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Transición socioeconómica y cambio en la identidad nacional Héctor M. Cappello Serie Cuadernos del CRIM Transición cívico-política y cambio en la identidad nacional 1, .• ,1' r· Héctor M. Cappello Transición cívico-política y cambio en la identidad nacional Universidad Nacional Autónoma de México Ceiitro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias Cuernavaca, Morelos, 2003 HM291 C366 Cappello. Héctor M. Transición cívico-política y cambio en la identidad nacional./ Héctor M. Capello. Cuernavaca, UNAM, Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias, 2003. 89 p. ISBN: 970-32-0703-0 l. Identidad social. 2. Identidad de grupo. 3. Procesos psicosociales. Catalogación en publicación: Lic. Martha A. Frías-Biblioteca del CRIM Diseño de cubierta: Poluqui Primera edición: 2003 © Universidad Nacional Autónoma de México, Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias, Av. Universidad s/n, Circuito 2. Col. Chamilpa, CP 62210 Cuemavaca, Morel~s, México Correo electrónico: crim@servidor.unam.mx Sitio en Internet: http://www.crim.unam.mx ISBN: 970-32-0703-0 Impreso y hecho en México Contenido l. Resumen 9 2. 1ntroducción 11 3. Aspectos hermenéuticos 21 4. Antecedentes 27 5. Metodología 39 Selección de· muestras, tipos de evaluación y aplicación de instrumentos de medición 6. Análisis y discusión de resultados 43 7. Discusión y conclusiones 57 Cuadros 63 Obras consultadas 81 Resumen Se efectuó un 'retest' de una irivestigación sobre "identidad iiacional y carácter cívico-político" en dos ciudades de la Frontera Norte (Ciudad Victoria y la ciudad de Matamoros), con objeto de conocer cómo repercutió la profundización de la política neoliberal d e u11 régimen presidencial a otroen las interrelaciones de la ciudadanía con las instituciones culturales, sociales, económ icas y políticas. En las comparaciones de las muestras entre un periodo a otro, se observó un cambio de orientación negativa de la cohesión general hacia las instituciones. Esto fue particularmente notorio con respecto a las instituciones de "comerciol', c'justicia" y "administración pública", donde se concitó la mayor expresión de respuestas disensuales por parte de las comunidades de ciudadanos encuestados. 2 Introducción La presente investigación tiene como objeto comparar el sentido de participación y de pertenencia institucionales, de dos muestras seleccionadas al azar de ciudadanos de las ciudades de Matamoros y Victoria del estado de Tamaulipas, México, para observar el efecto del catnbio del entorno socioeconómico en el tiempo (entre 1985-1993 para Matamoros y entre 1986-1994 para Victoria) y de las políticas instrumentadas por el gobierno federal en turno, en la identidad nacional y el carácter cívico-político de las poblaciones mencionadas. Como esta investigación forma pru::te de un programa que busca realizar el diagnóstico sobre el tipo de identidad y carácter nacionales prevalecientes en la población mexicana (Béjar y Cappello, 1990), se quiere conocer a su vez el grado de estabilidad temporal de las medidas utilizadas para construir dicha tipología, tanto entre sus componentes intravariables como en los interdimensionales. 11 lféctor M. Cappel/o Este programa se inició en 1983 (Cappello, 1983) orientándose después a un levantamiento de los indicadores de la identidad y carácter nacionales en México, para lo cual se dividió a la República Mexicana en seis regiones principales: Norte, Occidente y Bajío, Sur-Sureste, Centro (norte y sur), Pacífico y el golfo de México (Béjar y Cappello, 1986a). Hasta la fecha se han recogido los datos de 40 ciudades, reaplicándose en dos de ellas. Los datos al respecto han ido apareciendo a lo largo de estos años en libros y revistas especializadas (Béjar y Cappello. l988a; 1988b; 1990; 1992a; 1992b; Cappello, 1993a; 1993b; 1994; 1995a; 1995b; 1996). Las ciudades de Victoria y Matamoros en Tamaulipas presentan muchas diferencias entre sí. La primera es la capital política del estado y su principal actividad es administrativa, dado que es la sede del gobierno estatal. Al mismo tiempo, es una ciudad orientada primordialmente a los servicios educativos y comerciales. Aquí se encuentra la sede rectoral de la universidad estatal, así como la representación de otras importantes instituciones educativas tecnológicas, normales y privadas. También se concentra lo más importante del comercio de ropa, víveres, refacciones y servicios automotrices e industriales del Cuarto Distrito, que, entre paréntesis, es la zona más pobre de este estado. Su población no es mayor de 250 000 habitantes (INEGI, 1991 ). Con respecto a Matamoros, es una ciudad industrial y comercial, con una población superior a los 350 000 habitantes (ibíd.), y sede de una industria maquiladora en continua expansión. Además, es un puerto fronterizo de regular importancia que representa la puerta de entrada más cercana al sur y noreste de la República Mexicana a los Estados Unidos. Su economía es mucho más desarrollada que la de Ciudad Victoria. Sin embargo, se ha visto más afectada por la crisis socioeconóm ica de México, pues gran parte de su man- 12 Transición cívico-política y cambio ei7 la identidad ncicional tenimiento, cuyo costo es eii dólares, depende de los servicios de su vecina ciudad Brownsville, en Texas. La crisis y su cercanía con los Estados Unidos han Iiecho florecer una poderosa economía subterránea, la cual descansa en el contrabando de mercancías de Estados Unidos a México y en el iiarcotráfico de América Latina a Estados Unidos. En el caso de Ciudad Victoria, la primera muestra fue seleccionada eii 1986 y la seguiida en 1994. En el caso de la ciudad de Matamoros, la primera muestra estudiada corres ponde al año de 1984 y la segunda a 1992. Consideramos que el lapso transcurrido (oclio aíios) entre una y otra aplicaciones eii ambas muestras, es suficiente para registrar los cambios ocurridos en los indicadores de las categorias de las variables estudiadas, pennitiendo la posibilidad de inferir variables causales, inducidas por la profundización de la política económica ocurrida a lo largo de todo este tiempo en el país. Esta hipótesis está sustentada en el hecho de que las variables que aquí se estudian, representan el perfil factorizado de la identidad nacional y carácter nacional, vistos desde una óptica cívico-política de la población, ya que miden el sentido de pertenencia y el sentido de participación hacia las instituciones culturales, sociales, económicas y políticas que constituyen, en su mayoría, el plano organizativo del Estado-ilación mexicano. La concepción de la identidad y del carácter nacionales que se utiliza, parte de una aproximación distinta de la que tradicionalmente se Iia empleado en la antropología, en la psicología clínica y el psicoanálisis tradicionales del área académica norteamericana (Benedict, 1934, 1946a, 1946b; Kardiner, 1939; Klinneberg, 1949; Kluckhohn y Murray, 1948; Mead, 1 95 1;Merton, 1957; Parsons, 1964). El estudio de la identidad y del carácter nacional Iia sido abordado también por otras disciplinas, las cuales parten de Héctor M Cappel/o distintos niveles y aproximaciones metodológicas de investigación. Son clásicos los estudios de Erickson ( 1950, 195 8, 1959, 1962, 1963) sobre la asunción de la identidad sexual en adolescentes y el impacto de los procesos psicosociales que lleva aparejados en el desarrollo de la personalidad. La itnportancia de la identidad como factor de cohesión de grupo ha sido estudiada por Rabie y Horwits ( 1969). Así mismo, Tajfel ( 1972), Tajfel et al. ( 1971 ), Tun1er ( 1975), Tajfel y Tumer ( 1979) descubren cómo la simple diferenciación de un grupo asignado al azar, si comparte vicisitudes comunes, produce en las personas una fuerte tendencia a identificarse con el grupo y esto le permite mantener su autoestima. Según Tajfel ( 1978), la referencia al grupo en que se adscriben las personas, implica alternativas de estrategia personal, dependiendo de si se satisfacen --o no-- sus propias expectativas con el grupo. En el primer caso se refuerza la creencia en el cambio social como modo de cumplir sus expectativas, al mejorar cuando mejora el grupo. En el segundo caso, se refuerza la creencia de la movilidad social, al considerar mejorar cambiando de grupo. Dosie y Sinclair (1973), Deschamps (1973, 1974), Deschamps y Doise (1978) señalan que el establecimiento de identidades sociales seguras e inseguras se producen en el primer caso, cuando no se perciben alternativas cognitivas (expectativas) al statu_quo de la relación intergrupal. La percepción de alternativas es consecuencia de que las diferencias de status entre grupos se consideren inestables o ilegítimas. La percepción de ilegitimidad y de la inestabilidad de las relaciones lleva a un aumento de la diferenciación íntergrupal y a la disolución de la identidad de grupo. En otro tipo de investigaciones, considerando la diferenciación del status dentro del grupo, Huici (1985) encuentra que entre los grupos de alto status, con ciertas excepciones, 14 1 1 Transición cívico-política y cambio en la identidad nacional producen una mayor diferenciación intergrupal. Un segundo resultado es la tendencia al favoritismo exogrupal por parte de los grupo de bajo status. La ilegitimidad percibida en las relaciones de status va asociada a un aumento de la diferencia intergrupal (Tumer y Brown, 1978). Otro resultado encontrado por estos autores es que la estabilidad y la ilegitimidad interactúan de manera distinta con el status. Los grupos de bajo status aumentan la diferenciación cuando se da la inestabilidad e ilegitimidad en el sistema del status; los grupos de alto status lo hacían cuando el sistema era legítimo e inestable, y no haciéndolo cuando lo consideraban, además de inestable, ilegítimo. Otros estudios demuestran que la inestabilidad y la percepción de la ilegitimidad no son independientes, sino que, la presencia de cambios en el sistema de status suscita el cuestionamiento de la legitimidad. En la diferenciación intergrupal (rompimiento de la identidad común del grupo), de acuerdo con MuJien, Brown y Smiths (1992), se con1prueba la tendencia a favorecer al endogrupo en las dimensiones relevantes. Por otra parte, cuando se tienen en cuenta los factores de relevancia de las dimensiones y status del grupo, se da una interacción entre status de los grupos y relevancia de las dimensiones: tanto en los grupos reales como en los artificiales se observa la existencia de una relación positiva entre status y diferenciación (pérdida de la identidad grupal) en dim~nsiones relevantes, mientras que se da una relación negativa cuando Jos grupos son de bajo status (¿solidaridad?). Cabe mencionar que estos análisis de la identidad social, realizados con un enfoque de la psicología social experimental, hacen de lado algunas dimensiones socioculh1rales y políticas pertinentes. Cabría mencionar la din1ensión individualismo-colectivismo (Hofstede, 1980; Triandis, et al., 1988) aplicable a culturas y subculturas. Esta dimensión tiene que 15 Héctor M. Cappe/lo ver con la tendencia a la competición interpersonal, el logro, la separación y autonomía respecto al grupo (en el polo individualista) y, la cooperación y cohesión intragrupal, así como la relevancia en los logros colectivos, en el polo colectivista. La segunda ditnensión-aplicable a los grupos--tiene que ver con la existencia de ideologías comparativas o relacionales por una parte, e ideologías no comparativas o autónomas con respecto a otros grupos por otra. La orientación relacional se daría en aquellos grupos que se definen por contraposición a otros. Los autónomos son autosuficientes y la evaluación del grupo tiende a hacerse de acuerdo con un estándar o criterio evaluativo, no con respecto a otros grupos. Es evidente que los parámetros de interacción de los pequeños grupos difieren de los mayores, particularmente de aquéllos donde se juega el destino cotidiano de cada uno de sus miembros. El escenario de las sociedades complejas compromete no sólo distintas formas de compromiso individuales, sino también la aparición de formas más contundentes de influencia de los procesos estructurales del poder, la organización. la cultura y la economía. Son la ciencia política, la sociología y la sociopsicología las que estudian las influencias que inciden en el mantenimiento de las personas en sus grupos de actividad cotidiana, en su interacción con grupos de membresías distintas a la individual y a su integmción, no sólo mediante los status y funciones, sino las normas, coacciones, apelaciones y expectativas de recompensas futuras tanto individuales como de grupo. En la vida colectiva, la distribución del poder como dimensión que cohesiona o desintegra a los colectivos sociales, se manifiesta de manera obvia o sutilmente bajo la cobertura de las formas políticas que amparan elfair play o unfair play de las acciones de los grupos n1inoritarios- mayoritarios. 16 Trnnsiciún cívico-política y cambio en la identidad nacional 1.1'· ',' i"' ~;. ·.. i,' 1' i"' La dimensión de culturas y subculturas altamente diferenciadas que se relacionan con o sin reconocimiento de sus pluralidades, al negociar su pennanencia en los mismos ámbitos locales, regionales o nacionales de un territorio aparentemente común con distintas jerarquías, tensan y obscurecen la aceptación del criterio de identidades semejantes, y entonces, orientan su pertenencia con valoraciones muy distintas a la idea de la universalidad de la organización de los Estados-nación y al nacionalismo de su base ideológica (Kedourie. 