrado Corazón. - Sábado 14 de noviembre, 19h00 FIESTA DEL MAGOSTO en la sala de la parroquia de Ste-Therese (Montoie), Chemin du Couchant 4. MENU : ENSALADA, CALLOS O PAELLA, POSTRE Y CASTAÑAS. ADULTOS FR. 25.— NIÑOS 12.-Inscripciones en la sede de la Misión 021 613 23 73. - Domingo 22 de noviembre, 11h30 misa familiar en Renens con la entrega del Padre Nuestro. - Jueves 26 de noviembre, 20h00 encuentro del grupo del Niño Dios en la sala Emaús en Renens. COMUNIDAD DE NYON-LA CÔTE GRUPO DE ORACION DEL MOVIMIENTO DE LAS FRANCISCANAS DE MARIA primer y último martes del mes en la parroquia de Founex a las 19:00. Contacto: 079 903 85 63 - Domingos, 9:15 misa en la iglesia parroquial. - Todos los jueves ensayo del coro a las 19h en la Iglesia. - Domingo 11 de octubre: Misa en honor a nuestra Sra. Del Pilar y día de la hispanidad a las 9h15. - Domingo 25 de octubre: Misa Familiar a 9h15. - Domingo 01 de noviembre : Misa de todos los Santos y Conmemoración de todos los difuntos a las 9h15. - Domingo 8 de noviembre después de la misa de 9:15 elaboración de las coronas de Adviento. GRUPO DEL ROSARIO DE LA VIRGEN PERERINA Todos los primeros miércoles del mes a las 18h00 en las salas de la parroquia. COMUNIDAD DE VEVEY-LA RIVIERA - Domingos, 17:00, misa en la iglesia Notre-Dame. - Domingo 1º de noviembre 17h00 Fiesta de Todos los Santos. COMUNIDAD DE YVERDON-NORD-VAUDOIS - Sábados, 18h00 misa en la capilla de St-Georges. - Sábado 10 de octubre: Misa en Honor a nuestra Sra. Del Pilar y Día de la Hispanidad a las 18h aperitivo “Canadien” después de la misa. - Sábado 31 de octubre : Vigilia de la misa de todos los Santos y Conmemoración de todos los fieles difuntos a las 18h. UNIDAD PASTORAL CANTONAL CURSILLO DE PREPARACION AL MATRIMONIO Las parejas residentes en el Cantón de Vaud que desean celebrar el casamiento religioso en Suiza o en su país de origen tienen que participar a un cursillo de preparación al matrimonio y completar el expediente. Llamar a las oficinas de la Misión en Lausana para hacer la inscripción y preparar el expediente con suficiente tiempo. ¡Muchas gracias! Miércoles 11, 18 y 25 de noviembre a las 20:00 en la sede de la Misión. CURSILLO DE PREPARACIÓN AL BAUTISMO Las familias que deseen celebrar el bautismo de sus hijos tienen que participar al cursillo de preparación. Llamar a las oficinas de la Misión en Lausana para hacer la inscripción. Miércoles 2 y 9 de diciembre a las 20:00 en la sede de la Misión. ¡Muchas gracias! ENCUENTROS DEL GRUPO DEL NIÑO DIOS - JUEVES 29 DE OCTUBRE A LSS 20H00 EN LA SALA EMAUS EN RENENS - JEUVES 26 DE NOVIEMBRE 2015 A LAS 20H00 EN LA SALA EMAUS EN RENENS - NOVENA DEL NIÑOS DIOS : DEL 15 AL 23 DE DICIEMBRE 20H00 EN LA SALA CAFARNAUM EN RENENS. 2 Tradicional Misa en Honor al “Señor de los Milagros” Domingo 18 de Octubre 2015 a las 11:30 Iglesia Católica “St-François d'Asisse” en Renens (bus Nro. 17 parada l'Avenir) Interpretación de la “Misa criolla” (de Chabuca Granda – Perú a cargo de la Hermandad de Ginebra ) Un aperitivo sera ofrecido por la Hermandad del “Señor de los Milagros” de Lausanne y devotos al final de la misa Organizan: Hermandad del “Señor de los Milagros” de Lausanne, la Misión Católica de Lengua Española de Lausanne y la Parroquia de Renens 3 LECTURAS DEL DOMINGO 11 DE OCTUBRE 2015 XXVIII DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO – CICLO B Sabios con la Sabiduría de Dios. Más preciosa que el poder, las riquezas, la salud y la belleza es la sabiduría que viene de Dios. Nos hace vivir en el amor de Dios. Lectura del libro de la Sabiduría (7,7-11): Supliqué, y se me concedió la prudencia; invoqué, y vino a mí el espíritu de sabiduría. La preferí a cetros y tronos, y, en su comparación, tuve en nada la riqueza. No le equiparé la piedra más preciosa, porque todo el oro, a su lado, es un poco de arena, y, junto a ella, la plata vale lo que el barro. La quise más que la salud y la belleza, y me propuse tenerla por luz, porque su resplandor no tiene ocaso. Con ella me vinieron todos los bienes juntos, en sus manos había riquezas incontables. Palabra de Dios. Sal 89,12-13.14-15.16-17 R/. Sácianos de tu misericordia, Señor. Enséñanos a calcular nuestros años, para que por los días en que nos afligiste, por los años en adquiramos un corazón sensato. Vuélvete, Señor, que sufrimos desdichas. R/. ¿hasta cuando? Ten compasión de tus siervos. R/. Que tus siervos vean tu acción, y sus hijos tu Por la mañana sácianos de tu misericordia, y toda gloria. Baje a nosotros la bondad del Señor y haga nuestra vida será alegría y júbilo. Danos alegría, prósperas las obras de nuestras manos. R/. Segunda Lectura (Heb 4,12-13): La Palabra de Dios es Viva y es Eficaz. La Palabra de Dios es inquietante. Nos fuerza a confrontarnos a nosotros mismos y a tomar una opción, o a favor o en contra de Dios. Es decisiva para el resultado de nuestras vidas. Lectura de la carta a los Hebreos (4,12-13): La palabra de Dios es viva y eficaz, más tajante que espada de doble filo, penetrante hasta el punto donde se dividen alma y espíritu, coyunturas y tuétanos. juzga los deseos e intenciones del corazón. No hay criatura que escape a su mirada. Todo está patente y descubierto a los ojos de aquel a quien hemos de rendir cuentas. Palabra de Dios. Evangelio (Mc 10,17-30): Ven, Sígueme sin Equipaje Inútil. Como el joven rico, en realidad no hemos dado nada a Dios si no respondemos a su invitación de seguirle por el camino que él quiere que sigamos. Lectura del santo evangelio según san Marcos (10,17-30): En aquel tiempo, cuando salía Jesús al camino, se le acercó uno corriendo, se arrodilló y le preguntó: «Maestro bueno, ¿qué haré para heredar la vida eterna?» Jesús le contestó: «¿Por qué me llamas bueno? No hay nadie bueno más que Dios. Ya sabes los mandamientos: no matarás, no cometerás adulterio, no robarás, no darás falso testimonio, no estafarás, honra a tu padre y a tu madre.» Él replicó: «Maestro, todo eso lo he cumplido desde pequeño.» Jesús se le quedó mirando con cariño y le dijo: «Una cosa te falta: anda, vende lo que tienes, dale el dinero a los pobres, así tendrás un tesoro en el cielo, y luego sígueme.» A estas palabras, él frunció el ceño y se marchó pesaroso, porque era muy rico. Jesús, mirando alrededor, dijo a sus discípulos: «¡Qué difícil les va a ser a los ricos entrar en el reino de Dios!» Los discípulos se extrañaron de estas palabras. Jesús añadió: «Hijos, ¡qué difícil les es entrar en el reino de Dios a los que ponen su confianza en el dinero! Más fácil le es a un camello pasar por el ojo de una aguja, que a un rico entrar en el reino de Dios.» Ellos se espantaron y comentaban: «Entonces, ¿quién puede salvarse?» Jesús se les quedó mirando. y les dijo: «Es imposible para los hombres, no para Dios. Dios lo puede todo.» Pedro se puso a decirle: «Ya ves que nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido.» Jesús dijo: «Os aseguro que quien deje casa, o hermanos o hermanas, o madre o padre, o hijos o tierras, por mí y por el Evangelio, recibirá ahora, en este tiempo, cien veces más casas y hermanos y hermanas y madres e hijos y tierras, con persecuciones, y en la edad futura, vida eterna.» Palabra del Señor. 