1966). Para poder superar la diversidad real de grupos e individuos. capas sociales. lenguajes, especializaciones, etnias y tradiciones. geografía y dimensiones urbanas, suburbanas y rurales, aceptando pertenecer a grupos cada vez más complejos. se debe incrementar más el compromiso intelectual y abstracto del sentido de identidad (Renan, 1882). Este sentido de identidad intelectual, indudablemente apela a una '~voluntad general" que hace ver la necesidad de un pacto sociopolítico tincado en una distribución equitativa de los recursos y de acuerdo con el reconocimiento de las diversidades. que norme los formatos de interacción de personas y grupos y establezca de manera transparente los criterios de excepcionalidad y de generalidad en la aplicación de políticas. reconocimientos y prioridades. La antropología social y cultural ha apot1ado notables estudios sobre la identidad social y el car4fter nacional. Sin embargo, como nos dice Wolf ( 1966: 36) no tocan en su análisis ni en su interpretación los aspectos institucionales de la estructura nacional. Por el contrario, la mayoría de las veces se basan en el análisis de los grupos interpersonales, las formas de conducta y las expresiones sociales que los rigen. Con respecto a las identidades y caracteres nacionales. los intelectuales latinoamericanos nos dan más cuenta de una descripción de las '"mentalidades'" dominantes de la época que 17 Héctor M. Cappello una concepción de las estructuras sociopsicológicas subyacentes a los comportamientos nacionales (Arguedas, 1973~ Bunge~ 1918~ Caso, 1914; Díaz de Medina, 1954; García Calderón, 19 12; Henríquez Hureña, 1960; Ni m Frías, 1907; Reyes, 1955; Rodó, 1927~ Rojas. 1922; Tamayo, 1922; Vasconcelos, 1957). Una contribución relevante a este aspecto fue la de Waldo Frank ( 1927), cuyas ideas ayudaron a muchos pensadores de América Latina a cristalizar las propias. Así, Reyes (1955), Henríquez Ureña (1960), García Calderón (1912), Francovich ( 1942), Díaz de Medina (1954), Mariátegui ( 1959), Orrego ( 1928) y Haya de la Torre ( 1948) participan de esa atmósfera encantada del "novomundismo", donde se reconocía que existe un problema o un grupo de problemas vinculados que es necesario resolver, si la An1érica española ha de realizar su destino. No podemos decir que el Estado se ha mantenido indemne ante la eclosión de los fenómenos que han producido los procesos de la globalización mundial. Por el contrario, la influencia de ellos ha ido contribuyendo a desmitificar los propios alcances del Estado moderno, por una parte y, por la otra, ha obligado a que éste responda con mayor pertinencia a las realidades contradictorias de la naturaleza humana. Hemos considerado que lo "nacional" dirige teórica y fácticamente hacia el plano de organización en que se vertebra el Estado-nación, considerado éste como un paradigma que emerge a partir de las concepciones del Estado en el Renacimiento, y que se establece plenamente en la constitución de los Estados nacionales contemporáneos (Busquets, 1971 ). Históricamente, la Revolución francesa y la integración de la República norteamericana delinean el nuevo perfil de la organización democrática de los Estados-nación, y, es a partir de las teorías que emergen con estos dos hechos históri- 18 Transición civico-política y cambio en la identidad nacional cos, que la conjunción de gobierno, población, territorio, representación democrática, igualdad. solidaridad y libertad dan la fisonomía a la modernidad política de nuestras sociedades (Skinner. 1979~ Tivey, 1981 ). Un antecedente obligado es el surgimiento de la teoría del Estado moderno que aparece ya en el Renacimiento, y cuyo principal teórico es Machiavello. En nuestra proposición subyace la idea de que los procesos colectivos de la identidad nacional y el carácter cívicopolítico nacional son, por un lado, responsables de la cohesión de las sociedades complejas (los Estados-nación) y por el otro, coadyuvan en el mantenimiento del propio nacionalismo con sus aspectos positivos y negativos inherentes (Gellner, 1987). A pesar de que las sociedades que escogieron el modelo de organización del Estado-nación presenten en su estructura general una cierta semejanza, su peculiar origen histórico les ha dado ciertos matices que los diferencian. Las nuevas naciones que emergen en América Latina, Asia y África muestran hasta qué punto el peso de las variables históricas y de las dramáticas relaciones de sumisión y dominio entre los Estados-nación han propiciado un diferente grado de madurez de las instituciones estaduales y distinto efecto sobre la conformación de la identidad y carácter nacionales de sus ciudadanos (Furnival, 1948). Actualmente, México es un caso en cuestión, pues a pesar de su aspiración de transformarse en un país tnoderno, a imagen y semejanza de los europeos, aún se debate ante las fuerzas que emergen de su vasto pasado y la búsqueda de nuevos horizontes que le den viabilidad con1o un Estado-nación independiente. 19 ! 1,1 Aspectos hermenéuticos Expl icar porqué tomamos coino parte fundamental del anál isis al Estado-riacióii primero, y segundo, la referencia a las instituciones como vía de análisis de la identidad y carácter iiacionales, implica coiisidet-ar estas entidades como parte de la iiitersubjetividad colectiva (de la población). Están construidas a partir de la representacióii social que la ciudadanía desarrolla acerca de sus experiencias y percepcioiies Iiistóricas y cotidianas de la vida cívico-política de su Estadonación. El Estado es percibido por los colectivos ciudadanos como uiia entidad de conceiitración del poder de la Nación, el cual se desdobla eii dos plaiios fundaiilentales. Al primer plano lo significan como Lin coiijunto de postulados abstractos que tienen una fiiiición altruista para con los inisrnos ciudadaiios. Por ejeniplo: brindar seguridad para iieutralizar nmeiiazas externas e iiiteriias al país, proporcionar el anibiente adecuado para que la población logre sus metas de bienestar. proporcionar los medios racioiiales para integrar a Héctor A4. Cappello la ciudadanía de acuerdo con los valores, metas y fines acep tados consensualmente por la mayoría, asegurar los principios y procesos políticos de la vida democrática,cumplir con los deseos viables de las comiinidades, hacer prevalecer la ley y la organización de la sociedad para asegurar su perina iiencia y representar a la Nación en las relaciones internacionales para lograr que el país se mantenga como una entidad autónoma y soberana, etc. (Kelman, 1983). El segundo plano se percibe como un conjunto de accioiies emprendidas por el gobierno, en representación del Estado, que se ajusta11o no a los postulados del primer plano. A este plano lo hemos denominado Estado empírico, y se cona tituye fundamentalmeiite por la percepción de los usos visibles, supuestos y cotidianos que el gobierno hace del poder de la Nación. Los planos arriba referidos se coiistituyen en un conjunto de instituciones formalizadas e informales, que influyen activamente en el desarrollo y especialización de las relaciones sociales de la ciudadanía, así como en su interacción con las representantes del Estado. La iiifluencia estadual, cuando el segundo plaiio se ajusta a lo indicado por el primero, crea el desarrollo de una conciencia nacional inadura, la cual permite la cohesión estrecha de los ciudadanos con las instituciones que constituyen al Estado-nación. Cuando éste es el caso, sucede algo semejante a lo que sostieiie Moscovici con respecto a la construcción de la realidad social'(1984). Los ciudadanos de manera intersubjetiva crean una representación social del Estado, como un conjiinto de valoraciones, actitudes y condiciones positivas para el desarrollo aceptable de la sociedad. Cuando el segundo plano iio se ajusta a los supuestos contenidos en el primero, dependiendo del grado de distanciamiento entre ellos, provoca que la ciudadaiiía forme su repre sentación social del Estado-nación como algo fragmentado, Transicicin cívico-politica -v cartlhio en la identidad nacionnl contradictorio, descoiifiable, con una valoración negativa y actitudes de rechazo, que como afirma Sánchez- Susarreyal ( 199 1 : 158), desmontan su legitimidad. Ante la experiencia negativa, el ciudadano en su juicio cognitivo desacredita las acciones de las instituciones estaduales, pero, al tener forzosamente que estar en interacción con ellas, desarrolla un proceso de alienación. Esto puede políticos de apatía, cimanifestarse en los compoi~aniie~itos nismo o pasividad frente a las demandas de las instituciones. En situaciones extremas. el comportamiento colectivo puede derivar en una situación cotidiai~a,donde la ciudadanía se siente despojada de poder y responde frente a la ilegitimidad y corrupción del Estado empírico con acciones evasivas, no comprometidas y pai-ticu larmente no cooperativas. La ciudadanía representa sus relaciones con la institucionalidad estadual como un coi~juntode expectativas de extorsión, temor, desamparo y probable agresión. La percepción de divorcio "real" entre los dos planos del Estado puede ser coadyuvante de una condición patognomónica de la política, donde la ciudadania pierde su identidad y carácter cívico-políticos. Es decir, la "conciencia nacional" naufraga y la cohesión entre ciudadaiiía e instituciones del Estado-nación se diluye, poniendo en peligro la viabilidad del propio país. En la historia de la nación mexicana se ha presentado como una constante el desfase entre los principios, valores y supuestos que dan origen a la nueva nacibn, así como la actuación de los distintos modelos de Estado "empírico" que se han sucedido desde la revolución de independencia política, hasta la actual etapa de la "admiiiistración de la crisis". Esta condición Iiistórica Iia creado un proceso de altibajos en la construcción de la identidad nacional y carácter cívico-politico de los ciudadanos inexicanos. Tainbiéii es iiecesario toinar en cuenta que el estado inexicaiio siempre se Iia visto iiierine eii las vicisitudes sufridas aiite los poderes iiiternacionales en turiio. Coiidición que se ha aceiituado eii la actiialidad con el creciiiiietito de la iiífliiencia de organizacioiies de tipo iiiteriiacional. iiiultiiiacional y transiiacioiial, ciiyas decisiones afectan el ámbito de las soberanías nacioiiales de los paises coiitemporáneos en aspectos no sólo econóin icos. siiio tain bién en los sociales, cultiirales y políticos (Fi-ainbes-Buxeda, 1994; Mato. 1995). La creciente globalización econóniica y su estructuracióii en regioiies iiiultiiiacioiialesproduce efectos reales eii el cani bio de actitudes, valores. tradiciones y costumbres. Coii ello. facilita el desvaiiecimiento de las estructiiras idiosiiicrásicas de las colectividades iiacioilales. El cainbio de expectativas de los ciudadaiios con respecto a sos relaciones con el Estado nacional y (ahora, además) con la coiniinidad iiiteriiacioiial. acelera el caiii bio de lealtades con respecto a sus propias institiicioiies.Eii particular, cuaiido éstas 110 Iiaii sido suficieiitespara procui-arleu i i adecuado iiivel y calidad de vida, iiii ámbito de "justicia". tanto imparcial coino Iionrado y una "adin iiiistracióii pública" eficieiite. eficaz y honesta. tal como debiese ser. de acuerdo coii los supuestos formales eii que estáii fundamentadas dichas iiistituciones. Por lo anterior, iio es extraño que la conciencia nacional padezca uii proceso crecieiite de precariedad y decaimiento. El abatimieiito de Jos iiiveles de identidad y carácter cívico-políticos nacionales, por la pérdida de la coliesión social a qiie da lugar. supone m uclias posibles consecuencias, entre éstas: el increinento de los procesos aiióinicos. crecientes teiisioiies sociales. auniento de los procesos de desorganización social, aparición de siiitomas de ingoberiiabilidad. surgimiento de inoviniientos sociopolíticos contestatarios. desplome institlicioiial y, en caso extremo. la irrupción revolucioiiaria así como la fragiiieiitación del país eii iiuevos estados iiidepeiidieiites, como Iia ocurrido recieiitemente en Yugoslavia y en Europa Oriental (Attali. 1993). Es posible que aiite los iiuevos esceiiarios de la globalización econóinica. los Estados nacionales, con profiindas contradicciones por sus estructuras societarias diacrónicas, con poblaciones eii limites extrenios de creciniiento poblacional, administraciones públicas ineficientes y culturas políticas preniodernas y con ecoiiomias que soineteii a la población a extrema pobreza, evolucioneii de iiianera no prevista y iio precisamente pacífica, para dar lugar a iiuevos paradigmas de organizacióii, niás allá de lo nacioiial. América Latina puede ser reintegrada coino unidad politica inultinacional. o reagniparse en torno de aquellas iiaciones qiie incremeiiteii su viabilidad a corto plazo coino sociedades políticas y econóin icas, o fatídicainente, su a b sorción total (como en el siglo pasado pasó con algunas r e giones latinoainericanas) por la expansión crecieiite de la i~acióiinorteamericana. En cualesquiera de los esceiiarios previsibles del fut~iro iiiiindial, la globalización económica iio dejará iiideiniie a las iiistituciones del Estado-ilación. Éstas sufrirán el cain bio de la diineiisióii de las relacioiies interiiacionales y siis efectos de polarización iiiterregioiiales. La perdida fuiicional del significado de los "seiitires iiacioiiales" coiiio aspectos de importaiicia econóni ica. pudiera hacer que ~iiuchasiiistitiiciones aumentaran su cibsolescencia, otras desaparecieraii y algiiiias nuevas aparecieran. afectando todas el las los procesos de cohesión que explica11la viabilidad de los Estados-iiacióii. Eii especial la de aquéllos que han sido meras comparsas del ecoiioin icisiii o occidental. Las institucioneseii que se vertebra el Estado-nación (sociales, políticas, ecoiióinicas y culturales) cumplen con el lfécior M. Cappello coinetido de socializar e influir en la ciudadanía para que ésta se conforme, de acuerdo con sus principios y fundamentos sociopolíticos (Castoriadis, 1995). De manera importante, un grupo de instituciones descansa en concitar las emociones, los afectos, la solidaridad, la empatía, la cooperación, la sociabilidad, los orgullos afiliativos, la sensibilidad y el placer colectivo que hacen sentir a la ciudadanía su pertenencia a una comunidad o participación de manifestaciones s e mejantes. Estas instituciones, por su naturaleza ideoafectiva se manifiestan como espacios "doiide se intercambian y e s pecializaii relaciones 'expresivris". Son instituciones que podemos denominar, por ello, "expresivas" (Cappello, 1 99 1 ). Otro grupo de instituciones estadiiales establecen fines, principios, requisitos y jerarquías de objetivos y valores, para especializar las relaciones sociales de los ciudadanos en el cumplimientoy desarrollo de la racionalidad de las acciones del Estado. Estas instituciones, fundamentalmente económicas y políticas, las podemos denominar "directivas". Ellas subyacen en las dimensiones de autoridad, exigencia, mandato, eficiencia, eficacia, desarrollo, viabilidad colectiva y sentido de la responsabilidad histórica. En suma, representan la racionalidad de la concepción del Estado (ibíd.). Antecedentes Recientemente se han dado casos de derrumbe institucional del Estado-nación en Europa del Este y en las naciones del coiio sur americano. Actualmente, a partir de las crisis sociopolíticas de 1968, México inició un proceso acelerado de reconversiones institucionales. El cambio apunto hacia la búsqueda de nuevos modelos de organización social, política y económica que permitieran una mayor representación de las mayorías ciudadanas, nuevos pi+ peles y rangos de los grupos, las clases y las organizaciones sociales, así como nuevas formas de asumir las relaciones económicas, tanto en lo interno, como en lo internacional. La sociedad que emergió como consecueiicia de la R e volución Mexicana había dado como fruto principal la creación de un grupo predominantemente urbano y cuya exparr sión deinográfica lo transformó en una nueva sociedad de masas. Desafortunadamente, las poblaciones rurales, actores principales de esta gesta, aunque inicialmente recibieron ciertas concesiones ecoiiómicas y políticas, como la reforma agraria, pronto fueron relegadas a iin papel secundario, en beneficio de los sectores urbanos einergeiites que se acoinodaban niás a la idea de crear una sociedad industrial. La sociedad industrial se coiisideraba corno la llave para rcsolver los ancestrales rezagos socioecoiióinicos de la sociedad iiiexicaiia. Al igual que en la Iiidependencia y eii el iiiovim iento de Reforina del siglo pasado, el civi lisino poste rior a la Revolución de 19 1 O asuinió la idea de una sociedad iiidustrial, coiicebida como el paso ineludible para alcanzar la "inodernidad". En consecueiicia, al Iiacer caso oiniso a la iiecesidad de cambiar paralelamente la estructura y cultura política doininante, se perpetuó un sistema de control político que poco tenia que ver con los ideales democráticos, con la igualdad y con el respeto a la libertad ciudadana. La pertinaz actitud de considerar a las inasas coino iiiey tas para goberiiarse, adicionado el Iiecho de qiie hasta 1910 existía iin analfabetismo geiieralizado eiitre la mayoría de la población, a la sazóii casi totalineiite indígena, llevó a las élites a configurar una especie de neo-despotismo ilustrado que, previaineiite iiiiciado por el grupo de los "cientificos" del porfiriato, después de la Revolució~ise continuó con la "fam i l ia revolucionaria", Iiasta pasar, durante el periodo de desarrollo estabilizadgr, a la "burocracia neorrevolucionaria" y terminar en la conformación de la "familia financiera con un fuerte maridaje coi1 la élite del gobierno de los econoni istas neo1iberales coiltem poráneos". Todos estos grupos, en sus distiiitas épocas, ejercieiido el poder con uii ostensible autoritarismo. no han titubeado, ciiaiitas veces lo Iiaii considerado necesario, eii recurrir al uso de la violencia selectiva en contra de la oposición inteligente, así como a la represión generalizada y cínica en contra de las protestas de las clases inás desprotegidas. Tronsi~*ihn civic.o-políricny ctrlnhio en la identidad nocionul Contrario a las tesis federalistas en que se sustenta el Estado inexicano, la ceiitralización, en todos los aspectos, ha sido coiiservada coino el recurso político fi~ndanientalpara coiigelar cualqiiier iniciativa de recambio político. Algo seiiiejante. refiriéiidose al caso de Turquía ha seííalado Beriiard (1 968) sobre los efectos per~iiciososdel centralisnio: . El efecto más notable del ceiitralismo es que es un sisteiiia que ha regulado a las diversas comunidades (iiacionales y religiosas) excluyendo la posibilidad de una tendencia Iia cia uii crisol étnico. Eii el caso nuestro, el centralismo del gobierno mexicano, deliberadamente alguiias veces y otras por omisión, ha iinpe dido que se desarrollen eii igualdad de condiciones sociales, políticas, culturales y económicas las distintas regiones y estados coiistiiutivos de la República Mexicana. Siii embargo, a pesar del férreo control político ejercido por laélite política del gobierno, en 1968 se observa el agotainiento iiiicial del modelo de desarrollo económico (estabilidad con crecimiento e indiistrializacióii, a partir de la sustitución de importaciones), y con ello, del sisteina sociopolítico que lo propició (Zermeño, 1 987: 72). Es a partir de esta feclia que México entra en iina etapa de crisis recurreiites, que bajo los signos alarmantes de los indicadores económicos, transparenta una mayor y más profum da crisis política. El "Sisteina", i~icapacitadopara trascender sus propias liinitaciones, lleva al país hacia situaciones cada vez más extremas. Los "polí1.icos". que algo tenían que p r e poiier para iiivertir el proceso creciente de la crisis, soii proiito siibstituidos por iina nueva clase de teciiócratas, cuyas decisiones. a espaldas de la tradición histórica nacionalista, Iian llevado al país a uiia cada vez más dramática pérdida de su autonomía económ ica y política, sin que se Iiubiese observado, como contraparte, la publicitada mejoría para las mayorías ciudadanas. En 1982, en medio de una crisis financiera y política de graves proporciones, el Lic. de la Madrid Hurtado sucede al Lic. José López Portillo como presidente electo de México. El proyecto que propone para superar la crisis (de la Madrid, 1982) es preparar al país para abrir su economía a la dinámica del comercio internacional, establecer férreos controles sobre el gasto público, aumentar la capacidad de ahorro iiiterno mediante estrictos controles financieros, disminuir sensiblemente el consumo, devaluar la moneda, generar una espiral inflacionaria y abrir nuevas líneas de préstamos internacionales para apuntalar una economia en picada. Como paliativo, se implantó un control irreal de los precios de una restringida canasta básica de alimentos. De 1982 a 1988, a pesar del empobrecimiento geiieralizado de la población, el sistema político no enfrentó mayores problemas, como de heclio había ocurrido con otras naciones de América Latina que enfrentaban igual situación. En parte, esto fue debido a que la dimensión del presidencialismo se redujo notablemente, se amplió la reforma política, al perm itir que la representación de los partidos de oposición se incrementara en la Cáinara de Diputados y, se avanzó en el mejoramiento de los procesos electorales. Sin embargo, como contrapartida, el nivel de vida de la población retrocedió al que había existido en 1974. EII las elecciones de 1988 el PRI (Partido Revolucionario Iiistitucional), partido político dominante, sufrió el voto de castigo por las condicioiies de depauperización a que el gobierno había llevado al país. La ciudadanía votó masivame* te por la oposición. Sin embargo, el gobierno prefirió correr el riesgo de cometer un fraude electoral - e n beneficio de Trnr~sicióncívico-l~o1itic.o y cambio en la idei~tidadnacional i 1 I: TR fi !j i' B14 kp; ;1 4,j 1bfi1 ;fJ' i!; (4 i;j ,!,!!, ,$ ] iij Ir;, \!): (:!j, il? ,!i: 1;:. i;, 1; 1,: Carlos Saliiias de Gortari, quieii había sido postulado por el partido gobernante ( P R I que ~ reconocer el triunfo de la oposición. A pesar del fraude electoral, no pudieron dejar de reconocer el triunfo de otros partidos en las posiciones de diputados, senadores y presidentes municipales de distintas regiones del país, enfrentando por primera vez una vigorosa oposición parlamentaria. A pesar de las enconadas protestas de la oposición, nunca se permitió la revisióii exhaustiva de las boletas electorales. Éstas fiieroii almacenadas en la Cámara de Diputados y después de un prudente tiempo, fueron arrasadas por un misterioso incendio accidental. El nuevo presidente (Salinas)planteó como programa de gobierno una inayor profundización de las medidas tomadas por su predecesor. De acuerdo con el partido conservador (PAN: Partido de Acción Nacional), canibió muchas leyes del país que protegían al campesino y al trabajador de la explotacióii extrema, desapareció el régimen especial de la tenencia de la tierra, Iiaciendo posible que ésta fuera enajenada por el cainpesino o comercializada de distintas maneras. El Estado endureció su acción contra los sindicatos y los limitó en muclias de sus prerrogativas y derechos de repre sentación obrera. Liberó la mayoría de los precios de los productos de primera necesidad y contuvo el proceso inflacionario por inedio del control de los increinentos salariales y uiia fuerte disciplina fiscal y del gasto público. Aspecto notable fue el mantenimieiito de tina paridad cambiaria de flotación restringida. La extrema austeridad pública profundizó la miseria de las clases pobres, al punto de que 70% de la población se coiisideró que estaba en los limites definitorios de la pobreza. De este ainplio sector, casi 25% caía dentro de la pobreza extrema (PRONASOL. 1993). Las medidas económicas adoptadas tuvieroii nuevaineiite como paliativo nuevas reformas políticas; se ampliaron los inárgeiies de representación proporcional en la Cáinara de Diputados, y, por primera vez, se iiicluyó la representación proporcional en la Cámara de Seiiadores. Sin em baqo, se cuidó ineticulosainente que la defiiiición de mayoría parlamentaria siguiera favoreciendo al partido del gobierno (PRI). En los casos de uii porcentaje de votación específico para cambiar leyes substaiitivas, se recurrió al arreglo con la representación del Partido de Acción Nacional (PAN), por medio de la cesióii de dispensas y canoi?jías, así como del recoiiocimiento de sus caiididatos eii ciertas gubernaturas y alcaldías. Se orientó el proceso de produccióii a la exportacióii, y coi1 ello se buscó moderiiizar la planta productiva mediante la firma de un acuerdo con los Estados Unidos y Canadá. para establecer una zoiia de libre coniercio eiitre estas naciones. Considerando las ventajas que representaba el Tratado de Libre Coinercio de Norteainérica para el sector industrial mexicano, se consideró (miopemente) qiie éste se reconvertiría casi autoináticamente, para enfrentar la competencia i ~ i ternacional en su propio mercado y para aprovecliar siis ventajas económicas comparativas frente a los mercados de los otros dos socios. Al proseguir coi1 la acción emprendida por su predecesor, el presidente Salinas coiitinuó privatizaiido las coinpañias industriales y comerciales propiedad del Estado. Con el dinero obtenido se financió una extensa politica social para provecho de los sectores económicamente mas desfavorecidos, creárr dose una nueva secretaria que se denominó SEDESOL (Secretaría de Desarrollo Social). Los objetivos extríiisecos de esta nueva política eraii crear--tomaiido en cueiita las iiecesidades de las comutiida- 7i.cl11sicióncivic-o-poliliccr?) carizbio cjrl / a identidad nacional des- nuevos iiiterlocutores directos entre éstas y el gobieriio de la República. Eii el fondo, pareciera que se optaba por ejercer el coiitrol de las comuiiidades de manera diferente a la ~isual,sustituyendo al partido del pRi por los adininistradores del "Prograina de Solidaridad". La privatización de la economía pública, la apertura apresurada de la econom ia iiiexicana ante la competencia i ~ i teriiacional, la firnia del Tratado de Libre Comercio, la profiiiidizacióii de la ni iseria en la poblacion, el incremento del desenipleo, la quiebra de niuchas medianas y pequeñas iiidustrias como efecto reflejo de los cambios econóinicos introducidos, el aumeiito del desequilibrio económico interiio, la sobrevaliiación de la moneda, el endeudamiento internacioiial con pagos a corto plazo y el iiiaudito crecimiento de la ceiitralización de las decisiones sociales, económicas y políticas en maiios del presidente, orientó a un rápido desenvolvimiento de la corrupción pública, a una baja de la inoral socia] y a tina penetracióii profunda de la iiifliieiicia del iiarcotráfico en inuchos niveles del gobierno. La oposición continuó creciendo y las contradicciones entre los miembros del aparato gobernante y su perdida c r e cieiite de concertación y distribución de poder y canonjías, hizo que apareciera la v ioleiicia política y una creciente inseguridad pública. México se precipitó en los inicios de lo que se ha deiioin inado la "iiigobernabi lidad" (Moctezuma, 1 993). Los asesiiiatos políticos de figuras importantes del partido del gobienio (PRI),de opositores de otros partidos (particularmeiite del Partido de la ~evoiuciónDemocrática), de un miein bro destacado de la iglesia católica y el levantamieiito de iiidigenas en el estado de Chiapas coninocionaron al país eii 1994, concitaiido la bíisqueda, por parte de inuclios sectores, de un nuevo pacto social que permitiese una transicióii Hécror M. Cnppello pacífica hacia el cambio político, aunque no se viese cónio Iiabría de lograrse su viabilidad. Durante iin largo tiempo (de 1917 a 1 968), las poblaciones mexicanas fueron socializadas con la idea de que la Revolución Mexicana