4 LECTURAS DEL DOMINGO 18 DE OCTUBRE 2015 XXIX DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO – CICLO B Primera lectura : El cuarto canto de Isaías sobre el Siervo Sufriente se cumple plenamente en Jesús. Con humildad y compasión, cargó sobre sí nuestros pecados y así posibilitó que nosotros sepamos servir a Dios y a los hermanos. Lectura del libro de Isaías (53,10-11): El Señor quiso triturarlo con el sufrimiento, y entregar su vida como expiación: verá su descendencia, prolongará sus años, lo que el Señor quiere prosperará por su mano. Por los trabajos de su alma verá la luz, el justo se saciará de conocimiento. Mi siervo justificará a muchos, porque cargó con los crímenes de ellos. Palabra de Dios. Sal 32,4-5.18-19.20 y 22 R/. Que tu misericordia, Señor, venga sobre nosotros, como lo esperamos de ti Que la palabra del Señor es sincera, y todas sus vidas de la muerte y reanimarlos en tiempo de acciones son leales; él ama la justicia y el derecho, hambre. R/. y su misericordia llena la tierra. R/. Nosotros aguardamos al Señor: él es nuestro Los ojos del Señor están puestos en sus fieles, en auxilio y escudo. Que tu misericordia, Señor, los que esperan en su misericordia, para librar sus venga sobre nosotros, como lo esperamos de ti. R/. Segunda Lectura (Heb 4,14-16): Jesús, nuestra Fortaleza en la Debilidad. Jesús comprende nuestra debilidad, porque se encarnó como ser humano igual que nosotros. Él es nuestra fuerza y ayuda, porque es el Hijo de Dios. Lectura de la carta a los Hebreos (4,14-16): Mantengamos la confesión de la fe, ya que tenemos un no sacerdote grande, que ha atravesado el cielo, Jesús, Hijo Dios. No tenemos un sumo sacerdote incapaz de compadecerse nuestras debilidades, sino que ha sido probado en todo exactamente como nosotros, menos en el pecado. Por eso, acerquémonos con seguridad al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y encontrar gracia que nos auxilie oportunamente. Palabra de Dios. Evangelio (Mc 10,35-45): Sirviendo con Jesús. La grandeza del cristiano consiste en su humilde servicio. Podemos aprender esto de las palabras y ejemplo de Jesús. Lectura del santo evangelio según san Marcos (10,35-45): En aquel tiempo, se acercaron a Jesús los hijos de Zebedeo, Santiago y Juan, y le dijeron: «Maestro, queremos que hagas lo que te vamos a pedir.» Les preguntó: «¿Qué queréis que haga por vosotros?» Contestaron: «Concédenos sentarnos en tu gloria uno a tu derecha y otro a tu izquierda.» Jesús replicó: «No sabéis lo que pedís, ¿sois capaces de beber el cáliz que yo he de beber, o de bautizaros con el bautismo con que yo me voy a bautizar?» Contestaron: «Lo somos.» Jesús les dijo: «El cáliz que yo voy a beber lo beberéis, y os bautizaréis con el bautismo con que yo me voy a bautizar, pero el sentarse a mi derecha o a mi izquierda no me toca a mí concederlo; está ya reservado.» Los otros diez, al oír aquello, se indignaron contra Santiago y Juan. Jesús, reuniéndolos, les dijo: «Sabéis que los que son reconocidos como jefes de los pueblos los tiranizan, y que los grandes los oprimen. Vosotros, nada de eso: el que quiera ser grande, sea vuestro servidor; y el que quiera ser primero, sea esclavo de todos. Porque el Hijo del hombre no ha venido para que le sirvan, sino para servir y dar su vida en rescate por todos.» Palabra del Señor. 