había Iieclio emerger una nación vigorosa, na cionalista, suficiente, y coi1 recursos naturales y culturales que la hacían económicamenteviable. A la vuelta de 78 años, ninguiia de estas ideas logró coiisolidarse en un proyecto nacional. Es más, la gran mayoría pensante considera que la ina yor tragedia ha sido la incapacidad de los gobernantes de Iiaberlo siquiera intentado. Por el contrario, los datos apuntan a que la nacióii se Iia convertido eii una eiitidad cada vez más dependiente de los poderes financieros internacionales, sin que se pueda observar a ciencia cierta, cómo saldrá el país de esta crisis que se prolonga ya por más de 27 largos años. Con los últimos gobiernos, el modelo surgido de la R e volución Mexicana, su organizacióii cultural, social, política y ecoiióinica Iia desdibujado su perfil original y ha perdido sil capacidad de convocatoria. Las instituciones que surgieron con ella se han pervertido. La corrupción oficial generalizada y su autoritarismo evidente, provocan un fuerte desánimo en todos los sectores de la sociedad y despiertan la idea de que su confianza Iia sido niaquiavélicamente traicionada. La sensación cada vez menos vaga de que algo más que la legitimidad se ha usurpado, apunta hacia la pérdida de la conciencia nacional, en virtud de un Estado que divorcia a sus institucioiiesde sus obligaciones ante la nación coiicreta. Un Estado que organiza a la iiacióii deiitro de una densa malla de formalismos jurídicos, facilita el ocultamiento de sus maniobras para desviar los recursos de las finanzas públicas y favorecer las aiisias patriinonial istas de sus dirigentes y de los sectores estrechamente aliados a ellos. Le permite propiciar una corrupción sistemática en todos los iiiveles fiansicicin cívico-/~oli/ica y ccrntbio cn la identidad nacional de la administración pública, y termina por hacer que el país disponga de una institiicionalidad débil, desacreditada y con iina legitim idad en entredicho. La sociedad así obligada y en clara desventaja frente al poder de los personeros del gobierno, desdobla su comportainiento buscando, por una parte, evitar al máximo su compromiso con las acciones que impulsa el Estado y, por la otra, generar una compleja malla de relaciones sociales informales que le permita escapar a los controles del gobierno (algo que en economía se le coiioce como la "economia subterránea") manifiestándose en todos los aspectos de la vida social, cultural y política de la ciudadanía. La defección institucional Iiace que México se descomponga en tina multiplicidad de "Méxicos". todos ligados por uii conjunto de actitudes altamente reactivas a la autoridad pública y de profunda desconfianza hacia las instituciones inayormente políticas. El coiitenido emocional que esto conlleva para la población, la predispone por igual para la no participación cívica (apatía política), como para la expresión cambiante de actitudes de sumisión y rencor ante los representantes de la institucionalidad. En cuanto a las expectativas ante el comportamiento de la institucionalidad, nadie en su sanojuicio puede considerar los servicios de protección policiaca como confiables, n i a ningún respoiisable de alguna oficiiia de gobierno como justo o como Iionesto. Particularmente, las actitudes frente a la administración pública, frente al aparato de la justicia y ante los partidos políticos muestran un nivel patético de temor, rencor y rechazo. Precisamente, esta investigación hacia las instituciones del Estado-nación rnexicano se realizó durante la aparición dramática de la crisis (periodo de de la Madrid) y sus posteriores "retests", cuando se Iiabía ya entrado de lleno en el periodo salinista. Es decir, cuando se perfiló. casi totalmente, el modelo neoli beral que caracteriza a la situación socioeconóinicaactual, y que taiitas reacciones y consecuencias paradójicas ha provocado. Los datos obtenidos de ciudades de la frontera norte, del Pacífico, del golfo, del Bajío, del occidente, del centro-iiorte y de la Ciudad de México apuntan, desde las primeras encuestas aplicadas en el programa de investigacióii arriba referido, hacia iin bajo sentido de pertenencia y de participación institlicionales, particularmente en aquéllas de tipo político y en alguiias económicas y sociales. Por el coiltrario, Iiacia las iiistitucioiies culturales, eii aquéllas mis cercanas a lo que se denomina lo idiosincrásico, tanto el sentido de pertenencia como de participación fue muy alto (se dio una excepción, precisameiite en la ciudad de Matamoros: Béjar y Cappello, 1 986). Las hipótesis que siistentamos en este informe ("retest") con relación a las ciudades de Matamoros y de Victoria del estado de Tamaulipas, apuntan a que en la orientación institucional de la ciudadanía, pasado el clioque introducido por la crisis socioeconómica y la estrategia de solución introducida por el gobierno del 82, los índices del sentido de pertenencia y del de participación se mantendrin muy bajos. Eii especial, en lo que se refiere a las iiistitucionesecoiióin icas y políticas. Coino en la ciudad de Matainoros el desarrollo de la investigación comienza precisamente con la aparición del ine mento más álgido de la crisis, y su "retest" se realiza a mediados del periodo salinista (1 993) cuando repuntaba un cierto optim ismo socioeconóm ico de la población (fundamentalmente de los sectores inedios y altos), se esperaba que hubiese una cierta recuperación en los índices institucionales con respecto a los de la primera eiicuesta. Lo anterior se pieiisa dado que: siendo Matamoros una ciudad fronteriza, se vio beneficiada por la orientación liberadora de las iiiiportacioiies y exportaciones, mantener baja la paridad inonetaria y la expansión intensiva de la "industria" maqui ladora. En cuanto a Ciudad Victoria, debido a que la segunda encuesta se aplicó en el últiino año del periodo gubernamental de Saliiias ( 1994) cuando ya habían aparecido muchas de las coiiíradicciones de sii aparente solución económica, esperabainos que los seiitidos de pertenencia y participación institucionales se volviesen a niaiiifestar muy declinantes, fundameiitalmente en las institucioiies ecoiiómico-políticas ase ciadas directamente a las problemáticas iiiás graves sentidas por la poblacióii ("administración pública", "justicia", "partidos pol íticos" e instituciones económicas especificas). Coiisideraiido también las dimensiones subyacentes de la orientacióii general de las instituciones estaduales, pensamos que se inaiitendria uii predominio de actitudes positivas Iiacia las iiistituciones expresivas. comparadas con las emitidas hacia las iiistitucioiíes directivas. Dado que el cambio sociopolitico operado de uii sexenio al otro, si bien introdujo significativas reformas, volvió a ceiitralizar el poder casi de manera omnimoda en la persona del presideiite; se esperaba que el sentido de participación fuera inás bajo qiie el de perteiieiicia institucional. En general, se observó un predominio del sentido de pertenencia sobre el de participación y respuestas más favorables hacia las instituciones expresivas que Iiacia las directivas, como Iia sido o b servado en otras ciudades de México (Cappello, 1995). Metodología Seiección de muestras, tipos de evhncián y npiicnción de instrumentos de medicidn Para el levantamiento de datos, se procedió a aplicar un cuestionario que contenía preguntas de información general sobre la situación socioeconómica de la persona encuestada y un conjunto de escalas de opiniones y actitudes. El tiempo mínimo necesario para contestar el cuestionario fue de una hora y media y el máximo fue de 4 horas. E11 este úItimo caso las personas fueron entrevistadas en varias ocasiones. Del total de las encuestas, se aplicó 10%más que las sugeridas por el cálculo estadístico de la muestra, para compensar las respuestas incompletas o dudosas. De esta manera, se aplicó un total de 500 encuestas en cada ciudad. El total de personas incluidas en la muestra 1 de Ciudad Victoria fue de 493 y de la muestra 2 fue 402. La muestra 1 de la ciudad de Matame ros se constituyó de 450 casos y de la 2, de 483. Ambas inuestms fueron diseñadas para tener una representación con 1111 error esperado de f 0.05 de "ciudadanos". Las primeras encuestas en este programa de investigación se llevaron a cabo mediante muestras irrestrictas al azar de las ciudades, toinándose coino base la distribución de la población en casas de vecindarios y calles. Posteriormente, observando la distribución de las escuelas en las ciudades y su grado de cobertura, las tomamos como criterio para elabe rar la inuestra de "ciudadaiios" en sus bases de datos. Cuando se compararon ambas ni uestras, la correlación obtenida fiie de 0.86, lo cual significó que la diferencia obtenida entre los datos era ininin~ay no estadísticainente significativa. Por lo encontrado arriba, las muestras se seleccionaron al azar, tomando como inarcos muestrales las bases de datos y la distribución de las escuelas en la ciudad. Se liizo una selección de estratos por cuotas, partiendo de los indicadores socioeconómicos de sexo, edad, nivel educativo, estado civil, ocupación y rama de actividad e ingreso económico, de acuerdo coi1 los datos de los censos de 1980 y 1990 respectivamente. Las escalas de opinión y de actitudes fueron evaluadas en su confiabilidad y validez mediante la aplicación de las té^ nicas de iiitervalos aparentemente iguales de Tliurstone (1 929) y el anál isis de los coeficientes de reproducibil idad de la técnica de "escalograma de Guttman" (1950), en su versión de Cornell (Guttman, 1947). Las pruebas de comparación por particiones iguales de dichas medidas, arrojaron correlaciones significativas superiores al 0.05, y sus coeficientes de reprodiicibilidad variaron entre 0.89 y 0.93, lo que mostró tanto una fuerte estabilidad interna de las medidas, como tina muy aceptable validez de "construccióii y defacies". Adeinás, se estructuraron las escalas evaluativas de opiniones y actitudes mediante el aiiálisis factorial. De la misma manera, los análisis de regresión eiitre las medidas de 7)-ansicióncívico-politicn ccrnlhio etí la identidad naciotml las muestras de antes y despiiés, nos indican iina fuerte confiabilidad temporal (Hair et al., 1987). Los datos. capturados y conformados en una base de datos DBASE IV ( 1990), se analizaron por niedio de programas estadonde se dísticos -Statistica (1 991) y Statgrapliics ( 1 989)presentan conio cuadros de proporciones para analizar los tipos de respuestas coiisensiiales encontrados. Se definieron como respuestas consensuales aquellas donde inás de 63% de las respuestas eran favorables Iiacia la iiistitución; respuestas transicionales cuaiido las respuestas favorables hacia la iiistitticióii eran mayores de 36% y nienores de 63%;se consideraron como respuestas diseiisuales las respuestas favorables hacia la institución qiie no llegaban a 37%. Las comparaciones de frecuencias se realizaroii mediante la aplicación de la x2 (Clii cuadrada), o de puntuaciones mediante la aplicación del a~iálisisde varianza, para observar tendencias estadísticas diferenciales entre variables de respuesta hacia las instituciones (Runyon y Haber, 1984). Los datos de cada una de las 20 instituciones seleccionadas se presentaii agrupados en tablas de proporciones y en tablas de frecuencia de respuestas favorables de las muestras de poblaciones, así como los porcentajes por tipo de respuesta (consensuales, transicionales y disensuales) hacia las misinas instituciones. Para observar la permanencia de los puntajes en el tiempo de las poblaciones estudiadas, se iiicluyen 10s análisis de varianza entre las muestras 1 y 2 de Ciudad Victoria con respecto a las respuestas favorables hacia el "sentido de participacióii" y el "sentido de pertenencia" liacia las instituciones "expresivas" y hacia las "directivas", y su comparación entre la magnitud de los sentidos de "perte iiencia" y de "pnrticipación" entre las instituciones "expresivas" y entre las "directivas". Héctor M. Cappello No se pudo Iiacer este misino análisis con las muestras 1 y 2 de Matamoros, por no contar con los datos de las escalas actitudinales de la primera muestra, por lo que dicho análisis se sustituyó por las comparaciones globales de respuestas favorables por frecuencia entre sentido de "pertenencia" y sentido de "participación" hacia las instituciones "directivas" y ''expre~ivas'~. Análisis y discusión de resultados En este trabajo se consideran sólo los datos obtenidos de la aplicación de las escalas de opinionesy actitudes. Los referidos a las relación de indicadores socioeconómicoscon las dimensiones de la identidad y del carácter nacionales, serán objeto de un informe posterior. La comparación de los resultados entre la primera y segunda aplicación de la encuesta en ambas ciudades nos indican que, mientras en la primera aplicación existe 70% de diferencias significativas del sentido de participación hacia las instituciones directivas entre las poblaciones de ambas ciudades, con proporciones de respuestas favorables (estadísticamente significativas) ligeramente niayores en la población de Ciudad Victoria (Cuadros 1 y 51, en la segunda aplicación nos encontramos que el cuadro se invierte. La población de Matamoros presenta un m e jorain iento substancial de SUS respuestas favorables frente a las emitidas por Ciudad Victoria (30% versus 10%). Las diferencias en la primera aplicación se centran en mayores proporciones de respuestas favorables de la pobla- ción de Ciudad Victoria hacia las instituciones del "trabajo", "educación", "industria" y "banca", en tanto que Matamoros emite respuestas más favorables Iiacia las instituciones de "jiisticia","comercio" y "administración pública". En la segunda aplicación encontramos que la ciudad de Matamoros ofrece proporciones más favorables Iiacia las instituciones del "trabajo", "iglesia" y "sindicatos", inientras que Ciudad Victoria lo manifiesta íinicainente hacia la iiistitución "escuela". En resumen, puede decirse que eii la primera aplicación existe 70% de diferencia entre las respuestas de las muestras de ainbas ciudades con respecto al de las instituciones, mientras que en la seguiida aplicación sólo existe una diferencia de 50% en relación coi1 las respuestas favorables del sentido de participación hacia las instituciones directivas. Con respecto a las respuestas favorables del sentido de peneiiencia hacia las instituciones directivas (Cuadros 2 y 6) observamos, según la primera aplicación, que solamente 60% de las instituciones detentan una diferencia estadísticamente sigiiificativa entre Matamoros y Ciudad Victoria, inientras que en la segunda aplicación ofrece sólo 30% de diferencia de respuestas favorables hacia las distintas instituciones. En la primera aplicacióii (seiitido de pertenencia hacia las instituciones directivas) las diferencias entre las respuestas Iavorables de Mataiiioros con respecto a Ciudad Victoria se dan en función de las instituciones de "sindicatos", "comercio" y "administración pública". mientras que por parte de Ciudad Victoria es con respecto a las instituciones "trabajo". "escuela" y "justicia" (Cuadros 2 y 6). En la seguiida aplicación, la diferencia entre las respuestas fivorables (sentido de pertenencia Iiacia las instituciones directivas) de Matamoros con respecto a Cilidad Victoria, se coiiceden hacia las instituciones de "banca" y "justicia", 7ivrnsición civico-política y canlhio en IB identidad nacional 1 l 1 I 1 S j 1 Y 1 1 1 1 1 11 I! 1 IJ 1 l j 1 1 ' mientras que en Ciudad Victoria es en relación con la "industria" (Cuadros 2 y 6). Con respecto a las respuestas favorables del sentido de participación hacia instituciones expresivas, en la primera encuesta aplicada a las ciudades de Matamoros y de Ciudad Victoria (Cuadros 3 y 7), encontramos respuestas con diferencias estad ísticamente significativas referentes a las "artesanía~",ccliéroes","bailes regionales", '%olonia" (barrio) y ccasociaciones"entre ambas ciudades, mostrándose mayor 'favorabilidad' en Ciudad Victoria Iíacia dichas instituciones. En la segunda encuesta aparecen respuestas mas favorables en la ciudad de Matamoros con respecto a las instituciones siguientes: "artesanias", "bailes regionales", "religión" y c'asociaciones". Por su parte, la población de Ciudad Victoria manifiesta respuestas más favorables sólo hacia las instituciones siguientes: "héroes", "fam il ia" y "moneda". En la primera e~icuesta(Cuadros 4 y 8) el grado de 'fave rabilidad' de las respuestas del sentido de pertenencia hacia las instituciones expresivas es mayor en Matamoros al compararse con Ciudad Victoria, referente a las instituciones "moneda" y 'casociaciones", mientras que Ciudad Victoria expresa respuestas más favorables en la misma dimensión respecto de las i nstitiiciones "artesan ías", "héroes", "bailes regionales", ccn~úsica y canciones", "liigares públicos". "religión", cccolonia"y "familia". El1 la segunda aplicación en relación con la misma dimensión (Cuadro 4), la diferencia entre ambas muestras expresa mayor 'favorabilidad' en Matamoros con relación a la institución ''asociaciones", mientras que Ciudad Victoria expresa mayor 'favorabi l idad' hacia las instituciones de "bailes regionales", "~núsicay canciones", "lugares públicos" y "co Ion ia" (barrio). Héctor M. Coppello Es interesante observar que en la comparación de la primera encuesta entre ambas ciudades existe 100% de diferencias estadísticamente significativas de respuestas favorables del sentido de pertenencia hacia las instituciones, mientras que en la segunda aplicación, la diferencia de respuestas del sentido de pertenencia hacia las instituciones expresivas se reduce a sólo 50% entre ambas poblaciones. Se infiere por los resultados (porcentajesmayores) que la diferencia de respuesta de las muestras de Matamoros y Ciudad Victoria entre la primera y segunda aplicación de la encuesta se da en mayor proporción con respecto al sentido de pertenencia hacia las institucionesexpresivas, que con el sentido de participación hacia las mismas instituciones(Cuadros 3,4,6 y 8). Tomando como punto de partida el análisis del tipo de consenso establecido por las muestras de participación hacia las instituciones directivas (más de 63% se considera una considera una resrespuesta consensual;entre 63% ~ ~ 3 7se% puesta transicional y, menos de 3 7% se considera disensual), encontramos que en la comparación entre las respuestas emitidas de las muestras "1" de Matamoros y Ciudad Victoria, existe respuesta transicional igual con respecto a las instituciones de "trabajo", "Iglesia", "banca", ccsindicatos"y "partidos políticos" en ambas ciudades. Se diferencian con respecto a "escuela", pues mientras en Matamoros se presenta una respuesta transicional, en Ciudad Victoria es una respuesta consensual. Con respecto a la institución "industria", la ciudad de Matamoros presenta una respuesta disensual, mientras que Ciudad Victoria presenta una respuesta transicional. Cori relación a la "justicia", la respuesta de Matamoros es transicional, mientras que la de Ciudad Victoria es disensual. Lo mismo ocurre con las respuestas Iiacia el "comercio" y la "administración pública" (Cuadro 9). Transición civico-política y canzbio en la identidad nacional En la coinparación de las muestras "2" entre la ciudad de Matamoros y la de Ciudad Victoria, encontramos mayor número de respuestas consensuales de Matamoros, en cuanto al sentido de participación hacia las instituciones directivas: "trabajo", "escuela" e "lglesia", mientras que en Ciudad V ~ G toria sólo aparece una respuesta consensual y ésta es hacia la institución "escuela". Por otra parte, se reducen sus respuestas disensuales, encontrándose sólo una y ésta es hacia la institución de la "administración pública". Se tiene coincidencia de respuesta entre ambas ciudades con respecto a "esci~ela","industria", "banca", "sindicatos", "partidos políticos", "justicia" y "comercio", donde exceptuando a la "escuela", todas son respuestas transicionales. Hacia la "escuela" se da una respuesta de tipo consensual. Lo notable en este tipo de análisis es que nos descubre la existencia de muy pocas instituciones que conciten la cohesión ciudadana hacia el Estado-nación (sólo tres instituciones de 10). Cuando se analiza el tipo de respuesta de las muestras "1 " de las ciudades de Matamoros y de Ciudad Vio toria con respecto al sentido de pertenencia hacia las instituciones directivas (Cuadro 1 O), encontramos que en Matame ros sólo se da una respuesta disensual hacia la institución "justicia" y una consensual hacia la institución "administración pública" (entre paréntesis, la presidencia municipal estaba en manos de la oposición al partido del gobierno), todas las demás son respuestas transicionales. De modo por demás diferente, en Ciudad Victoria encontramos que existen dos respuestas disensuales hacia las instituciones "comercio" y "administración pública" y dos consensuales hacia las instituciones "trabajo" y "escuela". En total, solamente responden de igual manera ante cinco instituciones con respuestas transicionales: "industria", "Iglesia", "banca", "S indicatos" y "partidos políticos". En total, Iféctor M. Cappello 70% de las respuestas soii de tipo transicional, 15% de tipo coiisensual y 1 5% de tipo disensual. Las respuestas sobre el sentido de pertenencia Iiacia las ii~stitucionesdirectivas en las iiiuestras "2" (Cuadro 10) eii ambas ciudades, responden consensualmente ante las iiistitociones de "trabajo", "escuela" e "industria". De manera disensual responden hacia las instituciones "bancayy,"sindicatos", "partidos políticos", "justiciay',"comercio" y "adm inistracióii pública". Sólo ante la institución "iglesia" se diferencian en su manera de responder, pues mientras que en Matamoros se emite uiia respuesta consensual, la de Ciudad Victoria es de tipo disensual. En ambas inuestras "2" se emiten 65% de respuestas transicionales y 35% de respuestas consensuales. Esto in~plicauna notoria diferencia con respecto a las in uestras " I " (Cuadro 1 0). Si observamos el tipo de respuestas emitidas sobre el sentido de participación hacia las instituciones expresivas en las inuestras "1" de las ciudades de Matamoros y Ciudad Victoria (Cuadro 1 1), nos encontramos sólo con respuestas transicionales con excepción de la respuesta de ésta hacia la institución "artesanías", que es de tipo consensual. En las respuestas del seiitido de participación hacia las instituciones expresivas de las ciudades de Matamoros y Ciudad Victoria, en las inuestras "2" (Cuadro I 1), difieren sólo en su manera de responder ante las instituciones "liéroes" y "asociaciones". En la primera, Matamoros emite una respuesta de tipo transicional, mientras que Ciudad Victoria lo hace de tipo consensual. En el segundo caso, Matamoros emite una respuesta de tipo consensual y Ciudad Victoria de tipo transicional. Ante "bailes regionales", ambas ciudades emiten una respuesta de tipo consensual y, en el resto coinciden en emitir una respuesta de tipo transicional. En las res- Tkansición cívico-polirica y canzbio en l a idenridad nacional puestas, 80% son de tipo transicional y 20% de tipo consensual. Ante el sentido de pertenencia Iiacia las instituciones expresivas, las respuestas de Matamoros y Ciudad Victoria en las muestras " 1 " (Cuadro 12) muestran discrepancias ante las instituciones "artesanías", "héroes", "bailes regionales", "música y canciones" y "colonia". En las cuatro primeras, Matamoros responde de manera transicional, y Ciudad Victoria de manera consensual. En la quinta, Matamoros emite una respuesta de tipo disensual y Ciudad Victoria de tipo transicional. En total, la ciudad de Matamoros ofrece 90% de respuestas transicionales y 10% de respuestas disensuales. Ciudad Victoria, por su parte, emite 40% de respuestas consensuales y 60% de respuestas transicionales. Ante el sentido de pertenencia hacia las instituciones expresivas, las muestras "2" de Matamoros y Ciudad Victoria responden con una mayor coincidencia. Emiten igual tipo de respuestas ante las instituciones"artesanias", "liéroes", "bailes regionales", "inúsica y canciones", "familia", "religión", "colonia", "moneda" y "asociaciones". Ante las cinco primeras, el tipo de respuesta es consensual, mientras que en las siguientes es de tipo transicional. Sólo ante el caso de la institución "lugares públicos" la respuesta se diferencia; Matamoros emite la de tipo disensual y Ciudad Victoria de tipo consensual. Es interesante observar que en esta dimensión de las respuestas, 55% son de tipo consensual y 45% de tipo transicional, sin existir ninguna respuesta disensual. Al observar las respuestas de los Cuadros 1 1 y 12, pareciera indicarnos, en general, que el sentido de pertenencia hacia las instituciones expresivas, tiene mayor poder de convocatoria para cohesionar a los ciudadanos Iiacia su Estado-nación. Aquí se muestra un mayor número de respuestas coiisensuales que en cualquier otra de las dimensiones estudiadas. Al comparar las respuestas de la misma población, en el intervalo de tiempo que ocurrió de una muestra a la otra, (muestra 1 versus muestra 2) se observa que, en relación con las proporciones y frecuencias de 'favorabilidad' sobre el sentido de participación hacia las instituciones directivas, dadas por la población de Ciudad Victoria, sólo existe diferencia estadísticamente significativa con relación a la institución "comercio" (Cuadros 13 y 17). En esta misma ciudad, al comparar las respuestas de las dos muestras con respecto a la 'favorabilidad' sobre el sentido de pertenencia hacia las instituciones directivas, las diferencias se incrementan a favor de la segunda muestra, en relación con "industria", "comercio" y "administración pública" (Cuadros 14 y 1 8). Sin embargo, cuando se compara con la 'favorabilidad' con respecto al sentido de participación hacia las instituciones expresivas (Cuadros 15 y 19), se observa cómo la diferencia de los indicadores se incrementa 10% hacia las instituciones de "artesanías" (mayor en la primera muestra), "héroes", "bailes regionales" y "familia" (mayor 'favorabilidad' en la segunda muestra). En las respuestas sobre el sentido de pertenencia hacia las instituciones expresivas, las diferencias en relación con las instituciones de "artesanias", "bailes regionales", "música y canciones", "familia" y "moneda", se incrementan 50%, siendo mayor este tipo de respuesta en la segunda muestra (Cuadros 16 y 20). Al clasificar las respuestas de acuerdo con el tipo de consenso expresado, muestra que la mayor cantidad de respuectas disensuales en Ciudad Victoria se da en el sentido de participación hacia las instituciones directivas, particularmente en la primera muestra y, éstas se refieren a la "justicia", el Transición civico-polificay cambio en la identidad nacional "comercio" y la "administración pública". En cambio, con respecto a los sentidos de participación y de pertenencia hacia las instituciones expresivas, observamos que en las muestras de esta misma ciudad, desaparecen las respuestas disensuales y se incrementan notoriamente las consensuales, especialmente en la segunda muestra, al mostrar una mayor incidencia en las instituciones de "artesanías", "héroes", "bailes regionales" y "música y canciones". En la segunda aplicación, aparecen respuestas consensuales hacia los "lugares públicos" y la "familia" (Cuadros 21, 22, 23 y 24). Es en la ciudad de Matamoros donde se manifiestan los mayores cambios de respuesta de una mues tra a la otra. En relación con la 'favorabilidad' sobre el sentido de participacibn hacia las instituciones directivas, se presentan cambios en ocho instituciones, cinco a favor de la segunda muestra ("trabajo", "escuela", "industriay', "banca" y "sindicatos") y tres a favor de la primera muestra ("justicia", '%omercio" y "administración pública") donde se indica una baja en la 'favorabilidad' de las instituciones políticas (Cuadros 25 y 29). Con respecto al sentido de pertenencia hacia las instituciones directivas, en Matamoros se observa igual respuesta entre ambas muestras. En la segunda muestra, cuatro instituciones aumentan la 'favorabilidad' ("trabajo", "escuela", "banca", "partidos políticos" y "justicia" -aunque en estas dos últimas instituciones 10s cambios sean de "muy baja 'favorabilidad"' a "baja 'favorabilidad"'). Por otra parte, se deteriora la 'favorabilidad' de las respuestas hacia las instituciones de "sindicatos", "comercio" y "administración pública", pues son más altas en la primera muestra que en la segunda (Cuadros 26 y 30). ljkctor M. Cappello La 'favorabilidad' de las respuestas que emiten las dos muestras de la ciudad de Matamoros, sobre el sentido de participación hacia las instituciones expresivas, muestra maye res proporciones la segunda con respecto de la primera, en las instituciones de "artesaiiías", "héroes", "bailes regionales", "religión", "familia" y "asociaciones". Sólo en la primera aplicación, se percibe más favorable a la institución "nionedayy,pues en la segunda se ve una proporción más baja estadísticamente significativa (Cuadros 27 y 3 1). Respecto del sentido de pertenencia hacia las instituciones expresivas, se observa una mayor 'favorabilidad' e11 las instituciones de "artesanías", "héroes", "bailes regionales", "música y canciones", "religión", "colonia" y "familia" en la segunda muestra, más que en la primera (Cuadros 28 y 32). Las proporciones más altas son consistentes con las respuestas dirigidas más Iiacia las instituciones expresivas que con respecto a las directivas, y inás hacia la pertenencia que hacia la participación. Esto se corrobora si observamos la respuesta clasificada por el tipo de conseiiso (Cuadros 33, 34, 35 y 36). Si comparamos las mueshas " 1" y "2" de Ciudad Victoria, para ver cuál es predominante en cuanto al sentido de pertenencia Iiacia las iiistituciones directivas, se observa que no hay diferencia estadística en cuanto al análisis de varianza de los puntajes de ambas muestras sobre dicha dimensión (11. s. = 0.62, > alpha 0.05; Cuadro 37), es decir, las medias de los puntajes entre ambas muestras son muy parecidas (media de muestra "1 "= 89.10; media de muestra "2"= 88.45. Me dias, Cuadro 37). Siii embargo, en la comparación por medio del análisis de varianza de las medias de ambas muestras (media "1 " = 103.87; media "2" = 94.35) (Cuadro 38 de medias), con respecto al sentido de pertenencia hacia las institu- Transiciótt cívico-política y calílbio en la identidad r~acional ciones expresivas, encoiitramos que hay una diferencia significativa (n. s. = 0.00 1 < alplia = 0.05) (Cuadro 3 8). En el análisis de los piiiitajes generales sobre el sentido de participación hacia las institucionesdirectivas, se observa que la comparación de las inedias de la primera muestra versus la segunda muestra de Ciudad Victoria, el análisis de variaiiza señala que no existe diferencia significativa (n. s. = 0.30 > alpha = 0.05. Media de " 1" = 96.33; inedia de "2" = 94.87) (Cuadro 39). Igualmeiite, en la comparación de los puntajes generales del sentido de participación Iiacia las institiicioiies expresivas entre ambas muestras, encontramos que el análisis de varianza resulta con una diferencia estadística iio significativaentre las medias (media de "1" = 100.5 1; media de "2"= 97.76. N. S. = 0.066> al pila 0.05) (Cuadro 40). cuando se analiza si existe en las respuestas generales de las inuestras "1" y "2" de Ciudad Victoria una predominantia mayor del sentido de participación hacia todas las instituciones, encontramos que sobre el de pertenencia, no hay diferencia estadística entre las medias de participación y pertenencia en la muestra " 1 " (media de participación = 196.85; inedia de perteneiicia = 192.97. No significativa, pues su nivel.& significación fue de 0.12 > que alpha esperada = 6 < de 0.05) (Cuadro 4 1). En relación con la predominancia probable entre las respuestas favorables Iiacia las illstitucionesdirectivas sobre las expresivas, o viceversa, encontramos que las medias de los puntajes hacia ambas orieiitaciones, de acuerdo con el análisis de varianza, inuestran una diferencia estadísticamente significativa (media de directivas = 185.44; media de expresivas = 204.38. Diferencia significativa = ó <al 0.00 1) (Cuadro 42), en favor de las respuestas hacia las instituciones expresivas. Héctor M. Cappello En el análisis de la segunda muestra de Ciudad Victoria, se reconocen diferencias estadísticas significativas en la comparación entre el sentido de participación y el sentido de pertenencia (Alpha = 0.00 1 < 0.05) (Cuadro 43) al predominar las respuestas favorables hacia el sentido de pertenencia. De igual modo, se observa una mayor 'favorabilidad' Iiacia las instituciones expresivas que hacia las directivas (media de directivas= 1 83.25; media de expresivas = 192.08. Dif. Sig. al 0.002 < 0.05) (Cuadro 43). Cuando se comparan los puntajes de las respuestas ante las escalas actitudinales entre la primera y segunda aplicación de Ciudad Victoria, por medio del análisis de varianza, observamos que no existe diferencia estadística significativa en cuanto al sentido de pertenencia hacia las instituciones directivas (Cuadro 37). Sin embargo, en el análisis de las actitudes del sentido de pertenencia hacia las instituciones expresivas, si encontramos una diferencia estadística significativa (Cuadro 38) entre ambas aplicaciones. Los puntajes en promedio son más altos en la primera muestra que en la segunda de Ciudad Victoria. Las actitudes con respecto al sentido de participación hacia las instituciones directivas no muestran diferencia estadística significativa entre la primera y segunda muestras obtenidas de Ciudad Victoria. Lo mismo ocurre con respecto al sentido de pertenencia hacia las instituciones expresivas en dichas muestras (Cuadros 39 y 40). Desafortunadamente, no contamos con los puntajes g s nerales de 'favorabilidad' de las respuestas hacia las instituciones directivasy expresivas, así como de las respuestas hacia el sentido de pertenencia y hacia el sentido de participación de la muestra "1" de la ciudad de Matamoros. Sólo se realizara el análisis de la muestra "2". En sustitución, presentaremos el análisis de frecuencias de las respuestas fa- fionsición cívico-política y ccr~nbiowz la identidad nacional vorables totales, comparando sentido de pertenencia versus sentido de participación hacia las instituciones estaduales y respuestas favorables hacia las instituciones "directivas" versus las instituciones "expresivas", mediante el uso de la prueba estadística de la "x"'. Cuando en la muestra "1" de la ciudad de Matamoros se observa el total de respuestas favorables hacia las instituciones directivas en coinparación con las emitidas hacia las instituciones expresivas (Cuadro 47), vemos que no existe diferencia estadística significativa, ya que la x2 resultante (0.54) es menor a la esperada (3.84) para alpha de 0.05, coi1 2 grados de libertad (Winberg y Schumaker, 1974: 225-228) . Esto es, las respuestas favorables son dadas en igual proporción para ambas dimensiones institucionales (directivas y expresivas). De igual manera acontece cuando se comparan las respuestas favorables totales hacia el sentido de participación, contra las emitidas hacia el sentido de pertenencia. La x2 obtenida en la comparación estadística, es menor (x2= a 0.46) a la esperada, para establecer una diferencia estadística significativa (x2 = a 3.84) con una alpha al 0.05 (ibíd.),por lo que se infiereque no existe diferencia en cuanto al número de respuestas favorables para una y otra catege riá analíticas (participación versus experiencia). Al analizar los datos de la muestra "2" de la ciudad de Matamoros, analizados por medio del análisis de varianza, nos encontrainos que 10s puntajes de las respuestas de 'favorabilidad' obtenidos en cuanto al sentido de participación hacia las instituciones estaduales, al compararse con los referidos al sentido de pertenencia, no muestran diferencia estadística significativa. La varianza general que se obtuvo es de 1.76, cuyo iiivel de significación no alcanza el punto de discriminación suficiente de alpha al 0.05 (Cuadro 45). Por el contrario, en los datos correspondientes a la comparación Héctor M. Cnppello entre los puntajes de 'favorabilidad' hacia las instituciones directivas y Iiacia las instituciones expresivas (Cuadro 46) sí se encuentra una diferencia estadística significativa más amplia que alpha de 0.05, pues es de 0.0001 (un caso no significativo en 10 000). Por ello, la respuesta media favorable Iiacia las instituciones expresivas (21 7.34) es mayor que la emitida hacia las instituciones directivas (2 10.04). Discusión y conclusiones Por los resultados obtenidos, podemos considerar en téiminos generales que en las muestras estudiadas " 1 " y "2"de las ciudades de Matamoros y Victoria existen ciertas diferencias de respuestas y puntajes de 'favorabilidad', provocadas por la intensificación de la política socioeconómica neoliberal efectuada de un régimen (de la Madrid) al otro (Salinas). Estos cambios afectaron notoriamente el poder de convocatoria de las principales instituciones politicas: ''justiciaY'y "administración pública", cuyos porcentajes de respuestas favorables bajan sensiblemente de un periodo al otro, particularmente en el sentido de participación que los ciudadanos expresan hacia ellas. De entre las institucioneseconómicas es el "comercio" el que obtiene menos respuestas de 'favorabilidad' (Cuadros 1 y 2), mientras que las institucionesexpresivas manifiestan de manera consistente mayores proporciones de respuestas favorables en la dimensión participativa y de pertenencia, h e Héctor M. Cappello clio que se incrementa de las muestras " 1" a las inuestras "2" de ambas ciudades (Cuadros 3 y 4). Encontrar difereiicias significativas de proporciones, frecuencias y puntajes de las respuestas emitidas por las inuestras entre ciudades y entre las primeras muestras con las segu~idasde cada ciudad, sólo significa un auinento o una disminución de 'favorabilidad' estadísticamente sigtiificativa. Esto puede interpretarse como un auinento o una disiniiiucióii de la 'favorabilidad' Iiacia las instituciones. Los tipos de respuesta (conseiisuales,transicionales y diseiisuales) soii los que nos indican el nivel favorable de respuestas que permiten inferir una cohesión suficiente (respuestas coiisensuales), inestable (respuestas transicionales) o inuy insuficiente (respuestas disensuales) de los ciudadanos Iiacia cada una de las distintas clases de instituciones y en relacióii coi1 (orientación "directiva" o "expre~iva'~) cada una de las dimensiones de interrelacióii institucional (sentido de "participación" y sentido de "perteiien~ia'~). Precisamente cuando se analiza, en todas las muestras, el tipo de respuestas de coiisenso alcanzados eii cualesquiera dimensión y orientación institucionales, observamos que la mayor cantidad de respuestas caen en el rubro de las transicionales. Esto puede implicar que al menos en estas ciudades existe un iiitenso proceso de cambio en la fonna como se perciben los aspectos sociales y económicos en las instituciones actuales referidas. Pudiera ser que, ante las instituciones del país, existe un coinportam iento pendular entre seiitirse a veces perteneciente y a veces participativo, y otras veces lo contrario. Esto impide la formacióii de uiia sólida ideiitificacióiidel ciudadano con sus instituciones nacionales, y por lo tanto, una coliesión inestable con diclias instituciones. Transición cívico-política y cambio en la identidad nacional Frente a las instituciones políticas se reflejan proporciones particularmente altas de respuestas desfavorables,alcanzando características de "disensión" con respecto a la "administración pública", el "comercio" y la "justicia" en las muestras "1 ",observándose un cambio hacia sus respuestas transicionales en las muestras "2". Las instituciones directivas que alcanzan altos consensos positivos son las del "trabajo", "escuela", "industria" e "iglesia" en la muestra "2" de Matamoros, mientras que, ante las mismas, en la muestra "2" de Ciudad Victoria no se observa un cambio notable, ya que califican de igual manera de una a otra muestra (Cuadros 9 y 10). La diferencia entre am has ciudades quizá se deba a que la oposición política del partido del Estado (PRI)asumió la presidencia del municipio vjctorense. La administración del Estado, emanada del partido dominante (PRI), impidió de distintas maneras sutiles la posibilidad de mejores servicios municipales para 10s ciudadanos, lo que el ayuntamientomw nicipal opositor aprovechó y dio a conocer de mil modos. Nuestra idea -independientemente de las pugnas entre 10s "partidos políticos" viables contendientes- es que, de manera general, existe una pbrdida de convocatoria por parte de la mayoría de las instituciones, dada la profundidad de la crisis económica y política, y la creciente dependencia de la economía y la administración general del país de las políticas financieras. Esto se ha facilitado por la inclusión rápida del país a los procesos de globalización económica y la pérdida concomitante de soberanía funcional del Estado. Es notable ver cómo casi todas las instituciones de la cultura popular ("artesanias", "héroes", "bailes regionales" y "míisica y canciones" se fortalecen como instituciones de alta aceptación (respuestas mayormente consensuales), mientras que la iglesia y la religión se manifiestan involucra- das en el proceso de las respuestas oscilantes de lo transicional (Cuadros 1 1 y 1 2). Eii general. se observan cambios sigiiificativos de las resp~iestasde 