5 LECTURAS DEL DOMINGO 25 DE OCTUBRE 2015 XXX DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO – CICLO B Primera Lectura (Jer 31,7-9): Dios Reúne a su Pueblo. Dios reúne a su pueblo desde los confines más lejanos de la tierra; incluso reúne a las personas cuya fe es débil y vacilante. Porque él es un Dios y Padre salvador. Lectura del libro de Jeremías (31,7-9): Así dice el Señor: «Gritad de alegría por Jacob, regocijaos por el mejor de los pueblos; proclamad, alabad y decid: El Señor ha salvado a su pueblo, al resto de Israel. Mirad que yo os traeré del país del norte, os congregaré de los confines de la tierra. Entre ellos hay ciegos y cojos, preñadas y paridas: una gran multitud retorna. Se marcharon llorando, los guiaré entre consuelos; los llevaré a torrentes de agua, por un camino llano en que no tropezarán. Seré un padre para Israel, Efraín será mi primogénito.» Palabra de Dios. Sal 125,1-2ab.2cd-3.4-5.6 R/. El Señor ha estado grande con nosotros, y estamos alegres. Cuando el Señor cambió la suerte de Sión, nos torrentes del Negueb. Los que sembraban con parecía soñar: la boca se nos llenaba de risas, lágrimas cosechan entre cantares. R/. la lengua de cantares. R/. Al ir, iba llorando, llevando la semilla; al Hasta los gentiles decían: «El Señor ha estado volver, vuelve cantando, trayendo sus gavillas. grande con ellos.» El Señor ha estado grande R/. con nosotros, y estamos alegres. R/. Que el Señor cambie nuestra suerte, como los Segunda Lectura (Heb 5,1-6): Jesús, el Nuevo Sumo Sacerdote. Dios mismo ha elegido a nuestro Salvador Jesús como el nuevo sumo sacerdote. Jesús se ofreció a sí mismo por nuestros pecados. Lectura de la carta a los Hebreos (5,1-6): Todo sumo sacerdote, escogido entre los hombres, está puesto para representar a los hombres en el culto a Dios: para ofrecer dones y sacrificios por los pecados. Él puede comprender a los ignorantes y extraviados, ya que él mismo está envuelto en debilidades. A causa de ellas, tiene que ofrecer sacrificios por sus propios pecados, como por los del pueblo. Nadie puede arrogarse este honor: Dios es quien llama, como en el caso de Aarón. Tampoco Cristo se confirió a sí mismo la dignidad de sumo sacerdote, sino aquel que le dijo: «Tú eres mi Hijo: yo te he engendrado hoy», o, como dice otro pasaje de la Escritura: «Tú eres sacerdote eterno, según el rito de Melquisedec.» Palabra de Dios. Evangelio (Mc 10,46-52): ¡Señor, que vea! Jesús hace que un ciego vea de nuevo. Este hombre ciego es imagen de todo cristiano; tenemos que aprender a ver con ojos de fe para seguir a Jesús. Lectura del santo evangelio según san Marcos (10,46-52): En aquel tiempo, al salir Jesús de Jericó con sus discípulos y bastante gente, el ciego Bartimeo, el hijo de Timeo, estaba sentado al borde del camino, pidiendo limosna. Al oír que era Jesús Nazareno, empezó a gritar: «Hijo de David, Jesús, ten compasión de mí.» Muchos lo regañaban para que se callara. Pero él gritaba más: «Hijo de David, ten compasión de mí.» Jesús se detuvo y dijo: «Llamadlo.» Llamaron al ciego, diciéndole: «Ánimo, levántate, que te llama.» Soltó el manto, dio un salto y se acercó a Jesús. Jesús le dijo: «¿Qué quieres que haga por ti?» El ciego le contestó: «Maestro, que pueda ver.» Jesús le dijo: «Anda, tu fe te ha curado.» Y al momento recobró la vista y lo seguía por el camino. Palabra del Señor. 