'favorabilidad3 hacia las i~i~tituciones entre una y otra muestra en ambas ciudades, tanto en las dimensiones de participación y de perteneiicia, coino en las orientacioiies institucioiiales de directividad y expresividad. Sin embargo, predoiniiian mas e11lo qiie se r e fiere a perteiiencia y a expresividad (Cuadros 29-32). Lo anterior podría indicarnos, por una parte, que el sentido de perteiiencia predominante sobre el de participación apunta hacia un fuerte sentimiento de "alienación3', cuyas consecueiicias son más fuei-tes ante las institucioiies políticas. Por otra parte, al existir ciiayor sentido favorable Iiacia las iiistitucioiies expresivas que Iiacia las directivas, pud ¡era iniplicar una baja sensible de la capacidad de convocatoria de éstas, donde radica la racionalidad del Estado en la coliesión de los ciudadanos en tomo a diclias instituciones. Diclio de otra manera, estas condiciones de una bipolaridad disensual-transicional versus consensual entre instituciones político-económicas por una parte, y socioculturales por la otra, pudieran reflejar el aspecto de una profunda crisis prevaleciente en las dimensiones de la identidad nacional y el carácter cívico-político de la ciudadanía, la que iio siente confianza por la mayoría de SLISinstituciolies, las cuales debieran dar sentido a la creencia de la viabilidad del Estadonación. El Iieclio de que las instituciones de la cultura popular tengan tanta importancia para la ciudadanía, no ayuda a 10grar una mayor cohesión de los ciudadanos con su país; en particular, porque estas iiistituciones se observan a partir de allende cómo perviveii y se desarrollan -iiotablementesus propias fronteras. Transicicin cívico-política p j ctlnihio en /a identidad nacional ' Habría que considerar que estos datos sólo cubren los dos periodos gubernamentales, que instalan una nueva concep ción de la orientación productiva y financiera del país. El primero, con la experiencia dramática de la aparición en p r e fundidad de la crisis económica, la cual enmascaraba una inayor crisis de legitimidad política. El segundo, el periodo salinista, cuaiido se desarrolla la estrategia de vender una esperanza de cain bio modernizador, y la iiicorporación a la global ización económica como solución pennanente de los avatares de uiia crisis vivida tan larga y penosamente. El estrueiidoso fracaso del plan salinista pudiera llevarnos a pensar que, si esta investigación se aplicara nuevamente Iioy, resultaría con un incremento mayor en la pérdida de la coliesión de los ciudadanos con respecto a las instituciones de su Estado-nación. De alguna manera esto se empataría con la crisis de confianza, al parecer acentuada, que impacta y hace añicos las finanzas nacionales y la credibilidad en la institución política mexicana. Es seguro que la percepción de las instituciones políticas, primordialmeiite en aquellas de "adininistración pública", "justicia" y "partidos políticos", sería altamente desfavorable, y la tipologia de la mayoría de las respuestas caería en lo qiie llamarnos respuestas disensuales. Sin embargo, esto sólo plidiera afirmarse con una nueva investigación. Un hallazgo interesante es que, tanto en 10s datos obtenidos en las primeras encuestas como en las segundas. de Matamoros como en Ciiidad Victoria, se observaron los aspectos referidos a la identidad nacional: el sentido de pertenencia hacia las instituciones, sobre 10s referidos al carácter cívico-político: el sentido de participación institucional. Esto ha ocurrido coii todas las muestras de las deinás ciudades investigadas eii México, 10 cual coiifirma que los procesos de identidad afirmados por la acción de las iostituciones cultu- Héctor M. Cappello rales, algunas sociales - "familia" y "escuela"y algunas económicas-"trabajo" e "industria'- definen un cierto proceso de continuidad, a pesar del paso del tiempo y de las vicisitudes cambiantes de nuestro veleidoso proceso histórico contemporáneo. Resumiendo: podemos señalar que nuestra identidad nacional, aunque no tan plenamente desarrollada, es mucho más significativa que nuestro carácter cívico-político (nacie nal), lo que augura, tanto en la frontera norte como en el resto del país, cambios profundos y necesarios para alcanzar un verdadero perfil de modernidad y, no necesariamente de m e dernismo superficial y arbitrario. Cuadros Transición cívicopolitiea J. cambio en la identidad nacional Cuadro 1. Proporciones de 'favorabilidad' sobre el Sentido de Participaciún hacia las instituciones Directivas entre las muestras 1 y 2 de Matamoros y Ciudad Victoria,Tamaulipas Trab Esc Ind l ~ l Banc Sind P. Pol Just Corn A. P. Muestra 1 Matamoros 0.62* 0.78* 0.54* 0.58 0.59* 0.47 0.41 0.43 0.36 0.31 * Cd. Victoria 0.38 0.63 0.36 0.61 0.42 0.42 0.39 0.57* 0.55' 0.50' Muestra 2 Matamoros 0.65* 0.74 0.53 0.65* 0.57 0.54* 0.40 0.47 0.40 0.37 Cd. Victoria0.58 0.83* 0.51 0.58 0.59 0.44 0.39 0.42 0.46 0.36 Muestra I Vidoria: 493 c asa Mucstra I Matarnorus:450 casos Muestra 2 Victoria: 402 casos Muestra 2 Matamoros: 483 casa 2 (e) Difcrenua m si& cstudistica al Alpha = 0.05 (para x wn 1 df.) Cuadro 2. Proporciones de 'favorabilidad' sobre el Sentido de Pertenencia hacia las instituciones Directivas entre las muestras 1 y 2 de Matamoros y Ciudad Victoria,Tamaulípas m Muestra 1 Matamoros 0.53 0.51 0.59 0.63 0.57 0.61*0.39 0.32 0.61*0.64* Cd.Victoria 0.75' 0.74* 0.63 0.57 0.56 0.56 0.50 0.41* 0.31 0.29 Muestra 2 Matamoros 0.75 0.71 0.65 0.67 0.63" 0.51 0.49 0.51' 0.43 0.38 0 Cuadro 3. Proporciones de 'favorabilidad' sobre el Sentido de Participacibn hacia las instituciones Expresivas entre las muestras 1 y 2 de Matamoros y Ciudad Victoria,Tamaulipas Art Muestra 1 Matamoros Cd.Victoria Muestra 2 Matamoros Cd. Victoria Hero B.ReaMvC L.Pub Re1 Col Fam Mon Asoc 0.47 0.55 0.51 0.55 0.49 0.42 0.55 0.42 0.58 0.42 0.65. 0.61* 0.63' 0.49 0.45 0.58' 0.52 0.47 0.58 0.56" 0.63. 0.62 0.65 0.55 0.53 0.62* 0.59 0.60 0.45 0.68* 0.56 0.64* 0.71* 0.54 0.47 0.59 0.56 0,62* 0.54" 0.55 Héctor M. Cappello Cuadro 4. Proporciones de 'favorabilidad' sobre el Sentido de Pertenencia hacia las instituciones Expresivas entre las muestras 1 y 2 de Malamoros y Ciudad Victoria,Tamaulipas ---- Art Muestra 1 Matamoros Cd. Victoria Muestra 2 Matamoros Cd.Victoria Hero 0.RegMyC L.Pub Rel Col ~ a mMon Asoc 0.50 0.49 0.56 0.49 0.51 0.51 0.26 0.41 0.58*0.56* 0.75* 0.71* 0.70* 0.70* 0.63*0.58*0.61* 0.47* 0.46 0.46 0.75' 0.72 0.72 0.71 0.53 0.62 0.50 0.65 0.53 0.62* 0.81 0.71 0.79* 0.78* 0.69* 0.58 0.63* 0.69 0.58 0.51 Cuadro 5. Comparación de frecuencias de respuestas favorables sobre el Sentido de Participación hacia las institucionesDirectivas entre las muestras 1 y 2 de Matamoros y Ciudad Victoria, Tamaulipas Trab Esc Ind IgI Banc Sind P.Po1 Just Com A. P. Miiestra 1 Matamoros Cd. Victoria Muestra 2 Matamoros Cd.Victoria 171 283 162 274 189 189 175 256* 247* 225* 306* 385* 266* 286 291* 232 202 212 177 153 313* 357* 255 313* 275 2601 193 227 233 334 205 233 237 177 157 169 193 185 178 145 Cuadro 6. Comparación de frecuencias de respuestas favorables sobre el Sentido de Pertenencia hacia las instituciones Directivas entre las muestras 1 y 2 de Matamoros y Ciudad Victoria,Tamaulipas Trab Esc Muestra 1 Matamoros Cd.Victoria Muestra 2 Matamoros Cd.Victoria Ind Inl Banc Sind P. Po1 lust Com A. P. 238 229 265 283 256 274 175 144 274* 288* 370* 365* 31 1 281 276 276' 247 202* 153 143 362 342 313* 323 304* 246 236 246* 207 318 301 297 253 225 209 189 161 165 183 173 Transicibn cívico-política y cambio en la identidad nacional Cuadro 7. Comparación de frecuencias de respuestas favorables sobre el Sentido de Participación hacia las instituciones fipresivas entre las muestras 1 y 2 de Matamoros y Ciudad Victoria,Tamaulipas Art Muestra 1 Matamoros Cd. Victoria Muestra 2 Matamoros Cd. Victoria Hero B.R~PMvC L.Pub Rel 21 1 247 320* 301 229 247 31 1 242 304* 299 313* 265 201 357* 285 217 220 222 Col Fam Mon Asoc 189 247 286* 256 255 299 189 237 284 225 189 232 261 286 189 275* 289* 217 328* 249 217* 221 Muestra I Victoria: 493 casa Muestra 1 Matamoros: 450 asos Muestia 2 Victoria: 402 casa Miiestri 2 Matamoros: 483 casos ( 0 ) Dilerenda cun siy. amdistica al Alpha 0.05 (para x2 con I di.). Cuadro 8. Comparación de frecuencias de respuestas favorables sobre el Sentido de Pertenencia hacia las instituciones fipresivas entre las muestras 1 y 2 de Matamoros y Ciudad Victoria,Tamaulipas Art Muestra 1 Matamoros Cd. Victoria Muestra 2 Matamotos d. Victoria Hero B.Ren MvC L.Pub Rel Col Farn Mon Asoc 225 220 252 220 229 229 117 184 261 370* 350* 345* 345* 311* 286* 301* 232* 227 362* 347 325 285 347* 342* 255 299 318 314 277* 233 241 313 253* 277 255 233 252* 227 299* 205 Cuadro 9. Respuestas C'onsensuales (C), Transicionales ( T ) y Disensuales (D) emitidas por las muestras 1 y 2 sobre el Sentido de Participacidn hacia las instituciones Directivas de las poblaciones de Matamoros y Ciudad Victoria,Tamaulipas ~ t a bEsc Muestra 1 Matamoros d. Victoria Muestra 2 Matamoros Cd.Victoria Ind 1 ~ 1 Banc Sind P. Pol Just Com A. P. T T T T T C D T C T C C T C T T R ~ ~ o m c i l m n ~ sPosiIi~m ( C ) : Di=-@): T T T T T T ü T ü T T T T T T T T T T T T T D D W i i i m Tmmklomlm(-r): O i t e r l a ~ M n M n l d p d c d i o . , Héctor M. Cappello Cuadro 10. Respuestas Consensuales (C), Transicionales (T) y Disensuales (D) emitidas por las muestras 1 y 2 sobre el Sentido de Pertenencia hacia las instituciones Directivas de las poblaciones de Matamoros y Ciudad Victoria,Tarnaulipas Trab Muestra 1 Matamoros T Cd.VictoriaC Muestra 2 Matamoros C Cd.VictoriaC Esc Ind Inl Banc Sind P. Po1 Just Com A. P. T C T T T T T T T T T T T T D C D C C T T T T T T T T C C T T C T T T D Cuadro 1 1. Respuestas Consensuales (C), Transicionales (T) y Disensuales (D) emitidas por las muestras 1 y 2 sobre el Sentido de Participacibn hacia las instituciones Expresivas de las poblaciones de Matamoros y Ciudad Victoria.Tamaulipas Art Hero B.RenMyC L.PubRe1 Col Fam Mon Asoc Muestra I Matamoros T T T T T T T T T T Cd.VictoriaC T T T T T T T T T Muestra 2 Matamoros T T C T T T T T T C Cd.VictoriaT C C T T T T T T T Respuestas Conscnsualu(C):Positivas Disensualm (D): Negativas Transicionale0: OrientsciCwiindb~ni da al cambio. Cuadro 12. Respuestas Consensuales (C), Transicionales(T) y Disensuales (D) emitidas por las muestras 1 y 2 sobre el Sentido de Pertenencia hacia las instituciones Expresivas de las poblaciones de Matamoros y Ciudad Victoria, Tamaulipas Muestra 1 Matamoros Cd. Victoria Muestra 2 Matamoros Cd. Victoria Art Hero B.ReaMvC L.Pub Re1 T C T C T C i T C T C C C C C C C C T C Col Fam Mon Asoc T D T T T T T T T T T T T T C C T T T T Transición cívico-políticay cambio en la identidad nacional Cuadro 13. Proporciones de 'favorabilidad' sobre el Sentido de Participación hacia las instituciones Directivas en las muestras 1 y 2 de Ciudad Victoria,Tamaulipas --- -- -- Muestra1 Muestra2 - Trab Esc Ind Igl Banc Sind P. Pol Just Com A. P. 0.62 0.78 0.54 0.58 0.59 0.47 0.413.0.43 0.36 0.31 0.58 0.83 0.51 0.58 0.59 0.44 0.39 0.42 0.46* 0.36 Cuadro 14. Proporciones de 'favorabilidad' sobre el Sentido de Pertenencia hacia las instituciones Directivas en las muestras 1 y 2 de Ciudad Victoria,Tarnaulipas Muestra 1 Muestra 2 Trab Esc Ind Inl Banc Sind P. Pol Just Com A. P. 0.75 0.74 0.63 0.57 0.56 0156 0.50 0.41 0.31 0.29 0.79 0.75 0.74. 0.63 0.56 0.52 0.47 0.40 0.41 * 0.43* Cuadro 15. Proporciones de 'favorabilidad' sobre el Sentido de Participación hacia las instituciones Expresivas en las muestras 1 y 2 de Ciudad Victoria, Tarnaulipas Muestra 1 Muestra2 ~ r t Hero B.ReaMvC L.PubRe1 Col Fam Mon Asoc 0.65* 0.61 0.63 0.49 0.45 0.58 0.52 0.47 0.58 0.56 0.56 0.64. 0.71* 0.54 0.47 0.59 0.56 0.62* 0.54 0.55 Cuadro 16. Proporciones de 'favorabilidad' sobre el Sentido de Pertenencia hacia las instituciones Expresivas en las muestras 1 Y 2 de Ciudad Victoria, Tamaulipas Muestra1 Muestra2 ~ r tHero B.RegMvC L.PubRe1 Col Fam Mon Asoc 0.75 0.71 0.70 0.70 0.63 0.58 0.61 0.47 0.46 0.46 0.81. 0.71 0.79* 0.78* 0.69 0.58 0.63 0.69' 0.58* 0.51 Hictor M. Cappello Cuadro 17. Comparación de frecuencias de respuestas favorables sobre el Sentido de Participación hacia las instituciones Directivas en las muestras I y 2 de Ciudad Victoria,Tamaulipas Muestra1 Muestra2 Art Hero B.RenMvC L.Pub Re1 Col Frun Mon Asoc 0.75 0.71 0.70 0.70 0.63 0.58 0.61 0.47 0.46 0.46 0.81. 0.71 0.79* 0.78* 0.69 0.58 0.63 0.69* 0.58* 0.51 Mucs. 1 Victoria: 493 casos. Mues. 2 V i d d a : 402 casas. (*)Diferencia eon siy. cstadisticaal Alpha4.05 (para x2 cal I dfJ Cuadro 18. Comparación de frecuencias de respuestas favorables sobre el Sentido de Pertenencia hacia las instituciones Directivas en las muestras 1 y 2 de Ciridad Victoria,Tamaulipas Muestra 1 Trab Esc 370 365 Ind 31 1 la1 281 Banc Sind P.Po1 Just 276 276 247 202 Com A.Pub 153 143 Cuadro 19. Comparación de frecuencias de respuestas favorables sobre el Sentido de Parficipaciónhacia las instituciones Expresivas en las muestras I y 2 de Ciudad Victoria,Tamaulipas Muestra 1 Muestra2 Art Hero B.Reri;MvC L.Pub Re1 320. 301 31 l* 242 222 286 201 357* 285 217 189 237 Col 256 225 Fam Mon Asoc 232 286 249* 217 275 221 Cuadro 20. Comparación de frecuencias de respuestas favorables sobre el Sentido de Pertenencia hacia las instituciones Expresivas en las muestras 1 y 2 de Ciudad Victoria,Tamaulipas Muestra 1 Mucstra 2 Art 370. 325 Hero B.RegMyC L.Pub Rel 350 345* 345* 3 11 286 285 318 314 277 233 Col 301 253 Fam Mon Asoc 232 227 227 277. 