6 JUBILEO DE LA MISERICORDIA Misericordiae Vultus Bula de Indicción del Jubileo extraordinario de la Misericordia FRANCISCO, OBISPO DE ROMA, SIERVO DE LOS SIERVOS DE DIOS A CUANTOS LEAN ESTA CARTA GRACIA, MISERICORDIA Y PAZ TERCERA PARTE (N.20-25) Relación entre Justicia y Misericordia (n. 20-21) 20. No será́ inútil en este contexto recordar la relación existente entre justicia y misericordia. No son dos momentos contrastantes entre sí, sino un solo momento que se desarrolla progresivamente hasta alcanzar su ápice en la plenitud del amor. La justicia es un concepto fundamental para la sociedad civil cuando, normalmente, se hace referencia a un orden jurídico a través del cual se aplica la ley. Con la justicia se entiende también que a cada uno debe ser dado lo que le es debido. En la Biblia, muchas veces se hace referencia a la justicia divina y a Dios como juez. Generalmente es entendida como la observación integral de la ley y como el comportamiento de todo buen israelita conforme a los mandamientos dados por Dios. Esta visión, sin embargo, ha conducido no pocas veces a caer en el legalismo, falsificando su sentido originario y oscureciendo el profundo valor que la justicia tiene. Para superar la perspectiva legalista, sería necesario recordar que en la Sagrada Escritura la justicia es concebida esencialmente como un abandonarse confiado en la voluntad de Dios. Por su parte, Jesús habla muchas veces de la importancia de la fe, más bien que de la observancia de la ley. Es en este sentido que debemos comprender sus palabras cuando estando a la mesa con Mateo y sus amigos dice a los fariseos que lo contestaban porque comía con los publicanos y pecadores: « Vayan y aprendan qué significa: Yo quiero misericordia y no sacrificios. Porque yo no he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores » (Mt 9,13). Ante la visión de una justicia como mera observancia de la ley que juzga, dividiendo las personas en justos y pecadores, Jesús se inclina a mostrar el gran de don de la misericordia que busca a los pecadores para ofrecerles el perdón y la salvación. Se comprende porque en presencia de una perspectiva tan liberadora y fuente de renovación, Jesús haya sido rechazado por los fariseos y por los doctores de la ley. Estos, para ser fieles a la ley, ponían solo pesos sobre las espaldas de las persona, pero así́ frustraban la misericordia del Padre. El reclamo a observar la ley no puede obstaculizar la atención por las necesidades que tocan la dignidad de las personas. Al respecto es muy significativa la referencia que Jesús hace al profeta Oseas -« yo quiero amor, no sacrificio ». Jesús afirma que de ahora en adelante la regla de vida de sus discípulos deberá́ ser la que da el primado a la misericordia, como Él mismo testimonia compartiendo la mesa con los pecadores. La misericordia, una vez más, se revela como dimensión fundamental de la misión de Jesús. Ella es un verdadero reto para sus interlocutores que se detienen en el respeto formal de la ley. Jesús, en cambio, va más allá́ de la ley; su compartir con aquellos que la ley consideraba pecadores permite comprender hasta dónde llega su misericordia. También el Apóstol Pablo hizo un recorrido parecido. Antes de encontrar a Jesús en el camino a Damasco, su vida estaba dedicada a perseguir de manera irreprensible la justicia de la ley (cfr Flp 3,6). La conversión a Cristo lo condujo a ampliar su visión precedente al punto que en la carta a los Gálatas afirma: « Hemos creído en Jesucristo, para ser justificados por la fe de Cristo y no por las obras de la Ley » (2,16). Parece que su comprensión de la justicia ha cambiado ahora radicalmente. Pablo pone en primer lugar la fe y no más la ley. El juicio de Dios no lo constituye la observancia o no de la ley, sino la fe en Jesucristo, que con su muerte y resurrección trae la salvación junto con la misericordia que justifica. La justicia de Dios se convierte ahora en liberación para cuantos están oprimidos por la esclavitud del pecado y sus consecuencias. La justicia de Dios es su perdón (cfr Sal 51,11-16). 