233* 205 Transicidn cívico-políticay cambio en la identidad nacional Cuadro 2 1. Respuestas Consensuales (C), Transicionales(T) y Disenstrales ( D ) sobre el Sentido de Participación hacia las instituciones Directivas de las muestras 1 y 2 de Ciudad Victoria,Tamaulipas Muestra1 Muestra2 Trab &c T C T C Ind T T l ~ l Banc Sind P. Po1 Just Com A. P. T T T T T D D T T T T T T D Respuestas Co<isenniuics(C): Positivas Disensudcs 0): Ncgarives Transiciondcs(T): Orientacibn inddínida al cambio. ~ u c s I. Victoria: 493 casos. Mucs. 2 Victoria: 402 casos. (*)Diferencia con sig. cstaditica al Alpha?).OS (para x2 con I df.). Cuadro 22. Respuestas Consensuales (C), Transicionales (T) y Disensuales (D) sobre el Sentido de Pertenencia hacia las instituciones Directivas de las muestras 1 y 2 de Ciudad l'ictoria, Tamaulipas Muestra1 Muestra2 Trab Esc C C C C Ind Inl T T C T Bmc Sind P. Pol Just T T T T T T T T Com A. P. D D T T Cuadro 23. Respuestas í'onserrsuaies (C), Transicionales(T) y Disensnlales@) sobre el Sentido de Participación hacia las instituciones mpresivas de las muestras 1 y 2 de Ciudad Victoria,Tamaulipas Art Muestra1 C Hcro B.RegMvC L.PubRe1 T T T T T Col T Farn Mon Asoc T T T Cuadro 24. Respuesm ~ o n ~ ~ ~ u(C), a lTransicionales es (T) y Disensuales (D) sobre el Sentido de Pertenencia hacia las instituciones fipresiva~de las muestras 1 y 2 de Ciudad Victoria,Tamaulipas Muestra1 Muestra2 ~ r t Hero B.RegMvC L.Pub Rel C C C C T T C C C C T Col Fam Mon Asoc T T T T T c T T Cuadro 25. Proporciones de 'favorabilidad' sobre el Sentido de Participación hacia las instituciones Directivas en las muestras 1 y 2 de Matamoros, Tamaulipas Ind Inl Banc Sind P. Pol Just Com A. P. 038 0.63 0.36 0.61 0.42 0.42 0.39 0.57. 0.55* OSO* 0.65* 0.74* 0.53* 0.65 0.57* 0.54* 0.40 0.47 0.40 0.37 Muc.1 Matam.: 450 cssar. Mucs.2 Mslam.:483 casas. (o)Difcrcnci~con sig. cotadisticad Alpha4.05(para Trab Esc Muestra 1 Muestra2 x2 con I df.) Cuadro 26. Proporciones de 'favorabilidad' sobre el Sentido de Pertenencia hacia las institiicionesDirectivas en las muestras 1 y 2 de Matamoros, Tamaulipas -- Muestra 1 Muestra 2 - Trab Esc Ind lgl Banc Sind P. Pol Just Com A. P. 0.53 0.51 0.59 0.63 0.57 0.61. 0.39 0.32 0.61* 0.64* 0.75. 0.7I* 0.65 0.67 0.63* 0.51 0.49* 0.51* 0.43 0.38 Cuadro 27. Proporciones de 'favorabilidad' sobre el Sentido de Participación hacia las instituciones Expresivas en las muestras 1 y 2 de Matamoros, Tamaulipas m Muestra 1 Muestra 2 0.47 0.55 0.51 0.55 0.49 0.42 0.55 0.42 0.58. 0.42 0.63. 0,62* 0.65* 0.55 0.53 0.62* 0.59 0.60* 0.45 0.68* Cuadro 28. Proporciones de 'frivorabilidad' sobre el Sentido de Pertenencia hacia las instituciones fipresivas en las muestras 1 y 2 de Matamoros, Tamaulipas Hero B.RepMvC L.Pub Rel Col Fam Mon Asoc 0.50 0.49 0.56 0.49 0.51 0.51 0.26 0.41 0.58 0.56 0.75. 0.72* 0.72* 0.71* 0.53 0.62' 0.50' 0.65* 0.53 0.62 Art Muestra1 Muestra 2 Transicióncívico-políticay cambio en la identidad nacional Cuadro 29. Comparación de frecuencias de respuestas favorables sobre el Sentido de Participación hacia las instituciones Directivas en las muestras I y 2 de Matamoros, Tamaulipas Muestra 1 Muestra 2 Trab Esc Ind JFI 171 283 162 274 313. 357* 255* 313 Banc Sind P.Po1 Just Com A.Pub 189 189 175' 256. 247* 225* 275* 260* 193 227 193 178 Mue.I Matam.: 450 cssos. Mua. 2 Muám.:483 asos. (*)Difcmcia (pura x2 con I df.) rig. csíadistica al AlpheEO.6 Cuadro 30. Compamcibn de frecuencias de respuestas favorables sobre el Sentido de Perfenenciahacia las institucionesDirecfivas en las muestras 1 y 2 de Matamoros, Tamaulipas -- Muestra 1 Muestra 2 Trab Esc Ind l ~ l Bmc Sind P.Po1 Just Com A.Pub 238 229 265 283 256 274. 175 144 274* 288* 362. 342* 313* 323 3Q4* 246 236* 246* 207 183 Cuadro 3 1. Comparaci6n de frecuencias de respuestas favorables sobre el Sentido de Parlic@aciÓn hacia las instituciones Expresivas en las muestras 1 y 2 de Malamoros, Tamaulipas Muestra 1 Muestra 2 . - Art Hero B.R~PMvCL.Pub Rel Col 21 1 247 229 247 220 189 247 304. 299* 313* 265 255 299* 284 Fam Mon Asoc 189 261, 189 289* 217 328* Cuadro 32. Compmci6n de frecuencias de respuestas favorables sobre el Sentido de Perfenenciahacia las instituciones Expresivas en las muestras 1 y 2 de Matamoros, Tamaulipas Muestra 1 ~ r t Hero B.ReaMvC L.Pub Re1 COI 225 220 252 220 229 229 117 ~ a mM O ~Asoc 184 261 252 Héctor M. Cappello Cuadro 33. Respuestas Consensuales (C), Transicionales ( T )y Disensuales (D) sobre el Sentido de Participación hacia las instituciones Directivas de las muestras 1 y 2 de Matamoros, Tamaulipas - - Miiestral Muestra2 Trab Esc T T C C Ind D T lgl T C Banc Sind P. Pol Just Con1 A. P. T T T T T T T T T T T T RespiiestruConsensuales(C): Posidvas Disensuales(D): Negativas Tmnsicionale$T): Orient~cibninddini da al cambio. Cuadro 34. Respuestas Consensuales (C), Transicionales (T) y Disensuale?;( D ) sobre el Sentido de Pertenencia hacia las instituciones Directivas de las muestras 1 y 2 de Matamoros, Tamaulipas Muestra1 Muestra2 Trab Esc T T C C Ind D C lpl T C Banc Sind P. Pol Just Com A. P. T T T D T C T T T T T T Cuadro 35. Respuestas Consensuales (C), Transicionales (T) y Disensuales (D) sobre el Sentido de Participación hacia las instituciones Expresivas de las muestras 1 y 2 de Matamoros, Tamaulipas Muestra1 Muestra2 Art T T Hero B.RenMvC L.Pub Re1 T T T T T C T T T T Col T T Farn Mon Asoc T T T T T C Respuesbs Consensuales (C): Positivas Discnsiiales (D): NegativasTransiUonalegT):Orientrtcibn indefini da al cambio. Cuadro 36. Respuestas Consensuales (C), Transicionales (T) y DisensuakSs( D ) sobre el Sentido de Pertenencia hacia las instituciones Expresivas de las muestras 1 y 2 de Matamoros, Tamaulipas Art Muestra1 Muestra2 T C Hero B-RenMvC L.Pub Re1 C T T T T C C C T T Col D T Fam Mon Asoc T C T T T T Transicidncívico-políticay cambio en la identidad nacional Cuadro 37. Análisis de Varianza, muestras 1 y 2 de Ciudad Victoria, Tamaulipas. Pertenencia Directivas Fuente de variación Suma de cuadrsdos Entre grupos Dentro de grupos 93.75 339853.33 339947.09 d.f. Media cuadrsda 1 893 894 93.76214 380.57483 F-praporcián Mvel dc sig. .246 .6251 - Cuadro de Medias: Pertenencia Directivas, Ciudad Victoria, Tamaulipas ~ivel Cantidad Victoria 1 Victoria 2 Promedio 493 89.103448 402 88.452736 895 88.81 1 173 Erm std E y std (interno) unto) .9255764 .m50998 .6520915 95% dc confiabilidad lntavalas de la media ,876109 87.378685 90.82821 1 .972986 86.542708 90.362765 .6520915 87.531081 90.091266 Cuadro 3 8. Análisis de Varianza, muestras 1 y 2 de Ciudad Victoria, Tamauli pas. Pertenencia Expresivas fucnie de variauh Suma de cuadrados Entre grupos Dentro de giüpOS d.f. Media cuadrada 20071.22 1 20071.261 302451-58 327522.80 893 894 338.692 F-pmporciOn 59.261 Nivel de sig. .O001 Cuadro de Medias: Pertenencia Ejrpresivas, Ciudad Victoria, Tamaulipas Nive] Victoria 1 Victoria 2 Cantidad ~ ~ ~ e d iE ror ~ S l d fintcmo) 493 103.87627 402 94.35572 895 99.60000 .8617648 .8710915 .GIS1637 Vor std (iunto) ,8288553 .9178869 .6151637 95% de canfiabilidad latervalos de la media 102.24918 105.50336 92.55386 96.15759 98.39240 100.80760 Héctor M. Cappello Cuadro 39. Análisis de Varianza, muestras 1 y 2 de Ciudad Victoria, Tamaulipas. Participación Directivas Suma dc cuadrados Fuente dc variación Entre grupos Dentro de grupos 474 .O3 39428021 394754.25 d.f. Media cuadrada 1 893 894 F-propdón 474.03470 44 1 .S23 19 Nivel dc riu. 1.074 ,3004 Cuadro de Medias: Participación Directivas, Ciudad Victoria, Tamaulipas - Nivel - Cantidad Victoria 1 Victoria 2 Pnadio 493 96.338742 402 94.875622 895 95.681564 EmK std .9463533 95% decanfiabilidad Intervalos de la media 94.480997 98.1 96487 .9235950 1.O480059 92.8 18327 96.932917 .7023689 ,7023689 94.302775 97.060354 Emw std (interno\ 1.O288842 liiinto) Cuadro 40. Análisis de Varianza, muestras 1 y 2 de Ciudad Victoria, Tam aul ipas. Participación Expresivas Fuente de variaah Suma dc cuadrados Enk grupos Dentro de gmpos 1677.04 444264.24 44594 1.28 d.f. Media cuadrada 1 893 894 F-ptopcrcibn 1677.0415 497.4963 Nivel de sin. 3.371 .O667 Cuadro de Medias: Participación Ekpresivas, Ciudad Victoria, Tamaulipas - - Nivel Victoria 1 Victoria 2 Cantidad 493 402 Pmmodio Emr std íintano\ 100.5 13 18 1.O970058 97.761 19 - - Enur otd fiunto\ 1.O045498 .9722 106 1.1 124536 - 95% de confiabilidad Intervalmde la media 98.541 196 102.48517 95.577385 99.94500 Transicióncívico-politicay cambio en la identidad nacional Cuadro 41. Análisis de Varianza, muestra 1 de Ciudad Victoria, Tamaulipas. Participación y Pertenencia Fuente de variacibn Suma de cu~dradas Entre grupos Dentro de grupos d.f. Mcdia cuadrada 3696.0 1 3696.0254 1523368.0 1527064.0 984 985 1548.1382 F-pmporcib Nivel de si a. 2.387 .1226 Cuadro de Medias: Participación y Pertenencia, Ciudad Victoria, Tamaulipas Nivel Cantidad Participación Pertenencia Promedio Error std Em# std finterno1 [iunto) 493 196.85 193 1.9298006 1 -7720722 95% dc umfiabilidad Intervalos de la 193.37369 200.3301 7 493 192.97972 1.5988587 1.7720722 986 194.91582 1.2530442 1.2530442 189.50147 196.45796 192.45633 197.37531 Cuadro 42. Análisis de Varianza, muestra 1 de Ciudad Victoria, Tamaulipas. Dh-ectivas y Expresivas Fumtc de variaciki Suma de uisdrados Enire gnipos Dentro de gnipüs d.f. Media cuadrada 88493.2 1 88493.186 1568096.8 1.656590.0 984 985 1593.594 Nivel de siR. 55.531 .O001 F-proporeibn Cuadro de Medias: Directiva y Expresivas, Ciudad Victoria, Tamaulipas N ~ ~ J Cantidad Directivas Expresivas Pmedio E ~ r t d linlemol Emrrrtd íiunto1 95%domfi&ilidad lnffwalw dc lamcdia 493 185.44219 1.8008589 1.7978996 181.91326 188.97113 493 204.38945 1.7949354 1.7978996 986 194.91582 1.2713070 1.2713070 200.86052 207.91839 192.42049 197.41 116 Héctor M. Cappello Cuadro 43. AnAlisis de Varianza, muestra 2 de Ciudad Victoria, Tamaulipas. Participación y Pertenencia Fucntc de variacibn Suma de cuadradas Entre grupos Dentro de grupos d.f. Media cuadrada 1 802 803 19347.18 894372.74 913719.92 19347.184 1 1 15.178 F-pmporcih 17.349 Nivel de sin. .O001 Cuadro de Medias: Participación y Pertenencia, Ciudad Victoria, Tamaulipas - - Nivd Catitidad Promedio Error std (intmol Participaci6n Pertenencia Ermrstd tiunto) 402 192.58209 1.7188162 1.6655553 402 182.77114 1.6105340 I .ti655553 804 187.67662 1.1777255 1.1777255 95% de umfiabilidad In!e~alosde la media 189.3 1201 195.85217 179.50106 186.04123 185,36432 189.98891 Cuadro 44. Análisis de Varianza, muestra 2 de Ciudad Victoria, Tamaulipas. Directivas y fipresivas Fuentc de vJri su &I Siima de d.f. Mcdia cuadrada F-proporrih cuadrados Entre grupos Dentro de grupos 15674.75 899627.87 9 15302.62 1 802 803 15674.751 1[21.731 Nivel de sin. 13.974 -0002 Cuadro de Medias: Directivas y &presivas, Ciudad Victoria, Tamaulipas Nivel Cantidad Promedio h std finterno) Directivas Expresivas Error std fiuntol 95% de confiabilidad Intervalosde la media 402 183.25871 1.6585735 1.6704414 179.97903 186.53838 402 192.O8955 1.6822256 1.67044 14 188.80988 195.36923 185.35505 189.99321 804 187.67413 1.1811804 1.1811804 Transici8n cívico-políticay canzbio en la identidad nacional Cuadro 45. Análisis de Varianza, muestra 2 de Matamoros, Tamaulipas. Participación y Pertenencia - Fuentedc variacih Suma de d.f. McJir cuadrada F-proporci6n uiadnidos Entre grupos Dentro de grupos 1 964 965 3489.6 1872538.3 1876027.8 3489.5404 1942.4671 Nivcl dc si a. 1.796 .1805 Cuadro de Medias: Participación y Pertenencia, Matamoros, Tamauli pas - Nive1 CanDdad Promedio sld Iinlemol E p r std (iunto) 95% de confiabilidad lntcrvalas de l a media Participación 483 208.14700 2.0025204 2.0054 104 204.2 1066 2 12.08334 Pertenencia 483 21 1.94824 2.0082963 2.0054104 966 2 10.04762 1.4 180393 1.4 180393 208.01 190 2 15.88458 207.2642 1 212.83 103 Cuadro 46. Análisis de Varianza, muestra 2 de Matamoros, Tamauli pas. Directivas y Expresivas r u ~ t de e variacih Suma de cundrudap Entre grupos Dentro de giüpos 51510.3 1861241.5 1912751.8 d.f. Media cuadrada 1 964 965 51510.265 1930.748 F-propotcibn 26.679 ~ivcl de sia. .O001 Cuadro de Medias: Directivas y Expresivas. Matamoros, Tarnaulipas p~i~,,~ Directivas Expresivas cantidad Promedio Ermr 8td (interno) Error std (iunto) 493 202.74534 1.9155715 1.9993521 483 2 17.34990 2.0797604 1.999352 1 966 210.04762 1.4 137554 1.4137554 95% de confiabilidad Intmalos de la media 198.82089 206.66979 2 13.42545 22 1.27435 207.27261 2 12.82262 Héctor M. Cappello Cuadro 47. Comparación entre respuestas favorables hacia las Instituciones Llirectivas y hacia las Instituciones Expresivas en la muestra 1 de Matamoros, Tamaulipas Instituciones Directivas 1nstituciones Expresivas En favor 230 22 1 En contra 220 229 Cuadro 48. Comparación entre respuestas favorables hacia el sentido de Participacidn y hacia el sentido de Pertenencia en la muestra 1 de Matamoros, Tamaulipas Sentido de Pamcipacibn Sentido de Pertenencia 2 X = 0.54 En favor 220 23 1 3.84 N"sig. a = 0.05 En contra 230 219 Obras consultadas Allen, W.Y. y V.H. Roberts (1 963). Statistics. A Ne~vApproach. 1 O.ed. Illinois, Tlie Free Press of Glencoe. 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Se imprimieron quinientos ejemplares más sobrantes para reposición, en papel cultural de 75 g, con tipos 10111/14 Times New Roman. Realizó la corrección de estilo Maria G. Giovannetti y el cuidado de la edición. Maria 6. Giovannetti y Carmen A. León Saavedra: la formación estuvo a cargo de Irma G. González Béjar. Coordinador editorial: Ismael De Lorenz Pegueros. Esta investigación sobre identidad nacional y carácter cívico-político ea dos ciudades de la Frontera Norte (Ciudad Victoria y la ciudad de Matamoros), tiene como objeto conocer cbmo repercutió prohindizaci6n de la política neoliberal de un régimen presidencial a otro, ea las interrelaciones de la ciudadanía con las instituciones culturales, sociales, económicasy polfticas. En las comparacianes de las muestras entre ambos periodos, se observ6 un cambio de orientaci6n negativa de la cahesi6n general hacia las instituciones. Esto fut: particularmente notorio con respecto a las instituciones de "comercio*, *justician y "administtaci6n pública", donde se concitó la mayor expresión de respuestas disensuales por parte de las comunidades de ciudadanos encuestados.