21. La misericordia no es contraria a la justicia sino que expresa el comportamiento de Dios hacia el pecador, ofreciéndole una ulterior posibilidad para examinarse, convertirse y creer. La experiencia del profeta Oseas viene en nuestra ayuda para mostrarnos la superación de la justicia en dirección hacia la misericordia. La época de este profeta se cuenta entre las más dramáticas de la historia del pueblo hebreo. El Reino está cercano de la destrucción; el pueblo no ha permanecido fiel a la alianza, se ha alejado de Dios y ha perdido la fe de los Padres. Según una lógica humana, es justo que Dios piense en rechazar el pueblo infiel: no ha observado el pacto establecido y por tanto merece la pena correspondiente, el exilio. Las palabras del profeta lo atestiguan: « Volverá́ al país de Egipto, y Asur será́ su rey, porque se han negado a convertirse » (Os 11,5). Y sin embargo, después de esta reacción que apela a la justicia, el profeta modifica radicalmente su lenguaje y revela el verdadero rostro de Dios: « Mi corazón se convulsiona dentro de mí, y al mismo tiempo se estremecen mis entrañas. No daré́ curso al furor de mi cólera, no volveré́ a destruir a Efraín, porque soy Dios, no un hombre; el Santo en medio de ti y no es mi deseo aniquilar » (11,8-9). San Agustín, como comentando las palabras del profeta dice: « Es más fácil que Dios contenga la ira que la misericordia ».[13] Si Dios se detuviera en la justicia dejaría de ser Dios, sería como todos los hombres que invocan respeto por la ley. La justicia por sí misma no basta, y la experiencia enseña que apelando solamente a ella se corre el riesgo de destruirla. Por esto Dios va más allá́ de la justicia con la misericordia y el perdón. Esto no significa restarle valor a la justicia o hacerla superflua, al contrario. Quien se equivoca deberá́ expiar la pena. Solo que este no es el fin, sino el inicio de la conversión, porque se experimenta la ternura del perdón. Dios no rechaza la justicia. Él la engloba y la supera en un evento superior donde se experimenta el amor que está a la base de una verdadera justicia. Debemos prestar mucha atención a cuanto escribe Pablo para no caer en el mismo error que el Apóstol reprochaba a sus contemporáneos judíos: « Desconociendo la justicia de Dios y empeñándose en establecer la suya propia, no se sometieron a la justicia de Dios. Porque el fin de la ley es Cristo, para justificación de todo el que cree » (Rm 10,3-4). Esta justicia de Dios es la misericordia concedida a todos como gracia en razón de la muerte y resurrección de Jesucristo. La Cruz de Cristo, entonces, es el juicio de Dios sobre todos nosotros y sobre el mundo, porque nos ofrece la certeza del amor y de la vida nueva. Sentido de la Indulgencia (n. 22) 22. El Jubileo lleva también consigo la referencia a la indulgencia. En el Año Santo de la Misericordia ella adquiere una relevancia particular. El perdón de Dios por nuestros pecados no conoce límites. En la muerte y resurrección de Jesucristo, Dios hace evidente este amor que es capaz incluso de destruir el pecado de los 7 hombres. Dejarse reconciliar con Dios es posible por medio del misterio pascual y de la mediación de la Iglesia. Así́ entonces, Dios está siempre disponible al perdón y nunca se cansa de ofrecerlo de manera siempre nueva e inesperada. Todos nosotros, sin embargo, vivimos la experiencia del pecado. Sabemos que estamos llamados a la perfección (cfr Mt 5,48), pero sentimos fuerte el peso del pecado. Mientras percibimos la potencia de la gracia que nos transforma, experimentamos también la fuerza del pecado que nos condiciona. No obstante el perdón, llevamos en nuestra vida las contradicciones que son consecuencia de nuestros pecados. En el sacramento de la Reconciliación Dios perdona los pecados, que realmente quedan cancelados; y sin embargo, la huella negativa que los pecados tienen en nuestros comportamientos y en nuestros pensamientos permanece. La misericordia de Dios es incluso más fuerte que esto. Ella se transforma en indulgencia del Padre que a través de la Esposa de Cristo alcanza al pecador perdonado y lo libera de todo residuo, consecuencia del pecado, habilitándolo a obrar con caridad, a crecer en el amor más bien que a recaer en el pecado. La Iglesia vive la comunión de los Santos. En la Eucaristía esta comunión, que es don de Dos, actúa como unión espiritual que nos une a los creyentes con los Santos y los Beatos cuyo número es incalculable (cfr Ap 7,4). Su santidad viene en ayuda de nuestra fragilidad, y así́ la Madre Iglesia es capaz con su oración y su vida de encontrar la debilidad de unos con la santidad de otros. Vivir entonces la indulgencia en el Año Santo significa acercarse a la misericordia del Padre con la certeza que su perdón se extiende sobre toda la vida del creyente. Indulgencia es experimentar la santidad de la Iglesia que participa a todos de los beneficios de la redención de Cristo, porque el perdón es extendido hasta las extremas consecuencias a la cual llega el amor de Dios. Vivamos intensamente el Jubileo pidiendo al Padre el perdón de los pecados y la dispensación de su indulgencia misericordiosa. La Misericordia va más allá de los límites de la Iglesia Católica (n. 23) 23. La misericordia posee un valor que sobrepasa los confines Clemente. Esta invocación aparece con frecuencia en los de la Iglesia. Ella nos relaciona con el judaísmo y el Islam, que labios de los fieles musulmanes, que se sienten acompañados la consideran uno de los atributos más calificativos de Dios. y sostenidos por la misericordia en su cotidiana debilidad. Israel primero que todo recibió́ esta revelación, que permanece También ellos creen que nadie puede limitar la misericordia en la historia como el comienzo de una riqueza divina porque sus puertas están siempre abiertas. inconmensurable de ofrecer a la entera humanidad. Como Este Año Jubilar vivido en la misericordia pueda favorecer el hemos visto, las páginas del Antiguo Testamento están encuentro con estas religiones y con las otras nobles entretejidas de misericordia porque narran las obras que el tradiciones religiosas; nos haga más abiertos al diálogo para Señor ha realizado en favor de su pueblo en los momentos conocerlas y comprendernos mejor; elimine toda forma de más difíciles de su historia. El Islam, por su parte, entre los cerrazón y desprecio, y aleje cualquier forma de violencia y de nombres que le atribuye al Creador está el de Misericordioso y discriminación. Madre de la Misericordia (n. 24) 24. El pensamiento se dirige ahora a la Madre de la Misericordia. La dulzura de su mirada nos acompañe en este Año Santo, para que todos podamos redescubrir la alegría de la ternura de Dios. Ninguno como María ha conocido la profundidad el misterio de Dios hecho hombre. Todo en su vida fue plasmado por la presencia de la misericordia hecha carne. La Madre del Crucificado Resucitado entró en el santuario de la misericordia divina porque participó íntimamente en el misterio de su amor. Elegida para ser la Madre del Hijo de Dios, María estuvo preparada desde siempre para ser Arca de la Alianza entre Dios y los hombres. Custodió en su corazón la divina misericordia en perfecta sintonía con su Hijo Jesús. Su canto de alabanza, en el umbral de la casa de Isabel, estuvo dedicado a la misericordia que se extiende « de generación en generación » (Lc 1,50). También nosotros estábamos presentes en aquellas palabras proféticas de la Virgen María. Esto nos servirá́ de consolación y de apoyo mientras atravesaremos la Puerta Santa para experimentar los frutos de la misericordia divina. Al pie de la cruz, María junto con Juan, el discípulo del amor, es testigo de las palabras de perdón que salen de la boca de Jesús. El perdón supremo ofrecido a quien lo ha crucificado nos muestra hasta dónde puede llegar la misericordia de Dios. María atestigua que la misericordia del Hijo de Dios no conoce límites y alcanza a todos sin excluir ninguno. Dirijamos a ella la antigua y siempre nueva oración del Salve Regina, para que nunca se canse de volver a nosotros sus ojos misericordiosos y nos haga dignos de contemplar el rostro de la misericordia, su Hijo Jesús. Nuestra plegaria se extienda también a tantos Santos y Beatos que han hicieron de la misericordia su misión de vida. En particular el pensamiento se dirige a la grande apóstol de la misericordia, santa Faustina Kowalska. Ella que fue llamada a entrar en las profundidades de la divina misericordia, interceda por nosotros y nos obtenga vivir y caminar siempre en el perdón de Dios y en la inquebrantable confianza en su amor. Conclusión : la misericordia urgencia para la Iglesia (n. 25) 25. Un Año Santo extraordinario, entonces, para vivir en la vida de cada día la misericordia que desde siempre el Padre dispensa hacia nosotros. En este Jubileo dejémonos sorprender por Dios. Él nunca se cansa de destrabar la puerta de su corazón para repetir que nos ama y quiere compartir con nosotros su vida. La Iglesia siente la urgencia de anunciar la misericordia de Dios. Su vida es auténtica y creíble cuando con convicción hace de la misericordia su anuncio. Ella sabe que la primera tarea, sobre todo en un momento como el nuestro, lleno de grandes esperanzas y fuertes contradicciones, es la de introducir a todos en el misterio de la misericordia de Dios, contemplando el rostro de Cristo. La Iglesia está llamada a ser el primer testigo veraz de la misericordia, profesándola y viviéndola como el centro de la Revelación de Jesucristo. Desde el corazón de la Trinidad, desde la intimidad más profunda del misterio de Dios, brota y corre sin parar el gran río de la misericordia. Esta fuente nunca podrá́ agotarse, sin importar cuántos sean los que a ella se acerquen. Cada vez que alguien tendrá́ necesidad podrá́ venir a ella, porque la misericordia de Dios no tiene fin. Es tan insondable es la profundidad del misterio que encierra, tan inagotable la riqueza que de ella proviene. En este Año Jubilar la Iglesia se convierta en el eco de la Palabra de Dios que resuena fuerte y decidida como palabra y gesto de perdón, de soporte, de ayuda, de amor. Nunca se canse de ofrecer misericordia y sea siempre paciente en el confortar y perdonar. La Iglesia se haga voz de cada hombre y mujer y repita con confianza y sin descanso: «Acuérdate, Señor, de tu misericordia y de tu amor; que son eternos » (Sal 25,6). Dado en Roma, junto a San Pedro, el 11 de abril, Vigilia del Segundo Domingo de Pascua o de la Divina Misericordia, del Año del Señor 2015, tercero de mi pontificado. Franciscus 8